Curso: EL DIOS DE JESUCRISTO
APORTE
Colaborador: Armando Leal Martínez/Miguel Ángel Hernández
¿EXISTE DIOS?
GONZÁLEZ FAUS, J. I., «¿Dios?», en La Cuestión Social, 23/2 (2015) 116-141.
Gonzáles Faus comienza su artículo titulado
¿Dios?, dirigiéndose a todos aquellos y aquellas
que buscan con ahínco, y creen no encontrar.
También a los que dudan. Nos introduce a través
de una larga cita de Martín Buber, al paradójico y
abrumador concepto de Dios.
I. ¿Hay acceso a Dios?, ¿hasta dónde?
Faus plantea la fuerza de las cinco vías de Santo
Tomás no por su argumentación, sino por su
multiplicidad de caminos que apuntan a una
misma dirección, como indicio razonable de
credibilidad a nivel de la estructura del
conocimiento humano. Sin embargo, aunque
dichas vías no pueden demostrar la existencia de
Dios -sino dejaría de ser Dios-, el autor propone
otras cinco vías que desde la fe -sin ser
irracionales o infundadas-, son encontradas en
los indicios de las dimensiones de nuestro ser
humanos, a saber:
1. Ciencia: La ciencia no tiene una respuesta
uniforme a la pregunta por Dios, e incluso no
puede decir nada sobre Él; sin embargo, si el
universo es y se ha formado como dice la ciencia,
cualquier afirmación de la existencia de Dios ha
de ser compatible con esos datos científicos, al
explicar el modo de obrar de ese Dios.
2. Filosofía: Mediante algunos ejemplos de la
filosofía, González Faus afirma que la inteligencia
humana tiene una clara percepción de sus
fronteras; pero no consigue traspasarlas ni
conocer lo que existe después de ellas. Con todo,
no puede negar la existencia de Dios.
3. Ética: El hombre es un ser con una autonomía
suficiente para que su recta consciencia y el recto
uso de la razón le declaren lo que es moral, sin
que alguien se lo dicte desde fuera, sin embargo,
los imperativos morales solo se pueden
fundamentar recurriendo a lo Absoluto. Una
complicación de esta afirmación es la absolutez
de los valores morales ante el mal. Apoyado en el
teísmo moral de Kant, González Faus afirma que
“no solo se afirma la existencia de un ser
Sesión: 3
Fecha: 26 de enero de 2018
supremo, sino, al menos, una clara relación de
ese Ser con nosotros”.
4. Belleza: A cobrado fuerza un posible acceso a
Dios a través de la belleza en una doble
dimensión: gratuidad – la belleza de las cosas es
un regalo inesperado- y la sugerencia – la belleza
es sugerente, remitiendo más allá de sí misma.
Ambas son en síntesis “pureza” según Simone
Weil.
5. Mistíca: Es la experiencia de contacto con el
Misterio indecible (Dios) que a pesar de su
ambigüedad -por ser subjetiva y propia de las
minorías-, manifiesta la auténtica experiencia de
relación con un Tú, extraña síntesis del despojo y
la plenitud, liberación y confianza.
II. Excursos: mística y realidad
En este segundo apartado, el autor, contrasta la
tensión entre estas dos dimensiones. Concluye
diciendo que: por escandaloso que parezca el
tema del mal a la hora de hablar de Dios, el
creyente no puede negar que se fía de Él a pesar
del mal; pero nunca cree en Dios como
explicación de los males de este mundo.
III. Transición
Nuestro autor, afirma que las cinco vías
anteriormente expuestas, parecen mostrar que
las mejores dimensiones del SH confluyen
apuntando hacia una misma meta: la persona
huma es un ser que parece constituido por una
pregunta, una espera, una búsqueda o una
apertura hacia la posible de un hipotético más
allá. Para Faus, en Jesús de Nazaret nos ha sido
dada una respuesta a esta dimensión trascedente
del ser humano. Se nos da porque, sin esa
revelación, configuraríamos siempre a medida de
nuestros intereses la idea que nos hacemos del
misterio del mundo.
IV. El Dios cristiano
El autor afirma que el cristianismo profesa no solo
que Dios existe y ha dado una respuesta a este
dinamismo que es el SH; cree incluso que ese
dinamismo humano es un don del mismo Dios
para preparar su encuentro con el hombre.
1. Del hombre a Dios: el primer acceso que el
ser humano tiene de Dios es el reconocimiento de
que él no es Dios: el autoateísmo. Es en ese
sentido como podemos decir que hay un acceso
posible de todo sh a Dios, porque esa negación
explícita de la propia divinidad lleva implícita la
apertura a algunas dimensiones o realidades que
niegan la pretensión de poder, como la oración
bíblica y cristiana que hace reconocer al cristiano
que no es Dios y cuando este reconocimiento deja
de ser meramente teórico y pasa a ser vital, ya
está el sh confesando a Dios y abriéndose a Él de
manera implícita pero suficiente para que, “por
caminos que solo Dios conoce”, Dios se le haga
consciente o inconscientemente presente.
2. De Dios al hombre
a) Pedagogía
La conquista del monoteísmo: ante un Yahvé
que se ha revelado como liberador pero que luego
parece esconderse dejándolos a las miles
necesidades de la vida, es casi irresistible la
tentación de recurrir a otros dioses; la monarquía
facilito más la tentación politeísta. El Templo, en
cambio, jugó un claro papel de contrapeso, de ahí
la concentración del culto en Jerusalén frente a
todos los lugares altos. El templo engendró
también un sentimiento de identidad y unidad.
Lugares concretos de presencia divina: la
nube, el arca, el tempo son ejemplo de una fe
primitiva que Jesús hará madurar cuando afirme
que a Dios no se le adora en ningún tempo
concreto sino en espíritu y verdad.
Del otro al Otro: el creyente ira siendo llevado
poco a poco a descubrir la cercanía de Dios no en
lugares y tiempos concretos sino en los otros, en
los sufrimientos y en las victimas sobretodo.
b) El Obrar más que el ser de Dios: Dios se
revela actuando de una determinada
manera y en esta revelación muestra su
actitud hacia nosotros.
c) Dios de los Pobres: desde el AT
testamento es clara la vinculación entre la
justicia y la revelación de Dios, con la
calificación de Dios como vindicador de los
pobres y oprimidos; el NT planifica esa
revelación, no solo en la persona de Jesús,
sino en el canto de la identidad cristiana
donde se contiene la definición más larga de
la biblia sobre Dios (Lc 1. 50-53)
d) “Dios es amor”: así acuña la única frase
que no haba del hacer de Dios sino de su
ser. El amor resulta ser el más presente y el
gran ausente en nuestra historia. Dios es un
amor extraviado pero casi desconocido en
nuestras experiencias humanas.
e) Padre, Hijo y Espíritu Santo: es en el
marco de la revelación de Dios como amor
donde debe situarse el llamado dogma de la
Trinidad. La Trinidad es la clave, explicación
y raíz última de todo cuanto existe, no es
una Soledad Absoluta sino Comunión
Absoluta; tan plena que Dios es, a la vez,
unicidad y comunidad. Desde la convivio de
que Dios se manifiesta hacia fuera de cómo
es hacia dentro, la fe en la trinidad marca
nuestra existencia de la siguiente manera:
el cristiano confiesa de que Dios como
Padre es el gran ausente de este mundo sin
Dios, pero ese Dios ausente se hace
presente fuera de nosotros como Palabra
que nos llama a reconocerlo en todo aquello
que necesita amor: en las victimas de esta
historia. Y se nos hace presente dentro de
nosotros como Espíritu que trasforma
nuestro espíritu y nos permite reconocer a
Dios en aquellos hijos suyos que nos
necesitan, y llamarle Padre en esta tierra
donde tan poco parece brillar su paridad.
f) Misterio siempre: el cristianismo afirma
que, aun luego de su revelación ¿ sigue
siendo Misterio, pero un misterio doble
porque es, a veces, el “Dios sin nombre”, el
desconocido ante el que sería mejor callar,
pero tiene el rostro irreconocible en las
victimas de esta tierra y de esta historia.
3. Significado humano de la existencia de Dios
a) La justicia que brota de la fe: hay una
virtud que es preparación y consecuencia
de ese encuentro: luchar por la justicia, la
fraternidad y la igualdad de los hombres
liberes. La igualdad es la más religiosa, la
más teológica, la más cristiana de todas las
pretensiones humanas, porque cuando
Dios se da como Padre, el primer resultado
de esa donación es la igualdad entre los
hermanos, como igualdad plena entre los
humanos.
b) El débil todo poderoso: una de las frases
más sorprendentes del NT es “Dios entrego
a su propio hijo”. Lo entregó en manos del
hombre; esa entrega incomprensible
designa la máxima cercanía a nosotros del
 Dios siempre trascedente, la cercanía del
Dios-crucificado. Así Dios se presenta
totalmente desdvinizado, débil e impotente
ante los hombre. Sin embargo, en esta
máxima ausencia creen los cristianos que
es donde Dios estuvo más cerca de
nosotros.
V. Conclusión: creer en el amor:
La fe cristiana profesa que hay una manera
infalible de contactar con Dios, y es la dedicación
amorosos a los sufrientes de la tierra. Desde esta
visión cristiana de Dios, el autor, para terminar su
artículo propone dos posibles universos de
lenguaje sobre Dios: la primera se centra en el
Amor como la realidad última que es fuente y
verdad de la vida, comporta el compromiso de
compartir la propia vida en una entrega del amor
y un aprendizaje del amor; la segunda, que sea
un Amor sin confusión ni división, es decir, que
Dios sigue siendo Dios y el hombre sigue siendo
hombre tras la unión (sin confusión) y que, pese a
eso, Dios y el hombre conforman una única
realidad inseparable (sin división). Desde estos
dos enfoques, concluye el autor con una frase
dialéctica: para un cristiano, Dios es la más
importante y mejor notica que se nos da a los
seres humanos.