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INTRODUCCIÓN

La Liga de Naciones, creada en 1919, fue una organización que nació con
el objetivo de sentar las bases para la paz y la mejora de las relaciones
internacionales una vez terminada la Primera Guerra Mundial. Plagada de buenas
intenciones, fracasa inevitablemente: su debilidad y su impotencia en la
resolución de conflictos era más que evidente: no evitó el comienzo de la Segunda
Guerra Mundial. Era una organización que seguía el paradigma ideológico: la paz
se logra por medios pacíficos, a través de tratados, sanciones y sin violencia.
Al final de la Segunda Guerra se disuelve oficialmente la Liga de Naciones
y nace la Organización de las Naciones Unidas (ONU), bajo el paradigma
racional, con un ejército, y con un mayor orden estructural. Sin embargo, hay
quienes tienden a comparar la actual Organización de las Naciones Unidas con la
Liga de Naciones, admitiendo que ya no puede prevenir los principales conflictos
y males que afectan a la sociedad internacional.
En este sentido, el siguiente trabajo tiene como objetivo principal observar
más de cerca lo que ha sido el papel de las Naciones Unidas a lo largo de su
historia, su estructura, sus funciones, los propósitos para los cuáles fue creada, y
los principios en los que se fundamenta para lograrlos. A la vez, nos
adentraremos en sus principales logros y fracasos, para posteriormente analizar la
importancia de la Organización, las principales críticas que se le hacen y si se
puede seguir confiando en la actual ONU como institución que garantizará la paz
futura, o si, al contrario, el mundo puede vivir sin ésta.
Nuestro propósito como estudiantes de Idiomas Modernos es reflexionar
acerca de la importancia de una organización como las Naciones Unidas para los
pueblos, para los países del mundo, para las culturas, en fin, para la humanidad en
su conjunto, y cómo nos veríamos afectados en su eventual desaparición.

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UN MUNDO SIN LA ONU

“More than ever before in human history, we share a common destiny. We can
master it only if we face it together. And that, my friends, is why we have the United
Nations.”

Kofi Annan

I. La Organización de las Naciones Unidas

La primera vez que se habló y se utilizó la expresión “Naciones Unidas” fue


en el año 1942, durante la segunda guerra mundial. En ese año, 26 países,
encabezados por Estados Unidos, firmaron un documento: la “Declaración de las
Naciones Unidas”, en el que acordaban continuar la lucha contra las fuerzas del
Eje (Alemania, Italia y Japón).
Ya para 1945 se crea la Organización de Naciones Unidas (ONU), con la
firma de la Carta de las Naciones Unidas en la ciudad de San Francisco (EE.UU.)
por parte de 51 países, entre los cuales podemos mencionar a China, Francia, la
Unión Soviética y el Reino Unido. De acuerdo a esta Carta, la ONU contempla
una serie de propósitos, que son, en resumen, un conjunto de medidas para evitar
las guerras y conflictos armados y, en cambio, promover la paz. Estos propósitos
son:

1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar


medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz.
2. Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al
principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los
pueblos.

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3. Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas
internacionales.
4. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar
estos propósitos comunes.

Para lograr esto la ONU también tiene un conjunto de principios que los
podemos resumir como sigue:

1. Principio de Prohibición de la amenaza o el uso de la fuerza armada contra


la soberanía de los Estados. Es decir, arreglo pacífico de controversias.
2. Principio de No Intervención en los asuntos internos de los Estados.
3. Principio de Cooperación entre los Estados.
4. Principio de la libre Autodeterminación de los pueblos; es decir, el derecho
que tiene un pueblo a decidir sus propias formas de gobierno.
5. Principio de Igualdad soberana de todos los Estados.
6. Protección de los derechos humanos.
7. Autoridad sobre Estados no miembros.

Es importante señalar que en el año de su fundación, la Organización de


las Naciones Unidas, a través del presidente de los Estados Unidos Franklin
Roosevelt, en relación a las esperanzas que se tenían con la creación de este ente,
declaró lo siguiente:

Nos hemos resuelto a [...] organizar así a las naciones que aman la
paz para que, mediante unidad de deseo, unidad de voluntad y
unidad de fuerza, puedan estar en la posición de garantizar que ni
siquiera comience a surgir otro agresor o conquistador. Por eso,
desde el mismo comienzo de la guerra, y en armonía con nuestros
planes militares, hemos empezado a colocar los cimientos de la
organización general para mantener la paz y la seguridad. (Citado en
CINU, 2000)

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1.1. Miembros de la ONU

La Carta de las Naciones Unidas, capítulo 2, artículo 4, establece las


siguientes disposiciones para ser un estado miembro de la ONU:

Podrán ser Miembros de las Naciones Unidas todos los demás


Estados amantes de la paz que acepten las obligaciones consignadas
en esta Carta, y que, a juicio de la Organización, estén capacitados
para cumplir dichas obligaciones y se hallen dispuestos a hacerlo. La
admisión de tales Estados como Miembros de las Naciones Unidas
se efectuará por decisión de la Asamblea General a recomendación
del Consejo de Seguridad. (Citado en CINU, 2000)

Actualmente los países integrantes de la ONU son 192, y son aquellos


legalmente reconocidos a nivel internacional. Estados como el de la Ciudad del
Vaticano, Taiwán y Palestina —entre otros— están aún en calidad de
observadores.
Las lenguas oficiales de la ONU son sólo seis: árabe, chino, español,
francés, inglés y ruso. La Organización lo justifica diciendo que de esta manera se
evita una “Torre de Babel”, esto es, confusión y falta de entendimiento.

1.2. ¿Cómo funciona la ONU?

La ONU tiene seis órganos principales: la Asamblea General, el Consejo


de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración
Fiduciaria, la Secretaría General (estos cinco con sede en Nueva York) y la Corte
Internacional de Justicia (con sede en La Haya, Países Bajos). (UN, 2003)

1.2.1. La Asamblea General

Se trata de un parlamento conformado por todos los Estados miembros de


la ONU. En esta asamblea se toman decisiones apegadas a la Carta de las
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Naciones Unidas y sus propósitos. Cada país miembro tiene un voto. Las
decisiones concernientes a la paz y a la seguridad dependen de si se tiene una
mayoría de dos tercios, el resto de las decisiones se aprueban por mayoría simple;
aunque lo que se busca es que se tomen por consenso, sin necesidad de acudir al
voto. La Asamblea sesiona todos los años desde septiembre hasta diciembre. Sus
funciones, el resto del tiempo, son llevadas a cabo por sus seis Comisiones
Principales, otros órganos subsidiarios y la Secretaría de las Naciones Unidas.

1.2.2. El Consejo de Seguridad

Tiene la función de mantener la paz y la seguridad internacionales. Está


compuesto por 15 miembros, cinco de los cuales son permanentes: China, los
Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, Francia y el Reino Unido. El
resto es elegido por la Asamblea General cada dos años.
Su manera de operar es, en primera instancia, pacífica: analiza el
problema, la amenaza de paz y busca la manera de solucionarla sin acudir a la
violencia, a través de consensos (como lo hacía la extinta Liga de Naciones). Sin
embargo, el Consejo puede llegar a adoptar medidas “más fuertes” como ordenar
un embargo de armamento y “en algunas ocasiones el Consejo ha autorizado a los
Estados Miembros a emplear ‘todos los medios necesarios’, incluidas medidas
militares colectivas, para hacer que sus decisiones se cumplan.” (UN, 2003).

1.2.3. El Consejo Económico y Social

Busca soluciones a problemas económicos y sociales de carácter mundial.


Está integrado por 54 países miembros, que tienen una duración de tres años. Las
decisiones se aprueban por mayoría simple. Entre los principales temas que tratan
podemos mencionar la protección del medio ambiente, población mundial, el
desarrollo económico, salud, educación, entre otros.
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1.2.4. El Consejo de Administración Fiduciaria

Su objetivo original era el de garantizar que se tomaran medidas para que


ciertos territorios del mundo (que eran administrados por Estados miembros de la
ONU) pudieran alcanzar su total independencia y autonomía. Ya para 1994, de
acuerdo con la página oficial de la ONU, la meta fue alcanzada. El último
territorio en hacerlo fue el de las Islas del Pacífico (antiguamente administrado
por Estados Unidos). El Consejo de Administración Fiduciaria cuenta ahora con 5
países miembros (China, Estados Unidos, Federación de Rusia, Francia y Reino
Unido) y se reúne rara vez, “según sea necesario” (UN, 2003).

1.2.5. La Corte Internacional de Justicia

Es también conocida como “Corte Mundial” y representa el principal


órgano judicial de las Naciones Unidas. Está compuesto por 15 jueces designados
por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. Cuando hay un conflicto
entre dos o más países, éstos pueden acudir a la Corte. Su participación es
voluntaria; sin embargo una vez el Estado haya aceptado participar, queda
obligado a acatar la decisión de la Corte. Es necesario que 9 de sus 15 jueces
voten a favor para que sea aceptado un veredicto.

1.2.6. La Secretaría

La Secretaría lleva a cabo las tareas administrativas indicadas por la


Asamblea General, el Consejo de Seguridad y los demás órganos. Consta de
aproximadamente 7.500 funcionarios que proceden de unos 170 países. Los
lugares de destino son la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York y las
oficinas de la Organización en Ginebra, Viena, Nairobi y en otros sitios.

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Su máximo representante es el Secretario General. Desde el primero de
enero del año 2007, Ban Ki-moon, de la República de Corea es el Secretario
General de las Naciones Unidas (el octavo en su haber), con 37 años de
experiencia al servicio del Gobierno de su país y en la escena mundial.
Entre los propósitos que el Secretario General se ha planteado están:
 Establecer las más altas normas éticas;
 Promover el diálogo y la participación;
 Crear armonía y tender puentes;
 Mostrar sensibilidad a los intereses de todos los Estados Miembros,
grandes y pequeños.

1.2.7. El sistema de las Naciones Unidas

La ONU también está conformada por un conjunto de agencias, oficinas y


programas que ayudan a la Organización en el cumplimiento de sus funciones.
Algunas de las más importantes son:

 El Fondo Monetario Internacional,


 El Banco Mundial
 Organización Mundial de la Salud
 La Organización de Aviación Civil Internacional
 La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR)
 El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
 El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)

2. Logros de la ONU

A través de sus 64 años se pueden indicar ciertos logros alcanzados por la


Organización de las Naciones Unidas. Los cuales se pueden agrupar en diferentes

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categorías relacionadas y que aparentemente han cumplido con los objetivos y
propósitos fijados por la organización.
En primer lugar tenemos que mencionar la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las
Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos
Humanos, acto considerado histórico, en el que la Asamblea pidió a todos los
Países Miembros que publicaran el texto de la Declaración y dispusieran que fuera
"distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos
de enseñanza, sin distinción fundada en la condición política de los países o de los
territorios". Sin duda un gran aporte para las naciones del mundo (UN, 2009)
En segundo lugar están aquellos logros en favor de la paz, por ejemplo, la
actividad de mediador en la Crisis de los Misiles Cubanos en 1992, en la crisis del
oriente medio en 1973, y los esfuerzos en el cese al fuego en la guerra entre Irán e
Irak en 1988 y en la retirada de las tropas soviéticas en Afganistán.
Otro de los intentos de la ONU en cumplir sus propósitos originales tiene
que ver con el desarme. Ejemplos de esto se hallan especialmente en el tratado
sobre la no proliferación de las armas nucleares (1968) y el tratado de prohibición
completa de los ensayos nucleados (1996). Así como también, se destaca La
Prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de: armas químicas
(1992), armas bacteriológicas (1972), armas nucleares en los fondos marinos y
oceánicos (1971) y espacio ultraterrestre (1967).
En el caso de la lucha contra el terrorismo, la ONU creó la Convención
Internacional Contra la Toma de Rehenes de 1979, el Convenio Internacional para
la Represión de los Atentados Terroristas Cometidos con Bombas de 1997 y el
Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo de
1999. Todo esto, un conjunto de normas y disposiciones tajantes en contra del
terrorismo.
También se puede hablar de sus esfuerzos por el mantenimiento de la paz
en África y América. En África, las más significativas fueron la campaña contra el
Apartheid en Sudáfrica y el apoyo a la independencia de Namibia. Por su parte, en
América, destaca su misión como organización observadora en elecciones, por
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ejemplo, en 1990 una comisión de las Naciones Unidas observó las elecciones de
Nicaragua, en plena revolución sandinista. El ala sandinista perdería el poder.
Asimismo, es importante mencionar que en Guatemala en 1996 las negociaciones
y la firma de acuerdos de paz, pusieron fin a una guerra civil de 36 años de
duración.
Por otro lado, en cuanto al Derecho internacional al medio ambiente
podemos mencionar las siguientes acciones: Convención de las Naciones Unidas
de Lucha contra la Desertificación en los países afectados por Sequía grave o
desertificación, en particular en África (UNCCD), Convenio de Viena para la
Protección de la Capa de Ozono (2003), Convenio sobre el Control de los
Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación, y el
Protocolo de Kioto (1998). Con respecto a los derechos del mar: el acceso de
todos los países a las riquezas de los océanos, la intención de proteger a estos de
la contaminación y facilitar la libertad de navegación e investigación.

3. Fracasos de la ONU

Como ya se ha dicho, la Organización de las Naciones Unidas desde su


fundación tiene como objetivo principal “Mantener la paz y la seguridad
internacionales, y tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar
amenazas a la paz”. Sin embargo, desde los años 50 se ha visto que más han sido
las guerras comenzadas que aquellas que se han evitado.
La primera de todas fue la Guerra de Corea (1950-1953) producto de la
Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. La guerra dejó 84.000
bajas en las tropas de la ONU, sufriendo EEUU 44.000 de estas. Algunos
consideran esta guerra como el primer gran fracaso de la ONU como organización
internacional encargada de preservar la paz y la concordia entre naciones (García,
2007).
Aunque no se ha producido hasta entonces otra denominada Guerra
Mundial, para finales de 1995 eran muchos los países que estaban en guerra. Tal

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es el caso de Afganistán, cuya guerra tuvo una duración de 17 años; la guerra en
Angola, que representa el conflicto más largo resultante de la Guerra Fría, tuvo
una duración de 30 años; Liberia estuvo, a su vez, 6 años en guerra; Somalia, 7;
Sri Lanka, 11 y finalmente Sudán, 12 años. Años de guerras, cuyos intentos de
paz la ONU no fueron lo fueron lo suficientemente eficientes.
África ha sido el principal testigo de muchos de los fracasos de paz de la
ONU, entre los que se encuentran la crisis de Ruanda en 1994, en el que casi un
millón de ruandeses fueron asesinados; la misión de la ONU en Somalia en 1992
que originó varios descalabros y fallos que culminan con el secuestro de 500
miembros del ejército de la ONU. La situación es peor entre el conflicto en Eritrea
y Somalia, en el que aún no se ha permitido que las Naciones Unidas patrulle la
frontera disputada por ambos países.
Uno de los conflictos más controversiales que involucran y critican el
papel que ha desempeñado la ONU es el eterno conflicto de Israel y Palestina. De
acuerdo con la página oficial de la ONU, su participación en el conflicto ha sido
constante y se han aprobado un gran número de resoluciones en pro del bienestar
de ambos grupos (UN, 2003). Sin embargo, a pesar de los intentos para lograr la
paz, ésta no se ha alcanzado, sólo ha habido más violencia, más muertes y más
atentados. No importa cuántas resoluciones haya, la ONU no ha podido detener la
crisis humanitaria que se vive en esa zona.
Otro de los propósitos de la ONU es velar por los derechos humanos y un
caso reconocido de violación de derechos humanos es el de la cárcel en
Guantánamo. En el año 2006 se conoció —a través de los medios de
comunicación en el mundo— un informe de la ONU en el que se denunciaban
casos de tortura en esta cárcel (BBC, 2006). Desde ese momento se ha pedido el
cierre de la prisión Guantánamo, el nuevo Secretario General de la ONU lo ha
pedido, y ahí permanece todo: en peticiones. Ninguna acción ha sido llevada a
cabo.
Uno de los más recientes fracasos de la ONU fue en la cumbre de
Copenhague, a finales del año 2009, en la que se buscaba que los países del

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mundo se comprometieran e hicieran una alianza mundial contra el cambio
climático. El diario digital Línea Capital lo reseña así:

La ONU había marcado el 18 de diciembre de 2009 como la fecha en


la cual todos los países se unirían bajo su bandera para enfrentar una
de las mayores amenazas que pesan sobre la humanidad en el siglo
XXI. Pero finalmente, el día será recordado como el de un caótico
regateo entre un puñado de líderes de un selecto grupo de países.
(Línea Capital, 2009)

Esto fue debido a que los países en desarrollo se muestran


comprensiblemente reacios a renunciar a la flexibilidad que se les acordó en
materia de control de emisiones y además cuando se habla de regulación para el
futuro y el bienestar mundial queda claro el conflicto que puede plantearse para
los líderes del planeta entre la defensa de los intereses globales y de sus intereses
nacionales. La ONU no ha podido lograr consenso en este asunto tan esencial y
esto representa uno de los más críticos impactos que ha recibido.
Se pueden seguir enumerando diferentes aspectos que se consideran
fracasos de la ONU, por el hecho de que fracasan en sus propósitos originales —
fracasan en su manera de lidiar y de repudiar diferentes hechos que atentan contra
la paz y la seguridad mundial y fracasan como ente regulador y mediador—
En este sentido, uno de los acontecimientos más desmoralizantes para la
ONU fue el de su papel en el conflicto de la invasión a Irak por parte de Estados
Unidos. El consejo de seguridad votó en contra de la invasión a Irak por parte de
Estados Unidos: tres países con poder de veto y otros cinco miembros no
permanentes, para un total de ocho votos (HighBeam™ Research, 2003). Sin
embargo, Estados Unidos hizo caso omiso de esto y tomó la decisión de invadir a
Irak.
Después de la guerra y sacar a Hussein del poder, la ONU recibe un nuevo
golpe: Estados Unidos dispuso que la organización no participara en ninguno de
los aspectos de la reconstrucción de Irak, ni en su reconstrucción política ni en la
material. Y esto se puede ver claramente en las declaraciones de Condoleezza
Rice, la asesora de seguridad nacional del presidente de Estados Unidos en ese
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entonces, quien dijo que “las fuerzas encabezadas por su país -y no Naciones
Unidas- tendrán un papel preponderante en Irak después de la guerra.” (BBC,
2003)
Además declaró expresó que aún no habían decidido el papel específico
que tendrá en el futuro de Irak. (BBC, 2003). Claramente se ve el papel limitado
por Estados Unidos que tuvo la ONU en ese conflicto, y nos deja a reflexión la
duda de si no es de esa manera cómo funcionan los asuntos en las Naciones
Unidas.
Víctor Flores Olea, politólogo mexicano de gran trayectoria, en relación a
este asunto ha opinado en su artículo La demolición de la ONU:

La ONU ha dejado de ser un factor decisivo en la configuración


política del mundo. El hecho es que su papel ha sido
dramáticamente reducido. ¿Podrá reponerse de esta marginación que
se le ha impuesto de los hechos fundamentales de la política
internacional? (Flores, 2003)

II. ¿Es factible un mundo sin la ONU?

Se ha hecho ya recurrente el cuestionamiento de la Organización de la


Naciones Unidas como ente regulador indispensable para la paz y la seguridad de
los países del mundo. Muchas son las visiones a favor y en contra de la existencia
de esta institución y, de la misma manera, se puede notar un asentimiento general
con la idea del fracaso de ésta.
La cuestión que debe ser planteada es si esta organización de 63 años, ya
que no es lo totalmente eficiente para cumplir los propósitos para los cuales fue
creada, debe ser reformada o si definitivamente debe ser disuelta. Analicemos
estos escenarios.
Los partidarios de una reforma ven aún la importancia de las Naciones
Unidas como organización indispensable para la paz mundial y evitar catástrofes
peores a las ya vividas. Ven sólo en una organización, en un “sistema de
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responsabilidad colectiva”, la prevención de los males. Tal es el caso del ex
presidente y político mexicano Ernesto Zedillo.
Zedillo piensa que es necesaria una reforma, pero no la eliminación de la
ONU. “Si es deficiente, hay que arreglarlo” dice en su artículo A world without
the UN. Defiende, además, la ONU culpando de sus fracasos a los países
miembros, puesto que la ONU, en su opinión, no tiene poder por sí misma para
resolver los problemas de paz y seguridad. En pocas palabras, no es Dios.
El ex presidente mexicano también estaba influenciado por la visión del
diplomático brasileño Sergio Vieira, quien antes de ser asesinado en Irak declaró,
parafraseándolo, que los Estados miembros de la ONU estropean sus propias
reglas, y sus políticas colectivas, y por consiguiente, es un error culpar a las
Naciones Unidas o a su secretario general. (Citado en Zedillo, 2005).
En resumen, estas visiones aunque piensan en reforma, piensan al mismo
tiempo en que la culpa no es de la ONU como institución, sino en sus integrantes
que no se apegan a la norma. Se tendría que aumentar el “carácter” y la
rigurosidad del ente.
Ahora bien, está la visión de reformar la ONU, pero aun más radicalmente,
tal y como está planteada, y crear otro ente, fuera de los Estados Unidos, que “sí
se apegue a los propósitos de paz, seguridad”, que sea realmente una organización
equitativa. Sin embargo, más que una reforma, esto sería una recreación (podemos
hablar de una disolución de la actual ONU).
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, es uno de los que propone estas
ideas. Es en el año 2005 cuando, en el mismo escenario de las Naciones Unidas,
Chávez la critica con la afirmación tajante de que “la ONU agotó su modelo y su
formato actual no sirve más”, es decir, no se apega a los cambios mundiales, se
quedó en el pasado. La acusa además de tener políticas imperialistas. Entre otras
cosas Chávez propuso:

 La ampliación del Consejo de Seguridad, reequilibrando la relación entre


países desarrollados y países en vías de desarrollo.

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 La reelaboración de las reglas de trabajo para favorecer la transparencia de
los procesos de decisiones.
 La supresión inmediata del derecho de veto, “un vestigio elitista
incompatible con igualdad y democracia”.
 El fortalecimiento de la figura y los poderes del secretario general para que
la guerra preventiva deje su lugar a la diplomacia preventiva.
 La fundación de una nueva ciudad, una ciudad internacional “que
reequilibre cinco siglos de desequilibrio”. Y para ello ofrece el territorio
de América Latina.
 La democratización de la ONU.

No obstante, en su discurso del año 2009 el presidente venezolano, dijo sentir


esperanza en el nuevo presidente de los Estados Unidos, aunque estos cambios
todavía no se hayan dado.
Hay también quienes piensan que la ONU si bien ha tratado de preservar la
paz mundial, no fue creada para tratar, sino para cumplir rotundamente los
objetivos para los cuales fue creada (Carotenuto, 2005). Es decir, no bastan las
buenas intenciones, sino la implementación de políticas contundentes que logren
la paz entre las naciones.
Esta especie de debilidad e ineficiencia de la ONU es comentada por un
periodista del diario judío El Reloj como sigue:

[…] la ONU ha seguido con ahínco el mismo camino que su caduco


predecesor, la Liga de Naciones, exhibiendo impotencia en
virtualmente cada actividad relativa a la seguridad colectiva, no
pudiendo así prevenir abyectamente las tragedias terribles en las que
millones murieron.

El prestigio de la ONU es otra de las cosas que pende de un hilo, la gran


cantidad de fracasos, su incapacidad para mediar, su parcialidad por los Estados
Unidos y otras potencias… Cada día más violaciones de derechos humanos,
declaraciones y amenazas de guerras, mantenimiento de dictaduras, desastres

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económicos, sociales, climático —y estamos hablando de una Organización que
se supone que debe ser reguladora, y no logra consensos.
Tal y como está en el presente la Organización de Naciones Unidas debe
reformarse. Debe volver, realmente, a sus propósitos iniciales presentes en su
Carta; pero, a la vez, debe cambiar: debe reforzar las relaciones entre los países
miembros, garantizar la igualdad, la objetividad y la justicia en la toma de
decisiones, permitir que las minorías alcen su voz y tengan un papel protagónico.
Finalmente, si imaginamos un mundo sin la ONU, debe parecerse un poco
al mundo que tenemos hoy, pero probablemente con una mayor sensación de
intranquilidad y de alerta constante, ya que aunque ineficiente, la sola existencia
de la ONU crea un efecto de sosiego. Es como el caso de los entes policiales:
siempre está la posibilidad de que actúen a tu favor; existen. Por otro lado, el
efecto de mayor libertad, de tener un obstáculo menos, que sentirán los sedientos
de guerra, tampoco beneficiará al mundo.
Aunque quizá, al no haber una ONU, esto ayude a despertar conciencias y
despertar la necesidad de la unión entre los hermanos del mundo, obligará a actuar
de manera efectiva y rápida: será imperativa la creación de una nueva
organización que se plantee y cumpla los objetivos de paz, que garantice la
seguridad del mundo… Pero aún tenemos la ONU, lo que nos hace volver al
punto de inicio: la inminente necesidad de su reforma, antes de que ya no se tenga
esta posibilidad.
En resumidas cuentas, se necesita una organización que una a las naciones
del mundo, una organización como está planteada en teoría las Naciones Unidas,
que busque consensos; pero también se necesita de miembros que respeten las
disposiciones a las que se llegan, de autoridades imparciales que respeten a las
minorías, que acepten que todos somos iguales y que ninguna cultura es superior a
otra... Una organización que más allá de intereses propios, vele por los intereses
de la humanidad en general, y que aunque sea imposible estar de acuerdo en los
medios para lograr un determinado objetivo, se den las condiciones para llegar a
acuerdos intermedios que beneficien a todos.

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CONCLUSIÓN

La Organización de las Naciones Unidas es una institución creada con los


más fuertes propósitos y principios para garantizar las relaciones de amistad y
tolerancia entre los pueblos del mundo.
Ha tenido logros importantes, pero ha tenido también intenciones, intentos
más que importantes que terminaron en fracasos trascendentes en la historia, en
desgracias, en desastres que no se pudieron evitar, que costaron millones de vidas
y que ponen en tela de juicio la credibilidad de la Organización.
Hay una responsabilidad compartida en los fracasos de este ente
supranacional: tanto países miembros como dirigentes de la ONU deben cooperar
para mejorar la institución, acordar trabajar en una reforma, cambiar visiones,
políticas, adaptarse a los cambios que estamos viviendo hoy en día, cambios
climáticos, cambios tecnológicos, el nuevo orden mundial… En fin, la ONU debe
reinventarse y recrear su agenda internacional, de lo contrario se podría convertir
en una organización elitista, condenada a una paulatina desaparición.
En definitiva, muchas son las cosas que deberán cambiar. Los no tan
alentadores pronósticos sobre el futuro de las Naciones Unidas constituyen uno de
esos enigmas que sólo la historia podrá descifrar algún día.

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