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No es suficiente que se haga justicia, pues no se hace justicia hasta que se aprecia.
Anónimo
Prólogo
Este manual es el resultado de seis años de movilización y de adiestramiento en
gestión comunitaria del Programa de Gestión Comunitaria de Uganda, ejecutado
por el CNUAH (Hábitat), e implementado por la Dirección de Desarrollo Comunitario
del Gobierno de Uganda. No obstante, está diseñado para poder aplicarse en otros
países, por lo que no se enfatizan las situaciones específicamente ugandesas, y el
estilo de redacción se mantiene tan simple como es posible para facilitar su
traducción a lenguas vernáculas y locales de todo el mundo.
Se aprendieron muchas lecciones a lo largo de los años, algunas de los éxitos, otras
de los fracasos. Gracias a todas ellas, hemos apreciado la fuerza potencial y la
asombrosa flexibilidad de las comunidades. Lo que hemos podido comprobar es
que todas las comunidades, sin importar lo pobres que sean, tienen recursos
(muchos de los cuales están todavía por descubrir) que pueden revelarse, para que
ellos, y todo Uganda, pueda desarrollarse. Para revelar estos enormes recursos
nacionales, son necesarios la movilización y el adiestramiento para la gestión.
A lo largo del camino, todos los interesados tienen que saber qué tal funciona la
intervención (movilización y adiestramiento para la gestión). Los interesados son los
miembros de la comunidad, líderes, activistas sobre el terreno, coordinadores,
directivos, administradores y planificadores en los ámbitos local, regional y central.
Este manual, dirigido principalmente a los trabajadores en el terreno (y
recomendado a todos los demás involucrados), proporciona cierta guía, consejos,
sugerencias y recomendaciones para poner en marcha un necesario sistema de
supervisión, para que todos puedan conocer su evolución.
Phil Bartle, Consejero Técnico Jefe Laban Mbulamuko, Coordinador Nacional
Programa de Gestión Comunitaria de Uganda 1992-1998
Introducción
Este manual, complementario del «Manual para activistas» y del «Manual de
generación de riqueza», se centra en los aspectos de supervisión y evaluación del
fortalecimiento comunitario. Para complementar los otros dos manuales, este trata
en más detalle sobre el propósito y los métodos de supervisión desde el ámbito
comunitario hasta el nacional.
1. Principios de supervisión
Este capítulo explica qué es supervisión y qué propósito tiene.
Asegurar que todas las actividades se llevan a cabo adecuadamente, por las
personas apropiadas y a tiempo,
Una meta surge del problema que debe resolverse y señala el destino final de un
proyecto. Los objetivos son subconjuntos finitos de una meta, y deben ser
específicos para poder lograrse.
Listar todas las tareas requeridas para implementar un proyecto, Ordenar las tareas
en la forma en que se deben efectuar, Señalar la adjudicación de responsabilidades
a los ejecutores, y Indicar el calendario de cada actividad.
Poner por escrito las estructuras y estrategias ayuda en la supervisión del proyecto
porque especifican lo que se debe hacer durante su implementación. La
planificación debe indicar lo que debe supervisarse, quién debe supervisar, y cómo
debe llevarse a cabo la supervisión.
2.4. Implementación
Demuestra que:
3. Evaluación
La evaluación es diferente de la supervisión, pero se relacionan estrechamente.
La evaluación proporciona información sobre los que sucede con el proyecto. Esta
información se recaba durante las fases de planificación e implementación. La
información ayuda a descubrir si algo va mal en el proyecto. Así, la gestión puede
buscar soluciones para asegurar el éxito.
Para poder utilizar la información para tomar decisiones de gestión, hay que
gestionar la información (recabar, almacenar y analizar). Aunque la gestión de la
información (el proceso de recabar y almacenar información) y la información para
la gestión (la información necesaria para tomar decisiones documentadas) son
diferentes, se refuerzan mutuamente y no pueden separarse en las operaciones
diarias. Por tanto, la información para la gestión implica:
determinar la información que se necesita, recabar y analizar esta información,
almacenarla y recuperarla cuando se necesite, usarla, y difundirla.
6. Niveles de supervisión
Los interesados deberían llevar a cabo la supervisión en todos los niveles. No
obstante, cada nivel tiene objetivos, métodos, y por lo tanto, papeles específicos
para esta supervisión. Para que la supervisión sea efectiva, hace falta un
mecanismo que recoja las reacciones de todos los involucrados en todos los niveles
(comunidad, región, país y donantes).
Diseñar un plan de trabajo que guíe la supervisión del proyecto. El plan de trabajo
debe especificar las actividades en el orden en que deben ejecutarse y las personas
que las ejecutarán. Esto ayuda a los supervisores a conocer las actividades que se
tienen que llevar a cabo y por quién, en un periodo de tiempo dado. Si las
actividades no se ejecutan, los supervisores ayudan a reconducir el proceso y
descubrir soluciones.
Determinar las actividades principales del plan de trabajo. Aunque todas las
actividades del plan de trabajo son necesarias y deben supervisarse, es útil
identificar las actividades principales, en las que se basarán los objetivos e
indicadores. Por ejemplo, si las actividades preparatorias de la construcción de una
escuela incluyen la movilización comunitaria, el suministro de herramientas de una
aldea vecina, la excavación del suelo, y la obtención de agua para elaborar ladrillos,
la actividad principal que englobe a todas estas subactividades puede ser la
elaboración de ladrillos.
Determinar los indicadores para cada objetivo de una actividad. Los indicadores
ayudan al equipo de supervisión a averiguar hasta qué punto se han alcanzado los
objetivos de cada actividad. En nuestro ejemplo, un indicador puede ser el número
de ladrillos hechos y.La comparación de lo que se hace con lo que se planeó debe
hacerse en el proceso de comprobación de que el proyecto responde al calendario
fijado y a su planificación. Los supervisores deben observar los indicadores para
medir el punto de consecución de los objetivos. Esto implica comprobar la calidad
del trabajo para asegurarse de que es buena. El equipo de supervisión puede tener
necesidad de un experto, como un artesano local o un técnico ministerial para
determinar la calidad del proyecto (si se trata de una construcción).
Cada vez que se efectúa una visita de supervisión, debe escribirse un informe de
los descubrimientos. Se puede utilizar un formulario anexo o acordar otra forma de
elaborar el informe que refleje las observaciones en relación con el plan de trabajo.
Las observaciones que se desprenden de las visitas de supervisión deben discutirse
con otros miembros del comité de implementación. Los equipos de supervisión e
implementación deben utilizar la información obtenida para detectar y resolver los
problemas que surjan en el proyecto.
Por tanto, los objetivos son: apoyar la mejora en la realización del proyecto y medir
la aplicabilidad de la forma en la que el proyecto fue diseñado en relación al
fortalecimiento comunitario. Los métodos para supervisar que pueden adoptarse en
este ámbito incluyen (a) supervisión de rutina y (b) apoyo cualitativo.
Supervisión de rutina y apoyo cualitativo: requiere que el Coordinador Regional del
Proyecto, el Asistente de Desarrollo Comunitario, otros técnicos y políticos
regionales y provinciales visiten la ubicación del proyecto para determinar lo que se
hace en relación a lo que se planeó. En la ubicación del proyecto deben archivarse
copias del plan de trabajo y de los informes de la supervisión comunitaria. Esto
ayudará a quien lo desee a comparar el progreso real con el plan de trabajo, y a leer
los comentarios del equipo de supervisión sin necesidad de hablar con ellos, que
pueden ser difíciles de encontrar en un momento determinado.
Los puntos principales que hay que observar durante la supervisión rutinaria
provincial y comarcal son:
Los métodos para supervisar en este ámbito son: (a) supervisión de rutina, (b)
investigación de las acciones y estudios cualitativos y (c) seguimientos.
7. Informes
Los informes constituyen una actividad principal en la supervisión del proyecto. Es
la forma en la que la información sobre el proceso y los resultados de las
actividades, y no sólo estas actividades, se intercambia entre los interesados en el
proyecto. Ver también Redacción de informes. En el caso del proyecto de
construcción de una escuela, los informes no se limitan a mencionar el número de
veces que la comunidad se reúne para fabricar ladrillos y levantar los muros del
edificio, sino que también habla del proceso a través del que se ha conseguido todo
esto.
Las ventajas de los informes escritos son: Proporcionan información fiable para
propósitos de gestión (los informes escritos pueden compararse más adelante con
otra información para comprobar su exactitud), Ayudan a obtener información de los
técnicos, y Los informes escritos son fáciles de manejar.
Los inconvenientes de los informes escritos son: Se ignora sistemáticamente el
poner por escrito las observaciones de la supervisión diaria, y La redacción de
informes consume mucho tiempo y dinero.
Ámbito comunitario:
Comités de proyecto:
Ayuntamientos y municipalidades:
Oficina nacional: