La teología fundamental es una disciplina relativamente nueva que surgió en el siglo XIX como una nueva orientación de la apologética para responder a los avances filosóficos e históricos. El origen real de la teología fundamental es la necesidad natural del creyente por entender racionalmente lo que cree. El objeto de la teología fundamental es la revelación divina de Dios hecha al hombre, la cual ilumina el ser humano y es creíble porque responde al sentido de la vida.
La teología fundamental es una disciplina relativamente nueva que surgió en el siglo XIX como una nueva orientación de la apologética para responder a los avances filosóficos e históricos. El origen real de la teología fundamental es la necesidad natural del creyente por entender racionalmente lo que cree. El objeto de la teología fundamental es la revelación divina de Dios hecha al hombre, la cual ilumina el ser humano y es creíble porque responde al sentido de la vida.
La teología fundamental es una disciplina relativamente nueva que surgió en el siglo XIX como una nueva orientación de la apologética para responder a los avances filosóficos e históricos. El origen real de la teología fundamental es la necesidad natural del creyente por entender racionalmente lo que cree. El objeto de la teología fundamental es la revelación divina de Dios hecha al hombre, la cual ilumina el ser humano y es creíble porque responde al sentido de la vida.
TEOLOGÍA I TEOLOGÍA FUNDAMENTAL KEVIN ARTURO OZETA MUÑOZ SÍNTESIS NATURALEZA DE LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL
La disciplina de la teología fundamental es relativamente reciente. Se puede hablar entonces
de dos orígenes de la apologética teológica; el real y el histórico. En cuanto al origen real de la teología fundamental nos referimos a la condición de la persona por cuestionar las cosas. El creyente siente la necesidad de plantearse la cuestión sobre su ser, existencia y por su situación de creyente, es decir, el hombre de fe se interroga por el significado de la revelación y de cómo esta afecta directamente en su existencia, en su espíritu. Por lo tanto, el surgimiento real de la teología fundamental es una actitud espontanea y necesaria del creyente que busca entender, de manera científica y sistematizada, aquello en lo que cree; fides quaerens intellectum. Ahora bien, el origen histórico de esta disciplina lo podemos encontrar alrededor del siglo XIX a partir de la apologética, pues la teología fundamental viene, no solo a cambiar el nombre de esta rama de la teología, sino que llegó a darle plenitud y una nueva orientación a la tarea que la apologética tenía en su tiempo, respondiendo a las necesidades de la nueva cultura y el avance de la humanidad. ¿Cuál fe el motivo del cambio de rumbo de la apologética hacia la teología fundamental? La apologética afrontaba la situación del mundo, en cuanto a la defensa de la fe, de una manera estructurada e impositiva en la que establecía por medio de pruebas racionales la revelación divina de Dios. Sin embargo, era necesario, por el avance en el pensamiento del hombre, cambiar la manera en que era argumentada esta revelación divina al mundo, puesto que el pensamiento del hombre se apoyaba ahora sobre discursos filosóficos e histórico con los cuales la apologética, con su esquematización y manuales estructurados, ya no podía afrontar; era necesaria una nueva orientación que respondiera a las impugnaciones filosóficas e históricas. Entonces ¿cuál es el objeto de la teología fundamental y el nuevo método que aporta? El objeto es la revelación de Dios hecha para el hombre. Sin embargo, para identificar la revelación como algo divino es necesario mostrar su origen divino y humano; la credibilidad, la cual hace entender que la revelación no se entiende a la luz de la razón, pero que existe para ser recibida por el hombre. Ahora bien, la revelación parte de la iniciativa libre de Dios de querer salir al encuentro del hombre para salvarlo y es imposible hablar de ella si se prescinde de la persona de Jesucristo, pues por ella está constituida. La revelación ilumina el ser del hombre y se corresponde con la forma del espíritu humano, de tal manera que el hombre, al momento de darse la revelación, la puede reflexionar, pensarla e integrarla como conocimiento de fe. Así mismo, la revelación se presenta como creíble, es decir, que responde a la respuesta del sentido de la vida, por ello es digna de ser creída.
Casale Rolle, Carlos Ignacio - Hermenéutica Teológica Como Ontología Escatológica A La Luz de La Historia de Las Religiones Según Wolfhart Pannenberg PDF