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papeles
la economía
CRISTIANISME I JUSTÍCIA

Suplemento del Cuaderno núm. 176 de CJ - (n. 210) - Noviembre, 2011


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1. Un texto radical en sus manos el alma de la misma, de


modo que nada ni nadie puede respirar
Empiezo esta reflexión con un texto que
contra su voluntad.
considero de gran actualidad:
Esta acumulación de poder y de re-
«Salta a los ojos de todos, en primer cursos, nota casi característica de la
lugar, que en nuestros tiempos no sólo economía contemporánea, es el fruto
se acumulan riquezas, sino que tam- natural de la limitada libertad de los
bién se acumula una descomunal y competidores, de la que han sobrevivi-
tiránica potencia económica en manos do sólo los más poderosos, lo que con
de unos pocos, que la mayor parte de
frecuencia es tanto como decir los más
las veces no son dueños, sino sólo cus-
violentos y los más desprovistos de
todios y administradores de una ri-
conciencia.
queza en depósito, que ellos manejan a
su voluntad y arbitrio. […]
Dominio ejercido de la manera más ti- Últimas consecuencias del espíritu in-
ránica por aquellos que, teniendo en dividualista en economía, venerables
sus manos el dinero y dominando sobre hermanos y amados hijos, son esas que
él, se apoderan también de las finanzas vosotros mismos no sólo estáis viendo,
y señorean sobre el crédito, y por esta sino también padeciendo: la libre con-
razón administran, diríase, la sangre de currencia se ha destruido a sí misma;
la que vive toda la economía y tienen la dictadura económica se ha adueña-
do del mercado libre; por consiguien- finalidad fundamental de la producción no
te, al deseo de lucro ha sucedido la de- es el beneficio, sino el servicio de la per-
senfrenada ambición de poderío; la sona humana, del hombre integral»6.
economía toda se ha hecho horrenda- Las empresas y los mercados en su
mente dura, cruel, atroz.» conjunto no sólo realizan sumisión funda-
mental al servicio de las personas median-
te unos sueldos justos, la posibilidad de
2. Al servicio de la persona humana participar en los beneficios por parte de
Quizá haya alguien que se pregunte de los trabajadores, la calidad de los produc-
quién son estas palabras tan actuales y tan tos y un trato digno a los trabajadores y
duras. ¿Karl Marx? ¿Bakunin? ¿Robes- clientes, tal y como reiteradamente ha
pierre? Pues son de Pío XI, pronunciadas expresado la Doctrina Social de la Iglesia,
en una encíclica social titulada Quadra- sino también mediante una fiscalidad ade-
gesimo anno,1 el 15 de mayo de 1931, en cuada. En el libro Compendio de la doc-
medio de una gran recesión económica trina social de la Iglesia,7 en el apartado
que por aquellas fechas asolaba todo el 355 se dice: «Los ingresos fiscales y el
mundo capitalista. gasto público asumen una importancia
La enseñanza social de la Iglesia ha económica crucial para la comunidad civil
sido desde siempre muy crítica con el y política: el objetivo hacia el cual se debe
tema de la usura y de todo tipo de présta- tender es lograr una finanza pública capaz
mo con elevados intereses. Las raíces de de ser instrumento de desarrollo y de soli-
esta postura las encontramos en la misma daridad».
Sagrada Escritura2, donde se considera El fundamento de esta mentalidad so-
que cobrar intereses entre aquellos que bre la fiscalidad y la distribución solidaria
formaban parte del mismo pueblo, el pue- de los impuestos de cara al bien común
blo de Dios, es un pecado grave. El Crea- radica en la justicia que surge de la fe.
dor había hecho el mundo no para unos
pocos sino para todos, y sólo Él es el amo
de la tierra.3 De la tradición de Israel pasó 3. Cuatro dimensiones de la justicia
a la tradición cristiana. Era enseñanza ge- Un mundo que tiene que llegar a satisfacer
neral de los primeros Padres de la Iglesia los derechos y los deberes de todas las
que los humanos no somos propietarios en personas, el bien común, la fraternidad co-
el sentido que le daba a esta palabra el mo fundamento de la solidaridad y la op-
derecho romano –derecho de uso y abuso ción preferencial por los sectores más vul-
sobre los bienes–, sino que somos admi- nerables de la sociedad, debería tener en
nistradores en favor del bien general.4 Esta cuenta estas cuatro dimensiones de la jus-
mentalidad se mantuvo hasta los tiempos ticia:
del moderno mercantilismo.
La Iglesia a partir del capitalismo libe-
ral ha reconocido la legitimidad de los be-
Justicia conmutativa
neficios como una justa compensación por Aquella que exige que haya igualdad del
la buena marcha de las empresas.5 El Con- valor entre los bienes y servicios y lo que
cilio Vaticano II, sin embargo, manifestó se recibe en su intercambio. Dado que
con total claridad que el beneficio no es la ambas partes a menudo no gozan de las
finalidad primordial de las empresas: «La mismas capacidades y condiciones de ne-
gociación, esta justicia ha de ser comple- tivo tengan que acabar soportando una
mentada por las otras tres dimensiones. carga más grande. Además, los paraísos
fiscales atentan contra la justicia social
Justicia contributiva global al priorizar unos intereses particu-
lares por encima del bien común.
Aquella que determina las prestaciones,
La evasión de capitales a los paraísos
generalmente en forma de impuestos, que
fiscales y la misma existencia de estos
cada individuo personal o legal debe hacer
paraísos, aparte de ser una auténtica per-
a la sociedad en orden al bien común.
versión moral, debería ser considerada
delito por el derecho internacional.
Justicia distributiva
b) ¿Responde a la justicia la fiscalidad
Aquella que determina lo que la sociedad tal y como hoy está planteada?
ha de proporcionar a cada individuo por
razón de su dignidad humana y para poder El sistema fiscal responde a la justicia
atender a las propias y esenciales obli- contributiva y distributiva cuando es un
sistema sostenible, democrático y progre-
gaciones.
sivo, es decir, que impone más carga a
quien más tiene. Evadir la responsabilidad
Justicia social fiscal a través de todo tipo de subterfugios
La que exige un nuevo orden global único siempre se ha considerado un delito y,
y solidario donde los derechos y deberes desde el punto de vista ético, una clara
entre diferentes Estados o entre territorios inmoralidad.
dentro de un mismo Estado se vayan nive- c) ¿Es justa la desigualdad de derechos
lando de forma que la dignidad humana sociales y sindicales que existe entre los
quede por encima de otros condiciona- diversos Estados y que se ampara en la
mientos.8 soberanía de cada Estado?
La soberanía de los Estados no debería
4. Preguntas que no se pueden ser ilimitada, sino que ha de estar some-
silenciar tida al bien común global. Muchos de los
desequilibrios y de las miserias que hoy
Desde estas perspectivas de la justicia asolan nuestro mundo se deben a las nota-
queremos responder a unas cuantas pre- bles disparidades entre los Estados en te-
guntas que, a pesar de que se hayan ido mas referentes a derechos y deberes socia-
silenciando, siguen vivas en la actual si- les, los proteccionismos, la falta de demo-
tuación de crisis. cracia y el control financiero y económico
a) ¿Son admisibles los paraísos fisca- por parte de unas pocas empresas transna-
les desde el punto de vista de la justicia? cionales dominantes.
Aunque responden a unas leyes que se d) ¿Es justo que cuando no se puede
fundamentan en la capacidad legislativa pagar la hipoteca de una vivienda se tenga
de los Estados, son totalmente inadmisi- que abandonar la casa y quede pendiente
bles y absolutamente inmorales, ya que el pago de la deuda?
facilitan que los capitales puedan eludir su Aunque exista un compromiso legal, y
deber contributivo. Esto provoca que la firma de un contrato que incluía esta
quienes cumplen con este deber contribu- posibilidad, desde el punto de vista ético
se trata de una imposición de condiciones chos casos, recortes de bienes elementales
injustas: pueden llegar a marcar toda la para la sociedad. La democracia debe po-
vida de una persona o de una familia, con der regular, controlar, sancionar y valorar
unas deudas difícilmente asumibles. Muy estas agencias.
probablemente estemos ante un caso de
usura, y en todo caso la carga final es muy
superior y por tanto injusta en relación con 5. Contra la resignación,
una decisión tomada no siempre con todo no renunciar a la confianza
el conocimiento e información. Se hace Nos gustaría terminar esta reflexión con
necesaria una revisión de la ley que permi- unas palabras de Benedicto XVI:
te estas situaciones, y en el caso de las per-
sonas ya afectadas buscar vías de solución «Nos preocupa justamente la comple-
pactada que posibiliten una salida justa. jidad y gravedad de la situación eco-
nómica actual, pero hemos de asumir
e) Las agencias de calificación sobre la con realismo, confianza y esperanza
situación económica de la banca y de las las nuevas responsabilidades que nos
administraciones ¿deben estar sometidas a
reclama la situación de un mundo que
control democrático de forma que no se
necesita una profunda renovación cul-
conviertan en medios al servicio de intere-
tural y el redescubrimiento de valores
ses particulares?
de fondo sobre los cuales construir un
Últimamente, estas agencias han to- futuro mejor. La crisis nos obliga a re-
mado un protagonismo de cara a la econo- visar nuestro camino, a darnos nuevas
mía financiera que las ha convertido en reglas y a encontrar nuevas formas de
auténticos amos y señores de los merca- compromiso, a apoyarnos en las expe-
dos. Son agencias privadas, que respon- riencias positivas y a rechazar las ne-
den a intereses de importantes grupos fi- gativas. De este modo, la crisis se con-
nancieros y que en sus calificaciones si- vierte en ocasión de discernir y pro-
túan a las economías de los Estados y de yectar de un modo nuevo. Conviene
los bancos en el dilema de aceptar unos afrontar las dificultades del presente
préstamos a intereses ligados a las previ-
en esta clave, de manera confiada más
siones que las mismas agencias señalan.
que resignada.»9
No tienen control democrático, y de hecho
influyen de forma casi decisiva en el esta- Jesús Renau, sj.
blecimiento de normas, leyes y, en mu- Cristianisme i Justícia

1. El título completo es Quadragesimo anno sobre la restauración del orden social en perfecta conformidad con
la ley evangélica al celebrarse el 40º aniversario de la encíclica “Rerum novarum” de León XIII. La cita
corresponde a los números 105-107 y 109.
2. Éxodo 22, 24.
3. Levítico 25,23.
4. «Ya que nuestros bienes no son nuestros sino que los hemos recibido de Aquel que nos ha comunicado la exis-
tencia, no los podemos retener privadamente para nosotros solos, si consideramos que los ha concedido
nuestro Creador para la utilidad común» (San Gregorio Magno, Patrología latina, 76, 890).
5. Juan Pablo II, Centesimus annus, 35,3 (1 de mayo de 1991).
6. Constitución pastoral Gaudium et spes sobre la Iglesia en el mundo actual, 64.
7. Compendio de la doctrina social de la Iglesia, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2005.
8. Pío XI, Quadragesimo anno, 101, 110 y 126.
9. Benedicto XVI, encíclica Caritas in veritate, 29 de junio de 2009, n 21.

Imprime: Edicions Rondas S.L. - ISSN 1135-7584 - D. L. B-45397-95

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