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STEFANNY DIAZ CABRERA

WILMER ANDRES ARAGON GOMEZ

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA
PROGRAMA DE ENFERMERIA
CUIDADO INDIVIDUAL Y COLECTIVO AL ADULTO III
NEIVA – HUILA. COLOMBIA
2010
Son medicamentos que actúan interfiriendo el
funcionamiento normal de la transmisión
neuromuscular en forma transitoria y reversible.
No son anestésicos y no deben
usarse para enmascarar el
movimiento muscular en
pacientes que no son anestesiados
de manera adecuada.

Favorecen la seguridad del paciente y


mejoran las condiciones quirúrgicas.
Son fármacos coadyuvantes de la anestesia general
-Relaja músculos esqueléticos
-disminuye la cantidad de agente anestésico inhalado necesario para
un buen procedimiento.
-Control y manejo del laringoespasmo
- Adaptar el paciente al ventilador
nunca deben aplicarse sin la
preparación necesaria para mantener
la vía aérea y la ventilación

No son anestésicos, por lo cual es


necesario el uso concomitante de
hipnóticos, sedantes o anestésicos.
Semejan físicamente a la AcCo y por tanto se fijan a sus receptores
generando un potencial de acción muscular.

Produce una despolarización prolongada de la placa terminal muscular.

Al inicio de su acción hay signos de estimulación fasciculaciones.


Despolarizante de las placas motoras terminales en el músculo esquelético

La aparición de parálisis flácida tiene lugar en los 30 - 60 segundos


siguientes a la inyección intravenosa y con una administración única,
persiste durante de 2 a 6 minutos.

Es un agente bloqueante neuromuscular despolarizante de acción


ultracorta. La dosificación intravenosa en el adulto es de 1 - 1.5 mg/k.

Se usa para reducir la intensidad de las contracciones musculares


asociadas a las convulsiones inducidas por medios farmacológicos o
eléctricos.
Puede observarse con su uso todo tipo de arritmias, especialmente
bradicardia.

Puede ocasionar hiperpotasemia severa por proliferación de


receptores colinérgicos en la placa neuromuscular

Puede desencadenar hipertermia maligna

Puede aumentar presión intracraneal, intraocular y gástrica

Son frecuentes las mialgias posoperatorias cuando se ha utilizado


como relajante en cirugía.

• Reacción alérgica.
Actúan por bloqueo competitivo con la AcCo a nivel de la membrana post
sináptica de tal manera que al ubicarse en el receptor, impiden la acción
despolarizante de la AcCo, pero no tienen la capacidad de generar
cambios en los canales iónicos para su apertura
NO DESPOLARIZANTES
ACCIÓN ACCIÓN ACCIÓN CORTA
PROLONGADA INTERMEDIA

TUBOCURARINA ATRACURIO MIVACURIO


METOCURINA VECURONIO
DOXACURIO
PANCURONIO
PIPECURONIO
GALAMINA
CARACTERISTICAS DEL BLOQUEO CARACTERISTICAS DEL BLOQUEO
NEUROMUSCULAR NEUROMUSCULAR NO
DESPOLARIZANTE DESPOLARIZANTE

-Disminución de la altura del espasmo. -Disminución de la altura del espasmo.

-Ausencia de debilitamiento con tetania. -Disminución gradual con estimulación


continua (tetánica).
-Ausencia de potenciación post tetánica.
-Potenciación pos tetánica.
-Fasciculaciones -que resultan de
despolarización generalizada.
-Ausencia de fasciculaciones.
-Dosis pequeñas de relajantes musculares
no despolarizantes actúan como
antagonistas en la unión neuromuscular
lo que evita fasciculaciones por SCh. -Antagonismo mediante inhibidores
anticolinesterasa.
- Aumento por inhibidores
acetilcolinesterasa.

- Aumento por otros relajantes no


despolarizantes.
Llamados anticolinesterásicos , tienen efecto
sobre todos los receptores colinérgicos y no solo
en los de la placa neural. Estos fármacos inhiben
a la enzima que desdobla a la acetilcolina, lo
que hace que exista mayor cantidad disponible de
este neurotransmisor en cada receptor.

Dentro de este grupo, se incluyen la


NEOSTIGMINA, PIRIDOSTIGMINA Y EL
EDROFONIO

Es necesario el uso concomitante de atropina o


glicopirrolato por su efecto muscarínico cardiaco
Inhibidor reversible de la enzima
colinesterasa

Actúa como un agonista indirecto tanto de


receptores muscarínicos como nicotínicos

Bloquea el sitio activo destinado para la


acetilcolinesterasa, de modo que la enzima
pierde su capacidad de deshacerse de las
moléculas de acetilcolina antes de que
lleguen a los receptores que se encuentran
en la membrana postsináptica
Rash, urticaria y náuseas

Incremento de la fuerza de contracción muscular

se aumenta el tono, el peristaltismo y las secreciones, además


de producir diarrea

Con grandes dosis los efectos sobre el SNC pueden incluir


confusión, ataxia, convulsiones, coma o depresión de la ventilación

Debe ser utilizada con precaución en pacientes con asma bronquial,


bradicardia, oclusión coronaria reciente, vagotonía, hipertiroidismo,
arritmias cardiacas, o ulcus péptico
Los relajantes musculares ya descritos producen una relajación
muscular completa, con apnea. Por tanto, solo pueden usarse en
un paciente anestesiado y con asistencia respiratoria.

La succinilcolina se emplea fundamentalmente para producir una


relajación muscular, y facilitar así la intubación del paciente, no
para obtener una relajación mantenida durante toda la anestesia
general.

Los relajantes musculares actúan sobre la placa motora, que son


receptores nicotínicos. Por ello, algunos fármacos producen un
bloqueo de los ganglios del sistema nervioso autónomo,
causando hipotensión.
Las anticolinesterasas reversibles (neostigmina) se emplean para
contrarrestar el efecto de los relajantes musculares no
despolarizantes, pero no para los despolarizantes (succinilcolina)
porque prolongan el efecto al retrasar su inactivación.

No debe administrarse un curarizante hasta que la succinilcolina se


haya metabolizado, si se administra puede producirse un bloqueo
muscular prolongado. Se sabe que la succinilcolina se ha
metabolizado porque el paciente empieza a respirar espontáneamente

La succinilcolina causa dolor muscular debido a las fasciculaciones.


Los trastornos nutricionales y de electrolitos en pacientes
quirúrgicos se correlacionan con malos resultados.

El ayuno provoca un descenso de la masa celular corporal, de


líquido extracelular y de la grasa.

La cirugía electiva da como resultado pérdida de peso en la


relación de masa corporal magra.

Las pérdidas agudas de peso de 10 a 30% necesitan tratamiento


nutricional.
Cuando se restringe la ingestión, los requerimientos de agua deben
incluir 500 ml (pérdidas insensibles) más la orina y la pérdidas no
urinarias (COMA DEL TERCER ESPACIO).

El tratamiento con electrolitos requiere ajustarse a las necesidades


específicas del paciente.

Los requerimientos calóricos pueden estimarse como de 25 a 30


Kcal/Kg/día. Estos requerimientos aumentan con la fiebre (17% por
cada grado centígrado que se eleve), cirugía mayor, sepsis o
quemaduras.

La sobre alimentación, especialmente con glucosa, puede originar


hipermetabolismo, esteatosis hepática y aumento de la producción de
CO2 lo que hace potencialmente más difícil la suspensión de la
ventilación mecánica.

La cirugía se relaciona con pérdida de nitrógeno y aumento de los


requerimientos de la ingesta de proteínas
Con diferencia de las pérdidas perioperatorias, más complejas de
cuantificar son las pérdidas al tercer espacio.

Se refiere al fluido presente en el espacio intersticial y en


cavidades como la pleura y el espacio peritoneal, que se presentan
en el transcurso de la cirugía, principalmente como consecuencia
de la intervención en las cavidades abdominal o torácica y que
son producto de la evaporación del agua del organismo una
vez expuestas las vísceras, o secundarias al edema que se
produce cuando éstas son manipuladas por el cirujano.

El tipo y localización de la cirugía determinará la magnitud de estas


pérdidas, las cuales en general oscilan entre 0 y 10 ml por
kilogramo de peso y por hora de cirugía.
Reposición de acuerdo con el tipo de cirugía, así:

Esternotomía: 10
Laparotomía: 10 ml ml por kg de peso
por kg de peso por por hora de
hora de cirugía Las cirugías oftalmológica,
otorrinolaringológica, cirugía
ortopédica menor y otras
NO requieren reposición de
pérdidas por tercer espacio
Cirugía abdominal
toracotomía: 5 a 10
baja: 3 a 5 ml por kg
ml por kg de peso
de peso por hora de
por hora de cirugía
cirugía
EXISTEN DOS NORMAS
BÁSICAS

Una reposición precoz y adecuada de fluidos, puede


minimizar las secuelas de una hipovolemia prolongada y
disminuir el volumen total de fluidos requerido por el
paciente.

La reposición de la pérdida del espacio


intravascular debe realizarse con
aquello que se pierde.

Como norma general, un ritmo de infusión de 1ml/kg/h generalmente


suplirá las pérdidas insensibles y las pérdidas mínimas por el tracto urinario en
pacientes cuya situación clínica no es complicada.
La sobrehidratación: Posible si se administran grandes
volúmenes de líquidos con pocos electrolitos, lo que favorece la
hiponatremia.

Los signos de intoxicación hídrica grave consisten en arritmias


cardiacas y edema cerebral (convulsiones, coma).

La deshidratación es leve:3 al 6% del peso corporal,


deshidratación grave: el 10% de pérdidas de líquidos.

El tratamiento consiste en la administración intravenosa de


soluciones electrolíticas fisiológicas, guiada por el volumen urinario,
la presión venosa central y la frecuencia cardiaca
La hiponatremia es frecuente después de cirugía o traumatismo o en
la inanición. La liberación catabólica del agua celular puede
contribuir a la hiponatremia.

El tratamiento se hace con diuréticos para eliminar el exceso de


líquidos o con infusión de solución salina hipertónica.

La hipernatremia refleja deshidratación (déficit de agua


corporal total) y no un exceso de sodio total. Es posible que haya
hipernatremia hipovolémica debida a la administración de un
diurético o por glucosuria.
La hipopotasemia (k de <3.5 mEq/L) suele ocurrir cuando no se logra
ingestión normal de potasio (30 a 50 mEq/día) como sucede durante la
atención postoperatoria prolongada. Los vómitos y la aspiración
nasogástrica sostenida producen alcalosis hipopotasémica, a menudo con
hipovolemia relacionada.

Es necesario que se inicie la corrección de hipopotasemia antes de


intentar el tratamiento de la deshidratación con soluciones salinas,
debido a que la carga de volumen diluida más la concentración de potasio, ya
de por sí baja.
La hiperpotasemia (k >5.5 mEq/L) ocurre en presencia de insuficiencia
renal, cetoacidosis diabética e insuficiencia adrenocortical. La mala
irrigación tisular da por resultado acidosis e hiperpotasemia.

El tratamiento se realiza con glucosa - insulina y corrección de la acidosis


con bicarbonato de sodio.

Las arritmias cardiacas que pongan en peligro la vida se tratan con la


administración intravenosa de Calcio (1gr).
-Balance de líquidos
-reglas de oro del potasio, las cuales son:
-1) No utilizar soluciones con concentraciones por encima de 40
mEqK/ltr para paso por vena periférica

-2) nunca utilizarlos sin diuresis comprobada

-3) no tratar de hacer las correcciones en un periodo menor de 8


horas, si es por vena periférica

-4) nunca utilizarlo directo en la vena

- 5) recordar que los niveles bajos de potasio potencian la acción


toxica de los digitales
Se deben vigilar los trazos electro cardiográficos con el fin de
detectar alteraciones electrolíticas.

Tan pronto el usuario tolere la vía oral, de forma gradual


incorporar a la dieta carbohidratos, grasas y proteínas.
En general se define como el dolor que desaparece al curar; tiene un
fin predecible y es corto en duración (usualmente 3 meses).

Para mejorar el manejo del dolor agudo, se debe hacer:

-Reconocimiento y tratamiento temprano del dolor.

-Brindar información sobre analgésicos disponibles.

-Definición de políticas para el uso de tecnologías analgésicas.

-Revisión de procesos y resultados en el manejo del dolor con el


objetivo de un mejoramiento continúo.
Localización del dolor.

Efecto del dolor en las actividades de la vida diaria.

Nivel de dolor en reposo y en actividad.

Uso de medicamentos.

Precipitantes.

Características del dolor.

Radiación del dolor.

Severidad o intensidad del dolor (escalas).

Tiempo (ocasional, intermitente, constante).


Existen tres categorías amplias de medicamentos para el tratamiento
del dolor agudo: AINES, analgésicos opioides y los analgésicos
adyuvantes.
Deben ser considerados de manera inicial,
usualmente en los casos de dolor leve a
moderado. Ahorran el uso de opioides, pueden
ser utilizados ampliamente, incluso por aquellos
con coagulopatías o trombocitopenia si son
usados con precaución.

Presentan un perfil de efectos adversos


gastrointestinales, especialmente en las
personas mayores de 60 años, con antecedentes
de eventos gastrointestinales y uso concomitante
de corticoesteroides.
Si el dolor no es adecuadamente controlado con el uso de los AINES o
se espera que sea moderado o severo, debe agregarse un analgésico
opioide. Ademas en pacientes con contraindicaciones absolutas o
fuertes contra el uso de AINES,.

Se considera la morfina como la opción estándar en cuanto


analgésicos opioides. Se ha encontrado que una disminución en la
frecuencia respiratoria es un marcador tardío y poco confiable del grado
de depresión respiratoria.

Se debe brindar oxígeno suplementario por al menos 48 a 72 horas,


junto con terapia con opioides después de un procedimiento quirúrgico
mayor o en el adulto mayor o en pacientes de alto riesgo, debido a la
hipoxemia intermitente postoperatoria.
Los adyuvantes analgésicos son utilizados como un complemento
del tratamiento con AINES y opioides.

No deben ser utilizados de manera única en el tratamiento del


dolor agudo. Algunos han mostrado un aumento del efecto
analgésico, como la cafeína cuando se administra con
medicamentos tipo aspirina; otros poseen propiedades
analgésicas propias, como los antidepresivos tricíclicos y la
hidroxizina.
Manejo de la escala de tratamiento del dolor

Debe evaluarse cuidadosamente el dolor del paciente, antes y después de


administrado el analgésico. Se determinara la intensidad, la localización, el
tiempo de inicio y el componente sicológico (ansiedad, miedo, depresión) que
lo pueda incrementar o modificar.

Antes de la administración de opioides debe comprobarse el estado


cardiovascular y respiratorio. La hipotensión, bradicardia y la depresión
respiratoria pueden contraindicar el uso de estos analgésicos narcóticos
potentes.

El fentanilo puede ser el fármaco de elección para intervenciones dolorosas,


ya que es potente, de rápido efecto y corta duración.
Después de administrado el analgésico y tras un tiempo prudencial,
deberá determinarse en que medida se ha producido la disminución del
dolor. De acuerdo con ello, se podrán modificar las dosis sucesivas y
establecer los intervalos adecuados.

Por precaución, la administración de analgésicos por vía intravenosa


debe hacerse diluyendo el fármaco e inyectándolo lentamente en un
tiempo prudente.

El uso de morfina puede desencadenar retención urinaria (distensión o


globo vesical) por tanto debe comprobarse periódicamente la diuresis.
ALVAREZ ECHEVERRI, Tiberio. Cirugía - Anestesiología. Primera edición. Editorial
Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia. 1995.

MOSQUERA, J.M.; GALDOS, P. Farmacología Clínica para Enfermería. Tercera


edición. McGraw - Hill Interamericana. Madrid, España. 2002.

BARASH, P.G. M.D.; CULLEN, B.F. M.D.; STOELTING, R.K. M.D. Manual de
Anestesia Clínica. Primera edición. Editorial Interamericana, McGraw Hill. 1993.

DEPARTAMENTO DE FARMACOEPIDEMIOLOGÍA. Criterios técnicos y


recomendaciones basadas en evidencia para la construcción de guías de Práctica
Clínica: Tratamiento del dolor agudo. Seguro Social. Costa Rica, 2005.Archivo Pdf.

http://www.anestesiologia.cl/auxiliares/relajantes.php

http://telesalud.ucaldas.edu.co/.../RELAJANTES%20NEUROMUSCULARES.pdf

http://www.binasss.sa.cr/revistas/farmacos/v15n2/art4.htm

http://www.anestesianet.com/unal/rnm.htm

http://www.saob.org.ar/index.php?operation=view&node=184

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