You are on page 1of 3

Asignatura Datos del alumno Fecha

Habilidades para
Apellidos: Moreno Toscano
Abogados: Oratoria,
29/11/2017
Negociación e
Nombre: Francisco José
Interrogatorio

Casos prácticos

Actividades

Caso práctico: Discurso retórico

Libertad y responsabilidad como valores del cambio

El control no existe. Es tan sólo una ilusión. Si algo deberíamos haber aprendido
a través de la Historia y la sucesión de distintas crisis socioeconómicas, que fueron
frecuentemente precedidas por lo que en apariencia eran épocas de bonanza,
estabilidad y despreocupación general, es que la búsqueda de la tranquilidad es
engañosa y, a su vez, contraproducente con lo que se pretende. En España, sin ir más
lejos, sólo cabe recordar cómo afectó la crisis de 2008, de la que aún seguimos
convalecientes, cómo se produjo y cómo se vivieron los años previos.

Absolutamente cualquier orden puede estallar en mil pedazos en cualquier


momento con la alteración justa. En un ejercicio de humildad, hemos de reconocer que
las previsiones, como todo pensamiento y percepción, son sesgadas, dada la limitación
del ser humano por sí mismo, por lo que intentar anticiparse y actuar conforme a
predicciones para tener todo bajo control en un presente y futuro inciertos, se antoja
cuanto menos pretencioso y, por tanto, no parece ser el patrón de actuación más
inteligente.

Si realmente existe algo permanente y constante, eso es el cambio. Y a día de hoy,


este hecho se encuentra presente más que nunca. Sin embargo, parece que se trata de
algo difícil de asumir y que provoca verdadero terror en cualquier sociedad y, aunque es
un problema de base, toma mayor importancia especialmente en las actuaciones entre
las altas instancias de la sociedad, por la especial influencia que la política y las grandes
corporaciones consiguen alcanzar sobre el resto de la sociedad.

TEMA 2 – Casos prácticos


Asignatura Datos del alumno Fecha
Habilidades para
Apellidos: Moreno Toscano
Abogados: Oratoria,
29/11/2017
Negociación e
Nombre: Francisco José
Interrogatorio

Pero no nos engañemos, este no es un alegato victimista ante la supuesta


incapacidad del ciudadano medio de aceptar, afrontar y cambiar las cosas, sino todo lo
contrario. Se trata de un grito por la libertad, y de la gran responsabilidad que ésta
conlleva.

La socialdemocracia ha fracasado, como ya lo hicieron otras corrientes


ideológicas y políticas, en su intento de fomentar la estabilidad invirtiendo más de lo
que es capaz de generar por sí mismo en partidas poco rentables, por lo que lejos de
sofocar los ademanes de crisis, a la larga los vuelven incontrolables. Véanse desde las
políticas económicas del BCE, las catástrofes del sector bancario o, por poner un
ejemplo más cercano a nosotros, el mismísimo Plan E. Es lo que tiene la naturaleza,
que no se puede ir contra ella, y por mucho que se intente frenar el curso de un río,
llegado el día se desbordará. Pero no es el momento de demonizarla, porque esto no
consiste en que la única opción que nos quede sea volver a la selva, el “lessaiz faire” más
absoluto y anárquico, sino de aprender de los errores para que no vuelvan a repetirse.

En definitiva, esto consiste en el ensayo y error, la única forma de acercarse a la


certeza. Todo sistema, sobre el papel, parece perfecto. Pero es con su aplicación cuando
podemos observar sus carencias, cuando empiezan a mostrarse la infinidad de variables
imposibles de prever que sólo trabajando directamente sobre ello puede uno acercarse
a entenderlas. Y, curiosamente, como consecuencia del progreso tecnológico,
exponencial en los últimos tiempos respecto a todos los anteriores, nos encontramos en
la era de la (des)información. Nunca hemos tenido más información y más inmediata
que ahora, pero todavía no hemos aprendido a filtrarla objetivamente, de manera que
tan sólo acostumbramos a recrearnos leyendo la información que confirma nuestras
teorías propias.

En pleno siglo XXI, asistimos cariacontecidos ante un nuevo resurgimiento de los


populismos, nacionalismos y demás caras de la misma moneda, con ejemplos de
rabiosa actualidad que no creo que sea necesario mencionar, entre otras cosas porque
lo que intento transmitir pretendo que sea atemporal. Por tanto, sólo me ciño a
recordar cómo, una vez más, el ser humano es capaz de volver a caer en el error sin
aprender en absoluto del mismo.

TEMA 2 – Casos prácticos


Asignatura Datos del alumno Fecha
Habilidades para
Apellidos: Moreno Toscano
Abogados: Oratoria,
29/11/2017
Negociación e
Nombre: Francisco José
Interrogatorio

Y esto sólo es el principio del problema. Pongamos por ejemplo la democracia en


sí. La forma de organización social por excelencia de nuestro tiempo, ejemplo de cómo
debe autoorganizarse una sociedad, haciendo participantes del desarrollo de la misma a
todos sus componentes, dándole al ciudadano el poder de elegir a sus representantes.

Sin embargo, en la práctica no conseguimos que se cumpla el fin esperado. Por un


lado, el votante no acostumbra a ejercer su responsabilidad de informarse de manera
objetiva, aun disponiendo de los medios que tiene a su alcance, y por otro, los
representantes supuestamente elegidos por sus ciudadanos, que en realidad lo son por
su labor interna dentro de sus partidos, no se juegan prácticamente nada con sus
decisiones. No se da el “skin in the game”, que diría Taleb. Su labor de ascensión y
supervivencia dentro de sus partidos y su falta de responsabilidad a la hora de tomar
decisiones se ve recompensada con pagas vitalicias y las llamadas pruebas giratorias. Es
decir, no sólo no llegan al cargo de manera meritocrática, sin además no jugarse nada,
sino que también se permiten el lujo de ser ineficientes y para colmo son premiados.

Queda patente que otorgar una mayor importancia a la individualidad y la


responsabilidad que esta acarrea provocaría un mayor beneficio al tan perseguido bien
común, y que aunque sean activos aparentemente intangibles, están ahí, y podemos
favorecer su actuación creando directamente o dejando crecer por sí mismo el caldo de
cultivo apropiado. Porque el mundo no es seguro, y siempre hay que tomar riesgos,
estando preparados siempre para asumir, afrontar y adaptarse ante todo aquello que
pueda suceder, a aceptar el cambio y cambiar con él. Pero si todas las partes no asumen
riesgos, el sistema tenderá a resquebrajarse hasta explotar. Y volveremos a caer todos.
Tarde o temprano.

TEMA 2 – Casos prácticos

You might also like