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TECNICATURA EN POLÍTICA, GESTIÓN Y COMUNICACIÓN

Asignatura

ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

TRABAJO PRÁCTICO Nº2

Autor: Adrián Escandell

DOCENTE: FERNANDO CUADERNO

UNIVERSIDAD DE NACIONAL DE AVELLANEDA

AÑO: 2017

1
EL ORIGEN

Antes de referirme a los que los autores que son objeto de este trabajo, quisiera hacer una
salvedad para vincular ambos textos o mejor dicho las temáticas que trabajan ambos autores a una
situación de constitución del estado nación argentino.

Como bien señala Manzanal y también discurre Cao, luego de sus respectivos análisis y
contraste de datos, existe una ambivalencia entre los fundamentos en los que se basaron los
procesos de descentralización de descentralización de la administración pública que se llevaron a
cabo en las décadas del 70 y del 90 y las condiciones empíricas y materiales en las que estos
proceso se llevaron a cabo.

La conclusión que pone de manifiesto Manzanal es que el proceso de descentralización se


constituyó fácticamente en una herramienta más de vehiculización de las políticas de ajuste feroz en
pos de la reducción del déficit y el equilibrio fiscal requerido por los organismos multilaterales de
crédito.

Ahora bien, este vector económico creo que puede concebirse como una constante en el
proceso de formación no sólo de la administración pública sino de la propia nación.

La preexistencia de provincias ya consolidadas en la conformación físico-política de la


nación, las luchas internas por la prevalencia de un sistema unitario o federal, la anexión de
territorios que estaban por fuera de las provincias unidas y que quedaron por más o menos tiempo
como territorios nacionales, el desarrollo de los sistemas viales y ferroviarios, la consolidación del
estado nación y su preeminencia sobre los estados subnacionales, pasando por las empresas
estatales, hasta la propia “descentralización” (tema que nos ocupa) tienen trasfondos que siempre
pasan por lógicas economicistas.

Se podría subrayar que lo que se destaca en los procesos de descentralización es el doble


estándar con los que encararon dados procesos, una justificación “habilitante” y una práctica en la
gestión que no guardaba correspondencia en las relaciones recursos-responsabilidades.

Paralelamente y consecuentemente con esta retención de recursos que en la práctica


realizaban los niveles más altos de la administración pública se comenzaban a dislocar las
relaciones en los niveles más bajos (municipios y comunas) quienes empezaron a afrontar nuevas
responsabilidades, sin la estructura adecuada y sin los recursos.

A esto se suman por un lado la disparidad de situaciones que presenta el sistema de


comunas y municipios tanto en aspectos territoriales como coyunturales, y por otro una capacidad
de generación de recursos que en su gran mayoría es limitada, que no depende de una estructura
recaudatoria intrínsecamente autónoma sino dependiente de aportes de los niveles superiores de la
administración.

Ante todo este panorama, el único valor constante es la complejidad y la heterogeneidad y


este es una de las características en la que más hace incapié Manzanal, mientras que en el plano
teórico, la descentralización se pregonaba como una herramienta infalible y aplicable a cualquier
realidad, en la práctica esa generalización trajo grandes problemas

Puede concluirse entonces que no nos encontramos ante un proceso único


de descentralización municipal, sino a tantos procesos como regímenes

2
municipales se han fijado en los niveles provinciales (Smuolovitz y Clemente,
2004, 44)1

Ni siquiera existe un criterio uniforme para conformar un municipio que pueda ser
reconocido en todo el territorio de la nación, cada provincia posee diferencias sustanciales con
respecto a cada una de las otras y no solo en lo que respecta a los requisitos necesarios para
constituir un municipio sino que también existen disparidad en cuanto a la delimitación de sus
ejidos, y hasta en la conformación de sus recursos.

La heterogeneidad institucional es notable. El régimen municipal de cada


provincia incluye diferentes formas y requisitos de creación, definición del
territorio, forma de gobierno, recursos y competencias, entre decenas de aspectos
que no responden a particularidades regionales.2

Recordemos que los requisitos para constitución de un municipio también se presentan con
una heterogeneidad superlativa. Si bien la población o cantidad de habitantes es el requisito de la
gran mayoría de los municipios, existe una gran disparidad de criterios en cuanto al límite exigible,
mientras las provincias de Catamarca, Corrientes, Neuquén y La Pampa fijan 500 habitantes como
piso mínimo para constituir municipio, Santa fe lo fija en 10.000, con una larga lista entre los
valores intermedios.

La provincia de Chubut fija un límite mínimo de 500 electores para ser considerado
municipio y Mendoza sólo constituye un municipio si es capital de departamento provincial,
mientras que Buenos Aires, La Rioja, Tucumán y Misiones no prevén ningún requisito.

Salvo para las provincias que no poseen ningún requisito, en las que lo fijan, como es
consecuencia, se generan distintas figuras sin la jerarquía de municipio con regímenes
presupuestarios y formas de gobierno distintas según la provincia donde se sitúen.

Así mismo hay una variable que todos los gobiernos subnacionales comparten y que es la
conformación presupuestaria como un “sistema mixto” en el cual coexiste facultades recaudatorias
de las distintas jurisdicciones pero, además, la jurisdicción federal gestiona la recaudación de
bases tributarias compartidas que luego se distribuyen entre todas las jurisdicciones por sistemas
de coparticipación.3

La dependencia de fondos coparticipables o transferencias exógenas es tan variable que no


se repiten valores similares en ninguna provincia entre sí, esto sólo observando el promedio, un
estudio pormenorizado arrojaría sin dudas valores todavía más disimiles dentro de cada provincia.

Lo anterior depende también de diversos factores, que atañen al contexto no sólo por su
ubicación geográfica en una región más “rica” o más “pobre” sino que también depende de las
condiciones de origen, por ejemplo, un flamante municipio de 500 habitantes ya debe contar con
una estructura de gobierno determinada pero con una capacidad acotada de generación de recursos,
lo que hace que una gran parte de sus erogaciones estén representadas por sueldos de cargos y

1
MANZANAL MABEL, Descentralización y Municipios en Argentina. Contrastes y contradicciones
Artículo en Critica en Desarrollo. Buenos Aires. 2006 . Pag.9
2
CAO, HORACIO. La administración pública argentina: nación, provincias y municipios Buenos Aires.
2006. Pag. 26
3
Ibid. Pag. 24

3
personal que difícilmente pueda cubrir con fondos propios por lo cual es fundamental el aporte
provincial ya sea por coparticipación u otro tipo de transferencias.

EL FIN

Todo fin remite a un origen y siempre es consecuencia de aquel, hemos visto que Manzanal
y Cao, ambos por caminos distintos pero con puntos de encuentros concluyen en que la tan mentada
descentralización se configuró en la práctica sólo en lo que refiere a transferencia de funciones y
responsabilidades pero no de recursos.

Ahora bien, cuando hablamos de fin no sólo nos referimos a algo que concluye sino
también tiene que ver con la intención o finalidad intrínseca de las cosas. Al mejor estilo de la frase
“el fin justifica los medios” coincido totalmente con Manzanal en cuanto a la finalidad de origen de
los procesos de descentralización del estado y la administración pública en Argentina.

Más que un nuevo modelo descentralizado en la gestión del estado y la administración


pública, lo que existió es un programa sistemático de repliegue del estado nacional, tanto en
estructura como en recursos que se aprovechó del sistema existente de composición del presupuesto
de los estados subnacionales para transferir sectores completos del estado y luego trabajar en su
desfinanciamiento, lo que a la postre significaba a través del ajuste presupuestario, un ahorro fiscal,
carta de presentación ante los organismos de crédito.

BIBLIOGRAFÍA

MANZANAL MABEL, “Descentralización y Municipios en Argentina. Contrastes y


contradicciones” Artículo en Critica en Desarrollo. Buenos Aires. 2006 . Pag.9
CAO, HORACIO. “La administración pública argentina: nación, provincias y municipios”
Buenos Aires. 2006.
ITURBURU, MÓNICA. “Municipios Argentinos. Fortalezas y debilidades de su diseño
institucional”. Instituto Nacional de la Administración Pública. Buenos Aires. 2000

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