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CÁNCER DE CUELLO UTERINO

El cérvix o cuello uterino es la parte inferior del útero que forma el canal que lleva a
la vagina. La mucosa que recubre el cérvix está en continuidad con la vagina y se denomina
ectocérvix, mientras que la que recubre el conducto o canal cervical que lleva hasta la
cavidad del cuello uterino, se denomina endocérvix.
En este tipo de cáncer, la mayor parte de los tumores surgen en la zona donde se une el
ectocérvix con el endocérvix dando lugar a carcinomas de células escamosas.
El cáncer cervical o carcinoma de cérvix o cáncer de cuello de útero incluye las neoplasias
malignas que se desarrollan en la porción fibromuscular inferior del útero que se proyecta
dentro de la vagina
El cáncer se produce cuando las células normales del cuello del útero empiezan a
transformarse y crecen de manera descontrolada.

1. EPIDEMIOLOGÍA
El cáncer cervical uterino es el segundo tipo de cáncer más común en las mujeres. La
edad media de aparición es a los 45 años. Es el más frecuente en países en vías de
desarrollo, diagnosticándose más de 400.000 casos nuevos cada año. 1En España,
según datos de 2012 provenientes de la Sociedad Española de Oncología Médica, la
incidencia de este cáncer está bastante por debajo que en otros países: el 2.9% de las
neoplasias en mujeres.
En otros países, el cáncer cervical puede ser un problema de salud pública; en
España, no. En el año 2001, el 11.7% de todas las neoplasias en las mujeres
correspondieron al cáncer de cérvix, y se reportaron 369,500 casos nuevos en países
en vías de desarrollo, a diferencia de los países desarrollados en los cuales 96,100
casos fueron diagnosticados en el mismo año. La población femenina originaria de
Latinoamérica es considerada como de alto riesgo para desarrollarlo. Cada año se
diagnostican 68,000 casos nuevos. Estudios comparativos de las tasas de mortalidad
por esta enfermedad, señalan que tasas más altas corresponden a Chile y México.

2. CAUSAS
Existen algunos factores de riesgo que están relacionados con la incidencia del cáncer de
cuello de útero. El más importante que participa en el desarrollo de lesiones pre malignas es
la infección por papiloma virus o virus del papiloma humano (VPH). Estos virus pueden
desencadenar diversas patologías (por ejemplo, verrugas cutáneas o verrugas
genitales).
El contagio del VPH se produce principalmente por contacto directo con la piel o
las mucosas, sobre todo durante una relación sexual sin protección.
El VPH se transmite de persona a persona mediante las relaciones sexuales y el riesgo de
infección aumenta si la actividad sexual comienza a edades tempranas, la mujer tiene
muchos compañeros sexuales, o mantiene relaciones con un hombre que ha tenido muchas
parejas, y mantiene una relación sexual con un hombre que tiene verrugas en el pene.
“La mayoría de las infecciones por VPH se resuelven espontáneamente”
“Se desconocen los motivos por los que sólo algunas infecciones progresan a alteraciones
malignas”.
El riesgo aumenta entre el final de la adolescencia y la mitad de los 30 años. Con 40 años la
posibilidad de desarrollarlo sigue existiendo por lo que desde la sociedad recomiendan
continuar con las citologías y chequeos para la detección precoz.
Otros factores que podrían causar este tipo de cáncer son:
 El consumo de tabaco: Las mujeres que fuman tienen dos veces más posibilidades de
desarrollar el cáncer que las no fumadoras.
 La promiscuidad sexual: Las mujeres con muchas parejas sexuales o que mantengan
relaciones sexuales con un hombre que ha tenido muchas parejas sexuales tienen más
riesgo.
 Edad precoz de inicio de relaciones sexuales.
 Mujeres que tienen el sistema inmunológico debilitado por el uso de medicamentos
utilizados en otras patologías, así como el tratamiento para el VIH u otros tipos de cáncer.
 Mujeres con herpes genital.
 Utilizar anticonceptivos orales aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer de cuello de
útero.

3. FACTORES DE RIESGO

El cuello uterino o cérvix en relación a la parte superior de la vagina y la porción posterior del útero.

Los factores de riesgo de cáncer cervical están relacionados con características tanto
del virus como del huésped, e incluyen:2

 múltiples compañeros sexuales


 una pareja masculina con muchas compañeras sexuales presentes o pasadas
 edad temprana en la primera relación sexual
 elevado número de partos
 infección persistente con un VPH de alto riesgo (como VPH 16 o 18)
 infección por VHS tipo II y otras ITSs (como marcadores de promiscuidad sexual)
 inmunosupresión
 ciertos subtipos de HLA (antígenos leucocitarios humanos)
 uso de contraceptivos orales
 fumar.
La infección genital con el virus del papiloma humano (VPH) es la enfermedad de
transmisión sexual viral más frecuente en el mundo. Asimismo, es el factor de riesgo
más importante para desarrollar lesiones pre neoplásicas y neoplásicas del cuello
uterino. No obstante, menos de 5% de las mujeres infectadas con el VPH
desarrollarán cáncer cérvico-uterino. La mayoría de los casos de cáncer de cérvix y
sus lesiones precursoras se relacionan con la infección por serotipos de alto riesgo del
VPH, sobre todo el VPH-16 y el VPH-18. Se trata de un virus de transmisión sexual, y
de ahí que la enfermedad sea más frecuente en mujeres que tuvieron múltiples
parejas sexuales o que empezaron a tener relaciones sexuales precozmente. También
explica que sea más frecuente en sujetos inmunodeprimidos, como las mujeres
con SIDA.
En general, las tasas de progresión de las lesiones precancerosas no son uniformes, y
aunque sobre todo VPH 16 está asociado con un riesgo elevado, es difícil predecir la
evolución en una persona en particular. El riesgo de desarrollar cáncer depende solo
en parte del subtipo de VPH, ya que también depende del estado inmunológico de la
persona y de condiciones ambientales. La progresión hacia carcinoma invasivo, si
llega a ocurrir, puede ocurrir en pocos meses o producirse durante más de una década
4. FISIOPATOLOGÍA
La unión escamo-columnar del epitelio cervical es la zona más susceptible a la
infección por VPH, de ahí que sea el lugar más frecuente (hasta el 90%) de
localización del carcinoma.13 El epitelio cervical exhibe una organización estratificada,
en donde las células de la capa basal conservan la capacidad mitótica. Como
resultado de la división celular, se da origen a dos células idénticas; una de ellas migra
al estrato inmediatamente superior para completar su diferenciación terminal y la
segunda permanece en el estrato basal como célula de ciclado lento y de recambio.
Es posible definir una población viral no productiva, localizado en el estrato basal, en
la cual se mantiene la replicación del ADN viral en un número de copias bajo (30-50

copias por célula infectada), en forma extra cromosómica, llamados episomas que se
estructuran en base a histonas y material genético. Se postula que durante esta etapa
se aseguraría que el ADN viral se distribuya difusamente por las células basales
proliferantes y que al mantener un número reducido de copias se impediría la
activación de la respuesta inmune. Las células basales proliferantes migran a los
estratos parabasal y espinoso, amplificándose la expresión de genes virales
tempranos a través de la región no codificante (URR), los cuales permiten producir
ADN a cientos de copias por célula; ésta etapa en el ciclo viral es conocida como la
fase vegetante, proliferante o productiva. En este proceso de replicación del ADN viral
participan un grupo de proteínas con las siguientes características.

E1 corresponde a una proteína multimérica con actividad ATPasa y helicasa, capaz de


recocer sitios específicos en el ADN viral, llamadas regiones de origen de replicación
(ori), formando un complejo de iniciación con la proteína E2, ciclinas, kinasas
dependiente de ciclinas y ADN polimerasa a, en la región p68, participando además
proteínas de la célula huésped. E2 corresponde a una proteína dimérica que forma un
complejo proteico con E1 antes mencionado. En este proceso, E2 es fosforilado por
kinasas en los residuos aminoacídicos de serina 298 y 301, regulando su unión con
E1. Además, E2 reprime al promotor P97 (VPH 16) o P105 (VPH 18), ubicado próximo
al gen TATA box, encargado de la transcripción de las proteínas E6 y E7, reduciendo
de esta manera la síntesis de estas proteínas. También se ha demostrado que E2
activa directamente la síntesis de la proteína P53 lo que produciría finalmente la
detención del ciclo celular en G1 y apoptosis.

Un evento central para la transformación de las células infectadas es la integración del


genoma viral al de la célula huésped, proceso que ocurre en el estrato espinoso y en
el que destaca por su importancia, el ADN de los VPH de alto riesgo oncogénico.
Durante este proceso se altera la región de lectura abierta ORF- E2, perdiéndose el
efecto inhibitorio sobre el promotor P97 o P105, que mantenía bloqueada la expresión
de las proteínas E6 y E7, las que son ahora sintetizadas sin restricción vía factores de
transcripción.

Oncoproteína E6

E6 es una proteína de 150 aminoácidos que liga Zinc; gran parte de sus funciones
biológicas dependen de la integridad de 4 residuos de cisterna. Forma un complejo
con p53 y la enzima ubiquitina ligasa, produciendo su degradación (30). El gen p53 se
localiza en el cromosoma 17; la proteína p53 en condiciones basales, permite detener
el ciclo celular en fase G1, efecto mediado por la proteína p21cip1/WAF1, que inhibe a
las kinasas dependiente de ciclinas o activar el mecanismo de apoptosis, mediante la
activación del gen bax, procesos desencadenados frente a una carga viral elevada o
ante mutaciones del ADN celular. De este modo, su función protectora del genoma
celular es alterada por la proteína E6. Otras funciones corresponden a la amplificación
de la actividad telomerasa, inducir síntesis de ADN mutado y aumentar la integración
del ADN viral al de la célula huésped.

MAP Kinasa
El sistema proteína kinasa activada por mitógeno (MAP kinasa), vinculado a la
proliferación celular, ha sido relacionado a la acción de oncoproteínas de VPH de alto
riesgo (31,32). Entre sus componentes, Fosfatidilinositol-3-kinasa (PI3K),
fosfatidilinositol bi y trifosfato (PIP2-PIP3), Rap-1, kinasa S6 y Akt, corresponden a
sitios específicos de control, algunos de los cuales serán señalados a continuación. Se
ha descrito recientemente una proteína llamada tuberina, de 200 Kda, generada a
partir de un gen supresor de tumores conocido como complejo de la esclerosis
tuberosa (TSC tipo 2). Tuberina controla la proliferación celular a través de la inhibición
de la proteína kinasa S 6. E6 se une a tuberina, inhibiendo su función; la interacción de
E6 con Rap-1 permite activar el sistema kinasa MAP También se ha descrito la
interacción de E6 con proteínas de membrana conocidas como homólogos de
guanilato ciclasa (MAGI 2 y 3). Estas proteínas en condiciones normales estimulan a
PTEN (homólogo de fosfatasa y tensina) el cual, en condiciones basales, controla el
crecimiento celular inhibiendo el sistema, vía bloqueo de Akt y transformando PIP3 a
PIP2. Al degradarse MAGI 2 y 3 por acción de E6 se perdería el efecto regulador del
crecimiento celular.
Oncoproteína E7

E7 corresponde a una proteína de 100


aminoácidos, ligante de Zinc, que
experimenta fosforilación, permitiéndole
unirse a través de su extremo N-terminal
(aminoácidos 20 a 30), a la proteína del
retinoblastoma (pRB), alterando su
función. PRB se origina del gen localizado
en el cromosoma 13; interacciona con el
factor de transcripción celular E2F en la
fase G1 del ciclo celular, inhibiendo la
expresión de genes relacionados a la
replicación del ADN y proliferación
celular. De esta forma, la unión de E7 con
pRB, a través de la fosforilación de esta última,
permite la expresión de timidina kinasa, c-myc,
polimerasa a, PCNA, Ki-67, proteína de
mantención de minicromosomas (MCM), p16, ciclina A y E. Otras funciones descritas
para la proteína E7 corresponden a la unión con Kinasa de Histona H1, lo que
favorece la acción transformante celular. Además E7 inhibe a la proteína p16ink4A, la
cual en condiciones basales frena la multiplicación celular. También se menciona su
efecto mutagénico, productor de aneuploidía y favorecedor de la integración del
genoma viral al de la célula huésped. De este modo, las oncoproteínas E6 y E7
favorecen la proliferación e inmortalización de células con una mayor carga de ADN
mutado.

E5 es una proteína sintetizada en el genoma viral localizándose principalmente en la


membrana plasmática celular, interactuando con algunos factores como el factor de
crecimiento epidérmico, factor de crecimiento derivado de plaquetas, factor p 185-neu
y factor estimulante de colonias; de este modo podría estimular la acción de estos
diferentes factores vinculados a la proliferación celular. Otro mecanismo atribuido a E5
sería la de activar la vía kinasa MAP, asociado a proliferación celular y diferenciación.

5- MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los cánceres cervicales en etapas iniciales generalmente no causan síntomas.
Cuando el cáncer crece más, las mujeres pueden notar sangrado vaginal anormal:

■Sangrado que ocurre entre los períodos menstruales regulares

■Sangrado después de relaciones sexuales, de un lavado vaginal o del examen


pélvico

■Períodos menstruales más prolongados y más abundantes que antes

■Sangrado después de la menopausia

Las mujeres pueden también notar:

■Mayor secreción vaginal

■Dolor en la pelvis

■Dolor durante las relaciones sexuales

El cáncer cervical, las infecciones, u otros problemas pueden causar estos síntomas.
La mujer que tenga alguno de estos síntomas deberá decirlo al médico para que el
problema pueda ser diagnosticado y tratado lo antes posible

6- DIAGNÓSTICO

Si usted presenta síntomas de cáncer cervical, su doctor tratará de identificar las


causas de los problemas. Usted podrá tener las pruebas siguientes:

Pruebas de laboratorio:

El médico o la enfermera raspan una muestra de células del cérvix o cuello uterino. En
una prueba de Papanicolaou, el laboratorio examina la muestra en busca de células
cancerosas del cérvix o de células anormales que después podrían convertirse en
cáncer si no son tratadas. Para una prueba de VPH, la misma muestra se analiza para
ver si hay infección por VPH. Los VPH pueden causar cambios en las células y cáncer
cervical.

Examen cervical:

El médico usa un colposcopio para examinar el cuello del útero o cérvix. El


colposcopio combina una luz brillante con una lente de aumento para ver el tejido con
más facilidad. Por lo general, este procedimiento puede hacerse en el consultorio
médico o en una clínica.
Muestra de tejido:

La extracción de tejido para buscar células cancerosas se llama biopsia. A la mayoría


de las mujeres les extraen tejido del cérvix en el consultorio médico, y generalmente
solo se requiere anestesia local

El médico extrae tejido por una de las formas siguientes:

 Biopsia con sacabocados:

El médico utiliza un instrumento afilado para obtener muestras pequeñas de tejido


cervical.

 Escisión electroquirúrgica con asa:

El médico usa un aro de alambre eléctrico para rebanar un trozo delgado y redondo de
tejido cervical.

 Legrado(curetaje endocervical):
El médico usa un raspador, un instrumento pequeño en forma de cuchara, cureta, para
raspar una pequeña muestra de tejido del cérvix. Algunos médicos pueden usar un
cepillo delgado y suave en lugar de un raspador.

 Biopsia de cono:
El médico extrae una muestra de tejido en forma de cono. Una biopsia en forma de
cono permite que el patólogo vea el tejido bajo la superficie del cérvix para saber si
hay allí células anormales. El médico puede hacer estas pruebas en el hospital con
anestesia general

Un patólogo examina el tejido al microscopio para ver si hay células cancerosas


presentes. Una biopsia es generalmente la forma más confiable de saber si hay
cáncer. Al extraer tejido del cérvix se puede causar algo de sangrado u otro tipo de
secreción. Generalmente, el sitio sana pronto. Algunas mujeres experimentan algo de
dolor semejante a los calambres menstruales. Su médico puede recomendarle algún
medicamento que le ayudará a aliviar el dolor.

7- ESTADIFICACIÓN

Si la biopsia muestra que hay cáncer presente, su médico necesita saber la extensión
(estadio o etapa) de la enfermedad para ayudarle a planear el mejor tratamiento. El
estadio depende de si el cáncer ha invadido los tejidos cercanos o si se ha diseminado
a otras partes del cuerpo.

El cáncer cervical suele diseminarse con más frecuencia a los tejidos cercanos en la
pelvis o a los ganglios linfáticos. También puede diseminarse a los pulmones, al
hígado o a los huesos.Cuando el cáncer se disemina desde su lugar original a otra
parte del cuerpo, el nuevo tumor tiene el mismo tipo de células cancerosas y el mismo
nombre que el tumor original.

Por ejemplo, si el cáncer cervical se disemina a los pulmones, las células cancerosas
en los pulmones son en realidad células cancerosas de cérvix. La enfermedad es
cáncer cervical metastático, no cáncer de pulmón. Por este motivo, se trata como
cáncer cervical y no como cáncer de pulmón. Los médicos llaman al nuevo tumor en el
pulmón enfermedad “distante” o metastática.
Su médico hará un examen pélvico, un tacto para ver si hay ganglios linfáticos
inflamados, y puede extraer un poco más de tejido. Para conocer la extensión de la
enfermedad, el médico puede pedir algunas de las siguientes pruebas:

Radiografías del pecho:

Las radiografías pueden mostrar con frecuencia si el cáncer se ha diseminado a los


pulmones.

Exploración con tomografía computarizada:

Una máquina de rayos X conectada a una computadora toma una serie de imágenes
detalladas de su pecho, abdomen y pelvis. Es posible que, antes de una tomografía
computarizada, le administren material de contraste.
El material de contraste ayuda a que las zonas anormales se vean más fácilmente.
Las tomografías computarizadas pueden mostrar un tumor en el hígado, en los
pulmones o en cualquier otro lugar del cuerpo.

Resonancia magnética (RM):

Un imán muy potente conectado a una computadora produce imágenes detalladas de


la pelvis y del abdomen. Antes de un estudio con resonancia magnética, es posible
que le administren una inyección de material de contraste. Una imagen de resonancia
magnética puede mostrar si el cáncer se diseminó a tejidos vecinos al cérvix o si se ha
extendido del cérvix a tejidos en la pelvis o en el abdomen.

El estadio o etapa se determina según el lugar en donde se encuentra el cáncer. Estos


son los estadios del cáncer cervical invasor:

 Estadio I:
Las células cancerosas solo se encuentran en el cérvix.

 Estadio II:
El tumor crece a través del cérvix e invade la parte superior de la vagina. Puede haber
invadido otros tejidos cercanos, pero no la pared pélvica (el recubrimiento de la parte
del cuerpo ubicada entre las caderas) o la parte inferior de la vagina.

 Estadio III:
El tumor ha invadido la pared pélvica o la parte inferior de la vagina. Si el tumor es lo
suficientemente grande para obstruir uno o ambos tubos por los que pasa la orina
desde los riñones, los resultados de laboratorio pueden indicar que los riñones no
están trabajando debidamente.

 Estadio IV:
El tumor invade la vejiga o el recto. O el cáncer se ha diseminado a otras partes del
cuerpo, como los pulmones

8- PREVENCIÓN
Prevención Primaria

¿Qué medidas de prevención primaria se utilizan para el Cáncer Cervico uterino?


Las principales medidas descritas para prevención primaria son la educación a la
población en relación a la importancia de ésta patología, sus factores de riesgo y de
prevención, como también la vacunación por virus papiloma humano (VPH).

a) Educación a la población:

Acerca de los factores de riesgo y posibles modos de prevención. Entre los factores de
riesgo conocidos destacan la edad temprana al primer coito, múltiples parejas
sexuales, multiparidad (7 o más partos), antecedentes de infecciones de transmisión
sexual, tabaquismo, inmunosupresión y otros como mal nutrición, uso prolongado
(mayor de 5 años) de anticonceptivos orales, esto último se relaciona especialmente
con una mayor incidencia de la variedad histológica adenocarcinoma del cuello
uterino, este aumento de incidencia, no implica aumento en la mortalidad. También,
existen factores protectores como una dieta balanceada que incluya consumo de
frutas y verduras (rica en Betacaroteno)

En los últimos 20 años ha habido importantes avances en la comprensión de la historia


natural del cáncer cervico uterino. Las publicaciones, indican que el factor
imprescindible y necesario para lesiones precursoras y cáncer cervical son los
genotipos de alto riesgo del VPH (que se adquieren por contacto sexual)
estableciéndose con certeza la asociación causal entre la presencia de algunos
genotipos de VPH de alto riesgo con el desarrollo de cáncer cérvico uterino
Estudios prospectivos y retrospectivos de alta calidad, han identificado la existencia de
al menos 15 genotipos con potencial carcino genético y que son la causa necesaria de
prácticamente todos los tipos más frecuentes de cáncer de cuello uterino y lesiones
pre-invasivas. No obstante, la prevalencia de la infección por VPH en la población, es
mucho más elevada que aquella de lesiones precursoras y cáncer; la evidencia indica
que es necesario, además, la presencia de cofactores de riesgo.

La educación a la población acerca del conocimiento respecto a la génesis del cáncer


cervico uterino y de sus factores y cofactores, es una de las principales herramienta a
utilizar en la prevención primaria. Esta estrategia debe incluir una adecuada educación
en salud sexual y paternidad responsable, especialmente en grupos adolescentes, así
como la promoción acerca de los beneficios de una alimentación saludable. Se ha
observado en estudios randomizados de intervención comunitaria, que la educación
aumenta el nivel de conocimiento en las mujeres y también favorece en menor medida
la actitud positiva para la toma del examen de Papanicolaou (PAP) y la adherencia a
los programas de tamizaje. Además, estudios descriptivos han demostrado que el uso
de estrategias para invitar a las mujeres a hacerse el PAP o rescatar a las
inasistentes, aumentan la adherencia al tamizaje

b) Vacunación contra el Virus Papiloma Humano

Recientemente se han publicado estudios prospectivos, randomizados, doble ciego


con seguimiento de más de 4 y de 6 años para las 2 vacunas registradas en Chile, que
previenen la infección de dos de los genotipos más frecuentes del virus papiloma
humano (genotipos 16 y 18) relacionados con el desarrollo de este cáncer. Un estudio
de meta-análisis de9 ensayos clínicos randomizados resume que la vacuna es eficaz
para prevenir lesiones precancerosas de alto grado (OR 0.14, IC95% 0.09-0.21)y bajo
grado (OR: 0.13, IC95%: 0.11-0.19) e infección por VPH (OR: 0.12, IC95% 0.03-0.46).
También se ha evaluado la seguridad de la vacuna, que muestra efectos adversos
leves, la mayoría de las veces en relación al sitio de punción y no se han notificado
muertes atribuibles a la vacuna
Cabe señalar que las mencionadas vacunas son preventivas y las personas deben
recibir las 3 dosis para alcanzar niveles adecuados de inmunidad. Seguimientos de
hasta 60 meses, han demostrado niveles adecuados de inmunogenicidad. Su
utilización se recomienda en población femenina, que no haya tenido aún contacto con
el virus. Igualmente, las personas vacunadas deben continuar haciéndose el PAP
periódicamente, ya que pueden desarrollar una lesión pre invasora o un cáncer por
alguno de los otros genotipos oncogénicos no incluidos en estas vacunas.

En resumen, si bien el desarrollo de estas vacunas significa un paso importante en la


lucha contra este cáncer, especialmente para aquellos países que no cuentan con un
Programa de prevención y control del Cáncer Cervico uterino institucionalizado
eficiente; aún se requiere mayor información y seguimiento previo a su incorporación
al Plan Nacional de Inmunización, como complemento al Programa Nacional de
Cáncer Cervico uterino. A nivel internacional, se ha planteado que cada país tendrá
que decidir su utilización, modo de empleo y oportunidad, acorde con su realidad
sanitaria y disponibilidad de recursos (OPS-
OMS)

Prevención Secundaria:

Tamizaje
¿Cuál es la mejor opción de tamizaje?

La metodología para tamizaje de cáncer cérvico uterino más utilizada a nivel mundial
es la prueba de Papanicolaou (PAP), la cual consiste en una citología exfoliativa del
cérvix. Se raspa suavemente la superficie del cuello uterino con una espátula de
madera para desprender células y extenderlas en una lámina portaobjetos de vidrio.
Una variante de este método citológico convencional es la “citología en base líquida”,
que consiste en obtener las células por raspado suave del cuello uterino, con un
cepillo que se deposita en un frasco con fijador y que se envía al laboratorio. Las
células se homogenizan mediante un método de agitación o centrifugado y son
depositadas en la lámina portaobjetos, todo dentro de un procesamiento técnico
automatizado. Este método deja muestras muy limpias y más fáciles de diagnosticar

Otro método que se ha planteado para tamizaje es la detección del virus papiloma, el
cual se realiza mediante técnica de Reacción en Cadena de Polimerasa (PCR) o
Captura Hibrida II (HCII) y en zonas de escasos recursos con población de difícil
acceso también se ha planteado como alternativa la inspección visual con ácido
acético (VIA) con tratamiento inmediato
La sensibilidad y especificidad de estas pruebas es variable, según las diferentes
referencias. Para la citología convencional, una meta-análisis de estudios
observacionales reportó una sensibilidad de 62% y especificidad de 95%, para
lesiones preinvasoras (NIE) de alto grado o más, mientras que otros estudios con
poblaciones mayores a 2000 mujeres, la sensibilidad varía desde 44 a 86% y la
especificidad de 62 a 98 %

En general, se ha observado que la citología líquida y la tipificación VPH son más


sensibles, pero menos específicas que la citología convencional. Una meta-análisis
que incluyó 15 estudios de HC II y 6 estudios de PCR, estima una sensibilidad
resumen de 90% y 81% y especificidad de 87% y 95% respectivamente. Un estudio de
cohorte, en 850 mujeres llevado a cabo en Guanacaste
(Costa Rica), demostró una sensibilidad y especificidad para citología convencional de
63% y 93.7%, respectivamente (
≥PAP atípico). Para citología líquida fue de 87.5% y 87.8%. La tipificación de VPH
(PCR y HCII) mostró una sensibilidad de 85.3% y especificidad de 88.2%. En Chile, el
costo de realizar citología en base líquida o HCII es muy superior a la citología
convencional. Algunos autores, han planteado realizar una prueba de HCII en primera
instancia, dado que ella es más sensible (pero menos específica que PAP), y luego
citología convencional para los casos positivos. Esto permitiría realizar la prueba con
un mayor intervalo en el tiempo y se ha estimado que con este método, solo 6-10%
necesitaría de una citología convencional. Se necesitan más estudios para confirmar
que estas medidas a nivel de salud pública permitirían una reducción en la morbi-
mortalidad de esta patología y además se precisan estudios de costo efectividad
actualizados para cada escenario

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