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puede iniciarse por acusación privada de la víctima presentada ante el Tribunal de Juicio. En
la acusación debe indicarse la identificación y domicilio o residencia del acusador y el
acusado; la indicación del delito imputado y una relación especificada de todas las
circunstancias esenciales del hecho; los elementos de convicción en los que se funda la
atribución de la participación del imputado en el delito; la justificación de la condición de
víctima; y la firma del acusador o de su apoderado con poder especial.
Así, el procedimiento para los delitos de acción dependiente de instancia de parte o delitos
de acción privada, corresponde con exclusividad a quien ostenta la cualidad de víctima en el
proceso, -y el Ministerio Público solo intervendrá a través del auxilio judicial- la cual tendrá
la facultad de solicitar, a través de la acusación privada, la motorización de la actividad
jurisdiccional a los fines de canalizar el ejercicio del poder punitivo estatal, buscando así la
ulterior declaratoria de culpabilidad de quien ha lesionado un bien jurídico tutelado.
De tal forma, que quien incoa una acción por un delito de acción privada, es decir, la parte
que solicita la respuesta a su pretensión deberá ceñir sus actuaciones procesales al Título VII,
Libro III del Código Orgánico Procesal Penal, específicamente en los artículos 391 al 409
del mencionado Texto Adjetivo Penal, que trata sobre los procedimientos especiales, siendo
el cumplimiento de tales pautas de estricto orden público. En tal sentido, es pertinente acotar
que el proceso penal es una garantía de justicia, ciertamente tanto para la sociedad como para
el individuo, pues resulta inadmisible en el estado actual de la legislación social concebir que
el proceso penal, tal como se le estructuró en épocas pasadas, sea un instrumento establecido
por el Estado para la represión, ni ser tampoco un medio instituido sólo para que el individuo
defienda su libertad o sus derechos o acredite su inocencia.
El proceso penal está entonces, constituido por una serie gradual, progresiva y concatenada
de actos, vale decir, por un conjunto que está dividido en fases específicas. Los que avanzan
en líneas ascendentes para alcanzar los fines genéricos o comunes que el derecho procesal
determina, y que los actos fundamentales de la serie están enlazados unos con otros hasta el
punto de que los primeros son el presupuesto formal de los siguientes.
Con respecto al procedimiento en los delitos de acción dependiente de instancia de parte, el
autor Carlos Moreno Brant, en su obra “El Proceso Penal Venezolano”, páginas 525-529,
dejó sentado:
…La acusación privada constituye el modo de proceder en los delitos de instancia privada o,
en otras palabras, el modo como la víctima puede ejercer las acciones que nacen de los delitos
que la ley establece como de instancia privada, cuyo enjuiciamiento se hará conforme al
procedimiento especial establecido en el Código; la acusación privada que deberá formularse
por escrito directamente ante el tribunal de juicio, a tenor de lo establecido en el
encabezamiento del art. 391 ejusdem…”
Así se tiene que, de acuerdo al orden procesal establecido en la ley adjetiva penal, el Juez de
Juicio, una vez presentada la acusación privada, debe verificar los supuestos establecidos
para su admisión, los cuales se encuentran contenidos en el artículo 392 del Código Orgánico
Procesal Penal, el cual consagra lo siguiente:
“Artículo 392. La acusación privada deberá formularse por escrito directamente ante el
tribunal de juicio y deberá contener:
1.- El nombre, apellido, edad, estado, profesión, domicilio o residencia del acusador privado
o acusadora privada, el número de cédula de identidad y sus relaciones de parentesco con el
acusado o acusada.
2.- Los datos de identificación y ubicación con los que cuente del acusado o acusada.
3.- El delito que se le imputa, y del lugar, día y hora aproximada de su perpetración.
4.- Una relación especifica de todas las circunstancias esenciales del hecho.
5.- Los elementos de convicción en los que se funda la atribución de la participación del
acusado o acusada en el delito.
7.- La firma del acusador o acusadora o de su apoderado o apoderada con poder especial.
En un mismo proceso no se admitirá más de una acusación privada, pero si varias personas
pretenden ejercer la acción penal con respecto a un mismo delito, podrán ejercerla
conjuntamente por sí o por medio de una sola representación”.
La admisibilidad o inadmisibilidad, tiene que ver con la observación de determinados
requisitos de orden objetivos y subjetivos, estas son condiciones para que puedan ser
asimilados al proceso y tomados como actos formalmente considerados; por ejemplo, es
normal que la ley procesal indique que ciertos actos han de cumplir con exigencias para que
puedan materializarse, caso particular la acusación privada, que de no cumplir con los
lineamientos de ley, dará lugar a que el Juez la rechace. Si el Juez de Control considera que
se trata efectivamente de un delito de instancia privada, y luego de verificada la procedencia
de la solicitud, ordenará al Ministerio Público, la práctica de las diligencias expresamente
solicitadas por quien pretenda constituirse en acusador privado.
Una vez concluida la investigación preliminar, sus resultas serán entregadas en original a la
víctima, dejando copia certificada de la misma en el archivo.
La decisión del juez de control que niegue la práctica de la investigación preliminar, puede
ser apelada por la víctima dentro de los cinco días hábiles siguientes a su publicación.
El poder para representar al acusador privado en el proceso debe ser especial, y expresar la
persona contra quien se dirija la acusación y el hecho punible de que se trata. Debe además
constituirse con las formalidades de los poderes para asuntos civiles.
Como sanción para el acusador que insta al aparato jurisdiccional y posteriormente desiste o
abandona el proceso, se le conmina al pago de las costas que haya ocasionado. Ese
desistimiento puede ser expreso si el acusador manifestare su voluntad en ese sentido o tácito.
Esta última posibilidad se concreta cuando el acusador sin justa causa, no comparece al juicio
oral y público. El desistimiento o abandono de la acusación privada impide intentarla de
nuevo.
Si el acusado fallece antes de concluir el juicio oral y público, cualquiera de sus herederos,
quienes a tenor de lo dispuesto en el art. 119 del COPP también tienen la condición de
víctima, pueden asumir el carácter de acusadores si comparecieren dentro de 105 treinta días
siguientes a la muerte.
En cuanto al contenido del poder otorgado por la víctima, hay que tomar en consideración
que el artículo 406 del Código Orgánico Procesal Penal señala lo siguiente:
“El poder para representar al acusador privado o acusadora privada en el proceso debe ser
especial, y expresar todos los datos de identificación de la persona contra quien se dirija la
acusación y el hecho punible que se trata.
El poder se constituirá con las formalidades de los poderes para asuntos civiles, no pudiendo,
abarcar más de tres abogados o abogadas.”
“Es la relación jurídica de origen legal, jurídica o voluntaria, por virtud de la cual una persona
llamada representante, actuando dentro de los limites de su poder, realiza los actos procesales
a nombre de la parte, llamada representada, haciendo recaer sobre esta los efectos jurídicos
emergentes de su gestión”.
Por su parte, el autor Vicente Puppio, refiere en su obra Teoría General del Proceso, que la
representación cuentas con los siguientes aspectos:
• Este no realiza los actos en forma personal, sino en nombre de su representado, y por eso
debe expresare en las actuaciones el carácter con que actúa, o sea en nombre del representado.