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Miguel Bellusci
Morfología I
Conservatorio “Manuel de Falla”
Análisis formal
intervalo/ dirección melódica
1. Elemento constructivo célula rítmica
Nivel básico (célula, etc.) función armónica
transformación a lo largo de
constructivo 2. Motivo generador la obra
(Material básico)
3. Semifrase: miembros de
frase, pregunta- respuesta,
antecedente-consecuente,
Nivel estructural etc.
(Funciones formales) 4. Frase ya expresa la función formal
5. Oración (formada por
más de una frase)
6. Sección: Exposición,
Coda, etc.
Nivel constructivo:
Aspecto rítmico: ubicación métrica (tético, anacrúsico, acéfalo), duración (valor largo
o corto), velocidad relativa (dentro del contexto rítmico, según las figuras), acentuación
(tanto métrica como relativa por duración), sincopación (desplazamientos), célula
rítmica (puntillo, tresillo, etc.), trinos-trémolos, etc.
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Motivos generadores: son las unidades mínimas con sentido musical propio: se
conforman con los elementos básicos mencionados anteriormente, que se articulan entre
sí para resultar en un gesto característico que lo delimita y define como tal. En cada
caso, el peso específico de cada aspecto (melódico, rítmico o armónico) dentro de la
conformación del motivo, será determinante para su análisis. A lo largo de la obra, los
motivos generadores pueden sufrir diversos grados de transformación, tanto a nivel de
sus componentes básicos como en el nivel motívico propiamente dicho. De acuerdo a
las características de dichas transformaciones las denominaremos:
Inversión: cambio en la dirección melódica; puede ser textual o no: en el primer caso se
mantienen los intervalos originales, en el segundo se modifican por razones melódicas o
armónicas.
Nivel estructural:
En el nivel estructural, y a partir de la frase como primer elemento con sentido musical
completo, se verifican las llamadas funciones formales o sintácticas. Estas se analizan
de acuerdo a las relaciones que los diversos elementos establecen entre sí y dentro de la
estructura general de la obra, que será consecuencia del juego entre estas relaciones. A
partir de este nivel podemos clasificar a los componentes en: autónomos y relativos.
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Componentes autónomos:
Componentes relativos:
Son aquellos cuya función básica es la continuidad del discurso musical. Son
eminentemente dinámicos, ya que se mueven hacia un objetivo determinado y su
validez tiene lugar mediante su relación con otros componentes, sean éstos autónomos
o relativos. Están conformados con material temático ya conocido, con derivaciones
del mismo o bien con elementos secundarios que no influyen sobre el desarrollo
temático principal.
Pueden cumplir diversas funciones, siendo las más frecuentes:
Transición / Enlace: une una sección (origen) con otra (destino). Según la
conformación de sus componentes se pueden especificar tres alternativas:
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de carácter (cambio de modo, modificación de la densidad rítmica, cambio dinámico,
tímbrico, etc.)
Conclusión / Coda: cierra una sección (Conclusión) o una obra o movimiento (Coda).
Generalmente se conforma con material temático principal o derivaciones del mismo.
Un caso particular de conclusión es la Liquidación, en la cual un elemento, ya sea
rítmico, melódico, etc., (generalmente breve) se repite frecuentemente en forma
completa o bien fragmentada (Desintegración) hasta agotarlo, logrando así llevar a
cabo la función conclusiva. Otro es la Disolución, en la cual un elemento se fragmenta
o disgrega hasta desaparecer, ya sea para dar lugar a una nueva sección (concluyendo la
anterior) o para concluir la pieza misma.