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1. INTRODUCCIÓN
El abuso de autoridad, también conocido como abuso de poder o abuso
de las funciones públicas, son prácticas de intercambio social en las que
se ejecuta una conducta basada en una relación de poder, jerarquizada y
desigual. En otras palabras, es una situación donde la autoridad o
individuo que tiene poder sobre otros debido a su posición social,
conocimiento o riqueza utiliza ese poder para su beneficio.
3.1 PREVARICACIÓN
La prevaricación, o prevaricato, es un delito que consiste en que
una autoridad, juez u otro servidor público dicta una resolución
arbitraria en un asunto administrativo o judicial a sabiendas de que
dicha resolución es injusta y contraria a la ley.1 Es comparable al
incumplimiento de los deberes del servidor público.2Dicha
actuación es una manifestación de un abuso de autoridad. Está
sancionada por el Derecho penal, que busca la protección tanto del
ciudadano como de la propia Administración. Para que este delito
sea punible, debe ser cometido por un servidor o juez en el ejercicio
de sus competencias.
La misión de los jueces es la de aplicar el derecho vigente al caso
concreto. El ejercicio de esa función se denomina "jurisdicción", es
decir, la esfera o el ámbito en el cual se puede desenvolver un
funcionario judicial. Cuando un juez se aparta voluntariamente de
la aplicación del derecho al caso concreto comete un delito del
derecho penal que se denomina prevaricato.
3.2 COHECHO
El cohecho o también conocido como soborno, en el ámbito
del derecho, es un delito que consiste en sobornar a
una autoridad o funcionario público mediante la solicitud de una
dádiva a cambio de realizar u omitir un acto inherente a su cargo.
El cohecho es simple si el funcionario público acepta una
remuneración para cumplir con un acto debido por su función o
calificado si recibe una dádiva para obstaculizar el cumplimiento de
un acto o no llevarlo a cabo, ya sea dicho acto constitutivo o no de
delito.
3.3 INFLUENCIAS
La influencia es la calidad que otorga capacidad para ejercer
determinado control sobre el poder por alguien o algo. La influencia
de la sociedad puede contribuir al desarrollo de la inteligencia, la
afectividad, la asertividad, el comportamiento y, en sentido general,
la formación de la personalidad. Cuando una persona ha vivido en
sociedad y, por razones extremas, se encuentra privada de las
relaciones con los demás, teniendo que vivir totalmente aislado, de
inmediato comienza a organizar su vida siguiendo los patrones que
la sociedad en la que vivía le enseñó.
La sociedad requiere de la colaboración de todos sus miembros
mediante una variedad de trabajos que hace posible el desarrollo
social.
En la sociedad existen dos elementos básicos: el material y el
moral. El primero está formado por el grupo de personas asociadas;
el moral lo constituyen los objetivos que se proponen alcanzar y las
normas morales que rigen el comportamiento entre miembros.
4. EFECTOS
4.1 Efectos económicos
La corrupción mina el desarrollo económico ya que genera
ineficiencia y distorsiones considerables. En el sector privado, la
corrupción incrementa el coste de los negocios y actividades
empresariales ya que a éste hay que sumar el precio de los propios
desembolsos ilícitos, el coste del manejo de las negociaciones con
los cargos públicos, y el riesgo de incumplimiento de los acuerdos
o de detección. Aunque hay quien argumenta que la corrupción
reduce los costes al sortear una posible burocracia excesiva, la
disponibilidad de sobornos puede inducir también a los cargos
públicos a inventar nuevas reglas y retrasos. Eliminar abiertamente
las regulaciones costosas y prolongadas es mejor que permitir
encubiertamente que sean sorteadas utilizando sobornos. Allí
donde la corrupción infla el coste de los negocios, también
distorsiona el terreno de juego, blindando a las empresas con
conexiones frente a las competidoras, sustentando, en
consecuencia, a empresas ineficientes.
5. CONCLUSIÓN
Es necesario que se vigile más celosamente a las autoridades desde el
ministerio público hasta la autoridad judicial y hacer que realmente se
aplique la ley y se sancione de acuerdo a la misma al servidor público que
cometa algún delito contemplado en la ley, ya que en la actualidad no es
común que se les sancione a ningún funcionario público, ya sea por falta
de interés de la población y/o por que los encargados de sancionarlos no
lo hacen, es por ello que creemos necesario crear cuerpos policiacos con
excelente preparación profesional y técnica, respetuosos de los derechos
humanos; preparar a los agentes del ministerio público que sean
detectives eficaces, tanto como juristas y celosos guardianes de la
legalidad; jueces con profundo conocimiento jurídico y honestidad e
independencia sin límites; autoridades administrativas eficientes e
incorruptibles. Y se formulen leyes más específicas precisas para las
autoridades competentes con el fin de que si se sancione a estos malos
funcionarios que realizan estas prácticas expresando el rechazo de que
toda declaración en que existan presunciones o indicios fundados de que
la misma fue obtenida mediante coacción, privación o tortura física y
moral. La propuesta seria que la policía ya no pudiera interrogar a un
inculpado y la declaración de este tuviera valor si era hecha en presencia
de su defensor particular únicamente. Además de intensificar los
programas de formación y difusión destinados en especial a los servidores
públicos de los organismos responsables de hacer cumplir la ley y además
al personal médico de las procuradurías de justicia, ya que estos son los
servidores públicos que se prestan para que se den los abusos en los
sujetos, e implementar procedimientos adecuados para informar a los
detenidos acerca de sus derechos, ya que si bien es cierto las autoridades
responsables de hacer cumplir la ley únicamente los exhorta y apercibe
para que se conduzcan con la verdad intimidando a estos, sin saber de
los derechos que les concede nuestra constitución peruana.
6. BIBLIOGRAFÍA
PEÑA CABRERA FREYRE, Raúl Alonso. Derecho penal – parte
especial, Tomo V, Editorial: IDEMSA, edición octubre 2010, Lima.
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos contra la administración pública,
Editorial: IUSTITIA, tercera edición: abril 2014, Lima.
PARIONA ARANA, Raúl. “El Delito de Abuso de Autoridad.
Consideraciones Dogmáticas y Político-Criminales”, Revista de
derecho: THEMIS 68, Año 2016.
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