La visión es lo que provoca y justifica el cambio ya que define al objetivo apuntado
y fija los estamentos y los elementos de la empresa afectados. Ésta da sentido al cambio, en la doble acepción del término.
La visión, se inscribe perfectamente en el papel de “liderazgo” de los directivos,
que consiste en conducir y en guiar la empresa.
También permite justificar el cambio al emerger la diferencia entre el presente y la
meta final; precisa la amplitud del cambio: su ámbito, su profundidad y su rapidez.
Al mismo tiempo, la visión sitúa el cambio considerado entre las prioridades de la
empresa, siendo algunos, prioridades absolutas, deben ser tratados como tal.
La visión es la descripción del proyecto de cambio considerado para resolver el
problema identificado por la dirección de la empresa, con la salvedad que el término “problema” no debe ser asociado sistemáticamente a una situación negativa o una debilidad.
La identificación del verdadero problema es esencial para que el cambio mejore
efectivamente la situación y para que el proceso se desarrolle correctamente.
El estudio de la situación actual suministra también los primeros elementos
necesarios para la creación de la ruptura y la participación del personal. En efecto, este estudio permite una primera identificación de los puntos débiles y de las áreas de mejoras posibles.
La exigencia de precisión y de facilidades de comprensión obliga a formular el
objetivo buscado de manera simple y sintética. La exigencia de estabilidad del objetivo supone que éste queda situado a un elevado nivel de generalidad.
El objetivo no toma en consideración todas las bifurcaciones que se presentarán
durante el proceso de cambio, pero orienta la acción y ayuda a tomar buenas decisiones. Sin embargo, el objetivo puede cambiar en algunos casos debido a una transformación importante del entorno competitivo o causa de dificultades importantes en la materialización del cambio.
La exigencia de un margen de maniobra para las personas encargadas de
alcanzar el objetivo requiere que el equipo que define el objetivo no supere sus reales competencias.
A pesar del papel dominante del directivo responsable, la definición de la visión no
debe resultar de un proceso que separe la reflexión de la acción. Por ello, se propone el siguiente método de elaboración de la visión:
Etapas de definición de la visión:
1. Identificación del problema:
Se realiza a partir de la observación del entorno, de los resultados y del funcionamiento de la empresa. 2. Validación del problema Evalúa la importancia del problema a fin de asegurar de que se trata de un problema verdadero y no una consecuencia de un problema que permanece escondido. 3. Elaboración de opciones para la solución Determina algunas opciones capaces de resolver el problema. 4. Evaluación de opciones para la solución Evaluación de la pertinencia y cuestiones relativas a su puesta en marcha. 5. Elección de la solución Define a partir de las opciones la solución que se considera correcta. 6. Definición de la visión Esta formaliza la visión ya que especifica el origen del cambio, describe su objetivo y las ventajas que obtendrán la empresa y el personal e indica las características de las acciones consideradas oportunas.