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Hermenéutica y feminismo.

Por qué es interdisciplinaria la


teoría de género

Estela Serret *

T
anto el pensamiento feminista en sentido res-
tringido como los llamados estudios de género
tienen una historia relativamente breve si los
consideramos como parte de la vida académica univer-
sitaria.
Estrechamente ligados a la práctica política, los
estudios sobre la condición subordinada de la mujer
en la sociedad y sus múltiples secuelas, comenzaron a
producirse como ensayos independientes fuera del ám-
bito universitario, y su inclusión en el espacio académico
ha sido tortuosa y accidentada.
En parte, las dificultades con que se ha enfrenta-
do la que simplemente llamaremos reflexión feminista,
para legitimar su presencia en esos medios, son de
orden llanamente político-ideológico. Es decir, los es-
tudios sobre las mujeres —o sobre las relaciones entre
hombres y mujeres— han sorteado en la academia los
mismos problemas que las mujeres en la sociedad: ca-
rencia de prestigio y subvaloración.

IZTAPALAPA 45 * Profesora investigadora del Departamento de Sociología


enero-junio de 1999 de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Az-
pp. 17-26 capotzalco.
Estela Serret

Este fenómeno, que ha sido objeto de una índole distinta a la utopía


ya de diversos análisis, puede consi- unificadora que criticara —entre
derarse como una causa extrínseca de otros— Gastón Bachelard (1981).
la discriminación que sufre la reflexión 2) Señalar en qué sentido pensa-
feminista, porque no depende de la ca- mos que la reflexión feminista es
lidad, rigor, seriedad o cualquier otra un ejercicio hermenéutico pecu-
característica propia, sino de las carac- liar que tiene, como tal, ciertas
terísticas de quienes emiten el juicio. implicaciones epistemológicas.
Pero hay otro elemento, éste interno, 3) Recordar por qué la ética y la
que a menudo ha sido invocado por sus política son elementos indiscer-
detractores para deslegitimar la naturale- nibles de la reflexión feminis-
za y los alcances de la reflexión feminista, ta, con independencia del campo
y que incluso ha sido motivo de polémica disciplinario en que se produz-
entre las/os académicas/os que la ejer- ca, y defender, en consecuencia,
cen, y es la interdisciplinariedad. la referencia a ambos contenidos
tanto en la investigación como en
A pesar de que la reflexión feminista
la práctica docente relativas al
ha luchado por abrirse paso en la aca-
tema de las relaciones entre los
demia desde el interior de diversas disci-
géneros.
plinas, pocas veces ha sido considerada
simplemente como un tema más de es-
pecialización dentro de cada una, y más
II
frecuentemente se piensa y se le piensa
como un tema que quiere fundarse en
Lo que conocemos hoy como teoría fe-
la interdisciplinariedad.
minista tiene sus antecedentes en la re-
Y, como es sabido, si bien las pro-
flexión de corte ético que, a partir del
puestas de integración disciplinaria siglo XVIII, pone de manifiesto las tensio-
estuvieron de moda entre algunos sec- nes y paradojas internas al pensamien-
tores hace unas décadas, existen múl- to ilustrado cuando éste aborda el tema
tiples argumentos sólidos y fundados de la mujer.
en contra de la apuesta, más bien ideo- En efecto, el proyecto de la Ilustra-
lógica, por la unidad del lenguaje cien- ción se construyó en torno a la prome-
tífico. sa de que la razón, naciente criterio de
En este documento nos proponemos legitimación teórica y científica, habría
un acercamiento inicial a los siguientes también de iluminar la coexistencia
objetivos: social entre los seres humanos, po-
niendo felicidad y armonía donde la su-
l) Mostrar que la interdisciplinarie- perstición y el dogma habían colocado
dad en la reflexión feminista es conflicto y opresión.

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Hermenéutica y femenismo. Por qué es interdisciplinaria la teoría de género

La razón, que se erigió así en punta genes sociales del ser mujer, intentar
de lanza para el avasallamiento del un ejercicio prospectivo que nos reve-
antiguo régimen y la edificación del nue- le en el corto y mediano plazo las ten-
vo orden, devino un concepto complejo, dencias que seguirá la configuración de
que designaba tanto un tipo de cono- las identidades de las mujeres, nos pa-
cimiento referido a leyes naturales —y rece que, sin duda, habría que atender
no trascendentes— como un criterio de al efecto que sobre este imaginario han
legitimidad política que supone que producido y producirán algunos con-
todo orden y toda norma social han sido ceptos claves de la modernidad, como
creados para el máximo beneficio de los de justicia, sujeto e igualdad, que
quienes integran la comunidad. En podrían ser contrastados con conceptos
terminología filosófica se utilizaron los sociales equivalentes en el orden tra-
conceptos razón pura y razón práctica dicional, y observar el efecto que pro-
para designar ese doble ámbito de ma- ducen sobre el imaginario femenino.
nifestación de la entonces pensada como Estos tres conceptos conforman el
cualidad definitoria de los seres huma- basamento sobre el que se erige el pro-
nos en un sentido inmanente. yecto ilustrado que ha servido como
La promesa de felicidad social anti- carta de identidad de lo moderno: el dis-
cipada por el triunfo de la razón práctica curso teórico, político e ideológico que
estaba basada en dos supuestos estre- se organiza en torno a esta trinidad no
chamente relacionados: l) La igualdad sólo fue la punta de lanza que logró
natural entre los seres humanos, dedu- resquebrajar los principios de legiti-
cida precisamente de su carácter de midad del antiguo régimen, sino que ha
entes racionales; 2) la necesidad de legi- servido de fundamento para el entra-
timar, mediante un argumento racional, mado simbólico que todavía hoy impri-
la desigualdad social —es decir, no na- me su sello distintivo a las sociedades
tural sino artificialmente creada por el modernas.
hombre— traducida en la existencia de La promesa ilustrada, elaborada en
un cierto orden político, probando que estos términos, implicaba pues no sólo
su creación reporta beneficios especí- una refundamentación de la política,
ficos a los individuos afectados por ella. sino también de la ética.
Esta concepción ilustrada, como se El concepto tradicional de justi-
ve, descansa en una triada de conceptos cia, imperante en todo orden premo-
creados ad hoc que constituirán las ba- derno, fundamenta las normas y los
ses del pensamiento filosófico, político valores éticos en un principio trascen-
y social de la modernidad, y que son dente y, en consecuencia, incuestio-
sujeto, igualdad y razón. nado, que puede ser un dios (o varios
Si quisiéramos, a partir de esos po- dioses), una fuerza o una filosofía su-
cos destellos de innovación en las imá- prahumanas.

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En contraste, el pensamiento mo- Luces, como una crítica a estas contra-


derno se enfrenta al reto de fundar la dicciones mostrando cómo, sin justi-
justicia en un principio inmanente al ficación racional alguna, se pretendía
ser humano, es decir, en la razón. medir a las mujeres con una vara de
Pero la tarea no es fácil. Mientras igualdad distinta a la que se usaba para
una fundamentación trascendente es- medir a los hombres.
capa con relativa facilidad a la crítica y Aunque son muchas las mujeres
es aceptablemente clara, la idea de una que, desde su quehacer como cien-
justicia racional se enfrenta de entrada tíficas, literatas, artistas, filósofas o
con el problema de decidir qué es lo ra- políticas, dan voz y forma a esta crítica
cional y quiénes son los sujetos racio- inicial, el feminismo marca como pun-
nales. to de partida la obra de Mary Wolls-
En la medida en que la filosofía tonecraft quien, en su texto de 1792
política ilustrada procuraba dibujar las Vindication of the Wrigths of Women,
características menudas del orden so- condensa y estructura ese creciente
cial, se evidenciaban los límites del su- reclamo intelectual y social, poniendo
puesto universalismo que predicaban de manifiesto las fallas internas del
sus principios generales pues, para aca- discurso de los ilustrados cuando se
bar pronto, no cualquier persona pare- abocaban a pensar en las mujeres.
cía digna de aspirar a ser designada por Wollstonecraft (l993) analiza, entre
la categoría de sujeto. otros, los textos de Rousseau, particu-
Las exclusiones, en realidad, tra- larmente el Emilio, y va mostrando paso
zaban un abanico muy amplio, que iba a paso que el criterio de excepción apli-
desde los no propietarios hasta los ex- cado por el autor a las mujeres, sin otro
tranjeros, pasando por los no blancos fundamento que sus propios prejuicios,
y los no cristianos, pero todas ellas par- socava los cimientos de su argumento
tían de una primera exclusión que res- general. Rousseau, como el resto de los
taba de la cualidad de sujeto racional ilustrados, se traiciona a sí mismo
a más de la mitad del género humano: cuando hace descansar su filosofía
las mujeres. política en una definición del ser hu-
No es este el espacio para explicar mano como ente racional, y luego, sin
cómo el iluminismo elaboró tal segre- explicar cómo es esto posible en dos
gación, pero es indispensable seña- partes de la misma especie que, por
lar que, del modo que fuese, implicaba lógica, debieran compartir al menos su
una fuerte tensión interna a sus plan- cualidad esencial, descalifica la racio-
teamientos políticos y a sus propues- nalidad de las mujeres y las condena,
tas éticas. consecuentemente, a la subordinación
La reflexión feminista moderna se y el sometimiento que no admite para
inaugura pues, en el propio Siglo de las ningún hombre.

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Hermenéutica y femenismo. Por qué es interdisciplinaria la teoría de género

Lo que Mary Wollstonecraft y otras En segundo lugar porque, habiendo


(cf. Condorcet et al., 1993) hacen desde reformulado el concepto tradicional de
el interior de la filosofía política, muchas naturaleza, para fines de la definición
más mujeres lo realizan en el campo del orden político, como racionalmente
de la política militante. Particularmente creado, ese espacio adquiere, por lo ge-
en el marco de la Revolución France- neral, la connotación positiva de reino
sa (movimiento claramente influido por de la igualdad originaria y, sin embargo,
el pensamiento ilustrado), un gran cuando se trata de caracterizar a las
número de mujeres luchó y murió por mujeres se les asocia con una natura-
denunciar y corregir esa inconsecuen- leza diferente: en este caso no el reino
cia que se traducía en los programas de la igualdad sino el de la necesidad.
políticos revolucionarios. En síntesis, este discurso edifica una
De este modo, el feminismo cuestiona ética fallida, entre otras cosas, porque
al pensamiento ilustrado en sus propios fracasa en su promesa de no trans-
términos: se le juzga por inconsisten- formar las peculiaridades humanas
cia, para lo cual se procede a realizar en fundamentos para la dominación,
una exégesis del sentido explícito de la construyendo un concepto que igualase
justicia moderna y sus principios de le- —sólo en su nivel más abstracto— a
gitimación que permitirá mostrar lo ina- las personas por el único hecho de ser
decuado de su planteamiento cuando entes racionales. En contra de este pro-
se trata de las mujeres. pósito, el pensamiento ilustrado y post-
Este ejercicio teórico, que podríamos ilustrado reconstruye a las mujeres
llamar de hermenéutica crítica femi- desde una pareja conceptual de excep-
nista, muestra que cuando el discurso ción: la idea anómala de naturaleza y
moderno se enfrenta con la necesidad la condición marginal de sujeto.
de legitimar la subordinación de las El pensamiento feminista parte en-
mujeres, reintroduce por la ventana tonces de un doble ejercicio: proble-
todos los esquemas de pensamiento tra- matizar la subordinación social de las
dicional que había expulsado previa- mujeres y denunciar la inconsistencia
mente por la puerta. del discurso ilustrado.
En primer lugar, porque no concibe En esta operación el feminismo no
a la desigualdad entre los sexos como se distancia de los supuestos ilustra-
producto de un acuerdo racional que per- dos sino que, reconociéndose fundado
seguiría ciertos objetivos sino que, ha- por ellos, los lleva hasta sus últimas
biendo planteado la igualdad natural consecuencias.
entre los seres humanos, presume que Haciendo frente a los pensadores
las mujeres son inferiores como género y los políticos que portaban el blasón
precisamente en virtud de sus carac- de la modernidad con sus propios ar-
terísticas biológicas. gumentos, ese primer feminismo los

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acusa de ser inconsecuentes con la éti- muchas explicaciones científicas, la


ca racional que ellos mismos defen- mayoría de las cuales siguen buscan-
dieron. do en última instancia legitimar ese
El feminismo teórico trabajó sobre estatuto.
el texto tejido por el discurso ilustrado, Sin embargo, teorías como el mar-
en un ejercicio hermenéutico que recon- xismo, que están ligadas a una críti-
figura su sentido profundo al desen- ca política radical, se ven obligadas a
redar los nudos formados por las con- pensar en otros términos la desigual-
tradicciones lógicas, éticas y políticas. dad entre los géneros, en la que encuen-
No obstante, el trabajo de crítica e tran un símil de la desigualdad social.
interpretación éticas topó progresi- El feminismo transita así por la in-
vamente con la sofisticación en el ar- terpretación de las tesis socialistas y
gumento patriarcal que se empeñaba marxistas que ofrecen una explica-
en defender la legitimidad de la exclu- ción del origen de la desigualdad entre
sión de las mujeres del universo de la géneros que intenta escapar a la lógica
sujetividad argumentando que ellas de la naturaleza e ingresar en la lógi-
ocupaban apenas una categoría de me- ca del poder.
diación que las relegaba al espacio pre- Sin embargo, como muestra la crí-
subjetivo y prepolítico. tica feminista, este intento de explica-
La reflexión feminista debió atacar ción carece de información histórica y
el núcleo de este argumento de viejo aventura tesis antropológicas basa-
cuño pero vestido con nuevos ropa- das en datos erróneos.
jes “cientificistas” y que, en última ins- A partir de esta experiencia, el femi-
tancia, se reduce a la equiparación de nismo recupera del marxismo la lógi-
“mujer” y “naturaleza”. Los esfuerzos se ca que le permite ubicar a la subor-
encaminan cada vez más a mostrar el dinación femenina en una estructura
carácter sofístico de tal identificación. de poder y preguntarse por los orígenes
Asimismo, en la medida que el pen- y los fundamentos de la desigual-
samiento moderno traslada la reflexión dad sexual, marginando categórica-
política de la filosofía a las ciencias mente toda explicación biologicista.
sociales, la hermenéutica feminista des- La reflexión feminista no se plantea
plaza su crítica progresivamente de la en principio como una teoría sino como
dimensión ética a la explicativa. una perspectiva crítica que devela un
Hacia finales del siglo XIX la teoría problema siempre presente pero siempre
social se hace cargo de tratar la desi- oculto. Emprende así una labor exegé-
gualdad entre los sexos con otras ba- tica que recupera ciertas lógicas y su-
ses aunque, en general, no con otros puestos teóricos desde una clave femi-
resultados. La situación de subordina- nista: que desconfía de los diagnósticos
ción de las mujeres encuentra ahora usuales, patentes o implícitos, sobre la

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situación de la mujer y que rediagnosti- Una respuesta plausible sería que


ca las relaciones entre los géneros par- el feminismo sólo es una posición po-
tiendo del dato de que son relaciones lítica desde la cual se realiza un ejercicio
de poder. teórico: filosófico, científico o humanís-
A partir de esta experiencia, y con tico, pero que no constituye en sí mismo
esas nuevas necesidades planteadas, el una teoría.
feminismo incursiona en las más diver- En un cierto sentido creemos que
sas disciplinas: la filosofía, la antropo- esto es verdad, pues el feminismo cons-
logía, la economía, la historia, la so- truye supuestos desde ciertos desa-
ciología, la psicología y el psicoanálisis, rrollos teóricos previos, y aunque los
la literatura..., sin contar con la me- transforma sigue hablando desde todos
dicina, la biología, la genética y un sin- ellos.
número de campos dentro de los cuales Sin embargo, en otro sentido, el fe-
realiza una labor interpretativa que ha minismo es más que una orientación
tenido por objeto a la vez utilizar y cues- política previa al análisis como otra
tionar las bases epistemológicas y meto- cualquiera, por varias razones.
En primer lugar, porque la mira-
dológicas de aquellas disciplinas en sus
da con la cual trabaja los supuestos
diversas corrientes en la construcción de
teórico-metodológicos de una cierta dis-
sus propios problemas.
ciplina es siempre de un tipo que sub-
Como vimos, el problema del femi-
vierte no sólo las implicaciones políticas
nismo ha ensanchado su enfoque hasta
originales, sino también las propias con-
abarcar preguntas éticas, explicati-
cepciones epistemológicas.
vas y descriptivas, con acercamientos
Como antes señalamos, la perspec-
más teóricos o más analíticos, sobre la
tiva feminista es siempre hermenéutica
subordinación femenina.1
y crítica y, como sabemos, toda labor
Cada vez que, incursionando en un
interpretativa transforma por definición
nuevo terreno teórico o doctrinario, el el sentido de lo dicho: incluso su sentido
feminismo ha intentado responder a profundo.
sus preguntas, se ha visto que sus orí- En segundo lugar, una teoría tam-
genes2 y fundamentos son tan com- bién se define por el acotamiento de un
plejos como la génesis misma de la hu- objeto de estudio —en el caso de las teo-
manidad y la cultura. Su demanda de rías científicas— o de un núcleo proble-
respuestas se ha diversificado en con- mático —en el caso de las teorías filosó-
secuencia y ha debido plantearse desde ficas o humanísticas—, y el feminismo
las diferentes disciplinas antes alu- sin duda ha construido ambos. Aunque
didas. ciertamente lo ha hecho de un modo
Pero entonces, ¿cuál es el estatu- peculiar, que podríamos denominar, en
to de la reflexión feminista? principio, interdisciplinario radical.

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En este caso la interdisciplinarie- Esta perspectiva atraviesa en efecto


dad no se produce en el sentido de un las diversas disciplinas, pero no para
espíritu unificador que pretende homo- unificarlas, sino para mostrar al interior
geneizar lenguajes y métodos para acer- de cada una de ellas cómo, en cada pro-
car la teoría a un “conocimiento total”. blema relativo a lo humano o a lo social,
En otras palabras, el feminismo no se encuentra la desigualdad entre los
se concibe como un metalenguaje que, géneros desempeñando un curioso pa-
colocándose por encima de los lengua- pel: a la vez protagónico e ignorado.
jes disciplinarios, introdujese la unidad En este sentido, la reflexión feminis-
en la diversidad. ta implica ciertamente, en cualquier
Y esto se debe a que no es propia- campo que se produzca, una propuesta
mente un lenguaje. Tampoco es un mé- epistemológica, por cuanto muestra que
todo o una disciplina sino, ya se dijo, ninguna forma de conocimiento3 puede
una perspectiva crítica y una actitud ser realmente ajena a tal problemática.
hermenéutica basadas en el devela- Pensar al feminismo académico en
miento de un hecho específico: la su- esta forma, como una perspectiva críti-
bordinación de la mujer. ca, como una labor exegética, como una

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propuesta epistemológica implica, a la dido por estudiantes provenientes de di-


vez, asumir que en cualquier campo que versas disciplinas. Pero esta labor, sea
se produzca mantendrá su referencia cual sea el área de interés específico,
a los dos contenidos que han operado se facilita enormemente si se plantea en
como sus motores: la ética y la política. primer término el problema ético po-
Porque detrás de toda incursión fe- lítico del feminismo como elemento que
minista en la investigación y la docencia atribuye su sentido a cualquier inves-
se encuentra un reclamo a la incon- tigación realizada con esta perspectiva.
gruencia de la modernidad como pro- Por lo demás, las investigaciones
yecto ético político consigo misma. Con feministas sobre ética han recobrado
independencia de si en ese reclamo se centralidad frente a los niveles expli-
reivindican los principios racionalistas cativo y descriptivo, ante los profundos
igualitarios del pensamiento ilustrado cambios en las identidades y las rela-
o bien se toma postura contra ellos. ciones de poder producto de la posmo-
En este sentido, por más que la refle- dernidad.
xión feminista haya privilegiado los ca-
minos de la explicación sobre el de la
normatividad, parece indispensable asu- NOTAS
mir el compromiso ético y político que
1
le ha permitido plantear sus problemas Que puede plantearse también como
el problema de las relaciones de poder
y acotar sus ámbitos de intervención. (o de desigualdad) entre los géneros.
Esta propuesta no debe pensarse 2
Cuando hablo de orígenes me refiero a
como un llamado simplista a la politi- los de tipo lógico no necesariamente
histórico, pues, como se ha demostrado
zación del trabajo académico feminista:
repetidas veces, la pregunta por estos
por el contrario, creo que ambos ejer- últimos plantea un falso problema.
3
cicios deben deslindarse con la mayor Incluso en los campos de conocimiento
que se suponen alejados de lo humano
precisión posible. En cambio, me parece
y lo social, pues, además de que cuan-
claro que, si se admite el carácter funda- to conocemos influye en las relaciones
mentalmente interpretativo y crítico de humanas, está pensado desde estruc-
turas conceptuales atravesadas por la
esta labor, la postura política y la crítica
desigualdad genérica.
a las nociones imperantes de justicia
que constituyen el fundamento lógico
del feminismo deben tenerse siempre BIBLIOGRAFÍA
presentes.
El trabajo docente en este terreno, Alcoff, L. y E. Potter
precisamente por ser interdisciplina- 1993 Feminist Epistemologies, Rou-
rio, presenta con frecuencia dificultades tledge, Nueva York.
Bachelard, G.
para la transmisión de conocimientos 1981 El nuevo espíritu científico, Nueva
en un lenguaje que pueda ser compren- Imagen, México.

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Estela Serret

Condorcet, et al. radigm, Tavistock, Londres y


1993 La Ilustración olvidada. La polé- Nueva York.
mica de los sexos en el siglo XVIII, Von Wright, G.H.
edición de Alicia Puleo, presenta- 1979 Explicación y comprensión, Alian-
ción de Celia Amorós, Anthropos, za Universidad, Madrid.
Barcelona. Wollstonecraft, M.
Van Parijs, P. 1992 Vindication of the Wrigths of Wo-
1981 Evolutionary Explanation in the men, University of Toronto Press,
Social Sciences. An Emerging Pa- Toronto.

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