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ISSN 0327-7437

NUEVAS
PROPUESTAS
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTIAGO DEL ESTERO
- Primera Colación de Grados de la subsede Buenos Aires de la UCSE:
Discurso del Prefecto Nacional Naval, Dn. Jorge Umberto MAGGI
Palabras del Rector de la UCSE, Ing. Jorge Luis FEIJÓO
- Homenaje a Orestes Di Lullo: Conmemoración de su obra
en el centenario de su nacimiento
Luis Alejandro AUAT
- La educación superior en Argentina: Una visión compartida
Delegación argentina ante la Conferencia Mundial sobre
la Educación Superior. UNESCO, París, octubre de 1998
- Los descubrimientos arqueológicos de los hermanos Wagner y la
construcción de la identidad en Santiago del Estero (primera entrega):
* Los Wagner como factor de la identidad social santiagueña:
Encuadre metodológico de la investigación
Ana Teresa MARTÍNEZ
* El libro de los hermanos Wagner
Constanza TABOADA
* Canal Feijóo y la autocomprensión del santiagueño
Luis Alejandro AUAT
Poder, desigualdad y corrupción
Julio César CASTIGLIONE
Resultados de un caso de estudio en entendimiento de programas
Gustavo VILLAVICENCIO
Las relaciones internacionales de la Argentina y Chile
con Estados Unidos durante las dictaduras
forma Mercedes SALAS
María Mercedes TENTI
L;i historia y los orígenes de Israel
José Héctor LÜDY
Bibliografía:
I.- Presentaciones de libros editados por la UCSE:
* 1 lacia un capitalismo difícü, de E A. M. Lannes (por J. H. G. OLIVERA)
* I lioctica themática, de A. M. Pérez de Nucci (por Ricardo AZNÁREZ)
II.- Reseña de novedades en historia:
Aníbal Afilio Rottjer, de R. Chindemi; Presencia de José Hernández en el
periodismo argentino, de E. M. Mayochi; San Martín y Rosas, de H. J.
l'lrrinali; Historia de la Provincia Dominicana Argentina, cíe R. González.
(I'oi Luis C. ALEN LASCANO)

N°25 SANTIAGO DEL ESTERO Junio


REPÚBLICA ARGENTINA de 1999
Nuevas Propuestas
Revista de la UCSE
N° 25, Junio de 1999, 103-127

LAS RELACIONES INTERNACIONALES DE


ARGENTINA Y CHILE CON ESTADOS UNIDOS
DURANTE LAS DICTADURAS

Por Norma Mercedes Salas y María Mercedes Tenti1*1

EL CONO SUR Y AMÉRICA LATINA COMO ESCENARIOS DIFERENCIADOS


Es indudable que América Latina pue- pasa a ser un ámbito de rica compleji-
de reconocerse en los criterios que cita dad donde lo diverso deviene de evolu-
Ií Atkins111 como región, y dentro de ella ciones distintas, desde el proceso de la
identificar la subregión Cono Sur. La independencia política, paralelo, pero no
proximidad geográfica en algunos casos, divergente.
y largos siglos de historia compartida, En el Cono Sur, la etapa de las luchas
les dan identidad, pero no ocultan lo que por la independencia ya registró fuertes

( * ) María Mercedes Tenti es profesora y licenciada en Historia, autora de numerosas


publicaciones en diarios y revistas y de libros como La industria en Santiago del Estero: lo
(me Jue, lo que pudo ser, lo que queda (1933), (coautora) El movimiento obrero
xtmtiagiteño en la gestión presidencial de Perón 1946- 1955 (1995), Historia de Santiago
del Estero desde los primitivos habitantes hasta el período ibarrista (1997) y Cien años
tlf historia, en El Liberal 100° (1998). Miembro vitalicio de la Sociedad Argentina de
1 Hsloriadores.
Norma Mercedes Salas es profesora y licenciada en Historia, autora de numerosas
publicaciones en diarios y revistas y de libros como Elecciones y representatividad en
:;<tnti(igodel Estero (1995), El obispado de Añatuya 1961 - 1993 (1994), (coautora de) El
movimiento obrero santiagueño en la gestión presidencial de Perón 1946 - 1955 (1995)
v Aportes Santiago del Estero, Siglos XVI, XVII, XVIII (1997). Miembro vitalicio de la Socie-
il.id Argentina de Historiadores.
I I l'nl'K ATKINS, G., América Latina en el sistema político internacional, Grupo Editor
l,,illiio;uiicricano, 1991.

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diferencias que no han terminado de re- sante consignar que los regímenes mili- remontar el problema —como ya señala- su propia situación Interna y SUN rom
solverse, como las cuestiones territoria- tares acentuaron y enlazaron los proce- mos— a la estructura colonial española, promisos extr acón tine nial es obll^ai on a
les. Surgieron numerosos Estados, que sos internos que, de cualquier modo, los aunque contrabalancean con su aporte Estados Unidos a pronunciarse contra
salvo Brasil, habían integrado el impe- tuvieron como protagonistas en las últi- cultural en pro de la identidad regional. lo que habían contribuido a provocar.
rio español. En los siglos XIX y XX se mas décadas. Las rivalidades derivaron Pasan luego a las oscilaciones de las po- Concluyamos que la existencia de una
dieron definiciones no siempre pacíficas en gastos militares —que llegaron a ni- tencias dominantes, que orientaron ac- identidad como núcleo regional —Amé-
como las guerras del Paraguay y del Cha- veles extraordinarios en el caso de la ciones interregionales en busca de fuer- rica Latina— y subregional —Cono Sur
co, que convirtieron a Paraguay, Bolivia Argentina— y plantearon una carrera za frente a los sucesivos centros del sis- no es difícil de admitir. La igual condi-
y Uruguay en «amortiguadores» de la ri- armamentista en pequeña escala con cen- tema mundial. ción de dependencia económica y caren-
validad entre Brasil, Chile y la Argenti- tro en la zona interoceánica'2'. En el caso de los Estados Unidos, éste cia de un auténtico desarrollo de los Es-
na. El Cono Sur siempre resultó menos usó de políticas «reactivas», contradic- tados miembros, introdujo una cuña en
Esta rivalidad venía de su potencial interesante que el área del Caribe para torias a veces, por cuanto sus intereses los intentos de integración. Creemos que
similar, y cada uno buscó crear sus pro- los Estados Unidos desde el punto de estimularon rivalidades regionales, pro- al desplazarse el interés militar en bene-
pias «esferas de influencia» con resulta- vista estratégico, aunque no tanto en lo movieron la ejercitación de los milita- ficio de lo económico en un nuevo siste-
dos como el Pacto Andino, el Amazónico económico. Sus mercados representaron res en tareas de inteligencia y «contra- ma mundial unipolar no se verá facilita-
y el Acuerdo de la Cuenca del Plata. To- un sector atractivo, muy especialmente rreacción» y favorecieron su rearme da la tarea pendiente de lograr formas
dos tenían propósitos explícitos de fo- para las inversiones que en general go- cuando fue conveniente para su política de relacionamiento solidario, salvo que
mentar la cooperación para un desarro- zaron de condiciones más que favorables. anticomunista. La coincidencia de dicta- los gobiernos cultiven el sentido de per-
llo regional independiente, pero su des- Lo estratégico fue factor que tuvo mayor duras militares en el Cono Sur en los tenencia regional para producir un pro-
envolvimiento ha tenido altibajos por las peso en determinadas épocas y que se '70 y el ejercicio del terrorismo de Esta- ceso que invierta el camino seguido has-
mismas contradicciones de la subregión acentuó cuando la guerra fría adquirió do no pueden entenderse sino en ese mar- ta hoy. Eso significa desarrollo interno
y por los condicionamientos externos. impulso, y la presencia cubana, definida co, aunque admitamos que tanto esto para enfrentar la globalización desde una
Las relaciones entre estos países se por la Unión Soviética, potenció la co- como los conflictos territoriales hayan posición sólida, como protagonistas y no
entrecruzan más que por afinidad o cer- nexión militar luego de la institucio- escapado de su control. Lo cierto es que como receptores de los cambios.
canía geográfica, por el empeño de con- nalización de relaciones a través del Tra-
trapesar uno sobre otro. Es el caso de tado de Río y la Organización de los
Estados Americanos. LA ARGENTINA DE LOS '9O Y LA DE LA DICTADURA MILITAR
Chile con Brasil, por las diferencias te-
rritoriales y comerciales de ambos con En cierto modo, América Latina y el La República Argentina transita los ne como «realismo periférico», y al que
respecto a la Argentina. Ésta por su par- Cono Sur fueron «arenas» donde se ejer- años '90 en un contexto general de cam- atribuye la virtud de haber terminado con
te, goza de mayor relevancia cuando se citaron acciones del sistema bipolar. Es bios que motivan reacondicionamientos todo lo erróneo del pasado en materia
trata de Perú y Bolivia, perdedores te- innegable que se pretendió responder en todavía en proceso de definición. Como de relaciones exteriores. Esto se habría
rritoriales frente a Chile y desconfiados términos de región y, más ampliamente, pocas veces antes, la conducción de la logrado a partir de una ubicuidad meri-
del expansionismo brasileño. como Sur frente al Norte sobre la base política exterior aparece con un claro toria en tanto se orienta por el cálculo
Éstas y otras situaciones similares de las condiciones del desarrollo. Pero propósito de alineamiento, manifestado costo-beneficio. Teóricamente correspon-
muestran el componente estratégico y no alcanzó el nivel de cohesión —no hasta en hechos concretos, como en ocasión de un alto perfil, y es evidente un
geopolítico que con el agregado de una ahora— como para ser una oposición del envío de tropas durante la guerra del protagonismo excesivo que revela la fir-
fuerte ideologización, dieron perfil a las fuerte a las estrategias de los países de- Golfo. me creencia de merecer —y lograr— In-
relaciones dentro de la subregión y con sarrollados. tegrar el círculo de «los grandes». No
La definición está orientada sobre todo
referencia a Estados Unidos. Es intere- Muchos modelos explicativos hacen hacia Estados Unidos, y revela en algu- obstante, el principal interés de Estados
na arista una constante: la rivalidad en Unidos referido a su estrategia frente al
el Cono sur, sobre todo con Brasil, por bloque socialista ya no existe, y en con-
un lugar que ambos países ven como me- secuencia, la Argentina volvió a ocupar
2) SELCHER, Wayne, Problemas estratégicos y políticas exteriores en el cono sur recido. El actual gobierno ejercita un un lugar secundario en su agenda.
Latinoamericano. protagonismo que Carlos Escudé expo- En temas territoriales —que siempre

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sensibilizaron a las fuerzas armadas—, intereses, como una dicotomía que cada ron derivaciones de otras que, en su una política exterior confuí mr ;i) Inicies
la cuestión de las Islas Malvinas mues- gobierno resolvió según las circunstan- momento, habían sido funcionales al plan nacional, no parece que se insrrll>;i den
tra a la Argentina en un monólogo por cias y sus propias orientaciones y conve- estratégico estadounidense desde la gue- tro de los cánones de la época, porque
obra de la franca voluntad de Gran Bre- niencias políticas. rra fría, cuando se adoptó la doctrina no está exenta de realismo su propwslíi
taña de continuar ignorando el tema, de la seguridad hemisférica, la contrain- de entenderlo en términos también eco-
Durante la dictadura que nos ocupa, surgencia y la lucha contra el comunis- nómicos, así como de principios flexi-
cada vez que se lo plantee como un pro- desde el punto de vista interno puede
blema a resolver con nosotros como par- mo internacional que profundizaron pau- bles y lejos de las utopías.
afirmarse que operó con fuerza la visión latinamente en el país —y en toda Amé-
te, respecto de lo cual Estados Unidos estratégica preponderante en las fuerzas Como lincamiento general básico, co-
mostró sin pudores su posición favora- rica— la militarización de la vida políti- incidimos en que no puede ensayarse la
armadas, así como una idea mesiánica ca.
ble a su aliada. de su misión —autoasignada— respecto autonomía sin una clara conciencia de las
En qué medida hay continuidad y en del destino del país, articulada con el Después de la terrible experiencia dic- debilidades y los medios de desarrollo
qué medida ruptura con la política exte- alineamiento con el «Occidente cristia- tatorial, parece haberse evidenciado un adecuados y estrategias al efecto, esto es,
rior del régimen militar inmediatamen- no» amenazado por grupos «ateos» y mayor interés por definir líneas de pen- aceptar con realismo el mundo actual,
te anterior a la recuperación democráti- «apatridas»; un nacionalismo particular samiento que orienten las políticas en pero definir las relaciones exteriores con
ca, que Escudé dimensiona especialmen- que no fue ajeno nunca a los círculos relación con el contexto externo. Aunque principio en los intereses nacionales y
te, es un interesante planteo para los es- militares. Esas definiciones se conden- el «idealismo periférico» de Roberto apoyo mutuo en el contexto regional, de
tudiosos de la política exterior. Hay, como san en el «fin de un ciclo histórico» pro- Russell131 pretenda ser la versión opues- manera que sean instrumentos para for-
entonces, el predominio de lo que se per- clamado por el entonces general Videla, ta a la de Escudé por propugnar un bajo talecer a la Nación desde el Estado, como
cibe como realidad externa, muchas ve- en marzo de 1976. perfil como si fuera una exigencia ética y articulador de sistemas.
ces al margen de lo real, aunque algunas Era un proyecto refundacional de la
decisiones hoy sean —en algunos casos Argentina bajo parámetros que no reque- SOBRE POLÍTICA EXTERIOR ARGENTINA
necesariamente— opuestas a las de la dé- rían ser consensuados en la óptica de
cada de los '70. Es posible que, pese al quienes detentaban entonces el poder, Esbozar una explicación de la políti- como todos los países de América Lati-
realismo periférico que el autor identifi- unas fuerzas armadas que habían reco- ca exterior, nos exige recordar que re- na, la Argentina nunca estuvo entre aque-
ca, pueda hallarse pragmatismo y eclec- rrido un camino ascendente en la apro- sulta —o debe resultar— de la articula- llos que orientaron los cambios en el sis-
ticismo tanto en las acciones iniciadas piación de valores que concebían inmu- ción de factores externos e internos, el tema mundial. Relacionado con esto, las
por Perón hace más de treinta años, como tables e irrenunciables, de los cuales se «juego de los dos niveles» (citado por formas de inserción en la economía no
en las definiciones del actual gobierno. veían portadores y custodios. M. Hirst en «Las relaciones de A. Latina fueron propicias para desarrollar políti-
Creemos que son cuestiones que po- El ataque al Estado interventor, dis- en los años 90»), de naturaleza económi- cas exteriores autonómicas, ni fueron
drían plantearse, por cuanto una vez más tribuidor, solidario fue feroz, acompa- ca y política, así como de la percepción tampoco consensuadas siempre en el
aparece una de las constantes de nuestra ñado del desmantelamiento y despresti- que tienen las élites dirigentes que pro- ámbito interno ni regional. Es de notar
política exterior, que es su monopolio por gio de las asociaciones intermedias; por ducen las decisiones. que los problemas de política exterior
parte del Estado. Tal tendencia es con- otra parte, la producción fue lanzada a En general, los autores coinciden en no fueron instalados en la agenda públi-
gruente con los postulados que se pre- una competencia para la que no estaba la falta de continuidad de una línea rec- ca: así, la consulta popular —aunque no
tende hacer primar, justamente de un preparada, no sólo por lo imprevisto y tora en la política exterior argentina y vinculante— en época del último gobier-
Estado que sólo debe arbitrar las condi- brutal del plan, sino también por la tra- algunos juicios son de extrema dureza no radical por la cuestión del Beagle fue
ciones para que rijan las leyes del mer- dicional mentalidad prebendaría del respecto de esto. Pero es importante se- una experiencia aislada. La política exte-
cado en un mundo de fronteras difusas, empresariado argentino. Con las reser- ñalar que el contexto internacional ha rior argentina revela más que cualquier
con acciones dirigidas sobre todo al con- vas del caso, las reformas económicas a sido siempre un fuerte condicionante: otra área la desvinculación Estado - so-
texto exterior, en función más de éste y cargo de un miembro de la alta burgue-
de los beneficios que pudiera obtener. sía, fueron un preanuncio de la transfor-
Revisar las relaciones exteriores argen- mación actual
tinas puede llevarnos a exponerlas en Algo a dejar planteado es hasta qué 3) BERNAL MESA, Raúl, América Latina en la economía política mundial. Grupo Editor
términos de primacía de principios o punto las acciones de la dictadura fue- LaÜttoamericano.

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cié dad civil. ción, conflicto o desplazamiento del po- rica Latina; dichas oscilaciones deriva- de el bloque oriental, ya qur I,i \>.n lición
Podemos decir que no es tema que der hegemónico. ban del equilibrio inestable entre los blo- del mundo complacía a los Esljulo.s ¡ni-
ocupe comúnmente el foco de la concien- Las relaciones siempre fueron ques Oriental y Occidental. La posibili- tores y los obligaba a respetar sus rrs
cia pública, ya que pesan más las urgen- asimétricas y nunca hubo ocasiones de dad de un giro latinoamericano hacia los pectivas áreas de influencia. La última
cias internas cotidianas. La imagen que cambio real. Puede decirse que la Ar- países socialistas —con la avanzada cu- aventura militar puso ante Estados Uní
el argentino común tiene es la de un país gentina en sus relaciones exteriores tuvo bana en el continente— era un elemento dos el fruto —en gran medida— de su
incomprendido, subvalorado, y tiende a —como el resto de América Latina— una de peso para definir políticas desde el propia creación, cuando fue necesario eli-
ubicar afuera las causas de los proble- línea de dirección predominante, Gran polo capitalista, y en especial cuando la minar el neutralismo («inmoral» a su
mas. Más aún en época de gobiernos Bretaña o Estados Unidos, y que estos cuestión social tomaba caracteres dra- criterio) e imponer como causa común
militares, en que la dimensión pública eran como canales a través de los cuales máticos y la opción socialista podía ver- la lucha contra el comunismo internacio-
de una cuestión no garantizaba su lugar se definían dichas relaciones con el res- se enriquecida a los ojos de Latino- nal.
en la esfera pública: el sigilo y el secreto to de los países del sistema mundial. américa. El período de entreguerras marca un
eran el marco de los actos gubernamen- Aparece aquí el factor —o consecuen- Las orientaciones de nuestra política antes y un después en la óYieñtación de
tales, acorde con el sentido que siempre cia— que es la incapacidad de los países exterior tienen una carga muy fuerte de la política exterior. El proyecto finise-
tuvieron de sí mismos y del país los dependientes de perfilar entre sí una in- los liderazgos políticos del momento que cular de la Argentina agroexportadora fue
militares. tegración real, lo que restó fuerza a su encuadraron la situación, y desde su vi- claro en su modo de inserción en el con-
Dentro de los actores no estatales con- acción. Los intentos que hubo no alcan- sión orientaron las acciones. El régimen texto internacional y en la clara orienta-
cretamente, los grupos económicos fue- zaron para mejorar sus posiciones fren- político ayuda, porque no contó nunca ción europea, con especial referencia a
ron un factor importante. La particular te a los países desarrollados. Estratégi- demasiado el juego de los poderes. Más Gran Bretaña. Puig le reconoce falta de
estructura económica argentina privile- camente se definieron políticas cuyos fácil resulta identificar políticas exterio- flexibilidad al proyecto y considera que
gió siempre los intereses de una burgue- resultados no hicieron más que precipi- res con gobiernos que pretender recons- respecto de los Estados Unidos había
sía con fuertes lazos con el exterior, pero tar crisis internas sin que variara el jue- truir «la» política exterior argentina como indiferencia, aislamiento y oposición
no el exterior regional; es difícil hablar go de poder más allá de las fronteras. dotada de una continuidad básica. hasta producida la Primera Guerra Mun-
de una estrategia regional. Por el contra- En la base de estas políticas que apa- Si bien pueden reconocerse constan- dial. Fundamenta estas actitudes en lo
rio, los intereses económicos y financie- recen como inconexas, creemos que está, tes ideológico-culturales'41 como el nacio- que podríamos llamar «adecuación» pro-
ros extranjeros han encontrado casi siem- por un lado, la misma incoherencia in- nalismo territorial y el destino manifies- ductiva respecto de Europa, que no se
pre un marco más que propicio, pero no terna traída por las sucesivas rupturas to, no es menos cierto que fueron mane- daba con Estados Unidos por su condi-
los países fronterizos; la rivalidad ar- institucionales; por otro, las políticas jados según el gobierno y revelando la ción —entonces— de productor
gentina sobre todo con Brasil en lo eco- aplicadas en las relaciones exteriores no fortaleza del contexto internacional y la agropecuario fundamentalmente; ade-
nómico y con Chile en lo territorial dio parecen haber tenido una carga teórica debilidad interna. Nunca existió la posi- más, no había razones estratégicas para
lugar a políticas estratégicas a ese efec- que sí se identifica en los países centra- bilidad ni la intención de ejercitar la preocuparse por lazos más estrechos. No
to, y como consecuencia, el comercio con les; creemos que no por desafección de «permeabilidad extrabloques» y mucho todos los autores aceptan la preponde-
los países vecinos ocupó, las más de las la intelectualidad argentina respecto del menos la «autonomía secesio-nista» que rancia del factor económico y creemos
veces, un lugar secundario y fueron difí- tema sino por la falta de valoración de menciona J. C. Puig151 porque las orien- que es así: hay todo un fondo ideológico
ciles las acciones conjuntas en marcos quienes deciden. Es innegable que la taciones de los partidos políticos que se e histórico para considerar y por otra
institucionales definidos. política exterior argentina no se ha ca- alternaron tradicionalmente en el poder parte, ya estaba la triangulación comer-
Aún en etapas de una autonomía rela- racterizado —en general— por el alto ni- no objetaron nunca la dirección cial que difería sí, en que Estados Uni-
tiva —que podemos ejemplificar con he- vel de profesionalidad de sus cuadros «occidentalista». Por otra parte, tampo- dos era aún un socio menor.
chos puntuales— la realidad terminó por dirigentes. co hubo estímulos claros y efectivos des- Creemos posible considerar el perío-
imponerse para nuestra posición depen- En los últimos sesenta años, la Se-
diente, mientras la hegemonía del poder gunda Guerra Mundial y sus derivacio-
estaba en otro lado. Además, los inten- nes, dieron origen a oscilaciones del in- 4) Ibídem.
tos autonómicos que mencionaremos se terés que el mundo desarrollado —en 5) PUIG, Juan Carlos, «Introducción», en América Latina: Políticas exteriores comparadas.
corresponden con momentos de transi- especial Estados Unidos— tuvo en Amé- Vol. 1, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1984.

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do desde 1918 hasta el primer tas con las fuerzas armadas de Estados sólo considerase como en pérdida de salvedad mas la desaparición ilrl hln
peronismo como de oscilación entre dos Unidos, como la mayor parte dé Améri- una situación de primacía mundial, por que socialista que era el aglutinante,
hegemonías, coincidiendo con lo que ca Latina. La política de aquel país a su lo que significa la Comunidad Europea motiva en Estados Unidos nuevas polí-
Halperín Donghi llama el orden vez es conocida por eufemismos como en su conjunto y los fenómenos de trans- ticas de «buen vecino» para conüiiuar
neocolonial. En ocasiones fue posible de «buen vecino» y «asociación madura», formación del Sudeste de Asia. Esta hegemonizando a América.
enfrentar —confrontar no parece adecua- que sugieren una simetría en las relacio-
do— las pretensiones de las potencias nes, que no es real. EN TORNO DE LO TEÓRICO
en orden a definir al país a favor o en Además, la preparación de las fuer- En cuanto se plantea el tema de las internos y sistema político internacional,
contra de una situación. Esto es claro zas armadas en beneficio de la lucha y giran en torno de si existe en este últi-
cuando se recuerda la comodidad rela- relaciones internacionales entendido
contrainsurgente, la idea del enemigo in- como interacción, surge el problema bá- mo alguna ordenación jerárquica como
tiva que dieron las bonanzas derivadas terno, las fronteras ideológicas, per- en aquellos o no. J. C. Puig—apoyándo-
de las guerras, pero siempre dentro de sico de la orfandad teórica de América
meaban con facilidad la mentalidad Latina de manera que las propuestas son se también en Elio Jaguaribe— propone
la dependencia, a la que no logró que- mesiánica de nuestros militares. La cri- en su mayoría elaboraciones para y des- un sinceramiento de América Latina en
brar el proceso de industrialización sis que afectaba ya a los bloques en pug- de otras realidades. Son muchas las el sentido de aceptar que se trata de un
sustitutiva. na pero que no se sentía aún en América régimen jerárquico como el punto de
perspectivas teóricas sin embargo, y ante
Si el justicialismo perfiló la «Tercera Latina, obligó a Estados Unidos —em- la complejidad y la diversidad en medio partida para fortalecer lazos y lograr la
Posición» y la «Autonomía Heterodoxa» barcado en la aventura vietnamita— a de lo común que ofrece la región, es ne- autonomización en cuya posibilidad real
(Puig), éstas están dentro de lo que aca- buscar el status quo en una América La- cesario aceptar que pueden complemen- cree, y que para otros autores podría ser
bamos de consignar. Sin contradecir opi- tina que comenzaba a teñirse de ideolo- tarse para explicar el comportamiento motivo de mayores tensiones difíciles de
niones autorizadas (Bernal Mesa, R. y gía y a ensayar modelos heterodoxos de exterior de los países que se identifican contener dentro de la tendencia general
otros) es conveniente recordar que Puig desarrollo. (lanni O., «Diplomacia e Im- bajo el apelativo de Latinoamérica. de difusión del poder con lo cual no exis-
debe ser considerado parte de la pro- perialismo...») La perspectiva sistémica tiene amplia tiría uno lo suficientemente fuerte como
puesta; y así, también podría valorarse Esto mismo explica las posibilidades aplicación en las ciencias sociales y se para disuadir conflictos. En la Argenti-
—no en desmedro— como un alineamien- de recurrir al comercio exterior con presenta como básica para el tema en na —ya lo mencionamos— Puig identifi-
to condicionado, por cuanto se trataba destino al bloque socialista y a Cuba, de cuestión. Se remonta a Parsons y ha te- ca momentos históricos claves en los
fundamentalmente de diferenciar, en re- parte de gobiernos civiles y militares. La nido fuerte influencia en estudios poste- cuales se ejercitó la autonomía bajo di-
ferencia a qué temas apoyaríamos o nos desventaja para aquéllos se acrecentó riores, de los cuales obtenemos la idea ferentes formas y que fue frustrada por
mantendríamos al margen de las actua- cuando las necesidades de política in- de sistema como un conjunto de elemen- gobiernos militares en determinados pe-
ciones de las potencias de Occidente y terna obligaron a los gobiernos estado- tos que mantienen determinadas relacio- ríodos, y en general por la falta de un
más concretamente de Estados Unidos. unidenses a acentuar los reclamos por nes entre sí y que se encuentran separa- proyecto flexible de política exterior17'.
Y ¿por qué no?, más radical fue la pro- cuestiones de derechos humanos. dos de un entorno determinado. Los sis- Es interesante agregar que la definición
puesta de la izquierda peronista en su temas son dinámicos y están constitui- de la política exterior sobre la base de
breve primavera de comienzos de los '70, Llegamos entonces a la situación
unipolar y a una desdibujada hegemo- dos por susbsistemas articulados según temas separados, más los factores eco-
y que —una vez más— las fuerzas arma- el tipo de relaciones que se establecen nómicos cuya fortaleza respecto de lo
das y el mismo peronismo ortodoxo se nía de Estados Unidos que sin embar-
go tiene a la Argentina como aliada y entre ellos. El enfoque sistémico permi- político es indudable reafirman las difi-
encargaron de marginar. te evaluar el funcionamiento del sistema cultades para lograr continuidad y auto-
ésta a aquél como especial punto de
A partir de la «Revolución Liberta- referencia de su política exterior. No es global y ponderar el peso específico de nomía; los temas predominantes lo son
dora» la política pendular se acentuó, ya difícil considerar que la experiencia del los subsistemas161. en tanto y en cuanto respondan a la agen-
que tanto Arturo FYondizi (1958-1962) anterior gobierno radical, que se acer- da hemisférica que los Estados Unidos
Hay distintas posiciones respecto de fijan.
como Arturo Illia (1963-1966) ensayaron có más a los modelos de la socialde- las diferencias entre sistemas políticos
c:n mayor o menor medida políticas au- mocracia europea, actuó como disuasivo
tonómicas sin ruptura con el bloque oc- de repetir el intento. Lo cierto es que
cidental, mientras que los gobiernos la economía estadounidense y su posi-
militares intensificaron acciones conjun- 6) PINTO, J., Introducción a la ciencia política.
ción en cuanto a avances tecnológicos 7) Ibídém.

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En el caso concreto de la Argentina, duros juicios en círculos políticos y aca- Creemos que no puede negarse en las tomó perfiles claramente diclitttn hilrs. y
la ubicamos en un subsistema regional démicos sobre todo extranjeros. relaciones exteriores de la Argentina (y que puede considerarse que tuvo un pro-
(Atkins R «América Latina en el sistema Por otro lado, América Latina y en ella América Latina) una asimetría con ma- yecto respecto del desarrollo económi-
político internacional») que es el Cono la Argentina son ubicadas en el Tercer yor o menor margen respecto de los co que para algunos autores fue d primer
Sur. Se identifican en el mismo a Uru- Mundo que incluye países extraconti- Estados Unidos —y en otras etapas his- paso o intento en el sentido y dlre.crión
guay, Paraguay, Solivia, Chile, Brasil, y nentales con los cuales comparten no ser tóricas de Gran Bretaña y Europa—, y de las actuales transformaciones.
algunos autores agregan a Perú. Dentro naciones desarrolladas, con lo cual de- que la producción económica la hizo ocu- Podemos agregar que el enfoque fie
de la proximidad geográfica y las múlti- cimos retraso tecnológico, mayor o me- par sucesivamente lugares centrales y política burocrática'101 puede ser orien-
ples características compartidas, las nor nivel de pobreza y todo lo que eso periféricos en la agenda de los países tador ya que las contradicciones e In-
magnitudes acercan a la Argentina a Brasil significa. Pero sin analizar ahora estos desarrollados según las vicisitudes de coherencias —así como los sucesos de-
y en menor medida a Chile, pero para- detalles podemos decir que América esos países y no de su propia vida. rivados de la dictadura que se registran
dójicamente esas mismas magnitudes han Latina como Tercer Mundo fue apenas Las perspectivas centradas en factores actualmente— revelan las rivalidades y
determinado históricas rivalidades que poco más que un proyecto no siempre internos nos llevan a la estructura del ré- la sectorización que imperaron a lo lar-
alcanzaron puntos álgidos y las puertas compartido plenamente por la Argenti- gimen que en el momento que nos ocupa go del gobierno de las fuerzas armadas.
de la guerra. Un factor fundamental fue na.
la visión estratégica predominante y, si Entre las propuestas para lograr ele- UNA APROXIMACIÓN
nos atenemos a la percepción de algunos mentos de análisis nos parece suficien-
pensadores y no pocos ciudadanos co- temente amplia la de considerar facto- La dictadura militar imperante en la ca argentina en la última mitad del siglo.
munes, al estímulo de Estados Unidos res externos e internos en el tratamiento Argentina entre 1976 y 1983, fue parte
que así determinaba situaciones favora- El peronismo, con cambios inevita-
de las relaciones exteriores'8'. En el caso de una larga tradición de golpes de Es- bles, fue el partido del gobierno que de-
bles a su propia estrategia continental. concreto de la Argentina creemos que las tado y gobiernos militares inaugurada rrocó el golpe de estado del 24 de mar-
La Argentina en el extremo del Cono perspectivas que giran en torno de los con la Gran Depresión que descolocó al zo de 1976 e inauguró la última dictadu-
Sur, estuvo relativamente alejada de las factores externos nos ofrecen el enfoque país de su estabilidad política y de su ra militar; ésta tomó caracteres tales que
corrientes políticas internacionales y tuvo del subsistema regional a que ya aludi- lugar en el mundo como importante par- paradójicamente logró afianzar un senti-
la posibilidad de comerciar con Europa mos, la acción de poderes externos y tícipe del orden económico liderado por do democrático que por mucho tiempo
—en especial con Gran Bretaña— y otros considerar cuánto condicionaron el ejer- Europa. había estado ausente.
países conforme a sus posibilidades pro- cicio del poder en el país en función de
ductivas por mucho tiempo. El giro ha- En 1930 la crisis había revelado que Todos los golpes de estado constitu-
planes y programas. La perspectiva de debían elaborarse respuestas nuevas por- yeron en la Argentina una ruptura, pero
cia Estados Unidos se dio en el actual la dependencia es relativizada por Van que las condiciones y los requerimien-
siglo, entablando con este país un proce- el de 1976 marcó un antes y un después
Klaveren, quien la considera una crítica tos de la economía eran otros. La indus- que se revela en todos los planos de la
so de relaciones que podríamos llamar del desarrollo económico y la admite trialización creció y modificó la base
irregulares y ambivalentes; por otra par- vida nacional. Sin embargo, como en
como guía general; por su parte, Kaplan social a la vez que impelió al Estado a todo proceso histórico, las continuida-
te, igual ambivalencia puede observarse acepta sus aspectos positivos pero ad- una mayor intervención en la economía.
en sus relaciones con los estados próxi- des son las que ayudan a comprender
vierte que debe evitarse caer en lo mecá- De este proceso surgió el peronismo que por qué el régimen militar implantado
mos lo que ha motivado en ocasiones nico y lo maniqueo'91. logró vigencia y arraigo suficiente como tuvo características tan marcadamente
para iniciar el bipartidismo y la alter- violentas y disolventes.
nancia en el gobierno con la Unión Cívi- Las cuestiones internas ya se habían
ca Radical que caracterizó la vida políti- planteado en el gobierno de la viuda de
H) VAN KLAVEREN, Alberto, «El análisis de la política exterior latinoamericana: Perspectivas
teóricas», en MUÑOZ, Heraldo y TULCHIN, Joseph (compiladores). Entre la autonomía y
la subordinación: Política exterior de tos países latinoamericanos, Vol. 1, Grupo Editor
Latinoamericano, Buenos Aires, 1984.
!» KAPLAN, Marcos, «Comentario» al artículo de O. lanni, en COTLER y FACEN (compiladores), 10) MAY, Ernest, «Un caso ilustrativo del enfoque de la 'política burocrática': Las relaciones
Kflacion.es políticas entre América Latina y Estados Unidos, Amorrortu, Buenos Aires, entre Estados Unidos y la Argentina en el período 1942 - 1947". en COTLER y FACEN
1974. (compiladores), ob. cit.

112 113
Perón, en el que pudo verse la incohe- no fueron percibidas en toda su dimen- rizó a las fuerzas armadas —y a no po- ron acento a una u otra orlrntiirlon. y
rencia proveniente de las feroces luchas sión por la sobrevaluacíón de la mone- cas organizaciones intermedias— que que trataremos de explicar dentro (Ir l.i
internas del partido Justicialista gober- da, la desarticulación de partidos y gre- convivió con políticas económicas libe- idea de Berna! Meza de los factoirs r.s
nante, traducidas en políticas reactivas mios y el silenciamiento de la prensa rales. Las diferencia estuvo dada por las tructurales que condicionaron los pro-
frente a la inflación, el desabastecimiento opositora. discordias internas del régimen que die- yectos de los militares113'.
y la guerrilla.
En el plano exterior, el librecambio y LA FUNCIONALIDAD BUROCRÁTICA Y LA TOMA DE DECISIONES
Las fuerzas armadas aplicaron crite- la búsqueda de capitales marcaron a fue-
rios de campo talado, dirigidos go las industrias locales y el área finan-
indiscriminadamente y a ciegas hacia En los primeros años del régimen empresas o a ampliar capitales de fir-
ciera mientras que el nacionalismo te- militar se enfrentaron la facción de mas ya existentes, incluso se dio la tasa
distintos franjas sociales y etarias en la rritorial y el anticomunismo, llevados a
búsqueda del «enemigo interno»; al sec- Suárez Masón y Menéndez, fuertemente más alta en retorno de beneficios, que
su máxima expresión, produjeron los una ley de 1980, dando mayores facili-
tor productivo, bajo la suposición de que hechos más resonantes dentro y fuera del antiperonista, la de Massera de un
se haría eficiente; y al salario como va- peronismo sin Perón, con acento en lo dades, no logró revertir116'.
país, el terrorismo de estado y los con- estratégico e ideas nacionalistas, y la de
riable de ajuste y cuyas consecuencias flictos con Chile y Gran Bretaña. También se trataba de favorecer la
Videla -Viola que no acordaba con las producción destinada al mercado exte-
MARCO ESTRUCTURAL otras en la radicalización de los cambios rior y se atacaba el consumo. Como el
económicos114'. Estas diferencias acota- desempleo era motivo de preocupación
Creemos poder definir dos etapas detentaba una posición hegemónica. La ron márgenes de acción, porque los mi- tanto como el deseo de legitimación del
desde el punto de vista del régimen, que presidencia Cárter con su énfasis en los litares pretendieron un gobierno con- régimen, las obras públicas —faraóni-
tuvo caracteres autoritarios, burocráti- derechos humanos dejó a la Argentina junto que Halpherin Donghi califica como cas—, la migración y el genocidio encu-
cos y no estuvo exento de rasgos en un relativo aislamiento que mostraba «autocracia» sumada al «parlamentaris- brieron el desempleo, pero la debilidad
mesiánicos. Visualizado desde abajo a la Junta en su esfuerzo por probar que mo más extremo»1151, con lo cual crearon de la construcción producía periódicas
como una sólida estructura, llegaba al éramos «derechos y humanos». Con su propia trampa y facilitaron «excesos» convulsiones que repercutían en el régi-
autismo en su aislamiento, per no pudo Reagan, el problema de América Central y «rasgos neofeudales». men hasta que se convirtieron en casi de-
evitar que los desacuerdos profundos hizo que Estados Unidos produjera un Así, a fines de los 70 el proyecto del terminantes de la política exterior.
entre las cúpulas militares se tradujeran cambio notable en sus actitudes hacia ministro de economía Martínez de Hoz La dependencia estructural del sec-
en cambios de enfoques políticos que hoy nuestro país, que en ningún momento navegaba entre corrientes contradicto- tor exportador motivó una pragmática
podríamos reconstruir alrededor de la perdió de vista el alineamiento con Oc- rias, de manera que el librecambio des- contradicción. A la par que se combatía
Junta formada por Videla, Massera y cidente; la particularidad que tuvo fue el manteló la industria, el crecimiento del el comunismo ateo, se comerciaba prin-
Agosti (1976/1980) por un lado, y las fi- haberlo asimilado con el conflicto Este/ sector financiero, por las altas tasas de cipalmente con la Unión Soviética sobre
guras de Galtieri y Anaya por otro entre Oeste'111. interés, y se acompañó con devaluaciones todo cuando Estados Unidos aislaba a
1981 y 1982. Dejamos de lado a R. parciales que dieron ganancias extraor- la Argentina. Estos años, los primeros,
Bignone que debió operar la transición Los dos momentos que señalamos en
el proceso no son obstáculo para reco- dinarias sobre todo a capitales estado- fueron de predominio de Massera en
en un medio en el cual todas las conten- unidenses. Las inversiones directas de política exterior y condujo a la escalada
ciones habían sido sobrepasadas por la nocer factores de presencia constante
como el nacionalismo territorial, la vo- Estados Unidos decrecieron en térmi- armamentista detrás de la cuestión del
ciudadanía. nos relativos; se limitaron a adquirir Beagle. Se hizo patente la doctrina de la
cación hegemónica y una suerte de des-
Si bien estaba en marcha un sistema tino manifiesto'121. En un entramado de
multipolar, desde el punto de vista eco- fuerte ideologización, encontró su lugar
nómico era Estados Unidos el país que el anticomunismo visceral que caracte-
13) Ibídem, pág. 402.
14) ROCK, David, Argentina, 1517 - 1987, pág. 460.
15) HALPERIN DONGHI, T., Historia contemporánea de América Latina, Alianza Editorial,
1 1 ) MONETA, Carlos, Elementos para el análisis del proceso de decisiones del régimen Buenos Aires, 1994, pág. 670.
militar argentino en el conflicto de las Islas Malvinas. 16) URRIZA, Manuel, América Latina, ¿hacia qué democracia?, Cldal, Caracas (Venezuela),
12) ÜEKNALMESA, Raúl, América Latina..., ob. cit, pág. 162. 1983, pág. 48.

114 115
seguridad nacional o de la guerra per- Lo que el citado Tulchin llama «orgía lado la irracionalidad de la empresa— puestas de las Naciones Unidas v <!<' I'-'*
manente con orígenes en el clericalismo de compras» de armamento con motivo unificar opiniones sobre el tema y que tados Unidos para Impedir la lu< ha, lu-
y el nacionalismo. En los '70 uno de los de la cuestión con Chile, tiene cierto pa- trataremos de exponer. cho poco feliz porque dio pie a rslr pai.s
principales ideólogos fue Jordán B. ralelo en el finan ciamiento de las activi- La cuestión de las Malvinas atraviesa para condenarnos por el uso ilegal <lr la
Genta, asesinado luego por la guerrilla. dades antisandinistas que pasó a ser una toda la historia independiente de la Ar- fuerza y considerarse liberado de com-
El desplazamiento de Massera del cen- prioridad (1979) para Estados Unidos. gentina. En las décadas de entresiglos, promisos como para dar un apoyo a (lian
tro de las decisiones y la amenaza de El funcionamiento institucional diferen- Bretaña, que decidió el destino del con-
Videla de renunciar, posibilitó la media- cuando Gran Bretaña era nuestro prin-
te de este país dejó margen al anticomu- cipal referente de comercio exterior, no flicto; y arrastró en su favor a la Comu-
ción papal y detenernos a las puertas de nismo militante de los militares argenti- nidad Europea.
la guerra, se marcó una actitud frontal desde aquí,
nos, que dieron recursos e instrucción a y se transitó el presente con planteos ante La idea de una O.T.A.S. es manejada
H. Muñoz destaca la falta de los «Contras» hasta que la C.I.A. recibió las Naciones Unidas que Gran Bretaña por algunos autores como propiciada
profesionalidad en la política exterior por autorización para actuar con mayor li- no tomó en consideración. desde Estados Unidos a cambio de con-
la tradicional desconfianza de los mili- bertad, hasta que los problemas inter- La última dictadura coincidió con la cesiones de bases militares que acota-
tares hacia los civiles; además, en el pro- nos argentinos distrajeron definitivamen- ran el avance soviético, y como poco más
yecto militar estaba el propósito te al régimen. «era Reagan» y el gobierno Thatcher bri-
tánico. El acento de Reagan en el con- que una ilusión de parte de nuestro país.
reivindicativo respecto de las cuestiones El repliegue de los partidos políticos, Pero puede contraponerse como interro-
territoriales pendientes1171. Queremos flicto centroamericano produjo un vira-
de la prensa, de la ciudadanía, comenzó je en la política hacia la Argentina, que gante las maniobras navales y aéreas con-
agregar que la falta de cuidados en los a revertirse cuando los signos de debili- juntas, la propuesta de levantar el em-
archivos y la improvisación, no podemos llevó a visitas de embajadores plenipo-
dad de la dictadura se hicieron más evi- tenciarios y jefes militares de uno hacia bargo de armas, los honores a Galtierl
verlas como fruto de una absoluta inca- dentes. La Multipartidaría fue decisiva, en su viaje a Estados Unidos.
pacidad, ya que otros autores destacan otro país. De parte de Gran Bretaña, las
y la concentración opositora del 31 de dificultades económicas que provocaban Por otro lado, la poca afección argen-
las tareas de inteligencia en relación por marzo de 1982 un hito que —es opinión
ejemplo a la política centroamericana, en las Malvinas motivaron políticas que los tina hacia el Tercer Mundo y América
generalizada— apuraron el desembarco militares argentinos tomaron como des- Latina mostró la otra cara de apoyo, el
especial la referida a los «Contras» de en las Malvinas.
Nicaragua'18'. interés que se traduciría —creyeron— en pueblo embarcado en una guerra, salvo
una respuesta no violenta ante nuestro Chile por razones obvias. Nuestro com-
LA CUESTIÓN DE LAS MALVINAS
avance sobre las islas. prador, la Unión Soviética no pasó de la
El repetido argumento de un error de adhesión verbal.
Aparece como el hecho más contra- cálculo, de una visión fantasiosa del acer- Contradictoriamente —aunque era de
da, las orientaciones moralistas, la pre- camiento de Estados Unidos hacia la esperar— los hechos de Malvinas abrie-
dictorio dentro de un régimen absoluta- tendida reinserción en el capitalismo
mente cuestionable. Pero insistimos en Argentina, debe contrapesarse con testi- ron la transición democrática, fortalecie-
mundial y las reivindicaciones territo- monios contradictorios de militares y ron el gobierno de Thatcher (muy debi-
que sigue las orientaciones geopolíticas riales los mostraban en un nuevo papel.
que permearon por décadas las accio- periodistas de aquel país que permiten litado por cuestiones internas), sacaron
nes de los militares argentinos que ade- La guerra reveló de modo especial la afirmar que las actitudes estadouniden- a luz la inoperancia del TIAR y pusieron
más, habían pasado de un protagonismo ambigüedad de la política de Estados ses fueron por lo menos ambiguas1191. en entredicho a las Naciones Unidas. Fue
periódico de arbitraje político a una con- Unidos hacia Argentina, y la diferencia No se puede negar la obstinación de el duro despertar de no ser «socio pri-
cepción en cierto modo refúndante ya entre las actitudes de América Latina vilegiado»'201.
(salvo Chile) hacia nosotros y viceversa. los militares argentinos frente a las pro-
que desde la invasión de la vida priva-
Por otra parte, es difícil —sin dejar de

19) Ibídem, pág. 12.


17) TULCHIN, J., Regímenes autoritarios y política exterior: El caso de Argentina, pág. 368. 20) BERNAL MESA, Raúl, Poíííica, integración y comercio internacional en el Cono Sur
18) MONKMAN, G., «Argentina y los Contras y los E. Unidos en la guerra» en rev. Tocio es Latinoamericano, UNC, Fac. de C. Políticas y Sociales, Mendoza, Publicación Especial, N° 4,
Historia, N° 298.
1989.

116 117
AGENDA MARCO ESTRUCTURAL
Los militares del llamado Proceso de anticomunista que se tradujo en accio- ros locales que defendían el proyrcln
Reorganización Nacional pretendieron El marco estructural, dentro de una
nes conjuntas en Honduras sobre todo. concepción sistémica, nos muestra como económico de la dictadura, coniinaapn
reformular la economía dentro del mar- Cuando emergió el terna de los conflic- tura marcada hacia Europa y Estados
co capitalista, esto era entonces Occi- objetivo del régimen el establecimiento
tos territoriales, las agendas tomaron de un sistema autoritario, que enmarcado Unidos. En ella se privilegió el proyecto
dente. Y dentro de éste el referente obli- caminos divergentes, no en el sentido de económico político, razón por la cual se
gado era Estados Unidos, máxime cuan- en la doctrina de la «seguridad nacio-
no intervención de Estados Unidos sino nal», declaró la guerra al comunismo favorecieron las relaciones económico
do las políticas favorecieron a los capi- en el tomar el partido opuesto. financieras, en particular con los países
tales de ese origen que alcanzaban el interno1221, guerra extensiva más allá de
En definitiva, la política del régimen las fronteras. Raúl Bernal Mesa y Augusto centrales. Como consecuencia de esta
40% de las inversiones totales de ori- militar estuvo fuertemente orientada por política se produjo el retiro de Chile del
gen externo. Varas consideran dos etapas claramente
las cuestiones internas, y sus resultados diferenciadas. Pacto Andino en 1976.
Así, lo económico financiero pareció evidenciaron que sólo había poseído el En la transición entre ambos perío-
correr por un carril privilegiado, y se La primera que va de setiembre de
control y que nunca lograron la legitima- 1973 a 1976 en la que las FXierzas Arma- dos se observan conductas duales tanto
acompañaba de la compartida posición ción que buscaban. por parte del gobierno chileno como del
das llevaron el control de la política es-
tatal —aunque con la supremacía del co- norteamericano. Así, la llegada de Jimmy
mandante en jefe del ejército Gral. Au- Cárter a la Casa Blanca en 1976 y su pos-
LAS RELACIONES INTERNACIONALES DE CHILE
gusto Pinochet—, y de las relaciones ex- tura más crítica respecto a las violacio-
DURANTE LA DICTADURA DE PINOCHET teriores. En este período, las violacio- nes a los derechos humanos, no impidió
nes a los derechos humanos estuvieron que continuara la ayuda financiera por
El 11 de setiembre de 1973 marcó nítidamente presentes, por lo que se pro- parte de la banca privada, a pesar de que
sin dudas un corte fundamental en la oeste. dujo un repliegue del país dentro de sus el Congreso norteamericano había vota-
historia de Chile, no solamente por un fronteras, ante la crítica unánime de la do la suspensión de la venta de armas y
Si bien apriorísticamente existe la ten- comunidad internacional. Coincidimos la limitación a la asistencia financiera
rotundo cambio de paradigma en lo re- dencia a considerar que las relaciones
ferente al plano político y económico, con Bernal Mesa en que el modelo auto- pública a Chile. Por otro lado, al asumir
internacionales de los países periféricos ritario se instauró con la «anuencia» de Mitterand como primer ministro en Fran-
sino también en la proyección interna- están marcadamente influidas por la si-
cional del país y en sus relaciones exte- Estados Unidos, país que no incidió en cia, a pesar de la lucha que libraba la
tuación internacional por la que atravie- nada en la búsqueda posterior de una dictadura contra el «comunismo» inter-
riores. El establecimiento de un modelo san los países centrales en los momen-
autoritario que se prolongó más allá de salida democrática123'. En el transcurso nacional, el gobierno socialista francés
tos analizado, los autores consultados de esta etapa, Estados Unidos apoyó la continuó con la venta de armamentos a
producida la transición, condujo al ré- concuerdan en dar mayor peso a las po-
gimen militar chileno al aislamiento po- renegociación de la deuda externa chile- Chile. En este caso primó el pragmatismo
líticas internas de cada país, políticas que na ante el Club de París, hecho que per- político por parte del gobierno chileno.
lítico, a la adopción de una diplomacia no necesariamente coinciden con las
de corte pretoriano - ideológico y a la adoptadas a nivel mundial. Para el caso mitió el ingreso de grandes montos de Bernal Mesa considera una tercer
aceptación de una política exterior de Estados Unidos esta premisa es to- ayuda financiera. etapa de consolidación del modelo eco-
«anticomunista»(21Í, a pesar de que en el talmente válida, al igual que en el caso En la segunda etapa, comprendida nómico, que a su juicio fracasó como
ámbito internacional se había produci- chileno a lo largo del gobierno de entre 1976y 1981, Pinochet asumió visi- consecuencia de la crisis económica -
do una «detente» en el conflicto este - Pinochet. blemente la conducción unipersonal apo- financiera de 1982 - 1983'24'. A partir
yado por grupos económicos y financie- de entonces, y hasta producida la tran-

22} BERNAL MESA, Raúl, «Políüca, integración... «, ob. cit., págs. 113 a 177.
21) MUÑOZ, Heraldo, «Las relaciones exteriores del gobierno militar chileno», en PUIG, Juan 23) BERNAL MESA, Raúl, «Chile entre Gran Bretaña y Estados Unidos: Evolución histórica
Carlos (compilador), América Latina: Políticas exteriores comparadas, Vol. 2, Grupo Editor de sus relaciones», en Ciclos, Año VI, N° 10, ler. semestre de 1996, pág. 134.
Latinoamericano, Buenos Aires 1984, págs. 353 y 354. 24) BERNAL MESA, Raúl, «Política integración...» ob. cit., pág. 119.

118
119
sición democrática con Aylwin, dentro tica neoliberal de apertura a empresas y tablecimiento de las relaciones con Bo- relaciones diplomáticas con Filipinas,
del propio régimen autoritario, las im- capitales extranjeros, especialmente nor- livia, rotas por este país ante el no reco- El aislamiento político en rl cpir
portaciones norteamericanas crecieron teamericanos, ya que Estados Unidos se nocimiento de una salida al Pacífico; los subsumía a Chile el gobierno autorita-
notablemente, mientras continuaban convirtió en el principal inversor extran- vínculos con Perú variando entre uno y rio, era compensado por el papel pre-
disminuyendo las exportaciones chile- jero con un porcentaje del 37% del total otro extremo, y las relaciones con la Ar- ponderante desempeñado por los grupos
nas. de capitales ingresados a Chile en los gentina, en un máximo de tensión, que económicos privados que trataban de
El proyecto económico general de la veinte años comprendidos entre 1974 y finalmente arribaron al tratado de Paz y brindar al exterior una imagen de aper-
dictadura fue de aplicación de una polí- 1984(25). Amistad durante el gobierno de Raúl tura económica. Con ello se logró una
Alfonsín. interrelación estrecha entre las empre-
LA FUNCIONALIDAD BUROCRÁTICA Y LA TOMA DE DECISIONES A partir de 1978 siguió un período sas y el gobierno.
de mayor pragmatismo en la política ex- Los actores sistémicos tenían una re-
Durante el gobierno de la dictadura, gar secundario. terior, avalado por el nombramiento de lación asimétrica, tanto los vinculados a
los actores más importantes fueron los Esta estrategia no siempre daba re- Hernán Cubillos como ministro de Rela- la cancillería o a las fuerzas armadas
militares, aliados en algunos casos con sultados positivos. Ejemplo claro de este ciones Exteriores. Si bien Cubillos pri- como los sectores empresariales, como
grupos económicos locales, vinculados estado de cosas fue la reunión Pinochet - vilegió las dimensiones económicas, el consecuencia de la transnacionalizción y
a empresas y capitales transnacionales. Videla, en enero de 1978 en Mendoza estilo pretoriano pervivió hasta el final de la interdependencia, obviamente
Hasta el gobierno de Salvador Allende (Argentina), para poner fin al conflicto del régimen, tal como lo muestra el frus- asimétrica'291, que condujo a un cambio
la diplomacia chilena se había caracteri- limítrofe por las islas Picton, Nueva y trado viaje de Pinochet a Manila en 1980, notorio en el manejo de las relaciones
zado por un estilo «civil pragmático», para Lenox, en el canal de Beagle, luego de la que terminó con el rompimiento de las exteriores.
luego de 1973, adoptar un modelo cual, sin embargo, la Junta de Coman-
«pretoriano ideológico», según los defi- dantes argentina rechazó el laudo arbi- EL ANTICOMUNISMO DE ESTADO
ne Muñoz1261. En concomitancia con el tral elaborado por Gran Bretaña. Tam-
tipo de régimen, Bernal Mesa lo califica bién pesó en demasía la figura del jefe
de «burocrático - autor itario»'27'. El gobierno militar chileno adoptó la gestión de Cárter), por intentar impo-
de estado en el rompimiento de relacio-
nes con Solivia en 1978 y en la tensión desde un comienzo una política ner ambos su modelo hegemónico y por
Una vez producido el golpe de Esta- tratar la cuestión de los derechos huma-
do, desde un primer momento se hizo con Estados Unidos por el caso Letelier, anticomunista, aún luego de iniciado el
cuando al año siguiente, la Corte Supre- proceso de detente del conflicto Este - nos según su conveniencia. Asimismo
una «purga» entre los diplomáticos de reclamó a Estados Unidos por no po-
carrera y se instaló en los puestos claves ma chilena se negó a extradictar a tres Oeste. A poco de asumir Pinochet, rom-
oficiales acusados del asesinato del ex pió relaciones con Cuba y Corea del Nor- nerse al frente de la lucha contra el co-
a militares o a individuos ligados a ellos. munismo1301. La política exterior estuvo
El estilo imperante fue personal y direc- ministro de Allende ejecutado en terri- te, además de otros países orientados
torio norteamericano. hacia la esfera socialista. El aflojamien- caracterizada por una fuerte presencia
to, encarnado en la figura del jefe de ideológica. Con la llegada de los gobier-
gobierno, sin dudas el actor principal, to de las tensiones con los países de atrás
Con los países vecinos, Bolivia, Perú de la cortina de hierro, por parte de los nos conservadores de Ronald Reagan a
considerado por Whilhelmy corno «im- y Argentina, se sostuvo una política de Estados Unidos en 1980 y de Margaret
pulsor ideológico»1281. Como consecuen- países centrales, llevó a Pinochet a dis-
canales directos, que condujo a Chile a Thatcher a Gran Bretaña con anteriori-
cia, la cancillería, pasó a ocupar un lu- cutir la política estadounidense. En su
situaciones fluctuantes, tal como el res- dad, Chile consiguió reducir su aisla-
discurso en el aniversario del golpe de
estado, en 1979, cuestionó a los miento político, además de la financia-
imperialismos soviético y norteamerica- ción de nuevas exportaciones, especial-
25) BERNAL MESA, Raúl, «Chile entre Gran Bretaña...» ob. cit, pág. 155. no (este último especialmente a partir de mente norteamericanas.
26) MUÑOZ, Heraldo, «Las relaciones exteriores...» ob. cit., págs. 362 a 363.
27) BERNAL MESA, Raúl, «Política, integración,...» ob. cit, pág. 142.
28) WILHELMY, Manfred, «Política, burocracia y diplomacia en Chile», en MUÑOZ, Heraldo y
TULCHIN, Joseph (compiladores). Entre la autonomía y la subordinación: Política exterior
de los países latinoamericanos, Vol. 1, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires 1984, 29) BERNAL MESA, Raúl, «Política, integración,...» ob. cit., pág. 116.
pág. 74. 30) MUÑOZ, Heraldo, «Las relaciones exteriores...» ob. cit., pág. 376.

120 121
La agenda norteamericana varió según insignificante con relación a oíros pal
En general en la cancillería primaba humanos. Por este motivo el gobierno las gestiones de los distintos presiden- ses a los cuales confería mayor atención.
el discurso anticomunista y antisoviético, buscó estrechar vínculos con los regíme- tes, aunque tanto en uno como en otro, en especial los de Europa oriental ¡inte
con una marcada intervención de los nes anticomunistas y replantear la aper- Chile, como la generalidad de los esta- el aflojamiento de tensiones con la Unión
militares, mientras en los foros interna- tura hacia el Pacífico. Chile se concebía dos sudamericanos, ocupaba un lugar Soviética.
cionales el país recibía una permanente como una «fortaleza sitiada por el mar-
condena al régimen autoritario, en espe- xismo leninismo», a la vez que un obs- CONCLUSIÓN
cial por las violaciones a los derechos táculo para su avance'31'.
Resulta difícil arribar a una conclu- Advertimos puntos comunes en las
LAS AGENDAS sión completa a partir de un análisis com- agendas tal como la lucha contra el «co-
Los problemas fundamentales de las parativo de las políticas exteriores adop- munismo internacional» que no impidió,
ductivo, con sus secuelas inevitables de tadas por los dos países analizados, Ar- sin embargo, el comercio de armamen-
agendas, tanto norteamericana como chi- carácter social, la transnacionalización
lena, estuvieron centradas en el aspecto gentina y Chile, durante las últimas dic- tos con la Francia de Mitterand, por parte
de la economía y de las finanzas en des- taduras, no sólo porque el espacio tem- del gobierno de Pinochet, y con la Unión
económico, sosteniendo una postura medro del mercado interno que
aperturista de mercado y capitales, de- poral es diferente, ya que la dictadura Soviética por la Argentina. Los cuadros
incrementó sólo el sector servicios mien- chilena se extendió mucho más en el dirigentes a cargo de las burocracias, no
jando en segundo plano los objetivos de tras se producía una marcada disminu-
«alta política». El papel preponderante tiempo, sino especialmente porque el estaban compuestos en la mayoría de los
ción del industrial. En esta instancia jugó marco estructural varió notablemente a casos por diplomáticos de carrera, sino
de las relaciones exteriores, se centró y juega sin dudas un papel importante la
en legalizar el proyecto político econó- partir de los ochenta y en consecuencia que se asignaban los puestos claves a
relación con Estados Unidos. se modificó el análisis sistémico, aplica- militares o individuos comprometidos
mico del régimen y en respaldar a los El cambio en la agenda fue sustancial,
grupos económicos empresariales1321 que ble a las últimas décadas. Sin embargo con el régimen.
al dar mayor importancia a los compo- ti alaremos de elaborar una comparación Las acciones conjuntas de las fuerzas
buscaban vínculos con el exterior y nentes privados y transnacionales sobre
actuaban como nexos con grupos multi- de los procesos de inserción internacio- armadas de los países vecinos con los
los intergubernamentales e internaciona- nal y sus componentes exógenos y del «vecino» del norte fueron
nacionales. les De manera que la interdependencia endógenos, para arribar a una conclu- orquestadas a partir del «perfecciona-
Así, mientras el país se encontraba en no fue solamente de carácter sistémico sión aproximada.
una situación de aislacionismo político miento» de los militares en West Point y
de los estado sino que comprendía a dis- Como semejanzas importantes pode- de la acción conjunta en la lucha contra
y diplomático, en el plano económico tintos actores en diferentes estados'331.
estaba perfectamente integrado al siste- mos destacar la desvinculación Estado - la «subversión». El aislamiento de los
Indudablemente Estados Unidos fue el sociedad civil puesta de manifiesto no dos países y los arreglos ínter cúpulas
ma global. Los objetivos económicos se principal actor externo, tanto en el plano
cumplieron ampliamente. La dependen- sólo en el desarrollo de las políticas in- fueron permanentes en el período anali-
político como en el económico, como lo (ernas, sino en particular en el manejo zado, al igual que el alejamiento o acer-
cia financiera se fue incrementando al fue de la mayoría de los países latinoa-
igual que la deuda externa chilena. La «le las relaciones exteriores, ya que la camiento a los Estados Unidos, según la
mericanos, según lo analiza Van sociedad permanecía al margen de las política adoptada por los presidentes
mayoría de las empresas nacionalizadas Klaveren'34', a pesar de que Chile marcó
durante el gobierno de Allende, pasaron decisiones tornadas por los gobiernos de norteamericanos de turno, con respecto
distancia con el gobierno de Washington laclo, disposiciones que no respondían a las violaciones a los derechos huma-
a capitales transnacionales. ante la postura adoptada por éste frente
Todo esto condujo a la desaparición por lo general a sentimientos acendra- nos, constantes durante las dictaduras.
a las violaciones a los derechos huma- dos en la población. Ejemplos claros al
de una parte importante del aparato pro- nos. Los factores económicos externos
respecto son la ruptura del Pacto Andino condicionantes, propios de una econo-
I M»I parle de Chile, y la cuestión del ca- mía globalizada, condujeron al alinea-
31) BERNAL MESA, Raúl, «Política, integración...», ob. cit, pág. 138.
nal de Beagle en ambos países -que los miento de las burguesías de ambos paí-
32) Ibídem, págs. 122 y 123. llevo al borde de una guerra-, único caso ses tras posturas neoliberales que orientó
33} Ibídem, pág. 172, rNle ultimo en que el gobierno democrá- la apertura hacia mercados externos y
34) VAN KLAVEREN, Alberto, «Las relaciones de los países latinoamericanos con Estados l l r c » argentino realizó una consulta po- determinó el quiebre de las industrias
Unidos: Un ejercicio comparativo», en HIRST, Mónica (compiladora), Continuidad y cambio pular sin precedentes. nacionales y el ahondamiento de la bre-
en las relaciones América Latina - Estados Unidos, GEL, 1987, págs. 323 a 325.

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cha entre ricos y pobres. Todo ello pro- da de empresas y capitales extranjeros, BIBLIOGRAFÍA
dujo en consecuencia grandes se observa una mayor afluencia de ellos
desequilibrios sociales. Como contrapar- en el caso chileno con respecto al argen- BERNAL MESA, Raúl, América Latina en la economía política mundial. Grupo Editor Latino-
tida, a raíz del agravamiento de las riva- tino (aunque no por ello menos impor- americano.
lidades territoriales, se produjo la caí- tante), y mayor apertura comercial de la — «Chile entre Gran Bretaña y Estados Unidos: evolución histórica de sus relacio-
da del comercio entre los países vecinos Argentina hacia la Unión Soviética, mien- nes» en Ciclos; Año VI, N° 10, ler. semestre de 1996; pág. 119 a 160.
(en particular Argentina, Chile y Brasil), tras el gobierno de Chile lo hacía hacia Claves del nuevo orden mundial Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires;
recién incrementado a partir de la con- los países del área del Pacífico. 1991.
formación del Mercosur En general tanto en Chile como en Política, integración y comercio internacional en el Cono Sur Latinoamericano,
La primacía de cuestiones económi- la Argentina las relaciones exteriores UNC Fac. de C. Políticas y Sociales, Mendoza, Publicación Especial, N° 4; 1989.
cas y financiera en las agendas se hizo fueron asimétricas con referencia a los BOERSNER, Demetrio, Relaciones internacionales de América Latina, Ed. Nueva Sociedad.
evidente ante el poco respaldo interna- países centrales, aunque con un vuelco BONILLA, Heraclio, «Comentario al artículo de A. F. Lowenthal», en COTLER y FAGEN
cional en materia política. Sin embargo, notorio hacia los Estados Unidos, y (Compiladores), Relaciones políticas entre América Latina y Estados Unidos,
a pocos días de producido el golpe de de constantes vaivenes y marcadas Amorrortu, Buenos Aires, 1974, págs. 263 a 264.
Estado, el gobierno argentino recibió diferencias con los Estados periféricos, COLEMAN, Kenneth, «La política exterior comparada: comentarios sobre el ensayo de Van
«casualmente» por parte del Fondo Mo- incluidos los limítrofes. Sin embargo Klaveren», en MUÑOZ, Heraldo y TULCHIN, Joseph (compiladores); Entre la
netario Internacional un préstamo de en lo referente a las relaciones con autonomía y la subordinación; Política exterior de los países latinoamerica-
varios millones de dólares. Precisamen- los Estados Unidos, los factores inter- nos, Vol. 1., Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1984; págs. 50 a 60.
te el FMI era quien marcaba las políticas nos de cada uno de los países son los COTLER, Julio y FAGEN, Richard, «Introducción»; en COTLER y FAGEN, ob. cit; págs. l i a
económicas a seguir, «incentivando» con que primaron en las direccionalidades 30.
préstamos millonarios, tanto de la ban- de las políticas frente al gobierno de KINAUDI, Luigi, «La política de Estados Unidos hacia América Latina en la década de 1960:
ca oficial como de la privada, que engro- Washington, conformando etapas de nuevas formas de control?». En COTLER y FAGEN, págs. 265 a 284.
saron las de por sí abultadas deudas armonías y conflictos. FAGEN, Richard, «Comentario al artículo de L. R. Einaudi»; en COTLER y FAGEN, ob. cit.,
externas de ambos países. En consecuen- Indudablemente el tema no está cerra- págs. 285 a 346.
cia, las agendas también coincidían en do. El predominio de teorías de tipo FEINBERG, Richard, «El Fondo Monetario Internacional y las relaciones de los Estados Uni-
lo referente a la renegociación de dichas globalistas cuyos sostenedores hacen los dos con la América Latina», en MÉNDEZ, Sofía, Selección: La crisis internacio-
deudas. En el caso particular de la Ar- análisis a partir de una visión sesgada, nal y la América Latina, Vol. V, Fondo de Cultura Económica, México, 1984,
gentina con la cuestión de Malvinas, la orientada hacia los Estados Unidos, im- págs. 347 a 369.
agenda obviamente varía. pide en algunos casos tener una visión GRACIARENA, Jorge, «Comentario al artículo de C. Mitchell», en COTLER y FAGEN, ob. cit..
Entre las diferencias más notorias más amplia. No obstante debemos des- págs. 229 a 236.
advertimos una mayor continuidad ideo- tacar los intentos de teóricos latinoame- MALPERIN DONGUI, Tulio, Historia contemporánea de América Latina.
lógica en el manejo de las relaciones ex- ricanos como Van Klaveren, Puig, Bernal IANNI. Octavio, «América Launa: Crisis de la hegemonía norteamericana?», en MÉNDEZ, Sofía,
teriores en Chile por la centralidad de Mesa, Russell y Muñoz, entre otros, que ob. cit., pág. 93 a 110.
la figura presidencial a lo largo del pe- permiten el estudio de las relaciones in- «Diplomacia e imperialismo en las relaciones ínter americanas», en COTLER y
ríodo, frente a las fluctuaciones de la ternacionales desde la perspectiva de los FAGEN, ob. cit., págs. 33 a 66.
Junta Militar argentina, tensionada por países latinoamericanos, dándole mayor KAI'LAN. Marcos, «Comentario al artículo de O. lanni, en COTLER y FAGEN, ob. cit., págs. 67
distintas facciones con miradas y objeti- peso a los factores internos frente a los a 81.
vos distintos, además de la eclosión pro- internacionales, y, en consecuencia, brin- LOWICNTHAL. Abraham. «Política de Estados Unidos hacia América Latina: perspectivas
ducida como dijimos, a partir de la gue- dándoles el protagonismo que induda- «liberal», «radical» y «burocrática», en COTLER y FAGEN, ob. cit., pág. 237 a
rra de Malvinas. Con respecto a la entra- blemente tienen. 262.
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ca Latina», en COTLER y FAGEN, ob. cit., págs. 403 a 440.
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Estados Unidos y la Argentina en el período 1942 - 1947", en COTLER y

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MITCHELL, Christopher, «Dominio y fragmentación en la política estadounidense con respec- relaciones América Latina • Estados Unidos, GEL. 1987, p-i^.s. :\'¿:\1 M!.:t
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