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CUENTO
"Creemos que el que todas las hormigas de un equipo sean iguales, hace que las demás actúen
como si se estuvieran comparando los tipos de hormigas para ver cuál es mejor. Y como
sabemos que todas las hormigas son excelentes y no deben compararse, a partir de ahora cada
equipo de furmiga estará formado por hormigas de distintos tipos". Aquella decisión levantó un
revuelo formidable, pero rápidamente aparecieron nuevos equipos de hormigas mezcladas, y cada
hormiga pudo elegir libremente su equipo favorito. Las tensiones, a pesar de lo emocionante, casi
desaparecieron, y todas las hormigas comprendieron que se podía disfrutar del deporte sin tensiones
ni discusiones.
ACTIVIDAD
1. Escribe la moraleja del cuento.
2. ¿Qué valor resalta el cuento?
3. ¿Cuándo expresamos este valor?
4 ¿A quiénes y por qué consideras merece que le expreses este valor?
5. ¿Cuáles son los antivalores de la tolerancia?
6. ¿Qué características debe tener una persona tolerante?
7. ¿Qué representa para ti el valor de la tolerancia?
8. Enumera cinco aspectos o situaciones de tu vida en los que consideras que no eres tolerante.
9. ¿Qué puedes hacer para fomentar y fortalecer este valor en tu vida?
APRENDIENDO A SER TOLERANTE
Cuenta la fábula que una torcaza y un búho se hicieron muy amigos, se veían a menudo y se ayudaban entre
sí. Cierto día, la torcaza se sorprendió cuando el búho vino a despedirse antes de partir a un lugar lejano.
Amigo, ¿Por qué te vas así de improviso?
porque los demás se burlan de mi graznido, me ridiculizan y todo el tiempo se burlan de mí. Ya no lo
soporto más.
Amigo, perdóname que te diga algo: respeto tu decisión, pero lo que vas a hacer no tiene sentido y te voy a
explicar porque:
¿Acaso en otras partes no vas a encontrar quienes se burlen de ti? El hecho es que no puedes cambiar tu
graznido.
¿Qué sentido tiene, entonces, que te mudes? El problema no está en los demás sino en tu reacción. En lugar de
estar pendiente de los que te rechazan, valórate; cumple tu misión y aprecia a los que te quieren como yo. La
falla no está en tu graznido sino en tu interior y tu actitud. Después de estas palabras, el búho dio las gracias a la
torcaza, se quedó a su lado y decidió aceptarse y ser feliz.
El RESPETO Consiste en apreciar el valor que, por el hecho de ser personas, tenemos todos los seres humanos
sin importar que tan pobres, ricos, mayores o jóvenes seamos… El verdadero respeto acepta la diferencia y la
diversidad (color, raza, idioma, creencias…).
El valor del respeto se ejerce cuando mostramos aprecio y cuidado por el valor de algo o de alguien. Puede estar
dirigido hacia los derechos y la dignidad de las demás personas, hacia los de nosotros mismos y también hacia el
entorno natural, incluyendo las plantas y los animales.
Por eso si fuéramos más respetuosos la convivencia sería más sencilla: existirían menos conflictos y hasta el
entorno se encontraría en mejor estado.
Para practicar el respeto debemos tener presente que todos los que nos rodean son seres muy valiosos.
ACTIVIDAD:
El salón de clase
Mi familia
RESUELVE:
¿Crees qué es importante el buen trato entre las personas? ¿Por qué?
ORGANIZA una sopa de letras. Incluye mínimo 10 palabras relacionadas con el valor del RESPETO.
ESCRIBE una corta carta a una persona que demuestra maltrato o irrespeto con otros, diciéndole lo que no te gusta acerca de
su actitud, por qué no te gusta y cómo te gustaría que se comportara.
BUEN TRATO
Ricardo estaba llorando en el patio. Algunos de sus compañeros se habían estado metiendo con él, lo
molestaban, le pegaban y le decían palabras que lo hacían sentir mal; esta actitud era frecuente, y no
había nada que le molestara más. Pero por mucho que les dijera, no dejaban de hacerlo.
Un joven mayor que Ricardo, que lo había visto todo, se acercó y le dijo:
- Si quieres que no te vuelva a ocurrir eso, tendrás que llegar a ser como El torito Chispa Brava. ¿Te
cuento su historia?
-¡Sí!
- Chispa Brava era un toro que una vez pudo ver televisión desde el prado. Pasaban en ella una
corrida de toros, y al ver cuál iba a ser su final, se dedicó el resto de su vida a prepararse para aquel
día, el de su corrida…Y no tardó en llegar.
Cuando salió a la plaza, recibió un primer puyazo en el lomo. Era muy doloroso, y sintió cómo su
sangre de toro le pedía a gritos venganza. Pero él sabía lo que tenía que hacer, y se quedó inmóvil.
Pronto apareció el torero provocándole con su capote al viento y su traje rojo. Volvió a sentir las
mismas ganas de clavarle los cuernos bien adentro, pero nuevamente, tragó saliva y siguió quieto. No
importó que siguieran tratando de animar al torito con puyas, banderillas y muletas: siguió tan quieto,
que al cabo de un rato, toda la plaza estaba silbando y abucheando, hasta que decidieron cambiar de
toro, porque resultó el toro más aburrido que se recuerda. Así que Chispa Brava fue devuelto a su
prado para seguir viviendo tranquilamente. Y nunca más trataron de torearle, porque todos sabían que
claramente no servía para las corridas.
Ricardo no terminaba en creérselo. Pero en los días siguientes trató de hacer caso a aquel joven
mayor. Las primeras veces le costó mucho hacerse el indiferente ya que se reían de él; lo molestaban
e incomodaban, pero no fueron muchas, porque todo resultó como había dicho el joven, y en unos
pocos días, quienes lo molestaban habían encontrado otras cosas que hacer que meterse con
Ricardo.
( por Pedro Pablo Sacristán )
RESPONDE:
a. ¿Cómo era el trato que recibía Ricardo de sus compañeros?
b. ¿Qué le dijo el joven a Ricardo para que no lo siguieran molestando?
c. ¿Qué enseñanza te deja la anterior lectura?
REFLEXIONEMOS SOBRE EL BUEN TRATO…
Todos y todas sabemos que el maltrato está presente de muchas formas en nuestra vida diaria. Por
ejemplo, cuando se nos discrimina o discriminamos a otros por ser niño, niña, adolescente, hombre o
mujer, anciano o anciana; cuando se maltrata porque el otro es pobre, porque piensa diferente a
nosotros o porque no hace lo que los otros quieren; porque tiene una discapacidad o un problema
físico; por ser de otro lugar de origen; por no aprender rápido; o por tener otra religión y pensar distinto.
Hablamos de buen trato como una forma de vida, como “una forma de convivencia que facilita el
desarrollo pleno de las personas.” "Hacemos referencia a esa manera de tratarnos que considera que
todos y todas somos personas valiosas, diferentes, con derechos que merecen ser respetados”.
Tratarnos bien, no es tan fácil. El buen trato no surgirá de manera espontánea, implica tomar una
decisión clave en nuestras vidas y necesitará de un replanteamiento permanente de nuestras
acciones e intenciones.
“Traten a los demás como quieren que los demás los traten”
Mateo 7,12
LA INVITACIÓN A VIVIR EL BUEN TRATO ES PARA TODOS, no importa la edad, todos podemos
opinar y ser valorados. Debemos vivir el Buen Trato cuando disfrutamos al estar juntos, en familia, con
los amigos, en el colegio, en el barrio es decir en cualquier lugar y en cualquier momento.
ACTIVIDAD:
¿CONSIDERAS QUE ES IMPORTANTE EL RESPETO ENTRE COMPAÑEROS?
C H C C Q C R M V Q L V X U J F B H G I U
L N P B H N E C C J S P G T I Y J H N U D
B K H A L M S H C P B V J H V J M A P H V
V N H R V S P N K U T J S K O R G F L P N
N W Q I F X E K U R T F D T P F Y I B A R
Y J D D B D T F T T O H S B D M A V C T R
D E R E C H O S F J V A O H P T B Y G C F
W G S Q A Y M J F J Y V P X I A G Q L B U
G L B U L H L N F C V C G W R P J X H S M
M N Q I B C K J A J A B O K M O B T G P R
E V Y D H O V U M B P U D K E Q A M X F A
M P P A R M O N I A N E Y B J S K G Y O M
A D L D Q U U A L U H N E S X L D J H V Q
W Y G M N N H B I R A T H P P E Y R V R E
U C Q J A I L M A M O R P H P R R S H X F
A I W S W C L Q S J H A Q H E O Y P Q O F
G X K O U A S L H H U T P K O C Q E E B Q
B C P Q X C H R S V C O N V I V E N C I A
F R N L X I U S N N F S H A A A U L L J B
S N L P E O S F T P C V G I Q N P H C Y K
B M D I G N I D A D O H N N D H J P F K U
ELABORA UN BOTON:
PLANCHA DE DIBUJO O ¼ CARTULINA
REDACTA UNA FRASE Y CREA UN DIBUJO ( SOBRE EL BUEN TRATO) .
COLORES, MARCADORES Y COMPÁS
RESPETO
Actitud que reconoce y aprecia el valor y la dignidad de los demás y les trata de acuerdo con ese valor
“La actuación propia de un buen ciudadano contempla cinco actitudes sociales: el altruismo optimista, la
responsabilidad social y política, el respeto, la lealtad, la justicia”
(Del vídeo: “¿En qué consiste el aprendizaje de la competencia cívica?”,
Parlamento de Navarra)
Sin duda la palabra respeto es una de las más presentes en el ámbito educativo. Desde muy pequeños se nos
decía que hay que respetar las cosas, los horarios, las normas, el entorno, a uno mismo y sobre todo, que hay
que respetar a los demás. Pero damos por hecho que todo el mundo entiende lo que significa respetar. A juzgar
por el comportamiento generalizado de muchos chicos y chicas (y también de muchos adultos) no sería una
pérdida de tiempo dedicar algunas reflexiones a la importancia capital y a la necesidad urgente de fomentar el
respeto como actitud educativa básica.
Notamos, en efecto, que hay muchos niños y adolescentes insensibles, fríos, incluso despectivos hacia los
mayores o hacia los mismos compañeros (especialmente de edad inferior a la propia). Esto es bien visible en la
escuela, en la calle y en el propio hogar. Los adultos ven cómo un grupo de muchachos ni se apartan cuando
alguien quiere pasar, o no saludan, o gritan palabras vulgares para hacerse notar, o lanzan miradas altaneras en
señal de reto. Bromas pesadas, juegos peligrosos, imágenes pornográficas, abusos del móvil, de los videojuegos
o del i-pod, se han convertido en algo "normal" en hogares y escuelas, donde padres y maestros llegan a sentir
miedo de sus hijos o alumnos.
Es triste ver a muchachos que luchan por ocupar los asientos del tren o del autobús, sin ninguna deferencia
hacia personas ancianas o más necesitadas, o que arrojan papeles y objetos al suelo sin el menor cuidado hacia
la limpieza pública o el posible daño que otros puedan sufrir. Es muy elocuente pasearse un sábado por la
mañana por los lugares donde la noche anterior ha tenido lugar un "botellón".
El punto de partida es la dignidad de la persona
Respetar es una actitud que reconoce y aprecia el valor y la dignidad de los demás y les trata de acuerdo con ese
valor.
Se extiende también al entorno, a la propiedad de los demás. Comienza con la consideración del otro como
persona, como alguien valioso en sí mismo y con los mismos derechos fundamentales. También nos debemos
respeto a nosotros mismos, en cuanto personas, y debemos tratarnos a nosotros mismos de acuerdo con
nuestra dignidad.
Reconocer en los demás su dignidad como personas y no dejar espacio a la ofensa y el menosprecio o a las
manifestaciones discriminatorias supone el inicio de un camino hacia una sociedad más acogedora, pacífica y
justa. El respeto en el fondo es la "regla de oro" de la convivencia: es tratar a los demás como deseas ser
tratado, querer para los demás el bien que quieres para ti. Porque el otro es como yo, una persona, y una
persona no debe ser nunca tratada como medio con vistas a otra cosa o persona. Utilizarla, manipularla o
servirse de ella como si fuese un objeto sería menospreciarla. Además, el amor a las personas supone siempre el
respeto. No podemos amar verdaderamente a nadie si no le respetamos.
En ocasiones se confunde el respeto con otras actitudes que nada tienen que ver con él. El respeto no es:
• Sumisión, sino madurez para saber valorar a los demás y las cosas de nuestro entorno. A veces nacerá de la
obediencia, pero ha de convertirse en criterio propio, en lucidez y serenidad, en amabilidad, responsabilidad,
estabilidad y firmeza.
• Indiferencia; la indiferencia implica ausencia de sentimientos, no valora a la otra persona como igual, muchas
veces ni siquiera la valora en absoluto.
• Omisión; el respeto es activo, intenta construir desde la acogida, la aceptación y el diálogo, no es un mero "no
dañar", "no ofender", "no hacer".
• Timidez o temor, porque con frecuencia se oculta bajo la apariencia de respeto el sentimiento de miedo, y los
timoratos no construyen la paz ni la buena convivencia.
Tampoco es lo mismo que la mera tolerancia: No es lo mismo decirle a alguien "te respeto" que decirle "te
tolero". Se tolera algo o a alguien que se considera malo, pero se le soporta o aguanta como mal menor. El
respeto es reconocimiento positivo del valor de alguien. Eso no significa darle la razón si no la tiene. Se puede y
se debe corregir, con la debida delicadeza, a quien se halla en el error.
Cualquier sociedad y grupo precisan de un conjunto de reglas. Pero una convivencia pacífica no se consigue sólo
con el cumplimiento de normas o leyes. El respeto tiene que salir de dentro; es contrario al egoísmo y requiere,
para ser auténtico y fecundo, una serie de condiciones:
* Ha de ser sincero y surgir libremente, pues en su vivencia no cabe la hipocresía; un respeto impuesto no se
consolida, acaba por estallar.
* Ha de llegar a ser espontáneo, fruto de ideas claras y de hábitos bien arraigados, sin necesidad de grandes
reflexiones teóricas y de tensiones internas.
* Ha de buscar el diálogo y suscitar amabilidad, pues la cerrazón, la intransigencia y la sinrazón sólo conducen
al conflicto y a la violencia.
Algunas actitudes que dificultan la educación en el respeto, y que es bueno que sepamos detectar y corregir a
tiempo, son, entre otras, la soberbia y la prepotencia, la envidia, el miedo, la intolerancia, el permisivismo o el
autoritarismo.
En casa y en la escuela
El respeto se aprende sobre todo en casa. La educación en el hogar tiene un valor insustituible para que el
respeto se convierta en norma de vida de los hijos desde los primeros años. Hay hogares en los que los padres
saben promover este valor esencial. A veces interviene el padre para corregir cualquier abuso o palabra
disonante. Otras veces es la madre quien ofrece una indicación clara y la hace respetar… es muy importante que
los dos juntos vaya a una, se apoyen en su tarea educativa para ayudar a sus hijos a ser capaces de
autocontrolarse, a ser disciplinados y respetuosos. Y una primera condición es que sean ejemplo de este valor:
que habitualmente se muestren respetuosos con las demás personas, entre sí y con sus hijos.
Desde la familia, con el apoyo de la escuela, es preciso empeñarse en formar niños y adolescentes respetuosos,
dueños de sí mismos, sensatos, preparados para la vida en sociedad. Porque sabrán acoger con respeto a todos,
porque serán capaces de vivir de modo armónico con los iguales y los distintos, con los grandes y los pequeños,
con los sanos y los enfermos, con los que piensan lo mismo y con los que tienen ideas diferentes.
Si lo haces bien, puedes subir la nota de clase, por supuesto. Pero lo mejor de todo sería que sacaras
conclusiones para tu vida… y que los demás lo noten en tu manera de ser y de convivir.
6.- ¿Es lo mismo respetar a una persona que darle la razón (aunque no la tenga)? ¿Por qué?
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