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Este texto analiza los Contratos Mercantiles. Es importante considerar que cada contrato tiene una
importancia en el ámbito jurídico comercial, ya que la existencia de estas instituciones jurídicas
ayuda a que las partes tengan derechos y obligaciones exigibles.
Tomemos en cuenta también que entendemos por contrato. Dentro de los actos jurídicos destaca
la figura del contrato, al que siendo una especie del genero convenio, podemos definir diciendo
que es el acuerdo de voluntades para crear o transferir derechos y obligaciones , en tanto que en
el convenio en la conjunción de las voluntades incluye tan bien la modificación y la extinción de los
derechos y obligaciones.
Cada uno de nosotros requiere para desenvolvernos en nuestra profesión, adquirir conocimientos
los cuales nos ofrezcan herramientas para realizar determinadas labor. Es por tanto, que esta
investigación de carácter documental, por lo cual la utilizaremos como una ayuda imprescindible.
Un contrato, un acuerdo privado, oral o escrito, entre partes que se obligan sobre materia o cosa
determinada, y a cuyo cumplimiento pueden ser compelidas. Es un acuerdo de voluntades que
genera derechos y obligaciones para las partes. Por ello se señala que habrá contrato cuando
varias partes se ponen de acuerdo sobre una manifestación de voluntad destinada a reglar sus
derechos.
Las partes en un contrato son personas físicas o jurídicas. En un contrato hay dos polos o extremos
de la relación jurídica obligacional, cada polo puede estar constituido por más de una persona
revistiendo la calidad de parte.
El contrato, en general, tiene una connotación patrimonial, y forma parte de la categoría más
amplia de los negocios jurídicos. La función del contrato es producir efectos jurídicos.
Es un acto jurídico bilateral destinado a originar obligaciones, produce efecto jurídico y existe un
acuerdo de voluntades entre las partes de la cual nacen obligaciones. Aunque el contrato está
destinado a producir efectos dentro del campo patrimonial, se dice que también los puede
producir en el campo moral.
La Capacidad
El Consentimiento
El objeto Lícito
La Causa Lícita
El contrato es una especie del convenio que produce o transfiere derechos y obligaciones, así que
podemos afirmar que el contrato mercantil es el acuerdo de dos o más voluntades para crear o
transferir derechos y obligaciones de naturaleza mercantil en la cual existe, en una de las partes, la
presencia de un comerciante, ya que su fin es la industria o el comercio o por el carácter mercantil
del objeto sobre el que recae, es decir, es un negocio jurídico bilateral que tiene por objeto un
“acto de comercio.
Un “acto de comercio” es todo aquél acto regulado en el Código de Comercio, o cualquier otro
análogo. Un negocio jurídico puede ser considerado un “acto de comercio” en función de la
condición de las partes que intervienen en él (si son comerciantes o no), en función de su objeto
(si tiene un objeto que el Código de Comercio reputa mercantil, o no), o en función de los dos
criterios tomados conjuntamente.
Algunos de los negocios que acompaña este acto son la agencia mercantil, la consignación, el
mandato. Se debe constar por medio de un documento escrito público o privado.
Ineficacia: Se entiende como ineficaz de pleno derecho el acto jurídico que no produce efectos, sin
necesidad de declaración judicial.
Cuando se haya celebrado sin las solemnidades que la ley exija, un ejemplo, tenemos una
compraventa sobre un inmueble en documentos privado. Tampoco requiere de la declaración
judicial.
Nulidad: el código de comercio se refiere a varias clases de nulidad:
Absoluta: omisión de cualquier requisito respecto a la especie del acto, contrato o calidad.
Relativa: la acción no corresponde sino a las personas en cuyo beneficio la ha establecido la ley.
Cuando el vendedor se reserva el dominio de la cosa vendida, puede se mueble o inmueble, hasta
que el comprador haya pagado la totalidad del precio. El comprador sólo adquirirá la propiedad
del bien con el pago de la última cuota del precio, pero tendrá derecho al reembolso de la parte
pagada, en caso de que el vendedor obtenga la restitución del bien. La reserva de dominio de
bienes inmuebles sólo producirá efectos frente a terceros a partir de la fecha de inscripción del
respectivo contrato en la oficina de registro de instrumentos públicos. La reserva de dominio de
muebles singularizables e identificables y no fungibles, sólo producirá efectos en relación con
terceros a partir de su inscripción en el registro mercantil, los automotores se regirán, por las
normas que regulan la materia.
Evita que el distribuidor de mercancías registre pérdidas por no vender mercancías que han
pasado de moda o que no logran penetrar en el mercado. Permite que una persona llamada
consignatario contraiga la obligación de vender a otra llamada consignante, previa la fijación de un
precio que aquel debe entregar a este. Estas mercancías no pueden ser embargadas ni
secuestradas por los acreedores.
Aleatorios: cuando los provechos y los gravámenes dependen de una condición o término, de tal
manera que no pueda determinarse la cuantía de las prestaciones en forma exacta, sino hasta que
se realice la condición o termino.
Contratos reales y consensuales: Los contratos reales son aquellos que se constituyen por la
entrega de la cosa. Entre tanto no exista dicha entrega, solo hay un ante contrato, llamado
también contrato preliminar o promesa de contrato.
Contratos formales y consensuales: Otra clasificación muy importante, por las consecuencias que
tiene en cuanto a la validez y nulidad de los contratos, es la que los distingue en solemnes,
formales o consensuales. Esta materia relativa a la formalidad o solemnidad la estudiamos ya al
tratar los elementos de validez de contrato; pero ahora, para definir, diremos que son contratos
formales a aquellos en los que el consentimiento debe manifestarse por escrito. Con un
requisito validez, de tal manera que si no se otorga en escritura pública o privada, según el acto,
el contrato estará afectado de nulidad relativa. Por consiguiente, el contrato formal es susceptible
de ratificación expresa o tacita; en la expresa se observa la forma omitida; en la tacita se cumple
voluntariamente y queda purgado el vicio. El contrato consensual en oposición al formal, es aquel
que para su validez no requiere que el consentimiento se manifieste por escrito y, por lo tanto,
puede ser verbal, o puede tratarse de un consentimiento tácito, mediante hechos que
necesariamente lo supongan, o derivarse del lenguaje mímico, que es otra forma de expresar el
consentimiento sin recurrir a la palabra o a la escritura.
Contratos principales y contratos de garantía o accesorios: Los principales son aquellos que existen
por sí mismos, en tanto que los accesorios son los que dependen de un contrato principal. Los
accesorios siguen la suerte de los principales porque la nulidad o la inexistencia de los primeros
originan a su vez, la nulidad o la inexistencia del contrato de accesorios.
La anticresis: Es un contrato en virtud del cual un deudor entrega al acreedor un bien inmueble
para que con los frutos de éste produzca se pague la obligación. Entonces la anticresis es a la vez
que un contrato, una forma de pago, porque es un contrato para pagar. La entrega del bien se
hace para que con el producido de él se extinga la obligación. En esta clase tenemos como ejemplo
de estos bienes: Casas, apartamentos, edificios.
Suministro: Contrato por el cual una parte se obliga, a cambio de una contraprestación, a cumplir
en favor de otra, en forma independiente, prestaciones periódicas o continuadas que pueden ser
bienes o servicios. Es común que lleve una cláusula de preferencia, que consiste en que la parte
que percebe el suministro se obliga a preferir al proveedor. Como ejemplo tenemos: Los
suministros de comida, energía, enseñanza y conservación de animales.
Aleatorio: Es aquel en el que dos personas estipulan obligaciones recíprocas vinculadas a un hecho
incierto del cual va desprenderse la utilidad o la pérdida indistintamente para ambos o cada uno
de ellos. En este caso tenemos como ejemplo: Los contratos de seguro. Las rifas, las apuestas y la
lotería.
El transporte: El transporte es un contrato por medio del cual una de las partes se obliga para con
la otra, a cambio de un precio, a conducir de un lugar a otro, por determinado medio y en plazo
fijado, personas o cosas y a entregar éstas al destinatario. Se perfecciona por el acuerdo de las
partes y se prueba conforme a las reglas legales. Como ejemplo tenemos: Las empresas de
domicilios motorizadas. Copetrán y Avianca.
Seguro: Estos contratos tienen fines específicos como prevenir y disminuir las consecuencias
dañosas de ciertos riesgos, o sea acontecimientos fortuitos que lesionan los bienes o ciertos
derechos de las personalidades de los seres humanos. Se perfecciona desde el momento en que el
asegurador suscribe la Póliza. Tiene las características de los contratos aleatorios, bilaterales,
condicionales, solemnes, onerosos y de tracto sucesivo. En general, los seguros recaen sobre tres
clases de derechos subjetivos: El derecho de propiedad en todas sus variedades, los de
responsabilidad y sobre los derechos humanos. Los elementos esenciales de este contrato son: El
interés asegurable, el riesgo asegurable, la prima o precio y la obligación condicional. Tenemos
como ejemplos: los seguros de vida, los seguros contra incendios, de automóviles, contra
catástrofe, etc.
Fiducia mercantil: La fiducia mercantil es un negocio jurídico en virtud del cual una persona,
llamada fiduciante o fideicomitente, transfiere uno o más bienes especificados a otra, llamada
fiduciario, quien se obliga a administrarlos o enajenarlos para cumplir una finalidad determinada
por el constituyente, en provecho de éste o de un tercero llamado beneficiario o fideicomisario.
Una persona puede ser al mismo tiempo fiduciante y beneficiario.
Los contratos fiduciarios: Son los acuerdos que celebra la fiduciaria con cada uno de sus clientes
para dar nacimiento a los negocios fiduciarios. Existen dos clases de Contratos fiduciarios como
son: La Fiducia Mercantil y el contrato de encargo fiduciario. Mediante la fiducia mercantil el
fideicomitente se desprende de la propiedad de los bienes que entrega, sacándolos de su
patrimonio. Estos bienes conforman un patrimonio autónomo, que es administrado por la
sociedad fiduciaria.
Mandato mercantil: Es un contrato por el cual una parte se obliga a celebrar o ejecutar uno o más
actos de comercio por cuenta de otra. El mandato puede conllevar o no la representación del
mandante. El mandato consta de dos partes:
El Mandatario, que se obliga a celebrar o ejecutar los actos de comercio por cuenta del mandante.
Comisión: Es una especia de mandato por el cual se encomienda a una persona que se dedica
profesionalmente a ello, la ejecución de negocios en nombre propio o por cuenta ajena. La
Comisión es un mandato sin representación, en el que las partes se denominan Comitente que
ejecuta los negocios y Comisionista quien recibe el encargo pero actúa a nombre del Comitente.
Como Ejemplo tenemos: Las bolsas de valores, ventas de bienes raíces.
Corretaje: Se define como aquel que en virtud del cual una de las partes (corredor) se
compromete a indicar a otra (comitente) las oportunidades de celebrar un negocio jurídico, o a
servirle de intermediario de este negocio a cambio de una comisión. Tiene como característica
principal que es unilateral, ya que el corredor no se compromete. Como ejemplo tenemos: Las
oficinas de seguros, las inmobiliarias.
Factoring: Es un acuerdo por el cual, una empresa comercial denominada cliente, contrata con una
entidad financiera denominada Compañía de Facturación, para que ésta le preste un conjunto de
servicios en los que incluye principalmente la financiación de sus créditos con sus clientes,
asumiendo el riesgo del cobro a cambio de una contraprestación. Como ejemplo tenemos: las
facturas de compraventa, las letras de cambio,
Concesión: Los celebran las empresas con el objeto de otorgar una persona llamada concesionario
la prestación de un servicio o producto, así como todas aquellas actividades necesarias para la
prestación de una obra o servicio por cuenta del concesionario y bajo el control de la entidad
concedente a cambio de una remuneración. Como ejemplo están: Los espacios que arriendan en
los supermercados para la venta de ciertos productos.
Reporto: Es aquel en el cual una persona vende título de crédito o de inversión a otra, la cual se
obliga a transferirle dentro de un plazo títulos de la misma especie a cambio de un precio, la
función es permitir a quien posee los título (reportado) que no pierda su dominio a quien los
adquiere (reportador) obtener utilidades, recuperando el valor que pago por estos. Son conocidos
como operaciones repo negociados en la bolsa de valores.
Futuros o forward: Contrato en el cual las partes se obligan a comprar o vender ciertos activos en
un fecha futura, acordando la cantidad, precio y fecha en que se ejecutará el contrato. Son
comunes en las materias primas, las cuales buscan asegurar frente a los aumentos y bajas en los
precios y sobre las divisas que cubren por adelantado los riesgos de cambio comprando o
vendiendo moneda extranjera. Ejemplo: las cosechas como el algodón y el trigo.
Underwriting: Contrato en virtud del cual una sociedad comisionista de bolsa o entidad financiera
se compromete colocar al público los títulos emitidos por una sociedad. Se pueden presentar
comúnmente en sociedades anónimas, pero existen normas que permiten bonos a las
comanditarias por acciones, de responsabilidad limitada y otras entidades como cooperativa y sin
ánimo de lucro. Tiempo compartido turístico: Aquel contrato mediante el cual una persona natural
o jurídica adquiere, a través de diversas modalidades, el derecho a disfrutar y disponer a
perpetuidad o temporalmente una unidad mobiliaria turística o recreacional por período de
tiempo cada año, normalmente una semana. Para su validez es necesario el carácter previo del
promotor de inscripción en el registro nacional de turismo. Ejemplo: Los Resorts y Las Cabañas en
conjuntos privados.
La compraventa es un contrato en virtud del cual una de las partes se obliga a dar una cosa y la
otra a pagarla en dinero. Aquélla se dice vender y ésta comprar. El dinero que el comprador da por
la cosa vendida, se llama precio.
Este contrato es el que tiene mayor importancia entre los de su clase porque se trata del contrato
tipo traslativo de dominio y, además, porque constituye la principal forma moderna de adquisición
de riqueza; es decir, tanto en su función jurídica como económica, debe merecer un estudio
especial.
Como contrato tipo de los traslativos de dominio, aplicaremos sus reglas principales a la permuta;
sufrirán estas modificaciones esenciales en la donación; también recurriremos a la compraventa
para explicar ciertas especialidades del mutuo, de la sociedad, de la transacción y de la renta
vitalicia.
Por otra parte, la compraventa constituye el medio primordial de adquirir el dominio. Las formas
de adquisición del dominio están representadas por el contrato, la herencia, la prescripción, la
ocupación, la accesión, la adjudicación y la ley. El contrato es en el derecho moderno la forma
principal de adquirir la propiedad dentro de los contratos traslativos de dominio.
La compraventa en el derecho latino moderno, que deriva del Código Napoleón, es un contrato
traslativo de dominio, que se define como el contrato por virtud del cual una parte, llamada
vendedor, transmite la propiedad de una cosa o de un derecho a otra, llamada comprador,
mediante el pago de un precio cierto y en dinero.
Compraventa con reserva de dominio: Es aquella en que la transferencia del dominio queda sujeta
a una condición suspensiva que puede consistir en el pago del precio o cualquier otra lícita. No es
reconocida por todos los ordenamientos jurídicos.
Compraventa a plazo (en abonos): Es aquella en que el vendedor, por un lado, realiza la
transferencia de la propiedad, y por otro el comprador, se obliga a realizar el pago fraccionado en
un determinado número de cuotas periódicas.
Compraventa (al gusto): Es aquella que está sometida a la condición futura e incierta de superar
una prueba o degustación que permita averiguar si la cosa posee la calidad expresa o tácitamente
convenida.
Compraventa con arras. Esta es un acuerdo, mediante el pago de una compensación económica de
una suma de dinero, conocida como arras.
Compraventa con garantía hipotecaria: Es aquel que se realiza cuando el comprador adquiere un
bien mueble o inmueble y en el mismo acto está adquiriendo e hipotecando. Se hace ante la fe de
un notario público y para que se pueda realizar la compraventa en esta modalidad el bien no debe
tener ningún gravamen, esto se debe demostrar con un certificado que expide el Registro Público
de la Propiedad y Comercio del Estado en donde se esté realizando el contrato.
2.1. Características
Es Conmutativa.- En sus dos sentidos salvo que sea compra-venta de bienes futuros o ajenos.
Equivalencia del bien y el precio.
Es un contrato con prestaciones recíprocas.- Las partes son acreedoras y deudoras al mismo
tiempo.
2.2.1. La Permuta
En la compra-venta el vendedor se obliga a entregar el bien y el comprador a pagar el precio. En la
permuta hay intercambio de bienes. Originalmente, primero fue la permuta (trueque); al aparecer
el dinero, la compra venta pasa a ser más importante. En ambos casos hay obligación de
transferencia de la propiedad, pero puede ser que la parte del precio se paga en dinero y de
acuerdo con la intención manifiesta de los contratantes, independientes de la denominación que
se le dé. Si no consta la intención de las partes, el contrato es de permuta cuando el valor del bien
es igual o excede al del dinero, mientras que el de compra-venta es menor.
2.2.2. El Arrendamiento
Comprador: Es la persona física o jurídica que se compromete a pagar una cosa a cambio de un
precio cierto expresado en dinero o símbolo que lo represente. Este contrato en el orden general,
determina en el Art.1650 c.c., la primera obligación del comprador, al decir: “La obligación
principal del comprador, es pagar el precio el día y en el lugar convenido en la venta”. Este
compromiso aunque parece único, es complejo por lo cual propio para un examen más detallado.
Vendedor: Es la persona física o jurídica que se compromete a entregar la cosa, igual que en el
caso anterior tiene que tener capacidad jurídica. Las obligaciones se reducen a la entrega y
garantía contra los vicios ocultos de la operación. Así lo confirma el Art.1603 c.c.: “Existen dos
obligaciones principales: la de entregar, y la de garantizar la cosa que se vende”. El vendedor tiene
el deber y la obligación, al concluir la venta, de hacer entrega de los bienes o de los derechos
definitivos que existen sobre estos.
Elementos Reales:
La cosa: objeto material, en oposición a los derechos creados sobre él y a las prestaciones
personales. Son bienes o derechos que estén dentro del comercio.
El precio: significa valor pecuniario en que se estima algo, valor que se pide por una cosa o
servicio. No es preciso que esté establecido en el momento de perfeccionar el contrato, ya que
puede ser establecido posteriormente sin necesidad de realizar un nuevo contrato.
Formales: regularmente los contratos de compraventa no se otorgan por escrito, ya que la ley no
requiere tal formalidad; sin embargo, en la práctica es habitual que el consentimiento se plasme
en un documento privado que sirva de prueba. Hay excepciones en diferentes ordenamientos
jurídicos, por ejemplo para el caso de bienes inmuebles, o ciertos otros contratos que se obligan a
realizar por escrito, expresa o tácitamente.
De validez: la capacidad, en donde el principio general dice que toda persona capaz de disponer de
sus bienes puede vender y toda persona capaz de obligarse puede comprar; y el consentimiento,
que se refiere a que haya un acuerdo de las partes que recaiga sobre el precio y la cosa.
Bienes susceptibles de compraventa.- pueden venderse los bienes existentes o que pueden existir,
siempre que sean determinados o susceptibles de determinación y cuya enajenación no esté
prohibida por la ley.
Pueden venderse los bienes existentes o que puedan existir, siempre que sean determinados o
susceptibles de determinación y cuya enajenación no esté prohibida por la ley.
Si cuando se hizo la venta había perecido una parte del bien, el comprador tiene derecho a
retractarse del contrato o a una rebaja por el menoscabo, en proporción al precio que se fijo por el
todo.
En la venta de un bien que ambas partes saben que es futuro, el contrato está sujeto a la
condición suspensiva de que llegue a tener existencia.
Si el comprador asume el riesgo de la cuantía y calidad del bien futuro, el contrato queda
igualmente sujeto a la condición suspensiva de que llegue a tener existencia.
Empero, si el bien llega a existir, el contrato producirá desde ese momento todos sus efectos,
cualquiera sea su cuantía y calidad, y el comprador debe pagar íntegramente el precio.
En los casos de los artículos 1534 y 1535, si el comprador asume el riesgo de la existencia del bien,
el vendedor tiene derecho a la totalidad del precio aunque no llegue a existir.
El contrato por el cual una de las partes se compromete a obtener que la otra adquiera la
propiedad de un bien que ambas saben que es ajeno, se rige por los artículos 1470, 1471 y 1472.
Articulo 1538º.- Conversión del compromiso de venta de bien ajeno en compra – venta
En el caso del artículo 1537, si la parte que se ha comprometido adquiere después la propiedad
del bien, queda obligada en virtud de ese mismo contrato a transferir dicho bien al acreedor, sin
que valga pacto en contrario.
La venta de bien ajeno es rescindible a solicitud del comprador, salvo que hubiese sabido que no
pertenecía al vendedor o cuando este adquiera el bien, antes de la citación con la demanda.
En el caso del artículo 1539, si el bien es parcialmente ajeno, el comprador puede optar entre
solicitar la rescisión del contrato o la reducción del precio.
En los casos de rescisión a que se refieren los artículos 1539 y 1540, el vendedor debe restituir al
comprador el precio recibido, y pagar la indemnización de daños y perjuicios sufridos.
Debe reembolsar igualmente los gastos, intereses y tributos del contrato efectivamente pagados
por el comprador y todas las mejoras introducidas por este.
Los bienes muebles adquiridos en tiendas o locales abiertos al público no son reivindicables si son
amparados con facturas o pólizas del vendedor. Queda a salvo el derecho del perjudicado para
ejercitar las acciones civiles o penales que correspondan contra quien los vendió indebidamente.
Los bienes deben existir al momento que se celebra el contrato o deben ser susceptibles de existir
(bienes futuros). Si al momento de celebrarse en el contrato el bien no existe, el contrato es nulo
por falta de objeto. En el caso de que parte de él haya desaparecido en el momento de celebrarse
el contrato se reduce el precio del bien. Los bienes deben estar dentro del comercio de los
hombres, físicamente posibles. La venta de bienes futuros está sujeta a una condición suspensiva,
la cual significa que el contrato tendrá valor si la cosa llega a existir totalmente.
Venta de bienes ajenos.- Es posible que se vendan bienes ajenos si el comprador conocía de la
situación, si no fuera así, el comprador tendría derecho al saneamiento por evicción. Si el
comprador adquiere un bien del vendedor, siendo este bien ajeno no podrá si:
Establece que el tercero reivindique el bien para pedir el saneamiento por evicción.
Demandar la rescisión del contrato que se produce por causal existente al momento de la
celebración del contrato.
Si el comprador conocía que el bien era ajeno, estaba celebrando el acto con riesgo. (Art. Del 1541
del CC. Establece los efectos de la rescisión.- Se disuelve con efectos con efectos retroactivos; las
cosas vuelven al estado en se encontraban en el momento inmediato anterior al contrato pactado,
el comprador debe pagar el bien y el vendedor recibirá lo que ha pagado. La indemnización por
daños y perjuicios (Art. 1542) dice que el adquiriente no puede ser ovacionado o despojado del
bien si la compra está respaldada con su respectiva factura y si se realizó de buena fe, el vendedor
propietario no podrá recuperar el bien, pero puede demandar la indemnización por daños y
perjuicios al que se apropió indebidamente del bien que era suyo. También puede ejecutar las
acciones penales correspondientes. Aquí hay contradicción en el Art. 68 del Código Penal que dice
que la restitución se hará con la misma cosa aunque se halle en poder de terceros, salvo el
derecho de esta, si fuese culpable para reclamar su valor (ya no la cosa) contra quien corresponda
la norma penal por ser pública prima sobre la Ley Civil de carácter privado.
El Precio.- Sólo se podrá dar en dinero. Deberá ser fijado de mutuo acuerdo y no por la sola
voluntad de una parte. Sin embargo el precio puede ser fijado por un tercero a lo cual no podrá ser
anulado, salvo que se apruebe que está actuando de mala fe para beneficiar a una de las partes
(Art. 1543-1544) puede ser fijado en moneda nacional, extranjera o al tipo legal al momento de
efectuarse el pago (Art. 1237).
Si no hay precio, no hay compra venta. Lo establecerá normalmente el vendedor (Art. 1547).
Cuando el precio se fija por eso, a falta de acuerdo debe entenderse que el precio se refiere al
precio neto, es decir, al precio que tenga el bien sin envases y sin empaquetaduras (Art. 1548).
Entregar la cosa. El vendedor se obliga a entregar la cosa al comprador, con el fin de que este
adquiera su propiedad.
Modo de su cumplimiento.
En primer lugar, el vendedor debe efectuar la entrega en el momento o plazo convenido y, si nada
se pactó expresamente, debe tenerla a disposición del comprador dentro de las 24 horas
siguientes a la realización del contrato.
Por lo que se refiere al modo de la entrega, ésta podrá realizarse mediante la entrega material de
la cosa vendida al comprador o poniendo ésta a su disposición, sin embargo, el cumplimiento de
entregar la cosa por parte del vendedor no podrá ser exigida por el comprador si no ha pagado el
precio pactado y ofrece pagarlo simultáneamente (en el momento de la entrega).
Por último indicar que el mero retraso en la entrega de la cosa vendida, equivale al
incumplimiento total.
Transmisión al comprador del riesgo de la cosa vendida (que se pierda, se estropee, etc.): El riesgo
sólo pasa al comprador desde que el vendedor ha entregado la cosa o la ha puesto a su
disposición.
Saneamiento: El vendedor queda obligado a garantizar al comprador la posesión legal y pacífica de
la cosa vendida y los posibles vicios o defectos que ésta tuviese. Por lo tanto el vendedor responde
ante el comprador en los siguientes casos:
Por evicción: Se produce cuando el comprador ve alterada la posesión legal y pacífica de la cosa
adquirida, cuando se le priva por sentencia firme, y en virtud de un derecho anterior a la compra,
de la cosa comprada.
Por vicios o defectos: Todo vendedor, además, está obligado a garantizar al comprador los vicios o
defectos de cantidad o calidad de que adolezcan las cosas vendidas y entregadas y por lo tanto
responder por ellos.
Entregar el bien.
Responder a la evicción.
Pago del precio convenido: Que deberá realizarse en el tiempo y lugar pactado o, en su defecto, en
el tiempo y lugar en que se hace la entrega. En el comercio el precio convenido comprende a veces
simplemente el valor de las mercancías, mientras que en otros casos, se le añade el coste del
transporte hasta el lugar de destino e, incluso, el coste del seguro.
Por otra parte, el pago puede realizarse al contado o a plazos; recibir la cosa comprada: El
comprador está obligado a recibir o retirar la cosa en el lugar y momento adecuado. No obstante
cuando las mercancías tengan vicios o defectos de cantidad o calidad o si se pretende su entrega
por el vendedor una vez transcurrido el plazo para la misma, el comprador puede negarse a
recibirlas sin incumplir su obligación.
Esta obligación es la fundamental del comprador y el precio que se paga debe reunir las
características que exige el Código Civil, es decir, ha de ser un precio verdadero, determinado y
consistente en dinero o signo que lo represente.
En materia del pago del precio es conveniente diferenciar el pago normal del precio y el pago
extraordinario que tiene que ver con que junto al precio se abonen una serie de cantidades que las
partes convengan.
Respecto de la obligación del pago normal el Código de Comercio se limita a decir que, puestas las
mercancías a disposición del comprador y dándose éste por satisfecho o depositándose
judicialmente en los casos previstos en el art. 332 empezará para el comprador la obligación de
pagar el precio al contado o en los plazos convenidos.
A la vista de la regulación del Código de Comercio se da a entender que, salvo que las partes
estipulen lo contrario, la obligación de pagar el precio sigue de forma inmediata a la entrega de la
cosa, por lo que ha de entenderse que en caso de pretender efectuar un pago aplazado deberá
existir un pago especial entre las partes.
En la práctica comercial son frecuentes las cláusulas que deben completarse con los usos, que
suelen fijar las condiciones relativas tanto al modo como al momento y lugar del pago. A falta de
pactos de este punto, el pago debe hacerse en el momento y lugar en que se hace la entrega de la
cosa vendida al ser de aplicación el art. 1500 C.Civil con carácter subsidiario.
Para completar este asunto hay que decir que la Ley de Comercio Minorista establece que cuando
los comerciantes acuerdan con sus proveedores aplazamientos de pago que excedan de 60 días
desde la entrega y recepción, el pago deberá quedar instrumentado en un documento que lleva
aparejada ejecución. Con mención expresa de la fecha de pago que aparece en la factura. El
documento que se utiliza normalmente es un título cambiario como la letra de cambio.
Si el plazo acordado entre las partes supera los 120 días el vendedor podrá exigir que queden
garantizados los documentos señalados mediante un aval bancario o un se¬guro de crédito.
Por lo que se refiere al pago extraordinario, en ocasiones el comprador puede tener a su cargo
ciertos gastos que pueden incluirse o no en el precio. Para regular este aspecto hay que tener en
cuenta que en esta materia domina la disciplina contractual. Pero si no se establecen pactos debe
entenderse, por aplicación de lo dispuesto en el Código de Comer¬cio, que los gastos que origine
el retiro y extracción de la mercancía fuera del lugar de la entrega corren a cargo del comprador.
Junto a estas normas generales de Código de Comercio en el tráfico, se han tipifi-cado una serie de
cláusulas que tienen distinta finalidad:
1.- Un grupo de ellas tienden a señalar directamente que el comprador está libre de todo gasto
hasta un determinado momento; en este sentido nos encontramos con las cláusulas F.O.B. Free
On Board, o también las de franco-vagón, franco-camión o franco a bordo, señalan que en el
precio se incluyen todos los gastos hasta que las mercancías estén cargadas en el ferrocarril, barco
o camión, siendo los gastos de transporte y todos los gastos posteriores por cuenta del
comprador.
Esta franquicia del comprador puede llegar incluso hasta su propio estable-cimiento a través de la
cláusula “franco lugar de destino”.
2.- En otras ocasiones se detalla que en el precio van incluidos, junto al coste de la mercancía, la
prima de seguro y el precio del transporte, mediante la cláusula C.I.F. Cost Insurance Freight. Esta
cláusula indica la determinación del lugar de destino, lo que a veces incluso se indica de manera
expresa y normalmente son a cargo del comprador los gastos de descarga del medio de
transporte.
La obligación de pago por parte del comprador en la compra-venta mercantil es de 15 años, igual
que en la civil. El plazo de prescripción en aquellos supuestos que no caen bajo la normativa del
Código de Comercio será de 3 años.
La Ley de Consumidores prohíbe que repercutan sobre el consumidor los defectos o errores
administrativas, bancarios o de domiciliación de pagos que no le sean directa¬mente imputables.
Prohíbe hacer obligatoria la comparecencia personal del consumidor para realizar el pago.
2ª.- La Recepción:
El comprador debe facilitar la entrega de la mercancía por parte del vendedor haciéndose cargo de
ella. El alcance de esta obligación dependerá del lugar y del momento de la puesta a disposición
por parte del vendedor.
En este caso se producirá el devengo de intereses moratorios de forma automática, sin necesidad
de que lo solicite el acreedor. Esos intereses comenzarán a partir del día siguiente señalado para el
pago y el tipo aplicable para determinar la cuantía de los intereses será del 50 % superior al tipo
señalado para el interés legal.
Por otra parte, decir que el vendedor no está obligado a entregar la cosa si no recibe el dinero,
siempre que no se haya pactado un plazo para el pago del precio.
Este derecho se configura como un derecho de retención de la mercancía y está en el art. 1466
C.Civil.
Además de este derecho de retención, el vendedor tiene un derecho real sobre la mercancía
vendida que se encuentra en su poder, incluso aunque lo esté en calidad de depósito, que le
permite enajenar esa mercancía a un tercero, para obtener el pago del precio con los intereses de
demora. Este derecho se articula como una especie de prenda legal y se recoge en el art. 340 C.C.
Una vez que el vendedor ha entregado la mercancía y mientras ésta esté en poder del comprador,
el vendedor tiene un crédito por el importe del precio, un crédito al que se le otorga el carácter
preferente reconocido en el art. 1922 C.Civil.
Cuando sin justa causa el comprador retrasa el recibo de las mercancías. El vendedor podrá pedir
el cumplimiento del contrato o bien la resolución del mismo, teniendo en cuenta que las
mercancías deberán depositarse judicialmente.
Cuando el comprador demora hacerse cargo de los efectos comprados. El vendedor podrá solicitar
el depósito judicial.
En ambos casos, los gastos de depósito correrán por cuenta del comprador salvo que el retraso o
demora sean imputables al vendedor.
5. Conciliación
Este método tiene carácter adversarial, pues es un tercero neutral quien decide la cuestión
planteada, siendo su decisión, en principio, obligatoria.
El método no es aplicable a aquellos casos en los cuales un fiscal debe intervenir obligatoriamente
o situaciones en las que puede verse afectado algún interés público.
Se diferencian porque:
En el proceso de conciliación las decisiones las toman las mismas partes en conflicto.
En cambio en el arbitraje las decisiones las toman los árbitros.
Conciliación y arbitraje se diferencian por el origen del resultado, en la conciliación son las mismas
partes las que componen el conflicto por si mismos, diseñándola y construyendo la solución con la
asistencia de una tercero llamado conciliador.
En la conciliación, el conciliador no toma decisiones, sino asiste a las partes conciliantes para que
encuentren la solución al conflicto por si mismos, pudiendo proponer soluciones no vinculantes.
En cambio en el arbitraje, el árbitro decide, es el que toma decisiones vinculantes, el que resuelve
el conflicto, con carácter obligatorio para las partes.
Características:
es un acto jurídico a través del cual las partes recurren a un tercero para que les ayude a resolver
un conflicto.
es un mecanismo alternativo de solución de conflicto, ya que las partes pueden optar por la
conciliación, por el arbitraje o por ir al Poder Judicial.
la oralidad e inmediación están siempre presentes, pues el conciliador estará al lado de las partes
que han solicitado su actuación, las que se realizaran sin intermediarios. Es inimaginable un
proceso conciliador con escritos que van y vienen, pues la casi totalidad de negociaciones se
efectivizan mejor sin la presencia de documento alguno o de formalidad especifica.
ese tercero no propone, no decide, ni siquiera interpreta la norma en conflicto, menos hace
esfuerzo alguno para su aplicación. Se limita simplemente a señalar el camino posible de solución
de conflictos, pues en última instancia las partes se avendrán o no a las soluciones que ellos
mismo estimen conveniente.
trata de fomentar un acercamiento entre las partes con miras a demostrar que este es preferible a
su total inexistencia, propiciando que el dialogo posibilite la solución del conflicto.
carece de toda formalidad, es un acto informal por excelencia, por eso que se ha convertido en
una herramienta flexible por la amplia libertad conservada al conciliador; empero nada quita al
conciliador que tenga su propia metodología para lograr el éxito que se ha propuesto al iniciar su
labor conciliadora.
En esta fase el conciliador solicitara a cada parte, individual y sin interrupciones, manifieste su
visión del conflicto.
Redefinición del Conflicto: después de tomar nota de ambas versiones, el conciliador debe
proceder a redefinir el conflicto, es decir redibujarlo y elaborar una versión única objetiva.
Generación de Opciones: el conciliador solicitara a las partes, para que una por una, piensen y
efectúen el mayor numero de propuestas posible, las mismas que serán registradas, se
recomendara a las partes que generen como mínimo 3 opciones.
Estructuración del Acuerdo, Consulta y Ratificación: queda únicamente a cargo del conciliador el
diseño del acuerdo que será por escrito (acta de Conciliación), contendrá términos y condiciones
para su ejecución el plazo de cumplimiento, etc.
Suscripción del Acuerdo: una vez suscrito por un abogado el acuerdo el texto final será suscrito por
las partes.
La Negociación: es una ciencia y arte donde configura un proceso voluntario entre dos partes, en
razón de un conflicto en la cual sus resultados son en mutuo benefició, resolviendo la controversia
que los separa, sin necesidad a recurrir a otro método.
Tipos de Negociación:
Distributiva: es aquella en la cual lo que gana una parte, es lo que pierde la otra.
Causas del Conflicto: Recursos escasos, comunicación, valores, necesidades humanas básicas,
estructura social, ideología.
es una diferencia entre partes que pueden ser semejantes, equivalentes o diferentes.
es un proceso.
6. El arbitraje comercial
6.1. Introducción
Toda relación humana está expuesta a conflictos de múltiples índole en el que están en juegos
diversos.
A medida que el hombre ha ido evolucionando ha tratado de encontrar diversos medios para
solucionar sus diferencias, hasta llegar al ordenamiento jurídico para garantizar condiciones de
vida y normas de conducta dentro de la sociedad, con el fin de mantener la fuerza y evitar la
violencia como métodos orientados a la administración de justicia, a través de un tercero imparcial
que dirima sus confrontaciones.
Platón enseña que “el mayor bien para el estado, no es la guerra ni la sedición sino la paz y la
buena inteligencia entre los ciudadanos. Pero como la existencia de intereses contradictorios
forman parte de la naturaleza del grupo, el estadista ha debido crear sistemas que ponga remedio
a los disensos, obligando a los miembros a observar cierras reglas y preventivo que en caso de
presentar desavenencias, un tercero zanje las disputas. Es indispensable que se establezcan
tribunales para cada sociedad y jueces que decidan sobre la marcha, las diferencias que se
susciten. Tribunal que estará compuesto por los jueces mas integro que se ha posible encontrar.
Un estado no sería estado si lo que concierne a los tribunales no estuviese arreglado como es
debido”.
El estado crea el derecho para justificar el carácter público de la entidad jurisdiccional, toda vez
que la imponer la obligación debe respetarla, lo que se traduce en una acción coercitiva de
imposición, así pues en las organizaciones sociales modernas el estado tiene la facultad de
promover los órganos que resolverán esas situaciones de conflictos que alteran el orden social,
para mantener la tranquilidad pública.
Surge entonces la jurisdicción, actividad destinada a restablecer el orden jurídico alterado por
conductas humanas al contrario de las normas establecidas.
Es una sentencia se aplica la imposición de una conducta especifica a las partes que están
obligadas a cumplirlas bajo amenaza de obtenerla en forma coactiva en caso de resistencia.
El arbitraje puede ser una de las formas a través de la cual las personas encuentren el acceso a una
justicia eficiente administrada por las mismas partes, dentro de su esfera de libertad y en el marco
de sus derechos disponible (Art. 58 y 62, constitución 1993).
Si bien es cierto que descongestionaría la pesada carga procesal. No podemos concebirla como un
competidor de la vía judicial sino más bien como una vía complementaria en el entendido que el
arbitraje no es válido para cumplir clases de litigio o bajo cualquier circunstancia.
Es regla general que en un litigio que verse sobre el orden público las partes no podrán recurrir al
arbitraje que es de competencia del poder judicial. Desde la producción de ciertas medidas
probatorias la ejecución forzosa del laudo, el arbitraje requiere la colaboración de los jueces. Es
más, si obtenido el laudo se presentan demoras o través en la etapa de la ejecución judicial en la
práctica, las deudas originalmente controvertidas y previamente reconocidas en el laudo,
quedaran diferidas en el tiempo. Por tanto debemos ser consientes que el arbitraje debe convivir
con la justicia en forma armónica, manteniendo una relación y un respeto mutuo entre ambos
sistemas.
El estado reconoce a las decisiones arbitrales el valor de la cosa juzgada posibilitando para su
cumplimiento los procedimientos de ejecución de sentencias.
El Art. 83 de la ley Nº 26572, prescribe que el “el laudo arbitral consentido o ejecutoriado tiene
valor equivalente a la de una sentencia y es eficaz y de obligatorio cumplimiento desde su
notificación a las partes. Si lo ordenado en el laudo no se cumple por la parte o partes a quienes
corresponda hacerlo, el interesado podrá solicitar su ejecución forzada ante el juez, especializado
en lo civil del lugar de la sede del arbitraje que corresponda”.
Debe tenerse presente que los árbitros no tienen el “imperium”, propio de los magistrados del
Poder Judicial, sin embargo los jueces tienen la obligación de hacer cumplir los laudos en las que
ha participado el árbitro.
6.3. Arbitraje
Es un proceso en el cual se trata de resolver extrajudicialmente las diferencias que surjan en las
relaciones entre dos o más partes, quienes acuerden la intervención de un tercero (arbitro o
tribunal arbitral) para que los resuelva.
De todas las instituciones antes mencionadas, el arbitraje es el que mayor aproximación tiene con
el modelo adversarial del litigio común.
A diferencia de la conciliación y mediación, el tercero neutral no ayuda ni colabora con las partes a
efecto de resolver el conflicto más bien impone una solución vía LAUDO ARBITRAL, que tiene
efectos de sentencia judicial.
Al arbitraje se llega generalmente en forma voluntaria a través de cláusulas mediante las cuales las
partes deciden someter determinadas cuestiones a ser resueltas por el árbitro en lugar de acudir a
la justicia ordinaria.
Nuestra constitución vigente (1993) en su Art. 138 establece “la potestad de administrar justicia
emana del pueblo y se ejerce por el. Poder judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo
a la constitución y a las leyes” y en su Art. 139 señala “no existe ni puede establecerse jurisdicción
alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral”. De igual modo el Art. 62
preceptúa” los conflictos derivados de la relación contractual solo se solucionan en la vía arbitral o
en la judicial, según los mecanismos de protección previsto en el contrato o contemplados en la
ley” finalmente en relación al propio estado, en la parte del Art. 63 dispone “el estado y las demás
personas de derecho público pueden someter las controversias derivadas de relación contractual a
tribunales constituidos en virtud de tratados en vigor. Pueden también someterlas a arbitraje
nacional o internacional en la forma en que lo disponga la ley”.
Como vemos la constitución al tiempo que garantiza el acceso a la justicia ordinaria, permite a los
particulares y aun al estado, a dejar de lado ese medio recurriendo al arbitraje como fórmula
alternativa.
Por lo demás el estado reconoce la decisión arbitral el valor de cosa juzgada, considerando para tal
efecto el procedimiento de ejecución de sentencia judicial, como expresamente señala el Art. 83
(ley general de arbitraje 26572) “el laudo arbitral consentido o ejecutoriado tiene el valor
equivalente a una sentencia y es eficaz y de obligatorio cumplimiento desde su notificación a las
partes. Si lo ordenado en él se cumple por la parte o partes a quienes corresponda hacerlo, el
interesado podrá solicitar su ejecución forzada ante el juez especializado en lo civil del lugar de la
sede del arbitraje que corresponda”.
Sin embargo a dudas el arbitraje no pretende reemplazar a los jueces ni mucho menos
desmerecerlos, antes bien complementan el papel que desempeñan dentro de la sociedad.
Dado el origen privado del arbitraje, es que las partes pueden designar el árbitro o tribunal
arbitral, según sea el caso.
Existen particularidades de la figura que admiten presentarlos conforme al sistema donde vayan a
insertarse.
El arbitraje voluntario proviene de la libre determinación de las partes, sin que preexista un
compromiso que los vincule.
El arbitraje forzoso en cambio viene impuesto por una cláusula legal o por el sometimiento
pactado entre las partes antes de ocurrir el conflicto.
A su vez la elección de la vía supone recurrir a árbitros libremente seleccionados o bien designar a
un organismo especializado (arbitraje institucionalizado).
La decisión (laudo) obliga peor no somete, es decir determina efectos que vinculan el derecho de
las partes, pero la inejecución no tiene sanción de árbitros. En todo caso son los jueces ordinarios
quienes asumen la competencia ejecutiva.
Es el acuerdo voluntario entre las partes para solucionar sus diferencias, que surgen de una
relación contractual o no contractual que sean o no, metería de un proceso judicial, sujeta a
requisitos generales establecidos en la legislación civil para la validez de los contratos.
La ley de arbitraje considera este principio en materia de convenio arbitral, exigiendo la forma
escrita, bajo sanción de nulidad. En la forma de una cláusula inserta en el texto del contrato, o
bajo la forma de un acuerdo independiente.
El objeto del convenio arbitral debe ser lícito y posible. La ley de arbitraje ha regulado las materias
susceptibles de someterse a arbitraje, como son las materias determinadas o determinables sobre
la que las partes tengan la libre disposición; exceptuándose las cuestiones que versen sobre el
estado o capacidad civil de las personas, ni las relativas a bienes o derechos de los incapaces, sin la
previa autorización judicial. Aquellas sobre las que ha recaído resolución judicial firme, salvo las
consecuencias patrimoniales provenientes de su ejecución.
En cuanto se refiere a las partes del proceso; las que interesan al orden público, o que versen
sobre delitos o faltas; sin embargo, cabe arbitrarse respecto a la cuantía de la responsabilidad civil,
cuando no ha sido fijada en resolución judicial firme.
En una palabra no son competentes los árbitros en las que esté interesado el orden público.
“Son aquellas divergencias producto de transacciones entre partes vinculadas por relaciones
comerciales duraderas, en las que además de resolver el conflicto puntual, es necesario mantener
la relación en términos que les permita seguir haciendo negocios en el futuro, o lo que se originen
en el comercio internacional, por la publicidad que el arbitraje ofrece en cuanto a elegir no solo la
persona de los árbitros, sino el lugar donde se llevara a cabo el juicio, el idioma, el procedimiento,
etc.”.
La eficacia del arbitraje radica en la validez de la decisión que emana del árbitro, en esa virtud el
laudo, está respaldado por la cosa juzgada y es factible de ejecución al igual que una sentencia
judicial.
A través del arbitraje las partes habrán sustituido el juicio de conocimiento y todo el tramite que
se requiere en la justicia para llegar a una sentencia, en menor tiempo, con menor costo con el
mismo resultado.
Arbitraje institucional
En este arbitraje intermedia entre los árbitros una entidad especializada que administra y organiza
el trámite y presta servicios útiles para resolver la controversia.
Se rige por un reglamento al que se someten las partes, sin embargo se valen de instrumentos
cada vez más ágiles, de modo de adecuar las reglas de las necesidades de los usuarios surgiendo
reglamentos de “arbitraje común” u otras variantes como “arbitraje acelerado”. Para optimizar la
duración del proceso de gran importancia para el tiempo como factor fundamental.
También hay otras formas Standard, para pactar el arbitraje, a través de modelos de convenio
arbitral y todos los servicios de rutina para posibilitar su arbitraje, como recibir y modificar las
demandas, fijar los honorarios de los árbitros y peritos, elegir los árbitros, resolver recusaciones
contra ellos, sustituirlos por vacancia o renuncia, fijar la sede del arbitraje o el idioma en que se
tramitaran las actuaciones y en general todo lo relacionado al proceso de arbitraje.
En el arbitraje libre o ad hoc no existe ninguna institución que administre el sistema: son las
propias partes las que suministran las normas sobre las que den actuar y todo lo necesario para
que el arbitraje proceda.
Así les proveen de los mecanismos de elección de los árbitros, indican el lugar, el idioma, los
procedimientos a aplicar, métodos de coerción en caso de incumplimiento, plazo para laudar y los
recursos pertinentes que cabrías contra el laudo.
La desventaja en este tipo de arbitraje está en que no habiendo intervenido una entidad que
preste el servicio administre el sistema e intermedie entre las partes, cualquier diferencia que
surja entre ellas será resuelta en sede judicial. Si las partes no se ponen de acuerdo, sobre el
árbitro tercero, si se produce una recusación contra un árbitro, se debe reemplazar, si procede
remplazarle al árbitro por renuncia, fallecimiento o irresponsabilidad al ejercer el cargo.
La elección de estos mecanismos debe ser puesta en conocimiento de las partes sobre sus
ventajas y desventajas.
Los árbitros se rigen por normas legales y deciden los asuntos litigiosos con arreglo al derecho
escrito.
En cambio el arbitro de conciencia puede dejar de lado la norma jurídica en el proceso mismo
como en la sustentación del laudo; es decir que resuelven de acuerdo a su criterio; sin embargo
esa discrecionalidad no es ilimitada puesto que debe respetar el principio elemental de garantizar
la defensa en juicio, en el debe tener en cuenta la equidad.
La ley da prioridad al arbitraje de conciencia, por cuanto contempla que en caso de no haber
pactado que el arbitraje sea de derecho, se tiene por entendido que es de conciencia (Art. 3,
párrafo 3, ley 26572).
La diferencia entre ambos estriba en que en el laudo de derecho, cabe apelación (Art. 60, párrafo
1, ley 26572), en los laudos de conciencia, no procede ningún recurso (Art. 60, último párrafo, ley
26572).
Esta calificación obedece cuando intervienen un estado o se vincula con más de uno:
La ley de arbitraje Nº 26572 Art. 91, define como arbitraje internacional cuando existen los
siguientes factores:
si las partes tiene al momento de celebrar el convenio arbitral domicilios en estados diferentes.
si uno de los lugares siguientes está situado fuera del estado en que las partes tienen sus
domicilios.
El lugar de arbitraje, si este ha sido determinado en el acuerdo de arbitraje o con arreglo a él.
La legislación nacional señala que el arbitraje puede ser derecho o de conciencia. Sobre este punto
corresponde exclusivamente a las partes convenirlo al momento de celebrar el convenio arbitral.
En caso de que no exterioricen su voluntad, se interpretará que el arbitraje será de conciencia.
Arbitraje de derecho: Se llama arbitraje de derecho, cuando los árbitros resuelven la cuestión
controvertida de conformidad con las leyes vigentes. Aquí los árbitros tienen que ser abogados.
El árbitro es la persona elegida por las partes para resolver una controversia, es por ello la parte
esencial del arbitraje mismo, todo el sistema gira en torno a él, desde que en su integridad moral y
buen criterio descansa la confiabilidad y la eficacia del arbitraje como mecanismo de resolución de
conflictos.
El árbitro debe reunir cualidades de idoneidad y experiencia, aplicando su criterio personal y buen
juicio, manteniendo la imparcialidad e independencia frente a las partes.
Según la ley puede ejercer como árbitro cualquier persona mayor de edad, en pleno ejercicio de
sus derechos civiles. Exigiendo la ley que el árbitro de derecho debe ser abogado, puede ser
nacional o extranjero. Cuando se designa a una persona jurídica como árbitro, se entiende que
actúa como entidad nominadora (Art. 20, ley 26572).
Los miembros de la Junta de Arbitraje no podrá ser persona directamente relacionadas con las
partes en conflicto, ni vinculadas con ellas por nexos familiares (4to. de consanguinidad y 2do. de
afinidad).
Postulación:
La postulación será acompañada de una declaración de los candidatos de que aceptan el cargo en
caso de ser elegidos, lo mismo se hará, de no haber acuerdo en la designación del tercer árbitro.
Toda designación debe ser notificada.
El artículo anterior contiene una disposición en cuanto al procedimiento para escoger los tres
miembros de la Junta de Arbitraje. Señala que los trabajadores escogerán a un miembro de una
terna que presente el patrono. Este a su vez, escogerá el segundo miembro de la terna que
presenten los trabajadores. El tercer miembro será escogido por los otros dos miembros elegidos.
En caso de que las partes no se pongan de acuerdo, el Inspector del Trabajo, lo decidirá en forma
sumaria.
En su aparte final la norma transcrita ordena que los árbitros designados o escogidos a la suerte
no estén relacionados con la industria u ocupación en que haya ocurrido la disputa. Con ello se
ratifica el criterio de que los miembros de las Juntas de Arbitraje tienen el carácter de verdaderos
jueces, susceptibles de ser recusados, como todo Juez, si está en tela de juicio su independencia
frente a cualquiera de las partes.
En consecuencia, aunque sea designado por una de las partes, él árbitro no es representante del
interés de quien lo nombra. La intervención de las partes para constituir la Junta de Arbitraje, en el
caso contemplado en el artículo 490 de la L.O.T., no tiene por objeto que acrediten representantes
suyos en la junta, sino darles garantías en cuanto a la objetividad e imparcialidad del arbitraje.
6.8.2. Impedimentos
Tienen impedimento los Magistrados, con excepción de los Jueces de Paz, los Fiscales, los
Procuradores Públicos y los Ejecutores Coactivos, el Presidente los Vice-Presidentes, los
Parlamentarios y miembros del Tribunal Constitucional, Oficiales Generales y Superiores de las
Fuerzas Armadas y Policía Nacional, salvo los profesionales asimilados, los Ex magistrados en las
causas que han conocido, el Contralor General de la Republica en procesos arbitrarios en que
participen las entidades bajo su control (Art. 26, ley 26572)
Conclusiones
Se llega a la conclusión de que resulta de gran importancia para los estudiosos de las Ciencias
Jurídicas el conocer de manera completa y profunda todo lo relativo a los contratos de Compra-
Venta, ya que, este posee una gran importancia entre los contratos de su clase, porque se trata del
contrato tipo traslativo de dominio y, además, porque constituye la principal forma moderna de
adquisición de riqueza; es decir, tanto en su función jurídica como económica, debe merecer un
estudio especial.
Es por tanto, que ellos constituyen la base de toda una gama de actuaciones jurídicas que se
presenta en la práctica y en el que hacer jurídico del contador, porque los días están repletos de
decisiones fundamentadas ya en el cumplimiento de contrato, ejecución de contratos, violación de
contratos, nulidades de actos de ventas, radiaciones de hipotecas.
Finalmente, queda la satisfacción de haber hecho un trabajo conciso y claro que nos ayuda a
comprender algo más de nuestra carrera como contadores, sobre la base teórica y se aclararon
varios aspectos prácticos relacionado con dicho tema.
Bibliografía
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Rubio Correa, Marcial. el título preliminar del código civil. 9na. Edición. Fondo Editorial Pontificia
Universidad Católica del Perú. Lima – Perú. 2008.
Conste por el presente documento, el contrato de Compra – Venta que celebran de un parte, don
MANUEL PALACIOS TELLO, identificado con DNI. No. 05641705,con domicilio en Calle Lima No. 920
– Piura, soltero, quien en adelante se la llamara EL VENDEDOR; y de la otra parte don JOSÉ RÍOS
FLORES, identificado con DNI. No. 04477726, domiciliado en Calle Ricardo Palma No. 354-
Urbanización Piura – Piura, soltero, a quien en adelante se le llamara EL COMPRADOR; en los
términos y condiciones siguientes:
PRIMERO.- Los vendedores son propietarios del inmueble sito en la Av. Chulucanas No. 1257-
Distrito, Provincia, Departamento, Región Piura; debidamente inscrito en la ficha No. 1258 del
Registro de la Propiedad Inmueble de Piura de la Región Grau. El área y los linderos de este
inmueble constan en la mencionada ficha registral.——————————————
QUINTO.- Las partes contratantes declaran que entre el bien que se vende y el precio pactado,
existe la justa y perfecta equivalencia, y que si hubiera alguna que al presente no perciben, se
hacen de ella mutua gracia y reciproca donación, renunciando a cualquier acción encaminada a
invalidar los efectos del presente contrato.
SEXTO.- EL VENDEDOR declara que sobre el bien materia de compra-venta, no pesan hipotecas,
cargas, gravámenes, ni medidas judiciales o extrajudiciales que limiten o restrinjan su derecho de
libre disposición.
SÉPTIMO.- El bien descrito en la cláusula primera y materia de este contrato esta en posición de el
Comprador, en calidad de Arrendatario, quien con la celebración de la presente venta, se
convierte en único y nuevo propietario del inmueble citado.
NOVENO.- Todos los gastos que ocasione el perfeccionamiento del presente contrato, incluyendo
los notariales y registrales serán cubiertos por ambas partes incluyendo los tributos y pago de
Alcabala, de ser exigibles.
Se firman dos ejemplares, uno para cada parte, de un mismo texto y a un solo efecto, a los diez
días del mes de abril del año dos mil cinco.
Entre:
De una parte, LILIANA REYES BISOÑO, dominicana, mayor de edad, soltera, titular de la Cédula de
Identidad y Electoral No. 031-9999999-3, domiciliada y residente en la ciudad de New York,
Estados Unidos de América y accidentalmente en el sector Los Jazmines de esta Ciudad de
Santiago de los Caballeros; quien en lo que sigue del presente acto se denominará: LA
VENDEDORA o por su propio nombre;——————————————
De la otra parte, LUZ DEL ALBA NÚÑEZ, dominicana, mayor de edad, soltera, titular de la Cédula de
Identidad y Electoral No. 031-5555555-3, domiciliada y residente en el sector de Los Jazmines de
esta Ciudad de Santiago de los Caballeros; quien en lo que sigue del presente acto se denominará
LA COMPRADORA o por su propio nombre: ———————————
“Dentro de la Parcela No. 10-Ref., del Distrito Catastral No. 9 del Municipio y Provincia de
Santiago, Sitio de Pontezuela, una porción que mide 510 (quinientos diez) METROS CUADRADOS,
LIMITADO: Al Norte, Calle 8; Al Sur, Solar No. 16; Al Este, Solar No. 12; y Al Oeste, Solar No. 10.¨
CLÁUSULA CUARTA: Para los fines y consecuencias legales del presente acto, las partes hacen
elección de domicilio, donde tengan sus domicilios conocidos.——————————-
REDACTADO DE BUENA FE, LEÍDO, APROBADO Y FIRMADO en dos (2) originales de un mismo tenor
y efecto, uno para cada una de las partes contratantes. En la ciudad de Santiago de los Caballeros,
Municipio y Provincia de Santiago, República Dominicana, Veintidós (22) días del mes de Febrero
del año dos mil doce (2012).——————————
LA VENDEDORA. LA COMPRADORA.
Yo, Lic. ANDRÉS FRÍAS SERRANO, Notario Público número 8535 para el Municipio de Santiago;
CERTIFICO Y DOY FE: Que las firmas que aparecen en el documento que antecede fueron puestas
en mi presencia por las señoras: LILIANA REYES BISOÑO Y LUZ DEL ALBA NÚÑEZ, de calidades que
constan en el documento que antecede y quienes me han declarado bajo la fe del juramento que
esas son las firmas que acostumbran a usar en todos sus actos, tanto públicos como privados. En
la ciudad de Santiago de los Caballeros, Municipio y Provincia de Santiago, a los Veintidós (22) días
del mes de Febrero del año dos mil doce (2012).——————————————————————
—————————————————-
Video-lección
A continuación la profesora Andrea Sicardi, del ISIV, hace una exposición bastante completa sobre
el tema de los contratos mercantiles, sus tipos y principales características. Aunque en algunos
apartes se tocan aspectos específicos de la legislación argentina, los conceptos se pueden tomar
como referencias generales sobre esta materia. (6 videos, 57 minutos)
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APA
MLA
CHICAGO
ICONTEC
Orihuela Núñez Karol Maritte. (2012, Octubre 30). Contratos mercantiles: tipos y características.
Recuperado de https://www.gestiopolis.com/contratos-mercantiles-tipos-y-caracteristicas/
Orihuela Núñez, Karol Maritte. Contratos mercantiles: tipos y características [en línea].
<https://www.gestiopolis.com/contratos-mercantiles-tipos-y-caracteristicas/> [Citado el 25 de
Julio de 2017].
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