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ENTREPISOS PLANOS
31 HOJAS
INDICE
Prólogo iii
1.- Alcance 1
2.- Generalidades 1
6.- Emparrillados 18
a) Generalidades 18
b) Tramas o Mallas 19
c) Disposiciones de Nervios de acuerdo a la Forma de la Planta
y a las Condiciones de Apoyo 19
d) Vigas de Borde 28
e) Materiales 29
9.- Aberturas
a) Horizontales 34
b) Verticales 36
i
10.- Resistencia al Fuego 37
Referencias Bibliográficas 55
ii
PRÓLOGO
En el presente texto se encara el estudio global de las estructuras planas de entrepiso, por
lo que sustituye, con provecho evidente para el estudiante, a la anterior bibliografía de la Cátedra
sobre el tema1. Su base la constituye la publicación del autor “Entrepisos Planos de Hormigón
Estructural”.
Este nuevo formato conceptual, que iremos extendiendo a todos los temas centrales de la
materia, sumado a los valores didácticos intrínsecos de la presente obra, resulta mucho más
adecuado para incursionar en el aprendizaje del proyecto estructural, al permitir al lector ir
adquiriendo una visión comparativa completa de las posibilidades básicas que se le ofrecen; una
especie de mapa general del territorio por el que habrá de avanzar en su tarea de proyectar.
Luis J. Lima
Profesor Titular
1
Gerardi, Rodolfo: “Entrepisos con Vigas” y “Entrepisos sin Vigas”; Hernández Balat, Victorio: “Entrepisos
Planos de Hormigón Estructural” y Luisoni, César y Hernández Balat, Victorio: “Diseño de Emparrillados”
iii
iv
ENTREPISOS PLANOS
Victorio Hernández Balat
“Desde que los hombres se contagiaron de la curiosa manía de
amontonarse unos encima de otros, el piso se hizo necesario
para multiplicar la superficie útil donde poder alojarse, y
cuando el ascensor ha permitido suprimir la incomodidad de la
escalera, el número de pisos superpuestos se ha multiplicado
hasta crear el rascacielos con rapidez y facilidad de crecimiento
asombrosas”. Eduardo Torroja, “Razón y Ser de los Tipos
Estructurales”
1.- ALCANCE
El motivo de estas notas son los entrepisos destinados a la construcción de edificios
entendiendo por tales a las estructuras que reciben en forma primaria las cargas de uso de los
locales. Se trata de estructuras cuya superficie superior será transitable y horizontal (o de muy
suave inclinación). Incluiremos aquí las estructuras destinadas a azoteas reservando el uso del
término “cubiertas” para aquellas estructuras de cerramiento con apreciable inclinación o de
superficie curva o quebrada destinadas exclusivamente a aislar un espacio del exterior y que son
transitadas sólo en forma excepcional. Las cubiertas están fuera del alcance de este trabajo.
No se analizarán aquí los entrepisos parcial o totalmente construidos en madera dado que
su uso está limitado a construcciones en las que la aislación acústica y/o la resistencia al fuego
no sean parámetros condicionantes lo que los hace no aptos para la construcción de edificios
(aunque pueden ser muy buenas soluciones para viviendas unifamiliares, etc.). Asimismo, los
entrepisos con vigas de madera natural tienen limitada su luz por la disponibilidad de escuadrías.
Esta limitación podría solucionarse mediante el uso de vigas realizadas con madera laminada y
encolada pero quedan pendientes los condicionamientos mencionados anteriormente.
2.- GENERALIDADES
Salvo aquellos ingenieros estructuralistas especializados en tipologías singulares (p.e.
puentes, estructuras de transmisión de energía, etc.), el resto emplea gran parte de su tiempo en
el proyecto de entrepisos planos por lo que la comprensión de su funcionamiento y sus criterios
generales de proyecto deben ser manejados con familiaridad.
1
de conducciones horizontales (p.e. aire acondiconado), tiempos de resistencia al fuego y las
sobrecargas accidentales. Aunque frecuentemente menos tenidos en cuenta, están también los
aspectos relacionados con el mantenimiento y la durabilidad.
Podríamos pensar que los entrepisos típicos de hormigón estructural “in situ” están
compuestos por combinaciones de tres arreglos estructurales básicos:
Se trata de losas apoyadas directamente sobre columnas (Figura 3.4) (two-way flat plates)
o bien apoyadas en columnas mediante la interposición de ábacos (Figura 3.5) y/o capiteles
(Figura 3.6) (two-way flat slabs).
2
Se denomina capitel a una expansión gradual de la sección de la columna cuyo principal
objetivo es aumentar la resistencia al punzonamiento sin necesidad de agregar armadura especial,
aumentar el diámetro de la columna o el espesor de la losa. La geometría de estas expansiones
también está sometida a restricciones reglamentarias.
Si las luces en ambas direcciones son iguales no existen direcciones preferenciales para el
trabajo estructural aunque veremos luego que la distribución de solicitaciones dista mucho de ser
homogénea.
La mayor eficiencia estructural se logra cuando las columnas se encuentran ocupando los
vértices de una trama cuadrada pero aún así son frecuentes las tramas rectangulares.
Como veremos más adelante, se suele utilizar vigas en el perímetro externo o rodeando
aberturas importantes para mejorar el comportamiento frente al punzonamiento.
En la Figura 3.7 se ha
representado la deformada de un paño
interior de un entrepiso sin vigas con
trama cuadrada de columnas sometido a
la acción de una carga uniforme. Como
es lógico, las flechas en coincidencia
con las columnas son nulas. Si se
observa cuidadosamente las deformadas,
se notará que las líneas que unen
Figura 3.7
columnas presentan mayores curvaturas
que las líneas que unen los centros de
tramo aún cuando estas últimas presentan mayores flechas absolutas. El hecho anterior está
indicando que en las zonas próximas a las columnas (que suelen recibir el nombre de fajas o
bandas de columna) los momentos flectores son mayores que en las zonas internas de los paños
(que suelen recibir el nombre de fajas o bandas centrales). Lo que ocurre es que las fajas de
columna presentan mayor rigidez relativa y se constituyen en “apoyos” de las zonas interiores.
En estos sistemas los mayores momentos de tramo no coinciden con las zonas de mayores
flechas absolutas. Se ha recalcado el adjetivo absolutas dado que si analizamos las flechas de
cada una de las líneas respecto a sus respectivos “apoyos” veremos que las fajas de columna
presentan mayores flechas relativas que las centrales y de allí las mayores curvaturas que
conducen a mayores momentos flectores.
3
En la Figura 3.8 se ha
graficado sobre la línea que une dos
momentos debidos a
apoyos la variación de los
una carga uniforme
momentos flectores negativos que
se producen en la dirección normal
a dicha línea. El diagrama confirma
la fuerte concentración de
Figura 3.8 momentos sobre las columnas que
dedujimos a partir de las
deformadas.
Al analizar los reglamentos veremos que éstos definen los anchos de las fajas centrales y
de columna y concentran gran parte de la armadura resistente en estas últimas.
Se denomina así a las losas que, por sus condiciones de apoyo, tienden a tomar una
deformada cilíndrica bajo la acción de las cargas. En el caso de condiciones de apoyo ideales
(digamos una losa de un tramo con dos lados opuestos apoyados y los otros dos libres) existirán
flexiones solamente en una dirección, la que presenta curvatura. Por ese motivo estas losas se
indican con un círculo del cual parten dos brazos que indican la dirección de la flexión.
Por extensión suele llamarse así a losas que, aunque apoyadas en tres o cuatro lados, son
suficientemente alargadas como para que los momentos en la dirección mayor puedan
considerarse despreciables (según los reglamentos con relaciones de lado mayor/lado menor
entre 1.5 y 2)1. En estas condiciones la deformada deja de ser cilíndrica pero las curvaturas en
1
En el caso de losas simplemente apoyadas en los cuatro bordes, para una relación de lados 1.5 tendremos una
relación entre momentos máximos en ambas direcciones igual a 2.7 mientras que para una relación de lados 2.0 este
valor asciende a 5.5. Para la relación 1.5 no parece razonable decir que el momento en la dirección mayor es
“despreciable” pero en el pasado algunos reglamentos permitían considerar como armadas en una dirección a losas
4
una y otra dirección son muy diferentes resultando los momentos según la dirección mayor muy
pequeños y por lo tanto pasibles de ser resistidos por una armadura reglamentaria denominada
“de repartición”.
Las vigas suelen disponerse según la dirección de mayor luz y son las responsables de la
transferencia del 100% de la carga a las columnas. Por estas razones pueden resultar de
dimensiones importantes.
Los sistemas de losas armadas en dos direcciones, o losas cruzadas (Figuras 3.11 y 3.12),
están compuestos por placas que, por sus condiciones de apoyo, tienden a deformarse de modo
que las curvaturas máximas de tramo según las direcciones paralelas a los lados son del mismo
orden. En consecuencia los momentos flectores también resultaran del mismo orden. Este
funcionamiento bidireccional se indica en los planos mediante un círculo del que parten cuatro
brazos paralelos a los lados.
El trabajo estructural incluye flexiones según dos direcciones y torsiones por lo que
resultan más eficientes que las losas armadas en una dirección. Su funcionamiento es tanto más
eficiente cuanto más se acerquen a la planta cuadrada.
d) RIGIDEZ
con relaciones mayores o iguales a 1.5 para simplificar los cálculos. Hace tiempo ya que las herramientas de cálculo
disponibles hacen innecesaria esta simplificación por lo que la relación 2 aparece como más razonable.
5
siendo
E×I
B= , la rigidez flexional de las losas (igual para todas)
1 −ν 2
L Ly L Ly L Ly
Lx Lx Lx
Figura 3.13 Figura 3.14 Figura 3.15
Los valores de “c” se han indicado en las figuras 3.13 a 3.15 dentro del dibujo de cada
una de las losas. Como puede apreciarse, a igualdad de carga “q”, si se quiere obtener la misma
deformada se tendrá que variar sensiblemente el espesor de las losas. Si quisiéramos igualar
todas las flechas con la que tiene la losa armada en una dirección parecería ser suficiente con
hacer que el entrepiso sin vigas aumentara su altura en (2.25)1/3 = 1.31 o bien que la losa armada
en dos direcciones la disminuyera en (0.312)1/3 = 0.68. El fenómeno es más complejo dado que
al variar la altura también lo hace el peso propio y por lo tanto la flecha.
6
De los números anteriores surge que el entrepiso sin vigas es una estructura naturalmente
flexible que requerirá importantes espesores estructurales para conducir a flechas admisibles.
Estos espesores pueden verse incrementados todavía por la necesidad de resistir el
punzonamiento. Luego veremos que los entrepisos sin vigas pretensados están en condiciones
mejores que los no pretensados por el efecto favorable del pretensado sobre la fisuración y
porque requieren de hormigones de mejor resistencia que paralelamente mejoran su rigidez y su
resistencia al punzonamiento.
2
Según la línea de rotura A-A
7
B B B
V V
V
A A Ly A A A A Ly
L L Ly L
V
V V
B B B
Lx Lx Lx
Lx = Ly = L Lx = Ly = L Lx = Ly = L
1.- Línea de Rotura A-A 1.- Línea de Rotura A-A 1.- Línea de Rotura A-A
Mviga = r * Lx2 / 8 = q * Ly / 2
Mviga = q * Ly * Lx2 / 16
MA-A = q * L3 / 8 = MB-B
Figura 3.16
8
LOSA CON SUS CUATRO LOSA CON DOS BORDES LOSA CON SUS CUATRO
BORDES LIBRES APOYADA APOYADOS EN VIGAS Y DOS BORDES APOYADOS EN
EN SUS ESQUINAS EN BORDES LIBRES VIGAS
COLUMNAS (ENTREPISO SIN
VIGAS)
B B B
V V V V
L Ly L Ly L Ly
A A A A A A
V V
B B B
Lx Lx Lx
Lx = 2 *Ly = 2 * L Lx = 2 *Ly = 2 * L Lx = 2 * Ly = 2 * L
1.- Línea de Rotura A-A 1.- Línea de Rotura A-A 1.- Línea de Rotura A-A
q * Lx
MA-A = (q * Lx ) * Ly2 / 8 ≡ La reacción sobre una viga paralela
Ly
al eje “y“ puede asimilarse a:
MA-A = q * L3 / 4
MA-A = (q * Lx ) * Ly2 / 8 q * Ly / 2
2
mA-A = MA-A / Lx = q * L / 8
MA-A = q * L3 / 4
2.- Línea de Rotura B-B
Ly
mA-A = MA-A / Lx = q * L2 / 8
2
MB-B = (q * Ly ) * Lx / 8 Operando, resulta:
2.- Línea de Rotura B-B
MB-B = q * L3 / 2 r = q * Ly/2
Mviga = q * Ly3 / 24 = q * L3 / 24
2* ≡2*
Lx
mB-B = MB-B / Ly = q * L2 / 2 El momento estático total vale :
2
Mviga = r * Lx / 8 =
Mviga = q * Ly * Lx2 / 16 = q*L3/4 MEy = MA-A = q *L3 / 4
Viene de columna derecha Suponiendo un caso teórico sin por lo que la losa debe tomar:
armadura de repartición:
Operando, resulta: My losa = MEy – 2 * Mviga =
2 3
MB-B = 2 * Mviga = q * Ly * Lx / 8 My losa = q *L / 6
Mviga = q * L3 * 5.5 / 24
MB-B = q * L3 / 2 Con lo que el momento por metro de
Aplicando las fórmulas conocidas ancho de losa según “y“ resultará:
para el cálculo de losas por líneas de
rotura, y tomando como conocido el my = My losa / Lx = q * L2 / 12
valor de my, resulta:
2.- Línea de Rotura B-B
mx = q * L / [6 *( √3 + 2)]
2
Figura 3.17
9
Para la Figura 3.17:
Conclusiones y Comentarios
10
4.- RIGIDECES RELATIVAS. EL CONCEPTO DE APOYO
a) VIGAS
0.18
0.16
0.14
L 0.12
0.1
0.08
0.06 β1
L 0.04
0.02 β2
mx = my = β1 * q * L2 0
0 5 10 15 20 25
mborde = β2 * q * L2
γ = (Eviga x Jviga) / (B x L)
Figura 4.1
En la figura 4.1 se muestra la variación de los momentos (mx y my) en el centro de una
placa cuadrada apoyada sobre cuatro vigas y en el punto medio de cada una de ellas (mborde) al
hacer variar la rigidez de las vigas de borde desde cero (entrepiso sin vigas) hasta infinito
(apoyo ideal de la losa cruzada). De la observación de dicho gráfico se concluye que:
• Para rigideces relativas del orden de 3 a 5 las vigas pueden considerarse apoyos
“perfectos” para la losa cruzada pues a partir de esas rigideces se observa que el
valor de β1 casi no varía3.
• Para rigideces relativas del orde de 3 a 5 el momento en el borde de la losa resulta
despreciable (no ocurre lo mismo con el esfuerzo en la viga).
• Para rigidez relativa nula (la viga no existe) estamos frente a un entrepiso sin
vigas. En este caso los momentos resultan ser iguales a:
mx = my = 0.1109 * q * L2
mborde = 0.1527 * q * L2
11
Según hemos visto, la rigidez relativa entre vigas y losas tiene un papel importante en las
solicitaciones que éstas vayan a tener. Algunos arquitectos solicitan el uso de las denominadas
“vigas cinta” (figura 4.2). La particularidad de estas vigas consiste en que su ancho es mayor que
su altura.
b) REFUERZOS
Cuando sobre una losa armada en una dirección actúa una carga lineal paralela al lado
menor, los reglamentos permiten tomar esa carga mediante un aumento localizado de la
armadura de flexión denominado “refuerzo”. Generalmente el cálculo de estos refuerzos se
efectúa suponiendo que la carga lineal actúa sobre una viga ficticia cuyo ancho es igual al ancho
de la carga más dos veces el espesor de piso y contrapiso más el espesor de la losa es decir,
suponiendo que la carga se abre a 45o hasta el plano medio de la losa (figura 4.3).
2L
L
Refuerzo
Ancho de Cálculo
Figura 4.3 del Refuerzo
La armadura obtenida para esta viga ficticia se dispone en el ancho asignado al refuerzo.
El refuerzo está resistiendo una carga que está aplicada directamente sobre él es decir,
que la magnitud de la carga que soporta no está asociada con su rigidez. De hecho, su rigidez
resulta prácticamente igual a la del resto de la losa (la influencia del aumento de armadura no es
muy significativa).En la práctica profesional suele verse una extensión incorrecta del uso de
refuerzos. En efecto, algunos profesionales pretenden transformar una losa en una dirección
como la de la figura 4.3 en dos losas cruzadas suponiendo que el refuerzo actúa como apoyo del
lado común de dichas hipotéticas losas cruzadas. Esto no es más que una fantasía de cálculo
dado que para que el refuerzo se constituya en apoyo es necesario que aumente su rigidez hasta
el punto de que su deformación propia resulte despreciable para la distribución de solicitaciones
del sistema. En el caso en que la losa armada en una dirección tuviera una relación de lados igual
a dos (es decir que las losas cruzadas resultaran cuadradas) un análisis afinado del sistema nos
permitiría ver que la rigidez relativa necesaria de la viga central (refuerzo) para que pudiera ser
considerada apoyo efectivo sería γ = (Eviga x Jviga) / (B x L) ≈ 10 valor al que no puede
12
llegarse agregando solamente armadura. Será necesario aumentar la altura transformando el
refuerzo en una viga.
Suponer que el refuerzo de la figura anterior constituye un apoyo rígido nos induciría a
pensar que estamos frente a dos losas cruzadas cuadradas con un lado continuo. Los momentos
máximos de tramo de esas losas serían del orden de q*L2/31. En realidad estamos frente a una
única losa cuyo momento máximo positivo será aproximadamente q*L2/10. En otras palabras, se
habría dispuesto una armadura del orden de un tercio de la necesaria.
Debemos dejar en claro que tal vez pueda ser posible agregar armadura al refuerzo de
modo de darle una resistencia suficiente como para tomar las reacciones que actuarían sobre una
viga de apoyo pero estas reacciones no llegarían a manifestarse en la realidad porque la rigidez
del refuerzo sería insuficiente para provocar la migración de cargas hacia él.
a) GENERALIDADES
En general las alturas necesarias de los diferentes elementos de un entrepiso vienen dadas
por condiciones de rigidez (flechas admisibles máximas, vibraciones, condiciones de apoyo
relativo). Las alturas se traducen en pesos y los pesos en solicitaciones y deformaciones lo que
hace que cada sistema de entrepiso tenga un rango de luces económico de utilización. Para
extender este rango se suele recurrir al uso de estructuras alivianadas y/o al uso del pretensado.
b) ALIVIANAMIENTO
Tanto los entrepisos sin vigas como las losas armadas en dos direcciones resisten las
cargas mediante mecanismos internos de flexión y torsión, resultando esta última un aporte no
despreciable. Los aligeramientos terminan definiendo nervios con muy baja rigidez propia a la
torsión. Como veremos al hablar de emparrillados, salvo que se adopten disposiciones de nervios
muy particulares este aporte llega a perderse casi totalmente.
13
En la Figura 5.1 se muestra la trayectoria de momentos principales de en un entrepiso sin
vigas con trama de columnas cuadrada. Si los nervios de una estructura aligerada pudieran
orientarse según las trayectorias de los momentos principales se obtendría una estructura que
funcionaría en forma muy parecida a la estructura maciza pero sin necesidad de resistir torsiones.
Este hecho fue aprovechado por el arquitecto Pier Luigi Nervi quien proyectó y construyó la
estructura para un edificio industrial cuya planta puede verse en la Figura 5.2 y cuyo aspecto
corresponde al de la fotografía de Figura 5.3.
Indudablemente este tipo de geometrías resulta muy atractivo visualmente pero su costo
de ejecución hace que prácticamente no se utilice en nuestros días.
En la Figura 5.4 se aprecia que el aligeramiento no alcanza las zonas próximas a las
columnas. En estos sectores la estructura es maciza. Esto se debe a que es necesario contar con
espesor de hormigón para resistir el punzonamiento y además porque las solicitaciones de
flexión producen momentos negativos que originan compresiones en la cara inferior las que, con
frecuencia, no pueden ser tomadas por la sección de hormigón de los nervios.
En sistemas de nervios paralelos como el que se muestra en la figura 5.5 también puede
ser necesario macizar las zonas próximas a las vigas para tomar los esfuerzos de corte y los
momentos negativos. Con el mismo propósito podría recurrirse a aumentar localmente el ancho
de los nervios pero esto es más complicado desde el punto de vista de los encofrados y de la
distribución de armaduras. Dependiendo de la magnitud de las cargas y de la separación entre
nervios puede ser necesario disponer uno o más nervios transversales intermedios. Estos nervios
colaboran también repartiendo entre varios nervios longitudinales las acciones que pudieran
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originar eventuales cargas concentradas. Las separaciones máximas de nervios, espesores
mínimos de losas y cantidad mínima de nervios transversales están fijados por los reglamentos.
El hecho de recurrir a estructuras con nervios puede requerir el uso de estribos aunque
estos no resultaran necesarios en la estructura maciza. Esto se debe a la menor sección disponible
para resistir los esfuerzos de corte. En general esto se produce para luces relativamente
importantes.
c) PRETENSADO
c.1.) Generalidades
Como se ha visto en el Curso de Hormigón Armado, una de los méritos más interesantes
del pretensado es el de controlar y aún anular la fisuración por flexión obteniéndose de esta
forma elementos más rígidos. Lo anterior significa que para obtener la misma rigidez que un
determinado elemento de hormigón no pretensado podremos, al pretensar, utilizar elementos de
15
menor altura y por lo tanto de menor peso propio. Rigidez y peso propio son los responsables de
limitar el rango de luces económico para cada sistema estructural por lo que aumentando la
rigidez y/o disminuyendo el peso propio podremos extender el rango de luces económico de
cualquiera de los sistemas estructurales que hemos estado analizando.
Hablaremos en lo que sigue del pretensado postesado dado que el uso de elementos
pretesados cae en el rango de las estructuras prefabricadas las que serán tratadas más adelante.
Si bien casi cualquier elemento puede ser pretensado, el uso más difundido de esta
tecnología se ha dado en los entrepisos sin vigas. Esto se debe a que la tarea de ubicar los cables
resulta particularmente sencilla por la escasa interferencia con los encofrados y las armaduras
pasivas. En estas condiciones la disposición de los cables y el postesado se transforman en tareas
casi industrializadas con la consiguiente disminución de costos.
16
Asimismo, cuando se pretensa un cable se lo hace a través de varios vanos lo que hace
que la solución con vaina plástica engrasada resulte favorable desde el punto de vista de las
pérdidas friccionales.
En lo que hace a la durabilidad, los cables con vainas plásticas llenas con grasa vienen
armados de fábrica por lo que se eliminan los riesgos originados en inyecciones defectuosas en
vainas convencionales (esto se agrava por la enorme cantidad de cables que lleva un entrepiso
sin vigas).
Desde el punto de vista del funcionamiento estructural es preferible contar con un sistema
con adherencia aunque el extensivo uso de entrepisos sin vigas construidos con cables no
adherentes ha demostrado que éstos presentan un funcionamiento excelente (por lo menos bajo
cargas de servicio).
Más allá de cualquier consideración teórica, la casi totalidad de los entrepisos sin vigas
pretensados que se construyen en la actualidad utilizan pretensado sin adherencia.
La disposición de la Figura 5.13 es la menos frecuente por los motivos que hemos
expuesto. La de la 5.14, que concentra todos los cables sobre las fajas de columna, requiere de
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una cantidad importante de armadura pasiva en la zona no cubierta por los cables. La de la 5.15
es de las más utilizadas, en ella se concentran los cables en una dirección sobre las fajas de
columnas y los cables normales se distribuyen en forma uniforme. Las consideraciones sobre el
funcionamiento de cada distribución exceden el alcance de estas notas.
6.- EMPARRILLADOS
a) GENERALIDADES
Si bien gran parte de lo que se dirá en los párrafos siguientes es de validez general, estas
notas están orientadas principalmente a estructuras de hormigón armado “in situ”. Mientras no
Figura 6.1
18