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Sin simpatia no hay curacién EI diario clinico de 1932 Sandor Ferenczi compilao por Juith Dupont, Amorrortu editores Buenos Aires - Madrid ited seo y pani | i Directare Jonge Calapintoy David Maldavhy Indice general ‘One Smpahihie Hatng Das Mince Topbuch vin 1992, Stndae Penne te Pecher rag 8) (OdonsPajet, Pars, 185, por acuerdo con Mark Paterson and Assn | toy Suh Deport ‘Trsducin directa del slemn: Joa Lai Eichverry (pare el «Avant propos: de Judith Dupont se ame eta original en ance) Primera ei en castellano, 197. Segunda edi, 2008 (deo derechon de a ec en catllano reer por ‘moron etre. Paraguay 1225, 7 piso -CIOSTAAS Buenos Ares 18. Prilogo por Judith Dupont ‘Amorrerts etree Expats Si, Can Andre, 28~-25008 Maria 33. Introduccin al Diario por Michael Balint ve amorrorteditores com Lareproducén tao pari de exe ito e fra inten o mode See in pbc digas ocala stn de tineennnnoy 41 La insensibilidad del analista (7.1. 1932) ‘ecupercin de nformac, no sutrzade pron eta, va dee 42 Lanaturalidad ysinceridad del comportamiento a 45. Pensar con el cuerpo equivale a histeria (10. 1) ‘Queda echo dept que preven ey a 1.728, 49 Esquizofrenia progresiva ~ Caso (12. 1) on aro Mad np 52 Elandlisis mut yo ites de su “osu arene Madeln Arana } aplicabilidad (17. 1) sax nsssosissers | 55 Continua del ands mutuo (182) ISHN Togs Amaia oi ga 58. Sugestign amedrentament, impos de una olintad jena @21-1) : 62. Sobre aburrimiento 25.1 | (5. Represin hse, convestn; vlan de su génesis en la retroversién catartica (28. 1) Ferenc Sindee 66. Elempantanamiento en la catarsis ys ‘Sin simpata no ay crac ro ln de 192-2 rometio (31.1) aces AeA 208 “iu 70. Undlilema del andliss mutuo @.2) Sie nile depo pian in picogeness del shock paiguico irigida por Jorge Colapinto y David Maldavsky) fees anes ba LD 14 Soe ln stirmacn del displace (4.2) eee 78 Limitaciones del analisis mutuo (16. 2) IsaNereesosteors BT Sahrola mutuals 0.2) 1 Peicoandlisis. 1 Btcheverry, José Luis, trad. 1, Titulo 83. Fragmentacién (21. 2) fe 5 Modo de taney dea pique 5. Sore el prin maselin femenina onl pturlera G2) 7 [nda mito: alo dla compar) 24.2) 0 ‘Trauma en etados de inadvervencin 2.2) Impress ers Grn ar, Pa 1, laa, re 1. Sabreel tema dela mutualidad (3) TIE eter tin ona Soe 3. Soe el teria do utimiento ed deat 150 del SH Mutuaidad 3 95 100 102 108 104 107 110 aun 14 ne 19 122 125 137 1 128 129 130 138 133 137 139 ut ue us Punto de vista goneral sobre lo tendencioso del extrafamiento de la realidad en las psicosis (6, 3) Elanalista como funerator (8.3) Lo curativo en la psicoterapia (healing) (10. 8) Dos analisisinfantiles (13.3) Necesaria alabanza El yo autéctono y el yo hetorogéneo (15. ) ‘Ventajas y desventajas de la empatia intensa (17. 8) Dificultades que nacen de no tomar come real Ia dlivisin de la personalidad (17.3) Sobre el ataque histérico (20.3) Retorno del trauma en sintomas, en susfos yen la catarsis, represin y divisiin dela personalidad, deconstruccién de la wpresién en Ia eatarsis y tras esta (22,3) Vendaje psiquico (25.3) ‘Trasformacin del andlisis mutuo en un simple ser sanalizado (29. 3) ‘Analisis mutuo: decisén por la praxis. Complicacién por tener més de un paciente en anilisis (81. 3) Ex-e implantacién de contenidos y energins psfquicos 8. 4) ‘Todo odio es proyeccién, es en verdad psicopaticn 64) : Diferencia esencial entre homosexualidad masculina yy fomenina Piezas complementarias indispensables para el conficto edipico Sobre el efecto duradero de exigencias genitales activas y pasivas wobligatoviag» impuestas a nifios pequefos (5.4) Destino de los hijos de enfermos mentales (7.4) Erotomania como base de toda paranoia (10. 4) La relajacién del analista (12. 4) Paranoia y sentido del olfato (24.4) Pornofasia come condiciin de la potencia geni- tal @6.4) Contribueidn al culto fico (6. 4) Anti-homosexualidad como consecuencia de la «protesta» maseulina (26. 4) Quin eat loco, estamos locos nosotros 0 los Dacientes? (1. 9) M6 18 152 155 158 16 163 168 165 166 167 167 168 169 169 110 m v2 173 174 4 175 wt i 180 180 11 Lucha inoninte de sensibillades ete pacentey analins 0.3) {Hsia del ans muti tl dela ‘ompldorl 6.8) ‘ac interne que aa industria beriry ane neurcsObverva recent mowed femenina Marin repetin ras Gncestanaentn de cn dow aos 8) ‘utochoge tenntco 00-8) btn do ropetir el trauma (125) ‘rate hetroesu ida on Homosexual nen) O78) Doles momento goto del entiminto de Culpa (1.9) Ab-negacién (del yo) (29. 5) Deseubiruna verdad centien Papas conanount ee ol pensar (abstr for ag i cietivenns prea evn dea id 7 dolar norein 8) ogres lipo anterior la primer angustia ‘Nada de nds dct expel! @.) amos dl apasonamietn Pinal (0) Fanon 028) Peiowona 6 Bete decal 0.0) Dos ating patents 12.) Contin bel prone propia. 126 ‘ea ior ema en ge de objid) (25 Polini conta pigic para sensaions que se hon isoprabiee O26) TUnteats emote em el mundo des epics Fracno cone dads Desorien permanente dea iid de cjots (14.6) Rormats mine homsvecalan 8) Te depedia dla boroweatiad “tstinfonto de personalidad (otiminto del ‘anor la forma, valor props) como proto Scrvecmcimint porate 8.9 185 188 189 198 20 203 204 209 215 215 27 220 222 222 223 230 10 ‘Una nueva etapa en Ia mutualidad (18, 6) Olor especiico de los enfermos mentales (19, 6) Diversa motivacién para el deseo del pene en la mujer (20. 6) Dificultades respiratorias traumétieas erinicas al dormir (21. 6) Continuacién (22. 6) Anestesiar el trauma (23, 6) [Bfecto duradero (quizé también accion a distancia) de maldiciones terrorifcas (26. 6) De Ia compulsion a aliviar dolores ajenos a la de Drostar asistencia para promovertalentos de otra (26. 6) ‘Acerca del trasoir (24.6) Feminidad como manifestacién del principio de alvio del penar con relacin a un easo de impotencia 28, 6) Utopia: erradicacién de los impulsos de odio, término do la cadena de erueldades como la venganza de sangre: doma progresiva de toda la naturaleza por controles cognitivos (28.6) Proyeccin de la psicologia de los adultos sobre los nifos Galsum) (30.6) Hipocresia y enfant terrible (90. 6) La esquizofrenia es una reaccin mimética fotoquimicar Influj de las pasiones de los adultos sobre las neurosis de eardcter y el desarrollo sexual de los Proyeecidn de nuestras propias pasiones 0 apasionamientos sobre los nios (6.7) Ventajas y desventajas, oe limite éptimo de la contratrasteren Espejamiento y puesta del revés (7.7) Visién de la propia paranoia como dogro brillanten Gel primero?) de la consecuencia ligicay del ‘auantary (fuerza del caricter) (19,7) Autoconciencia adulta en B. (nia) Orden en el eaos (19. 7) Algo sobre a vergtienza (21. 7) Experimentum (23. 7) Sobre la abreaccién (24. 7) 292 233 234 235 236 237 239 240 2a 2a 242 260 263 am 213 215 276 276 am 27 Identification versus hatred dentifiacién en el tua Represiin Perversions no fijaciones, sino products del teeror Clitoris y vagina (26.7) Rovisiin del eomplejo de Edipo (26.7) 2Cample aia un pape ene proceso repreivo? @7.7) Relaciones sexuales normales y patogieas en la familia {Qué es traumitico: un ataque o sus consecuencias? SJuogo eruel con el paciente La rpetiisnsliteralvindefinid, ¥ningiin recuerto (80.7) {Quées etrauma? Causas personales del extravio del psicosnélisis «8 Un sentimiento de culpa autéctono (7.8) Tolerar estar solo @.8) La sola reproduceién del trauma no tiene eficacia terapéutin El peligro de sadismo latent y de a erotomania en elanalista ‘Algo sobre criminalidad (1.8) Figuracion subjtiva de la escisi funcional (12. 8) Rpisto de los pcados del picoandlisis (1. 8) "Trauma y division dela personalidad: disgarramiento del sentir y la inteligencia (14 8) Proyeecin de las propias tendenciasincestuosas reales sobre nifos pacientes; incomprensin de la ‘iforncia entre ol fantasear infantil y la realizacin de cllas (7.7) Complemento sobre fagmentaciin (17.8) {La espontaneidad rofresea ~ la provoeacion deprime @2. 8) {el rigor del tbs del incest la eausa de a Facon al incesto? 24.8) Salud desmesurads ocapacidad de adaptaciin del cuerpo como medida de protecin frente a una incapacdad mental Revision del registro de pecados EL miedo del psicondlisis ala sugestion 278 Delestar solo 215 Terror del stints 29 Rogrein ony emonaida y @.10) 281 Mutualidad ~ sine qua non. ven 282, Progra 283 Epilogo por Pierre Sabourin 293 Agradecimientos 12 qT Prologo por Judith Dupont En 1969, Michael Balint creia inminente la publicacién el Diario de Ferenczi con la publicacién simulténea de la Correspondencia Freudl-Ferencci. Pero debieron trascurrir otros dieciséis aftos hasta que se publicara en franeés el Diario y la aparicion de la Correspondencia tuviera fecha, cierta, salvo el plazo indispensable para prepararla ‘Michael Balint ansiaba tanto que el Diario y 1a Corres- ‘ponddencia aparecieran juntos porque son textos que se es- clarecen y completan. La lectura del Diario permite com: prender que Ferenezi, sumergido en lo mis profundo de él ‘mismo, y on pleno cuestionamiento, terminara por recha- zr, tras largas vacilaciones, la presidencia de la Asociacién Paicoanalitica Internacional, a despecho del vehemente an helo de Freud en contraro. Bs un problema que se diseute durante muchos meses en el epistolario entre ambos. Y per- mite comprender también los desesperados intentos de Fe- ‘renczi por obtener el apoyo de Freud en su poligrosa explo- ‘cin interior, apoyo que Freud no le podia dar porque ‘estaba convencido de que 2 amigo se internaba por un a- ‘mino que iba hacia el error yla enfermedad. del Diario escribe que no le ha sido dado refugiarse en la ‘enfermedad, y a causa de ello muere: «debo acaso (ai es fue plied) crearme una nueva base de personalidad, si tengo que abandonar la anterior por falsa y no confiable? @Puedo elegir entre morir y “reformarme”,y ello a la edad 4e 59 afios’» —€l lo eseribe en octubre de 1932—. Yun po- 9 después, ya en las paginas finales del Diario: Cierta for- taleza de mi organizacion psicolégica parece subsistir, tan to que yo, en lugar de enfermarme psiquicamente, slo me puedo destruir —o ser destruido— en la profundidad ong 1B La Correspondencia Freud-Ferencei nos proporciona noticias inestimables sobre la génesis del Diario y sobre lo ‘que Ferenczi se proponia al eseribirlo. Nos permite también comprender que Freud no pudiera seguir a su amigo por ese camino: con su proceder, Ferenczi terminaria por socavar todas las defensas bajo cuyo res: sguardo Freud habia logrado construir el edificio todrico del picoansiliss y preservarse lo sufieiente para continuar su bra. {No se ha dicho que el primer deber del guernillero es ‘mantenerse vivo? El no podia dejar de defenderse,y sin du da que Ferenczi pagé con su vida haber querido en ese pun: to renunciar a sus defensas; aunque ciertamento abrié de fsa manera, para sus suewsores, senderos nuevos, cuya fe- cundidad reluce mas al paso que la investigacin progresa, Pero haria falta mas de medio siglo para que la comunidad nalitica empezara a hacer més 0 menos propias las ideas © intuiciones de Ferenc En la Correspondencia Freud-Ferenczi, la primera men- iin algo precisa del Diario se encuentra en una carta fe chacda el 25 de diciembre de 1929, donde Ferenczi, tras un periodo de reserva, abre su corazén a Freud, quien le habia reprochado su distanciamiento: Como depuis de ca cain enc aw carrera Cnireritari, In enunc pent elTnatto de Berlin, tc) ahora también me stn bre, por at decin dee Adon supertao, nterée sh vole cosas moh ints mporeantes; en efecto, mi verdader ntinacin ea Ae invenignr,y libra de toda abil personae be tolcaocon rocobladn cas lento de mis rope SResunido en extome, cro pe omnia, acerca doa 11. fads los cason en ve lo prfundizar basta te deta a bac rami hist de a afin, 22 Guo cpio pce yh te sapbute ue rach mas cmaerable, No pce vote te tt precio invita a caso ya euradom para on tata ‘eno ruplementars As pov apo cbr forma on mi eta visi xt el pricoadlniscultiva demaciadouniatealnente ol and Tse do lan neuro obesivan yl andi el atr, uM sca, a psicologi del yo, con descido de la base ong Fildes del analisis: I causa os In sobrestimacion de la Titania el menosprecio dela realidad traumstica em la atogéne Pa ns experienciasrecientemente adquiidas (aunaue en tu cae se remonten go més bien anti) rope ‘Shon dade luego sobre ls parclariades de a tens. Giertan modidas demasiado niguosos tienen que se #un- GEER Sin peer ltd de vst el propait edueativo volte En os ntereambis que sigueron, Freud no end en a distant ereustanciada de is propuetas de Ferenez see wafrms, una ver ma, deainterés por el aec: So teraptin del ploandisie: Esto debid de parecer in seetebic a Ferenea, medico ante tod, cuso principal inte- era puesto, ustamente, en ese aspect terapéuticn “Sa nis razbn porque mimo era uno de os pacientes en po qu onla nn culdado. Peng Wocnee do 1000 exriba Pred, nai «. Ahora bien, en la relacin entre usted y yo se trata (al menos en mi) de una combinacion de los mas dispares ot fictos del sentimiento y de la actitud, Al comienzo fue ws ted mi venerado maestro y modelo inaleanzable, en quien ‘cobijé Ios sentimientos del aprendiz, que, como es sabido, dhunea son sin mezela. Después, usted se convirtié en mi Tanaista, pero el disfavor de las cireunstancias no consintié llevar mi analisis hasta el final. En particular, me pesé que tasted, en el anlisis, no Megara a ver en mi las fantasias y qos sentimientos negativos, trasferidos s6lo en parte, ¥ no Jos condujera hasta la abreaceién. Sabemos que el anali- zando no lo consigue sin asistencia, ni siquiera lo consegu Jo. con mi experiencia de afios con otros. Para ello hizo fal- {a un autoandlisis muy laborioso, que supletoriamente e- va cabo oon todo método, Desde luego, esto también trajo “Consigo que cambiara mi actitud un poco adolesconte por la {dea de que no podia contar tan enteramente con el bene: pléeito de usted, y de que no podia sobrestimar la impor Tancia que tenia yo para usted. Peque'ios episodios de los Viajes que hieimos en comin generaron en mi, por otra par te, cierta inhibiciin, en particular el rigor con el que usted 16 castig6 mi conducta revoltosa en la cuestin del libro sobre Schreber. Todavia hoy me pregunto: {no habria sido mas correeto que mostrara benignidad e indulgencia aquel que investia autoridad?. . » Pero ahora Ferencti considera que erré al vaclar tanto ‘en comunicar a Froud sus ideas novedosas. Se deja llevar a la critica, aun al eonsejo: «No comparto, por ejemplo, la visiém de usted segiin la cual tel proceso de la cura es un quehacer tan nimio y desdeniable {que pudiramos descuidarlo sélo porque no nos parece tan interesante, También yo me he sentido muchas veces “fed up” [harto] de él, pero he vencido esa sensacidn, y puedo informarle con alegria que justamente en este punto toda, luna serie de cuestiones apareeen bajo otra luz, mas inten ‘sa, jun quis el problema de a represiént.» Con esto, Perenezi espera haber restablecide el intereambio ntaio confiado con Freud. ‘Aste franqueamiento sigue un intorcambio mas elido, ‘Los dos hombres ee sienten amenazados en su vida y pien san en la muerte, Pero Froud, el de mas edad y muy adole ido de st cfncer, no eseuchaba bien las quejas del menor, fcuya enfermedad aiin no se habia declarado y que tenia tas si un largo pasado de hipocondriaco. "E120 de julio de 1930, Ferenczi escribe: aAlgo més promaturamente que a usted, sefor profesor, ‘también a mi, sin embargo mo ocupa mucho el problema de la muerte, desde luego que también en conexién con los destinos propios y sus futuras peripecias. Una parte de mi ‘amor propio corporal al parecer se ha sublimado en un i. terés cientific, ¥ este aspecto subjetivo me sensibiliza, creo xy, para los procesos pefquices,y otros, de nuestros news ticas, que se escenifican en momentos de peligro de muerte real 0 presunta, Justamente ha sido el camino por el eual Tegué a renovar la teorin del trauma, en apariencia anti couada (al menos, antasio se la dejé de lado...» Ferenezi tiene la sensacién de que vive una «llamarada rwlativamente tardia de productividad>, y cade a esta war 16 gencia de produeir, a veces muy viva, sin renunciar a con- trolarlay 'Y sin embargo, en el mes de setiembre de 1930, parece que se inicia una discusin sobre algunas de Ias ideas plan- teadas por Ferenczi. Pero ensoguida se interrumpe, y di rante todo el afo siguiente sus intercambios se refieren a ‘cuostiones mis pricticas. A todo esto, tras los diversos te- mas abordados, se percibe la resonancia de los problemas ‘mas profundos, en particular cuando se trata de Ia presi- ddencia de la Asociacin Internacional, que Ferenczi vacila en aceptar. EL15 de setiombre de 1931, Ferenezi dedica una cay ta entera a exponer la investigacion que culminard en el Diario: . -estuve y atin estoy sumido en un difclisimo “trabajo de purificacién’ interior y exterior, pero que es sin duda cientifico, y que hasta ahora no ha arrojado ningén rest: tado definitive... y uno no se puede prosentar eon algo ina cabado, Lo cientifico se concentra siempre en torno de Ia ‘éeniea, perola elaboracién de esta muestra bajo una luz en ciorta medida diferente muchos aspectas tebrias. Al modo que me es usual, no me arredra extracr las consecuencis Ihasta donde es posible, a menudo hasta un limite donde me evo a mi mismo “ad absurdum’: poro esto no me desalion ta, buseo abrirme paso por otros caminos, a veces exacta- mente los contrarios, y nunca me abandona la esperanza de descubrir alguna ver.el sendero correcto Todo esto suena muy mistico; le ruego que no se et ppante por ello. Hasta donde yo puedo juzgarme, no tr paso (0 s6lo muy rara vez) la frontera de la normalidad. Es ierto que a menudo yerre, pero no me aferro a mis pre- juicioa. Avesta confidencia, Freud reacciona el 18 de setiembre de 1981 con una carta que deja traslucir una profunda docop- cin. Cree que Ferenczi se aleja de él y considera signo de ‘su insatiafaccién que dria sus investigaeiones por caminos ue «no me parece que lieven a un puerto deseable», Pero std dispuesto a esperar hasta que Ferenczi vomprenda el rogtesot y vuelva sobre sus ertores, Es que sin duda se tra- ta.en su caso de una stercera pubertad En su carta del 10 de octubre de 1931, Ferenezi ensaya tun alegato: «No voy a nogar de plano que en mi factores subjetivos in- fuyan sobre la manera y el contenido de la producci6n. En el pasado, esto oeasionalmente condujo a exageracions ero al final consegui, me parece, ver claro dénde y eémo hhabia ido demasiado lejos. Ademés, estas excursiones por lo incierto me trajeron siempre, a mi mismo, notables be: neficios. = Algo de esto debo de conjeturar en su diagndsti- co de ‘tereera pubertad’. Aceptemos que el dingnéstico sea ‘orrecto: por lo pronto tna aprecincién abjetiva tend que ‘determinar el valor de lo producido en ese estado. Y hasta puedo invocar en mi favor wna cita de Schiller (que le he ido a sted), segin la eual hasta lo insélito, aunque parez> ea en parte errado o fantistico, merece aliento.~ Mis inte Teeeiones més nuevas estn sélo en formacin; serfa para (may deseable que usted pudiera escribir algo especifica tivo sobre los puntos que parecen no llevar “a un puerto de- seable”. ;Considera excluido que después de la madurez ‘que usted espera, o sea, después del regreso, podré producir algo itil en lo prctioo o aun en lo te6rico? ‘Soy ante todo un empirico. .. Las ideas se anudan siempre a laa variaciones de tratamionto clinico y encuen- tan en él refutaciin o confirmacién. . En diciembre de 1931 ocurve un intercambio de cartas conmocionante para Ferenczi, que nos parece propender mas al malentendido que a la divergencia de ideas. E113 de diciembre, Freud eseribe a Ferenczi su célebre carta sobre la etécnica del beso. a la que Ferenczi responde el 27 de diciembre con una carta que reprodueimos completa en una nota al pie de las paginas 43-4 del presente volumen. Este imalentendido sélo se puede aclarar con la lectura del Dia rio, Le haré falta a Ferenczi algan tiempo para sobrepo- nese, E121 de enero de 1982, eserbe a Freud: "Una ves no completa deta arta se inclue ene vaumen Ede lublogafa de Pett por dees Peose la epofuce ntogra ene aticao earn Tork, La Coreopondano Freud Feencr, publicdo en Con Jronttions, cdma 13, ohn do 188, Aubier Montaigne dedicado por tntero las sCarrenponensns (Nata a complador) 18 «Desde nuestro tltimo intereambio epistolar se instala en mf una especie de cordial tranquilidad que —espero— in: uit favorablemente sobre La solucién de los problemas cientifico-téenicos que me ccupan. En efecto, el 7 de enero redacté la primera entrada del Dia- rio, que trata, .. de Wa insensibilidad del analista> ELT’ de mayo de 1982, en respuesta a Froud, quien le reprocha su silencio, Ferenesiintenta expliearve de nuevo ‘Ahora parezco querer descansar do una semivida en una ‘specie de hiperrendimiento; por descanso entiendo aqui ‘abismarme como en una "Poesia y Verdad” eientifia, de la ‘que en algiin momento quiz —muchas veoes creo: segura- ‘mente—nazea algo no carente de valor. No ereo que se pue- dda modifiear a voluntad semejante postura. Froud, que no ha renunciado a ver a Perenesi aceptar la presidencia, y juzga que esto seria saludable para él, res- ponde el 12 de mayo de 1982: «. -Indudablemente, durante los éltimos ais usted se ha retirado al aislamiento, .. Pero debe usted abandonar la ila de sueno donde vive con los hijos de su fantasia, y mez clarse otra vezen la Iucha de los hombres.» En su carta del 19 de mayo de 1932, Ferenczi vuelve a fender su causa: “«Debo confesar honradamente que, si declaré mi actividad actual en expresiones com A ‘nos, “eisia de pubertad”, ete. ello no da a ver en mi una pura patologia, porque tengo la sensacién de que mucho de aprovechable se desarvollary ya se desarrolla desde la re Intiva ronfusiin. En efecto, me propongo hacer en la rea Tidad una obra no intl si mi modalidad actual de trabajo ddura‘un tiempo. Después, on una earta del 21 de agosto de 1992, Ferone- 2 remuncia definitivamente a la presidencia porque ‘..a los motivos sobre los cuales ya le he informado, se sma desde ahora la circunstancia de que en el curso del fesfuerzo por plasmar mis andlisis eon mayor profundidad y 19 cficacia he entrado en una ruta decididamente critica y au- tweritica, que bajo algsin aspecto parece imponer no sélo ‘complementos, sino también enmiendas a nuestras opinio- nes précticas ¥ parcialmente ademas a nuestras opiniones teorions..» Ferenczi estima que ese estado de espiritueritico 6s po- co propicio para hacer de él un buen presidente, cuya tarea, consiste mas bien en preservar lo que existe. En camino al Congreso de Wiesbaden, que debia inau: gurarse el 3 de setiombre de 1932, Ferenczi se detuvo en Viena, en casa de Freud, para leerle la exposicién que se proponia presentar ante el Congreso: «Confusion de le fguat entre los adultos yel nifon. Fue un encuentro penoso, donde Ia incomprensidn entre los dos hombres aleanzé su punto culminante, Freud, may molesto por el contenido del articulo, solicité a Ferenczi abstenerse de toda publicacién hnasta que se retractara de las posiciones que expresaba en ese texto. ‘Después del Congreso, donde a pesar de todo presenté su ponencia, Ferenczi intenta tomarse vacaciones, primero fen Baden-Baden en casa de Groddeck, después en el Me- diodia de Francia. Pero le va muy mal. Bs un viaje de lecho en lecho», como el 27 de setiembre de 1982 escribe a Freud. Lo habia sncudido duramente el encuentro eon Freud en. Viena —de hecho, el iltimo entre los dos—, y protesta con: tra el pedido de Freud de no publiear nada durante cierto tiempo. La respuesta de Freud, del 2 de octubre de 1932, es, ‘muy dura: sya no creo que usted se vaya a eorregir, como yo me eorregt una generacién antes... Desde hace dos afts se ba apar tado usted de mi planifieadamente. .. En realidad ereo que podria mostrarle el error tedrico de su construecién, pero, para qué? Estoy convencido de que usted se mostraria in ‘accesible alos repares. .» se mismo dia, Fereneei anota en el Diario su doloroso dilema: sreformarse> 0 morir. Morird siete meses después, tras haber recuperado, en lo dtimos meses de su corres- pondencia con Freud, el tono de Ia amistad, si no la com: prensién mutua, 20 a Forenezi trata en ol Diario innumerables tomas: la pa rranoia, la esquizoftenia, la homosexualidad, el complejo de Edipo, el anslisis didéctico, el final del anslisis, el maso- quismo, los efectos terapéuticos de la abreaccién, la repre: sidn, ete, ete, asf como toda una serie de observaciones cli- rnieas referidas a los enformos que tenfa bajo tratamiento fen In época en que redactaba el Diario, sobre todo a cuatro do ellos, que designa oon las siglas R. N.S. 1, Dm. y B. Se trata de cuatro mujeres, norteamericanas tres deellas. ero, en verdad, el Diario gira en lo esencal en torno de ‘tres grandes temas principales, sobre los que volverd sin ‘cesar, desde el comienzo hasta el final: 1) Un punto tebrca: el trauma. A partir de sus anilisis ‘en curso, justificar Ia importancia que 61 concede a la rea- Iided del trauma y elaboraré una teorfa del trauma, de sus ‘efectos y do su tratamiento, 2) Un punto téenico (estrechamente ligado eon el pro- blema del trauma): el andlisis mutuo, Muestra cémo nacié Ia idea, cémo se a puso en practica y, por fin, la critics que se vio levado a hacer de ella 23) Un punto personal: Ferenczi hace la critica del dispo- sitivo analitco tal como lo establoci Freud, de la actitud de Freud como analistay, por Gltimo, analiza su propia rela- cién con Froud. El trauma Desde el ato que precede a la redaccién del Diario, Fe: rreneai empieza a anotar sobre papel sus ideas acorca del ‘trauma. Sigue con esa preocupacién durante todo el Diario, pero al mismo tiempo redacta algunas notas mas eatructu- ‘radas, uns el 19 de setiembre de 1982, en el curso del peno- 0 viaje que siguié al congreso de Wiesbaden, y otra el 26 de diciembre de 1982, tras la interrupeién del Diario, el mis- ‘mo dia en que hizo otras anotaciones breves. Al parecer, son la diltimas paginas escritaa por Ferenczi! ° La ino nots rferida al rama se han reagruped em un atc Jo seladesReleiones sabe el traumas, apareid en Int. Zeiteh?f Payehoon XX, pg 100 184. Traduecion en franc: Paychanalse 4 avis Payot, 198, pgs, 199-17. (Nots den compiadora) a

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