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La Primera Mirada

de Mi Alma y las flores


de Tomasina
Texto de:
Luisiraí Narváez
Luis Mendez

© Edición Educación Estética (ULA)

Mérida 5101, Venezuela.


SEGUNDA EDICIÓN.

Formación Estética Visual y el logotipo Arte y Estética Visual son marcas registradas de Edición Educación Estética.

Esta obra no puede ser reproducida, total o parcialmente, sin autorización escrita del editor.

Impreso en Venezuela – Printed in Venezuelan


La Primera Mirada de Mi Alma
y las flores de Tomasina
Hace mucho tiempo, en un pequeño poblado, cerca de la ciudad de Luxemburgo,
se encontraba una humilde vivienda adornada de flores silvestres y rodeada de
hermosos sembradíos. Allí vivía Povera, un pequeño jovencito, observador y pensante;
de cabello castaño y ojos color café, con una mirada tan intensa que te sumergía en lo
más profundo de tu ser y manos tan delicadas como las de un pincel.
En las cercanías de su hogar, colgaba de un precioso árbol frondoso, un hermoso
y pequeño columpio; lugar donde Povera siempre observaba el ocaso y apreciaba como
la noche invadía todo a su paso; sometiendo a todo el poblado, en un encantador
silencio, que inducía a toda persona, a conseguir un placentero y maravilloso descanso.
Al contemplar, tan majestuoso evento natural; Povera se hacía muchas preguntas, y
sentía un inmenso temor porque en su interior naufragaba un pensamiento de
incertidumbre, duda y desconcierto, ya que creía, que él no sabía nada. También se
preguntaba ¿cómo hacer para saber mucho? Creando así, en su mente una laguna de
interrogantes, mientras admiraba como los últimos rayos del sol, desaparecían en la
lejanía. Allí, Povera pasaba siempre largos ratos, hasta que ya cansado, consumido por el
pensar y deleitado por la serenidad que traía el sol al ocultarse, decidía de forma muy
relajada, irse a dormir.
Cierto día, camino a casa; Povera se encontraba muy, pero muy triste. En el colegio,
su amada profesora, había hablado sobre un tema, totalmente desconocido para él, y el cual
no había entendido; puesto que su maestra le dirigió una pregunta, y al intentar
responderla, los nervios se apoderaron de todo su cuerpo, sus manos se colocaron sudorosas
y sin pensarlo comenzó a tartamudear; pues realmente no sabía la respuesta. Todos sus
compañeros se burlaron de forma despectiva, cantando una canción en rima: “Povera no sabe
nada, ni hablar lo sabe hacer, pues él no entiende nada y ni agua sabe beber”
Avergonzado y temeroso, Povera decidió mejor callar y asumir que lo que
cantaban era verdad; pues hasta el mismo creía que no sabía nada; siempre estaba
lleno de preguntas y nunca encontraba las respuestas. Povera se lamentaba por todo
lo sucedido en clase; debido al nerviosismo, no pudo comprender nada del tema
tratado por la profesora, y de forma gigantesca tenía más dudas e incertidumbre; ya
que el momento vivido, solo logró que se sumergiera en la pena y en la confusión, su
pensar lo ensordeció, su mirada se enfoco en la esquina del pizarrón, lo que causo
bloquear su comprensión.
Sin embargo, en el aula de clase se encontraba la joven Tomasina quien estaba
muy animada porque era un día muy especial para ella, pues su abuelo estaba de
cumpleaños y como regalo especial lo invito a la galería de arte contemporáneo. Al
ver a Povera angustiado le pidió que la acompañara para que le ayudara con su
abuelo. A Tomasina le gustaba mucho ir a la exposición de las obras, porque nunca
sabía que podría pasar en el interior de esas maravillosas pinturas.
Estando en la galería su abuelo dijo:
- ¡Mira las flores de estos cuadros!
- Yo solo puedo ver manchas - respondió tomasina -
- Estas pinturas están hechas de manchas añadió el abuelo, pero si retrocedemos
un poco las manchas se convierten en una imagen y es lo que se conoce como
impresionismo.
Povera en silencio los escuchaba, pero igual seguía sin entender. Tomasina se
alejo y entro en la siguiente sala para comprobarlo ahí vio una pintura llamada el
almuerzo de Claude Monet y cuando retrocedió y la observo de lejos pudo ver un
jardín y pensó que al abuelo le gustarían unas flores para su cumpleaños, cerró los
ojos y aspiro, sentía como si hubiera atravesado la pintura, pues estaba segura de que
podía oler el aroma de las flores.
Cuando abrió los ojos se encontró en un jardín, rodeada de margaritas, rosas y
girasoles.
- ¿Puedo coger algunas flores? - pregunto Tomasina a un pequeñín que se
llamaba Juanito
- Si anda yo te ayudo dijo Juanito.
Así que Juanito y tomasina empezaron a coger las flores.
- Las vas a pintar pregunto él.
- No son para mi abuelo – respondió Tomasina
- Papa pinta flores - añadió Juanito- … Ven te enseñare.
Juanito llevo a tomasina a una habitación llena de cuadros, como una
pequeña galería.
- Este es el estudio de papa dijo el niño, es un pintor famoso que se llama
Claude Monet.
- ¡Que bien! - expreso Tomasina- Será mejor que vuelva con mi abuelo y
Povera, otro día te los presento.
Tomasina recogió el ramo de flores y mientras se despedía con la mano
atravesó el marco hacia la galería y llego donde estaba su abuelo, escondiendo el
ramo para darle la sorpresa a su abuelo.
Povera noto que las flores se marchitaban, así que le sugirió a Tomasina al
oído que las metiera en un jarrón con agua, y al ver el reloj que estaba junto a el,
noto que era muy tarde; así que se despidió y regreso a casa.
Angustiado Povera, llego a casa muy confundido, así que le pregunto a su
madre:
- ¿Mamá tú sabes que es el arte contemporáneo?
A lo que la madre le respondió:
- No sabría darte una respuesta hijo, pero si quieres información sobre ese
tema, anímate a leer un libro rojo, que está en el baúl de tu abuela Betty; tal vez si
le prestas atención, comprenderás y verás que no es tan difícil como crees, solo abre
tu mente y alma, y déjate llevar por la lectura.
Povera tomó el libro entre sus manos; y lo observó durante unos minutos,
detalló su portada firme de color rojo intenso, un grabado que en ella expresaba un
titulo de letras negras y brillantes; el libro era pequeño pero de gran grosor, estaba
algo empolvado y con las esquinas levemente maltratadas. Luego de apreciarlo en el
exterior, comenzó a hojearlo; sus páginas tenían un color amarillento, eran algo
tersas y poseían un aroma exquisito, que hipnotizaba e incitaba a cualquiera
adentrándolo en él; así que comenzó al instante a leer lo que sus páginas contenían.
En la medida en que se adentraba en la lectura, más se entusiasmaba por el
tema, y empezaba a comprender el mundo del arte contemporáneo, las expresiones
artísticas que están involucradas desde comienzos del siglo XX hasta nuestros
tiempos; y tal como le dijo su madre, no era tan difícil; pues sí sabía algo del arte
contemporáneo, porque lo apreciaba a diario; al pasear por la ciudad, al ir de
compras, al pasear en el parque, hasta en el mismo colegio, en su hogar en el
maravilloso puente que tenían que atravesar para llegar a su hogar y ahora si
entendía de lo que hablo el abuelo de Tomasina..
Así fue como Povera, en su siguiente clase, pidió a su amada profesora que le
permitiera hablar con sus compañeros de toda la experiencia que él había descubierto y poseía
sobre el arte contemporáneo; todo gracias al libro, recomendado por su mama; la Sra
Elizabeth.
Povera, muy entusiasmado, explico a todos sus compañeros como el arte en el tiempo,
agrupaba expresiones artísticas como el fauvismo, el expresionismo, el cubismo, el futurismo,
el neoplasticismo, el dadaísmo y surrealismo, el arte pop, el arte conceptual, el constructivismo
y hasta su nombre formaba parte de estas expresiones, con el arte povera.
En su mente, él iba recreando cada momento vivido, aquellos instantes que le
permitieron comprender la belleza del arte en el mundo que le rodeaba. Transitó el camino de
sus recuerdos, y visualizó en sus pensamientos, el diseño de los pilares de las plazas, de los
asientos, de los templos; relacionándolos con cada expresión artística.
Povera llevo varias imágenes de él visitando iglesias, monumentos y teatros; mostró sus
comics, varios anuncios publicitarios, e inclusive les señaló como hasta en su camiseta, había
una imagen estampada, que representaba el cubismo; material de apoyo que permitió que sus
compañeros comprendieran mejor el tema.
Luego de un breve descanso, Povera ayudado por Tomasina animó a sus compañeros a
recorrer toda la institución educativa; y así, apreciar como en toda su estructura, estaba
representado el arte contemporáneo. Todos vieron asombrados, que la sala de profesores se
encontraba adornada, con hermosos cuadros de pintores famosos como: Salvador Dalí, Joan
Miró, Marcel Duchamp, Picasso, Robert Delaunay, Pablo Gargallo y muchos otros
representantes de este hermoso arte. También pudieron observar, que los mismos estaban
enmarcados en madera delicadamente tallada. Sorprendidos también vieron, que en la
biblioteca habían esculturas asombrosas, correspondientes al arte contemporáneo.
Después de un largo recorrido de gran aprendizaje, retornaron al aula de clase, donde
Povera dio las gracias a sus compañeros por su gran atención y a su profesora por el tiempo
cedido. Recíprocamente todos agradecieron a Povera y le aplaudieron efusivamente.
Esta vez, Povera regresó a casa acompañado de Tomasina, quien le conto lo sucedido
con el ramo de flores; pues cuando Tomasina llego a casa había colocado, en un hermoso
jarrón, el ramo de flores y se lo había dado a su abuelo deseándole un ¡feliz cumpleaños
abuelo!... Le contó lo sorprendido que había quedado su abuelo con tan hermoso regalo.
Povera la escuchaba y observaba lo emocionada que estaba, le dio las gracias por su
compañía y siguió camino a casa más animado que nunca, con sus ojos muy abiertos y sus
pupilas dilatadas, intentando captar toda la belleza de su alrededor; pues descubrió que lo que
nos rodea, nos enseña; solo que debemos aprender a mirar con los ojos del alma y a
profundidad, apreciando lo sublime que en la vida se puede hallar.
Tan animado estaba Povera, que al llegar a casa no podía parar de hablar, narrando a
su madre todo lo que le había acontecido ese día, y mientras hablaba empezó a pintar un
maravilloso cuadro el cual llamo: “El Ocaso de Mi Primera Mirada: La Mirada del Alma”.
Recordó a su amiga y lo alegre que era y decidió hacerle una hermosa pintura que
llamo: “Tomasina y el ramo de flores”.
Gracias a todas sus vivencias, experiencias, momentos y recuerdos, que lo inspiraban;
Povera descubrió su gran talento por la pintura y escultura, quedo tan atrapado por cada
lienzo que pintaba, y como su imaginación brotaba a través de su pincel, brocha, espátula o
cincel. Así que desde ese momento, se dedico a estudiar la pintura, como un medio para
expresar su mirar, sus emociones y sentimientos; convirtiéndose en POVERA el gran pintor y
escultor de todos los tiempos.
Esta Obra se termino de imprimir en Noviembre 2016
Arte y Estética Visual.
En Diseño de Medios Impresos,

Propiedad intelectual de Educación Estética C. A.


Impreso en Venezuela / Printed in Venezuelan
Educación Estética
Una preciosa colección de cuentos con hermosas ilustraciones e historias
fantásticas que son del gusto y disfrute de los niños; escritos y adaptados
especialmente para los pequeños con la intención de viajar al mundo del
conocimiento a través de la imaginación.

* De las hadas me encontré.


* El murciélago valiente.
* La ranita coqueta.
* Me pareció ver.
* El clavel del Pedregal.
*El dragón del volcán.

Registrada conforme a la ley. Derechos reservados.


Prohibida su reproducción total o parcial bajo cualquier forma.

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