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Educación para la salud

Maltrato infantil

I. Definición de maltrato infantil

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato infantil se define


como como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18
años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual,
desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o
puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en
peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad,
1
confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a
veces entre las formas de maltrato infantil (Organización Mundial de la Salud,
2016).

La familia y el hogar son considerados social y jurídicamente como lugares de


protección y seguridad para los menores de edad. En concordancia, la
Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) considera que el entorno
natural para el desarrollo de los niños es la familia, pero también reconoce que
esta puede ser un espacio peligroso. Si bien la violencia “puertas adentro” ha
sido difícil de detectar y dimensionar, quizás lo más complejo sea aceptar que
quienes se espera que protejan –en general los padres– sean precisamente
quienes golpean, agreden, amenazan, castigan o abusan. Hasta el momento
los países de la región, pese a los esfuerzos desplegados, no han desarrollado
una respuesta eficaz al maltrato infantil. Una de las principales dificultades para
lograrlo es la ausencia de información sobre su real dimensión y
características, en especial cuando ocurre dentro del hogar y en el contexto
familiar (Larraín & Bascuñán, 2009).

Sin embargo, por razones sociales y culturales de distinta índole, es sabido que
los niños, niñas y adolescentes soportan violencia en el hogar, en la escuela,
en los sistemas de protección y de justicia, en el trabajo y en la comunidad. Es
así que los menores de edad son atentados esencialmente en aquellos
espacios y lugares que debieran ser de protección, de afecto, de estímulo a su
desarrollo integral y de resguardo y promoción de sus derechos. Uno de los
factores que les confiere gran vulnerabilidad es la falta de autonomía derivada
de su corta edad y los consecuentes altos niveles de dependencia emocional,
económica y social respecto de los adultos o de las instituciones, lo que les
dificulta poner freno a la situación que padecen, pedir ayuda o denunciar los
hechos (Larraín & Bascuñán, 2009).

1.1 Problemática en la región y el Perú

En América Latina y el Caribe, con una población de más de 190 millones de


niños, las investigaciones realizadas muestran que, además de ser una de las
regiones más disímiles del mundo, es la que posee los mayores índices de
violencia, que afectan sobre todo a mujeres, niños y niñas. Según el estudio del
Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños
en el 2003, en la región la violencia contra los menores de edad en el interior
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de las familias se manifiesta principalmente por medio del castigo físico como
forma de disciplina, el abuso sexual, el abandono y la explotación económica.

Aun con las limitaciones ya indicadas, una de las principales fuentes de


información para conocer y analizar la dimensión del maltrato infantil en los
países de la región es la recopilación de estadísticas oficiales de denuncias
que quedan registradas en los servicios sociales, policías, hospitales y
servicios que atienden a niños y niñas. Pero al mismo tiempo, las denuncias
dan cuenta solo parcialmente de la realidad del maltrato, y se considera que las
cifras disponibles son apenas la punta del iceberg del real problema de la
violencia en la familia. Esto implica que este fenómeno tiene una magnitud
oculta a la que no es posible acceder por esta vía (Larraín & Bascuñán, 2009). 2

El Movimiento Mundial por la Infancia de Latinoamérica y el Caribe (MMI-LAC)


presentó un nuevo informe sobre violencia contra la niñez en 18 países de la
región, que si bien reconoce importantes avances en esta materia, identifica
importantes desafíos pendientes para acabar con todos los tipos de violencia
de la que son víctimas niñas, niños y adolescentes.
Entre los avances concretos, este informe subraya los progresos de los países
de la región en adecuar sus legislaciones, así como en la ratificación de
convenios internacionales relativos a la lucha contra la violencia hacia la niñez.
Igualmente, se destacan las nuevas leyes de combate al ‘bullying’ o acoso
escolar en al menos un tercio de los países, y la ratificación del Tercer
Protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño en Costa Rica y
Bolivia que permitirá a su infancia y adolescencia denunciar ante Naciones
Unidas posibles violaciones de sus derechos. Por el contrario, se identifica
como el mayor desafío para casi todos los países el de mejorar su capacidad
de almacenar y registrar los casos de violencia contra la niñez, ya que la falta
de datos dificulta conocer los tipos de violencia, quiénes son sus víctimas y
dónde se encuentran.
Para Marta Santos Pais, Representante Especial del Secretario General de
Naciones Unidas sobre Violencia contra la Niñez, en la región persiste una
brecha entre el marco normativo de la Convención sobre los Derechos del Niño
y la realidad diaria de millones de niños, que siguen identificando la violencia
como una de sus mayores preocupaciones. “La negociación internacional de la
futura agenda de desarrollo nos ofrece una oportunidad única de incluir la
eliminación de la violencia contra la niñez como un objetivo prioritario de
desarrollo sostenible. Esto movilizaría recursos y esfuerzos que resultaría en
grandes avances por la niñez”, apuntó Marta Santos Pais. Los avances en la
implementación de la recomendaciones de las Naciones Unidas sobre la
Violencia contra los niños pueden observarse en la Tabla 2.1 .

http://www.movimientoporlainfancia.org/wp-content/uploads/2014/05/UNVAC-
Final.pdf
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http://www.savethechildren.org.pe/noticia/se-registran-avances-en-la-lucha-
contra-la-violencia-hacia-la-ninez-en-america-latina/

Tabla 2.1

El 60% de niños en el Perú son víctimas de castigos físicos y/o humillantes,


reveló un informe elaborado por la ONG Save The Children sobre la situación
que viven los menores del país.

De acuerdo al estudio Alarmantes cifras sobre violencia contra la niñez, el 41%


de padres de familia reconoce que castiga a sus hijos con golpes.En tanto, esta
práctica aún es utilizada en un 38% de colegios.

https://peru21.pe/lima/save-the-children-60-ninos-peru-son-victimas-castigos-
fisicos-179361
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III. Causas y efectos del maltrato infantil

Según la OMS, el maltrato infantil es una causa de sufrimiento para los


niños y las familias, y puede tener consecuencias a largo plazo. El maltrato
causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los
casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas
nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido
maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas
conductuales, físicos y mentales, tales como:
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● actos de violencia (como víctimas o perpetradores);
● depresión;
● consumo de tabaco;
● obesidad;
● comportamientos sexuales de alto riesgo;
● embarazos no deseados;
● consumo indebido de alcohol y drogas.
A través de estas consecuencias en la conducta y la salud mental, el
maltrato puede contribuir a las enfermedades del corazón, al cáncer, al
suicidio y a las infecciones de transmisión sexual.

Más allá de sus consecuencias sanitarias y sociales, el maltrato infantil tiene


un impacto económico que abarca los costos de la hospitalización, de los
tratamientos por motivos de salud mental, de los servicios sociales para la
infancia y los costos sanitarios a largo plazo.

Factores de riesgo
Se han identificado varios factores de riesgo de maltrato infantil. Aunque no
están presentes en todos los contextos sociales y culturales, dan una visión
general que permite comprender las causas del maltrato infantil.

Cultura patriarcal (machismo y adultismo).

- Autoritarismo en la cultura y en la familia.

- Aceptación cultural de la violencia y del castigo físico para resolver conflictos y disciplinar
a los niños/as.

- Creencia cultural en la privacidad para criar a los hijos y propiedad de los mismos.

- Cultura pornográfica.

- No considerar a los niños/as como personas con derechos. Instituciones que replican y
transmiten creencias, valores o ideas del sistema cultural patriarcal, autoritario y adultista.
- Victimización secundaria: reacción de las personas de las instituciones que rodean a la
víctima (profesores, médicos, policías, jueces, etc.) que le hacen sentirse culpable o
responsable de lo que le ocurrió, o lo someten a procedimientos denigrantes y no acordes
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a la edad (no creerle al niño, decirle que él provocó al abusador, no denunciar los hechos,
contar varias veces lo ocurrido, etc.).

- Medios de comunicación de masas que avalan estereotipos sociales que están en la base
de la violencia.

- Factores situacionales, tales como aislamiento social, estrés ligado a cesantía, desempleo,
pérdida de rol, autoestima y poder.

- Insatisfacción laboral, tensión en el trabajo.

- Aislamiento social y falta de apoyo social. 5

- Estructura y dinámica familiar rígida y autoritaria.

- Recarga de la familia nuclear en el cuidado infantil.

- Conflicto y estrés conyugal; violencia y agresión en la pareja.

- Desacuerdo parental en la crianza.

Factores del niño


No hay que olvidar que los niños son las víctimas y que nunca se les podrá
culpar del maltrato. No obstante, hay una serie de características del niño
que pueden aumentar la probabilidad de que sea maltratado:

● la edad inferior a cuatro años y la adolescencia;


● el hecho de no ser deseados o de no cumplir las expectativas de los
padres;
● el hecho de tener necesidades especiales, llorar mucho o tener
rasgos físicos anormales.

Factores de los padres o cuidadores


Hay varias características de los padres o cuidadores que pueden
incrementar el riesgo de maltrato infantil, entre ellas:

● las dificultades para establecer vínculos afectivos con el recién


nacido;
● el hecho de no cuidar al niño;
● los antecedentes personales de maltrato infantil;
● la falta de conocimientos o las expectativas no realistas sobre el
desarrollo infantil;
● el consumo indebido de alcohol o drogas, en especial durante la
gestación;
● la participación en actividades delictivas;
● las dificultades económicas.

Factores relacionales
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Hay diversas características de las relaciones familiares o de las relaciones


con la pareja, los amigos y los colegas que pueden aumentar el riesgo de
maltrato infantil, entre ellas:

● los problemas físicos, mentales o de desarrollo de algún miembro de


la familia;
● la ruptura de la familia o la violencia entre otros miembros de la
familia;
● el aislamiento en la comunidad o la falta de una red de apoyos;
● la pérdida del apoyo de la familia extensa para criar al niño.

Factores sociales y comunitarios 6


Hay diversas características de las comunidades y las sociedades que
pueden aumentar el riesgo de maltrato infantil, entre ellas:

● las desigualdades sociales y de género;


● la falta de vivienda adecuada o de servicios de apoyo a las familias y
las instituciones;
● los niveles elevados de desempleo o pobreza;
● la disponibilidad fácil del alcohol y las drogas;
● las políticas y programas insuficientes de prevención del maltrato, la
pornografía, la prostitución y el trabajo infantiles;
● las normas sociales y culturales que debilitan el estatus del niño en
las relaciones con sus padres o fomentan la violencia hacia los
demás, los castigos físicos o la rigidez de los papeles asignados a
cada sexo;
● las políticas sociales, económicas, sanitarias y educativas que
generan malas condiciones de vida o inestabilidad o desigualdades
socioeconómicas.
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs150/es/
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IV. Datos estadísticos

El Perú cuenta con la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales


(ENARES 2015) que es realizada por el Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI), teniendo como resultados analizados que el 41,5% de
niñas y niños fueron víctimas de violencia psicológica o física en los últimos
12 meses. (INEI Perú, 2015)

32.8% violencia 26.7% violencia


psicológica física

Sin embargo el 18,0% manifestaron haber sido víctimas de violencia


psicológica y física a la vez. (INEI Perú, 2015)

Asimismo, la encuesta reveló que en el año 2015, el 73,8% de niñas y niños,


fueron víctimas de violencia psicológica o física alguna vez, por parte de las
personas con las que viven, mientras que el 43,5% manifestaron haber sido
víctimas de violencia psicológica y física a la vez. (Perú, 2015)

58.9% violencia 58.4% violencia


psicológica física

El 45,8% de niñas y niños que fueron víctimas de violencia por parte de las
personas con las que vive buscaron ayuda. (INEI Perú, 2015)

De total de menores de 9 a 11 años de edad que fueron víctimas de violencia


por parte de las personas con las que vive, el 45,8% buscó ayuda en una
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persona cercana. Así el 43,1% de niñas y niños víctimas de violencia,


acudieron a la madre para buscar ayuda; en tanto que el 21,0% acudió al
padre.

Pero el maltrato no solo ocurre en el hogar, la ENARES también revela que 75


de cada 100 niñas y niños han sido víctimas de violencia física o psicológica
alguna vez en su vida por parte de compañeros de la escuela. “Los niños que
son sometidos a castigos también tienden a ser agresivos con otros niños. Y
eso también genera el problema que vemos en las escuelas, dijo a RPP
Noticias, Patricia Ames, integrante de Inversión en la Infancia. (RPP noticias ,
2016)
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Un estudio de Unicef del 2014 determinó que el maltrato infantil tiene
consecuencias muy graves en la vida de las niñas, niños y adolescentes. En la
escuela, suele asociarse al bajo rendimiento, a la repetición del año así como al
retraso escolar. En los hogares genera rupturas en la capacidad de los
menores de edad de confiar en sus padres y en sí mismos. (unicef, 2017)

Continuando con los resultados de la encuesta realizada por INEI, el 75,3% de


niñas y niños fueron alguna vez víctimas de violencia psicológica o física por
parte de alumnas/os de la institución educativa. Cabe destacar que la
disminución en un 6.2 % con respecto al año 2013, se da por la existencia de
campañas que aportan a la disminución de la violencia. Una de estas
campañas es “Quiere sin violencia, marca la diferencia”, que promueve una
cultura libre de violencia, a través de las redes sociales. (INEI Perú, 2015)

Teniendo en cuenta los resultados vemos que estos actos de violencia


ocurren:

75.7% en el salón de 39.2% en el patio


clase del centro educativo

El 62,0% de niñas y niños que fueron víctimas de violencia en la institución


educativa buscaron ayuda en una persona cercana, el 47,8% acudió a la madre
para buscar ayuda; en tanto, el 29,1% a la profesora o profesor. Por ellos como
docente tenemos que estar al tanto de las ocurrencias que pasan tanto dentro
de la institución educativa como en el hogar del estudiante.
La encuesta encontró que las principales creencias, actitudes e imaginarios
usados para justificar la violencia contra los menores están el que "no
respetan ni valoran a sus padres"(77,8 %), que "no deben participar ni estar
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presentes en conversaciones de adultos" (61,3 %) y que es "necesario


gritar" para que entiendan (42,9%), entre otros. (EFE)

V. Intervenciones desde la escuela

Todo tipo de maltrato produce en los niños daños que varían en función de
diversos factores, especialmente la intensidad con que se ejercen y su
persistencia en el tiempo; pero siempre significan un atentado contra su vida
y su salud que afecta su desarrollo integral y deja secuelas en su futuro
persona. 9

El maltrato y el abuso no siempre presentan huellas físicas fácilmente


visibles, pero siempre dejan su marca en la conducta. La observación
sensible, la actitud receptiva y la escucha atenta, son los mejores recursos
para identificar al niño o niña maltratado. Los maestros requieren de
especial sensibilidad para detectar si un niño es objeto de maltrato, porque
frecuentemente éste por vergüenza o para proteger a otros miembros de la
familia, encubre la situación. Deben tener presente que para quien está
creciendo en un ambiente violento, la violencia no es cuestionada e incluso,
puede parecer el único modo de expresar los afectos. Un padre o una madre
agresivos y/o abusadores, significan un peligro real para la salud y la vida
del niño, pero generalmente son su principal o único referente afectivo y
además, la violencia de los padres produce un sentimiento contradictorio de
afecto, rechazo y dependencia emocional en el niño. (Argentina, n.d.)

Continuamente el alumno comunica explícitamente el maltrato que sufre. La


actitud receptiva de los docentes puede animar a estos niños a confiar. En
estos casos es importante disponer de una escucha atenta y sobre todo
creer en la palabra del alumno o No culpabilizarlo en ningún caso hasta
averiguar la verdad o consultar con otros profesionales. Por lo tanto la
escuela deber contar con adecuadas intervenciones para prevenir o actuar
correctamente frente algunos de los tipos de maltrato (físico o emocional) a
continuación se mencionan algunas de ellas:

 El director de la institución tiene como obligación legal de informar los


casos de maltrato psicológico y físico que ocurra dentro de su
institución, es por ellos que desde la selección de los docente o plana
administrativa deben pasar por un riguroso análisis psicológico, que
no solamente se da en el momento de su contratación sino
anualmente ya que pueden pasar por crisis o problemas personales
que desemboquen a un maltrato hacia sus alumnos.
 La institución debe contar con un departamento psicopedagógico que
pueda brindar las herramientas y procedimientos que caso de
maltratos psicológicos como también físicos ya que muchos de ellos
van de la mano.
 Regular y vigilar constantemente el acceso a redes sociales o
páginas web que vayan hacer utilizadas para realizar un maltrato
psicológico a un compañero.
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 Realizar talleres de sensibilización y capacitación sobre las


necesidades evolutivas de los niños en donde puedan reflexionar y
aprender con los padres y docentes sobre el control y resolución de
conflictos que se dan en la educación inicial, primaria o secundaria.
 Se debe articular la currícula, para que sus actividades permitan
revisar críticamente la aceptación de la violencia, la discriminación y
los modelos estereotipados sobre la crianza de los hijos.
 Estimular por todos los medios, la confianza y autoestima de los niños
y niñas. Incentivar el respeto y la confianza en el estudiante
permitiendo que exprese sus opiniones y sentimientos, sin miedo a
cometer errores o a que se burlen de él. Con ello apoyaremos al
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crecimiento de su seguridad en sí mismo y su autoestima.
 Se debe permitir que el estudiante se pueda identificarse
adecuadamente con el docente, puesto a que favorecer el desarrollo
de los aprendizajes y a su vez que establezcan vínculos positivos con
los contenidos trabajados en el aula.
 Para desarrollar con éxito la función preventiva, la escuela como
institución debe ser capaz de revisar sus propias actitudes anuales
para dirigir de forma correcta cual será el control de las conductas de
sus alumnos.
 Ofrecer a los alumnos el espacio y las oportunidades para
experimentar formas no violentas de resolución de los conflicto. Las
asambleas, los consejos de aula, taller psicopedagógicos, asesoría
familiar, terapia vivencial grupal y todo medio que estimule la
participación democrática en la vida escolar, pueden ser un buen
recurso.
 Informar a los padres cuáles serán los procedimientos en caso de
maltrato psicológico y físico, tener con ellos una buena comunicación
y constante seguimiento del día a día de sus alumnos.
 La observación es fundamental y sobre todo verificar los patrones,
como por ejemplo:
- La persistente falta de higiene y cuidado corporal
- Las marcas de castigos corporales
- Los “accidentes” frecuentes
- Las ausencias reiteradas a clase.
-El bajo rendimiento escolar y las dificultades de concentración.
-La depresión constante y/o la presencia de conductas autoagresivas
o ideas suicidas.
-La agresividad y violencia con los compañeros, especialmente con
los más chicos.
-La docilidad excesiva y la actitud evasiva y/o defensiva frente a los
adultos.
-La búsqueda intensa de expresiones afectuosas por parte de los
adultos, especialmente cuando se trata de niños pequeños.
-Las actitudes y juegos sexualizados persistentes e inadecuados para
la edad.
 Realizar juegos simbólicos donde veamos sus reacciones y respuesta
frente a temas como agresiones, valores, conductas positivas y
negativas, celos, autoestima, competencia, trabajo en equipo, etc
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 Realizar el juego SOMBRERO DE LAS DESICIONES para general un


ambiente de reflexión dentro del aula. En este caso se trata de que los
niños dejen de tener miedo a tomar sus propias decisiones y confíen en sí
mismos. Para ello jugaremos con un sombrero, real o imaginario, que
colocaremos sobre sus cabezas y les animaremos a tomar algún tipo de
decisión. Por ejemplo: Llamar a un amigo e invitarlo a que venga a
jugar un día a casa, disculparse con un compañero, asumir
responsabilidades dentro de casa, etc

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Bibliografía

Bibliografía
Ames, P. (octubre de 2016). RPP noticias . Obtenido de RPP :
http://rpp.pe/lima/actualidad/mas-del-70-de-ninos-y-ninas-sufren-maltrato-en-el-
peru-noticia-1000044 12
Argentina, M. d. (s.f.). ministerio de cultural y educacion nacional - Argentina . Obtenido de
programa nacional por los derechos del menor:
file:///C:/Users/Andrea/Documents/umch/6%20ciclo/salud/maltrato%20infantil/EL00
0260.pdf

Perú, I. (2015). INEI Perú. Obtenido de INEI: mientras que el 43,5% manifestaron haber sido
víctimas de violencia psicológica y física a la vez.

unicef. (2017). unicef . Obtenido de https://www.unicef.org/peru/spanish/children.html

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