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MODALIDAD MIXTA
NOVENO SEMESTRE
ESPECIALIDAD: MATEMATICAS
ESTUIDANTE
Los retos que implica el trabajar con adolescentes son grandes, ya que
nosotros podemos ser punto importante en la toma de decisiones del adolescente.
La escuela como una institución solo puede ser vista como la conjunción de
diversos elementos de un todo (padres, estudiantes, educadores, situación
socioeconómica, currículo oficial, etc), los cuales conforman una comunidad
educativa y son interdependientes y jamás aislados unos de otros, por tal razón y
sin lugar a dudas la organización de la escuela tiene un gran influencia en el
desarrollo del trabajo de grupos de docentes y estudiantes.
Y es que hablar de organización escolar es mencionar los procedimientos,
normas y sistemas de control establecidos en una escuela, misma que se ve
afectada por las relaciones que se establezcan entre las personas, las reglas de
convivencia, las reglas administrativas, el curriculum, etc.
Así tenemos, que es fundamental dentro de la organización de la escuela, que
todos los que conforman la comunidad educativa conozcan, reconozcan y se
identifiquen con las metas y objetivos planteados. De ahí que se vuelve necesario
que la visión y misión deje de ser solo un requisito del proyecto escolar del centro,
para convertirse en la razón de ser, la guía que oriente y de sentido a todo el
quehacer dentro de una comunidad educativa, de tal modo que TODOS sepan a
donde van juntos, para que y como lo lograran.
Por otro lado, están la división y estructura de funciones, que es otro elemento
de la organización escolar, que de no estar bien establecido puede afectar el
servicio educativo que allí se ofrece, ya que cada elemento del personal desde los
directivos hasta los apoyos de intendencia tiene una función específica,
lamentablemente cuando esto no se encuentra bien establecido no hay
compromisos compartidos y mucho menos responsabilidades compartidas, se
corre el riesgo de que ante una tarea “TODOS digan que lo realizaran, ALGUNOS
tal vez participen, pero NINGUNO reconocerá que no cumplió como debía”.
Lamentablemente es muy común, que el personal de las escuela “aparentemente”
conozca sus funciones, sin embargo escuchamos frases como “a mí no me
contrataron para hacer eso”, “compañeros pónganse la camiseta”, “trabajemos
como un equipo”, misma que evidencian los problemas de organización y sentido
de pertenencia.
La distribución de funciones y tareas entre los integrantes es otro elemento
que no debe descuidarse, es básico que las actividades a realizar sean claras
para todos, así como la función que se espera que cada uno desempeñe, es decir
todos deben caminar hacia el mismo rumbo.
Para la coordinación del trabajo, se vuelve fundamental que el centro
educativo cuente con un líder, que sepa orientar las actividades, motivar el buen
desempeño de la gente a su cargo, lograr la unidad y colaboración de toda la
comunidad educativa, y principalmente realizar todas la gestiones necesarias para
el crecimiento y consolidación de la escuela.
Obviamente todas las acciones deben estar organizadas con tiempos
claros, para que las metas sean evaluadas por eso la organización eficiente del
trabajo escolar implica fijar estrategias acordes a las necesidades particulares de
cada plantel educativo, tanto en su funcionamiento y equipamiento como en el
aprovechamiento de los alumnos. Es necesario crear un proyecto escolar que
impulsé una colaboración más estrecha de los maestros y directivos en las tareas
escolares. Mediante la elaboración de un diagnóstico preciso que identifique los
recursos mínimos para cada plantel, así se podrán organizar las actividades, la
asignación de responsabilidades y tiempos acordes con un manejo eficiente de la
escuela.
Otro punto importante es la evaluación, es decir la rendición de
responsabilidades, por lo que se vuelve necesario partir de mejores sistemas de
información internos que den seguimiento al aprovechamiento de los alumnos e
identifiquen oportunamente fallas como la reprobación, la deserción y el
ausentismo. Ello para encontrar soluciones a cada problema dentro del plantel.
Todo esto en un ambiente más flexible, que estimule la creatividad en la gestión
escolar, por lo que es necesario ampliar los márgenes de decisión de los
directores, para que, en coordinación con sus consejos técnicos, revisen a fondo
las prácticas que entorpecen la buena marcha de la educación y a través del
consejo de participación social logren impulsar en la propia escuela mecanismos
para evaluar los resultados alcanzados".