You are on page 1of 11

Microorganismos en alimentos.

Bacterias, virus, hongos o levaduras actúan de forma distinta, atacan a alimentos


diferentes y tienen una capacidad de infección desigual.
Los microorganismos son seres vivos
microscópicos capaces de desarrollarse y
multiplicarse en un medio que reúna las
condiciones adecuadas. Se hallan en el suelo,
en las plantas, en el aire, en los organismos
vivos o en el agua. Los alimentos constituyen
un medio idóneo porque les proveen de los
nutrientes y la humedad que necesitan para
crecer. La palabra "microorganismo" hace
referencia a su tamaño, que es microscópico y
exige el uso de instrumentos adecuados (microscopios) para observarlo.
Los microorganismos o microbios son demasiado pequeños para que se perciban
de forma clara a simple vista. Si un objeto tiene un diámetro inferior a 0,1mm, el
ojo humano no lo percibe. Incluso en un objeto 10 veces mayor se apreciarían
muy pocos detalles. Las bacterias son uno de estos seres microscópicos. La
mayoría prefiere vivir en medios templados, húmedos y que no sean demasiado
ácidos ni salados. Pero algunas viven en todo tipo de espacios.
Unas necesitan oxígeno (aerobias) y se desarrollan en la superficie de los
alimentos. Otras prefieren ambientes sin oxígeno (anaerobias) y se desarrollan en
el interior de latas o carne. También las hay que varían sus necesidades, en
función del entorno (con o sin oxígeno). Se diferencian, según su comportamiento
frente a las personas, en tres grupos:
La mayoría de las bacterias son inofensivas e incluso útiles porque originan los
sabores y aromas de ciertos alimentos: queso, yogur, embutidos, etc. También
forman parte de algunos órganos, como la flora del intestino que, además de
protegerlo, ayuda en sus funciones.
Otras son perjudiciales, provocan alteraciones en los alimentos y los hacen
inadecuados para su consumo: causan la putrefacción de carnes y pescados o
leche agria. Son las denominadas alterantes, que estropean el alimento y limitan,
con la ayuda de reacciones físico-químicas, la vida útil del producto.
Las patógenas, con capacidad para provocar enfermedades, constituyen un
pequeño grupo. Estos microorganismos no ocasionan alteraciones ni
transformaciones del alimento (aspecto, color y sabor normales), por lo que su
presencia es difícil de detectar. Se desarrollan a temperaturas templadas
(corporales) y, una vez dentro del organismo, se reproducen y generan infecciones
o elaboran toxinas. Algunas participan en ambos procesos, de ahí que se hable de
toxiinfecciones alimentarias.
Los mohos
Los hongos sí se aprecian sin necesidad de utilizar un microscopio. En el alimento,
forman una masa esponjosa que se extiende de forma rápida. Prefieren ambientes
templados y húmedos, pero son poco exigentes y muy adaptables, por lo que se
hallan en muchos alimentos, sobre todo, frutas, verduras, pan húmedo, quesos y
mermeladas abiertas. Como las bacterias, se diferencian, según su
comportamiento, en tres grupos:
Útiles: proporcionan sabores y aromas a ciertos quesos (roquefort, camembert).
Perjudiciales: alteran los alimentos (reblandecimiento y manchas algodonosas).
Patógenos: algunos crean sustancias tóxicas (micotoxinas) que pueden penetrar
en el alimento y dañar el organismo. Es el caso de las aflatoxinas producidas por
"Aspergillus flavus" en cereales y frutos secos almacenados en condiciones
inadecuadas con altas temperaturas y humedad.
Las levaduras, a pesar de ser hongos microscópicos, se detectan en muchos
casos por la formación de burbujas de CO2 y un ligero olor a alcohol. Necesitan
azúcar y humedad para sobrevivir, algunas resisten la ausencia de oxígeno y
concentraciones altas de sal. Se diferencian en dos grupos:
Útiles: agentes gasificantes en los procesos de fabricación de pan y cerveza o en
la producción de vino.
Perjudiciales: alteran productos ricos en azúcar (frutas, mermeladas y zumos), ya
que los fermentan y generan alcohol y gas. Alteran también encurtidos y zumos
ácidos.
Virus, los más pequeños
Otros microorganismos capaces de crear problemas de salud relacionados con los
alimentos son los virus. Son la forma más pequeña de vida y son tan simples, que
se adaptan a condiciones extremas, adoptan formas de vida latente capaces de
aguantar mucho tiempo hasta encontrar un entorno óptimo de desarrollo. Su
tamaño, entre 10-300 nanómetros (millonésima parte de un milímetro), les
convierte en "los hermanos pequeños" de las bacterias, de alrededor de 1
micrómetro, que equivale a 1.000 nanómetros.
Necesitan tejidos vivos para crecer y, por tanto, no tienen capacidad para
desarrollarse en los alimentos. Las temperaturas de almacenamiento no influyen,
pero pueden ser el medio de transporte hasta el cuerpo humano, como en el caso
de la hepatitis infecciosa. Se transmiten a través del agua y de moluscos
filtradores. Los virus son siempre patógenos, ya que son parásitos celulares.
Aunque menos frecuentes, algunas algas microscópicas contaminan los alimentos
y generan biotoxinas que se acumulan en los organismos marinos, sobre todo, por
ingestión del fitoplancton que las contiene. Es el caso de las temidas mareas rojas,
formadas por microalgas capaces de producir ácido domoico (DA), una potente
biotoxina que provoca trastornos gastrointestinales, neurológicos y, en casos
severos, la muerte.
Enterobacterias
Muchas partes del cuerpo humano contienen microorganismos (boca, nariz,
orejas, pelo, uñas, heridas e intestinos). A menudo, las bacterias que provocan
enfermedades son de origen intestinal, son las llamadas enterobacterias. Este
grupo congrega muchas de las bacterias más conocidas: salmonella, shigella,
yersinia y E.coli. Se multiplican en el intestino, a partir del cual recontaminan el
medio mediante las heces e infectan de nuevo en un ciclo fecal-oral. Elevados
recuentos de enterobacterias en alimentos o aguas indican fallos en el proceso de
producción o conservación, ya que estos microorganismos se eliminan con
tratamientos térmicos o de clorado.
La contaminación microbiológica por bacterias
es la causa más frecuente de problemas
sanitarios en alimentación. Es aquí donde la
actuación del manipulador tiene una
importancia decisiva. Las bacterias y, en
general, todos los microorganismos, pueden
estar presentes en el propio alimento crudo de
forma natural (carnes frescas, pescados y
mariscos, huevos, verduras...) o llegar hasta él
por contaminación cruzada (mediante contacto
directo o indirecto, a través de cuchillos o trapos de cocina), a partir del polvo,
tierra, animales y a través del manipulador.
Tipo de microorganismos en alimentos procesados
1. INTRODUCCIÓN
En general, los microorganismos se asocian con grupos particulares de alimentos.
Éstos pueden sobrevivir al tratamiento térmico requerido para el enlatado o bien
contaminar el alimento después de dicho tratamiento debido a suturas o fugas del
envase.
Cuando la contaminación es anterior al tratamiento, es posible predecir el
microorganismo responsable si se conocen bien la naturaleza del alimento y las
condiciones a las que se ha sometido dicho alimento. Sin embargo, los
microorganismos que se introducen por fugas pueden ser muy variados al igual
que la composición de los medios de enfriamiento.
Tabla. Clasificación de los alimentos según su acidez (Cameron y Esty, 1940) y
grupos de microorganismos causantes de alteraciones en alimentos enlatados.

upos según Rango de Grupos de


Microorganismos
grado de acidez pH alimento
Productos
cárnicos
Grupo 1: poco Productos
>5
ácidos marinos Aerobios esporulados
Leche Anaerobios esporulados
Hortalizas Levaduras, mohos y
Mezclas de carne bacterias no esporuladas
Grupo 2: 4,5 < pH < y vegetales
semiácidos 5,0 Sopas
Salsas
Tomates
Bacterias esporuladas
Peras
3,7 < pH < Bacterias no esporuladas
Grupo 3: ácidos Higos
4,5 Levaduras
Piña
Mohos
Otras frutas
Encurtidos
Grupo 4: muy
PH < 3,7 Pomelo
ácidos
Zumos cítricos

Según los requerimientos de calor los microorganismos pueden ser, de menor a


mayor exigencia: psicrófilos, mesófilos, termófilos y termodúricos, siendo los dos
últimos los que más interesan desde el punto de vista del tratamiento térmico. Los
termófilos son capaces de desarrollarse a elevadas temperaturas(55 ºC y más),
mientras que los termodúricos son capaces de resistir el efecto de las altas
temperaturas. Sin embargo, los organismos mesofílicos pueden ser termodúricos
debido a sus esporas, al igual que pueden serlo las esporas de las bacterias
termofílicas (Desrosier, 1987). A su vez, Cameron y Esty (1926) clasifican a los
organsmos termófilos en dos grupos: termófilos obligados (crecen a 55 ºC, pero no
a 37 ºC) y termófilos facultativos (crecen a 55 ºC y a 37 ºC).
Tipo de microorganismos en el aire
El aire puede convertirse en un entorno de dispersión y transporte de patógenos
hasta que llegan al alimento
Si bien cuando se habla de la transmisión de microorganismos patógenos a través
de los alimentos se hace especial hincapié en la importancia de la higiene de las
superficies, debe tenerse en cuenta también que hay otras vías de contaminación.
El aire, así como el suelo, es un medio, en la mayoría de los casos, hostil para los
microorganismos, pero ello no significa que no pueda convertirse en un entorno de
dispersión y transporte hasta que llegan al alimento. Virus o bacterias pueden
encontrar en el aire un vector hacia los alimentos.
Patógenos y aire

Las bacterias son una importante fuente de contaminación de alimentos. Virus,


hongos y parásitos también lo son. Los microorganismos pueden entrar en los
alimentos a través de distintas rutas. Muchos tipos se pueden hallar en el aire y el
polvo y pueden contaminar los alimentos en cualquier momento durante la
preparación y manipulación. La industria alimentaria lleva a cabo sistemas de
control específicos para evitar el riesgo microbiano procedente del ambiente. Para
ello, dispone de tecnologías de plasma, sistemas de nebulización en frío, ozono,
radiación o fotoionización para luchar contra la contaminación del aire.
Los microorganismos pueden hallarse en el aire y polvo y contaminar los
alimentos durante la preparación y manipulación
La mayoría de las bacterias prosperan en un ambiente cálido y húmedo, rico en
proteínas y bajo en ácido. Los microorganismos encuentran en el aire un óptimo
medio de dispersión y transporte, sobre todo a través de las corrientes de aire,
donde se mantienen suspendidos hasta que hallan un sustrato donde aposentarse
y multiplicarse.
En el ámbito industrial, para evitar que esto suceda, se aplican medidas de control
específicas, como la instalación de filtros de aire, que actúan de barrera de las
partículas de polvo y capturan y retienen los microbios. Además, es importante
contar con un diseño de las instalaciones adecuado. En este sentido, se habla
"salas limpias", un concepto que hace referencia al área en la que se controla la
concentración de partículas en el aire. Además de este control, se tienen en
cuenta factores como la humedad, la temperatura y la presión. En estas áreas se
trabaja en una atmósfera controlada con el fin de tener un rango específico de la
cantidad de partículas en el ambiente.
Otro recurso utilizado es el plasma frío, mediante el cual se eliminan posibles
patógenos del aire gracias a la dispersión de radicales de hidroxilo, unas
sustancias que se adhieren a la pared celular de las bacterias y las mata.
Tipo de microorganismos en el suelo
Microorganismos del suelo. La diversidad de microorganismos que se encuentran
en una fracción de suelo cumplen funciones determinantes en la transformación
de los componentes orgánicos e inorgánicos que se le incorporan. Esto permite
comprender su importancia en la nutrición de las plantas al efectuar procesos de
transformación hasta elementos que pueden ser asimilados por sus raíces. La
humificación de la materia orgánica es un proceso netamente microbiológico.
Microflora del suelo
La microflora del suelo está compuesta por
bacterias, actinomiceto, hongos, algas, virus
y protozoarios. Entre las funciones más
importantes que cumplen asociadamente en
los procesos de transformación están:
Suministro directo de nutrientes. Fijación de
nitrógeno.
Transformación de compuestos orgánicos
que la planta no puede tomar a formas
inorgánicas que si pueden ser asimiladas
(Mineralización). Ejemplo: Proteína hasta aminoácidos y a nitratos.
Solubilización de compuestos inorgánicos para facilitar la absorción por las
plantas. Ejemplo. Fosfato tricálcico a Fosfato monocálcico.
Cambios químicos en compuestos inorgánicos debido a procesos de oxidación y
reducción. Ejemplo. Oxidación del azufre mineral a sulfato.
Oxidación del nitrógeno amoniacal a nitrato.
Aumento del desarrollo radicular en la planta que mejora la asimilación de
nutrientes, la capacidad de campo y el desarrollo.
Reacciones antagónicas, parasitismo y control de fitopatógenos.
Mejoramiento de las propiedades físicas del suelo.
Microorganismos fijadores del nitrógeno simbiótico
Son la fuente primaria del suministro de nitrógeno a las plantas. Son fijadores del
nitrógeno atmosférico. Algunas bacterias, actinomicetos y algas verde azules
(cianofíceas) reducen el nitrógeno atmosférico a nitrógeno amoniacal y lo
incorporan al suelo. Entre los géneros de bacterias aerobias nitrofijadoras están
Azotobacter , Azospirillum, Beijerinckia, Derxia, Azomonas, y Oscillatoria.
La mayor actividad de las nitrofijadoras se alcanza con una humedad adecuada en
el suelo y con una fuente de carbono accesible como el material vegetal en
descomposición (pajas, socas o subproductos de cosecha). Por esto siempre
están acompañadas por bacterias celulolíticas. Necesitan de alcoholes, azúcares
o ácidos orgánicos que se los suministran otros microorganismos degradadores.
El desarrollo de las nitrofijadoras se estimula con las exudaciones que emite la
planta cuando se encuentra bien nutrida.

Las bacterias del género Azotobacter tienen movimiento y forman quistes cuando
encuentran condiciones difíciles. Pueden fijar 40 kilogramos de nitrógeno por
hectárea equivalente a 200 kilogramos de sulfato de amonio. Se han encontrado
en suelos ácidos (5.5 de pH) y alcalinos, pero prefieren los neutros.
Las bacterias del genero Azospirillum son móviles y crecen en suelos con pH
cercanos a neutro. En gramíneas actúan muy bien A. lipoferum y A. brasilense .
No solo están en la superficie de las raíces sino que las penetran e influyen en la
nutrición de las plantas. Además producen sustancias promotoras del crecimiento
vegetal.
Las bacterias del genero Clostridium pasterianum son anaerobias y se reproducen
por esporas cuando encuentran condiciones difíciles. Crecen en suelos anegados,
compactados y en sitios donde se dificulta la circulación de aire en el suelo.
Toleran una acidez alta (hasta 4) y fijan entre 3 y 10 miligramos de nitrógeno por
gramo de fuente de carbono consumido. Son importantes en suelos saturados de
agua como el cultivo del arroz donde suministran nitrógeno en el anegamiento.
Las algas realizan fotosíntesis y fijan al suelo entre 25 y 50 kilogramos de
nitrógeno por hectárea en un año. También agregan sustancias carbonadas al
suelo que estimulan el desarrollo de otros microorganismos. En cultivos de arroz
se comportan muy bien por la humedad, iluminación y temperatura adecuadas.
Las bacterias nitrofijadoras también actúan en las hojas de las plantas. Se
desarrollan poblaciones de las bacterias Pseudomonas, Azotobacter, Beijerinckia
y también del actinomiceto Streptomyces . A partir de las exudaciones foliares
estas forman nódulos en las hojas para fijar el nitrógeno, degradan los materiales
orgánicos que se depositan sobre ellas, producen enzimas de crecimiento para la
planta y segregan antibióticos que protegen las hojas de los ataques de los
fitopatógenos. Se han reportado fijaciones hasta de 100 kilogramos de nitrógeno
por hectárea.
Tipo de microorganismos en el agua
Los microorganismos son
organismos (como bacterias,
virus y protozoos) que son
demasiado pequeños para que
se puedan ver sin la ayuda de
un microscopio. Aunque la
mayoría son microorganismos
inofensivos, los hay también
“infecciosos”. Éstos se pueden
multiplicar en el cuerpo y
causar enfermedades o
dolencias.
Los microorganismos son
organismos (como bacterias, virus y protozoos) que son demasiado pequeños
para que se puedan ver sin la ayuda de un microscopio. Aunque la mayoría son
microorganismos inofensivos, los hay también “infecciosos”. Éstos se pueden
multiplicar en el cuerpo y causar enfermedades o dolencias.
En nuestro medio ambiente, hay niveles bajos de microorganismos infecciosos y
en pocas ocasiones provocan enfermedades en personas sanas. La ingestión de
agua contaminada es tan sólo una de las posibles fuentes de microorganismos
infecciosos. Otras fuentes son la ingestión de comida contaminada, el contacto
directo con excreciones de personas o animales infectados o la inhalación de aire
contaminado.
Desde que comenzó la desinfección química (como la cloración) del agua potable
en Estados Unidos en los primeros años del siglo XX, los brotes infecciosos
originados por agua potable contaminada en este país son escasos. Los pozos
privados suelen ser seguros, pero se pueden ver afectados por sistemas sépticos
próximos, excrementos de animales de granja u otros focos de contaminación. Los
pozos privados poco profundos y los que tienen revestimientos en mal estado,
están más expuestos a la contaminación.
El agua no tratada de ríos, lagos, estanques, fuentes o arroyos es más propensa a
contener niveles inseguros de microorganismos infecciosos y, por tanto, la
ingestión de la misma puede causar enfermedades.
¿QUÉ TIPOS DE MICROORGANISMOS EN EL AGUA POTABLE PUEDEN
CAUSAR ENFERMEDADES?
De los muchos microorganismos infecciosos que se encuentran en el medio
ambiente, en el agua se pueden hallar bacterias (como Shigella, Escherichia coli,
Vibrio y Salmonella), virus (como el virus Norwalk y rotavirus) y protozoos (como
Entamoeba, Giardia y Cryptosporidium). Estos microorganismos pueden provocar
síntomas como náuseas, vómitos, diarrea y calambres estomacales. En las
personas adultas con un buen estado de salud, estas enfermedades suelen ser
leves y duran poco tiempo. En bebés, niños, ancianos y personas con el sistema
inmunológico deprimido, pueden revestir mayor gravedad. Debido a su resistencia
a la desinfección, la Giardia y el Cryptosporidium son, en la actualidad, las causas
más frecuentes de enfermedades transmitidas por el agua en Estados Unidos.
Puede obtener más información sobre la Giardia y el Cryptosporidium en las
agencias incluidas en la lista de recursos al final de este folleto.
¿CÓMO CONTAMINAN LOS MICROORGANISMOS INFECCIOSOS EL AGUA
POTABLE?
Los microorganismos infecciosos pueden estar presentes en los excrementos de
personas y animales. Los pozos y demás fuentes de agua potable pueden resultar
contaminados por las aguas pluviales procedentes de carreteras, granjas y
explotaciones ganaderas, vertidos de plantas de tratamiento de aguas residuales o
vertidos de sistemas sépticos.
¿CÓMO SE GARANTIZA LA SEGURIDAD MICROBIOLÓGICA DEL
SUMINISTRO PÚBLICO DE AGUA?
Los sistemas públicos de agua emplean muchos métodos de tratamiento del agua
para suministrar un agua potable segura. El método de tratamiento más usado es
la desinfección con productos químicos de cloro. Para el agua potable procedente
de suministros en superficie (lagos, ríos o embalses), también se suele precisar la
filtración. Por ley, los proveedores públicos de agua deben efectuar tests rutinarios
en el agua potable por si hay contaminantes, incluidas las bacterias coliformes
totales. Aunque la mayoría de tipos de bacterias coliformes no es infecciosa,
muchas están presentes en la materia fecal (que es la fuente de la mayoría de los
microorganismos infecciosos que se transmiten por el agua). Si se hallan bacterias
coliformes, se realizan más tests para determinar si estas bacterias coliformes son
de origen fecal (coliformes fecales). Si los tests determinan que el agua contiene
este tipo de microorganismos, el proveedor público de agua debe notificar esta
situación a la población (TV, radio, periódicos, correo) y emprender acciones
correctivas inmediatas. En algunos casos, se dará un aviso a la ciudadanía con
instrucciones precisas sobre cómo hervir el agua.
Tipo de microorganismos en el cuerpo humano
Los Organismos que habitan en el cuerpo
humano son BACTERIAS, HONGOS y
MICROBIOS. Éstos habitan en todas partes
del cuerpo, ya que desde su nacimiento, el
ser humano convive con estos casi
invisibles, imperceptibles y
Algunos organismos son:
*Escherichia Coli
Bacterias Metanógenas
Estas son 2 bacterias que se las encuentra
en todos los sistema digestivos de los
mamíferos, benéficas.

Como cualquier ser vivo, los


microorganismos requieren de energía para
desarrollarse. Según la fuente energética
empleada, pueden ser fotótrofos (los que
utilizan la luz), quimiótrofos (los que emplean
procesos de oxidorreducción), litótrofos (los
que pueden usar un sustrato mineral),
organótrofos (los que aprovechan un sustrato orgánico) y quimioorganótrofos (los
que viven a expensas de la materia orgánica), entre varios más. Por otro lado, la
energía en un sustrato orgánico se libera por oxidación y si el aceptor final del
hidrógeno es el oxígeno, se trata entonces de un proceso de respiración y el
microorganismo es aerobio, esto es, requiere del aire; cuando el aceptor de
hidrógeno es otra sustancia, orgánica o inorgánica, los microorganismos son
anaerobios y se produce una fermentación. Además, si los microorganismos
precisan de factores de crecimiento, se llaman heterótrofos, y si pueden sintetizar
tales factores se denominan autótrofos. Puede haber más clasificaciones en
circunstancias más específicas, como es el caso de los capnéicos, que utilizan al
dióxido de carbono (CO2) como fuente principal de energía. Lo importante es
observar que hay tal diversidad de microorganismos que son muy pocos los lugares,
medios y ecosistemas donde no puedan vivir y desarrollarse, por lo que están casi
en todos lados.
Durante el crecimiento de las poblaciones microbianas suceden por lo general
cuatro fases: la de latencia, que depende del estado fisiológico de los
microorganismos; la exponencial, en la que la tasa de crecimiento es máxima; la
estacionaria, donde el crecimiento disminuye, lo que se atribuye al agotamiento de
nutrientes y a la posible producción de sustancias tóxicas, y, por último, la fase de
declinación, que se caracteriza porque los microorganismos mueren más
rápidamente de lo que se reproducen.

La microflora normal en el hombre


Como en la mayoría de los animales, en el organismo humano hay lugares que
normalmente se mantienen estériles y otros donde cohabitan, también
normalmente, una gran diversidad y una cantidad sorprendente de
microorganismos, aun en las personas más sanas. La sangre, el líquido
cefalorraquídeo, la médula ósea y las vías aéreas inferiores (bronquios y alvéolos),
entre muchos otros, carecen de microorganismos debido a los mecanismos de
defensa de un organismo saludable. Pero en la boca, faringe, intestinos, vagina,
oídos, piel, nariz o conjuntivas, y otros muchos espacios, residen diversos
microorganismos que conforman la flora normal del ser humano. Algunos de ellos
pueden provocar a veces diversas enfermedades infecciosas debido a un
desequilibrio interno o externo, como ya se dijo. Algunos de los microorganismos
más frecuentemente encontrados en los cultivos de las diferentes regiones del
cuerpo y que se consideran integrantes de la flora normal, son: Staphylococcus
epidermidis, S. aureus, Streptococcus mitis, S. salivaris, S. mutans, S. faecalis, S.
pneumoniae, S. pyogenes, Neisseriae, Veillonellae, bacterias coliformes como E.
coli, Proteus mirabilis, Pseudomonas aeruginosa, Haemophilus influenzae,
bacteroides, espiroquetas, lactobacilos, clostridios como Clostridium tetani,
corinebacterias, micobacterias, actinomicetos y micoplasmas.
No siempre es claro el porqué un cierto microorganismo causa a veces una
enfermedad y no lo hace en otras ocasiones. Por ejemplo, los géneros
Fusobacterium y Bacteroides son inofensivos si están en su hábitat normal, que es
el intestino grueso, pero provocan graves abscesos si alcanzan heridas en otras
partes del cuerpo. El Staphylococcus aureus también causa graves cuadros
infecciosos como invasor secundario después de una infección viral o cuando algún
antibiótico ha alterado el equilibrio de la flora normal.
Algunos microorganismos de la flora normal pueden provocar infecciones bajo
circunstancias especiales, como pueden ser: el Staphylococcus aureus en vías
nasales y piel, que provoca enfermedades nosocomiales e intoxicación por
alimentos; las especies de Peptostreptococcus en boca, heces y vagina provoca la
formación de abscesos y gangrena; las especies de Neisseriae en faringe, boca y
vías nasales provoca meningitis; las especies de Moraxella en vías nasales y vías
genitourinarias provoca conjuntivitis; las especies de Haemophilus en nasofaringe,
conjuntiva y vagina provoca laringotraqueobronquitis, meningitis, piartrosis,
conjuntivitis y problemas en las vías genitourinarias.

You might also like