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Amézaga Aresti, Vicente:

Director de Primera enseñanza del Gobierno Vasco.

Primer director de la colonia la "Citadelle" de Saint-


Jean-Pied-de-Port,

1937
Uno de los principales objetivos del Gobierno Vasco al crear estos centros
fue la implantación en todos ellos de una enseñanza más o menos reglada que al-
canzara a todos los niños. Es obvio la trascendencia que las autoridades otorgaron a
la presencia de un elevado número de profesores y andereños junto a los niños
evacuados. Todos ellos pasaron a ocuparse de la enseñanza de los pequeños
refugiados tanto en los centros del Gobierno Vasco como en los creados por otras
instituciones y organismos privados.

En este sentido tenemos que destacar la labor docente desarrollada en la colonia


establecida en la "Citadelle" de Donibane-Garazi. Su importancia dentro del exilio
infantil vasco no viene determinada exclusivamente por ser la colonia que mantuvo
de forma estable un mayor número de niños, sino también porque este centro se
constituyó en un verdadero foco educativo y de formación cultural vasco. La colonia
acogió en su seno a numerosas personalidades de la cultura vasca y contó con un
plantel de profesores, andereños y religiosos, de gran nivel en sus respectivos
cometidos. Vicente Amézaga, Director de Primera Enseñanza del Gobierno Vasco, fue
el primer director de la colonia y tuvo bajo su responsabilidad la coordinación del
numeroso grupo de educadoras allí destinadas.

La mayor parte de ellas habían sido profesoras con anterioridad en diversas


Escuelas de Euzkadi, Escuelas Nacionales... y ya conocían a la mayor parte de los
niños.

Casi dos terceras partes de los niños de esta colonia eran católicos practicantes y
existía también un elevado índice de euskaldunes, ya que muchos niños habían
formado parte de las Escuelas de Euzkadi; el resto procedían en su mayor parte de
familias vascas nacionalistas66. Los niños allí albergados fueron repartidos por sexos,
edades y también por su conocimiento o no del euskera, lo que permitió la
constitución de varios grupos y diversas clases en función de ambos aspectos. Había
clases en euskera y también en español, además se establecieron numerosos niveles de
educación, desde la enseñanza básica hasta la implantación de una sección de talleres
para jóvenes, en lo que podríamos calificar como una iniciación a la Formación
Profesional, para los chicos mayores de catorce años.

El resto de centros infantiles, a los que nos hemos referido anteriormente,


pusieron en funcionamiento un esquema similar, aunque el menor número de niños
no permitió la creación de grupos tan homogéneos en cuanto a la edad o el sexo
como los creados en la "Citadelle"67.
Andereños con un grupo de niños de la colonia de la "Citadelle", Donibane-Garazi (Basses-
Pyrénées), 1937

Uno de los principales objetivos del Departamento de Leizaola en materia de


educación, la extensión de la enseñanza del euskera en las colonias infantiles, se vio
muy condicionado por la falta de un programa educativo elaborado que unificara
los criterios de los educadores de las distintas colonias y, sobre todo,, por la falta
del material necesario, especialmente de manuales de gramática68. Pese

Clase al aire libre impartida por la andereno Sorne de (Jnzueta, Saint-Christau (Basses-Pyré-nées),
1937.

a estas limitaciones, en algunas de las colonias infantiles organizadas por el Go-


bierno Vasco hubo maestros y filólogos con una gran iniciativa personal que trataron
de compensar con ilusión y esfuerzo esta ausencia del material mínimo im-
prescindible. Este fue el caso, entre otros, de Jerónimo de Olaizoía, director de la
colonia infantil de Berga en Cataluña, al que ya nos referimos anteriormente, y de
Mikel Arruza, "Arrugain", pedagogo y profesor de euskera, colaborador habitual de.
numerosas revistas euskaldunes y autor de diversos manuales de esta lengua
como Método práctico para aprender Vascuence (1925)" y Euskeraz ikasteko
bidé erraza (1934), que impartió clases en la colonia de la "Citadelle".

La cultura vasca tradicional, en sus múltiples manifestaciones, tuvo un enorme


impulso dentro de las colonias infantiles con el objetivo de educar a los niños en
la tradición y el folklore. En la mayor parte de estas colonias se crearon
numerosos coros y grupos de baile capaces de interpretar las distintas danzas
vascas, grupos que realizaron numerosas actuaciones tanto dentro como fuera de las
colonias en pequeñas giras que tuvieron como escenario principal el País Vasco
francés y las zonas próximas69.

Dentro de este marco cultural con participación infantil cabe destacar el papel
desempeñado por el grupo infantil "Elai-Alaí". Esta formación creada en 1925
por su director, Segundo de Olaeta, estaba integrada por niños procedentes de
Gernika. Fue precisamente su origen y la capacidad evocadora del mismo lo

Alumnos de la «Citadelle» siguen con alendan ias clases de euskera de MikelArruza, "Arru-
gain", Donibane-Garazi (Basses-Pyrénées), 1937.

que impulsó al Lehendakari Aguirre a decidir su salida hacia Francia como ve-
hículo para dar a conocer a Europa una imagen de los vascos alejada de la que por
entonces impulsaban los franquistas. El grupo que se trasladó a Francia estuvo
formado por 48 niños. Su primera residencia se estableció en la "Cítadelle" de St-
Jean-Pied-de-Port, con posterioridad se trasladaron a Suresnes y finalmen-" te a
Bry-sur-Marne, en las cercanías de París, donde ocuparon un verdadero palacio70.
"Elai-Alai", junto al coro "Eresoinka", formado en su mayor parte por personas
adultas, actuó en diversos teatros y escenarios al aire libre de Francia, con gran
éxito y una buena acogida entre los críticos de la prensa, como quedaba reflejado
constantemente en Eusko-Deya, el órgano de prensa del Gobierno de Euzkadi en
Francia71.
La religión también tuvo una presencia considerable en las diferentes colonias
infantiles del Gobierno Vasco, como un elemento más de la vida cotidiana,
especialmente en aquellas colonias dependientes del Departamento de Leizaola
como la colonia de la "Citadelle" de Donibane-Garazi. En este centro la misa y el
rosario eran diarios y durante el período que permaneció activa la colonia fueron
muchos los niños que celebraron allí su primera comunión72.
No obstante la importancia que tuvieron las actividades religiosas en la colonia de
la "Citadelle", con varios oficios religiosos a lo largo del día, no es extensible al resto
de colonias e incluso hubo casos en los que la situación fue completamente opuesta
como ocurrió en la colonia de Orthez donde predominaba un ambiente laico. Incluso
llegó a prohibirse durante algún tiempo la asistencia a misa de los niños y andereños,
aunque ciertamente esta situación fue transitoria73. De forma genérica podemos
señalar que hubo una gran tolerancia en cuanto a las prácticas religiosas como ya
había ocurrido en el País Vasco durante la guerra
Fuente Los niños vascos evacuados a Francia y a Bélgica- Jesús J. Alonso Carballes

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