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Experimento de Asch

Las cartas usadas en el experimento. La carta de la izquierda es la línea de


referencia y la de la derecha muestra las tres líneas para comparar.

Los experimentos de conformidad con el grupo de Asch fueron una serie de


experimentos realizados en 1951 que demostraron significativamente el poder de
la conformidad en los grupos.

Los experimentadores, conducidos por Solomon Asch pidieron a unos estudiantes


que participaran en una “prueba de visión”. En realidad todos los participantes del
experimento excepto uno eran cómplices del experimentador y el experimento
consistía realmente en ver cómo el estudiante restante reaccionaba frente al
comportamiento de los cómplices. El objetivo explícito de la investigación era
estudiar las condiciones que inducen a los individuos a permanecer
independientes o a someterse a las presiones de grupo cuando estas son
contrarias a la realidad.

Los participantes -el sujeto verdadero y los cómplices- estaban todos sentados en
la sala de una clase en donde se les pidió que dijeran cuál era a su juicio la
longitud de varias líneas dibujadas en una serie de exposiciones: se les
preguntaba si una línea era más larga que otra, cuáles tenían la misma longitud,
etc. Los cómplices habían sido preparados para dar respuestas incorrectas en los
tests y determinar si ello influía en las respuestas del otro estudiante.

Procedimiento[editar]

Se reunía a un grupo de 7 a 9 estudiantes en un aula y el experimentador indicaba


que el experimento consistiría en comparar pares de líneas. Se les mostrarían dos
tarjetas, en una aparecería una línea vertical y en la otra tres líneas verticales de
distinta longitud. Los participantes deberían entonces indicar cuál de las tres líneas
en la segunda tarjeta tenía la misma longitud que el estándar de la primera.

Del grupo de participantes, todos excepto uno eran en realidad cómplices del
investigador, siendo el restante (sujeto crítico) el foco del experimento, al cual se
le colocó en la posición de tener que dar su respuesta después de haber
escuchado la mayoría de las respuestas de los demás. El experimento consistía
en realizar 18 comparaciones de tarjetas teniendo los cómplices la instrucción de
dar una respuesta incorrecta en 12 de ellas.

En las dos primeras tanto los cómplices como el sujeto crítico respondieron de
forma unánime la respuesta correcta. Sin embargo, a partir de la tercera prueba,
los cómplices indican intencionalmente una respuesta incorrecta. En ésta, el sujeto
da la respuesta correcta al final, mostrándose sorprendido por las respuestas
previas (e incorrectas) de los cómplices. En la prueba siguiente la situación se
repite: los cómplices dan de forma unánime una respuesta incorrecta y el sujeto
crítico disiente dando la respuesta correcta pero mostrando un desconcierto
mayor. Al repetirse la situación, el sujeto crítico eventualmente cede a la presión
de grupo e indica también una respuesta incorrecta.

Resultados[editar]

El experimento se repitió con 123 distintos participantes. Se encontró que aunque


en circunstancias normales los participantes daban una respuesta errónea el 1%
de las veces, la presencia de la presión de grupo causaba que los participantes se
dejaran llevar por la opción incorrecta el 36.8% de las veces.1

Aunque la mayoría de los sujetos contestaron acertadamente, muchos


demostraron un malestar extremo y una proporción elevada de ellos (33%) se
conformó con el punto de vista mayoritario de los otros cuando había al menos
tres cómplices presentes, incluso aunque la mayoría dijera que dos líneas con
varios centímetros de longitud de diferencia eran iguales. Cuando los cómplices no
emitían un juicio unánime era más probable que el sujeto disintiera que cuando
estaban todos de acuerdo. Los sujetos que no estaban expuestos a la opinión de
la mayoría no tenían ningún problema en dar la respuesta correcta.

Una diferencia entre el experimento de conformidad de Asch y el también famoso


en psicología social experimento de Milgram conducido por Stanley Milgram es
que los sujetos de aquel estudio atribuían el resultado a su propia “mala vista” o
falta de juicio, mientras que en el experimento de Milgram culpaban al
experimentador por su comportamiento.
Los experimentos de Asch pueden aportar cierta evidencia empírica relevante a
algunas de las ideas que aparecen en la novela 1984 de George Orwell. También
sirve para ilustrar el concepto de “coge un ciervo y llámalo caballo” (指鹿為馬/指鹿
为马) , una prueba de lealtad hacia sus subordinados realizada por Zhao Gao.

Una serie de estudios realizados en la década de 1950

El experimento de Asch, por Solomon Asch, fue un famoso experimento,


diseñado para probar como la presión ejercida por compañeros (bien fuesen
de trabajo u otros campos) hasta hacer que un sujeto se conforme, influía en
el juicio y la individualidad de un sujeto de prueba.

El experimento se relaciona estrechamente a los experimentos conducidos


en la prisión de Stanford y a los experimentos de Milgram, en el hecho que el
experimento de Asch trata de mostrar cómo seres humanos perfectamente
normales pueden ser presionados hasta mostrar un comportamiento inusual
ligado a la fuerza ejercida por las figuras de autoridad, o por el consenso de
la opinión de otros que les rodean.

Para el experimento, ocho sujetos fueron sentados alrededor de una mesa,


con los asientos organizados según un plan construido cuidadosamente
para evitar cualquier sospecha.

Sólo uno de los participantes era en realidad unparticipante inocente y


genuino en el experimento reclutado de afuera, el resto eran cómplices de
los experimentadores, cuidadosamente instruidos para dar ciertas
respuestas preseleccionadas. Dada esta meticulosa construcción del
experimento y su estrategia, una cantidad variable de la presión del grupo
iba siendo ejercida sobre el unico verdadero sujeto experimental.

Experimento de Asch El experimento era simple en esencia; cada


participante, siguiendo su turno asignado, era invitado a responder una serie
de preguntas simples por ejemplo: Qué línea de una cierta figura era más
larga, o cual de todas las lineas presentadas concordaba con la línea de
referencia etc. (Fig. 1)

En un pricipio, los participantes dieron una variedad de respuestas correctas


para no despertar sospechas sobre la naturaleza ral del experimento, pero
adicionando progresivamente algunas respuestas incorrectas.

Esto fue pensado con el fin de permitirle a Asch el determinar cómo las
respuestas del sujeto iban cambiando con la influencia de la presión de
grupo.

Los resultados del experimento de Asch fueron interesantes mostrando que


la presión social puede tener una influencia medible sobre las respuestas
dadas.

El grupo de control, es decir, los participantes que no estaban expuestos a la


presión de grupo y donde por ende todo el mundo respondía correctamente,
levantó una sola respuesta incorrecta de las 35respuestas, lo que
probablemente podría explicarse por error experimental .

A diferencia del grupo control, los resultados de los otros grupos fueron
muy interesantes; demostrando que, cuando los sujetos estaban rodeados
de gente que daba respuestas incorrectas a las preguntas dadas, más de un
tercio de los sujetos se dejaron llevar y manifestaron una opinión o
respuesta errónea.
Al menos el 75% de los sujetos dieron la respuesta equivocada a por lo
menos una pregunta, a pesar de que el error experimental puede haber
tenido alguna influencia en esta figura. No había duda, sin embargo, de que
la presión de los compañeros puede causar la conformidad en un individuo
inmerso en este tipo de situaciones.

al analizar estos resultados, se debatió si esto podria ser a concequencia de


la gente no cree en la evidencia vista por sus propios ojos o si era sólo un
caso de conformidad, el hehco de que la gente escondiera sus verdaderas
opiniones.

Otros experimentos posteriores al de Asch demostraron que el número de


voces disidentes proporcionaban una diferencia en los resultados, al igual
que la contundencia que tuviesen los confederados.

Un confederado con respuestas incorrectas hacía poca diferencia en cuanto


a las respuestas del sujeto del experimento, pero en cambio, la influencia
aumentaba de manera constante si dos o tres personas confederadas no
estaban de acuerdo.

Las cifras no cambiaron mucho después de este punto, entre más


confederados hubiesen en un grupo, mayor era la diferencia que se
producía. El número de personas en el grupo tambiéninfluenció los
resultados asi como las voces disidentes que fue una variable nivelada en
grupos de más de seis o siete personas.

Los experimentos también mostraron que, si aunque sólo fuera un otro


participante el que esté en desacuerdo con los confederados, el sujeto tenía
más probabilidades de resistir la presión de grupo, pero si era al contrario,
parecia ser más difícil resistirse a la mayoría si el sujeto estaba aislado.

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