Perfil Hombre vs Perfil Puesto Dentro de los procesos de selección lo que se busca ante todo lograr dar con el candidato que, por su perfil profesional, aptitudes y actitudes mejor se adecue al puesto de trabajo. Por lo tanto, antes de iniciar cualquier proceso de selección es conveniente tener claro cuáles son las aptitudes que buscamos en el candidato y que debe hacer en dicho puesto de trabajo. A la anterior pregunta ¿Qué aptitudes tiene que tener? y ¿Qué debe de hacer? solo podremos responder de una manera clara si previamente tenemos una descripción clara del puesto de trabajo. La descripción del puesto de trabajo es un documento que tiene que responder a varias preguntas. Estas son: ¿Cómo se denomina el puesto?, ¿Dónde está situado?, ¿Qué se hace en el mismo y por qué?, ¿Dónde y cuándo opera?, ¿Cómo y con qué opera? Cuando todas esas preguntas hayan sido contestadas con exactitud tendremos una buena descripción de un puesto de trabajo. La realización del perfil del puesto de trabajo hace necesario previamente tener un profesiograma de dicho puesto de trabajo. Este es un documento que explique qué características tiene que tener la persona adecuada para ocupar el nuevo puesto de trabajo que ha sido creado. Los profesiogramas se pueden realizar por factores o por competencias. Pruebas previas con las que filtrar a los candidatos en busca del perfil más adecuado para el puesto de trabajo. Veamos las más importantes:
Tests psicotécnicos: son la opción más común y consisten en una batería de
preguntas de respuesta cerrada en las que el candidato tiene que elegir entre varias alternativas. Su objetivo es determinar la inteligencia, la personalidad y las aptitudes de los demandantes de empleo. Pruebas profesionales: consiste en una serie de tareas relacionadas con el puesto en cuestión que se encomiendan a los candidatos. Por ejemplo, una prueba de mecanografía para un administrativo o una charla en inglés para un puesto en el que es necesario manejar con soltura esta lengua. Pruebas de conocimiento: se trata de pruebas escritas u orales sobre un temario que se ha establecido con antelación. Normalmente su uso se limita a puestos de la Administración Pública, pero en ocasiones algunas empresas privadas recurren a las mismas con el fin de valorar los conocimientos de los candidatos, por ejemplo, sobre el sector en el que desarrolla su actividad la empresa. En función del tipo de trabajo que se oferta, algunas empresas llegan a realizar, por ejemplo, pruebas físicas, cuando para el desempeño de un trabajo se requieren unas condiciones físicas concretas, e incluso pruebas grafológicas, que tratan de determinar ciertos aspectos de la personalidad de los candidatos a partir del estudio de su escritura.