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TERCERIZACION LABORAL
EN COLOMBIA
Tercera Actividad – Derecho Laboral
En la tercerización sólo contratan al personal, debido a que los bienes los ofrece el
beneficiario ya sea las instalaciones del hardware y software. Incluso, se puede decir que
la tercerización nace por las exigencias del mercado, debido a que cada vez se ponen más
exigentes, pero la tercerización permite que el desarrollo en una organización pueda
pasar mediante la contratación a otras empresas o contratistas, además tienen el
propósito de aumentar la calidad de sus trabajos logrando reunir las actividades
relacionadas de manera directa con su negocio central.
Una vez que conozcas las normativas que dirigen estas características, permitirá que más
empresas puedan beneficiarse de los recursos de la tercerización. Pero también se refiere
al desarrollo del peso económico del sector de servicios, debido a que es una
predisposición del capitalismo contemporáneo que las actividades de servicios cada vez
habitan una disposición mayor de la población económicamente activa y efectúan un
porcentaje de crecimiento del producto, es decir, la creación de bienes y servicios.
COMO FUNCIONA EL MODELO DE TERCERIZACIÓN EN
COLOMBIA
Cualquier forma de tercerización laboral que se realice en el país debe darles un trato
igualitario a todos los trabajadores de una empresa, aclara el Ministerio del Trabajo.
La cartera advirtió que está prohibida cualquier figura que desmejore las condiciones de
los colaboradores.
“Los empleadores que utilicen de forma errada la figura, violando derechos laborales tanto
de carácter individual como colectivo, se exponen a multas que pueden llegar hasta los
cinco mil salarios mínimos legales mensuales vigentes”, afirma Enrique Borda Villegas,
viceministro de Relaciones Laborales e Inspección.
El funcionario también explica que el principio general, legal y constitucional sobre el
trabajo es que cada empleado debe prestar su servicio en forma regulada por un contrato
directo de trabajo. (Encuentre más de 40.000 ofertas de empleo)
“Un empresario no puede tercerizar para acabar los sindicatos, desvincularlos de la
seguridad social o crear condiciones de desigualdad con los otros trabajadores, pues no
puede bajar las garantías de los mínimos derechos”, recalca Borda Villegas.
Más de la mitad de los trabajadores en Colombia no tienen un contrato laboral, es decir,
sus patrones no son responden por su seguridad social, no tienen posibilidad de
agremiarse y no tienen estabilidad en su empleo. Esta clase de explotación de la mano de
obra es la que llamamos tercerización.
A finales de 2008, más de diez mil corteros de caña de azúcar iniciaron una huelga en las
plantaciones del Valle del Río Cauca contra las condiciones en las cuales desarrollaban su
trabajo, los obreros eran contratados a través de más de 100 cooperativas de trabajo
asociado y no tenían posibilidad de aspirar a una negociación colectiva con sus patrones
pues no tenían ninguna relación laboral con los ingenios.
Desde entonces, los levantamientos de los trabajadores han tenido un factor recurrente:
la tercerización laboral. El año pasado, los trabajadores de Pacific Rubiales y Ecopetrol en
Puerto Gaitán luchaban por lo mismo: mejoras salariales ajustadas a las ganancias de la
industria petrolera, estabilidad laboral y contrato laboral directo. De igual manera
podemos citar los casos de los seis mil trabajadores de la palma africana en Puerto Wilches,
los obreros del carbón en la Jagua de Ibirico y los trabajadores atuneros de Seatech en
Cartagena.
Esta lucha por un contrato laboral es la misma que desarrollaron los trabajadores de las
bananeras a principios de Siglo XX, masacrados en diciembre de 1928 para reprimir la
huelga. Las conquistas obtenidas en las décadas posteriores se vienen perdiendo desde
finales de los años 80.
¿Qué es la tercerización?
En julio de 2011, las centrales obreras colombianas –CTC, CGT y CUT– y el Programa País
de la FNV (Central Sindical de Holanda) realizaron en Bogotá el Seminario Internacional
contra la Tercerización Laboral, definiendo esta como una transferencia de actividades a
otra empresa o contratista.
Pero la tercerización es algo más que la reorganización de una cadena de producción, es
todo un mecanismo de los empresarios para aumentar la explotación de la mano de obra
y reducir los costos laborales, a través de figuras jurídicas por medio de las cuales contratan
a destajo por cortos períodos de tiempo a los trabajadores, evaden su responsabilidad de
aportar a la seguridad social y debilitan su derecho a la asociación. La tercerización es una
manera de eliminar los derechos laborales y diluir la relación patrono/trabajador, suprime
la estabilidad laboral e impide el derecho de
asociación.
En la actualidad los empresarios recurren a distintas
formas de tercerización: empresas de servicios
temporales (EST), cooperativas de trabajo asociado
(CTA), agencias de empleo, contrato sindical,
sociedades por acciones simplificadas (SAS)y órdenes
de prestación de servicios, entre otras.
¿Y las centrales?
Las iniciativas de las centrales obreras en Colombia han apuntado a una campaña mundial
orientada por la Confederación Sindical Internacional, CSI, a la cual se encuentran afiliadas
todas las centrales colombianas. Esta campaña por el ‘trabajo digno o decente’ tiene como
objetivo aumentar el número de sindicalizados de manera formal en concertación con los
gobiernos.
Su premisa fundamental es la lucha contra el ‘modelo’ neoliberal no contra el capitalismo,
por lo cual las actividades de esta campaña no se centran en organizar a los trabajadores
para la movilización y en la coordinación continental o global de las luchas sino en la
afiliación de los trabajadores tercerizados a los sindicatos existentes.
El objetivo de las centrales frente al Gobierno de Santos es: “Eliminar las Cooperativas de
Trabajo Asociado; garantizar la estabilidad laboral de los 120 mil provisionales; garantizar
el derecho de asociación y de negociación colectiva de los empleados públicos; garantías
para ejercer la actividad sindical y respeto a los derechos humanos y políticas de empleo
y trabajo decente”. Y su sustento fue que la Casa Blanca condicionó el desarrollo del
Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Colombia a la eliminación de las CTA.
El Gobierno Santos no tuvo ninguna dificultad en expedir el Decreto 2025 de 2011, por
medio del cual se estableció que para efectos de la Ley 1429 de 2010 se entiende como
tercerización el envío de trabajadores en misión para prestar servicios a empresas o
instituciones. De esta manera cumplía su acuerdo con Obama y demostraba que las
solicitudes de las centrales son inocuas mientras no se exija la eliminación de toda forma
de tercerización y la obligatoriedad de que toda contratación sea directa.