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Guía de Estudio de la
Biblia
Contenido
(Lecciones de la Escuela Sabática)
Introducción ....................................................................... 2
1. El Dios triuno ................................................................. 5
Edición para adultos 2. En el principio ............................................................. 12
3. Dios como Redentor .................................................... 19
Enero - marzo 4. El Dios de gracia y juicio .............................................. 26
de 2012 5. La santidad de Dios ..................................................... 33
6. Dios el Legislador ........................................................ 40
Autor:
7. Señor del sábado..........................................................47
Jo Ann Davidson 8. El cuidado de la creación ............................................. 54
Dirección General: 9. La Biblia y la historia .................................................... 61
Clifford Goldstein 10. La promesa de la oración ............................................ 68
Dirección editorial: 11. Dios como artista......................................................... 75
Marcos G. Blanco
12. Historias de amor ........................................................ 82
Traducción y redacción:
13. La promesa de su retorno ............................................ 89
Rolando A. Itin
Diseño:
Las Guías de Estudio de la Biblia son preparadas por la oficina de las
Nelson Espinoza Guías de Estudio de la Biblia para Adultos de la Asociación General de
Ilustraciones: los Adventistas del Séptimo Día. La preparación de estas guías ocurre
Lars Justinen bajo la dirección general de una comisión mundial de evaluación de ma-
nuscritos para la Escuela Sabática, cuyos miembros actúan como consul-
tores. Las lecciones publicadas reflejan las sugerencias de la comisión,
de modo que no representan exclusivamente la intención del autor de
ellas.
DERECHOS RESERVADOS.
COPYRIGHT © 2012, BY PACIFIC PRESS® PUBLISHING ASSOCIATION.
SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTE FOLLETO SIN EL PERMISO DE LOS EDITORES
INTRODUCCIÓN
VISLUMBRES
DE NUESTRO DIOS
¿Q uién puede ver las fotos enviadas por el telescopio Hubble y no mara-
villarse por la belleza del cosmos? Asombrado por la famosa foto de la
“Galaxia del Sombrero” (M104), un escritor declaró: “¿Cómo puedo comenzar
a ahondar en el conocimiento, el poder, el razonamiento, las verdades y los
propósitos que constituyen la Galaxia del Sombrero (que es una de miles de mi-
llones de otras galaxias)? Aquí estamos, tan pequeños y tan aislados, un granito
de polvo en la creación, con tanto ante nuestra vista pero tan infinitamente más
allá de nuestro alcance”.
Más asombroso que el universo mismo, sin embargo, tiene que ser su Ha-
cedor, porque solo algo mayor que el universo pudo hacerlo.
Por supuesto, como adventistas del séptimo día, el Dios al que adoramos
y servimos es aquel que hizo el universo: todo lo que existe, desde la Galaxia
del Sombrero hasta los quarks que constituyen toda la materia en ella, y todo lo
demás también.
Es en este contexto, del Señor a quien adoramos y servimos, que nuestras
lecciones de este trimestre harán un poco de “teología”, un término técnico que
quiere decir “estudio de Dios”. Después de todo, ¿no es importante saber acerca
del Dios a quien adoramos, servimos y en quien confiamos, aquel al que se nos
llama a amar con “todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas,
y con toda tu mente” (Luc. 10:27)?
El cuadro de Dios que nos ofrece la Biblia es muy amplio. Es cierto, se su-
braya el amor de Dios, una y otra vez, pero hay mucho más acerca de él que él
quiere que sepamos. Por ejemplo, en las Escrituras se encuentran centenares de
nombres para Dios. Cada uno de ellos podría darnos una comprensión más pro-
funda e inteligente del gran Dios del cielo y de la Tierra. Es muchísimo más que
un Santa Claus bonachón en el cielo que nos reparte ayuda cuando la pedimos.
(Un jugador profesional de póquer recientemente ganó millones de dólares en
un torneo, y ¡luego agradeció públicamente a Jesús por ello!)
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Este trimestre consideraremos a Dios. Miraremos diferentes aspectos de él
como se nos han revelado y qué significan para nosotros en un nivel práctico.
Comenzaremos con algunos temas “básicos”, tales como la Trinidad, la ense-
ñanza asombrosa de que Dios es un Dios y, no obstante, está compuesto por
tres Personas. De allí, enfocaremos a Dios como el Creador, la doctrina que
forma el fundamento de todo lo que creemos. Luego, lo veremos en su obra
de redención; porque, en un mundo caído, ser creado no es suficiente. Nece-
sitamos también ser redimidos. Además, consideraremos a Dios como un Dios
de gracia pero también como un Dios de juicios. Entonces, observaremos su
santidad, su ley y el sábado, todo lo cual surge de la esencia de su carácter y nos
ayuda a comprender más acerca de cómo es Dios.
Y también veremos algunos otros aspectos de Dios en los cuales no se
piensa muy a menudo, tales como el Dios de la belleza, de la historia y aun del
romance. Entre otras cosas, tales como la oración y la ecología (es decir, que-
remos considerar algunos aspectos prácticos de lo que significa servir a nuestro
Señor), veremos también la gran promesa de Dios de su segunda venida, que
nos lleva a la culminación de la historia y al fin de la terrible experiencia de la
humanidad con el pecado.
Dios es grandioso (después de todo, ¡él creó –junto con todo lo demás– la
Galaxia del Sombrero!). En contraste, somos tan pequeños. Cuán agradecidos
deberíamos ser, entonces, por cada detalle de luz que él arroja en nuestro ca-
mino. Este trimestre veremos algo de esa luz. Depende de cada uno de noso-
tros, individualmente, cuán fielmente caminamos por este sendero.
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CLAVE DE ABREVIATURAS
BJ Biblia de Jerusalén
CC El camino a Cristo
CN Conducción del niño
CS El conflicto de los siglos
DTG El Deseado de todas las gentes
Ed La educación
Ev El evangelismo
HHD Hijos e hijas de Dios
MS Mensajes selectos, 3 tomos.
NVI La Biblia, Nueva Versión Internacional
OE Obreros evangélicos
PP Patriarcas y profetas
RH Review and Herald [Revista Adventista, en inglés]
ST Signs of the Times
TM Testimonios para los ministros
Nota: Las referencias a citas del espíritu de profecía y otras obras se ex-
presan de la siguiente manera y significan:
HAp 316 = Los hechos de los apóstoles, página 316.
CBA 6:1.067 = Comentario bíblico adventista, tomo 6, página 1.067.
MS 1: 278–282 = Mensajes selectos, tomo 1, páginas 278 a 282.
BIBLIOGRAFÍA
ADCOM, 1995. Comisión Administrativa de la Asociación General de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día, que fue publicado en el Congreso de la
Asociación General realizado en Utrecht, Holanda, del 29 de junio al 8 de
julio de 1995.
Gingerich, Owen. God’s Universe. Cambridge, Mass.: Harvard University
Press, 2006.
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Lección 1: Para el 7 de enero de 2012
EL DIOS TRIUNO
Sábado 31 de diciembre
PARA MEMORIZAR:
“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el
Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de
nuestro Señor Jesucristo para vida eterna” (Jud. 20, 21).
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Lección 1 // Domingo 1º de enero
LA UNICIDAD DE DIOS
El sistema de creencias de los antiguos hebreos era rigurosamente mono-
teísta: “mono” que significa “uno”, y “teísta”, de la palabra griega para “Dios”,
queriendo decir que hay solo un Dios verdadero. Esta posición es invariable a
través de todo el Antiguo Testamento. Hay solo un Dios, el Dios de Abraham,
Isaac y Jacob, y no muchos dioses, como creían las naciones y las tribus que
rodeaban a los hebreos. En este sentido, la religión de la Biblia es singular.
“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Deut. 6:4). Compa-
ra este versículo con Génesis 2:24: “Por tanto, dejará el hombre a su pa-
dre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. ¿Qué nos
dice que la misma palabra hebrea para “uno” aparezca en ambos textos?
La misma palabra, ejad, para “uno”, se usa para Dios en la Shemá de Deu-
teronomio 6:4. La palabra ejad, para unicidad, no implica una suma matemá-
tica sino, en cambio, una unidad compleja. Aquí, algo se afirma acerca de una
unidad de partes diferentes. El esposo y la esposa han de ser “uno” (ejad) de
acuerdo con Génesis 2:24, así como en Deuteronomio Dios es “uno”.
¿De qué forma el comprender a Dios como “uno” nos ayuda a evitar las tram-
pas de la idolatría en cualquiera de sus formas? ¿Por qué debemos adorar solo
a Dios? ¿Cómo puedes erradicar cualquier “ídolo” de tu propia vida?
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Lunes 2 de enero // Lección 1
LA DIVINIDAD DE CRISTO
La divinidad del Padre rara vez se discute. Al cuestionar la Trinidad, algunos
desafían la divinidad de Cristo. Si Jesús no fuera eterno y plenamente divino, el
plan de salvación estaría muy comprometido (ver la sección del jueves).
¿De qué modo Pablo, una vez un estricto fariseo, habla acerca de la
divinidad de Cristo? Fil. 2:6.
EL ESPÍRITU SANTO
Si Dios puede ser “uno” en las dos Personas del Padre y del Hijo, añadir
una tercera Persona a la Deidad no debería presentar mayores dificultades: ha-
blamos acerca del Espíritu Santo.
Lee Génesis 1:2. ¿Qué se dice del Espíritu Santo tan temprano en el
registro bíblico?
¿De qué modo Mateo 28:19 llama la atención a los tres miembros de
la Deidad?
Cuando Jesús indicó cómo bautizar a los nuevos creyentes, mencionó a las
tres Personas. Esta fórmula bautismal se usa en la mayoría de los bautismos
cristianos actuales. La persona que ha elegido seguir a Jesús es bautizada en el
“Nombre” (en el griego es singular, no plural), aunque incluye a las tres Personas,
que se ven como Uno.
En el bautismo de Jesús, las tres Personas estuvieron juntas. Lee la descrip-
ción en Marcos 1:9 al 11. Marcos dice que los cielos se “abrieron” (vers. 10) (se
traduciría mejor con “se rasgaban”, BJ). Él menciona a los tres Miembros de la
Deidad en una majestuosa revelación de Dios, que afectó incluso la naturaleza.
Así como con Jesús, la obra del Espíritu Santo está vinculada con las acciones
de Dios. Repasa las siguientes descripciones de las acciones del Espíritu Santo:
1. Cuando el ángel anunció el nacimiento de Cristo, le dijo a María que su
hijo sería llamado “santo” porque el Espíritu Santo vendría sobre ella (Luc. 1:35).
2. Jesús afirmó que el Espíritu del Señor estaba sobre él, ungiéndolo para
predicar (Luc. 4:18).
3. También afirmó que echaba fuera los demonios por el Espíritu de Dios
(Mat. 12:28).
4. El Espíritu, que continuaría la obra de Cristo después de su partida, es otro
Consolador de la misma clase (Juan 14:16).
5. Jesús sopló el Espíritu Santo sobre sus seguidores (Juan 20:22).
6. Los nuevos cristianos tendrían tanto la morada del Espíritu Santo en ellos
(Juan 14:17) como el Espíritu de Cristo (Gál. 2:20; Col. 1:27).
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Miércoles 4 de enero // Lección 1
EN UNIDAD E IGUALDAD
Si bien la Biblia es muy clara respecto de que Dios es uno (ejad), ella tam-
bién habla acerca de la pluralidad de Personas. Los eruditos y los estudiantes
de la Biblia, a través de los milenios, han visto, en muchos textos del Antiguo
Testamento, poderosas evidencias de la naturaleza plural de Dios. Esta verdad,
como muchas otras, se ve más plenamente revelada en el Nuevo Testamento.
Lee Isaías 6:8. ¿De qué forma ves la pluralidad del “Señor” también
aquí?
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Lección 1 // Jueves 5 de enero
LA TRINIDAD Y LA SALVACIÓN
El Evangelio de Juan se ocupa de la naturaleza de Dios y parece estar muy
consciente tanto de la unicidad de Dios como de que está constituido por tres
Personas.
Piensa: el Creador del universo murió en tu lugar para que tengas vida eterna.
¿Cómo puedes obtener esperanza y seguridad de esta verdad asombrosa? A la
luz de esto, ¿qué otra cosa realmente importa?
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Viernes 6 de enero // Lección 1
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Lección 2: Para el 14 de enero de 2012
EN EL PRINCIPIO
Sábado 7 de enero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Mateo 19:4; Job 38:4-7; Deu-
teronomio 32:10, 11; Salmo 19; Juan 1:1-13; Romanos 5:12; Isaías 66:22.
PARA MEMORIZAR:
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que
hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean princi-
pados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él” (Col. 1:16).
¿PUEDE HABER DOS IDEAS más distintas de los orígenes que el creacionismo
bíblico y el evolucionismo ateo? El primero presenta una creación planificada,
pensada, sin dejar nada al azar. En contraste, en el evolucionismo es todo azar.
Según el informe bíblico, todo fue creado con un propósito; Dios tenía una meta
final. Una premisa del evolucionismo es que no hay meta final, ninguna fuerza
dirige la vida. Las mutaciones y la selección natural (productos del azar) operan
ciegamente, conservan lo que funciona y descartan lo que no. El informe bíblico
enseña que los seres humanos fueron hechos a imagen de Dios. El evolucionismo
enseña que derivan de algún primate que precedió al homo Sapiens.
Veremos cómo la creación es la base de toda la verdad bíblica que sigue. Si
la creación no es correcta, todo lo demás estará equivocado. Por eso es tan vital
para la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
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Domingo 8 de enero // Lección 2
LA SEMANA DE LA CREACIÓN
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Gén. 1:1). ¿De qué
manera este inicio convierte la Biblia y el evolucionismo en mutuamente
excluyentes?
Éxo. 20:8-11
1 Tim. 2:13
Isa. 40:26
Toda la Biblia testifica que, cuando Dios creó el mundo, el Creador dijo y
existió, así como lo describe Génesis 1 y 2. Las Escrituras no dejan espacio para
especular en este asunto. Uno puede escoger la creación o el evolucionismo,
pero la honestidad no permite mezclar las dos ideas. Los textos mismos no nos
dejan esa opción.
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Lección 2 // Lunes 9 de enero
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Martes 10 de enero // Lección 2
El mundo creado revela el amor y el poder del Creador. Pero ha sido devas-
tado por el pecado, como vemos en los trastornos causados por la gran contro-
versia: enfermedad, muerte, desastres naturales. Nada ha escapado en la crea-
ción terrenal; incluso ningún ser humano. Y no obstante, aun en medio de esta
devastación, podemos ver el amor del Creador. La clave es concentrarnos en lo
bueno. Por ejemplo, vemos un cerezo atacado por una plaga que destruye todo
el fruto, pero ella no puede borrar el amor y la bondad revelados en el árbol
mismo, que señalan al carácter del Creador.
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Lección 2 // Miércoles 11 de enero
LA CRUZ Y LA CREACIÓN
Lee Juan 1:1 al 13. ¿Cómo vincula Juan la creación con la cruz? ¿Por
qué estas dos enseñanzas son inseparables?
Lee Romanos 5:12. ¿Cómo nos ayuda este texto a comprender cuán
vital es, para todo el plan de salvación, una lectura literal del informe de
Génesis sobre la creación?
¿Cómo explican la idea de la caída, tan claramente bíblica, los que procuran
unir el evolucionismo con la Biblia? ¿Usa Dios procesos violentos, egoístas y el
dominio de los fuertes, a fin de crear un ser moralmente sin fallas y abnegado,
que luego “cae” a un estado de violencia, egoísmo y dominio de los fuertes –una
condición de la que tiene que ser redimido– para afrontar el castigo final?
Otra vez, lo absurdo de esta posición la descarta totalmente. La única ma-
nera de que la Cruz tenga lógica, de que sea necesario un Salvador para redimir
a la raza caída, es que los seres humanos hayan “caído”, y una “caída” implica
un descenso; significa que fuimos de algo bueno a algo no tan bueno. Esto tiene
lógica si se entiende literalmente el Génesis. Con el evolucionismo, no tiene
nada de lógica. De hecho, la idea del evolucionismo transforma la caída y la
cruz en una burla.
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Jueves 12 de enero // Lección 2
LA CREACIÓN Y LA RECREACIÓN
¿Qué hermosas promesas se encuentran en los siguientes textos? Isa.
65:17; 66:22; 2 Ped. 3:13; Apoc. 21:4. Además, ¿cómo se vinculan con la
creación, revelada en los capítulos iniciales del Génesis?
Imagínate cómo habrá sido nuestro mundo en su belleza original, y cómo será
cuando sea creado de nuevo. Nuestras mentes apenas pueden comenzar a
captar cómo será aquello. ¿Qué hay en este mundo que valga más de lo que
se nos promete?
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Lección 2 // Viernes 13 de enero
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Lección 3: Para el 21 de enero de 2012
Sábado 14 de enero
PARA MEMORIZAR:
“El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabi-
duría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza” (Apoc. 5:12).
LIGADA CON DIOS como Creador, está su función como nuestro Redentor. El
pecado es hostil a lo creado, y solo el Creador podía resolver el problema. Y lo
hizo Jesucristo.
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, ha-
béis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo” (Efe. 2:13). Los pecadores
somos redimidos por el Señor no por nuestras obras, sino por su gracia mani-
festada en la cruz; Cristo cargó con la ira de Dios para que no tuviéramos que
soportarla. Eso, en esencia, es el plan de salvación.
Pablo les dice a los corintios que “la palabra de la cruz es locura a los que
se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” (1
Cor. 1:18). El escándalo de la cruz es absurdo al pensamiento humano: Dios,
el infinito, el santo Creador, se sacrifica en favor de sus enemigos declarados,
¡tomando sobre sí mismo la penalidad por sus pecados! La expiación es tan
profunda que solo podemos captar algo de ella. Más allá, el pensamiento se
detiene y solo podemos adorar.
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Lección 3 // Domingo 15 de enero
EN LA CRUZ
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pe-
cadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5:8). ¿Qué nos dice este texto?
¿Cuán seriamente tomas el pecado en tu vida? ¿Qué criterios usas para justi-
ficar tu respuesta?
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Lunes 16 de enero // Lección 3
Nota las muchas menciones del “padre y del hijo” y de cómo van juntos a la
montaña a sacrificar. El hijo lleva la leña; y el padre, los instrumentos del sacri-
ficio (fuego y cuchillo). Isaac, mucho más joven que su padre, podría haberlo
vencido en el sacrificio en la montaña. Pero vemos dos milagros: el padre que
entrega a su hijo, y el hijo que entrega su vida.
Esta es una representación de la muerte sacrificial de Cristo en nuestro
favor. La escena, aunque emocionante, fue solo un pálido anticipo del tiempo
cuando, siglos más tarde y sobre otro monte cercano, otro Padre ofrecería a su
Hijo. Pero esta vez, no habría un animal para morir en lugar del Hijo. El Hijo
mismo moriría sobre el altar. El Padre lo entregaría y el Hijo daría su vida.
Allí, en el monte Moria, el mundo recibió una poderosa imagen (pero to-
davía es solo una imagen) del plan de salvación y de lo que cuesta la redención
de la humanidad caída.
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Lección 3 // Martes 17 de enero
LA SALVACIÓN EN ISAÍAS
En el camino a Emaús, Jesús expuso a los dos discípulos la expiación,
“desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas” (Luc. 24:27). ¿Qué mate-
riales proféticos pudo haber incluido Jesús en su estudio de la expiación?
Es muy probable que, entre los profetas, Jesús se haya referido a Isaías.
Lee Isaías 53, que habla del “siervo sufriente”. Describe los detalles
incluidos allí que nos ayudan a captar mejor la expiación de Cristo.
Lee 1 Pedro 1:19, y 2:21 al 25. ¿Cómo aplica Pedro partes de Isaías 53
en su explicación de la muerte expiatoria de Cristo en nuestro favor?
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Miércoles 18 de enero // Lección 3
Lee Marcos 10:32 al 45. ¿Cómo describió Jesús su ejecución tan próxi-
ma? (vers. 33, 34). ¿Qué había de malo en el pedido de Santiago y de
Juan? (vers. 35-37). ¿Cuál fue la aguda respuesta de Jesús? (vers. 42-45).
La noche antes de morir, Jesús celebró la Pascua con sus discípulos. Luego,
los instruyó para que ese evento fuera conmemorado hasta su regreso. La or-
denanza de la Comunión, instituida por el Señor mismo –y el único acto con-
memorativo que él autorizó–, no es un recordativo de su encarnación, de sus
milagros o de su predicación; es un recordativo de su muerte. Cristo quiso ser
recordado por su muerte.
En los informes de los cuatro evangelios acerca de la vida de Jesús, los eventos
que rodearon su crucifixión reciben el mayor énfasis. El asombroso milagro de la
Encarnación y el nacimiento de Jesús son mencionados solo por Mateo y Lucas
en dos capítulos cada uno. Marcos y Juan omiten comentarios sobre el naci-
miento de Cristo, y comienzan sus evangelios con Jesús como adulto.
Los cuatro escritores de los evangelios, sin embargo, enfatizan la última
semana de la vida de Cristo y su muerte. Repasa las narraciones, y notarás que
la concentración está en la última semana de la vida de Jesús, que lo lleva a
su muerte. Esto abarca desde un tercio hasta casi la mitad de los textos en los
evangelios. Cada lector está “forzado” a prestar atención indivisa al gran acto
redentor de Dios.
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Lección 3 // Jueves 19 de enero
EL CLAMOR EN LA CRUZ
El sentimentalismo que a veces pasa por cristianismo en nuestros días (en
un intento de que el evangelio se conforme al pensamiento moderno) impide
captar la expiación de Cristo. Pero debemos reconocer que aquello que di-
gamos de Dios no puede hacer justicia a Dios, especialmente en el tema de la
expiación. Debemos evitar la tentación de reducir la muerte de Jesús a solo “un
ejemplo de amor abnegado”. Claro que lo fue pero, como pecadores, se necesi-
taba más que eso para redimirnos. Dios tenía que cargar sobre sí mismo el peso
total de su ira contra el pecado.
En la cruz, Jesús clamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desam-
parado?” (Mat. 27:46). ¿Cómo debemos entender esto? ¿Qué decía Jesús,
por qué, y cómo este grito nos ayuda a comprender lo que costó salvarnos
del pecado?
“El Señor de gloria estaba muriendo en rescate por la familia humana. [...]
Sobre Cristo, como sustituto y garante nuestro, fue puesta la iniquidad de todos
nosotros. Fue contado por transgresor, a fin de que pudiese redimirnos de la
condenación de la ley. [...] El Salvador no podía ver a través de los portales de la
tumba. [...] Temía que el pecado fuese tan ofensivo para Dios que su separación
resultase eterna. [...] El sentido del pecado, que atraía la ira del Padre sobre él
como sustituto del hombre, fue lo que hizo tan amarga la copa que bebía el Hijo
de Dios y quebró su corazón” (DTG 700, 701).
Jesús dirigió esta oración a “Dios” en lugar de al “Padre”. Los clamores de
Cristo desde la cruz no eran para hacer ver por lo que atravesaba y demostrar
que él nos amaba. Este es Dios mismo muriendo la muerte que el pecado traería
sobre nosotros de no ser así.
Tres de los evangelios registran que Jesús clamó en alta voz desde la cruz
mientras moría. Estos fuertes gritos se mencionan en Hebreos: “Y Cristo, en los
días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al
que le podía librar de la muerte” (Heb. 5:7). No hay afirmación, en todos los
evangelios, que rivalice con este grito de desamparo de Jesús en la cruz; y, en
ese clamor, obtenemos una vislumbre de lo que Dios mismo estuvo dispuesto a
pasar a fin de darnos la salvación.
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Viernes 20 de enero // Lección 3
RESUMEN: Desde las primeras páginas del Génesis, la Biblia nos señala
hacia la muerte de Cristo en la cruz, donde él moriría la muerte del pecador a
fin de redimirnos de la destrucción eterna que producirá el pecado. Aunque
la Biblia usa diferentes símbolos y metáforas para explicar la muerte de Cristo,
en el centro de todo ello está su sustitución, gráficamente expresada en Isaías
53. Para probar que las obras no pueden salvarnos, tenemos la muerte de Dios
mismo en la cruz. Después de todo, ¿qué más podríamos los seres caídos
agregar a esto?
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Lección 4: Para el 28 de enero de 2012
Sábado 21 de enero
PARA MEMORIZAR:
“Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea
buena o sea mala” (Ecl. 12:14).
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Domingo 22 de enero // Lección 4
Lee los siguientes versículos. ¿De qué tratan? ¿Quién es juzgado? ¿Qué
sucede en estos juicios? ¿Qué revelan estos textos acerca de la naturaleza
y la realidad del juicio divino?
Ecl. 12:13, 14
1 Cor. 3:13
2 Cor. 5:10
Heb. 10:30
Mat. 16:27
Apoc. 20:12
Apoc. 22:12
Mat. 12:36, 37
1 Ped. 4:17
Apoc. 14:6, 7
Esta es una pequeña muestra de textos que enseñan el juicio. Notemos que
muchos de los textos más explícitos del juicio divino aparecen en el Nuevo
Testamento. Este hecho va en contra de la idea de que el juicio es opuesto al
concepto del nuevo pacto de la gracia de Dios, que también enseña el Nuevo
Testamento. Esto debería mostrarnos que, sea como fuere que comprendamos
el juicio y entendamos la gracia, necesitamos verlos como verdades divinas que
operan juntas. Poner una en contra de la otra es entender mal el evangelio, algo
que consideramos la semana pasada.
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Lección 4 // Lunes 23 de enero
Satanás tuvo éxito en traer el pecado al mundo y, con ello, cambió todo.
Pero Dios se acercó, llamando: “¿Dónde estás tú?” Esta pregunta no debe ser
considerada condenatoria; era más una invitación a ir a él, quien los amaba. Era
un llamado a alejarse de su engañador y regresar a su Hacedor.
Nota también qué sucedió. Las primeras palabras de Dios en este mundo
caído fueron preguntas (ver Gén. 3:9, 11, 13). Luego, de las preguntas, lo primero
que Dios hizo fue declarar su juicio contra la serpiente. En el versículo 15, aun
en medio de su juicio contra la serpiente, ¿qué dijo Dios?
El versículo 15 es la primera promesa del evangelio. Tan pronto como él
declara su juicio contra la serpiente, le da a la humanidad el primer mensaje
de gracia, de salvación. Y solo después de la promesa del evangelio pronuncia
sus juicios contra la mujer y el hombre. Aunque ellos habían caído, lo primero
que Dios les dio fue la esperanza y la gracia, como un telón de fondo donde se
desenvolvería el juicio. De este modo, antes del juicio, la promesa de la gracia
se da a quienes quieran aceptarla.
Es demasiado tarde para Satanás; su destrucción está asegurada. Pero allí,
en medio del veredicto emitido sobre el hombre y la mujer, Dios da a conocer
su gracia.
Al comienzo mismo de la historia de la humanidad caída, surge una rela-
ción entre el pecado, el juicio y la gracia de Dios. Aunque Dios debe juzgar y
condenar el pecado, la promesa de gracia siempre está presente y disponible
para quienes quieran reclamarla para sí.
Menciona de qué manera podría Dios estar diciéndote: “¿Dónde estás tú?”
¿Qué estás haciendo que hace que te escondas de él? ¿Por qué el comprender
la gracia es un primer paso vital para escuchar su llamado a acercarte a él, y
alejarte del engañador?
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Martes 24 de enero // Lección 4
EL DILUVIO
Los críticos de la Biblia insisten mucho en que otras civilizaciones antiguas
tuvieron sus propias historias de un diluvio. Alegan que la historia bíblica no es
original ni verdadera, sino apenas una copia de algún mito o leyenda previos.
Pero los que creen en la Palabra de Dios ven en estas historias una confir-
mación de la realidad del Diluvio. El Diluvio ocurrió, y el Génesis da el informe
inspirado de él. Este informe contrasta con las otras versiones, una de las cuales
dice que el Diluvio vino porque los humanos hicieron demasiado ruido en sus
fiestas nocturnas y perturbaron el sueño de los dioses.
¿Qué razones da el informe bíblico del Diluvio acerca del juicio que
habría de ocurrir sobre la Tierra? Gén. 6:5.
Que los seres humanos de entonces fueran tan malos que merecían la des-
trucción no es difícil de entender hoy ya que, en el mundo, el mal se vuelve cada
día peor. El concepto cristiano de la pecaminosidad de la humanidad, aunque
a veces es ridiculizado, se verifica constantemente. El hacer buenas obras no
nos hace buenos. Algunos criminales amaron a los niños, fueron generosos con
ellos y trataron bien a sus amigos. ¿Alguien los llamaría buenos por eso?
Al construir el arca, Noé advertía al mundo acerca del juicio. Nota que hubo
un período de gracia para que el mundo se volviera de sus malos caminos y
aceptara la salvación que Dios ofrecía. Elena de White escribió que “si los an-
tediluvianos hubieran creído la advertencia y se hubiesen arrepentido de sus
obras impías, el Señor habría desistido de su ira” (PP 84, 85). La construcción
del arca ofrecía, ante la destrucción inminente, un refugio a cualquiera que
atendiera a la advertencia, porque el juicio vendría. La gracia se ofreció a todos,
hasta que fue demasiado tarde y la puerta de la misericordia se cerró.
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Lección 4 // Miércoles 25 de enero
CONDENACIÓN Y GRACIA
Casi todos estamos familiarizados con Juan 3:16. No obstante, lo que el texto
del Evangelio dice a continuación permite darle forma y explicarlo aún mejor.
Lee Juan 3:17 al 21. ¿Qué afirma acerca del juicio? ¿Acerca de la gra-
cia? ¿De qué modo nos revelan estos versículos cómo actúan juntas la
gracia y el juicio?
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Jueves 26 de enero // Lección 4
LA HORA DE SU JUICIO
“Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de
ser manifestado, ni oculto, que no haya de saberse” (Mat. 10:26).
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Lección 4 // Viernes 27 de enero
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Lección 5: Para el 4 de febrero de 2012
LA SANTIDAD DE DIOS
Sábado 28 de enero
PARA MEMORIZAR:
“Exaltad a Jehová nuestro Dios, y postraos ante su santo monte, porque Jehová
nuestro Dios es santo” (Sal. 99:9).
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Lección 5 // Domingo 29 de enero
“ESCRITO ESTÁ”
Un estudio superficial de la historia de la iglesia basta para ver que es fácil
desarrollar ideas acerca de Dios y luego adorar esas ideas en lugar de adorar
a Dios. Como dijo el escéptico Voltaire: “Dios hizo al hombre a su imagen, y el
hombre ha devuelto el cumplido”. Podemos no percibir que comprendemos a
Dios en forma incompleta o incluso falsa.
Debemos volver a las Escrituras y comparar nuestro pensamiento acerca de
Dios con lo que se enseña en ambos Testamentos, pues Dios nos habla en ellos.
Algunos alegan que el Dios revelado en el Nuevo Testamento es diferente de el
del Antiguo Testamento. Como adventistas del séptimo día, no aceptamos esa
posición, ni es el concepto bíblico.
¿Qué frases repiten los profetas del Antiguo Testamento, una y otra
vez? Jer. 7:1-3.
¿Cómo nos ayudan los siguientes textos a ver el lazo que une el Nuevo
Testamento con el Antiguo? ¿Qué nos dicen acerca de cómo Jesús, y los
autores del Nuevo Testamento, consideraban el Antiguo Testamento? Mat.
4:4; 11:10; Mar. 1:2; 7:6; Juan 12:14, 15; Hech. 13:33; Rom. 3:10; Gál. 3:13;
1 Ped. 1:16; 1 Cor. 5:7.
Mark Twain una vez dijo que no eran las partes de la Biblia que él no compren-
día las que lo molestaban; eran las partes que sí entendía. ¿Quién no encontró,
algunas veces, secciones de la Biblia que lo molestaron? Dado lo que la Biblia
dice de sí misma (2 Tim. 3:16), ¿cuál debe ser nuestra respuesta frente a lo
que no comprendemos o que tal vez no nos guste? (Ver también 1 Cor. 13:12.)
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Lunes 30 de enero // Lección 5
Este texto nos da nuestra primera idea sobre la santidad. Muestra que algo,
en este caso el tiempo, es “puesto aparte” de lo que lo rodea. El séptimo día en
sí mismo no es diferente de cualquier otro período de 24 horas, de puesta de sol
a puesta de sol. Lo que lo hace diferente, “santo”, es que Dios lo declaró así. Él
lo apartó del resto de la semana.
La palabra hebrea para “santificó” significa “hacer santo” o “declarar santo”.
La santidad implica que algo es especial, “santo”, y esto lo sitúa aparte de lo que
no es santo.
Hasta cierto punto, entonces, esta idea debería ayudarnos a comprender la
santidad de Dios. Dios es puesto aparte de cualquier otra cosa en la creación. Es
trascendentemente separado, tan por encima y más allá de cualquier cosa que
podamos realmente captar. Ser santo es ser “otro”, ser diferente en una forma
especial, como el sábado.
Si bien fuimos hechos a imagen de Dios, ¿de qué forma nos diferenciamos
radicalmente de él? ¿Cómo esas disparidades nos ayudan a entender nuestra
necesidad de un Salvador? Haz una lista de esas diferencias y llévalas a la
clase el sábado.
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Lección 5 // Martes 31 de enero
El profeta Ezequiel, a quien Dios envía a Israel (aun cuando estaban cau-
tivos en Babilonia como resultado de su infidelidad), también experimentó la
augusta presencia de Dios. ¿Qué sucedió? (Eze. 1:28).
Jacob tuvo que huir de su casa después de engañar a su padre, Isaac, y a
su hermano gemelo, Esaú. ¿Cuál fue la reacción de Jacob después de su visión
nocturna: de la escalera hacia el cielo y Dios hablándole? (Gén. 28:16, 17).
Mientras Israel permanecía acampado en Sinaí, Dios otra vez descendió
en la nube sobre el monte y se reveló a sí mismo a Moisés. ¿Cómo reaccionó
Moisés? (Éxo. 34:8).
Daniel, otro profeta durante la misma cautividad babilónica de Israel, también
recibió grandes visiones de Dios mientras servía como alto oficial del Gobierno.
Aun cuando estos hombres eran fieles, piadosos y justos –eran profetas–, su
reacción a la presencia de Dios fue de temor y adoración. No hay dudas de que
eso se debió, entre otras cosas, a que sintieron su propia indignidad y pecami-
nosidad en contraste con la santidad de Dios. En su propio modo, estos pasajes
sugieren la necesidad de un Salvador, un Sustituto, Alguien que cruce el abismo
entre un Dios santo y criaturas caídas y pecaminosas como nosotros. Gracias a
Dios, tenemos ese puente en Jesús.
Imagínate que tuvieras una experiencia similar a la de uno de los hombres men-
cionados arriba. ¿Cómo te parece que reaccionarías, y por qué?
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Miércoles 1º de febrero // Lección 5
¡APÁRTATE DE MÍ!
El Antiguo Testamento es un registro de respuestas humanas a un Dios
santo. ¿Qué hay en el Nuevo Testamento? Algunos cristianos modernos alegan
que el Antiguo Testamento presenta un cuadro anticuado de Dios, porque es
severo y dispuesto a la ira, y que Jesús es el Dios de la gracia y el amor. Esta es
una visión distorsionada de la Biblia y del carácter de un Dios que no cambia.
Después de que estos pescadores trabajaron toda la noche sin éxito, Jesús les
proveyó una pesca milagrosa. La respuesta humana normal hubiera sido agra-
decer a Jesús por tan gran ayuda financiera. La respuesta de Pedro, en cambio,
fue diferente: muy parecida a la de los personajes del Antiguo Testamento.
“Pero Pedro ya no pensaba en los barcos ni en su carga. Este milagro, más
que cualquier otro que hubiese presenciado, era para él una manifestación del
poder divino. En Jesús vio a Aquel que tenía sujeta toda la naturaleza bajo su
dominio. La presencia de la divinidad revelaba su propia falta de santidad. Le
vencieron el amor a su Maestro, la vergüenza por su propia incredulidad, la gra-
titud por la condescendencia de Cristo, y sobre todo el sentimiento de su impu-
reza frente a la pureza infinita. Mientras sus compañeros estaban guardando el
contenido de la red, Pedro cayó a los pies del Salvador, exclamando: ‘Apártate
de mí, Señor, porque soy hombre pecador’” (DTG 212, 213).
¿Por qué esta reacción? Porque ya no estamos en el Jardín del Edén, donde
Adán y Eva daban la bienvenida a Dios en las tardes. Esta comunión cambió
después de la Caída, cuando la pareja huyó y se escondió. Desde entonces, no
ha cambiado mucho, y esta reacción está en todas las Escrituras. Siempre que
un ser humano se encuentra con el Dios vivo, hay temor al descubrir la inmen-
sidad de su pecaminosidad.
¿Cuándo fue la última vez que miraste bien tu propia naturaleza pecaminosa? Fue
un cuadro bastante horrible, ¿verdad? ¿Cuál es tu única esperanza, y por qué?
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Lección 5 // Jueves 2 de febrero
Los demonios, que son ángeles caídos, saben quién es Jesús, y aun ellos –en
su odio, rebelión y malicia– se ven obligados a reconocer que él es santo. Nota
que temían que Cristo los destruyera. ¿Por qué ese temor? Debe ser porque,
llenos de pecado, aun los demonios temen la santidad de Dios, así como los
seres humanos.
En el Apocalipsis, Juan describe una visión de Dios. Lee Apocalipsis 1:12 al
17. Juan, el apóstol que más sintió el amor de Dios, al encontrarse con el Dios
santo, respondió como los del Antiguo Testamento.
Además, los seres celestiales adoran a Dios en el Santuario celestial en forma
similar al cuadro descrito por Isaías siglos antes, en una visión (ver Isa. 6:1-3).
¿Qué oyó Juan que decían los seres celestiales alrededor del Trono?
Apoc. 4:8, 9.
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Viernes 3 de febrero // Lección 5
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Lección 6: Para el 11 de febrero de 2012
DIOS EL LEGISLADOR
Sábado 4 de febrero
PARA MEMORIZAR:
“Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro
Rey; él mismo nos salvará” (Isa. 33:22).
COMO ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA, a menudo oímos decir que la Ley es una
transcripción del carácter de Dios. (Entonces, como Dios no cambia, la Ley
–que revela su carácter– tampoco cambia.) Pero ¿qué significa que la Ley sea
una expresión del carácter de Dios?
Supongamos que vives en un país donde la palabra del rey es la ley. (“El
Estado soy yo”, dijo un rey de Francia.) El rey emite leyes que son represivas,
llenas de odio, injustas, discriminatorias, etc. Esas leyes ¿no representarían la
clase de persona que es el rey? ¿No revelarían su carácter?
Piensa en algunos de los déspotas del mundo. ¿Cómo revelan sus leyes la
clase de personas que fueron?
Si la Ley revela el carácter del Legislador, ¿qué revela la Ley de Dios acerca
de él? Cuando entendamos que la Ley de Dios es un cerco, una protección para
nuestro bien, comprenderemos mejor cómo es Dios.
Esta semana consideraremos la Ley y al Legislador.
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Domingo 5 de febrero // Lección 6
LA LEY EN EL SINAÍ
Lee Éxodo 19:18 y 19; 20:18; Deuteronomio 5:22; y Hebreos 12:21. En
estos textos se describe la ocasión en que se dio la Ley en el monte Sinaí.
¿Por qué fue algo tan atemorizante?
Lee Romanos 7:8 al 13. ¿Cómo revelan estos versículos esta verdad
vital? ¿Qué está diciendo Pablo que hace la Ley? Ver también Sal. 119:6.
Lee Éxodo 20:1 al 17. ¿Tiemblas ante la Ley? La Ley ¿te produce convicción?
¿Cuáles son tus emociones al leer la Ley y compararte con ella?
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Lección 6 // Lunes 6 de febrero
Lee Job 24:14 y 15. ¿Cómo nos ayudan estos versículos a comprender
qué incluía la norma del bien y del mal?
Lee Génesis 2:1 al 3. ¿Qué nos enseña este pasaje acerca del sábado
antes del Sinaí?
Lee Éxodo 5:5. ¿Qué indicación hay allí acerca del sábado?
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Lección 6 // Miércoles 8 de febrero
Sal. 119:69-72
Sal. 119:97-103
Jer. 31:33
Piensa en todo lo que Dios nos ha dado como pueblo. ¿Qué podríamos hacer
para vivir en la maravillosa luz con que hemos sido bendecidos?
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Jueves 9 de febrero // Lección 6
Lee Hebreos 8:10 y 10:16 en sus contextos. ¿De qué modo se presenta la
Ley en estos textos? ¿Como algo relevante o como algo negado por la gracia?
Hay personas que procuran oponer la Ley al amor de Dios o a su gracia, con
la idea de que si, realmente amas, entonces niegas la Ley de Dios. En un sen-
tido, se podría alegar que el amor trasciende la Ley, que alguien que realmente
ama a Dios y a los otros revela los principios últimos de la Ley. Pero esto no es
una excusa para negar la Ley. Por el contrario, el amor cumple la Ley; es la Ley
expresada en su forma más pura.
Vendría a ser como las partes de un automóvil. Las partes no existen como
un fin en sí mismas; están allí para que el vehículo vaya de un lugar a otro. Ese
es su propósito, de modo que el automóvil pueda moverse. No obstante, si falta
alguna parte, el auto no puede funcionar. La Ley es como eso: no es un fin en
sí misma, pero es el medio para un fin, y ese fin es una profunda expresión de
amor a Dios y a los otros.
Medita en los vínculos entre la Ley de Dios y el amor. Guardar la Ley sin amor
¿a qué conduce? Amar sin guardar la Ley, ¿a qué conduce? Escribe tus pensa-
mientos y llévalos a la clase el sábado.
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Lección 6 // Viernes 10 de febrero
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Lección 7: Para el 18 de febrero de 2012
Sábado 11 de febrero
PARA MEMORIZAR:
“El sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado.
Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado” (Mar. 2:27, 28).
“EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él,
nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz
de los hombres... Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a
este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo
no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron. Mas a todos los que
le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos
de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni
de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:1-13).
Estos versículos están señalando a Jesús como Aquel que hizo “todas las
cosas” y como Aquel que da salvación a los que “creen en su nombre”. Esto
es, Jesús como Creador y Jesús como Redentor. Y ambos aspectos vitales se
encuentran en el mandamiento del sábado.
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Lección 7 // Domingo 12 de febrero
EL SÁBADO EN EL GÉNESIS
Una de las grandes verdades de la Biblia es que en el Edén, un lugar perfecto
creado por un Dios perfecto, el séptimo día fue puesto aparte y hecho santo. El
sábado nos viene desde entonces. El sábado es una de las verdades bíblicas
fundamentales y fundacionales.
Nota cuántas veces se repite la frase “el séptimo día” en Génesis 2:1 al 3.
¿Qué importancia tiene esta repetición?
Tres veces se menciona ese día específico. Con eso se acentúa la natura-
leza extraordinaria del sábado, y lo separa del resto de la semana. Debemos
recordar que Dios no hizo especial ningún otro día. La bendición destacada es
para el séptimo día.
Con la creación del sábado en el séptimo día, Dios terminó su obra creativa.
Tomó siete días y los organizó en una semana. Este ciclo semanal se observó
en todas las Escrituras y la historia. Dios demuestra así su poder, no solo sobre
el espacio y las cosas del espacio, sino también sobre el tiempo. No podemos
controlar una hora, o siquiera un minuto. El tiempo invariablemente avanza,
más allá de nuestras maquinaciones. Cuán importante es que aprendamos a
confiar en Dios en la pequeña cantidad de tiempo que tenemos sobre la Tierra.
Piensa en la marcha del tiempo, cómo nos lleva adelante, momento tras mo-
mento, día tras día y año tras año. Aunque no tenemos control sobre el tiempo
mismo, lo que podemos controlar es lo que hacemos con él. ¿Cuán bien usas
tu tiempo? ¿Qué cosas ocupan tu tiempo? ¿Cómo podrías usar mejor el poco
tiempo que tienes aquí?
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Lunes 13 de febrero // Lección 7
EL SÁBADO EN EL ÉXODO
Lee Éxodo 20:8 al 11. ¿Qué dice Dios que hagamos, y qué razón nos
da para ello?
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Lección 7 // Martes 14 de febrero
EL SÁBADO EN DEUTERONOMIO
Los adventistas del séptimo día estamos bien familiarizados con el man-
damiento del sábado que aparece en Éxodo; Dios lo dio de nuevo en Deutero-
nomio. Es fascinante que los mandatos aparezcan con un lenguaje muy similar,
pero no idéntico. Además, en Deuteronomio se da otra motivación, que no apa-
rece en Éxodo.
Lee Deuteronomio 5:12 al 15. Compáralo con Éxodo 20:8 al 11. ¿Qué
semejanzas y diferencias existen entre ambos? ¿Por qué estas diferencias
son importantes?
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Miércoles 15 de febrero // Lección 7
Tal vez el versículo que explica todo sea el 7. Todo el problema se centraba
en las personas, la misericordia, la bondad y el amor a otros. Guardado adecua-
damente, el sábado nos ofrece la oportunidad de mostrar misericordia a los que
tienen necesidades, más que las que tenemos en otros días cuando debemos
trabajar. El problema era que el sábado estaba cargado con una cantidad de
reglas hechas por los hombres, que llegaron a ser fines en sí mismas en vez de
ser medios para un fin: amar a Dios y a los demás. El amor, dice la Biblia, es el
cumplimiento de la Ley, y cualquier cosa que cambie la Ley para negar el amor
es algo que debe descartarse. El sábado había llegado a ser una ley sin amor,
es decir, crudo legalismo. Con las curaciones en sábado, Jesús estaba luchando
contra eso.
En la curación del ciego de nacimiento (Juan 9), vemos aplicada la Ley sin amor.
Si Jesús hubiera usado sus curaciones en sábado para indicar a la gente
que se apartara del sábado literal, ¿no sería una forma muy extraña de hacerlo?
Pregúntate: ¿En qué formas podemos manifestar la Ley sin amor? ¿Es posible
que seas culpable de hacer lo mismo?
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Lección 7 // Jueves 16 de febrero
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Viernes 17 de febrero // Lección 7
RESUMEN: La Biblia revela a Dios como el Dios del sábado del séptimo
día, la señal más básica de él como Creador y Redentor.
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Lección 8: Para el 25 de febrero de 2012
EL CUIDADO DE LA CREACIÓN
Sábado 18 de febrero
PARA MEMORIZAR:
“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo
labrara y lo guardase” (Gén. 2:15).
¿QUÉ DEBERÍAMOS PENSAR, como adventistas del séptimo día, acerca del
medioambiente, ya que sabemos que esta Tierra está corrompida, seguirá co-
rrompiéndose, y un día será destruida en un gran lago de fuego? (“Y los ele-
mentos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas” [2 Ped. 3:10].). Añadamos a esto el mandato bíblico de que el ser
humano “señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias,
en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Gén 1:26).
Tampoco es de extrañar que, muchas veces, nos hayamos preguntado cómo
relacionarnos con los problemas medioambientales.
Además, como mayordomos de los dones de Dios, ¿no tenemos la obliga-
ción de cuidar de la Tierra? ¿Acaso Dios no la creó y la encontró “buena en gran
manera”? Como pueblo, con un mensaje de Dios como Creador (Apoc. 14:6, 7),
¿no deberíamos decir algo acerca de cómo tratamos la creación de Dios?
Esta semana exploraremos lo que la Biblia dice acerca de algunas de estas
preocupaciones.
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Domingo 19 de febrero // Lección 8
Lee 2 Pedro 3:10 al 14; Isaías 51:6 y 65:1; y Apocalipsis 21:1. ¿Qué
enseña la Biblia acerca de la suerte última de la Tierra? ¿Cómo debería
impactar esta enseñanza el modo en que miramos el medioambiente? ¿O
deberíamos considerarlo?
La Biblia es clara: esta Tierra no durará. Está destinada a ser destruida por
Dios, quien promete hacerla de nuevo, re-crearla, hacer “un cielo nuevo y una
tierra nueva”. Aunque eso no debiera ser una excusa para abusar del medioam-
biente, debería, al mismo tiempo, ayudarnos a protegernos de no hacer de la
Tierra y el ambiente un dios, como muchos lo han hecho. Hay extremistas, pero
necesitamos ser cuidadosos de no caer nosotros mismos en esos extremos.
Lee Romanos 1:25. ¿Qué mensaje deberíamos aceptar acerca de cómo mostrar
nuestra preocupación y cuidado por la creación?
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Lección 8 // Lunes 20 de febrero
¿De qué modo estos textos nos ayudan a comprender esta declaración
de la iglesia? Gén. 1:1, 26; 9:7; Sal. 24:1; Sal. 100; Sant. 5:1, 2, 4, 5; Heb. 1:3
Quienes creemos que este mundo, la vida y los recursos son dones de Dios,
debemos procurar cuidarlo. Si la Tierra es un resultado del azar, podríamos ex-
plotar todo para nuestros propios fines. Pero, al comprender que Dios creó este
mundo y lo sostiene, debemos ser mayordomos responsables de ella.
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Martes 21 de febrero // Lección 8
EL CUIDADO DE LA CREACIÓN
El tema del ambiente, y de cuidarlo, no está indicado específicamente en la
Biblia. Hay muchos problemas específicos que la Biblia no atiende. Lo que hace
la Biblia es dar los principios que deberían aplicarse en todas las áreas de la
vida, y eso incluye el tema del medioambiente.
Piensa en Mateo 22:37 al 40. ¿Cómo podrían los principios que allí se
enseñan impactar en nuestra actitud hacia las preocupaciones ambienta-
les, especialmente cuando el mal uso del ambiente puede tener efectos
muy perjudiciales sobre otros?
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Lección 8 // Miércoles 22 de febrero
EL SÁBADO Y EL AMBIENTE
“El Seol y el Abadón [El sepulcro y la muerte, NVI] nunca se sacian; así
los ojos del hombre nunca están satisfechos” (Prov. 27:20). ¿De qué forma
la verdad de este texto impacta directamente en todo el tema del cuidado
de la creación y del peligro que la explotación plantea al medioambiente?
El problema con nuestro ambiente hoy tiene que ver con el “egoísmo hu-
mano y la búsqueda egoísta de más, y más, mediante la producción creciente,
el consumo ilimitado y el agotamiento de los recursos no renovables”. Es decir,
las personas hoy quieren más y más, y el único lugar de donde pueden conse-
guirlo es de la Tierra. Y el problema no son los recursos naturales; el problema
es que, no importa cuánto una persona obtenga, nunca es suficiente. ¿Cuándo
fue la última vez que escuchaste que alguien diga que tiene suficiente dinero?
En medio de todo esto, Dios ha dado a la humanidad el don del sábado.
Busca los siguientes textos acerca del sábado. Trata de pensar en ellos
en el contexto de la observancia del sábado –descansar de nuestro traba-
jo, de buscar ganar dinero y de hacer negocios–, que podría impactar en
el ambiente de una manera muy real para bien.
Éxo. 20:8-11
Neh. 13:16-19
Por cierto, el sábado trata acerca de recordar que Dios creó el mundo (y
pensar en cómo lo tratamos) pero, también, acerca del descanso de la bús-
queda de ganar dinero. Cuando observamos el sábado –al apartar de nuestras
vidas, intencionalmente, una séptima parte de cada semana y no perseguir el
dinero o los bienes–, no solo tenemos un recordativo semanal poderoso de que
la vida no está enfocada en juntar dinero, sino también nos abstenemos de acti-
vidades que, cuando se hacen en exceso, dañan nuestra Tierra.
¿De qué forma la observancia del sábado ha sido una manera de limitar tu
avaricia y tu deseo de poseer más? ¿Cuán a menudo la atracción del dinero te
tentó a violar el sábado?
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Jueves 23 de febrero // Lección 8
EL DOMINIO DE LA HUMANIDAD
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos,
en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra [...]. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad
la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los
cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Gén. 1:26-28).
RESUMEN: Sin duda este mundo está llegando a su fin; no durará para
siempre. Y es cierto que Jesús viene pronto. Pero nada en esas verdades nos da
el derecho, o el mandato, de contaminar la Tierra. Como cristianos, deberíamos
procurar cuidar el mundo que nuestro Dios creó para nosotros.
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Lección 9: Para el 3 marzo de 2012
LA BIBLIA Y LA HISTORIA
Sábado 25 de febrero
PARA MEMORIZAR:
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que
ha de venir, el Todopoderoso” (Apoc. 1:8).
¿ES LA HISTORIA HUMANA una serie de eventos sin significado o hay una meta
específica de acuerdo con un plan? La Biblia indica que esto último es lo cierto.
Los escritores bíblicos insisten en que Dios dirige la historia y se revela en ella.
Pero, no toda historia revela la voluntad de Dios: los humanos están libres
para hacer elecciones que influyen sobre ella. El punto es que, aunque Dios
obra por medio de la historia, él no es la causa de todo lo que sucede. Entonces,
a pesar de las maquinaciones de los seres humanos, Dios está allí, actuando, y
llevará la historia humana a un final grandioso y glorioso.
Los cristianos creen que los escritores bíblicos actuaron dentro del marco
que Dios les reveló, y que él los inspiró para registrar los eventos más signifi-
cativos en la historia humana. Dios ha provisto las interpretaciones de estos
eventos para que comprendamos lo que significan.
Esta semana, exploraremos cómo Dios ha actuado en la historia y por
medio de ella.
61
Lección 9 // Domingo 26 de febrero
EL PASADO Y EL FUTURO
La historia humana se enseña, en general, como la historia de las civiliza-
ciones. Los hechos importantes suelen ser los que afectaron el desarrollo de
esas civilizaciones. Algunos alegan que los asuntos humanos son, como el resto
de la naturaleza, esencialmente cíclicos, repitiendo sin fin el nacimiento, el cre-
cimiento, la madurez, la decadencia y la muerte, sin un comienzo o un final
importantes.
La esfera del reloj puede ser engañosa; mientras las manecillas giran y giran,
pueden dar la ilusión de que el tiempo avanza en ciclos. Pero esta no es la rea-
lidad. La vida humana corre sobre una línea, no por un círculo renovable. El
tiempo, de acuerdo con la Biblia, es una calle de una sola mano.
Muchos científicos declaran que el mundo comenzó por accidente y que termi-
nará de esa manera. Por ello, no tiene mucho significado todo lo que transcurre
entre esos extremos (¿cómo podría haberlo?). ¿Por qué, en tu interior, sabes
que este concepto no puede ser correcto?
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Lección 9 // Martes 28 de febrero
Este capítulo fue escrito más de 2.500 años atrás. La historia se ha desa-
rrollado exactamente como Dios predijo. En un sentido, esta profecía es más
importante para nosotros hoy que para quienes vivieron hace miles de años,
porque hoy, mirando hacia atrás, podemos ver que esos imperios llegaron y
pasaron, como se había predicho. Si hubieras leído esta profecía en el tiempo
de Medo-Persia, no habrías visto el surgimiento y la caída de los imperios que
lo siguieron. De este modo, la profecía tiene para nosotros un mayor significado
que los antiguos no podían apreciar.
Y lo sorprendente es que, a pesar de los millones de personas con libre
albedrío que vivieron durante las épocas descritas en Daniel 2, Dios sabía
exactamente, y con mucha anticipación, qué sucedería, qué reinos surgirían
y cuáles caerían.
¿Cómo nos ayudan los siguientes textos a comprender la historia del mun-
do? Apoc. 12:7-17; Job 2:1, 2; Isa. 14:12-14; Gén. 3:15; Efe. 6:12; Rom. 16:20.
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Lección 9 // Jueves 1º de marzo
LA CRUZ EN LA HISTORIA
¿Has notado que la historia del mundo se divide con un evento? Ese evento
no fue el surgimiento o la caída de algún gran imperio, ni el descubrimiento
de un nuevo continente. En cambio, la historia del mundo se dividió por el
nacimiento de un solo rabí que vivió en una parte oscura del Imperio Romano.
Muchos judíos nacieron para ese entonces, pero este único nacimiento fue la
señal que dividió la historia del mundo en sus dos mayores épocas.
Por supuesto, ese nacimiento fue el de Jesús en Belén.
En el contexto de Dios y la historia, podemos apreciar mejor la importancia
de la salvación. En la cruz –con el obvio fracaso de los seres humanos y de
la historia humana–, es donde se desenvuelve la historia del mundo. La Cruz
nos dice que, al perdonarnos y hacernos sus hijos, Dios ha abierto un futuro
nuevo para nosotros, en el que ya no necesitaremos arrastrar la enorme culpa
de nuestro pasado y presente. Esta culpa ha sido quitada por aquel que “llevó
nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores” (Isa. 53:4).
La doctrina de la salvación puede expresarse en esta sola oración: Dios
cancela nuestra historia sin esperanza y, en su lugar, nos da su historia. Por
medio de él, la historia de la esclavitud al pecado se termina, y las manchas del
pasado no nos acusarán ni se burlarán de nosotros. Nuestra historia personal
condenatoria es reemplazada por la historia perfecta de Jesús. Así, él nos libera
de nuestro pasado y nos da la promesa de un futuro maravilloso. En la Cruz,
Dios garantiza que, sea cual fuere nuestra historia o lo que suceda en la historia
del mundo, tendremos un futuro nuevo y glorioso.
Lee 2 Corintios 5:17 al 19. ¿Qué hizo Jesús por toda la humanidad? ¿De
qué manera este evento cambió la historia humana?
Nuestros pecados fueron puestos sobre los hombros de un Dios que, vo-
luntariamente, murió cargando la culpabilidad humana y, en su lugar, nos dio
la salvación. Y, como clímax, nos dará una historia eterna con el Autor de la
historia. El destino de cada persona está involucrado aquí. La segunda venida
de Cristo será decisiva. Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento
prometen un “cielo nuevo y una tierra nueva”.
66
Viernes 2 de marzo // Lección 9
RESUMEN: Por caótica que pueda parecer la historia del mundo, Dios
está obrando en ella para cumplir sus propósitos. La historia humana terminará
con la gloriosa segunda venida de Jesús.
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Lección 10: Para el 10 de marzo de 2012
LA PROMESA DE LA ORACIÓN
Sábado 3 de marzo
PARA MEMORIZAR:
“Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz” (Sal. 55:17).
ELENA DE WHITE nos dice lo siguiente sobre la oración: “Nuestro Padre celestial
está esperando para derramar sobre nosotros la plenitud de sus bendiciones.
Es nuestro privilegio beber abundantemente en la Fuente de amor infinito. ¡Qué
extraño que oremos tan poco! Dios está pronto y dispuesto a oír la oración
sincera del más humilde de sus hijos [...]. ¿Qué pueden pensar los ángeles del
cielo de los pobres y desvalidos seres humanos, que están sujetos a la tentación,
cuando el gran Dios lleno de infinito amor se compadece de ellos y está presto
para darles más de lo que pueden pedir o pensar y que, sin embargo, oran tan
poco y tienen tan poca fe? Los ángeles se deleitan en postrarse delante de Dios,
se deleitan en estar cerca de él. Es su mayor delicia estar en comunión con
Dios; y con todo, los hijos de los hombres, que tanto necesitan la ayuda que
solamente Dios puede dar, parecen satisfechos andando sin la luz del Espíritu
ni la compañía de su presencia” (CC 93, 94).
Esto resume todo, ¿verdad?
68
Domingo 4 de marzo // Lección 10
EL PODER DE LA ORACIÓN
Un día, un joven recibió una carta de un ex compañero de trabajo, que se
había jubilado varios años antes. Los dos operarios no se habían relacionado
bien: el mayor había tratado mal al otro. De todos modos, el que todavía traba-
jaba abrió la carta y comenzó a leerla. En ella decía: “Tú sabes, yo no entiendo
cómo opera la oración. Sin embargo, yo sé que debemos orar, y durante las
últimas semanas, al orar, llegué a convencerme de cuán mal te traté todo ese
tiempo. Estuve equivocado, en nada fui semejante a Cristo, y fui un muy mal tes-
timonio de mi fe. Yo sé que debería haber hecho esto hace mucho tiempo pero,
sinceramente, te pido disculpas. Tengo que reclamar el perdón de Cristo por lo
que hice, aunque no soy digno, y por eso te pido también tu perdón”.
De muchas, esta historia ejemplifica el poder de la oración. No es tanto con-
seguir que Dios mueva montañas, aunque eso puede ocurrir. Se trata de que él
puede hacer algo aun más milagroso: cambiar el corazón humano.
Como esa persona escribió, la oración no siempre es fácil de entender. ¿Por
qué pedirle a Dios algo, si él ya sabe todo? Dios ¿dejará de hacer algo a menos que
se lo pidamos primero? ¿Pueden nuestras oraciones cambiar lo que Dios hará?
Aunque no entendamos cómo opera la oración, una cosa es segura: sin ella,
nuestro caminar con Dios está destinado al fracaso.
Lee los siguientes textos. ¿Cuál es el punto que todos tienen en común?
Mat. 26:41; Luc. 18:1; 1 Tim. 2:8; 1 Tes. 5:17; 1 Ped. 4:7; Col. 4:2; Rom. 12:12.
Como cristianos, se nos dice que debemos orar y orar a menudo. Que no
podamos comprender cómo actúa la oración es otra cosa. La mayoría de no-
sotros no entendemos cómo actúan las cosas, sean sagradas o seculares. Si
esperáramos hasta que pudiéramos comprender plenamente todas las cosas
con respecto a nuestra fe, entonces no sería realmente fe. La misma palabra
fe implica que hay elementos que están más allá de nuestra comprensión. No
obstante, una cosa de la que cualquiera que ora consistente y fervientemente –y
de acuerdo con la voluntad de Dios– puede testificar es que la oración puede
cambiar nuestras vidas, y lo hace.
69
Lección 10 // Lunes 5 de marzo
Luc. 9:28, 29
Luc. 6:12, 13
Heb. 5:7
Mat. 14:23
Luc. 22:31, 32
Mat. 26:34-44
Jesús, el Hijo de Dios, el que no cometió pecado, no tuvo faltas; el que vivió en
perfecta armonía con la voluntad del Padre, tenía una poderosa vida de oración.
(Los versículos recién citados no incluyen la oración de Jesús en Juan 17.) Si Jesús
necesitaba orar a fin de tratar con las situaciones que afrontaba, ¿cuánto más lo
necesitamos nosotros? El ejemplo de oración de Cristo nos dice cuán central es
la oración en nuestra jornada con Dios. Es difícil imaginar que alguien tenga una
relación con Dios sin que esa persona ore. Si la comunicación es vital para man-
tener una relación con otras personas, ¿cuánto más si esa relación es con Dios?
Jesús nos da un ejemplo. A nosotros corresponde elegir seguirlo.
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Martes 6 de marzo // Lección 10
LA ORACIÓN DE FE
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el
que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le
buscan” (Heb. 11:6). ¿Qué principios importantes nos enseña este texto con
respecto a lo que se requiere para orar, y qué significa eso para nosotros?
En gran medida, cada oración es un acto de fe. ¿Quién puede ver sus ora-
ciones extendiéndose al cielo? ¿Quién puede ver que Dios las recibe? A me-
nudo oramos sin ver resultados inmediatos; no obstante, continuamos teniendo
fe en que Dios nos oye y responderá de la mejor manera posible. La oración es
un acto de fe en el que vamos más allá de lo que vemos, sentimos o siquiera
entendemos plenamente.
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Lección 10 // Miércoles 7 de marzo
PORQUE NO PEDÍS
Una de las preguntas que a menudo hacen los que oran es: “¿Pueden mis
oraciones realmente mover a Dios para hacer algo que, de otro modo, él no
haría?” Es una pregunta lógica. Para responderla, todo lo que podemos hacer
es ir a la Palabra de Dios y ver qué dice.
Lee Santiago 4:2; Lucas 11:9 y 10; y Santiago 5:16 al 18. ¿Qué dicen
estos textos acerca de nuestras oraciones y las acciones de Dios?
Por mucho que nos cambie la oración, e impacte nuestra relación con Dios
y con los demás, la Biblia es muy clara al decir que nuestras oraciones están re-
lacionadas con lo que Dios hace. Pedimos y él responde, de una manera u otra.
Lee Génesis 18:22 al 33. ¿Cómo vemos que este principio actúa aquí?
Otra vez, cualesquiera que sean las dificultades filosóficas asociadas con
nuestra comprensión de esta verdad, Dios responde a las oraciones humanas.
Él dijo que lo hace, y tenemos que aceptar su palabra.
Sin embargo, nota que Dios no sanará su tierra solamente porque ellos lo
pidan. Están llamados a orar, pero orar es solo un aspecto de un reavivamiento
general de su parte.
Tal vez, el ejemplo más importante de este principio es el siguiente: “Si con-
fesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). Aquí vemos un vínculo sólido entre
la oración (en este caso, confesión) y la acción de Dios en nuestra vida. Confe-
samos nuestros pecados, y él los perdona: un proceso que también resulta en
la limpieza que hace de nuestra maldad. La idea clara que está implícita aquí es
que, si no oramos y no confesamos, no seremos perdonados. Sin duda, en estos
casos, Dios actúa en respuesta a nuestras oraciones.
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Jueves 8 de marzo // Lección 10
Tal vez, una condición necesaria para una vida efectiva de oración es
nuestro propio sentido de necesidad; de impotencia; de que somos pecadores
que necesitamos gracia, y que nuestra única esperanza está en el Señor. Ser
arrogantes, y estar seguros y llenos de nosotros mismos, es una receta para un
desastre espiritual.
¿Por qué cosas estás orando fervientemente? Mientras oras, pregúntate: ¿Qué
podría hacer en forma diferente, que me brindara la respuesta que quiero con
tanta desesperación?
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Lección 10 // Viernes 9 de marzo
RESUMEN: Sin duda, hay muchas cosas acerca de la oración que no cap-
tamos. Pero, los que oran saben de seguro esto: la oración cambiará su vida
hacia lo mejor.
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Lección 11: Para el 17 de marzo de 2012
Sábado 10 de marzo
PARA MEMORIZAR:
“Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; que esté yo en la casa de
Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová”
(Sal. 27:4).
75
Lección 11 // Domingo 11 de marzo
La Escritura comienza con Dios creando a los primeros seres humanos del
“polvo de la tierra”. En realidad, la palabra hebrea para “hombre”, adam, está
muy ligada a la palabra hebrea para “suelo”, o “tierra”, que es adamáh, un vín-
culo lingüístico que refuerza la habilidad de Dios como “alfarero”, ya que nos
formó de la arcilla del suelo. Es difícil de imaginar cómo un ser humano, con su
sangre, huesos, piel, nervios y todas las maravillosas partes de nuestro cuerpo,
puede haber sido formado del suelo. Nuestra existencia es un milagro que está
mucho más allá de nuestra comprensión.
En un sentido, la imagen de Dios como “alfarero”, al usar el barro para for-
marnos, difícilmente hace justicia a su creatividad y arte. Después de todo, ¿qué
alfarero puede tomar barro y hacer con ello una cosa viva y que respira?
Lee Jeremías 18:3 al 10, Isaías 64:5 al 8 y Salmo 51:10. ¿De qué modo
las imágenes de Dios como alfarero se usan en estos textos?
El escritor ruso Fiódor Dostoievski creó un personaje ficticio que tenía “un alma
bella”. ¿Cuál es tu idea de un “alma bella”, y qué cosas que haces o no haces
corresponden a ese ideal?
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Lunes 12 de marzo // Lección 11
El Santuario terrenal fue una copia. ¿Cuál fue el original, y qué nos
dice esto acerca del amor de Dios por la belleza? Éxo. 25:9; Heb. 8:1-5.
Si el Santuario terrenal era solo una “sombra” del celestial, resulta difícil
imaginar la belleza que debe existir en el Santuario real que Dios mismo hizo.
¿Por qué crees que era importante que el Santuario fuera tan hermoso? ¿Habrá
sido para darle al pueblo un sentido de respeto ante el poder y la grandeza
de Dios? ¿O para ayudarlo a sentir su propia necesidad ante tal grandeza? El
comprender la gloria del Santuario ¿cómo me ayuda a captar mejor el carácter
de Dios en contraste con nuestra propia pecaminosidad?
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Lección 11 // Martes 13 de marzo
Trata de visualizar esa escena: ¡cuatro mil personas tocando instrumentos mu-
sicales en alabanza a Dios! Debió haber sido un culto de adoración sorprendente.
La expresión artística de Dios va más allá de las artes visuales. En las Escri-
turas, encontramos que la liturgia de Israel también fue inspirada por Dios. Dios
es un amante de la música hermosa.
David tenía muy claro que era inspirado por Dios para escribir los himnos
que componía. Esto no significa que Dios escribió las palabras y la música, pero
nos habla de que Dios se interesaba en la clase de música que se tocaba.
Lee 2 Crónicas 29:25. ¿Qué nos dice del lugar de Dios en la música que
se ejecutaba en sus cultos de adoración?
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Miércoles 14 de marzo // Lección 11
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Lección 11 // Jueves 15 de marzo
Otro buen ejemplo es María Magdalena. “María había sido [...] una gran pe-
cadora, pero Cristo conocía las circunstancias que habían formado su vida. [...]
Era él quien la había librado de la desesperación y la ruina. Siete veces ella
había oído la reprensión que Cristo hiciera a los demonios que dirigían su co-
razón y su mente. Había oído su intenso clamor al Padre en su favor. Sabía cuán
ofensivo es el pecado para su inmaculada pureza, y con su poder ella había
vencido. [...] Aquella que había caído, y cuya mente había sido habitación de
demonios, fue puesta en estrecho compañerismo y ministerio con el Salvador.
[...] María estuvo junto a la cruz. [...] María fue la primera en ir a la tumba des-
pués de su resurrección. Fue María la primera que proclamó al Salvador resu-
citado” (DTG 521).
La historia de la salvación está llena de creatividad divina, que restaura en
los hombres caídos la “imagen de Dios”. El evangelio no es una cirugía cosmé-
tica, sino un cambio de orientación de la vida, que es profundo en su limpieza
y poder embellecedores. Una novedad genuina es el resultado de una dinámica
interna que restaura la belleza en una vida caída, pecadora.
Tallar involucra golpear con el cincel, limar, tal vez aun quebrar algunas partes.
¿Qué áreas de tu vida necesitan ser talladas un poco más? ¿Cuánta resistencia
pones durante lo que no siempre es un proceso alegre?
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Viernes 16 de marzo // Lección 11
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Lección 12: Para el 24 de marzo de 2012
HISTORIAS DE AMOR
Sábado 17 de marzo
PARA MEMORIZAR:
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te
he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jer. 31:3).
EL AMOR ES, TAL VEZ, el atributo que más recordamos de Dios, pero nunca
podremos sobreestimarlo. Mas hay un aspecto de su amor que no siempre con-
sideramos: Dios como un romántico.
Para tener una perspectiva adecuada de la naturaleza romántica de Dios,
necesitamos recordar el período de tiempo que muestra la Biblia. Cubre miles
de años de la historia humana y, como todos los libros de historia, la Biblia con-
tiene registros de reyes, guerras e intrigas políticas.
Ningún libro de historia registra todo lo que sucede. Lo mismo es cierto
de las Escrituras. Uno no encuentra registros históricos exhaustivos en el pe-
ríodo de tiempo que cubre la Biblia. Pero, lo más interesante es que Dios incluye
tiernos romances que él inspiró a los profetas a escribir. La pregunta es: ¿Por
qué Dios incluiría esa clase de historias de amor y de romance, en un libro
con tanta historia? ¿Qué dice esto acerca de su propia naturaleza y de cuán
importante considera el romance? Esta semana consideraremos por qué estos
informes están incluidos y qué podemos aprender de ellos.
82
Domingo 18 de marzo // Lección 12
EL PRIMER ROMANCE
“Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi
carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada” (Gén. 2:23).
El punto más obvio de este informe es cuán íntima y estrecha fue la relación
mutua entre ellos. Al crear a la mujer del cuerpo del hombre, literalmente son
la misma carne y sangre.
Adán, entonces, prorrumpe en lo que se suele llamar el “primer poema de
amor” de la Biblia, en el que reconoce cuán estrechamente están vinculados el
uno con el otro. En hebreo, la palabra para “hombre” que se usa en el versículo
23 es ish y la palabra para “mujer” es isháh, lo que muestra otra vez cuán estre-
chamente ligados estaban entre sí.
En el versículo 24, la Biblia dice que el hombre dejará a sus padres y se unirá
a su mujer, y que serán “una sola carne”, otra poderosa indicación de la inti-
midad prescrita para ellos. (Algunos se han preguntado: ¿De qué padres habla
la Biblia aquí, pues no había ninguno en ese entonces? Pero, Moisés escribió
este informe muchos siglos después de que sucedió, y él usó esta historia para
explicar lo que significaba el matrimonio.)
Finalmente, su desnudez también revelaba la intensa proximidad e inti-
midad que había en esa primera pareja.
Sea lo que fuere que ocasionaba originalmente esta relación, el amor ro-
mántico por cierto era una parte importante de ella. Dios no está en contra del
romance. Por el contrario, él nos creó como seres capaces de experimentarlo.
Parece un elemento básico con el que nos creó.
83
Lección 12 // Lunes 19 de marzo
ROMANCES BÍBLICOS
Aunque la Biblia cubre mucha historia, se toma el tiempo para describir al-
gunos romances. Hay un vínculo fuerte y afectuoso entre Abraham y Sara. Él no
la abandona después de sus largos años de esterilidad, y es solo por la presión
de Sara que Abraham toma a Agar como esposa sustituta. Los lazos de amor
entre Abraham y Sara eran fuertes. Considera Génesis 16.
Se necesitó un largo capítulo en Génesis para registrar el viaje de un siervo
de Abraham a fin de buscar una esposa para Isaac. A su regreso con Rebeca, el
informe incluye otra historia de amor. Ver Génesis 24.
Otro romance que ocupa mucho espacio en la Biblia es el de Jacob con
Raquel. Nota el cuadro del impulsivo Jacob con la cálida respuesta de Raquel.
Fuera del Cantar de los Cantares, no hay otro ejemplo en la Escritura de un
hombre y una mujer que se besan, ciertamente no antes del casamiento. Y si re-
cordamos que Dios es el autor de la Escritura, y por su inspiración se escribió el
libro del Génesis, vemos que Dios es un romántico, porque incluye en la Biblia
esta historia de amor y este beso. Ver Génesis 29. (Si tú estuvieras escribiendo
un libro de historia que abarca miles de años, cubriendo la creación de la hu-
manidad y su caída, ¿por qué incluirías este detalle romántico?) En el período
histórico del Génesis, debe haber muchas brechas. No obstante, Dios inspiró la
inclusión de estas historias de amor.
84
Martes 20 de marzo // Lección 12
EL AMOR DE DIOS
Desde el mismo comienzo del Génesis, vemos que el romance fue una parte
básica de la experiencia humana. Un hombre con una mujer; ese era el ideal de
Dios, el modelo de lo que había de ser el amor romántico.
También es fascinante ver cuán a menudo la Biblia usa imágenes del amor
y del matrimonio para describir la relación de amor que Dios quiere tener con
su pueblo. Nada puede ser más íntimo que la relación entre un esposo y una
esposa, excepto la relación personal de un individuo con Dios.
Lee Éxodo 20:5. ¿Qué palabra aquí revela los sentimientos de Dios
hacia su pueblo? ¿Cómo hemos de entender esa palabra en el contexto
de Dios?
Muchas veces, Dios expresa su celo por su pueblo. (Ver también Éxo. 34:14;
Deut. 4:24; Joel 2:18.) Los celos son un sentimiento que los amantes tienen
cuando creen que su amado no es fiel a ellos. Dios no es una “fuerza” imper-
sonal o insensible. Él es un Ser personal con profundo afecto por la familia
humana. Aunque nos cuesta entenderlo, Dios nos ama y, como le sucede a cual-
quier amante, le duele nuestra infidelidad.
La Biblia enseña con claridad que Dios ama profundamente a los seres
humanos individuales. Este no es un concepto fácil de aprehender, porque el
concepto de Dios, Creador del universo, tampoco es fácil de captar. Si apenas
podemos apreciar el universo como un todo, ¿cuanto menos a Aquel que lo
creó? Pero, Dios no solo nos ha declarado su amor, sino también nos lo ha mos-
trado de muchas maneras. Por supuesto, la mayor muestra es la cruz y lo que allí
sucedió. ¿Qué más prueba necesitamos del amor de Dios por nosotros que esta?
85
Lección 12 // Miércoles 21 de marzo
UN LIBRO DE ROMANCE
Hay infinidad de libros que tratan el complejo tema del sufrimiento humano,
especialmente difícil para quienes creen en un Dios amante y todopoderoso
(para el ateo, el sufrimiento es apenas una parte de lo que significa vivir en un
universo sin Dios ni significado). Sin embargo, sin una comprensión de la gran
controversia entre Cristo y Satanás, la mayoría de esos libros no dicen mucho
(aun conociendo el drama cósmico, el tema del sufrimiento es suficientemente
arduo de comprender.)
El sufrimiento humano toca nuestras vidas, pero no olvidemos de que en la
vida también hay placeres. ¿Por qué los alimentos son tan sabrosos? ¿Por qué
tenemos las papilas gustativas adaptadas perfectamente para sentir los sabores
apetitosos en la comida? ¿Por qué el ojo humano es capaz de conectarnos con
tantos colores y matices, y hacernos gozar con ellos? ¿Por qué hay gozo en la
sexualidad en el matrimonio? No toda reproducción demanda placer sexual.
Algunas formas de vida se dividen en dos para reproducirse. Y hasta los seres
humanos recurren a métodos artificiales de inseminación que no involucran
placer. ¿Por qué tenemos las terminaciones nerviosas exactas necesarias para
sentir los placeres sensoriales, y aun el placer sexual?
La respuesta a todas estas preguntas es la misma: porque Dios nos hizo así.
Dios creó a los humanos para gozar también los placeres físicos.
Ningún libro de la Biblia trata este tema mejor que el Cantar de los Cantares.
Es un libro de puro placer romántico, que nos recuerda los placeres específicos
que Dios diseñó para los esposos. Las fuentes del amor romántico pueden en-
contrarse en Dios.
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Jueves 22 de marzo // Lección 12
JESÚS Y EL ROMANCE
Lee Juan 2:1 al 11. ¿Qué nos dice acerca de la actitud de Jesús hacia el
matrimonio y el amor romántico? ¿Qué significa el hecho de que él dio su
bendición en un bullicioso y largo casamiento judío usual en esa época?
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Lección 12 // Viernes 23 de marzo
88
Lección 13: Para el 31 de marzo de 2012
LA PROMESA DE SU RETORNO
Sábado 24 de marzo
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Pedro 3:1-10, 13; Juan 14:2,
3; Daniel 2:44; Hebreos 9:28; Hebreos 11; Apocalipsis 6:9-11; Lucas 12:42-48.
PARA MEMORIZAR:
“He aquí yo vengo presto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno
según sea su obra” (Apoc. 22:12).
89
Lección 13 // Domingo 25 de marzo
EL PRINCIPIO Y EL FIN
La condición humana es descrita correctamente en la Escritura, pero los
autores bíblicos no se desesperaron, pues sabían cuál es el resultado final. Los
últimos capítulos de Isaías y del Apocalipsis cuáles nos aseguran que el pe-
cado será destruido, y que el Reino de Dios será restaurado. Dios reveló a sus
profetas los “acontecimientos finales” que llevarán al desenlace de la historia
del mundo. Estos profetas vieron esa gravedad, pero vivieron con esperanza,
porque el remedio les había sido revelado.
Como ya vimos, si crees que el mundo comenzó por azar, también debes
creer que terminará por azar. Esto no deja mucha esperanza para los que están
entre el principio y ese final.
En contraste, la Biblia se refiere a una comprensión histórica literal de Gé-
nesis 1 y 2. Nada queda al azar en la Creación del mundo. Por eso, no sorprende
que la Palabra de Dios insista en un final literal de este mundo. Nada quedará
librado al azar aquí tampoco.
Lee 2 Pedro 3:1 al 10. ¿Cómo vincula Pedro los primeros eventos de
la historia humana con los finales? ¿Qué mensaje de esperanza podemos
tomar de este pasaje?
90
Lunes 26 de marzo // Lección 13
PROMESA Y EXPECTATIVA
Como los “eventos finales” se centran en el establecimiento del Reino de
Dios, siempre han sido una preocupación para los adventistas del séptimo día.
El tiempo del fin aparece en nuestro nombre: Adventistas del Séptimo Día, lo
que señala nuestra creencia en la segunda venida de Jesús.
¿Cómo expresa Pedro esta esperanza? 2 Ped. 3:13. ¿Por qué esta espe-
ranza es central para todo lo que creemos? Sin ella, ¿tenemos realmente
alguna esperanza?
Dan. 2:44
Hech. 3:20, 21
92
Miércoles 28 de marzo // Lección 13
Lee Hebreos 11. ¿Cuál es el punto principal del capítulo y cómo par-
ticipa en el tema de la demora? (Ver especialmente los vers. 13, 39 y 40.)
En toda la Biblia, hay ejemplos de personas que esperaron con ferviente ex-
pectativa. Considera a Abraham esperando al hijo prometido; a Israel en Egipto,
esperando su liberación. En los Salmos, se pregunta: ¿“Cuánto tiempo” hasta
que venga la liberación? Y no deberíamos sorprendernos, ya que Pedro es-
cribió, hace casi dos mil años: “Sabiendo primero esto, que en los postreros días
vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo:
¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los
padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de
la creación” (2 Ped. 3:3, 4).
¿Piensas que Cristo ya debería haber vuelto? ¿Te encuentras, a veces, desani-
mado por la “demora” o, incluso, dudando de la segunda venida porque todavía
estamos aquí? Medita en toda la evidencia que tenemos del retorno de Cristo,
pero no olvides que tu comprensión del tiempo es radicalmente diferente de
la de Dios.
93
Lección 13 // Jueves 29 de marzo
Lee Lucas 12:42 al 48. ¿Cómo nos ayuda este pasaje a comprender la
“demora”? Más aún, ¿a qué advertencia importante deberíamos atender
para no comenzar a sentir del mismo modo?
¿Qué diremos de los textos que hablan de que Jesús vuelve pronto? Por
ejemplo: “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de
la profecía de este libro” (Apoc. 22:7).
Hasta donde llega nuestra experiencia personal, la segunda venida de Cristo
es tan “cercana” como nuestra muerte. Morimos, no importa cuánto tiempo dor-
miremos en la tumba –dos años, doscientos, dos mil–, cerramos nuestros ojos y
lo primero que sabremos al abrirlos es que Jesús ha regresado. Así, uno podría
alegar que, desde nuestra perspectiva personal, la segunda venida no demora
más que el espacio de una vida humana individual. Aunque la segunda venida
de Cristo misma es un evento universal literal que impacta a toda la Tierra, la
experimentamos solo como individuos.
Al pasar los años, ¿te encuentras cómodo en el mundo y sus cosas, y menos
concentrado en la realidad de la segunda venida? Si es así, probablemente no
estés solo. ¿Cómo podemos vencer esta tendencia, natural pero potencialmen-
te peligrosa? Llena tu respuesta a la clase el sábado.
94
Viernes 30 de marzo // Lección 13
95
Clamor
de libertad
(Cry For Freedom)
Alfredo
Campechano
El pastor Alfredo
Campechano
interpreta estos
últimos tiempos
como una época de
mucha esclavitud.
Esclavitud
emocional y
espiritual. Esclavitud
que llega a oídos de
Dios como un
clamor. Un clamor
que afecta a Dios.
El Dios que muy
pronto vendrá.
US$6.99
ISBN 10: 0-8163-9283-8
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