You are on page 1of 7

NO PUEDO PERDONAR

Hay heridas, ataques, ofensas y situaciones tan dolorosas que se hace casi
imposible perdonarlas o tan siquiera considerar la posibilidad de perdonarnos por
haber estado ahí. Hay perdones que surgen fáciles, hay otros en proceso y hay
algunos que jamás llegan; en estos últimos casos la persona prefiere morir con la
ofensa clavada en el pecho como una espada, que soltar o dejar ir aquello que
ocurrió y que es lo único que le da un sentido falso de identidad.
Esta identidad engañosa es algo así como un poder escondido, disimulado y sobre
todo inconsciente. La persona que se siente víctima de alguien recibe
constantemente el beneficio de ser la parte “buena”, la parte “merecedora” de
atención, la parte sufrida y a quien el mundo le debe algo. Esta persona sacrifica su
felicidad y los mejores momentos de la vida intentando cobrar venganza con cada
pensamiento, sin darse cuenta de que va generando su propia destrucción.
Aprendí sobre la palabra inconciencia, leyendo los libros de Eckhart Tölle; y lo
que he interpretado es que la pérdida de la conciencia, la pérdida del yo presente,
que te sumerge en un espacio donde le das entrada al ego, que te pide que reclames
justicia por lo que pasó y que no escuches las voces conciliadoras que te piden
tiempo para ti. La inconsciencia es parte de todos los seres humanos por la
programación con la que nacimos, a cada instante es preciso conectar con el ser
interior o con lo que estamos sintiendo para poder despertar, para ser conscientes
otra vez. Cuando un ser humano le hace daño a otro es porque entró en un estado
transitorio de inconsciencia, en el cual escuchó, atendió, siguió y se perdió junto
con la voz de sus memorias. Prácticamente prestó su cuerpo para que una vieja voz
se adueñara de sí y que le guiara a cometer actos en contra de alguien conocido o
desconocido. Y esa voz es la misma que en diferentes formas o tonos nos habla a
todas las personas. Sólo que la voz viene con un programa diferente para cada
quien. Cuando un ser humano permanece sentido o lastimado con otro es porque
también se encuentra inconsciente, fuera del cuerpo, ausente del momento actual
Perdón, curación y milagros que es donde se puede vivir a plenitud. La voz de las
memorias también se ha adueñado de su cuerpo y de su Ser para mantenerlo atado
al ayer. La voz poco a poco consume a quien hizo daño y a quien lo recibió. Lenta
o rápidamente va acabando con el cuerpo, con la energía vital y con toda
posibilidad de despertar a una nueva forma de vida. El hecho de no poder perdonar
es un pensamiento. Te resistes a perdonar porque crees que sólo se trata de la otra
persona y no de ti, pero perdonar te libera a ti en primer lugar. Para que sea más
sencillo puedes hacer lo siguiente:
1. Pon una muralla entre tus pensamientos y tú. Pronuncia esta frase: me perdono
completa y profundamente por haber traído a esa persona a mi realidad, me
perdono por haber estado ahí, me perdono por lo que sufro y por lo que sufrí.
2. Amate durante el proceso. A cada instante de tu día pronuncia la siguiente
secuencia: LO SIENTO, PERDONAME, GRACIAS, TE AMO. No la sueltes por
nada del mundo, incluso cuando ya te sientas ligera, cuando ya no tengas nada que
perdonar, continúa con ella porque los recuerdos siempre estarán llegando para que
los limpies.
La vida te va a enseñar de diferentes formas, que los estados de no perdón se
originan en la revolución de un grupo de neuronas en tu cabeza. Comprender que
el perdonar no tiene nada que ver con otras personas sino contigo, demanda tiempo
así como el desprendimiento de esa urgente necesidad de continuar siendo víctima
de alguien sólo porque eso es más soportable que responsabilizarte de tu propio
dolor. Es por eso que estás aquí leyendo esto, tal vez este sea el primer paso hacia
una vida más ligera en donde no culpes a nadie más de tu tristeza, para que puedas
ser liberada.
Perdonar es cuestión de trabajar permanentemente contigo.
Yo utilizo frecuentemente esta frase: Me perdono en nombre de todos los seres
humanos y lo hago porque en esa forma limpio en mí todo lo que me enseñaron
que estaba mal, limpio en mí lo que siento que es incorrecto, limpio mis propias
telarañas mentales y de paso le doy la oportunidad a otros seres de despertar.
Ahora me perdono en tu nombre, me perdono completamente por haberte
convocado a mi vida con todas las dificultades, penalidades y angustias que has
vivido. Me perdono completamente y me amo por todo esto. Gracias.
Si tu resistencia a perdonar es más poderosa que todas las razones del mundo,
tampoco te resistas a eso, regálate tiempo, tal vez no es el momento perfecto pero
no dejes de limpiar.

ME PERDONO COMPLETAMENTE

Cuando se habla de perdonar, siempre se trata de ti misma; consiste en dejar ir todo


aquello que tú involucras, que recuerdas, que sientes y que piensas. Cuando se trata
de perdonar, hablamos de ti. No tanto de la actitud de las demás personas hacia ti.
Lo que esas personas te hicieron es parte de su vida y tú no puedes saber hasta qué
punto han pagado por esto o no. No tienes idea, porque a tu mente le es mostrado
tan poco, que no logras entender o comprender la razón de ser de lo sucedido.
El asunto es que esa persona te hizo daño y se marchó o siguió viviendo como si
nada, pero te dejó una huella profunda, algo como un tatuaje en el alma, del cual sí
eres responsable. Lo que sucedió fue doloroso, lo comprendo, pero lo que vino
después en tu vida es tu asunto porque te ha estado afectando, porque tal vez ha
estado enfermándote o te ha consumido y no puedes continuar castigando a esa
persona a través de tu propio sufrimiento. Como estamos hablando de que el
perdón ha de ser dirigido al mundo que tú fabricaste, entonces siempre estamos
haciendo referencia al auto perdón, que significa perdonarte a ti misma por no
tener más opción que haber estado en ese pasado que lastima. Perdonar significa
entre muchas otras cosas, merecer y tú mereces perdonarte, mereces encontrarle
sentido a tu existencia. No es fácil aprender a merecer, pero esta idea de que no es
fácil y el hecho mismo, pueden ser corregidos por medio de una expresión de
perdón que puede sentirse de muchas formas como por ejemplo:
Perdóname: Con la cual le pido a mi Divinidad que me ayude a perdonarme por
haber creado mi realidad dolorosa.
Perdóname: Con la cual le hablo a mi niña interior y le pido que perdone el
sufrimiento que le he impuesto a través de mis pensamientos.
Perdóname: Al ser adulto que cree que fue lastimado, a mi ego, a ese Yo que no
soy Yo, a quien siempre ha sido víctima.
Perdóname: A quien hayas creído lastimar.
Algunas veces podrás identificarte con una de ellas y en otras con la que más llame
tu atención, tu guía siempre hará que le escuches. Perdonarte completamente
significa que no queda dentro de ti ni el más mínimo espacio para la culpa porque
todo se encuentra lleno de perdón. Significa que en un mismo espacio virtual y con
diferente vestuario se encuentran reunidos la víctima, el victimario y la memoria o
hecho doloroso y en determinados lapsos se funden unos y otros personajes
haciendo que pierdas la identidad de víctima con la que hasta ahora habías vivido.
Te perdonas completamente porque a través de ti están llegando datos que deben
ser borrados.
Perdón, curación y milagros
Te perdonas completamente porque no tienes idea de dónde llegaron, ni porqué
están en ti.
Te perdonas completamente porque ahora sabes que al culpar a alguien, esta
misma culpa recae sobre ti, porque siempre estamos hablando de tú mundo, de tu
Ser, de ti.
Te perdonas completamente sin que quede un solo espacio de culpa en tu Ser.
Te perdonas completamente aunque nada esté funcionando.
Te perdonas completa y profundamente. Estas palabras llegan hasta el recuerdo
más lejano y lo convierten en luz.

La palabra PERDONAME, está amparada bajo las leyes del tiempo. Cuando la
pronuncias estás reconociendo que el pasado invadió tu mente y que te encuentras
inmersa en lo que tu mente te dice, en lo que ella quiere que pienses y que a su vez
estás dejando marchar. Cuando te perdonas completamente o lo haces con
cualquier situación, sucede algo milagroso: te quitas una carga de encima, no se la
quitas a quien te hizo daño en la forma que crees, la carga la sueltas tú. Por eso
todo en tu vida comienza a fluir otra vez.
Perdonar no es fácil, a veces duelen las entrañas con la sola idea de pretender
perdonar a otra persona. A veces no entiendes por qué el perdón te libera a ti y de
paso libera a tu humanidad oprimida, pero lo hermoso del amor es que no necesitas
entenderlo para que funcione.
Ahora, por favor, sólo di:
ME PERDONO COMPLETAMENTE Y
ME AMO PROFUNDAMENTE
Ambas oraciones son poderosas, no subestimes su poder.
PEDIR PERDON
Pedir perdón es un acto maravilloso de amor, que prácticamente consiste en que
vas con una parte de ti (representada por otra persona) y le dices: Por favor
perdóname por lo que pasó en tal ocasión y en cuanto esa persona acepte tu
perdón, te sentirás mucho mejor porque dejarás de experimentar culpabilidad.
También puede suceder que si esa persona te dice que no acepta tu perdón,
entonces experimentes el peso de la culpa y esperes el correspondiente castigo.
Aunque pedir perdón a alguien es un acto de amor, el perdón siempre te lo has de
conceder a ti misma en primer lugar, porque a ti también te lastimó aquello que
dijiste o aquello que hiciste. Aunque no parezca, cada vez que
pronuncias una palabra en contra de alguien, lo haces también en tu contra, porque
las palabras buscan la Unidad como destino y esa Unidad siempre eres tú.
He dicho que pedir perdón es un acto de amor, por lo que hay una frase o palabra
exacta que en ocasiones le representa y que es:
TE AMO
Con un solo te amo que pronuncies, quedará limpiada inmediatamente cualquier
situación por muy terrible que parezca. Es probable que tus sentidos te digan que
no es así y que todavía tienes mucho trabajo por delante en tu misión de limpiar,
pero esta es otra idea que también debes amar para que en el menor tiempo posible
te permita experimentar la limpieza de aquello con lo que más te castigabas.
Cuando dices te amo, aceptas, expandes, apruebas, liberas, abrazas, perdonas,
agradeces, sientes, amas.
Decir te amo a las personas que te rodean conocidas o no, es una experiencia muy
bella, que facilita tu relación contigo y esto permite que mejoren tus relaciones
personales. Decir te amo para ti, es algo maravilloso porque es el símbolo de que
estás trascendiendo tu historia personal. Decir te amo a la Inteligencia Divina o
Divinidad, es simplemente perfecto porque reconoces la Unidad en ti.
La frase te amo es en sí un acto de auto perdón, y en este sentido es muy práctico
que te dejes guiar por la voz de tu corazón, en las diversas situaciones de la vida.
Habrá ocasiones en las que sientas la necesidad de decir te amo, y habrá otros
momentos en los cuales desees recurrir a la palabra perdóname. Cualquiera es
perfecta porque es una señal de tu guía interno.
Pedir perdón es un acto humilde, altruista, pero ten en cuenta siempre que vas a
dialogar con una extensión tuya, contigo misma y que si eres rechazada, es porque
una parte de ti no quiere perdonar, por esto el perdón es auto perdón.
AUTO PERDON
Limpiar consiste en perdonar, agradecer o amar. Comienzas a sanar cuando
introduces al mundo en ti, cuando te das cuenta de que tienes el poder de encender
una luz que ilumine su oscuridad, cuando dices te amo de forma permanente,
evitando así el paso de pensamientos dolorosos a tu mente. La palabra permanente
significa a cada instante, todo el tiempo porque de todos los millones de bytes de
información que te rodean, no tienes idea de cuál puede tocar tu puerta para hacerte
recordar, tampoco sabes qué tanta basura pueda pasar, así que lo mejor es ir
limpiando, podando, barriendo, sanando lo viejo, lo que ya no necesitas.
Perdón, curación y milagros
Te amo, te amo, te amo.
Te amo: humanidad, memoria, recuerdo, pariente, familiar, ancestro, enfermedad,
dolor en el alma, pérdida, encuentro, vida, muerte.
Lleva esta frase siempre contigo, no le dejes espacio a tus recuerdos, porque si los
dejas pasar inconscientemente siempre te sentirás lastimada. Es muy importante
que sepas para qué estás aquí y por qué estás leyendo estas líneas. Tu misión es
limpiar tu humanidad en ti.
Sueles creer que naciste para cumplir con determinados objetivos, dinero,
relaciones, poder externo. Sin embargo estás aquí para limpiar las memorias que
rodean todo eso, estás aquí para limpiar el mundo que hay en tu mente.
¿Qué por qué no se encarga otra persona de la limpieza? Bueno, porque esa otra
persona no está leyendo este libro de manera directa y porque ninguna vida es
igual a otra, tu experiencia es única. Tu humanidad te está hablando aquí a través
de estas palabras y por eso tienes la opción de escucharlas y tomarlas o de dejarlas
partir. Aquello de perdonar a alguien más es un invento del ego. Poco a poco irás
dejando de usarlo para comprender que el perdón siempre es hacia ti, es auto
perdón. Con pronunciar un te amo, los recuerdos se limpian tan milagrosamente
que un buen día después de tu desayuno puedes notar que ya no sientes deseos de
venganza, no sientes la necesidad de modificar nada, no lloras y que contrario a
eso hay una paz infinita en tu corazón. La limpieza siempre se hace a niveles que
desconoces y el amor puede ir sanando recuerdos de los cuales no eres consciente,
así como a grandes cantidades de personas involucradas en tu mundo.
De repente te encuentras con un amigo que se ha ganado la lotería cuando la última
vez que lo viste casi que vivía de la caridad de sus otros amigos. O puedes
escuchar en la televisión que tu gobierno lanzó un decreto que permitirá que se
proteja mucho más el medio ambiente y los animales.
O de pronto se haga un estudio en el cual se informe que los niveles de violencia
en determinada ciudad (lejana o no) han bajado. Tal vez alguien te comente que se
encontraron nuevas formas para sanar el cáncer o el sida y que estas formas hacen
feliz a los pacientes. Cuando escuches algo fabuloso en el televisor, por supuesto
que se trata de tu trabajo, significa que lo estás haciendo muy bien, así que date
unas palmaditas en la espalda y continúa tratándote con amor porque eso es para ti
y para todo tu mundo. Si lo que escuchas te suena desagradable límpialo en
ti porque así conseguirás sanarlo. La clave siempre es LIMPIAR EN TI, no en los
demás. LIMPIAR EN TI SIEMPRE.
La limpieza siempre se da para tus cuatro cuerpos: espiritual, emocional, mental y
por último el físico.
PERDONAR TU RELACION CON EL DINERO
A lo largo del tiempo los seres humanos hemos tratado al dinero de forma
descuidada; lo hemos despilfarrado, malgastado, culpado, hemos renegado de él.
Las personas se quejan de la gente rica, se quejan de no poseer dinero, lamentan no
tener una gran cantidad de billetes, y sin querer impregnan de estas emociones la
energía impecable que en realidad es. Se lucha, pelea, discute y hasta se mata por
dinero. Y lo hacemos porque no sabemos que es una energía sagrada que hay que
amar, bendecir, cuidar y proteger. El dinero va mucho más allá de ser una
colección de billetes o monedas de diferente denominación; es más que nada una
grata experiencia terrenal, es una palabra, un sentimiento, una idea que se tiene o
no se tiene. Si el dinero es o ha sido una experiencia difícil en tu vida, e incluso si a
tu alrededor percibes carencias, es porque todas estas memorias las tienes contigo,
están grabadas en ti y emiten señales que te hacen pensar que el dinero como
objeto es tu principal fuente de poder, porque crees que el dinero es una colección
de billetes, y no lo que en realidad es: una sensación, tal como lo es el frío o el
calor.
¿Tienes la sensación de que se encuentra contigo?
Si la respuesta es que no, entonces puedes comenzar poniéndote en paz con él y
hablándole en nombre de la humanidad que es tuya, tal como si estuviera cabizbajo
en frente de ti. Puedes decirle: Perdóname porque no he sabido valorarte, he
olvidado cómo tratarte, no he cuidado de ti como lo mereces, he estado distante,
dispersa intentando buscarte en donde no estás. Ahora me encuentro contigo, te
abrazo, te cuido y te encuentro en mí. Lo siento, perdóname, gracias, te amo.
En tu imaginación, ve a un hermoso lugar con enormes cascadas de agua pura y
báñate ahí con la energía del dinero, que puede tomar la forma física que tú
consideres. Relaciónate con el sentimiento de unidad y permanece así el mayor
tiempo posible. Abraza al dinero, ámalo desinteresadamente como nunca nadie lo
ha hecho, hasta que tú y él sean uno solo, hasta que no necesites buscarlo más
porque es uno contigo.
Tan pronto como sientas que no hay dinero ni hay tú misma o que el dinero eres tú
y que no necesitas buscarlo, entonces habrás dejado atrás la escasez.

Vivi Cervera

You might also like