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2018

PERSONALIDAD

CONCEPTOS Y TEORÍAS
JAIRO SINAÍ SANTOS TORRES
TELEBACHILLERATO “CERRO ALTO”

QUINTO SEMESTRE

GRUPO “A”

PROF. CLAUDIA BENAVIDES GARCÍA

ALUMNO: JAIRO SINAI SANTOS TORRES

1
Contenido
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 4
CONTENIDO ............................................................................................................................... 5
PERSONALIDAD ................................................................................................................... 5
Definiciones de personalidad según varios autores ......................................................... 5
KOTLER (1996) .................................................................................................................. 5
ALLPORT............................................................................................................................. 6
SIGMUND FREUD ............................................................................................................. 7
EYSENK............................................................................................................................... 7
JEAN FILLOUX ................................................................................................................... 7
CONCEPTO DE PERSONALIDAD ..................................................................................... 7
DEFINICIÓN DE PERSONALIDAD ..................................................................................... 9
DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD .......................................................................... 9
Las 5 etapas del desarrollo de la personalidad ............................................................. 9
1. Los primeros momentos .......................................................................................... 10
2. Infancia ....................................................................................................................... 10
3. Pubertad y adolescencia ......................................................................................... 11
4. Adultez ....................................................................................................................... 11
5. Ancianidad ................................................................................................................. 12
TEORÍA DE LOS 4 TEMPERAMENTOS ......................................................................... 12
La teoría de los cuatro humores .................................................................................... 13
La teoría de los temperamentos básicos ...................................................................... 14
Los 4 temperamentos básicos propuestos por Galeno fueron los siguientes. ....... 14
1. Temperamento sanguíneo.......................................................................................... 14
2. Temperamento flemático ............................................................................................ 14
3. Temperamento colérico .............................................................................................. 14
4. Temperamento melancólico ....................................................................................... 15
La teoría de los 4 temperamentos y la psicología ....................................................... 15
El potencial inspirador de Galeno .................................................................................. 16
TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD (PSICOANÁLISIS) ................................................ 16
La estructura de la personalidad: ................................................................................... 16
Origen del Psicoanálisis. ................................................................................................. 22
La Teoría del Psicoanálisis de Sigmund Freud. .......................................................... 23
Consciente, Preconsciente e Inconsciente Reprimido. .............................................. 24
Ello, Yo y Superyó. ........................................................................................................... 25
Mecanismos de Defensa. ................................................................................................ 26

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El Desarrollo Libidinal. ..................................................................................................... 27
Desarrollo Sexual Infantil. ............................................................................................... 28
CONCLUSIÓN .......................................................................................................................... 31
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 32

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INTRODUCCIÓN

En esta investigación se hablará de todo lo importante que tienen que


ver con personalidad, desde sus conceptos hasta las teorías que lo conforman.
Todos en algún momento de la vida hemos escuchado o utilizado frases como:
“Aquella persona tiene una excelente personalidad”, “él no tiene personalidad” o
tal vez “a esa persona le hace falta personalidad”, frases comunes que buscan
describir en otros, la mayoría de las veces subjetivamente, la forma de ser, de
pensar y de actuar, y también, de algún modo, de predecir la manera en la que
se comportarán y las actitudes que tendrán en el futuro.

Puede ser que en estos casos, al utilizar la palabra “personalidad”, el interlocutor


logre entender el sentido y contenido del mensaje, no necesariamente sin
equívocos, sin embargo, el término como tal, no está siendo utilizado de manera
adecuada, sino que responde a una construcción social o “popular”, la cual dota
a la palabra de un sinnúmero de significados, que no solo distan de lo propuesto
por las investigaciones, perspectivas y teorías científicas, sino que se presta para
confusiones, interpretaciones erróneas y hasta valoraciones interpersonales que
pueden generar más perjuicios que beneficios.

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CONTENIDO

PERSONALIDAD

La personalidad es un constructo psicológico, con el que nos referimos a un


conjunto dinámico de características de una persona. Pero nunca al conjunto de
características físicas o genéticas que determinan a un individuo, es su
organización interior la que nos hace actuar de manera diferente ante una o
varias circunstancias.

Definiciones de personalidad según varios autores

KOTLER (1996)

Define personalidad como:

"Las características psicológicas y distintivas de una persona que conducen a


respuestas a su ambiente relativamente consistente y permanente."

La personalidad individual se describe en función de características como la


confianza en sí mismo, autoridad, autonomía, sociabilidad, agresividad,
estabilidad emocional, afiliación y adaptabilidad. La personalidad puede ser una
variable útil en el análisis de la conducta del consumidor, esto porque si las
empresas descubren características de personalidad en sus clientes potenciales,
podrán mejorar o cambiar su publicidad y así sus ventas. Un concepto
relacionado con la personalidad según Kotler (1996) es "el concepto de sí mismo
o autoimagen de una persona, la cual es una compleja imagen mental que las
personas tienen de sí mismos."

Aunque una persona tenga su autoconcepto definido, es decir, la manera en que


se ve a sí mismo, puede que esto difiera de su autoconcepto ideal, es decir, de
cómo lo gustaría verse y del autoconcepto de otros (la manera en que esa
persona cree que lo ven los demás). Es por esto que los mercadólogos deben
tener mucho cuidado a la hora de desarrollar imágenes de marca que se acoplen
a la autoimagen del mercado meta, porque como se mencionó anteriormente, no
siempre el consumidor va a inclinarse a comprar cierto producto de acuerdo al

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concepto que tiene de sí mismo, puede que adquiera un producto pensando en
el autoconcepto de otros y del autoconcepto ideal.

ALLPORT

Define personalidad como:

Según Gordon Allport la personalidad es "la organización dinámica de los


sistemas psicofísicos que determina una forma de pensar y de actuar, única en
cada sujeto en su proceso de adaptación al medio".

Desmembrando esa afirmación encontramos que:

La organización representa el orden en que se halla estructurada las partes de


la personalidad de cada sujeto.

Lo dinámico se refiere a que cada persona se encuentra en un constante


intercambio con el medio que sólo se interrumpe con la muerte.

Los sistemas psicofísicos hacen referencia a las actividades que provienen del
principio inmaterial (fenómeno psíquico) y el principio material (fenómeno físico).

La forma de pensar hace referencia a la vertiente interna de la personalidad.

La forma de actuar hace referencia a la vertiente externa de la personalidad que


se manifiesta en la conducta de la persona.

Y es única en cada sujeto por la naturaleza caótica en el que el cerebro organiza


las sinapsis.

Rasgos de personalidad según Gordon Allport:

Rasgo cardinal: una característica única que dirige buena parte de las
actividades de una persona.

Rasgos centrales: Como la honestidad y la sociabilidad, por lo general van de


cinco a 10 en cualquier persona.

Rasgos secundarios: Características que inciden en el comportamiento en


muchas menos situaciones y ejercen menos influencia que los rasgos centrales
o cardinales.

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"Los rasgos ofrecen una explicación clara y sencilla de las consistencias
conductuales de las personas permiten comparar fácilmente a una persona con
otra. Los rasgos son características de la personalidad y comportamientos
consistentes que se manifiestan en diferentes situaciones. La teoría de los
rasgos busca explicar, en forma sencilla, las consistencias en el comportamiento
de los individuos."

SIGMUND FREUD

Definió personalidad como:

El patrón de pensamientos, sentimientos y conducta que presenta una persona


y que persiste a lo largo de toda su vida, a través de diferentes situaciones.

EYSENK

Definió personalidad como:

Una organización más o menos estable y duradera del carácter, temperamento,


intelecto y físico de una persona, que determina su adaptación única al ambiente.

JEAN FILLOUX

Definió personalidad como:

Configuración única que toma, en el transcurso de la historia de un individuo,


como el conjunto de los sistemas responsables de su conducta.

CONCEPTO DE PERSONALIDAD

La personalidad es un conjunto de características que tiene una persona o


alguna manera de comportarse de ese individuo.

La personalidad puede sintetizarse como el conjunto de características o patrón


de sentimientos, emociones y pensamientos ligados al comportamiento, es decir,
los pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos y la conducta de cada
individuo, que persiste a lo largo del tiempo frente a distintas situaciones
distinguiendo a un individuo de cualquier otro haciéndolo diferente a los demás.
La personalidad persiste en el comportamiento de las personas congruentes a

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través del tiempo, aun en distintas situaciones o momentos, otorgando algo único
a cada individuo que lo caracteriza como independiente y diferente. Ambos
aspectos de la personalidad, distinción y persistencia tienen una fuerte
vinculación con la construcción de la identidad, a la cual modela con
características denominadas rasgos o conjuntos de rasgos que, junto con otros
aspectos del comportamiento, se integran en una unidad coherente que
finalmente describe a la persona. Ese comportamiento tiene una tendencia a
repetirse a través del tiempo de una forma determinada, sin que quiera decir que
esa persona se comporte de modo igual en todos los casos. Es decir, la
personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e
interpretamos la realidad, mostrando una tendencia de ese comportamiento a
través del tiempo, que nos permite afrontar la vida y mostrarnos el modo en que
nos vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Nos permite reaccionar
ante ese mundo de acuerdo al modo de percepción, retroalimentando con esa
conducta en nuestra propia personalidad. Cada persona al nacer ya tiene su
propia personalidad con ciertas características propias, que con el paso del
tiempo más el factor ambiental y las circunstancias es como se definirá esa
persona. La personalidad será fundamental para el desarrollo de las demás
habilidades del individuo y para la integración con grupos sociales.

La personalidad es un conjunto de formas de comportarse y pensar que suponen


diferencias individuales y que se ven afectadas por el desarrollo de la persona.
Incluye actitudes, formas de relacionarse con los demás, habilidades, hábitos y
formas de pensar.

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DEFINICIÓN DE PERSONALIDAD

Como vemos el término es utilizado para designar diferentes aspectos, pero,


realmente, ¿qué entendemos por personalidad? Realmente no existe
unanimidad al definirla y existen diferentes definiciones:

Se trata de la organización dinámica o conjunto de procesos que integran el flujo


de la experiencia y la conducta.

Otros la definen en relación con el autoconcepto (cómo se define el individuo), o


el sentido del individuo de quien es él.

Forma característica de pensar y comportarse, como hábitos, actitudes, o, en


general, peculiar forma de adaptación al entorno.

DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD

Las 5 etapas del desarrollo de la personalidad


La manera de ser y nuestros rasgos se van desarrollando a medida que pasamos
por las etapas vitales.

Evolución a través de las diferentes etapas vitales

Para establecer una cronología de las etapas del desarrollo de la personalidad


resulta interesante partir de la clasificación de las principales etapas vitales.

Partiendo de ellas como referencia, veamos de qué manera se va desarrollando


la estructura psicológica de los seres humanos.

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1. Los primeros momentos

En el momento en que un bebé nace no podemos considerar que tenga una


personalidad marcada, ya que el nuevo individuo no ha tenido experiencias
concretas que le hagan ser, pensar o actuar de una manera determinada. Sin
embargo, sí que es cierto que según pasan los días vamos viendo cómo el niño
o niña tiene una tendencia a comportarse de una manera determinada: por
ejemplo podemos observar si llora mucho o poco, cómo se alimenta o si
responde al tacto con miedo o curiosidad.

Estas primeras características forman parte de lo que se viene a llamar


temperamento, el cual forma parte de la constitución innata de la persona y que
posteriormente puede ser moldeado mediante el aprendizaje. El temperamento
tiene base biológica y proviene principalmente de la herencia genética de
nuestros antepasados. Siendo un componente vinculado principalmente a la
afectividad, se trata de un componente primigenio que va a actuar como base
para la construcción de la personalidad.

2. Infancia

Según el sujeto va creciendo, va desarrollando poco a poco diferentes


capacidades cognitivas y físicas que le van a permitir captar la realidad, empezar
a intentar entender cómo funciona el mundo y cómo el propio ser puede influir y
participar en el. Esta etapa se caracteriza por la adquisición de valores, creencias
y normas provenientes del exterior, de una manera inicialmente imitativa y con
pocos tintes críticos. La personalidad empieza a formarse según las
características del temperamento van siendo confrontadas a la realidad,
adquiriendo patrones de comportamiento y maneras de ver mundo y formándose
el carácter.

En esta etapa la autoestima tiende a ser inicialmente elevada debido al elevado


nivel de atención que se suele prodigar al menor en el entorno familiar. Sin
embargo en el momento de la entrada al mundo escolar tiende a disminuir,
debido a que se deja atrás el entorno familiar para entrar en uno desconocido en
el que confluyen numerosos puntos de vista.
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3. Pubertad y adolescencia

La adolescencia, el punto en que pasamos de ser niños a ser adultos, es una


etapa clave en la formación de la personalidad. Se trata de una etapa vital
compleja en que el organismo se encuentra en proceso de cambio, al tiempo que
se aumentan las expectativas respecto al comportamiento del individuo y este
empieza a experimentar diferentes aspectos y realidades.

Se trata de un momento vital caracterizado por la necesidad de diferenciarse,


siendo frecuente que aparezca una ruptura o separación respecto a los adultos
al cargo y un cuestionamiento continuo de todo lo que hasta entonces se le ha
inculcado.

Se aumenta el número de entornos en los que la persona participa, así como el


número de personas con las que interactúa, propiciando junto a los cambios
hormonales y el aumento en la capacidad de abstracción propia de la
maduración cognitiva hará que experimente diferentes roles que le enseñaran
que le gusta y que se espera de él o ella. Se da una potenciación de la búsqueda
de vinculación social y aparecen las primeras relaciones. El adolescente busca
una identidad propia a la vez que un sentimiento de pertenencia al entorno social,
intentando insertarse como parte de la comunidad y del mundo.

En esta etapa la autoestima tiende a variar producto de las inseguridades y los


descubrimientos propios de la adolescencia, A través de la experimentación el
adolescente va a ir probando diferentes maneras de ver la vida, quedándose e
introyectando algunos aspectos y variando otros. Se busca una identidad propia,
búsqueda que con el tiempo cristaliza en una personalidad diferenciada.

4. Adultez

Se considera que es a partir de la adolescencia cuando podemos hablar de


personalidad propiamente dicha, habiéndose forjado ya un patrón relativamente
estable de conducta, emoción y pensamiento.

Esta personalidad aún va a variar a lo largo de la vida, pero a grandes rasgos la


estructura va a ser semejante salvo que suceda algún acontecimiento muy
relevante para el sujeto que le empuje a realizar cambios en su manera de

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visualizar el mundo. En relación a otras etapas vitales, la autoestima tiende a
subir y en general el autoconcepto del adulto tiende a intentar acercar su yo real
con el ideal, por lo que la timidez disminuye, en caso de haber sido elevada
anteriormente.

5. Ancianidad

Si bien en general la personalidad sigue siendo estable la llegada a la vejez


supone la progresiva vivencia de situaciones como la pérdida de habilidades,
actividad laboral y seres queridos, cosa que puede afectar en gran medida a
nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Se registra una tendencia a la
disminución de la extraversión y la autoestima.

TEORÍA DE LOS 4 TEMPERAMENTOS

Uno de los grandes ámbitos de la psicología es el estudio de la personalidad.

Sin embargo, a la hora de buscar maneras de clasificar y describir el estilo de


comportamiento y pensamiento de los seres humanos, no solo se ha hablado
sobre la personalidad, sino que hay otro concepto que a lo largo de la historia,
también se ha utilizado para intentar captar las particularidades de cada persona.

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Este concepto se llama temperamento, e intenta dar cuenta de esas
inclinaciones y tendencias de cada uno que son más fijas, invariables y difíciles
de cambiar.

La teoría de los cuatro humores

Una de las primeras personalidades históricas en desarrollar la teoría de los 4


humores que más tarde daría paso a la de los temperamentos fue el médico
griego Hipócrates. Alrededor de los siglos V y IV a. C., en la antigua Grecia que
habitó Hipócrates, tenía mucha importancia la creencia de que todo lo que existe
en el mundo estaba compuesto por unos pocos elementos combinados entre sí.
Hipócrates adoptó este punto de vista al defender la idea de que el cuerpo
humano está formado por 4 sustancias básicas, también llamadas humores.

Para Hipócrates, estos humores son los siguientes:

-Sangre, cuyo elemento asociado es el aire.

-Flema, el elemento del cual es el agua.

-Bilis amarilla, que corresponde al elemento fuego.

-Bilis negra, asociada a la tierra.

Pero Hipócrates no dejaba de ser un médico, y por eso hizo que esta teoría
humoral entrase más en el campo de la medicina que en el de la psicología y la
personalidad. Según él, el hecho de que en nuestro cuerpo se encuentren todas
estas sustancias en equilibrio hace que estemos sanos, mientras que una
descompensación en los niveles de los humores produciría enfermedades.

Fue Galeno de Pérgamo quien, en el siglo II a. C. realizó mayores esfuerzos para


transformar la teoría de los humores en una teoría de los temperamentos
básicos.

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La teoría de los temperamentos básicos

Galeno partió de la idea de que todo está constituido por la mezcla de 4


elementos y que cada uno de ellos corresponde a uno de los humores del cuerpo
humano para terminar aplicando esta visión a la primitiva psicología de aquella
época. Para este médico griego, los niveles en los que están presentes cada uno
de los humores en un cuerpo humano explican los estilos de personalidad y
temperamento de este, lo cual significa que observando las cantidades de estas
sustancias se podría saber el estilo de comportamiento de una persona, cómo
expresa sus emociones, etc.

Los 4 temperamentos básicos propuestos por Galeno fueron los siguientes.

1. Temperamento sanguíneo
Las personas sanguíneas se caracterizan según Galeno por ser alegres,
optimistas y buscar siempre la compañía de los demás. Muestran calidez a la
hora de tratar con otras personas, su modo de actuar obedece más a los
sentimientos que a las conclusiones generadas por el análisis racional. Además,
cambian de parecer con facilidad y son poco dadas al comportamiento
disciplinado, porque se guían por la búsqueda del placer inmediato. Por eso
frecuentemente dejan cosas sin terminar. Su elemento asociado es el aire.

2. Temperamento flemático
El temperamento flemático expresa una propensión a un modo de comportarse
sereno y tranquilo y un modo de acercarse a las metas perseverante y basado
en la racionalidad. Según la teoría de galeno, las personas que destacan por
este tipo de temperamento valoran mucho la exactitud a la hora de pensar y de
hacer las cosas, raramente se enfadan y no muestran demasiado sus
emociones, llegando a parecer algo frías. Además, suelen mostrarse algo
tímidas y evitar ser el centro de atención o sostener un rol de liderazgo. Según
la teoría de los 4 temperamentos, a estas personas les correspondía el elemento
agua.

3. Temperamento colérico
Las personas que destacan por su temperamento colérico son especialmente
enérgicas, proactivas e independientes. Muestran una tendencia a estar siempre
dedicándose a una actividad o emprendiendo proyectos y defienden con ahínco

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sus opiniones y posturas ante las diferentes situaciones que viven. Además,
confían en su propio criterio y no temen entrar en confrontación con los demás,
por lo que son asertivas y no rehúyen las posiciones de liderazgo. Sin embargo,
si este tipo de temperamento es muy extremado puede dar pie a la aparición de
muchos conflictos y hostilidades. El elemento con el que se las relacionó era el
fuego.

4. Temperamento melancólico
Las personas con temperamento melancólico se caracterizan, según Galeno, por
ser emocionalmente sensibles, creativas, introvertidas, abnegadas y
perfeccionistas. De algún modo, este tipo de temperamento puede relacionarse
con el concepto reciente de Personas Altamente Sensibles (PAS), aunque
definido de modo mucho más ambiguo. Aunque encuentran placer en las tareas
que requieran esfuerzo y sacrificio personal, les cuesta decidirse a la hora de
iniciar proyectos justamente por ese espíritu perfeccionista y por la preocupación
que produce la inseguridad de no saber lo que va a pasar. Su humor varía con
facilidad y muestran una propensión a la tristeza. Su elemento es la tierra.

La teoría de los 4 temperamentos y la psicología

La obra de Galeno ha sido un referente durante muchos siglos de historia, pero


hoy en día no se considera válida ni en la medicina ni en la psicología. Los
motivos son que, por un lado, no se formuló sobre ideas y posturas filosóficas
aceptadas hoy en día (la teoría humoral) y por otro lado, que el modo en el que
se describen los diferentes temperamentos es muy ambigua. Eso significa que
aunque pueda ser inspirador ver reflejada la propia personalidad en alguno de
estos tipos temperamentales, es muy posible que parte del interés que nos
produzca este sencillo sistema de clasificación se deba al efecto Forer, tal y
como ocurre por ejemplo con el eneagrama de la personalidad. A fin de cuentas,
en la época de Galeno la psicología como ciencia no existía, y apenas se estaba
empezando a comprender el funcionamiento del mundo y del cuerpo humano
recurriendo a conceptos poco definidos, compuestos por varias ideas que,
aunque de forma intuitiva podríamos relacionarlas entre sí, más allá de esto no
se puede justificar que estén unidas. Por ejemplo, no hay ningún motivo por el
que dentro del temperamento flemático deban aparecer unidos el carácter

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sereno y el modo de pensar racional. ¿Acaso no podría existir un temperamento
sereno y no racional?

El potencial inspirador de Galeno

Sin embargo, que la teoría de los cuatro temperamentos ya no tenga validez


científica no significa que no haya servido como inspiración para varias teorías
de la personalidad en la psicología moderna. Muchos estudiosos de la
personalidad se han basado en el concepto de temperamento para desarrollar
sus test y herramientas de medición de la personalidad, y hoy en día se
considera que la herencia genética tiene un papel importante en nuestra manera
de ser.

TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD (PSICOANÁLISIS)

La estructura de la personalidad:

Según Freud la personalidad humana surge del conflicto entre nuestros impulsos
instintivos tendentes a la agresividad y a la búsqueda del placer, por un lado, y
los límites sociales que se les impone por otro. La personalidad se construye
como un intento de conciliar estas dos instancias buscando la satisfacción de
nuestros instintos sin ser víctimas de los sentimientos de culpa o castigo. Para
explicar este conflicto Freud construyó unos conceptos teóricos que
interactuaban entre sí: el ello, el yo y el super-yo. Estos conceptos no tienen que
considerarse como poseedores de una verdad objetiva sino más bien como
herramientas útiles para la comprensión de la dinámica de nuestro psiquismo.

El Ello (Id):

Freud, desde el paradigma antropológico del darwinismo, asumió que las


motivaciones básicas del hombre no podían ser diferentes a las de cualquier otro
animal: autoconservación, agresividad y reproducción; no obstante, estas
motivaciones no aparecían tal cual en nuestra vida social, como sí que aparecen
en el resto de animales, sino que quedan ocultas, por conveniencias culturales,
a un nivel inconsciente. El ello es ese depósito inconsciente de nuestra energía
psíquica primaria que busca la satisfacción de esos impulsos biológicos
primitivos. Obviamente el ello actúa movido por el principio del placer: busca la

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satisfacción de nuestros deseos. Pensemos en un niño que en un supermercado
coge una bolsa de patatas la abre y empieza a comérsela para vergüenza de su
madre; está actuando movido por el principio del placer, busca la mera
satisfacción de la necesidad biológica de alimentarse.

Los impulsos del ello son innumerables sin embargo podemos agruparlos en dos
grandes instintos primarios: Eros y Tánatos. El impulso de Eros tiende a la
reunión de elementos dispersos en una unidad mayor por esto también se le
denomina impulso de vida ya que la construcción de nuevas realidades es su
meta principal. Por su parte, el impulso de Tánatos busca la disolución de una
unidad en un conjunto de elementos más pequeños, se le denomina también
impulso de muerte. Para Freud estos impulsos están presente incluso en algunos
procesos inorgánicos de la naturaleza (atracción-repulsión, cristalización-
disolución, etc.). El deseo de formar una familia, de pertenecer a un grupo social,
de construir algo puede ejemplificar el impulso de Eros; por impulso de muerte.

Es importante subrayar que Freud no hace una consideración ética de estos dos
impulsos, toda vez que este tipo de consideración no es pertinente al pertenecer
estos impulsos a una realidad amoral como el ello. Eros no es bueno como
Tánatos tampoco es malo, estas consideraciones carecen de valor y
fundamento. ¿Acaso el deseo de un hombre de cuarenta años de permanecer
bajo la tutela de su mamá es algo bueno? ¿Acaso el deseo de independencia en
un joven es malo? Vemos que estas consideraciones carecen de sentido en sí
mismas y las valoraciones morales se sitúan a un nivel muy diferente que las
valoraciones psicológicas.

Además Freud subraya que ambos impulsos se retroalimentan y dependen entre


sí. Por ejemplo, un león desea cazar una presa, para ello necesita matarla y
digerirla (Tánatos) pero la finalidad de esta acción no es la destrucción en sí sino
que quizás sea el mantenimiento del propio organismo o incluso alimentar a las
crías (Eros).

El yo (ego):

A medida que el niño va creciendo va también aprendiendo que sus deseos


chocan con el mundo real; esto fuerza al niño a readaptar sus deseos a ese
mundo real a través del principio de realidad. Así se construye el yo consciente

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en el primer año de vida del sujeto, el yo que creemos que somos. Este yo es la
parte visible de nuestra personalidad pero las raíces profunda de nuestra
identidad permanecen en el lado inconsciente de nuestro psiquismo. Todas las
motivaciones conscientes no son más que motivaciones inconscientes
transformadas por el super-yo para que el yo pueda conservar incólume su
autoconcepto. Un ejemplo típico es el amor sexual; a pesar de la poesía, el arte
que lo ensalza, o los sentimientos tan nobles que alimenta, desde la perspectivas
psicoanalítica el amor tiene un origen inconsciente en el impulso de la
autoperpetuación que aparece en todos los seres vivos; la creación simbólica
asociada al amor (la ternura, el afecto, la fidelidad) no son más que velos con los
que encubrir su motivación primaria, biológica e incluso fisiológica. El yo se
complace en considerar que sus sentimientos se basan en principios nobles y no
en un mero impulso de satisfacción instintivo.

Los elementos inconscientes son lesivos para el concepto que de sí mismo


posee el yo, por esta razón esos elementos inconscientes son reprimidos y no
surgen a la conciencia más que en ocasiones puntuales como sueños y actos
fallidos. Los procesos de libre asociación o la interpretación de los sueños del
paciente son metodologías terapéuticas propias del psicoanálisis.

El super-yo (super-ego):

Más tarde en el proceso de desarrollo, a los cuatro o cinco años, el individuo


empieza a desarrollar ideales de comportamientos que nos dicen no sólo como
debemos de actuar para satisfacer los impulsos del ello (principio de realidad del
yo) sino como deberíamos de comportarnos. Así el sujeto va interiorizando y
creando una conciencia moral que va más allá de la adecuación práctica de su
conducta a la realidad. El super-yo genera un “ideal del yo” que intenta de
imponer al propio yo efectivo.

El super-yo nace de las exigencias culturales que pesan sobre el sujeto desde
su más tierna infancia. La sociedad en su conjunto, pero sobre todo los padres
del niño son los que construyen dentro de él esta instancia psíquica.
Sentimientos como los de culpa o satisfacción moral son generados en el super-
yo cuando este es satisfecho en sus exigencias. Las exigencias del ello (principio
de placer) y del super-yo (ideal moral de yo) están en franco conflicto la

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resolución de este conflicto es tarea del yo que debe mediar entre las exigencias
biológicas encarnadas por el ello y las exigencias sociales representadas por el
super-yo. En este cruel conflicto la posición del yo es siempre comprometida e
inestable: por un lado el ello acosa al yo con exigencias perentorias que precisan
satisfacción inmediata, por otro lado, el super-yo reprime esos impulsos e incluso
las motivaciones ocultas tras las “nobles” acciones del yo. La salud mental es
ese equilibrio inestable entre estas dos potencias.

Neurosis y psicosis:

Cuando se produce el inevitable conflicto entre el ello y el super-yo el yo puede


resolver este conflicto de un modo sensato y socialmente admitido o puede no
hacerlo. Cuando no se resuelve este conflicto de un modo apropiado surge una
patología mental; el yo, en este caso, puede identificarse unilateralmente con las
exigencias del super-yo o, por contra, con las exigencias del ello. En un caso se
produce la neurosis y en otro la psicosis.

Por neurosis Freud entendía un abigarrado número de patologías mentales que


tienen como nexo común que una conducta patológica afectada de estados de
profunda culpa, miedo o ansiedad. El lavarse repetitivamente las manos puede
ser un ejemplo de esta conducta neurótica que pretende “purificar” de un modo
simbólico los aspectos del ello que el yo se afana en ocultar para satisfacer al
super-yo. El miedo a los espacios abiertos puede tener el mismo origen: el deseo
de proteger al yo ideal de un choque contra el mundo real que le produciría
angustia y ansiedad. Otros trastornos como los depresivos pueden caer bajo esta
amplia etiqueta de “neurosis” toda vez que en estos trastornos el sujeto
desarrolla una continua baja autoestima y un continuo sentimiento de culpa: el
super-yo domina la vida psíquica del enfermo mostrándole de continuo su
alejamiento de lo que “debería ser” según los estrictos criterios del yo ideal del
super-yo.

Por psicosis Freud entendía aquellos trastornos en donde el sujeto se exiliaba


de la realidad y construía otra diferente a la realidad socialmente admitida. El
psicótico tiene alucinaciones y no ve la realidad tal cual nosotros la vemos sino
distorsionada por las exigencias del ello que al final llevan al enfermo a un estado
de desconexión total con la realidad social y a un profundo sentimiento de

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soledad. Según el psicoanálisis las psicosis sobreviene cuando el enfermo se ha
tenido que enfrentar a hechos dramáticos y frustrantes que le han empujado a
cortar sus nexos con la realidad, es decir a abandonar el principio de realidad del
yo en aras del principio de placer. El sufrimiento del enfermo psicótico llega
cuando percibe la exclusión social y afectiva que conlleva su ruptura con la
realidad ordinaria de tal manera que una construcción irreal del mundo que
debería satisfacer plenamente al ello desconectado con la realidad se convierte
en una pesadilla.

Los niños pequeños tienen episódicos comportamientos neuróticos (fobias,


angustias, etc.) y psicóticos (amigos invisibles, alucinaciones, etc.) pero estos
desajustes son normales en cualquier desarrollo psíquico. El equilibrio entre las
exigencias del ello y del super-yo es difícil y alcanzarlo es un proceso complejo
con muchos escollos intermedios.

Mecanismos de defensa (extraído íntegramente del manual de Psicología


Myers):

La ansiedad, decía Freud, es el precio que pagamos por la civilización. Como


miembros de grupos sociales debemos controlar nuestros impulsos sexuales y
agresivos y evitar mostrarlos. Pero a veces el yo teme la pérdida del control en
su lucha interna entre las exigencias del ello y del super-yo, y el resultado es una
nebulosa oscura de ansiedad desmedida, que nos deja el sentimiento de
intranquilidad sin saber cuál es la causa. En esos momentos, según Freud, el yo
se protege a sí mismo con mecanismos de defensa. Estas tácticas reducen o

reorientan la ansiedad de diversas maneras, pero siempre distorsionando la


realidad. Veamos seis ejemplos.

La represión elimina de la conciencia los pensamientos y los sentimientos que


despiertan la ansiedad. Según Freud, la represión subyace a todos los otros
mecanismos de defensa, cada uno de los cuáles oculta impulsos amenazantes
y los mantiene alejados de la conciencia. Para él, la represión explica por qué no
recordamos el deseo que sentíamos por nuestro progenitor del otro sexo en la
infancia. Sin embargo, también creía que la represión suele ser incompleta, que
los impulsos reprimidos afloran en los símbolos oníricos y en los lapsus verbales.

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Siguiendo con la teoría de Freud, también luchamos contra la ansiedad mediante
la regresión, es decir, con el retorno a una etapa más temprana del desarrollo
infantil. Por tanto, es posible que cuando un niño se siente ansioso por los
primeros días de colegio haga una regresión a la etapa oral y empiece a
chuparse el pulgar. Los monos jóvenes, cuando están ansiosos, regresan al
regazo de su madre o de u sustituto. También los estudiantes universitarios de
primer año pueden extrañar la seguridad y la comodidad de su hogar.

En el tercer mecanismo de defensa, la formación reactiva, el yo disfraza de


manera inconsciente los impulsos inaceptables y aparecen como sus opuestos.
En el camino hacia la conciencia, la frase inaceptable “lo odio” se convierte en
“lo quiero”, la timidez se vuelve osadía y los sentimientos de inferioridad se
transforman en fanfarronería.

La proyección disimula los impulsos amenazantes atribuyéndoselos a los demás.


Por tanto, “no confía en mí” puede ser una proyección de un sentimiento real “no
confío en él” o “no confío en mí mismo”. […]

El mecanismo conocido de la racionalización sucede cuando generamos


inconscientemente una justificación para poder ocultarnos a nosotros mismos los
motivos reales de nuestros actos. Es así que los bebedores habituales pueden
decir que beben con sus amigos “para ser sociables”. […]

El desplazamiento, siguiendo a Freud, desvía los impulsos agresivos o sexuales


hacia un objeto o una persona que es psicológicamente más aceptable que el
que despiesta los sentimientos. Los niños que temen expresar enojo contra los
padres pueden desplazar este sentimiento pateando a su mascota. Los
estudiantes molestos por un examen pueden descargar su malestar contra un
compañero.

Todos estos mecanismos de defensa funcionan de manera indirecta e


inconsciente y reducen la ansiedad al disimular los impulsos amenazantes. Así
como el organismo se defiende inconscientemente contra la enfermedad, así
también, creía Freud, el yo se defiende inconscientemente contra la ansiedad.

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Origen del Psicoanálisis.

El psicoanálisis fue creado en Viena por Sigmund Freud (1856-1939), un médico


neurólogo interesado en encontrar un método efectivo de tratamiento para
pacientes que sufrían histeria y otros tipos de neurosis.

Uno de los sucesos más trascendentales en el origen de la teoría, fue la


asistencia de Freud a las experiencias llevadas adelante por el neurólogo Jean
Martin Charcot (1825-93). Estas experiencias sugerían que mediante la hipnosis
se podían inducir (y suprimir) síntomas que se presentaban en cuadros
histéricos. Estudiando numerosos casos clínicos junto con Joseph Breuer (1842-
1925), comenzaron a desarrollarse las primitivas teorías que evolucionaron
hasta formar el cuerpo teórico del psicoanálisis.

Sin embargo Freud comenzó a tener problemas con el método de la hipnosis


para tratar la histeria, por lo que tuvo que buscar otras alternativas. Fue así como
creo el método de la Asociación libre, el método básico del Psicoanálisis.

Freud planteó entonces la teoría de que sus problemas tenían como causa los
deseos y fantasías reprimidas e inconscientes de naturaleza sexual, socialmente
inaceptables. Tras publicar algunos textos sobre sus investigaciones, Freud fue
designado profesor en la Universidad de Viena en 1900. Comenzó, desde ese
momento, a incorporar investigadores que se sumaron al movimiento

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psicoanalítico, tales como: Carl Jung, Wilhelm Reich, Melanie Klein, Wilfred Bion
o Jacques Lacan.

La Teoría del Psicoanálisis de Sigmund Freud.

Sigmund Freud fue un médico y neurólogo austriaco considerado "el padre del
psicoanálisis". Freud se interesó por una patología muy frecuente en su tiempo:
la histeria.

Comenzó con técnicas hipnóticas para tratar de aliviar los síntomas de las
mujeres histéricas. Con el tiempo fue desarrollando su método de psicoterapia.
El psicoanálisis es inicialmente un instrumento para tratar personas que padecen
de esta patología. Si bien en sus inicios se aboca exclusivamente a la cura de
las parálisis histéricas (sufridas en una gran mayoría por el sexo femenino), luego
se generalizaría para otros tipos de neurosis, como la paranoia, la neurosis
obsesiva o las fobias.

En el desarrollo del psicoanálisis, Freud estudió la conducta, las emociones, los


pensamientos, las motivaciones, los sueños y la existencia del hombre. Lo que
inicialmente se perfila sólo como un instrumento terapéutico, es ahora
considerado por algunos de sus seguidores como todo un sistema de
pensamiento.

Para algunos, “La interpretación de los sueños” es un libro que justifica la


pertinencia del pensamiento de toda una época.

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Consciente, Preconsciente e Inconsciente Reprimido.

La primera de las aportaciones de Freud fue el descubrimiento de la existencia


de procesos psíquicos inconscientes ordenados según leyes propias, distintas a
las que gobiernan la experiencia consciente. En el ámbito inconsciente,
pensamientos y sentimientos que se daban unidos se dividen o desplazan fuera
de su contexto original; dos imágenes o ideas dispares pueden ser reunidas
(condensadas) en una sola; los pensamientos pueden ser dramatizados
formando imágenes, en vez de expresarse como conceptos abstractos, y ciertos
objetos pueden ser sustituidos y representados simbólicamente por imágenes de
otros, aun cuando el parecido entre el símbolo y lo simbolizado sea vago, o
explicarse sólo por su coexistencia en momentos alejados del presente. Las
leyes de la lógica, básicas en el pensamiento consciente, dejan de ejercer su
dominio en el inconsciente.

Comprender cómo funcionan los procesos mentales inconscientes hizo posible


la comprensión de fenómenos psíquicos previamente incomprensibles, como los
sueños. A través del análisis de los procesos inconscientes, Freud vio que este
estado servía para proteger el sueño (el reposo) del individuo contra los
elementos perturbadores procedentes de deseos reprimidos, relacionados con
las primeras experiencias del desarrollo que afloran en ese momento a la
conciencia. Así, los deseos y pensamientos moralmente inaceptables, es decir,
el ‘contenido latente’ del sueño, se transforman en una experiencia consciente,
aunque no inmediatamente comprensible, a veces absurda, denominada
‘contenido manifiesto’. El conocimiento de estos mecanismos inconscientes

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permite al analista invertir el proceso de elaboración onírica, por el que el
contenido latente se transforma en el contenido manifiesto, accediendo a través
de la interpretación de los sueños a su significado subyacente.

Ello, Yo y Superyó.

El esfuerzo por clarificar el desconcertante número de observaciones


interrelacionadas puestas a la luz por la exploración psicoanalítica, condujo al
desarrollo de un modelo de estructura del sistema psíquico. Tres sistemas
funcionales, o instancias, se distinguen en este modelo: el ello, el yo y el superyó.

• El Ello (o Id) es la instancia más antigua y original de la personalidad y la base


de las otras dos. Comprende todo lo que se hereda o está presente al nacer, se
presenta de forma pura en nuestro inconsciente. Representa nuestros impulsos
o pulsiones más primitivos. Constituye, según Freud, el motor del pensamiento
y el comportamiento humano. Opera de acuerdo con el principio del placer y
desconoce las demandas de la realidad.

• El Superyó (o Superego) es la parte que contrarresta al ello, representa los


pensamientos morales y éticos recibidos de la cultura. Consta de dos
subsistemas: la "conciencia moral" y el ideal del yo. La "conciencia moral" se
refiere a la capacidad para la autoevaluación, la crítica y el reproche. El ideal del
yo es una autoimagen ideal que consta de conductas a probadas y
recompensadas.

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• El Yo (o Ego) es una parte del ello modificada por su proximidad con la realidad
y surge a fin de cumplir de manera realista los deseos y demandas del ello de
acuerdo con el mundo exterior, a la vez que trata de conciliarse con las
exigencias del superyó. El yo evoluciona a partir del ello y actúa como un
intermediario entre éste y el mundo externo. El yo sigue al principio de realidad,
satisfaciendo los impulsos del ello de una manera apropiada en el mundo
externo. Utiliza el pensamiento realista característico de los procesos
secundarios. Como ejecutor de la personalidad, el yo tiene que medir entre las
tres fuerzas que le exigen: las del mundo de la realidad, las del ello y las del
superyó, el yo tiene que conservar su propia autonomía por el mantenimiento de
su organización integrada.

Mecanismos de Defensa.

Los mecanismos de defensa son modos incorrectos de resolver un conflicto


psicológico y pueden dar lugar a trastornos en la mente, la conducta, y en los
casos más extremos a la somatización del conflicto psicológico y las disfunciones
físicas que lo expresan.

Los mecanismos de defensa en psicoanálisis son:

• La represión: La represión es el mecanismo de defensa más importante; por él


experiencias y apetitos que el sujeto considera inaceptables y que no consigue
integrar adecuadamente en su personalidad se proyectan o empujan hacia las
zonas inconscientes de la mente. La eficacia de la represión puede ser tal que el

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sujeto ignore lo que ha reprimido pero también que ha reprimido. De ahí que el
terapeuta deba luchar para que el paciente sea consciente también de su
responsabilidad en la represión. La represión no anula la energía psíquica
reprimida; ésta pugnará por manifestarse en la vida del sujeto.

• La formación reactiva: este concepto de mecanismo de defensa en


psicoanálisis consiste en enmascarar un motivo o emoción transformándolo en
su contrario.

• La proyección: es un mecanismo de defensa por el medio del cual el sujeto


atribuye a otras personas los propios motivos, deseos o emociones. Es una
forma de ocultación involuntaria e inconsciente de su vida psíquica,
consecuencia de la presión del superyó que sanciona como incorrecto el
contenido psíquico.

El Desarrollo Libidinal.

El psicoanálisis emplea el término de pulsión (impulso que tiende a la


consecución de un fin) para el estudio del comportamiento humano. Se
denomina pulsión a las fuerzas derivadas de las tensiones somáticas en el ser
humano, y las necesidades del ello; en este sentido las pulsiones se ubican entre
el nivel somático y el nivel psíquico.

La pulsión es un impulso que se inicia con una excitación corporal (estado de


tensión), y cuya finalidad última es precisamente la supresión de dicha tensión.

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Hay dos tipos de pulsiones, la pulsión sexual o de vida (Eros) y la pulsión de
muerte (Thánatos). Para el psicoanálisis el impulso sexual tiene unas
acotaciones muy superiores a lo que habitualmente se considera como
sexualidad. La libido es la energía pulsional, y puede presentar diferentes
alternativas según esté dirigida a los objetos (libido objetal), o bien se dirija al
propio Yo (libido narcisista).

El psicoanálisis establece una serie de fases a través de las cuales se verifica el


desarrollo del sujeto. Desde el punto de vista de dichas fases, los conflictos
psíquicos - y su posibilidad de resolución- dependerán del estancamiento de una
fase (fijación) o del retorno a una fase precedente (regresión).

Freud distinguió a partir de 1915 diversos momentos y "dimensiones" de una


pulsión:

1. La fuente que tiene su origen en lo somático y que se traduce por una tensión,
una suerte de impulso (en alemán: Drang).

2. El Drang mismo, es decir la tensión interior que se traduciría en Trieb (pulsión).

3. La meta que se puede encontrar en un estado pasivo o activo.

4. El "objeto" de la pulsión, que en lo real es un medio, un medio bastante


accesorio ya que sólo sirve para disminuir temporalmente la tensión inherente a
la pulsión.

Desarrollo Sexual Infantil.


La teoría plantea que conforme crecen los niños su deseo se enfoca en
diferentes áreas del cuerpo, en los que se busca la satisfacción libidinal.

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Siguiendo una secuencia de etapas psicosexuales en las que son importantes
diferentes zonas erógenas, los niños pasan del autoerotismo a la sexualidad
reproductora y desarrollan sus personalidades adultas.

• Fase Oral: El ser humano llega a este mundo trayendo consigo simplemente
instintos, secuencias de comportamiento genéticos que le permiten sobrevivir. El
bebé satisface su primera necesidad, de alimentación, a través de la boca y el
contacto con el pecho materno.

• Fase Anal: La limpieza, el orden y la belleza, claros productos culturales aunque


aún no comprendidos del todo, incidirán en la vida del sujeto de aquí en adelante;
sobre todo la limpieza en esta fase. Es en este sentido que la madre en el acto
de limpiar al niño de las respectivas necesidades que produce, erogenizará la
zona anal; con la que el sujeto buscará satisfacción autoerótica mediante la
expulsión y retención de heces.

• Fase Fálica: el órgano sexual masculino desempeña un papel dominante. En


esta fase las caricias masturbadoras y los tocamientos ritmados de las partes
genitales proveen al niño un placer autoerótico. Freud considera que el clítoris
es considerado por la niña como una forma de falo inferior.

• Fase de Latencia: Se conoce este período por ser de "relativa" suspensión en


la investigación sexual infantil. La represión, diques anímicos, etc. obligados por
la cultura ya están arraigados, en la mayoría de los casos, en la vida anímica del
niño. Sucede, así, un período de amnesia infantil. La sublimación (modificación
de la meta pulsional original por otra) es el destino más importante en esta fase.

• Fase Genital: En esta, se producen crecimiento de los genitales externos y


desarrollo de los genitales internos (como productores y receptores de
sustancias genésicas). Las zonas erógenas predominantes en las anteriores
fases producen ahora un placer previo que conlleva a una acumulación de placer
e incremento de la tensión suficiente para llevar a cabo el acto sexual,
obteniéndose así un placer final con la descarga de los productos genésicos,
mucho mayor en satisfacción al placer previo.

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CONCLUSIÓN

En el anterior trabajo de investigación, encontramos los diferentes conceptos de


Personalidad, nos dimos cuenta de cómo un ser humano puede tener diferente
tipo de personalidad, esto es lo que nos hace diferentes de los demás y por la
misma es que somos únicos.

Encontramos las diversas teorías respecto a la personalidad que existen como


lo son, la teoría de Sigmund Freud, y La teoría de Alfred Adler, quien aun siendo
discípulo de Sigmund Freud, condujo sus propias investigaciones y disintió en
contra de la teoría de Freud, aplicando la suya propia.

En algunos aspectos, medir la personalidad, se asemeja mucho a evaluar la


inteligencia, en uno u otro caso se intenta cuantificar algo que no podemos ver
ni tocar, y en ambos casos una buena prueba ha de ser confiable y valida a la
vez. Al evaluar la personalidad, no nos interesa la mejor conducta, lo que
queremos averiguar es la conducta típica del sujeto, es decir, como suele
comportarse en situaciones ordinarias.

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BIBLIOGRAFÍA

http://psicologiaquintocentenario.blogspot.mx/2009/12/1.html

https://psicologiaymente.net/desarrollo/etapas-desarrollo-personalidad

http://www.monografias.com/trabajos14/personalidad/personalidad.shtml

http://psicologosenmadrid.eu/que-es-personalidad/

https://definicion.de/personalidad/

https://psicologiaymente.net/personalidad/teorias-personalidad

http://www.aliat.org.mx/BibliotecasDigitales/Psicologia/Teorias_de_la_personali

dad.pdf

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