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Fundamentar: dar razón de algo.

La bioética debe hacer ver a la técnica que tiene que ser filantrópica, en tanto que
esta puede o no hacer eso. Es decir, ¿por qué el ser humano reclama tener una fámula
solícita? ¿Por qué no dejar a la técnica a su libre hacer? Es necesario dar razón de por qué
tenemos un privilegio de especie (speciesism) y así debemos tener un escudo frente
agentes externos.

Vamos a ver aquí que sí hay razones para estimar la vida humana de tal dignidad
que debemos reclamar esa fámula solicita. Tenemos razones para hacer que la bioética
esté en el plano filantrópico.

Esas razones son dos: la persona y la dignidad de las personas. Según Kant estas
dos razones se reducen a una: persona y dignidad son una: “la humanidad misma es una
dignidad”. La bioética se apoya en estos dos fundamentos.

1 Persona y bioética de la persona

¿Qué es persona o ser persona? Para definirlo tenemos que tener cuidado con la
polisemia, pues cuando esta se da, existe una necesidad de explicitar la realidad a la que
se refiere al usar un término polisémico. Si decimos que el término conocimiento es
relacionarse con el medio: todo ser vivo piensa; si decimos que el término conocimiento
es “aprehender constantes”: enfrentarse a las cosas para aprender lo que tiene de
universal, el significado es diferente. Esto es un enfrentamiento teórico que busca
descubrir lo que las cosas son de suyo, sin ningún interés práctico. En este significado ya
no vale atribuir que cualquier ser vivo piensa.

Así pues, hay que hacer un uso riguroso del lenguaje pues la comunicación
humana usa un lenguaje convencional frente al animal que lo que hace es expresar
tendencias. Sin este rigor los malentendidos están servidos.

Para saber qué significa primero vamos a ver cómo podemos entender el término
persona y después vamos a ver dos modos de entender la persona que desemboca en dos
corrientes bioéticas: de la persona (personalismo no porque si no parece que es una
bioética perteneciente a ese movimiento) y utilitaristas.

“La persona es el ser de cada quien o la persona es cada quien o lo irreductible en


cada ser humano”. Esto quiere decir que “persona” tiene un ámbito individual y no
colectivo: hay que cosas que son mías y de nadie más (es personal). Así pues, el ser de
cada quien no se puede definir porque no se puede ajustar a un universal y el concepto de
persona sería indefinible porque cada cual es siempre nuevo, cada persona es una novedad
respecto a otras, es una novedad radical en la historia. Persona no se puede definir.

¿Qué es definir? “¿Qué es “x”? Para poder conocerlo podemos proceder de dos
maneras; una de ellas es a través de los sentidos, del conocimiento sensible que tenemos
gracias a ellos. Los sentidos nos ofrecen información del mundo, pero ellos por sí solos
no pueden aportar la respuesta que esta pregunta busca. La información empírica es
insuficiente por sí sola. Lo que se pregunta es qué es “x” en todo caso, no solo en el
momento en que se está experienciando. Se pregunta por el universal y no por lo actual.
Cuando la reflexión o el pensamiento (pensar es suspender la actividad pragmática para
llegar a ideas universales donde se capta lo que las cosas son de suyo) nos lleva a aportar
ese universal conseguimos esa definición.

Como somos capaces de definir, los seres humanos somos capaces de


“verdadear”, de captar las verdades de las cosas, no nos quedamos en lo empírico o
superficial, encontramos su realidad. Esto solo es capaz de hacerlo las personas, los
animales solo se relacionan con las cosas para su propia utilidad, pragmáticamente, nunca
en este sentido teórico que caracteriza al ser humano.

Así pues, la persona es lo de cada uno y si definir es buscar el universal, el


concepto persona no puede ser definido porque no es una realidad universal: la persona
de alguien no tiene que ver con la mía. El método de la antropología no puede ser el
método de la metafísica (este es el que busca el universal).

Para poder aproximarnos al término de persona se pueden usar dos caminos:


antropología trascendental (L. Polo. También el curso de teoría de conocimiento) o un
camino descriptivo (Antonio Damásio). Ver si al describir características observando al
ser humano podemos encontrar generalidades (vía negativa) que justifiquen una
definición diferencial.

1.2 Características del ser humano

1ª Característica- Damásio: “perro o chimpancé no pueden admirar al genio” (D.


Barenboim). El ser humano puede crear y admirar bellezas. Es un animal poético. Esta
sería una característica: la capacidad estética del ser humano; los demás vivientes no
comparten esta característica. Al ser humano no le basta lo útil, embellece lo que toca: no
le vale un saco para vestir, tiene que estar chulo. Así pues, desde el punto de vista estético
humanos y animales no son lo mismo.

2ª Característica- La verdad de las mentiras: hay verdades existenciales que el mejor


modo de ponerlas es fabulando (Vargas Llosa (El Quijote como ejemplo), según él
tenemos esa necesidad de fabular porque el mundo real no nos basta: hay personas que lo
tienen todo materialmente y sin embargo son infelices. El mundo de la ficción cubre ese
flanco que el mundo real no puede, este no nos basta: tenemos que crear mundos
artificiales a través del arte (ejemplo del hablador: individuo que en la amazonia se
dedicaba a hablar por los poblados. Les contaba todo lo que ocurría en su comarca, así se
mantenían cohesionados).

Cuando somos conscientes de ese mundo insuficiente sobreviene el aburrimiento:


la vida nos pide más y necesitamos superar ese mundo real a través del ficticio para
superar ese aburrimiento, para darle ese plus. Se entiende de esto que el ser humano es
un ser tendiente a la felicidad, a no aburrirnos. El ser humano tiene una capacidad volitiva
superior a los objetos que el mundo le proporciona y en cambio los animales no.
3ª Característica- La montaña mágica (T. Mann) Los seres humanos tenemos sed de
espacio, esto es, los seres humanos no tenemos medio o nicho ecológico tenemos mundo.
El león vive en la sabana y de ahí no sale, el ser humano construye su hábitat donde sea.
El animal no tiene esa sed, si pones a un oso polar en el zoo le tienes que adaptar un lugar
igual que el medio en el que vive.

4ª Característica- Los animales no se imaginan la muerte.

5ª Característica- Los animales no puede abjurar de la ética. El animal no es libre de


elegir, por lo tanto, no puede decidir si hacer el bien o el mal; lo único que hace el animal
es actuar de manera instintiva. El ser humano puede responder de un modo u otro ante las
situaciones que nos pone la vida por lo que se nos puede juzgar nuestra elección: somos
sujetos biológicos y morales.

Ética de primero (los seres humanos no vivimos meramente dirigiendo nuestra


vida porque no tenemos respuestas innatas para dar contestación a las demandas del
medio). Yo soy yo mismo en mis manos desde el punto de vista ético: soy el autor de mi
vida y por ello soy sujeto ético (el auriga).

Así pues, somos sujetos éticos y los animales no.

6ª Característica- Inteligencia: con el conocimiento desvelamos el mundo (Heidegger).


Este tipo de conocimiento es exclusivo del ser humano y no de los animales.

7ª Característica- Lenguaje: sistema de comunicación de las especies animales. ¿Significa


lo mismo el lenguaje del ejemplo de los monos con el humano? No es que sea malo
reconocer un lenguaje en los monos, sino si es de la misma “calidad”, digámoslo así.
¿Habría aquí un problema de polisemia?

El lenguaje humano se caracteriza por ser convencional, esto es, la


convencionalidad quiere decir que: el significado está en el signo pero no es del signo. El
signo es el elemento material del lenguaje, decir “mar” produce en nosotros la audición,
o sea, nos afecta nuestra biología por eso es material (independientemente que nosotros
sepamos a lo que se refiere). Además, “a lomos del signo cabalga el significado”, este
significado no es un elemento material, es el suceso mental que acontece cuando se
percibe por nuestros sentidos el signo. Así pues, se oyen o ven signos, pero se conocen
significados. Aquí existe un problema de cómo entender el que algo inmaterial se
relacione con algo que es material (Hume, la conexión entre impresiones e ideas y la
causa y efecto). El significado está en el signo, pero no es de él porque cada lengua tiene
un signo diferente para la misma realidad. ¿Por qué cada comunidad lingüística tiene sus
propios signos? Porque los aceptan por convención: la unión entre significado y
significante es caprichosa.

El lenguaje animal no tiene nada que ver con esto. El lenguaje animal es
“expresión de tendencias” (K. Lorenz). Cuando alguien tiene una inclinación la expresa
de manera sonora (ejemplo del mono con sus predadores, cuando está en peligro “habla”),
o sea, que los animales no hablan cuando quieren, sino cuando les hace falta. Las
situaciones ambientales les fuerzan a hablar, esos monos solo chillan si ven sus enemigos,
sino no.

El lenguaje convencional solo puede ser usado por seres que piensan (que
aprenden constantes) y los animales no pueden hacer eso.
Por lo tanto, el lenguaje humano es solo suyo, otras especies de animales tendrán
un lenguaje, pero no es humano.

8ª La cultura- La cultura es la continuación de la naturaleza. Tenemos la posibilidad de


hablar porque estamos formados así biológicamente, pero el que hable castellano no es
algo natural, sino cultural (otros ejemplos: también comemos de manera natural, pero el
cómo es cultural, con los dedos, con cubiertos…).

Después de ver estas características hemos reconocido ciertos rasgos que tienen
aquellos que son personas; podemos decir que estos rasgos (y muchos otros) forman la
esencia del ser humano.

Todos estos rasgos comunes son gestionados por cada uno de manera diferente,
cada cual los maneja de diferente manera y esto desemboca en diferentes consecuencias.
Cada cual se gestiona a su manera y esa capacidad de gestionar esos rasgos es lo que
decimos que es ser persona: que es lo común a todas las personas, pero cada uno lo
gestiona de manera peculiar (eres igual que todos, pero nadie como tú). Así pues, la
persona es el ser de cada quien; se puede decir también que es lo irreductible a todos los
demás seres. Otra forma: la persona es la única novedad radical que acontece en la
historia, en cualquier otro ámbito la historia avanza por añadidura (por ejemplo, de
tecnología), por incremento sobre lo dado nunca la novedad es radical, pero la persona sí
lo es.

La persona es lo supraespecífico en tanto que cada uno se eleva por lo que es


específico a los seres humanos o cualquier animal. Los humanos tenemos biografía, esto
es, nadie encaminará la vida de la manera que la encaminó yo, en cambio, en los animales
todos los miembros de la especie se identifican con ella y no añaden nada a ella; la
persona, al añadir algo genuino a esa especie humana y las características que todos
compartimos, decimos que es supra (más allá) específica (de lo que es específico para
todos).

Así pues, la sede de la persona no es la naturaleza sino el ser, cada uno modela su
persona como quiere y esto es la auténtica persona. (ejemplo del clon: puedes clonar
físicamente, pero no a la persona, no tendrían por qué tener el mismo gusto; la persona es
personal e intransferible).

Si esto es así (todo el marrón de la persona), todos los seres humanos son persona.
Esto es importante en tanto que hay doctrinas, como la utilitarista, que dicen que no todos
son personas. Además, esto nos dice que los derechos humanos es algo que solo tienen
las personas, luego si hay alguien que no es persona no estaría bajo el amparo de los
derechos humanos.

Si se entiende la bioética como se ha dicho hasta ahora llegaremos a la bioética de


persona. Cabe ahora ver la otra línea bioética: la utilitarista.

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