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Para el resto de la población las alternativas para abastecerse de agua son diversas
alternativas: 432.000 lo hacen con una perforación subterránea; 91.000 con un pozo
de agua; 34.000 dependen del abastecimiento de un camión cisterna; 39.000
consumen agua de lluvia; y otras 1.000 toman agua directamente del río. Se trata de
72 localidades que ni siquiera cuentan con una red de abastecimiento.
Esta situación fue corroborada por el Ente Regulador de Servicios Sanitarios cuando
sistematizó la información disponible de los 334 prestadores que abastecen de agua
potable a las 292 localidades de la provincia no incluidas en el área abastecida por
ASSA. El dato revelador es que 237 de estos servicios presentan anomalías químicas
de distinta magnitud e importancia sanitaria en su fuente de provisión, para los
cuales, el ente de control estableció plazos diferenciales para su corrección de
acuerdo a la gravedad de cada caso.
En efecto, según se desprende de la Resolución Nº 0740, firmada el 7 de diciembre
de 2007, el Directorio del organismo encomendó la elaboración de un informe
“relacionado con los numerosos servicios de agua potable de esta Provincia que
proveen agua con anomalías químicas, cuya corrección requiere de la
implementación de obras y/o instalaciones y plazos para su ejecución”. El trabajo
estableció que 237 servicios “presentan desvíos en la calidad química del agua con
relación al Anexo A de la Ley Nº 11220”, aclarando que “las concentraciones halladas
no tienen incidencia en la salud cuando se los ingiere en el agua de bebida”.
En función de esta calificación, se proponen distintos plazos para alcanzar los niveles
de calidad exigidos; señalando que para “la extensión de los plazos se tuvo en
cuenta la calidad del agua suministrada, en resguardo de la calidad de vida de los
usuarios”.
Sobre este punto, Lanzamidad explicó que “la calidad del agua se mide por distintos
parámetros y por distintos componentes. En función de la composición físico química
del agua se establecieron estos grandes grupos. Algunos pueden afectar - no en lo
inmediato ni con consecuencias gravosas - a los usuarios. En general todos los
problemas pueden afectar la salud de los usuarios y por eso se tiende a que todos los
prestadores queden encuadrados en los parámetros de calidad. En función de esta
tipificación se establecieron los plazos. En algunos casos se exige resolución
inmediata y en otros el plazo es más amplio”.
Otro dato importante para tener en cuenta es la falta de cumplimiento de las metas
de inversión acordadas en su momento por municipios, comunas y cooperativas. En
el año 2000 se firmó la Resolución Nº 275, “la cual prevé la presentación de un PMD
(Plan de Mejoras y Desarrollo), por parte de los prestadores no Concesionados por
Aguas Santafesinas S.A., que incluya obras y/o acciones tendientes a dar solución a
los problemas de calidad de sus respectivos servicios”, esta resolución fue
actualizada en el año 2007, pero “la realidad nos ha demostrado que ese
procedimiento no ha logrado el resultado esperado”, dice el directorio el organismo
de control.
Frente a este panorama, el vicepresidente del Enress señala que “cada prestador
debe resolver los problemas de calidad señalados. Existen distintas posibilidad para
resolver esta cuestión, una de ellas, en la que hay depositadas grandes esperanzas,
es el sistema de los acueductos que permitirá proveer agua de calidad a las
poblaciones que hoy no la tienen. Después hay otras alternativas como el sistema de
osmosis inversa que también permite mejorar la calidad de agua que se entrega a la
población”.
Problemas de calidad
Para definir los cuatro grupos de calidad en que fueron tipificados los prestadores
que operan fuera del área de Aguas Santafesinas, el Enress utilizó los parámetros
Anexo A de la Ley Nº 11. 220 y el Código Alimentario Argentino. De esta manera se
analizaron las concentraciones de residuos sólidos a 180º, sodio, cloruros, sulfatos,
hierro, y manganeso, presentes en el agua que entregan a sus respectivas
poblaciones.
Para el caso de Residuos Secos a 180ºC la OMS establece un valor guía de 1000 mg/l
no basado en criterio sanitario, mientras que el Código Alimentario Argentino fija
como máximo los 1500mg/l. Cuando la concentración de sales supera los 1200 mg/l
el sabor del agua se deteriora afectando además la preparación de alimentos e
infusiones. En el Grupo IV esta concentración supera los 1500 mg/l.
En el caso del Sodio las concentraciones superiores a 200 mg/l pueden afectar el
sabor del agua. La OMS no ha fijado un valor guía basado en criterio sanitario dado
que no se ha podido llegar a una conclusión firme sobre la relación entre el sodio y
la hipertensión arterial. Por su parte, el Código Alimentario Argentino tampoco
establece límite para el Sodio. Las concentraciones detectadas oscilan entre los 200
mg/l (Grupo I) y más de 400 mg/l (Grupo IV)
Para el Hierro el límite obligatorio es de 0,2 mg/l. En aguas subterráneas las
concentraciones superiores a 0,3 mg/l pueden colorear y manchar la ropa y
sanitarios. En los grupos III y IV de prestadores las concentraciones de hierro son
iguales o superiores a los 0,4 mg/l.
Respecto del Manganeso las concentraciones superiores a 0,1 mg/l pueden impartir
sabor al agua y manchar la ropa y sanitarios. La OMS por razones de salud
recomienda no superar los 0,50 mg/l. En los grupos III y IV de prestadores las
concentraciones de manganeso son iguales o superiores a los 0,25 mg/l.
Para el caso del Sulfato el valor mínimo a partir del cual el sabor del agua es
afectado, depende del ión que lo acompañe según los estudios efectuados por la
OMS. Esta concentración umbral oscila entre los 237 mg/l y los 525 mg/l. En los
grupos III y IV de prestadores las concentraciones de Sulfato oscilan entre los 200
mg/l y 400 mg/l.
Lo mismo sucede con los Cloruros. Los valores umbrales aceptados por la OMS para
el Cloruro de Sodio y Cloruro de Calcio están dentro de un rango de 200 a 300 mg/l.
El sabor del café es afectado cuando el agua contiene concentraciones de Cloruro de
Sodio de 400 mg/l ó 530 mg/l como Cloruro de Calcio. En el Grupo IV de prestadores
se detectó una concentración de cloruros superior a los 350 mg/l.
Por otra, con relación al Nitrato, se resolvió admitir como límite en todos los Grupos
el valor obligatorio fijado en el Anexo A de 45 mg/l, hasta tanto se actualice la
norma o se surta a esos servicios con agua procedente del sistema de Acueductos.
Quienes son
Para los prestadores de los Grupos III y IV la situación es apremiante y los plazos
están corriendo. En algunos casos la solución puede llegar con la construcción de los
grandes acueductos, pero la revisión de los proyectos decidida por el gobierno
provincial, anticipa alguna demora en su concreción. En otros, las inversiones en
mantenimiento de redes o mejoras en las plantas potabilizadoras son
impostergables. Pero todos necesitan una atención especial desde el estado que
apunte a solucionar de manera definitiva este grave problema sanitario que afecta a
un tercio de la población santafesina.