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INTRODUCCIÓN
La baja intensidad y corta duración de los signos de estro en Bos indicus indica que
el trabajo necesario para detectar correctamente este período en las vacas es difícil
e impreciso (Bó et al, 2003; Galina y Orihuela, 2007). En general, las vacas mestizas
(Bos indicus × Bos taurus) ordeñadas con apoyo y amamantamiento del becerro
presentan largos periodos de anestro postparto (González et al, 1988). Estas
alteraciones del ciclo han servido de fundamento para desarrollar técnicas de
sincronización del celo y de la ovulación en vacas durante los periodos tempranos
del postparto o en las novillas luego de su incorporación a los programas
reproductivos.
Ribadu y Dobson (Ribadu et al, 1994), que trabajaron con ganado lechero,
demostraron que durante los últimos días del ciclo estral hay una rápida disminución
de las concentraciones de progesterona, que no se acompaña de un descenso
significativo en el diámetro del CL medido por ecografía, por lo que de 2 a 3 días
anteriores al estro, el CL está físicamente presente, pero no funcionalmente.
El objetivo del presente estudio fue identificar cuerpos lúteos en vacas posparto,
para detectar a los animales que están ciclando y en anestro, para garantizar un
buen porcentaje de preñez, demostrando con ello que la palpación rectal es una
herramienta de vital importancia para tomar decisiones en los hatos ganaderos
1.1 OBJETIVO GENERAL
El objetivo del presente estudio fue generar información que demuestre que el
diagnóstico oportuno del cuerpo lúteo por palpación rectal en vacas posparto mejora
la eficiencia reproductiva en vacas sincronizadas con progestágenos.
1.3 HIPÓTESIS
2.2.1 Proestro.
Tiene una duración en vacas de 3 días, esta fase comienza cuando ocurre la
regresión del cuerpo lúteo (CL) del ciclo anterior, las concentraciones de
progesterona disminuyen. Durante esta etapa ya existe un folículo dominante que
llegara a ser una estructura de ¾ a 1 pulgada de grande, con la apariencia de una
ampolla llena de líquido folicular y el ovulo que será ovulado. Muchos folículos
pueden llegar a desarrollarse durante el proceso de dinámica, pero solo 1 (2 o 3 en
el caso de gemelos o trillizos) será el folículo dominante seleccionado para ser
ovulado. Este folículo dominante se diferencia de los demás en que es estimulado
coordinadamente por las hormonas FSH y LH para producir estrógenos. (Lamb, et
al., 2009).
2.2.2 Estro.
Dentro del ciclo estral, la duración del celo oscila entre 9 a 28h, dependiendo de la
localización geográfica, de la raza y de la edad de la vaca. Generalmente, el celo
es más corto en el trópico y en las zonas subtropicales que en las templadas. En
climas templados o moderados la duración del estro puede ser de 20 a 30% más
duradero que en vacas de ambientes muy calurosos o fríos (Pennington et al, 1985).
2.2.3 Metaestro.
Esta etapa principia cuando ha terminado la receptividad sexual y concluye en el
momento en el que hay un cuerpo lúteo (CL) funcional bien establecido. En las
vacas esta etapa tiene una duración de 2 días. Durante esta fase, el ovario contiene
al CL que se desarrolla, llamado cuerpo hemorrágico, principalmente bajo la
influencia de la LH. Sin embrago, otras hormonas participan también en la
luteinización. La LH promueve la formación de receptores para hormona del
crecimiento (GH) (Galina, 2008).
Para la formación del CL, las células de la granulosa y de la teca del folículo que
ovuló inician inmediatamente su luteinización y diferenciación en células lúteas
grandes y chicas, respectivamente. Para el desarrollo de CL es esencial la
formación de una red vascular, ya que es la estructura que proporcionalmente
recibe el mayor flujo sanguíneo del organismo (Galina, 2008).
Como consecuencia de la disminución en las concentraciones de estrógenos, hay
una reducción en la tonalidad uterina, en la secreción del moco cervical, en la
hiperemia y edema vulvar. Algunas vacas pueden presentar un sangrado vulvar
durante esta etapa, el cual se asocia con el momento de la ovulación y la abrupta
interrupción de la secreción de estrógenos (Galina, 2008).
2.2.4 Diestro.
Esta se considera la etapa más larga del ciclo estral, teniendo una duración en los
bovinos de aproximadamente 15 días, abarcando desde que esta estructura es
funcional hasta la destrucción del mismo. Durante esta fase, la progesterona
alcanza sus máximas concentraciones y ejerce un efecto negativo en la liberación
de la LH debido a que inhibe la formación de receptores hipofisiarios a GnRH, así
como la secreción de GnRH (Galina, 2008).
La regulación de la secreción de progesterona esta probablemente controlada por
un equilibrio de estímulos: uno luteotrópico o que estimula la progesterona y otro
luteolítico o que inhibe la progesterona; ambos estímulos son secretados al mismo
tiempo durante el ciclo estral (Lamb et al., 2009). La progesterona estimula la
actividad secretora del endometrio con la finalidad de albergar una posible
gestación; adicionalmente, el cérvix se cierra y se reduce la secreción del moco
cervical y vaginal, el cual adopta una apariencia pegajosa y opaca para impedir el
paso de microorganismos al útero (Galina, 2008).
Al término del diestro, los estrógenos han sensibilizado al endometrio para que
forme receptores a oxitocina. En este momento se inicia un mecanismo de
retroalimentación positiva para la secreción de prostaglandina F2α (PGF2α). La
función de esta hormona es destruir al cuerpo lúteo cuando no ocurre la fertilización
(Galina, 2008). La PGF2α producida por el útero es transportada por la vena útero-
ovárica a la arteria ovárica por un mecanismo llamado a contracorriente y de allí al
cuerpo lúteo. La PGF2α tiene una acción directa e indirecta causando la luteolisis o
regresión del cuerpo lúteo en rumiantes (Lamb et al., 2009). Con la regresión del
cuerpo lúteo, comienza la disminución de los niveles de progesterona y con ello el
final de la fase lúteal o diestro y el reinicio del proestro o fase de regresión del cuerpo
lúteo.
Los niveles de progesterona más altos se alcanzan en torno al día 10 del ciclo estral
y se mantienen hasta el día 16 o 18 del ciclo dependiendo de la presencia o no de
un embrión. Si la vaca está preñada, el cuerpo lúteo se mantiene, los niveles de
progesterona son altos y se bloquea la reaparición de celos. El embrión alcanza el
útero entre los días 3 a 4 del ciclo estral; durante los siguientes 10 a 12 días el
embrión crecerá rápidamente y comenzara la formación de la placenta (Christian,
2009).
2.2.5 Anestro.
Se considera como un periodo de inactividad reproductiva. Aun cuando continua
habiendo actividad hormonal y desarrollo folicular, el estímulo es insuficiente para
que ocurra la maduración folicular y la ovulación (Galina, 2008). Para que las vacas
restablezcan sus ciclos estrales después del parto, deben superar los efectos
negativos que ejercen la gestación y el parto en el eje hipotálamo –hipófisis–
gónadas; pero sobre todo, el efecto inhibitorio de la presencia constante del becerro
y su amamantamiento, al inhibir la secreción pulsátil de la Hormona Liberadora de
Gonadotropinas (GnRH) y la Hormona Luteinizante (LH), lo cual impide el desarrollo
folicular y la ovulación de los folículos dominantes (Pérez et al, 2001).
Después del parto, las vacas tienen limitada su capacidad de concebir por un tiempo
variable. Su duración depende de la involución uterina, el anestro postparto y los
cuerpos lúteos de vida media corta. La primera que tiene una duración promedio de
25-32 días (Toribio et al., 1995), no representa problema para las vacas de doble
propósito, pues raramente ovulan y presentan estro antes de 40 días postparto (Ruiz
y Ángel, 1999).
La duración del anestro está influenciada por muchos factores como el número de
partos, edad de la vaca, mestizaje, condiciones ambientales, amamantamiento y
estado nutricional (Ramírez et al, 1992).
2.3.1 Generalidades:
Dentro de las principales causas que provocan baja fertilidad en el ganado bovino
(Bos taurus-indicus) está la pobre detección del estro (Galina y Arthur, 1990;
Tenhagen et al, 2005), que ha sido considerada como la principal responsable del
incremento en los días abiertos cuando se implementa un programa de
inseminación artificial (IA) (Vishwanath, 2003). Aunado a esto, la necesidad de
utilizar animales Bos indicus en ambientes subtropicales o tropicales, puede reducir
la eficiencia de la sincronización e IA, comparada con animales Bos taurus (Hiers et
al, 2003; Lemaster et al 2001).
Desde hace muchos años se promueve, sobre todo en Europa, la utilización de una
dosis de Gonadotropina Coriónica Equina (conocida internacionalmente con las
siglas eCG o PMSG) al final del tratamiento para estimular el desarrollo folicular en
vaquillonas prepúberes, vacas con cría o vacas lecheras en anestro posparto
(Galina, 2008).
La eCG es una glicoproteína de vida media larga, que tiene en la vaca un efecto
similar a la FSH. Se ha observado un mayor porcentaje de preñez en vacas en
anestro pos parto y con condición corporal comprometida o en vacas con menos de
60 días pos parto, cuando se agrega eCG al tratamiento. Sin embargo, hay otros
trabajos que no han encontrado un beneficio en utilizar eCG en vacas pos parto con
alto porcentaje de ciclicidad y buena condición corporal.
En las razas puras Bos taurus orientadas hacia carne como hacia leche, las tasas
de fertilidad reportadas han variado de 25 a 55% con una media de 30 a 35% (Yavas
et al., 2000, Bo et al., 2002, Cabezas et al., 2006). Las experiencias en vacas
cebuinas cíclicas han sido similares, sin embargo, al tratar las vacas en anestro se
han reportado tasas de fertilidad muy bajas por lo cual el tratamiento no es
recomendado.
Otros protocolos han incorporado GnRH y eCG con el fin de incrementar las tasas
de preñez en las novillas prepúberes. En 486 novillas Aberdeen Angus y Hereford
con ausencia de estro en los 20 días previos al experimento y examinadas por
ultrasonografía transrectal al momento de iniciado el tratamiento, se colocó el día 0
un DIV de 1g de progesterona y 2mg de BE intramuscular (IM) (Cutaia et al., 2006).
Los resultados en novillas prepúberes indicaron que la GnRH utilizada como
inductor de la ovulación y la eCG administrada al momento de retirado el
progestágeno permitió alcanzar mayores tasas de preñez que las obtenidas con el
tratamiento convencional utilizando BE. El mismo autor (Cutaia et al., 2006) reportó
un experimento diseñado para evaluar la influencia del diámetro uterino, tamaño de
los ovarios y estructuras ováricas sobre la fertilidad en novillas mestizas cebú
inseminadas a Tiempo Fijo (IATF).
2.4.1.3 Desventajas:
- Implica un dominio de la técnica.
- Se requiere detección del estro.
- Puede diseminar características indeseables. (Galina, 2008).
Durante muchos años los productores han confiado en la regla de A.M. / P.M. para
obtener índices de concepción óptimos. Cuando se sigue la regla, si una vaca o
vaquilla está en estro en la mañana (a.m.), debe ser inseminada esa tarde (p.m.).
De la misma manera si se observa en estro en la tarde, entonces se debe inseminar
a la mañana siguiente (Graves et al., 1997). La regla A.M. / P.M. es una técnica de
manejo que está diseñada para asegurar que las vacas y vaquillas sean
inseminadas cerca de su tiempo óptimo de concepción.
Es deseable determinar si una vaca ha fallado a quedar gestante tan pronto como
sea posible, preferentemente antes de 50 días después de la inseminación o la
monta natural (Franco y Drost, 1987). La palpación de los genitales de las hembras
es el procedimiento más sencillo y económico, siendo posible como una muy buena
herramienta para detectar gestaciones superiores a los 50 días, la precisión en su
ejecución es de vital importancia para un buen diagnóstico, considerando la
asimetría del cuerno grávido y fluctuación del contenido uterino, la palpación del
alantocorion, el frémito de arteria uterina media en el útero grávido, entre otras
(Galina, 2008).
Ribadu y Dobson (Ribadu et al., 1994), que trabajaron con ganado lechero,
demostraron que durante los últimos días del ciclo estral hay una rápida disminución
de las concentraciones de progesterona, que no se acompaña de un descenso
significativo en el diámetro del CL medido por ecografía, por lo que de 2 a 3 días
anteriores al estro, el CL está físicamente presente, pero no funcionalmente.
Por estas razones, la palpación por el recto se traduce en una menor tasa de
exactitud para determinar el estado funcional de un CL que potencialmente se
puede lograr mediante la medición de las concentraciones de progesterona. Sin
embargo, el bajo costo y el rápido retorno de los resultados inherentes a la técnica
de palpación sigue siendo la herramienta de diagnóstico de elección para
diagnosticar la presencia de un CL.
Mapastepec.
3.3 Metodología:
3.3.1 Generalidades.
El trabajo se llevó a cabo en los meses de Octubre a Enero. Durante los meses de
Octubre y Noviembre, fueron seleccionadas las vacas tanto del grupo experimental
como del grupo testigo, tomando en cuenta la condición corporal, y el número de
días postparto (45 a 120 días), esto con la finalidad de seleccionar animales aptos
que respondieran favorablemente al tratamiento hormonal al que fueron sometidas.
Una vez seleccionadas las vacas, se prosiguió con el protocolo, que incluyo tanto
palpaciones rectales para determinar la ausencia o presencia de un cuerpo lúteo,
además de la toma de muestra de sangre, la cual seguirá un proceso para su
preservación así como su análisis.
Día Evento
-11 primera palpación y primera toma de progesterona en sangre
-7 segunda palpación y segunda toma de progesterona en sangre
-0 colocación del CIDR
-9 Retiro del CIDR
0 Detección de celos en vacas e inseminación artificial durante 3 días
9 tercera palpación y tercera muestra de progesterona en sangre
11 cuarta palpación y cuarta muestra de progesterona en sangre
Cuadro 3.1.- Desarrollo del protocolo, con los días y eventos de los mismos.
Además para ayudar a la detección de celos, fueron utilizados crayones, los cuales
sirvieron para identificar a los animales colocándoles un numero individua, utilizando
también pintura en la base de la cola lo cual resulto de mucha ayuda, pues animales
que se encontraron en celo, dicha pintura fue removida por el pecho de la vaca que
se monta, de manera que es más sencillo identificar una vaca en el periodo que
aceptará la cópula (estro), además de utilizar la palpación rectal para poder palpar
la condición en que se encontraba el útero del animal en celo, además de poder
realizar “masajes” al cérvix del animal y poder identificar si presentaban moco
cervical.
Después del retiro del CIDR y las inseminaciones en las vacas, se esperó un periodo
de 9 días, a partir del último día de detección de celos e inseminación, se realizaron
2 palpaciones y 2 sangrados más, esto en los días 9 y 11. Anotando las estructuras
que se encontraban en los ovarios de las vacas, en este caso, la presencia física de
Cuerpos Lúteos. Al igual que en los primeros sangrados de los animales (días -11
y -7), las muestras fueron procesadas para su congelación y su posterior análisis.
En cada ocasión que los animales fueron sangrados se les inmovilizo con los
elementos de restricción física, esto para asegurar tanto la seguridad de los
animales como la del personal de trabajo, las muestras fueron refrigeradas y
colocadas en una gradilla, se esperó a que se formara el suero, el cual se retiró con
unas pipetas Pasteur de plástico para ser colocados en tubos Eppendorf, los cuales
fueron identificados de acuerdo al número del animal y el número de muestra que
se obtuvo, posteriormente fueron envueltos con cinta parafilm para su posterior
congelación.
Una vez terminado el protocolo, se esperó un periodo entre 45 y 60 días, esto para
realizar palpaciones y detectar que vacas presentan una gestación, de esta manera
se pudo analizar qué porcentaje se alcanzó al primer servicio, además de ver qué
tan efectivo puede ser sincronizar con CIDR e inseminar a las vacas utilizando la
observación de los celos y las inseminaciones conforme los animales presenten
signos de estro.
Para analizar los datos fue necesario separar los grupos con el mismo número de
animales (n=50) tomando en cuenta que en cada uno de ellos se realizó el análisis
por cada factor, los cuales fueron:
a) Post-sincronización.
b) Pre-sincronización.
c) Raza.
d) Primera palpación.
e) Segunda palpación.
f) Tercera palpación.
g) Cuarta palpación.
h) Total.
El número de aparentes vacas con CL presente por PR fue de 27, comparando las
PR y niveles de P4, se obtuvieron 73 verdaderas vacas con un CL presente, mientras
que aparentemente a la PR 72 vacas no presentaban un CL, cuando estas fueron
comparadas con los niveles de P4 se obtuvo un total de 26 vacas sin un CL.
P4
≥0,5 <0,5 Total
Presente 21 6 27
CL por PR
Ausente 52 20 72
73 26 99
El número de aparentes vacas con CL presente por PR fue de 82, comparando las
PR y niveles de P4, se obtuvieron 92 verdaderas vacas con un CL presente,
mientras que aparentemente a la PR 18 vacas no presentaban un CL, cuando estas
fueron comparadas con los niveles de P4 se obtuvo un total de 8 vacas sin un CL.
Niveles de progesterona
≥0,5 <0,5 Total
Presente 78 4 82
CL por PR
Ausente 14 4 18
92 8 100
Cuadro 3.3.- Número de animales Post-sincronización con presencia o ausencia de
cuerpos lúteos, tomando los niveles de P4.
Es importante señalar la diferencia que existe entre los aciertos y errores que
presenta la palpación rectal antes y después de la sincronización, pues esta fue más
efectiva post-sincronización, esto quizás se deba a que el palpador presento una
menor experiencia al momento de palpar a las vacas en la pre-sincronización,
puesto que si comparamos la precisión que este obtuvo en las primeras
palpaciones, solo se detectó el 28,8% de los Cuerpos Lúteos (CL) presentes (21/73)
vs la post-sincronización, en la cual la palpación rectal detecta el 84,8% de los
Cuerpos Lúteos (CL) presentes (78/92), mejorando en un 60%. Esto concuerda con
lo encontrado por silva en 1992, quienes en un estudio con 54 vacas de raza
Holstein en etapa post-parto, comparando la PR con niveles de P4 como un
instrumento de análisis para la actividad reproductiva post-parto, reportaron que en
la palpación rectal varió según el momento en días en que se efectuó el examen,
encontrando que para la identificación correcta de un CL, la precisión entre 0 y 70
días posparto fue de 37.5%, alcanzando un 73.7% en el periodo de 71 a 110 días,
cual podría dar también una explicación del porque es más efectiva la PR después
de la sincronización, que antes de la misma, puesto que al realizar las PR en días
cercanos al parto, los errores cuando se diagnóstica un CL son mayores que si
estas fueran realizadas con un mayor número de días postparto.
Para hacer el estudio más completo y ver qué tanta variabilidad existe entre razas
al momento de palpar los CL´s, y poder calcular en donde es más fácil o más difícil
palpar los mismos, calculándose 3 variables (razas) las cuales fueron:
Resultados para 1/2 raza Bos taurus X 1/2 raza Bos indicus (F1).
P4
≥0,5 <0,5 Total
Presente 7 1 8
CL por PR
Ausente 8 4 12
15 5 20
Cuadro 3.3.-Número de animales F1 (Bos indicus X Bos taurus) con presencia o
ausencia de cuerpos lúteos, tomando los niveles de P4.
El número de aparentes vacas con CL presente por PR fue de 26, comparando las
PR y niveles de P4, se obtuvieron 29 verdaderas vacas con un CL presente, mientras
que aparentemente a la PR 9 vacas no presentaban un CL, cuando estas fueron
comparadas con los niveles de P4 se obtuvo un total de 6 vacas sin un CL.
P4
≥0,5 <0,5 Total
Presente 24 2 26
CL por PR
Ausente 5 4 9
29 6 35
Cuadro 3.4.- Número de animales cebú con presencia o ausencia de cuerpos lúteos,
tomando los niveles de P4.
P4
≥0,5 <0,5 Total
Presente 68 7 75
CL por PR
Ausente 53 16 69
121 23 144
Cuadro 3.5.-Número de animales Bos taurus con presencia o ausencia de cuerpos
lúteos, tomando los niveles de P4.
El número de aparentes vacas con CL presente por PR fue de 14, comparando las
PR y niveles de P4, se obtuvieron 35 verdaderas vacas con un CL presente,
mientras que aparentemente a la PR 35 vacas no presentaban un CL, cuando estas
fueron comparadas con los niveles de P4 se obtuvo un total de 14 vacas sin un CL.
P4
≥0,5 <0,5 Total
Presente 11 3 14
CL por PR
Ausente 24 11 35
35 14 49
Cuadro 3.6.- Número de animales en la primera palpación con presencia o ausencia
de cuerpos lúteos, tomando los niveles de P4.
El número de aparentes vacas con CL presente por PR fue de 13, comparando las
PR y niveles de P4, se obtuvieron 38 verdaderas vacas con un CL presente,
mientras que aparentemente a la PR 37 vacas no presentaban un CL, cuando estas
fueron comparadas con los niveles de P4 se obtuvo un total de 12 vacas sin un CL.
P4
≥0,5 <0,5 Total
Presente 10 3 13
CL por PR
Ausente 28 9 37
38 12 50
Cuadro 3.7.-Número de animales en la segunda palpación con presencia o ausencia
de cuerpos lúteos, tomando los niveles de P4.
El número de aparentes vacas con CL presente por PR fue de 41, comparando las
PR y niveles de P4, se obtuvieron 48 verdaderas vacas con un CL presente,
mientras que aparentemente a la PR 9 vacas no presentaban un CL, cuando estas
fueron comparadas con los niveles de P4 se obtuvo un total de 2 vacas sin un CL.
P4
≥0,5 <0,5 Total
Presente 41 0 41
CL por PR
Ausente 7 2 9
48 2 50
Cuadro 3.8.- Número de animales en la tercera palpación con presencia o
ausencia de cuerpos lúteos, tomando los niveles de P4.
El número de aparentes vacas con CL presente por PR fue de 41, comparando las
PR y niveles de P4, se obtuvieron 44 verdaderas vacas con un CL presente,
mientras que aparentemente a la PR 9 vacas no presentaban un CL, cuando estas
fueron comparadas con los niveles de P4 se obtuvo un total de 6 vacas sin un CL.
P4
≥0,5 <0,5 Total
Presente 37 4 41
CL por PR
Ausente 7 2 9
44 6 50
Cuadro 3.9.-Número de animales en la cuarta palpación con presencia o ausencia
de cuerpos lúteos, tomando los niveles de P4.
El número de aparentes vacas con CL presente por PR fue de 109, comparando las
PR y niveles de P4, se obtuvieron 165 verdaderas vacas con un CL presente,
mientras que aparentemente a la PR 90 vacas no presentaban un CL, cuando estas
fueron comparadas con los niveles de P4 se obtuvo un total de 34 vacas sin un CL.
P4
≥0,5 <0,5 Total
Presente 99 10 109
CL por PR
Ausente 66 24 90
165 34 199
Cuadro 3.10.- Número de animales totales en la palpación con presencia o ausencia
de cuerpos lúteos, tomando los niveles de P4.
Tomando en cuenta que las vacas del grupo experimental fueron inseminadas, el
porcentaje de fertilidad que se obtuvo al primer servicio fue del 52% (26 vacas
gestantes de 50). Las vacas que repitieron el celo, les fue realizada una segunda
inseminación, logrando así un 84% de fertilidad (42 vacas gestantes de 50).
CL/Presente CL/Ausente.
1ra PALPACIÓN 38 42
Pre-sincronización.
2da PALPACIÓN 43 37
3ra PALPACIÓN 64 16
Post-sincronización.
4ta PALPACIÓN 60 20
Cuadro 3.11.-Número de animales del grupo testigo con presencia o ausencia de
un CL.
CL´s a la palpación.
140 124
Numero de animales.
120
100 81 79
80
60
36
40
20
0
CL/ Presente CL/ Ausente.
Pre-sincronizacion Post-sinconizacion.