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Curso 17/18
DESCARTES
La filosofía moderna comienza, en sentido estricto, con R. Descartes (1596-
1650). Descartes es el introductor del racionalismo. Educado en la filosofía
escolástica -de tradición aristotélica y de talante medieval-, Descartes llegó
pronto al convencimiento de que esta filosofía resultaba obsoleta y cargada de
prejuicios, y que se hacía necesario reconstruir el sistema entero del
conocimiento desde sus cimientos. El edificio del conocimiento ha de
construirse desde la razón misma. Los rasgos que en la unidad anterior (2.1.)
hemos señalado como característicos del racionalismo -la Matemática como
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modelo de saber y el ideal deductivo del conocimiento, la autosuficiencia de la
razón y el innatismo de las ideas-, atraviesan y dirigen todo el pensamiento
cartesiano. Sobre estas ideas se asientan también las teorías de los filósofos
racionalistas N. Malebranche (1638- 1715), B. Spinoza (1632-1677) y W. G.
Leibniz (1646-1716).
1. RAZÓN Y MÉTODO
sea falso. Por tanto, me parece que puedo establecer como regla general que
todo lo que percibo clara y distintamente es verdadero" (Meditaciones, III). 3.
LAS IDEAS
La afirmación de que el objeto del pensamiento son las ideas lleva a Descartes
a distinguir cuidadosamente dos aspectos en ellas: las ideas en cuanto que son
actos mentales ("modos del pensamiento", en expresión de Descartes), y las
ideas en cuanto que poseen un contenido objetivo. Como actos mentales,
todas las ideas poseen la misma realidad: en lo que se refiere a su contenido,
su realidad es diversa: "En cuanto que las ideas son solo modos del
pensamiento, no reconozco desigualdad alguna entre ellas, y todas ellas
parecen provenir de mí del mismo modo, pero en tanto que la una representa
una cosa, y la otra otra, es evidente que son muy distintas entre sí. Sin duda 5
alguna, en efecto, aquellas ideas que me representan sustancias son algo más
y poseen en sí, por así decirlo, más realidad objetiva que aquellas que
representan solo modos o accidentes" (Meditaciones, III).
3.3. CLASES DE IDEAS Hay, pues, que partir de las ideas. Hay que
someterlas a un análisis cuidadoso para descubrir si alguna de ellas nos sirve
para romper el cerco del pensamiento y salir a la realidad extramental. Al
realizar este análisis, Descartes distingue tres tipos de ideas: Descartes
(Navarro Cordón – Calvo Martínez, Historia de la Filosofía, Anaya) 5 1. Ideas
adventicias, las que parecen provenir de nuestra experiencia externa (las ideas
de hombre, de árbol, los colores, etc.). Hemos escrito "parecen provenir" y no
"provienen" porque aún no nos consta la existencia de una realidad exterior. 2.
Ideas facticias, aquellas que construye la mente a partir de otras ideas (la idea
de un caballo con alas, etc.). Es claro que ninguna de estas ideas puede
servirnos como punto de partida para la demostración de la existencia de la
realidad extramental: las adventicias, porque parecen provenir del exterior y,
por tanto, su validez depende de la problemática existencia de la realidad
extramental: las facticias, porque al ser construidas por el pensamiento, su
validez es cuestionable. 3. Existen, sin embargo, algunas ideas (pocas, pero
las más importantes) que no son ni adventicias ni facticias. Ahora bien, si no
pueden provenir de la experiencia externa ni tampoco son construidas a partir
de otras, ¿cuál es su origen? La única contestación posible es que el
pensamiento las posee en sí mismo, es decir, que son innatas. (Henos aquí ya
ante la afirmación fundamental del racionalismo de que las ideas primitivas a
partir de las cuales se ha de construir el edificio de nuestros conocimientos son
innatas. Véase el tema anterior, 2.1.2.). Ideas innatas son, por ejemplo, la de
“pensamiento” y la de "existencia", que no son construidas por mí ni proceden
de experiencia externa alguna, sino que las encuentro en la percepción misma
del "pienso, luego existo".
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4. LA ESTRUCTURA DE LA REALIDAD
Descartes separa el alma del cuerpo de una manera más radical aún que lo
hiciera el platonismo, considerándolos sustancias autónomas y autosuficientes.
De este modo se agudiza el problema de la relación, calificada por Descartes
como "combate", entre las partes inferior y superior del alma, entre los apetitos
naturales o pasiones, de un lado, y la razón y la voluntad, de otro. ¿Cuál es el
origen de las pasiones, cómo afectan a la parte superior del alma y cuál es el 8
comportamiento de ésta con respecto a aquellas? ¿En qué consiste y qué
papel corresponde a la libertad frente a las pasiones?
Con el término "yo" expresa Descartes la naturaleza más íntima y propia del
ser humano, Del yo poseemos un conocimiento directo, intuitivo, claro y
distinto, que se manifiesta en el "yo pienso". El yo como sustancia pensante
(res cogitans) es centro y sujeto de actividades anímicas que, en último
término, se reducen a dos facultades, el entendimiento y la voluntad: "Todos los
modos del pensamiento que experimentamos en nosotros pueden reducirse, en
general, a dos: uno es la percepción u operación del entendimiento; el otro, la
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