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eliminar el dolor. Entre otros aspectos, ayuda a reducir o aliviar los dolores de cabeza,
musculares, de origen artrítico y otros dolores o ataques relacionados.
Existen diferentes tipos de analgésicos, entre los que podemos destacar los analgésicos
antiinflamatorios no esteroideos, los analgésicos opiáceos mayores y otros fármacos
adyuvantes.
Son un grupo de fármacos, unos naturales (opiáceo) como la morfina y otros artificiales
(opioide) como el fentanilo, que actúan sobre los receptores opioides de
las neuronas del sistema nervioso, imitando el poder analgésico de los opiáceos
endógenos. Son los fármacos analgésicos más potentes conocidos y corresponden al
tercer escalón analgésico de la OMS. Se pueden asociar y potencian su acción con
los AINE, pero no es biológicamente correcto asociarlos a opiáceos menores.
Los opiáceos mayores no presentan techo terapéutico, por lo que se puede aumentar la
dosis según la presencia de dolor y tolerancia del paciente. Presenta el inconveniente de
que son sustancias estupefacientes y deprimen el sistema nervioso central en las
primeras dosis.
Se usan para el dolor grave y, entre otros, se encuentran dentro de esta clasificación
la morfina, hidromorfona, metadona, fentanilo, diamorfina, oxicodona de liberación
retardada, heroína o el levorfanol.
Reacciones Adversas
● Las náuseas y los vómitos son la principal causa de intolerancia el tratamiento en las
primeras etapas, y no todos los pacientes desarrollan tolerancia a estos efectos.
● el estreñimiento es un efecto adverso para el que no se desarrolla tolerancia y debe
prevenirse desde el inicio de la indicación de un opioide.
● la depresión respiratoria es infrecuente en pacientes con Dolor e incluso puede
considerarse que la presencia de dolor evita la aparición de depresión respiratoria.
● el prurito es un efecto adverso, también infrecuente, pero que altera la calidad de vida
del paciente hasta el punto de ser causa de abandono de tratamiento.
● La somnolencia y el estado confusional son especialmente peligrosos en pacientes
ancianos, por el deterioro cognitivo y el aumento del riesgo de caídas.
● Todos los analgésicos opioides producen tolerancia, pero es auto limitada, Es decir,
su desarrollo tiene un límite, y siempre es posible alcanzar dosis analgésicas eficaces.
● la dependencia psicológica asociada al uso de opioides no aparece se lleva un control
adecuado, y nunca puede considerarse un obstáculo al establecimiento de un
tratamiento analgésico crónico.
Fármacos adyuvantes.
Aunque no son analgésicos cuando se administran aisladamente, potencian la acción de
cualquier analgésico en asociación. Entre los fármacos adyuvantes analgésicos se
encuentran:
Corticoides.
Antidepresivos, sobre todo los antidepresivos tricíclicos.
Anticonvulsivantes, sobre todo en el dolor neuropático.
Aunque no se pueden incluir dentro del grupo de los analgésicos, el placebo, es decir,
el efecto placebo o alivio del dolor en ausencia de un tratamiento conocido
biológicamente como activo, es capaz de activar áreas cerebrales dedicadas al alivio del
dolor, provocando cambios físicos en la manera en la que el cerebro responde al dolor,
visible en resonancia magnética funcional, por lo que está demostrado que la confianza
que deposita el paciente en un tratamiento, mejora los resultados del mismo.