Professional Documents
Culture Documents
OCCIDENTAL.
1.1. El desnudo
El desnudo tenía un estatus parecido a la mitología en los temas artísticos. También, su
proliferación en el arte moderno occidental está relacionada con la intensa mirada a la
Antigüedad clásica durante el Renacimiento y con la progresiva secularización de la
cultura. Una de las cosas que mejor definen al Renacimiento, es su perspectiva científica.
Para enfrentarse al mundo, ya no sólo se disponía de un corpus de dogmas y conocimientos,
sino también de la experiencia y la capacidad de análisis. Uno de los principales
instrumentos era la medida, que en la expresión artística sirvió para articular un sistema
de perspectiva y proporciones. La base para el establecimiento de ese sistema fue el
cuerpo humano, que se convirtió en módulo. Desde entonces, y durante muchos siglos, el
cuerpo humano, y en especial el desnudo se ha convertido en la forma artística por
excelencia. Francisco Pacheco, nos habla en su libro “Arte de la pintura” (1649) de las
connotaciones eróticas, que conllevan el desnudo femenino en la Edad Moderna, que
convierten ese tema en un lugar donde entran en conflictos campos distintos (artísticos,
sociales y morales). Siendo el desnudo la forma artística por excelencia para abordar uno
de los repertorios narrativos más prestigiosos del momento como era, la mitología, esta se
asociaba tanto a la cultura laica como con la representación del poder.
La mitología y el desnudo se asociaran estrechamente al desarrollo del arte del
Renacimiento, destacando nombres como: Durero, Miguel Ángel, Cranach, Correggio,
Boticelli, fueron fundamentales en la historia de éste género.
2.2. Tiziano
Tiziano fue el primer pintor veneciano en cuyo catálogo, la mitología y con ella el
desnudo femenino, ocupa un lugar muy destacado desde el punto de vista cuantitativo.
Aparecen bajo dos formas; en cuadros asilados o en pinturas destinadas a integrarse en
series. Representó una gran variedad de temas y algunas de sus obras de compleja lectura.
Aunque en general le gustaba aprovechare de la fábula mitológica para crear escenas
ambiguas desde el punto de vista significativo, que admiten diferentes niveles de
significación. En sus inicios sigue el camino que marcó Giorgione con La tempestad. Obras:
Concierto Campestre, Las tres edades de la vida o Amor sacro y amor profano (1514,
Roma Gale) en las que confluyen la tradición mitológica y la tradición alegórica. Con el
tiempo, se decantó por escenas de repertorios narrativos conocidos, como obras de
Filóstrato, Plinio u Ovidio. Además, su clientela se amplía geográficamente, lo cual influye
en el distinto grado de hermetismo significativo de la obra dependiendo del lugar para el
cual estaba hecha.
Entre los cuadros mitológicos que otorgaron a Tiziano un lugar principal entre los
pintores de desnudo femenino destacan las representaciones de Venus. En algún caso, de
pie (basándose en la descripción de Plinio). Sin embargo la mayoría, se representa echada,
siguiendo la fórmula de Giorgione en la obra de Dresde. Como en: Venus de Urbino
(Florencia Uffizi) de tema ambiguo, y en donde la introspección y el abandono de la diosa
y el escenario natural han sido sustituidos por una actitud más participativa de la mujer,
que se encuentra en un lujoso interior. Vuelve a este tipo /echado) al final de su carrera
Ninfa y pastor. El siguiente paso será recostada sobre un lecho en un interior pero, con
una gran abertura al paisaje. Varias versiones, en las que en muchas aparece algún
personaje masculino en ocasiones interpretando música (órgano, laúd). Se fechan en torno
a 1550 y en las que el canon de desnudo femenino evoluciona a formas más grasas y
opulentas (Venus recreándose con el amor y la música. Hacio 1555.Madrid. El Prado)
El tipo de Venus dormida es el que aparece en la Venus del Pardo (Louvre hacia 1551).
En la producción mitológica de Tiziano destacan 2 series de pinturas realizadas en
distintos momentos de su carrera.
- Entre 1518-1522 ,para el “camerino de alabastro”del Palacio de Ferrara por deseo de
Alfonso I d’Este, colaboró en 3 cuadros: La ofrenda a Venus, Bacanal de los andrios
(1523-1526/El Prado) y Baco y Ariadna. Tres obras basadas en fuentes antiguas
conocidas, las 2 primeras en la Imágenes de Filóstrato y en la última en las obras de
Ovidio y Cátulo. Ocupan un lugar destacado por el complejo desarrollo narrativo y por el
elevado número de sus personajes y también el delicadísimo equilibrio entre forma, color y
acción que se alcanza en ellas; siendo una de las series maestras del arte en su tiempo. No
abundan los desnudos femeninos pero, la Ariadna dormida de la Bacanal es uno de sus
mejores desnudos.
- Entre 1553-1562, para el rey Felipe II y conocidas como “las poesías”. Seis obras: Venus
y Adonis, Dánae, El rapto de Europa (1559-1562, Boston), Perseo y Andrómeda, Diana
y Acteón y Diana y Calisto. Con temática extraída de una amplia variedad de fuentes,
aunque fáciles de identificar. Aquí hay menos número de personajes (exceptuando los 2
baños), claridad de su contenido, énfasis emocional y predominio del color como materia
narrativa. Otra diferencia importante, es la extraordinaria importancia que se concede al
desnudo femenino, el cual es el protagonista principal y en su conjunto ofrece un gran
catálogo de desnudos por su calidad y variedad de (posturas, formas y emociones). Esta
serie tuvo gran éxito y se difundió a través de copias, estampas y hasta versiones del
propio Tiziano.
3. Huellas de Venecia
La llamada “escuela veneciana” con su apuesta decidida por los valores emotivos,
sensuales y visuales tan íntimamente ligados al color, pronto transcendió sus límites
geográficos, y se convirtió en un punto de partida para aquellos artistas que a lo largo de
los siglos siguientes hicieron del cromatismo la materia fundamental de su pintura. Los
artistas locales más importantes trabajaron con frecuencia para comitentes foráneos, y el
prestigio de la escuela hizo que sus obras fueran ávidamente buscadas por los
coleccionistas de toda Europa desde el siglo XVI. Las condiciones de humedad de Venecia
impedían la realización de frescos y aconsejaban pintar sobre lienzo, esto facilitó la
dispersión. Además, la mayoría eran obras mitológicas y retratos, que al pertenecer a una
población civil con el tiempo acabaron en el mercado internacional, a diferencia de las
pinturas religiosas, realizadas para lugares de culto.
Muchas de esas obras durante los siglos XVI y XVII fueron llegando a las cortes
europeas. Madrid, París, Roma, Londres o Viena se conviertieron en grandes depositarios
de cuadros de TIZ, TINT o VER y esa dispersión contribuyó a aumentar su prestigio y
servir de modelo para muchos artistas. En el caso de la pintura mitológica y el desnudo
femenino, ese hecho fue muy acusado, pues fueron dos campos en donde la Pint. Veneciana
alcanzó una mayor originalidad.
Es imposible entender la historia del desnudo occidental, de la Edad Moderna y buena
parte de la Contemporánea, sin tener en cuenta el desnudo veneciano.
1.1. El desnudo
El desnudo tenía un estatus parecido a la mitología en los temas artísticos. También, su
proliferación en el arte moderno occidental está relacionada con la intensa mirada a la
Antigüedad clásica durante el Renacimiento y con la progresiva secularización de la
cultura. Una de las cosas que mejor definen al Renacimiento, es su perspectiva científica.
Para enfrentarse al mundo, ya no sólo se disponía de un corpus de dogmas y conocimientos,
sino también de la experiencia y la capacidad de análisis. Uno de los principales
instrumentos era la medida, que en la expresión artística sirvió para articular un sistema
de perspectiva y proporciones. La base para el establecimiento de ese sistema fue el
cuerpo humano, que se convirtió en módulo. Desde entonces, y durante muchos siglos, el
cuerpo humano, y en especial el desnudo se ha convertido en la forma artística por
excelencia. Francisco Pacheco, nos habla en su libro “Arte de la pintura” (1649) de las
connotaciones eróticas, que conllevan el desnudo femenino en la Edad Moderna, que
convierten ese tema en un lugar donde entran en conflictos campos distintos (artísticos,
sociales y morales). Siendo el desnudo la forma artística por excelencia para abordar uno
de los repertorios narrativos más prestigiosos del momento como era, la mitología, esta se
asociaba tanto a la cultura laica como con la representación del poder.
La mitología y el desnudo se asociaran estrechamente al desarrollo del arte del
Renacimiento, destacando nombres como: Durero, Miguel Ángel, Cranach, Correggio,
Boticelli, fueron fundamentales en la historia de éste género.
2.2. Tiziano
Tiziano fue el primer pintor veneciano en cuyo catálogo, la mitología y con ella el
desnudo femenino, ocupa un lugar muy destacado desde el punto de vista cuantitativo.
Aparecen bajo dos formas; en cuadros asilados o en pinturas destinadas a integrarse en
series. Representó una gran variedad de temas y algunas de sus obras de compleja lectura.
Aunque en general le gustaba aprovechare de la fábula mitológica para crear escenas
ambiguas desde el punto de vista significativo, que admiten diferentes niveles de
significación. En sus inicios sigue el camino que marcó Giorgione con La tempestad. Obras:
Concierto Campestre, Las tres edades de la vida o Amor sacro y amor profano (1514,
Roma Gale) en las que confluyen la tradición mitológica y la tradición alegórica. Con el
tiempo, se decantó por escenas de repertorios narrativos conocidos, como obras de
Filóstrato, Plinio u Ovidio. Además, su clientela se amplía geográficamente, lo cual influye
en el distinto grado de hermetismo significativo de la obra dependiendo del lugar para el
cual estaba hecha.
Entre los cuadros mitológicos que otorgaron a Tiziano un lugar principal entre los
pintores de desnudo femenino destacan las representaciones de Venus. En algún caso, de
pie (basándose en la descripción de Plinio). Sin embargo la mayoría, se representa echada,
siguiendo la fórmula de Giorgione en la obra de Dresde. Como en: Venus de Urbino
(Florencia Uffizi) de tema ambiguo, y en donde la introspección y el abandono de la diosa
y el escenario natural han sido sustituidos por una actitud más participativa de la mujer,
que se encuentra en un lujoso interior. Vuelve a este tipo /echado) al final de su carrera
Ninfa y pastor. El siguiente paso será recostada sobre un lecho en un interior pero, con
una gran abertura al paisaje. Varias versiones, en las que en muchas aparece algún
personaje masculino en ocasiones interpretando música (órgano, laúd). Se fechan en torno
a 1550 y en las que el canon de desnudo femenino evoluciona a formas más grasas y
opulentas (Venus recreándose con el amor y la música. Hacio 1555.Madrid. El Prado)
El tipo de Venus dormida es el que aparece en la Venus del Pardo (Louvre hacia 1551).
En la producción mitológica de Tiziano destacan 2 series de pinturas realizadas en
distintos momentos de su carrera.
- Entre 1518-1522 ,para el “camerino de alabastro”del Palacio de Ferrara por deseo de
Alfonso I d’Este, colaboró en 3 cuadros: La ofrenda a Venus, Bacanal de los andrios
(1523-1526/El Prado) y Baco y Ariadna. Tres obras basadas en fuentes antiguas
conocidas, las 2 primeras en la Imágenes de Filóstrato y en la última en las obras de
Ovidio y Cátulo. Ocupan un lugar destacado por el complejo desarrollo narrativo y por el
elevado número de sus personajes y también el delicadísimo equilibrio entre forma, color y
acción que se alcanza en ellas; siendo una de las series maestras del arte en su tiempo. No
abundan los desnudos femeninos pero, la Ariadna dormida de la Bacanal es uno de sus
mejores desnudos.
- Entre 1553-1562, para el rey Felipe II y conocidas como “las poesías”. Seis obras: Venus
y Adonis, Dánae, El rapto de Europa (1559-1562, Boston), Perseo y Andrómeda, Diana
y Acteón y Diana y Calisto. Con temática extraída de una amplia variedad de fuentes,
aunque fáciles de identificar. Aquí hay menos número de personajes (exceptuando los 2
baños), claridad de su contenido, énfasis emocional y predominio del color como materia
narrativa. Otra diferencia importante, es la extraordinaria importancia que se concede al
desnudo femenino, el cual es el protagonista principal y en su conjunto ofrece un gran
catálogo de desnudos por su calidad y variedad de (posturas, formas y emociones). Esta
serie tuvo gran éxito y se difundió a través de copias, estampas y hasta versiones del
propio Tiziano.
3. Huellas de Venecia
La llamada “escuela veneciana” con su apuesta decidida por los valores emotivos,
sensuales y visuales tan íntimamente ligados al color, pronto transcendió sus límites
geográficos, y se convirtió en un punto de partida para aquellos artistas que a lo largo de
los siglos siguientes hicieron del cromatismo la materia fundamental de su pintura. Los
artistas locales más importantes trabajaron con frecuencia para comitentes foráneos, y el
prestigio de la escuela hizo que sus obras fueran ávidamente buscadas por los
coleccionistas de toda Europa desde el siglo XVI. Las condiciones de humedad de Venecia
impedían la realización de frescos y aconsejaban pintar sobre lienzo, esto facilitó la
dispersión. Además, la mayoría eran obras mitológicas y retratos, que al pertenecer a una
población civil con el tiempo acabaron en el mercado internacional, a diferencia de las
pinturas religiosas, realizadas para lugares de culto.
Muchas de esas obras durante los siglos XVI y XVII fueron llegando a las cortes
europeas. Madrid, París, Roma, Londres o Viena se conviertieron en grandes depositarios
de cuadros de TIZ, TINT o VER y esa dispersión contribuyó a aumentar su prestigio y
servir de modelo para muchos artistas. En el caso de la pintura mitológica y el desnudo
femenino, ese hecho fue muy acusado, pues fueron dos campos en donde la Pint. Veneciana
alcanzó una mayor originalidad.
Es imposible entender la historia del desnudo occidental, de la Edad Moderna y buena
parte de la Contemporánea, sin tener en cuenta el desnudo veneciano.