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Ideas sobre cómo enseñar a comercilaizar


tecnología en Universidades de países en
desarrollo:

La experiencia de la Escuela de Derecho de la Universidad de Balitmore,


Baltimore, Maryland, EE.UU.
Profesor, Dr. Lanny Herron
Escuela de Negocios
Profesor William T. Fryer, III
Escuela de Derecho
Universidad de Baltimore
Baltimore, Maryland, EE.UU.

INTRODUCCIÓN
Las universidades desempeñan una función primordial en la formación de las
nuevas generaciones de empresarios, y es importante que esta formación sea lo
más realista posible.

Diez años de experiencia en la Universidad de Baltimore nos han servido para


confeccionar un plan de estudios sobre cómo planificar la comercialización de
tecnología. Se trata de un programa en el que se evalúa la tecnología creada por
empresas, laboratorios gubernamentales o individuos de la comunidad local, y se
formulan recomendaciones sobre el potencial de comercialización de las
tecnologías evaluadas, además de elaborar planes para su introducción en el
mercado. El doble beneficio de esta concepción curricular reside en que los
estudiantes adquieren experiencia y las instituciones locales reciben consejos de
enorme utilidad, a partir de los informes finales.

Aunque el plan de estudios se imparte en la Escuela de Negocios de la


Universidad, una noción clave de este programa es emplear a profesores de
distintos departamentos relacionados con el proceso de comercialización de
tecnología. Así, participan profesores de la Escuela de Derecho y del
departamento de diseño de publicaciones de humanidades, por ejemplo, al igual
que abogados y personas del mundo empresarial de la comunidad.

Se invita a los estudiantes de distintos ámbitos de la Universidad a que participen


en el programa y aporten sus perspectivas particulares del proceso de
comercialización. Trabajan juntos en los equipos de cada proyecto con estudiantes
de empresariales, Derecho y de otros campos, con lo que aprenden la dinámica
del trabajo en grupo. Los informes finales que elaboran estos equipos se
presentan al conjunto de la clase y a la institución que haya aportado la tecnología
para su evaluación.

Son varios los cursos que ofrece la Universidad de Baltimore en su programa de


estudios, funcionan en etapas y su finalidad es evaluar productos o servicios
tecnológicos. Cuando se termina un informe final de una de estas etapas, se toma
la decisión de si el proyecto debe pasar a la siguiente. En la primera etapa, se
evalúa el potencial de comercialización que entraña la tecnología en estudio. En la
segunda, se evalúan la mercadotecnia del producto o servicio y de la licencia para
la tecnología. En la tercera etapa, el objetivo del proyecto es concluir un plan de
negocio y dejar la tecnología preparada para su comercialización, con la
correspondiente licencia y los demás trámites que sean pertinentes.

El próximo mes de enero se presenta en el congreso USASBE una revisión


pormenorizada del programa, en el artículo: A Decade of Experiential
Entrepreneurship Education: Opportunities in Commercialization Technology, de
Michael V. Laric, Ann Patrice Rinker y Lanny Herron, que se adjunta al presente
documento en el Apéndice A.

El presente documento se deriva de la experiencia de la Universidad de Baltimore


y tiene como objetivo sugerir ideas que tal vez resulten útiles para universidades
de países en desarrollo interesadas en la enseñanza de la comercialización de
productos o servicios tecnológicos.

IDEAS DE UN PLAN DE ESTUDIOS SOBRE


COMERCIALIZACIÓN DE TECNOLOGÍA PARA
UNIVERSIDADES DE PAÍSES EN DESARROLLO
Aunque la situación puede variar de un país a otro y según las universidades, hay
varias ideas curriculares básicas sobre las que se ha trabajado en la Universidad
de Baltimore que tal vez sean de utilidad para universidades de países en
desarrollo interesadas en enseñar a comercializar productos o servicios
tecnológicos.

1. Evaluar tecnología local . La idea fundamental de solicitar a empresas,


universidades y centros de investigación de la comunidad local, así como a
individuos del sector privado, que aporten sus desarrollos tecnológicos para
evaluarlos es un enfoque acertado. Son varios los beneficios que se derivan de
utilizar tecnología real y de contar con la participación de los inventores. En el
programa de la Universidad de Baltimore, los inventores y otras personas del
mundo empresarial suelen asistir a algunas de las clases y a la sesión en la que se
presenta el informe final. La relación de comunidad que se crea y la valiosa
información recopilada son elementos de especial importancia. Obviamente,
deben darse los pasos apropiados, mediante los acuerdos adecuados, para
proteger las fuentes locales de información contra la difusión pública de los datos
que hayan facilitado y contra la pérdida de derechos de propiedad intelectual.

2. Impartir clases sobre temas fundamentales del ámbito de la empresa,


del Derecho y de otros campos relacionados con la comercialización de
tecnología. A la hora de evaluar si una tecnología puede llegar a ser un éxito
comercial, se suscitan muchas preguntas. Se requieren conocimientos sobre
principios empresariales básicos, consideraciones de índole económica y
cuestiones de carácter jurídico. Así, se deben conocer los derechos de propiedad
intelectual que puedan obtenerse y es preciso velar por que se den los pasos
adecuados para proteger la tecnología en las fases oportunas. Muchos de estos
temas se pueden estructurar en una serie de sesiones lectivas en las que los
estudiantes adquieren formación acerca de los aspectos a los que deben atender
durante el proceso de evaluación y sobre los pasos necesarios para planificar la
comercialización.

3. Recurrir a profesores de distintos departamentos universitarios y a


profesionales de la comunidad. Aunque el programa de la Universidad de
Baltimore se imparte en la Escuela de Negocios, podría haberse ubicado en alguno
de los diversos departamentos que participan en los cursos. La selección del
profesorado variará en función del claustro universitario, pero deberá incluir a
profesores de los ámbitos empresarial, jurídico, económico y de las
comunicaciones. Además, los representantes de la comunidad pueden aportar
valiosos comentarios derivados de su experiencia. Las habilidades que se
requieren para organizar el informe final y realizar las presentaciones se aprenden
mejor de profesores que enseñen y practiquen estas técnicas. El plan de estudios
debe ofrecer a los estudiantes la oportunidad de adquirir una amplia diversidad de
habilidades que son esenciales para el éxito de la comercialización de la
tecnología. Este enfoque de múltiples departamentos tiene también la ventaja de
fomentar la cooperación entre profesores y con profesionales de la comunidad que
pueden ayudar a la universidad de muchas maneras.

4. Formar equipos de estudiantes de diversos departamentos . Una


característica exclusiva de la experiencia de la Universidad de Baltimore consiste
en que participan en el programa estudiantes de Derecho, empresariales y
humanidades. En torno a cada proyecto de tecnología, se forma un equipo de
estudiantes cuidadosamente organizado para que incluya a alumnos de Derecho,
empresariales y de otros departamentos clave. De este modo, los estudiantes
aportan a la evaluación y la planificación la especialización que han adquirido en
sus respectivas formaciones universitarias. La interacción que se genera en las
reuniones de equipo y en otras partes del curso crea un enfoque práctico en la
forma de trabajar y estimula valiosas habilidades interpersonales.

5. Informe final y presentación ante la clase y ante las empresas que han
aportado la tecnología. El curso debe estar bien organizado, con un calendario
claro, y debe concluir con la elaboración de un informe final por parte de cada
equipo. Dicho informe debe ajustarse a un formato determinado (véase un
ejemplo el Apéndice B, en el que se expone el análisis de oportunidades, fase
inicial del curso de la Universidad de Baltimore). Los equipos redactan los informes
después de extensos debates, lo que constituye una parte destacada de la
experiencia de los alumnos. En esa fase, los estudiantes han de aplicar los
principios empresariales que se les han explicado a lo largo del curso y evaluar la
información recopilada. En las presentaciones orales, el conjunto de la clase tiene
la oportunidad de aprender lo que se ha hecho en cada equipo. Debe invitarse a
representantes de las instituciones que hayan aportado la tecnología a que asistan
a la presentación de los informes finales, sesión en la que también participan los
profesores del programa. Las preguntas que se responden en esta sesión son de
enorme utilidad para la evaluación definitiva.

6. La evaluación en distintas etapas es opcional . En una universidad de un


país en desarrollo, es probable que realizar la evaluación en distintas etapas
resulte poco realista. Aunque el programa de la Universidad de Baltimore se
estructura en tres etapas para algunas tecnologías, en la primera se obtiene un
valioso informe final y los estudiantes adquieren considerable experiencia. La idea
de iniciar un programa de estudios sobre comercialización de tecnología en una
sola etapa tal vez sea el mejor enfoque para una universidad de un país en
desarrollo. En el supuesto de que, una vez finalizado el curso, un proyecto
concreto de tecnología resulte muy prometedor, se podrá elegir a varios de los
estudiantes que hayan participado en la etapa inicial para que continúen la labor
sobre ese proyecto como un estudio de investigación independiente.

CONCLUSIONES
El plan de estudios sobre comercialización de tecnología que se imparte en la
Universidad de Baltimore está sometido a continua revisión para su mejora. Hay
muchas maneras de poner en práctica las ideas básicas que hemos expuesto. El
planteamiento de evaluar tecnología creada en la comunidad local ha demostrado
ser muy eficaz. La participación de diversos departamentos y el que se formen
equipos compuestos por estudiantes de las distintas disciplinas relacionadas con
la comercialización de tecnología son características destacadas de este plan de
estudios. Asimismo, el informe final y las presentaciones de cada equipo son
elementos cruciales.

En cualquier universidad de un país en desarrollo, se pueden tener en cuenta la


ideas que hemos explicado, a la hora de decidir la implantación de un curso sobre
comercialización de tecnología. Es posible adaptar los planteamientos a un grupo
pequeño con la finalidad de poner a prueba las ideas propuestas y crear un curso
que se imparta de manera exclusiva en una universidad determinada.

La Universidad de Baltimore está dispuesta a ofrecer toda la ayuda posible a las


universidades de países en desarrollo que estén interesadas en poner en marcha
un programa de estudios sobre comercialización de tecnología, en el que se
utilicen ideas de las que hemos expuesto en el presente documento u otras
innovadoras que vayan en la misma línea. Aunque la Universidad de Baltimore no
dispone actualmente de fondos destinados al establecimiento formal de este tipo
de colaboración, podría asociarse con una o más universidades de países en
desarrollo, a fin de conseguir la adecuada financiación. Animamos a los miembros
del claustro de cualquier universidad de países en desarrollo a que estudien la
posibilidad de asistir a alguno de los cursos de comercialización de tecnología que
se imparten en la Universidad de Baltimore, normalmente cada semestre, ya sea
durante la totalidad el curso o en calidad de invitados durante un corto período. En
la actualidad, la Universidad de Baltimore no dispone de fondos para patrocinar
estas visitas.

El principal contacto en relación con el programa es el Dr. Lanny Herron, Robert


G., de la Merrick School of Business. Su dirección de correo electrónico es:
lherron@ubmail.ubalt.edu; su teléfono: 410-837-5069 y su dirección postal: Dr.
Lanny Herron, University of Baltimore School of Law, 1420 North Charles Street,
Baltimore, Maryland, EE.UU.

Apéndice A - A Decade of Experiential Entrepreneurship Education: Opportunities


in Commercializing Technology, Michael V. Laric, Ann Partrice Rinker y Lanny
Herron.

Apéndice B - Lab to Market - Opportunity Analysis Final Report Structure , Mgmt


762 verano de 2002.

Fin del documento (24 de octubre de 2002)

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