Las dos caras de la agresividad: violencia y salud

La agresividad es una reacción que refleja el organismo , la frustración de las necesidades

orientada fundamentalmente en el crecimiento del mismo organismo y no como un instinto
destructivo. Se analizan dos estrategias básicas para su manejo que explican por una parte , la
salud, el bienestar y el desarrollo, y por otra el aprendizaje de la violencia y la disfuncionalidad .
Se encuentra sus orígenes en la tendencia al crecimiento explícita en todos los organismos vivos y
se sugiere las estrategias para la disfuncionalidad y la recuperación de la salud.

Tendencia al crecimiento , en todos los organismos.

Es observable una tendencia al crecimiento que se manifiesta en una creciente diferenciación e

integración de los órganos y las funciones hacia una mayor eficiencia en la adaptación al medio
ambiente y el desarrollo de la especie .

Dicha tendencia dice Carl Rogers no es aprendida por los organismo vivos ni puede extinguirse
por las condiciones medio-ambientales.

Esta tendencia al crecimiento se manifiesta en todas las plantas y los animales; en el ser humano
es consciente, es decir, éste no solo tiende al crecimiento y al desarrollo , sino que se da cuenta
de esos procesos a través de las diferentes necesidades que experimenta.

Una vez satisfechas sus necesidades básicas como , el dormir , comer; siente inmediatamente
otras necesidades como trabajar o aprender y una vez satisfechas estas, busca relacionarse con
los demás, amar y ser amado , sentirse reconocido o alcanzar las metas de su propia existencia .

Las necesidades humanas: que son , es decir , no aprendidas; pueden dividirse fundamentalmente
en biológicas, psicológicas , sociales, transcendentales,

Las biológicas se manifiesta con impulsos de respirar comer ,beber , dormir , etc. Que tienden a
mantener la salud.

Los psicológicos por las tendencias a explorar, conocer , aprender , amar, ser amado , ser tomado
en cuenta , necesitado, sentirse bien con uno mismo.

Tal vez la necesidad de ser amado, apreciado, tomado en cuenta se tan importante como respirar.

Las necesidades sociales tienen que ver con los deseos innatos de obtener seguridad a través de
asociarse, identificarse y socializarse con los grupos , en la familia, en la sociedad .

Las necesidades trascendentales se experimenta por la exigencia de dar una explicación a lo

indemostrable , darle explicación a la muerte , el dolor , dar le sentido al universo.

La salud, el desarrollo y bienestar en ser humano lo experimenta de manera peculiar , según sus
características individuales .

Lo importante para cada uno es que sean satisfechas todas, de manera jerarquizadas; según la
individualidad de cada persona.
Cuando las necesidades son frustradas surge reflejamente, en forma espontánea en el organismo
humano, la experiencia de la agresividad, que puede ser vivida con diferente intensidad, desde
una pequeña molestia hasta un coraje incontenible.

La agresividad no es más que la manifestación de la tendencia al crecimiento cuando las

circunstancias son adversas para la satisfacción de los organismos.

Biológicamente a través de la descarga de adrenalina en el torrente sanguíneo y psicológicamente

a través de un estado de alerta que dicha descarga produce.

La agresividad no es un instinto destructivo que lleva a la violencia, sino una tendencia misma al
crecimiento que en circunstancias adversas al organismo humano, pone la inteligencia, la
imaginación y la creatividad al servicio de la satisfacción de las necesidades frustradas. Es una
energía biológica y psicológica ante el obstáculo

El ser humano por naturaleza no es hostil. Se vuelve así cuando las condiciones medio-ambientales
le son adversas y no puede satisfacer sus necesidades echando mano de sus recursos ; también
cuando las frustraciones son muy grandes y prolongadas o cuando no encuentra canales
adecuados para canalizar la agresividad hacia la satisfacción de las necesidades frustradas, como la
búsqueda de la satisfacción de las necesidades genera aprendizajes significativos y de bienestar
derivado de estos generan nuevos aprendizajes, así la violencia genera nuevas frustraciones y más
violencia.

En el momento que la agresión se canalizada por su inteligencia sus recursos son capaces de
canalizar la agresividad social hacia el dialogo y a través de éste en la satisfacción de las
necesidades tanto individuales como sociales, la agresión se vuelve un combustible del cambio
para el desarrollo.

Para satisfacer sus necesidades frustradas particularmente de afecto y autoestima

Un sujeto aprende con introyectos que recibió de familia o autoridad a lamentarse de si mismo,
culparse de no ser una persona atractiva, la agresividad se concentra en una persona
autodestructiva, porque las necesidades de afecto, aprecio, confianza y seguridad, son básicas.

De ahí la importancia de experimentar una actitud positiva incondicional del terapeuta, la

manifestación de un afecto , no posesivo, ni manipulador y la captación fina de la experiencia
interna tanto del terapeuta como de la de otros participantes , constituye el núcleo de la
recuperación.