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Se avecina una Luna llena en Cáncer sensible y acogedora que nos invita a

experimentar el espacio interior en función de nuestras pulsiones instintivas,


aceptando que el mundo emocional es fluctuante, tan fluctuante como la Luna,
regente del signo en el cual florecerá este plenilunio, el intuitivo y maternal signo de
Cáncer.

Este signo hace referencia, entre otras cosas, a la satisfacción de nuestras


necesidades más básicas, tales como la nutrición, el territorio en el que habitamos,
el hogar, la familia, el clan, las raíces ancestrales, en definitiva, todo aquello que,
de alguna manera, nos nutre, acoge, abraza, arropa y sustenta.

Es, por ello, una Luna llena en Cáncer muy importante para conectar con el tema del
cuidado, el que damos, el que recibimos y el que nos prodigamos a nosotros
mismos.

Es un momento ideal para tomar conciencia de nuestra madre interior, de


nuestra naturaleza afectiva, de nuestra capacidad de acunar, de nutrir, de
cuidar y la necesidad de sentirnos igualmente cuidados, nutridos y arropados.
Y podríamos empezar por abrazar esa faceta infantil que todos llevamos dentro,
estar atentos a sus necesidades y darle todo el cariño y atención que se merece. Y no
se trata de complacernos caprichos, sino de darnos aquello que es vital para la
supervivencia, para sentirnos seguros en la vida y alentados a seguir aquí.

No se trata sólo del alimento físico, sino también del afecto que somos capaces de
darnos, que nos reconfortará interiormente y nos facilitará el estar abiertos a nutrir y
cuidar de otros y a recibir también el afecto y cuidados que otros nos prodiguen.

En la medida en que seamos capaces de abrazarnos y acogernos a nosotros mismos


seremos capaces también de interactuar con otros de forma afectuosa.

Para algunos, esta interacción no es tan fácil porque abrir el alma nos hace sentir
vulnerables, es por ello, junto al temor de no ser aceptado o de no encajar y sentirse
parte del clan, que Cáncer tiende a la timidez.

Para este signo es vital la aceptación, el sentir que forma parte de un núcleo
que lo acoge, sentir que el entorno es familiar y acogedor. Por ello, en esta
Luna llena en Cáncer, sentiremos más que nunca la necesidad de estar donde
realmente nos sintamos acogidos, aceptados y abrazados, donde nos sintamos
en familia, como en casa, así como de conectar con nuestras necesidades más
básicas y velar por satisfacerlas.
Igualmente, nos sentiremos más receptivos, maternales y tenderemos a preocuparnos
más por aquellos que, de una forma u otra, sintamos que necesitan de nosotros.
Por otra parte, la naturaleza maternal de este signo comporta el riesgo de fomentar el
sentimiento de dependencia, que en la etapa infantil es natural, pero que en la edad
adulta a veces puede aflorar como resultado de un sentimiento de indefensión
aprendida que se perpetua y que, en cierta forma, atrofia el desarrollo óptimo de
nuestras potencialidades y capacidades en la vida adulta, resultando en actitudes
inmaduras consigo mismo y con los demás.

Para contrarrestar esta posible tendencia estará Sol en Capricornio, aportando esa
intención de desarrollo y ese propósito de madurez que vendrán a equilibrar la
avidez de atención canceriana y esa comodidad en la que a veces nos puede llevar a
caer el signo de Cáncer, con la actitud rigurosa y disciplinada propia de Capricornio
que enseña a cada cual a asumir las responsabilidades que le corresponden.

Junto al Sol también se encontrarán Venus y Lilith oponiendo a la Luna desde


el signo de Capricornio, mostrándonos esa faceta austera, rigurosa, madura y
responsable, típica de este signo, a través de la pareja o de alguna figura
femenina.
Es posible que esta se muestre exigente o que rechace cumplir nuestras demandas,
especialmente si considera que somos capaces de satisfacerlas por nosotros mismos,
de lo contrario, es posible que se esfuerce en apoyarnos y darnos el soporte y
estructura necesarias para que podamos sentirnos a gusto y satisfechos.

En todo caso, puede ser también que notemos de su parte una actitud algo fría,
distante o juzgadora como respuesta a nuestra actitud más sensible y emocional, o
viceversa, que seamos nosotros los que adoptemos esa acritud propia de
Capricornio.

Sea como sea, con Venus en Capricornio tenderemos a adoptar una actitud más
seria y responsable ante las relaciones, abordándolas con mayor madurez y
esfuerzo y, por sobre todas las cosas, respetando al otro y también estableciendo
nuestros límites, pero igualmente es posible que mostremos un alto grado de
exigencia respecto al otro y a la relación como tal y que adoptemos cierta actitud
fría y distante con quien no cumple a cabalidad con nuestras expectativas.
El stellium formado por Saturno, Lilith, el Sol y Venus en Capricornio vendrá
a reforzar esta sensación de que es importante demostrar el amor con hechos
fehacientes y poner lo mejor de lo mejor de nuestra parte para que la relación
funcione y si no sentimos que esta actitud es de parte y parte puede que nos
sintamos algo frustrados y defraudados y que incluso optemos por
distanciarnos.
La seriedad y el compromiso serán más importantes, quienes tengamos ya una
pareja querremos sentir como nunca que vamos en serio y que la relación es segura
y estable, si así lo sentimos estaremos satisfechos y nos abocaremos a la relación al
cien por cien.
De no ser así, es posible que nos tornemos más exigentes o que adoptemos una
actitud de rechazo como forma de reclamo que quizá puede terminar siendo
contraproducente y acabar de enfriar la relación, confundir y despistar al otro, o
bien, hacer que responda de forma más atenta y afectuosa, como es propio de la
Luna llena en Cáncer, que se encontrará haciendo oposición a ese stellium en
Capricornio.

Esto puede sonar a estrategia, incluso a manipulación, pero no sería raro que ello
ocurra cuando la conjunción Sol /Venus en Capricornio se encuentra formando un
sextil con Neptuno en Piscis. Si a ello le sumamos la presencia de Lilith y Saturno
también en Capricornio, muy cercanos al Sol y Venus, el cóctel de la estrategia en el
amor está servido. Algunos, por ejemplo, se mostrarán inalcanzables o se harán los
interesantes como forma de seducción.

Así que sólo nuestra inteligencia emocional podrá advertirnos de estas actitudes
propias o ajenas e invitarnos a actuar con la madurez propia del caso, de no ser
así, estemos dispuestos a una buena partida de ajedrez donde podemos tanto
perder como ganar o quizá estancarnos y sentirnos sumamente frustrados.
En conclusión, más vale actuar con madurez y paciencia, ellas pueden ser nuestras
mejores consejeras en estos momentos.

Otra cosa que puede suceder con este stellium del que forman parte Saturno, Lilith,
Venus y el Sol en Capricornio es el miedo a ser rechazado por el otro y/o a no estar
a la altura de la relación, al punto de huir de la misma por miedo a enfrentarnos a ese
posible rechazo o al sentimiento de inadecuación que nos atenaza y nos aísla.

En este sentido lo que cabe es un trabajo importante a realizar en función de nuestra


autoestima, empezando por el respeto a nosotros mismos y el sentimiento de
autoridad sobre nuestros sentimientos, así como la sensación de merecimiento
respecto al amor (Venus) y la sexualidad que de alguna forma hemos reprimido y
que precisa ser experimentada libremente (Lilith).

Lamentablemente, Capricornio no es un signo donde Lilith esté a gusto, pues


esa faceta más profunda y desenfrenada del Sagrado femenino que Lilith
representa se ve sumamente coartada por los valores patriarcales propios de
Capricornio, valores a los Venus quizá consiga apegarse, pero que a Lilith
pueden hacer sentir totalmente reprimida, de adherirse a ellos esta energía
sentirá que no puede fluir de forma natural y quizá busque rebelarse de alguna
manera, de lo contrario, soportará su frustración como una pesada cadena que
quizá acepte por amor al encontrarse en conjunción con Venus.
Este año Lilith, al estar en Capricornio, tenderá a ser, como mucho, la elegante
seductora inalcanzable, pues probablemente se encuentre limitada por algún
compromiso o estructura que la cohíba de expresar sus instintos más profundos.
Es importante señalar también la presencia de la conjunción Marte/Júpiter en
Escorpio, la cual nos invita a explorar con valentía nuestra sombra, a emprender
un viaje iniciático en el que tendremos que luchar con nuestros demonios
interiores, nuestros complejos y traumas y expandirnos en esos profundos
territorios en búsqueda de un sentido que sólo será desvelado a través de un
proceso de transmutación interior que nos permita integrar sanamente ese
enorme y poderoso potencial creativo y evolutivo que entraña nuestra sombra.
Esta conjunción hará referencia, entre otras cosas, a nivel colectivo, al
recrudecimiento de profundas rivalidades y pugnas de poder en los ámbitos político,
cultural y religioso; odio, rencillas, mafias y asuntos oscuros relacionados con estos
ámbitos, que pueden incluso llegar a detonar situaciones violentas y peligrosas.

Así mismo, no es el mejor momento para hacer viajes, pues estos pueden
resultar si no peligrosos, cuanto menos bastante convulsos, problemáticos o
bien confrontarnos a alguna situación violenta y/o dolorosa. Serán, en todo
caso, intensos y transformadores.
También es de destacar la configuración de cometa cósmica formada por la
oposición Sol en Capricornio / Luna llena en Cáncer, los respectivos sextil y trígono
que estos forman con Marte en Escorpio, así como los respectivos sextil y trígono
que establecen con Neptuno en Piscis, el cual forma, a su vez, un trígono con Marte.
Tal figura cósmica nos impulsará a perseverar en nuestro propósito en función de
nuestras necesidades básicas, sustentados por la intuición y apoyados por la fuerza
de nuestro guerrero interior que impulsará nuestra transformación y
empoderamiento, así como también por la inspiración y comunión que seamos
capaces de establecer con nuestra dimensión espiritual que facilitará la cristalización
de nuestro propósito y contribuirá a nutrir nuestra alma para seguir sosteniéndolo
desde el interior.

La presencia de Venus en conjunción al Sol puede indicarnos que alguien nos


ayudará a concretar ese propósito, o bien que el propósito que busca materializarse
está vinculado a otra persona que bien podría ser nuestro socio, pareja o alguna
figura femenina.

El actual sextil entre Venus y Neptuno aportará una dosis de ilusión,


romanticismo y/o amor incondicional a ese vínculo.
Es un sextil que favorece además la inspiración artística con la capacidad de plasmar
la belleza y la armonía en virtud de que tan conectados estemos con la fuente y/o
con el inconsciente colectivo.

En definitiva, esta será una Luna llena en Cáncer donde nuestras emociones y
nuestro lado más sensible se verán nutridos y estimulados por factores tan concretos
como sublimes y puede resultar sumamente productivas si estamos dispuestos a
entregarnos al impulso más profundo y transformador a la vez que a conectar con
nuestra dimensión más elevada para canalizar la inspiración que nos ayudará a crear
esa estructura que nos sostendrá y nos permitirá conquistar nuestras metas.

Meditemos y encontremos la fuerza que habita en lo más profundo de nosotros,


planifiquemos nuestras acciones de forma consecuente y respetuosa con nosotros
mismos y con los demás y estemos dispuestos a experimentar nuestro lado más
sensible y maternal, a nutrir y ser nutridos, a cuidarnos y a cuidar, a abrazar y acoger
y a prestar atención a nuestra intuición y sabiduría interior.

Que la madre Luna nos arrope e ilumine a nuestro niño interior para fomentar su
óptimo crecimiento y maduración.

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