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COMBINATORIA: Teorı́a de Ramsey

Carlos Augusto Di Prisco

Julio de 2005
corr enero 2006

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Contenido
1 Introducción. 4

2 El teorema de Ramsey y la teorı́a de particiones 6


2.1 Principio del casillero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
2.2 Teorema de Ramsey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

3 El teorema de Schur 14

4 Topologı́a de la recta. El espacio de Baire 19


4.1 Repaso de topologı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
4.2 El espacio de Baire . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

5 Frentes, barreras, familias uniformes 29


5.1 Familias uniformes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
5.2 Los borelianos son Ramsey . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

6 Teoremas de Canonización 45
6.1 Coloraciones infinitas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
6.2 Coloraciones de barreras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

7 Particiones de conjuntos no numerables 52

8 Elementos de dinámica topológica 59

9 Teorema de van der Waerden. 59


9.1 Algunas equivalencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
9.2 Teorema de van der Waerden multidimensional . . . . . . 62

10 Filtros y ultrafiltros. 67

11 Semigrupos topológicos 70

12 Teorema de Hindman 75
12.1 Sumas finitas, uniones finitas. . . . . . . . . . . . . . . . . 75
12.2 La demostración de Baumgartner. . . . . . . . . . . . . . 76

2
13 Teorema de Hales-Jewett 81
13.1 Lineas combinatorias y palabras vairables. . . . . . . . . . 81
13.2 Hales-Jewett infinitario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86

14 Estructuras, teorı́a de Ramsey para estructuras 90


14.1 Partite systems. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
14.2 The partite construction. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

15 Espacios métricos finitos 95


15.1 Partite l-metric systems and their amalgamation . . . . . 97
15.2 Proof of lemma 15.2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99

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1 Introducción.
El objetivo principal de estas notas es presentar una introducción a la
teorı́a de Ramsey que muestre diversos aspectos de la teorı́a y las di-
recciones en las que ha evolucionado. Las notas están organizadas al
rededor de varios teoremas, llamados los teoremas clásicos de la teorı́a,
que han dado origen a desarrollos y aplicaciones de una gran riqueza.
Para algunos de estos teoremas y las interesantes generalizaciones que se
han obtenido de ellos, se han dado, en décadas recientes, demostraciones
que utilizan métodos topológicos que han entrado a formar parte del
cuerpo de la teorı́a. Por eso, en algunos casos, además de las demostra-
ciones puramente combinatorias, incluimos también demostraciones que
ilustran el empleo de estos métodos.
Las notas comienzan presentando el teorema de Ramsey, en sus ver-
siones finita e infinita. Para mostrar una aplicación directa del teorema
de Ramsey, presentamos luego el teorema de Schur. En su demostración
usamos, además del teorema de Ramsey, el famoso teorema de van der
Waerden sobre progresiones aritméticas como un adelanto de los temas
que serán tratados más adelante. Entre las generalizaciones del teorema
de Ramsey, tratamos dos: primero particiones del espacio de conjuntos
infinitos de números naturales, para concluir con el teorema de Galvin
y Prikry que establece la propiedad de Ramsey para los conjuntos bore-
lianos de ese espacio. Y en segundo lugar coloraciones canónicas y colo-
raciones de barreras.
En las secciones siguientes presentamos los teoremas de van der
Waerden, Hindman y Hales-Jewett, con demostraciones que utilizan
métodos de dinámica topológica y de la teorı́a de semigrupos topológicos.
Las secciones finales desarrollan algunos aspectos de la teorı́a de
Ramsey para estructuras relacionales, incluyendo de sus desarrollos más
recientes: el resultado de Nešetřil sobre espacios métricos finitos.
Incluimos un repaso de las nociones básicas de topologı́a, con una
introducción a la topologı́a del espacio de Baire, el conjuntos de las suce-
siones de números naturales con la topologı́a producto. Estas nociones
son necesarias para la demostraciı́on del teorema de Galvin y Prikry, y
por supuesto, para las demostraciones que utilizan las ideas de dinámica
topolo
’ogica y la treorı́a de semigrupos topológicos. Para algunas partes del
curso se supuso familiaridad con las nociones de ordinales y cardinales,

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en particular la inducción transfinita sobre los ordinales numerables,
que se utilza para la definición misma del concepto de familia uni-
forme. La sección sobre particiones de conjuntos no numerables requiere
conocimiento más avanzado de ordinales y cardinales. Esta sección
puede ser omitida sin afectar la lectura del resto de las notas.
Esta teorı́a ha sido sumamente exitosa por sus aplicaciones a otras ra-
mas de las matemáticas, principalmente en tiempos recientes a la teorı́a
de espacios de Banach. Lamentablemente no tratamos aquı́ esas aplica-
ciones, pero tenemos la esperanza de que estas notas puedan servir como
iniciación a los temas de la teorı́a de Ramsey a aquellas personas que
deseen estudiar posteriormente estas aplicaciones al análisis funcional.
Estas notas fueron escritas como material de apoyo para un curso
dictado en la Universidad Simón Bolı́var entre marzo y julio de 2005.
Quisiera dejar constancia de mi agradecimiento a los asistentes al curso
por la gran ayuda que me prestaron para hacer posible la existencia de
estas notas.

Caracas, julio de 2005

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2 El teorema de Ramsey y la teorı́a de parti-
ciones
2.1 Principio del casillero
El conjunto de los números naturales es N = {0, 1, 2, . . . }. Usaremos N∗
para denotar el conjunto de los enteros positivos {1, 2, . . . }. Como es
usual en teorı́a de conjuntos identificaremos cada número natural n con
el conjunto de sus predecesores, n = {0, 1, . . . , n − 1}, de modo que n es
un conjunto de n elementos.
Se puede decir que la teorı́a de particiones tiene su centro en la
siguiente observación, bastante obvia, por cierto, comúnmente llamada el
principio del casillero: si se parte el conjunto N de los números naturales
en un número finito de partes, necesariamente al menos una de las partes
es infinita. Lo mismo vale para cualquier conjunto infinito.
En términos de coloraciones podemos enunciar este principio di-
ciendo que para toda coloración finita c : N → {0, 1, . . . r − 1} ex-
iste un conjunto infinito H ⊆ N monocromático, es decir, existe un
i ∈ {0, 1, . . . , r − 1} tal que c−1 {i} es infinito.
El fenómeno aparece también en el ámbito de los conjuntos finitos:
Dado m ∈ N∗ , existe un n ∈ N∗ tal que si A es un conjunto con n
elementos, para toda coloración

c:A→r

existe un conjunto monocromático de tamaño m.

Ejercicio 2.1 Demuestre que dados números enteros positivos m, r, para


toda coloración c : (m − 1)r + 1 → r existe un conjunto monocromático
de tamaño m.

2.2 Teorema de Ramsey


Si se parte en dos clases el conjunto de subconjuntos de dos elementos
de un conjunto infinito A, siempre existe un subconjunto infinto H ⊆ A
cuyos subconjuntos de dos elementos están todos en la misma clase.
Una manera más gráfica de enunciar este resultado es la siguiente: Si
tomamos un grafo infinito completo (es decir, un conjunto infinito de
vértices tal que todo par de vértices está conectado por un arco), y

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coloreamos los arcos, algunos de rojo y los demás de azul, no importa
cual sea la manera que hagamos esto, siempre podemos hallar un con-
junto infinito de vértices tal que todos los arcos entre vértices de ese
conjunto son del mismo color. Dado un conjunto A, denotamos por A[n]
la colección de subconjuntos de A que tienen exactamente n elementos.
Usando esta notación, el enunciado anterior se puede entonces expresar
de esta manera:

Teorema 2.2 Dado un conjunto infinito A, y dada una función F :


A[2] → {0, 1}, existe un conjunto infinito H ⊆ A y existe i ∈ {0, 1} tales
que F ”H [2] = {i}.

Para demostrarlo, usaremos un teorema referente a árboles infinitos.

Definición 2.3 Un árbol es un conjunto parcialmente ordenado tal que


para cada elemento, el conjunto de predecesores está bien ordenado.

El primer nivel de un árbol está formado por los elementos minimales,


aquellos que no tienen predecesores, al que llamaremos el nivel 0. El
siguiente nivel, el nivel 1, está formado por los sucesores inmediatos
de elementos del primer nivel, y ası́, inductivamente podemos definir
el nivel α como la colección de elementos del árbol cuyo conjunto de
predecesores tiene tipo de orden α.

Teorema 2.4 (König, D. 1927) Un árbol infinito cuyos niveles son to-
dos finitos tiene una rama infinita.

Demostración. La demostración es muy fácil, la rama infinita se


halla por inducción en los niveles. Como el primer nivel del árbol es
finito, debe haber un elemento a0 del primer nivel con una colección
infinita de sucesores. Entre los sucesores inmediatos de ese elemento
(por hipótesis hay una cantidad finita de ellos, ya que son miembros del
segundo nivel del árbol) hay al menos uno que tiene infinitos sucesores.
Escogemos uno de estos sucesores inmediatos de a0 y lo llamamos a1 .
Continuando este proceso inductivamente se halla una rama infinita. En
efecto, supongamos que hemos definido a0 , a1 , . . . , ak , y ak tiene infinitos
sucesores en el árbol. Como ak tiene una cantidad finita de sucesores
inmediatos, al menos uno de ellos tiene también infinitos sucesores en
el árbol. Tomamos uno de ellos y lo llamamos ak+1 . Como el árbol es

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infinito podemos continuar para obtener una sucesión infinita a0 , a1 , . . . .
Es claro que esta sucesión es una rama del árbol. Nótese que hemos
usado el principio de elecciones dependientes. 

Si A es infinito y F : A[2] → {0, 1}, construimos un árbol de la


manera siguiente: los nodos del árbol serán elementos de A, y el orden
lo definimos por pasos. Tomamos un elemento a0 ∈ A y lo colocamos en
la base del árbol, es decir, a0 es el único elemento del primer nivel. El
resto de A lo dividimos en dos partes, {a ∈ A \ {a0 } : F ({a0 , a}) = 0} y
{a ∈ A \ {a0 } : F ({a0 , a}) = 1}.
Sean a00 y a01 elementos de la primera y la segunda parte respecti-
vamente. Estos serán los sucesores inmediatos de a0 en el árbol (a00 y
a01 forman el segundo nivel del árbol). Lo que resta de la primera parte,
B00 = {a ∈ A : F ({a0 , a} = 0} \ {a00 }, es el conjunto de sucesores po-
tenciales de a00 , y análogamente, B01 = {a ∈ A : F ({a0 , a}) = 1} \ {a01 }
es el conjunto de sucesores potenciales de a01 . Continuando este pro-
ceso, los miembros del nivel k estarán denotados por as donde s es una
sucesión finita de ceros y unos de longitud k y para cada nodo del árbol
definimos un conjunto de sucesores potenciales.
Supongamos que hemos definido el nivel k. Dado un miembro as de
ese nivel, sea Bs el conjunto de sus sucesores potenciales. Dividimos Bs
en dos partes: {a ∈ Bs : F ({as , a}) = 0} y {a ∈ Bs : F ({as , a}) = 1}.
Tomamos un elemento de cada parte, as_ 0 y as_ 1 respectivamente y
definimos Bs_ 0 = {a ∈ Bs : F ({as , a}) = 0} − {as_ 0 } y Bs_ 1 = {a ∈
Bs : F ({as , a}) = 1} − {as_ 1 }. Nótese que alguno de estos conjuntos,
Bs_ 0 o Bs_ 1 , podrı́a resultar vacı́o, y en ese caso, el nodo correspondi-
ente no tiene sucesores en el árbol. Pero no puede ocurrir que ambos
conjuntos resulten vacı́os para todos los elementos de un nivel dado.
Esto completa la definición inductiva de un árbol infinito cuyos niveles
son finitos (ya que cada nodo tiene a lo sumo dos sucesores inmediatos).
Por el teorema de König, existe una rama infinita bo < b1 < b2 < . . . .
Por construcción, si tomamos bi en esa rama, todos los bj con j > i
están entre los sucesores potenciales de bi , luego, por construcción, la
función F toma un valor constante en los pares {bi , bj } (j > i). Si ese
valor es 0 diremos que bi es un 0-nodo y si es 1 diremos que bi es un
1-nodo. Ası́, tenemos dos tipos de nodos en la rama, como la rama es
infinita, debe haber un conjunto infinito de elementos del mismo tipo.
Ese es el conjunto H que buscábamos. Esto termina la demostración

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del teorema.
Lo que hemos hecho es probar un caso particular de un resultado
debido a F.P. Ramsey ([21]). Antes de enunciarlo, introduzcamos una
notación que será muy útil. Dado n ∈ N y dados cardinales α, β, γ, la
notación
α → (β)nγ
significa que para cualquier partición en γ partes del conjunto de sub-
conjuntos de n elementos de un conjunto A de cardinalidad α, existe
un subconjunto H ⊆ A, de cardinalidad β, cuyos subconjuntos de
n elementos están todos en la misma parte. Equivalentemente, para
toda F : α[n] → γ existe H ⊆ α, |H| = β y existe x ∈ γ tales que
F ”H [n] = {x}. Tal conjunto H se dice que es homogéneo para F . Si
γ = 2, omitimos el subı́ndice y escribimos simplemente

α → (β)n .

La teorı́a de particiones estudia una gran cantidad de variantes del


siguiente problema: dados β, n y k, ¿ existe α tal que α → (β)nk ? Por
ejemplo se puede considerar el problema cuando α y β son tipos de orden
en lugar de cardinalidades, para mayor información el lector puede ver,
por ejemplo, [4].
Usando esta notación, y recordando que ω se usa para denotar el
primer cardinal infinito, es decir la cardinalidad del conjunto de los
números naturales, podemos enunciar el Teorema de Ramsey de la man-
era siguiente.

Teorema 2.5 (Ramsey [21]) Para todo n ∈ N y todo k ∈ N

ω → (ω)nk .

Demostración. Consideremos primero el caso k = 2 (el caso k = 1


es trivial). Para k = 2, demostraremos ω → (ω)n por inducción en n.
Si n = 1 es claro que el resultado vale. (El caso n = 2 fue considerado
anteriormente). Supongamos que el teorema vale para n, y probemos
ω → (ω)n+1 . Nótese que basta considerar particiones de N[n+1] , porque
si A es cualquier conjunto numerable, una partición de A[n+1 ] determina
una partición de N[n+1] mediante cualquier biyección entre A y ω.
Sea F : N[n+1] → 2. Para encontrar el conjunto H homogéneo para
F seguiremos el procedimiento que usamos al principio de la sección,

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construiremos un árbol infinito de niveles finitos y extraeremos el con-
junto homogéneo de una de sus ramas infinitas. Para cada nodo del
árbol, definiremos un conjunto de sucesores potenciales.
Los primeros n niveles del árbol están dados por 0, 1, 2, ..., n − 1,
respectivamente. El conjunto de sucesores potenciales de n−1 es N\n (=
{j ∈ N : j ≥ n}). Igual que antes, dividimos este conjunto en dos clases:
{j ≥ n : F ({0, 1, ..., n − 1, j}) = 0} y {j ≥ n : F ({0, 1, ..., n − 1, j}) = 1}.
El nivel n + 1 del árbol estará formado por el menor elemento de cada
una de esas clases (luego n − 1 tiene a lo sumo dos sucesores) y el resto
de la clase correspondiente es el conjunto de sucesores potenciales de
cada elemento de ese nivel. Supongamos que hemos definido el nivel m
del árbol, y para cada elemento de ese nivel, su conjunto de sucesores
potenciales. Definimos ahora el nivel m + 1 indicando cuales son los
sucesores de cada elemento del nivel m. Dado t en el nivel m, sea Ct el
conjunto de predecesores de t en el orden del árbol, incluyendo a t. Ct
está bien ordenado por el orden del árbol, y tiene m elementos. Sea Bt
el conjunto de sucesores potenciales de t. Dividiremos al conjunto Bt en
varias clases, y para simplificar la notación haremos esto definiendo una
relación de equivalencia en Bt :

[n]
i ∼ j si y sólo si F (x ∪ i) = F (x ∪ j) para todo x ∈ Ct .

Es fácil verificar que ésta es, en efecto, una relación de equivalen-


cia. Los sucesores inmediatos de t son determinados tomando el menor
elemento de cada clase de equivalencia. Cada nodo del nivel m tiene
m
entonces a lo sumo 2( n ) sucesores inmediatos (ya que para para t del
[n] [n]
nivel m, m

n = |Ct |, y para cada x ∈ Ct , F (x ∪ t) puede ser 0 ó 1).
Para cada sucesor inmediato de t, el conjunto de sus sucesores poten-
ciales es el resto de la clase a la que pertenece. Nótese que si el conjunto
Bt es infinito, alguna de las clases de equivalencia debe ser infinita, por
lo que al menos un sucesor inmediato de t tendrá un conjunto infinito
de sucesores potenciales.
Ası́ completamos la construcción inductiva de un árbol infinito a
niveles finitos. El teorema de König nos indica que existe una rama
infinita R. Por construcción, esa rama tiene la siguiente propiedad: dado
un x ∈ R[n] , el valor F (x ∪ j) es el mismo para todo j que se encuentre
en la rama por encima de x. Entonces para x ∈ R[n] diremos que x es de

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tipo 0 si ese valor es 0, de lo contrario decimos que x es de tipo 1. Esto
nos da una partición de R[n] en dos clases, y por hipótesis inductiva
existe un subconjunto infinito H ⊆ R tal que todos los elementos de
H [n] son del mismo tipo. Claramente H es homogéneo para F . Esto
completa la demostración del caso k = 2. Si suponemos que para k ≤ r
vale ω → (ω)nk para todo n, y F : N[n] → r + 1, podemos definir una
partición auxiliar G : N[n] → 2 poniendo G(x) = 0 si F (x) = 0 y
G(x) = 1 en caso contrario. Por hipótesis inductiva G tiene un conjunto
homogéneo infinito H, si G”H [n] = {0}, H es homogéneo para F . Si
G”H [n] = {1}, entonces F  H [n] (F restringida a H [n] ) es una partición
en r partes y por hipótesis inductiva hay un conjunto H 0 ⊆ H infinito
homogéneo. Este conjunto H 0 es homogéneo para F .

Ejercicio 2.6 Demuestre que si A es un conjunto infinito con un orden


parcial <, entonces A contiene un subconjunto infinito {a0 , a1 , . . . } tal
que a0 < a1 < . . . , o a0 > a1 > . . . , o los ai son incomparables dos a
dos.

A continuación presentamos una consecuencia de carácter finitista


del Teorema de Ramsey.

Teorema 2.7 (Teorema de Ramsey finito) Dados números enteros pos-


itivos k,r y m existe un entero positivo n tal que

n → (m)rk .

Demostración: Dados m, r, k, supongamos que para todo n ≥ r,


existe alguna partición fn de n[r] en k partes para la que no hay conjunto
homogéneo de m elementos. El conjunto A = {fn  j [r] : j ≤ n, n ∈ N},
con el orden dado por ⊂ es un árbol infinito. Como cada nivel de A
[j]
es finito (ya que para cada j hay k ( r ) funciones de j [r] en k), por el
teorema de König existe una rama infinita F . Si ponemos f = ∪F , es
claro que f : N[r] → k. Por el teorema de Ramsey, existe un conjunto
H ⊆ N infinito homogéneo para f . Sea J ⊂ H un subconjunto de
H con m elementos. Si tomamos una función g de la rama F tal que
dom(g) = j [r] y J ⊆ j, g = fn  j [r] para algún n ≥ j, y J es un conjunto
homogéneo para fn , lo que contradice la definición de fn . 

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Otra forma de hacer la demostración es definiendo g : N[r+1] → k
por
g({a0 , . . . , ar }) = far ({a0 . . . . , ar−1 }),
donde a0 < a1 < · · · < ar . Por el teorema de Ramsey existe un H
infinito homogéneo para g. Si H = {h0 , h1 , . . . } en orden creciente,
entonces {h0 , . . . , hm−1 } es un conjunto de m elementos homogéneo para
fhm , contradicción.

Ejercicio 2.8 Demuestre que 6 → (3)2 , pero no es cierto que 5 → (3)2 .

Ejercicio 2.9 Del teorema de Ramsey finito sigue que para cada k ∈ N∗
existe un N tal que toda sucesión a1 , a2 , . . . , aN de N números nat-
urales distintos contiene una subsucesión de k + 1 términos estricta-
mente creciente o estrictamente decreciente. Demuestre que basta tomar
N = k 2 + 1.

Ejercicio 2.10 De una demostración topológica del teorema de Ramsey


finito (Sugerencia: Considere el espacio T de las funciones de N[r] en
k con la topologı́a producto. Este espacio es compacto, por el teorema
de Tychonov. Dado m, para cada conjunto finito F ⊂ N, considere
el conjunto TF de todos los elementos de T para los cuales no hay un
subconjunto de F con m elementos que sea homogéneo. Cada uno de
estos TF es cerrado (y abierto), y si suponemos que cada TF es no vacı́o,
la intersección de todos ellos es no vacı́a).

Paris y Harrington descubrieron en 1977 que una simple modificación


del teorema de Ramsey finito proporciona un ejemplo de enunciado ar-
itmético verdadero pero no demostrable en la aritmética de Peano. Para
enunciar el resultado, diremos que un conjunto N ⊂ N es relativamente
grande si |N | ≥ min(N ), y dados n, m, r, k ∈ N,

n → (m)rk

expresa que toda partición de n[r] en k pedazos tiene un conjunto ho-


mogéneo relativamente grande de cardinalidad al menos m.

Teorema 2.11 (ZFC) Para todo m, r, k ∈ N existe n ∈ N tal que



n → (m)rk .

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Demostración: Nótese que la demostración del teorema de Ramsey
nos dá un conjunto infinito del que se puede extraer un conjunto ho-
mogéneo relativamente grande.

Teorema 2.12 (Paris-Harrington, 1977) El teorema anterior no es de-


mostrable en la aritmética de Peano.

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3 El teorema de Schur
Teorema 3.1 (Schur, 1916) Para cada partición finita de los enteros
positivos N∗ , existen n, m ∈ N∗ tales que {n, m, n + m} está contenido
en una de las partes.

Demostración. Un ∆-conjunto es un conjunto de números naturales


de la forma {ai − aj : i, j ∈ N, j < i}, donde a0 < a1 < · · · < an < . . .
es una sucesión creciente de números naturales.
Demostraremos que para cada coloración finita de un ∆-conjunto se
puede hallar un subconjunto monocromático de la forma {x, y, x + y}.
Obviamente esto implica el teorema ya que los enteros positivos son un
∆-conjunto.
Dada la sucesión a0 < a1 < · · · < an < . . . y una r-coloración
c : {ai − aj : i < j} → r (donde r ∈ N ), consideremos la coloración
inducida en N[2] dada por d({i, j}) = c(ai − aj ), si i < j.
Por el teorema de Ramsey, existe un conjunto H infinito tal que d
es constante en H [2] . Sean l, m, n ∈ H tales que l < m < n, entonces
{am − al , an − am , an − al } es monocromático respecto a c, y an − al es
la suma de los otros dos elementos del conjunto. 

Ejercicio 3.2 Demuestre la siguiente versión finitista del teorema de


Schur:
Para todo r ∈ N∗ existe M ∈ N tal que para toda partición de
{1, 2, . . . , M } en r partes, una de las partes contiene un conjunto de
la forma {n, m, n + m}.

Schur demostró su teorema mientras trabajaba en problemas rela-


cionados con el último teorema de Fermat. Veamos por ejemplo la si-
guiente aplicación del teorema de Schur.

Teorema 3.3 Para todo entero positivo m, si p es primo y suficiente-


mente grande, entonces la ecuación

xm + y m = z m

tiene una solución no trivial en Zp .

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Demostración. Dado m, sea p suficientemente grande como para
que toda m-coloración de {1, . . . , p − 1} admita un conjunto {a, b, c}
monocromático con a + b = c.
Sea H = {xm : x ∈ Z∗p }. H es un subgrupo del grupo multiplicativo

Zp .
Consideremos Z∗p /H, las clases de equivalencia respecto a la relación

x ∼ y si y sólo si yx−1 ∈ H.

Nótese que el ı́ndice de H en Z∗p es n = mcd(m, p − 1) ≤ m. Estas


clases laterales definen una coloración: χ(x) = χ(y) si y sólo si yx−1 ∈
H. Por el teorema de Schur, existen a, b, c ∈ {1, . . . , p − 1} tales que
χ(a) = χ(b) = χ(c) y a + b = c. Por lo tanto, en Zp ,

1 + a−1 b = a−1 c

y 1, a−1 b y a−1 c son potencias m-ésimas no nulas.

Sea X ⊆ N∗ , denotaremos por F S(X) al conjunto de sumas finitas


de elementos de X (sin repeticiones). Además, F S0 (X) = F S(X) ∪ {0}.
Dado un conjunto A, denotamos por A[<∞] al conjunto de sus sub-
conjuntos finitos. Si X ⊂ A[<∞] , F U (X) es la colección de todos las
uniones de colecciones finitas de elementos de X.
Considereremos las siguientes generalizaciones del teorema de Schur.

(GS1 ) ( Teorema de Folkman) Dado k ∈ N∗ , para cada coloración


finita de N∗ , existen x1 , x2 , . . . , xk ∈ N∗ tales que F S({x1 , . . . , xk }) es
monocromático.

(GS2 ) (Versión finitista) Dados k, r ∈ N∗ , existe M = M (k, r) ∈ N


tal que para toda r-coloración de {1, 2, . . . , M } existen x1 , x2 , . . . , xk
tales que F S({x1 , . . . xk }) ⊆ {1. . . . , M } y F S({x1 , . . . xk }) es monocro-
mático.

(GS3 ) (Versión conjuntista) Dado k ∈ N∗ , para toda coloración


finita de N[<∞] existen a1 , a2 , . . . , ak ∈ N[<∞] disjuntos dos a dos tales
que F U ({a1 , . . . ak }) es monocromático.

Teorema 3.4 (GS1 ) ⇒ (GS2 ) ⇒ (GS3 ) ⇒ (GS1 )

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Demostración.
(GS1 ) ⇒ (GS2 ). Supongamos que no vale GS2 , y para cada
n sea fn una r-coloración de {1, . . . , n} que no admite un conjunto
monocromático de la forma F S({x1 , . . . , xk }) con {x1 , . . . , xk } ⊆ {1, . . . , n}.
Definimos ahora una r-coloración de N∗ . Existe un i tal que

S1 = {n : fn (1) = i}

es infinito. Ponemos f (1) = i. Ahora, existe un j tal que

S2 = {n ∈ S1 : fn (2) = j}

es infinito. Ponemos f (2) = j.


Supongamos que hemos definido f (1), f (2), . . . , f (j − 1) y conjuntos
infinitos S1 ⊇ · · · ⊇ Sj−1 de modo que para todo n ∈ Sj−1 , f (i) = fn (i)
para todo 1 ≤ i ≤ j − 1. Para algún color m, {n ∈ Sj−1 : fn (j) = m} es
infinito. Ponemos entonces f (j) = m, y Sj = {n ∈ Sj−1 : fn (j) = m}.
La coloración f satisface que para todo j, f (i) = fn (i) para todo
i ≤ j y todo n ∈ Sj . Veamos que f no admite un conjunto monocro-
mático de la forma F S({x1 , . . . , xk }). Supongamos, para llegar a una
contradicción, que existen {x1 , . . . , xk } tales que F S({x1 , . . . , xk }) es
monocromático respecto a f . Tomemos j suficientemente grande, de
modo que F S({x1 , . . . , xk }) ⊆ {1, . . . , j}, y tomemos n ∈ Sj , n > j.
Entonces F S({x1 , . . . , xk }) es un conjunto monocromático para fn , con-
tradiciendo la propiedad de fn .
(GS3 ) ⇒ (GS1 ): coloree cada conjunto finito de acuerdo al color
de su tamaño.
(GS2 ) ⇒ (GS3 ). Dados r, k, sea c : N[<∞] → r una coloración. Sea
A1 ⊆ N un conjunto infinito tal que {{a} : a ∈ A1 } es monocromático.
Por el teorema de Ramsey (para pares) existe A2 ⊆ A1 infinito tal
[2]
que A2 es monocromático. Supongamos inductivamente que hemos
escogido A1 ⊇ A2 ⊇ · · · ⊇ Ai−1 tales que para cada j = 1, . . . , i − 1,
[j]
Aj es monocromático. Usando el teorema de Ramsey (para i) hallamos
[i]
Ai ⊆ Ai−1 tal que Ai es monocromático. Ası́, definimos A1 ⊇ · · · ⊇
[i]
AM tal que para todo i = 1, . . . , M , Ai es monocromático, y sea d :
[i]
{1, . . . , M } → r dada por d(i) el valor constante de c en Ai , y donde
M = M (k, r) está dado por GS2 .

16
Por la definición de M , existen x1 , . . . , xk tales que F S({x1 , . . . xk }) ⊆
{1, . . . , M } es monocromático respecto a d.
Sean a1 , a2 , . . . , ak subconjuntos disjuntos de AM tales que para todo
i = 1, . . . , k, |ai | = xi . Tenemos entonces que F U ({a1 , . . . , ak }) es
monocromático respecto a c. 

Ejercicio 3.5 Demuestre GS3 ⇒ GS1 .

Ahora daremos una demostración de GS1 . Demostraremos primero


un lema a partir del teorema de van der Waerden, cuya demostración
daremos posteriormente. El teorema de van der Waerden establece que
para cada k, r ∈ N∗ , existe un M ∈ N∗ tal que si se parte {1, . . . , M } en r
partes, una de las partes contiene una progresión aritmética de longitud
k.

Lema 3.6 Dados k, r ∈ N existe M = M (k, r) ∈ N tal que para toda


coloración c : {1, . . . , M } → r, existen x1 , . . . , xk tales que

F S({x1 , . . . , xk }) ⊆ {1, . . . , M }

y tales que para 1 ≤ n1 ≤ · · · ≤ nt ≤ k el color de xn1 +· · ·+xnt depende


solamente de nt .

Demostración. Fijamos r y hacemos la demostración por inducción


en k.
Para k = 1 no hay nada que demostrar. Supongamos el lema
válido para k, y sea M = M (k + 1, r) suficientemente grande para que
dada una r-coloración de {1. . . . , M }, existe una progresión aritmética
monocromática de longitud M (k, r) + 1.
Fijamos entonces una r-coloración de {1, . . . , M } y tomamos una
progresión aritmética monocromática xk+1 , xk+1 +d, . . . , xk+1 +M (k, r)d
(con d > 0).
Consideremos la r-coloración de {1, 2, . . . , M (k, r)} que se obtiene
dando a cada i en {1, 2, . . . , M (k, r)} el color de di (nótese que di ∈
{1, . . . , M }). Por hipótesis inductiva, existe {a1 , . . . , ak } tal que

F S({a1 , . . . , ak }) ⊆ {1, . . . , M (k, r)}

17
y tal que para 1 ≤ n1 < n2 < · · · < nt ≤ k, el color de dan1 + · · · + dant
depende solamente de nt .
Pongamos xi = dai para cada 1 ≤ i ≤ k, entonces

{xn+1 } ∪ {xk+1 + u : u ∈ F S({x1 , . . . , xk })}

es también monocromático.

Demostración de GS1 .
Dada una r-coloración de N∗ , por el lema existen yn1 , . . . , y(k−1)r+1
tales que para 1 ≤ n1 < · · · < nt ≤ (k − 1)r + 1, el color de y1 + · · · + ynt
depende sólo de nt . Esto induce una coloración de {1, . . . (k − 1)r + 1},
a saber, le damos a j el color de cualquier suma y1 + · · · + ynt con nt =
j. Por el principio del casillero existe un subconjunto monocromático
{m1 , . . . , mk }. Poniendo xi = ymi para 1 ≤ i ≤ k, se verifica que
F S({x1 , . . . , xk }) es monocromático. 

18
4 Topologı́a de la recta. El espacio de Baire
4.1 Repaso de topologı́a
En esta sección daremos un breve repaso de algunos conceptos básicos
de topologı́a, y estudiaremos algunos espacios topológicos estrechamente
ligados a la recta real cuyas propiedades combinatorias trataremos más
adelante.
Dado un conjunto X, una topologı́a en X es un conjunto T de sub-
conjuntos de X con las siguientes propiedades:

(i) X ∈ T y ∅ ∈ T ,

(ii) T es cerrado bajo intersecciones finitas,

(iii) T es cerrado bajo uniones arbitrarias.

Los elementos de T se llaman abiertos. Un subconjunto C de X es


cerrado si su complemento X \ C es abierto. La colección de conjuntos
cerrados es cerrada bajo uniones finitas y bajo intersecciones arbitrarias.
La clausura Ā de un conjunto A ⊆ X es la intersección de todos los
cerrados que lo contienen. Un espacio topológico es un par (X, T ) donde
X es un conjunto y T es una topologı́a en X. Si A ⊆ X, la topologı́a
inducida en A es la colección de todas las intersecciones de elementos de
T con A.
Recordemos algunas propiedades de la topologı́a usual de la recta
real. Un intervalo abierto de R, es un conjunto de la forma

{x ∈ R : a < x < b},

donde a, b ∈ R. Decimos que éste es el intervalo abierto determinado por


a y b, y lo denotamos (a, b); si a < b el intervalo es no vacı́o. El conjunto
[a, b] = {x ∈ R : a ≤ x ≤ b} es el intervalo cerrado determinado por a y
b. Un conjunto A de números reales es abierto si para cada x ∈ A, existe
un intervalo abierto (a, b) tal que x ∈ (a, b) ⊆ A. Un conjunto es cerrado
si su complemento es abierto. Los conjuntos abiertos de números reales
son uniones de intervalos abiertos.
Todo intervalo no vacı́o tiene cardinalidad 2ℵ0 , y por lo tanto todo
conjunto abierto no vacı́o tiene esa misma cardinalidad.

19
Los intervalos abiertos con extremos racionales forman una base para
la topologı́a de la recta, es decir, todo abierto es la unión de intervalos
con extremos racionales. Más precisamente, todo abierto A de la recta
es la unión de todos los intervalos con extremos racionales contenidos en
A.
Recordemos que Q es un subconjunto denso de R: dados números
reales x, y, si x < y entonces existe un racional r tal que x < r < y,
y por lo tanto cada intervalo abierto de R (y en consecuencia, cada
abierto) contiene números racionales. Esto nos permite demostrar que
toda colección de abiertos disjuntos dos a dos es a lo sumo numerable.
En efecto, si O es una colección de abiertos disjuntos dos a dos, sea
Q = Q ∩ (∪O), el conjunto de los números racionales contenidos an
alguno de los abiertos de la colección O. Nótese que cada elemento
de Q pertenece a exactamente uno de los abiertos de O, y esto nos
permite definir una función sobreyectiva de Q sobre O. Como Q es a
lo sumo numerable, lo mismo vale para O. En general, si un espacio
topológico tiene un subconjunto denso numerable, se dice que el espacio
es separable.
Sea A un conjunto de números reales. Un número real a es un punto
de acumulación de A si para todo conjunto abierto O, si a ∈ O entonces
existe x 6= a tal que x ∈ O ∩ A. Un elemento a ∈ A es un punto aislado
de A si existe un abierto O que lo contiene y no contiene otros elementos
de A. Es fácil verificar que un conjunto de números reales es cerrado si
y solamente si contiene sus puntos de acumulación.
Intersecciones finitas de abiertos son conjuntos abiertos, y uniones
finitas de cerrados son conjuntos cerrados.
Decimos que un conjunto A de números reales es acotado si existen
números reales x e y tales que A ⊆ (x, y). En este caso, x es una cota
inferior de A y y es una cota superior de A. Todo conjunto no vacı́o de
números reales acotado superiormente tiene un supremo (análogamente,
si A es acotado inferiormente, tiene infimo. Esta propiedad de la recta
real es llamada completitud, y caracteriza la recta real en el sentido
siguiente: todo conjunto linealmente ordenado, sin primer ni último
elemento, que contiene un subconjunto denso numerable, y completo en
el sentido definido anteriormente, es isomorfo a los números reales.
Un conjunto K de números reales es compacto si de todo cubri-
miento de K por conjuntos abiertos se puede extraer un subcubrimiento

20
finito. Un conjunto K de números reales es compacto si y solamente si
es cerrado y acotado.

Definición 4.1 Una métrica en un conjunto X es una función

ρ : X × X → [0, ∞)

tal que

(i) ρ(x, y) = 0 si y sólo si x = y,

(ii) ρ(x, y) = ρ(y, x), y

(iii) para todo x, y, z ∈ X, ρ(x, z) ≤ ρ(x, y) + ρ(y, z).

Si ρ es una métrica en X, se dice que (X, ρ) es un espacio métrico.


Todo espacio métrico tiene una topologı́a natural definida por la métrica.
Esta es la colección de todos los subconjuntos A ⊆ X tales que para todo
elemento x ∈ A, existe un  > 0 tal que B (x) = {y ∈ X : ρ(x, y) < } ⊆
A. Un espacio topológico (X, T ) se dice metrizable si existe una métrica
ρ en X tal que T coincide con la topologı́a definida por la métrica ρ.
Una sucesión {xn }∞ n=0 de elementos de un espacio topológico (X, T )
converge a x ∈ X si para todo abierto U que contiene a x, existe m tal
que xn ∈ U para todo n ≥ m. En este caso. se escribe limn→∞ xn = x.
Un espacio topológico es compacto si para cada colección de abiertos
cuya unión es X existe una subcolección finita cuya unión es también
X. Esto generalmente se expresa diciendo que todo cubrimiento de X
por abiertos tiene un subcubrimiento finito.

Ejercicio 4.2 Demuestre que un espacio topológico X es compacto si y


sólo si la colección de cerrados de X tiene la propiedad de intersección
finita, es decir, si una subcolección de conjuntos cerrados satisface que
toda intersección finita de elementos de la colección es no vacı́a, entonces
la intersección de todos los elementos de la colección es no vacı́a.

Ejercicio 4.3 Demuestre que un espacio métrico X es compacto si y


sólo si toda sucesión de elementos de X tiene una subsucesión conver-
gente. (Esta propiedad se llama compacidad secuencial).

21
Ejercicio 4.4 Demuestre que todo espacio métrico compacto (X, ρ) es
totalmemnte acotado, es decir, para todo  > 0, existe un conjunto finito
de elementos de X, x1 , . . . , xk ∈ X, tales que para todo y ∈ X, existe i,
1 ≤ i ≤ k, tal que ρ(y, xi ) < .

Si G es una familia de subconjuntos de un conjunto X, la topologı́a


generada por G es la colección de todas las uniones de intersecciones
finitas de elementos de G. En este caso se dice que G es una subbase
de la topologı́a. Una base para una topologı́a T en un conjunto X es
una colección de subconjuntos de X tal que todo abierto es unión de
elementos de esa colección.

Ejercicio 4.5 Demuestre que la colección de los intervalos abiertos no


acotados de R, es decir, todos los intervalos de la forma (−∞, r) o
(r, ∞), donde r es un número real, es una subbase de la topologı́a usual
de la recta real.

Si X e Y son espacios topológicos, una función f : X → Y es continua


si para cada abierto U ⊆ Y , su preimagen f −1 U = {x ∈ X : f (x) ∈ U }
es un abierto en X. Se dice que f es un homeomorfismo si es biyectiva,
continua y f −1 también es continua.

Ejercicio 4.6 Demuestre que si f : X → Y es una función continua y


C ⊆ X es compacto (en la topologı́a inducida), entonces la imagen de
C, f C = {f (x) : x ∈ C} es también compacto.

Ejercicio 4.7 Demuestre que toda función continua f : X → Y de


un espacio métrico compacto (X, ρ) en un espacio métrico (Y, ρ0 ) es
uniformemente continua (es decir, para todo  > 0, existe δ tal que si
x, y ∈ X son tales que ρ(x, y) < δ, entonces ρ0 (f (x), f (y)) < ).

Sea I un conjunto, y para cada i ∈ I, sea Xi un conjunto. El pro-


ducto cartesiano
S de los Xi es la colección Πi∈I Xi de todas las funciones
x : I → i∈I Xi tales que x(i) ∈ Xi para todo i ∈ I. Algunas veces
escribiremos {x(i) : i ∈ I para denotar una tal función. Si cada Xi es
un espacio topológico, la topologı́a producto en Πi∈I Xi es la topologı́a
generada por los conjuntos de la forma

{x ∈ Πi∈I Xi : x(j) ∈ Uj },

22
donde j ∈ I está fijo y Uj es un abierto en Xj .
El teorema de Tychonov establece que si todos los Xi son espacios
compactos, entonces Πi∈I Xi es compacto con la topologı́a producto. (El
teorema de Tychonov es equivalente al axioma de elección).
Si Xi = X para todo i ∈ I, escribimos X I en vez de Πi∈I Xi .

Ejercicio 4.8 Demuestre que si X es un espacio topológico compacto


y el conjunto I es numerable, entonces X I es una espacio topológico
compacto y metrizable.

El Axioma de elección es (equivalente a ) el enunciado siguiente:


si cada Xi es no vacı́o, entonces Πi∈I Xi es no vacı́o. Este axioma es
también equivalente al Lema de Zorn: si ≺ es una relación de orden
parcial en un conjunto Z, y cada subconjunto totalmente ordenado T ⊆
Z es acotado (por encima), entonces existe un elemento maximal en Z.

4.2 El espacio de Baire


Consideremos el conjunto NN de las funciones de N en N, o sucesiones
infinitas de números naturales, dotado de la topologı́a producto que
resulta de dar a N la topologı́a discreta. Este espacio se llama el espacio
de Baire, y será denotado por N .
Dada una sucesión finita s de números naturales, sea
Us = {x ∈ N : x(i) = s(i) para todo i ∈ dom(s)}.
Los conjuntos de la forma Us constituyen una base numerable de la
topologı́a de N ( es numerable ya que el conjunto de sucesiones finitas
de números naturales es numerable)

Ejercicio 4.9 Demuestre que {Us : s ∈ N<∞ } es una base para la


topologı́a producto.

Con esta topologı́a, la convergencia en N es muy fácil de describir.


Una sucesión {xi : i ∈ N} converge a x si y sólo si ∀n∃m∀k ≥ m(xk (n) =
x(n)).
El espacio de Baire es metrizable por la métrica dada por
(
0 si x = y
d(x, y) = 1
si x 6= y.
( menor n tal que x(n)6=y(n))+1

23
Para demostrar que esta métrica dá la topologı́a del espacio de Baire
basta verificar que determina la convergencia que mencionamos anterior-
mente y esto es bastante obvio. Esta métrica es completa, y dejamos al
lector la tarea de verificarlo.
El espacio de Baire no es compacto. Por ejemplo, {Uhni : n ∈ N}
es un cubrimiento que no admite ningún subcubrimiento finito. Más
adelante veremos que N ni siquiera es σ-compacto (es decir, no es la
unión de una colección numerable de compactos).
El espacio de Baire es totalmente disconexo, es decir, tiene una base
de abiertos cerrados. (Cada vecindad básica S Us es a la vez abierto y
cerrado ya que si n es la longitud de s, N = {Ut : t es de longitud n }.
Además N es separable, ya que el conjunto de las sucesiones eventual-
mente constantes es denso.
Si a0 , a1 , a2 , . . . es una sucesión de números naturales positivos, de-
finamos
1 1 1
b0 = , b1 = 1 , b2 = 1 , etc.
a0 a0 + a0 +
a1 a1 + a1
2

Se tiene que b1 < b3 < b5 < · · · < b4 < b2 < b0 , y se puede probar
que la sucesión {bn : n ∈ N} converge a un número real a. Este número
es la fracción continua determinada por la sucesión {an : n ∈ N}.

Ejercicio 4.10 Demuestre que el espacio de Baire es homeomorfo al


espacio de los irracionales del intervalo [0, 1]. (Considere la función que
asigna a cada a = ha0 , a1 , a2 , . . . i ∈ N , la fracción continua determi-
nada por la sucesión a0 + 1, a1 + 1, a2 + 1, . . . ).

El espacio espacio de Cantor 2N es el conjunto de las sucesiones de


ceros y unos con la topologı́a producto. Obviamente el espacio de Cantor
está incluido en el espacio de Baire, y su topologı́a está generada por los
conjuntos Us , donde s ∈ 2<∞ es una sucesión finita de ceros y unos.

Ejercicio 4.11 Pruebe que el espacio de Cantor es compacto. (Su-


gerencia: use el teorema de Tychonov. Más adelante indicaremos otra
forma de obtener este resultado usando árboles).

Consideremos ahora el conjunto N[∞] de todos los subconjuntos in-


finitos de N. Dotamos a este conjunto de la topologı́a generada por los

24
conjuntos de la forma

[s] = {M ⊆ N : s @ M },

donde s ∈ N[<∞] y s @ M quiere decir que s es un segmento inicial de


M.
La siguiente proposición explica por qué este espacio es también com-
pletamente metrizable y separable. Por eso, esta topologı́a será llamada
la topologı́a métrica en N[∞] .
El conjunto 2N se puede identificar con P(N), ya que cada función
de N en 2 es la función caracterı́stica de n subconjunto de N.
La topologı́a que acabamos de definir en N[∞] coincide con la topologı́a
que hereda este conjunto de 2N via la identificación con P(N).

Ejercicio 4.12 Demuestre que la topologı́a métrica en N[∞] está gener-


ada por los conjuntos de la forma

Up,q = {M ∈ N[∞] : p ⊆ M y q ∩ M = ∅},

donde p y q son subconjuntos finitos de N.

Proposición 4.13 El espacio de Baire es homeomorfo a N[∞] .

Demostración. El espacio de Baire es homeomorfo al subespacio for-


mado por las sucesiones estrictamente crecientes.PEl homeomorfismo
n
está dado por la función x 7→ x̂, donde x̂(n) = i=0 x(i) para cada
n ∈ N. La función que asocia un subconjunto infinito de N con su enu-
meración creciente es un homeomorfismo entre N[∞] y ese subespacio.

Estudiaremos otra topologı́a en N[∞] , llamada la topologı́a exponen-


cial. Esta es la topologı́a generada por los conjuntos de la forma

[s, A] = {B ∈ N[∞] : s @ B ⊆ s ∪ A},

donde s ∈ N[<∞] y A ∈ N[∞] . Es decir, el conjunto de todos los B que


tienen a s como segmento inicial y el resto de sus elementos pertenecen
a A.
Esta topologı́a no es metrizable ni tiene una base numerable.

Ejercicio 4.14 Demuestre que la topologı́a exponencial es más fina que


la topologı́a métrica.

25
Definición 4.15 Un árbol sobre un conjunto X es un conjunto S de
sucesiones finitas de elementos de X parcialmente ordenado por la relación
de extensión de sucesiones y tal que si s ∈ S y n es menor que la longi-
tud de s, s  n ∈ S. Una rama de S es una sucesión infinita a ∈ X N tal
que para todo n, a  n ∈ S.

Dado un árbol S, denotaremos por [S] al conjunto de las ramas


de S. El árbol completo sobre X es el conjunto X <∞ de todas las
sucesiones finitas de elementos de X. Por ejemplo, N<∞ es el conjunto
de sucesiones finitas de números naturales, y [N<∞ ] es el espacio de
Baire N . Todo subconjunto A ⊆ N genera un árbol, a saber, el árbol
SA = {a  n : a ∈ A y n ∈ N}.

Teorema 4.16 Un subconjunto A ⊆ N es cerrado si y sólo si A = [T ]


para algún árbol T ⊆ N<∞ . Más aun, A es cerrado si y sólo si A = [SA ].

Demostración: Dado un árbol T , [T ] es siempre cerrado. En efecto,


sea {ai : i ∈ N} una sucesión de elementos de [T ] tal que ai → a, es
decir, para todo n ∈ N existe k ∈ N tal que a  n = ai  n para todo
i ≥ k. Entonces a  n ∈ T para todo n, y por lo tanto a ∈ [T ]. Para
cualquier conjunto A ⊆ N , se tiene que A ⊆ [SA ]. Porque si a ∈ A,
entonces a  n ∈ SA para todo n. Si A es cerrado, y a ∈ [SA ], entonces
para todo n ∈ N, a  n ∈ SA y por lo tanto, existe un ai ∈ A tal que
a  n = ai  n. Tenemos entonces que ai → a, y como A es cerrado,
a ∈A. 

Ejercicio 4.17 Pruebe que para todo A ⊆ N , [SA ] es la clausura de


A.

Observación: También podemos definir árboles de sucesiones finitas


de n tuplas para representar subconjuntos cerrados de un espacio tipo
Baire cualquiera.

Definición 4.18 Un árbol T es un árbol a bifurcación finita si cada


nodo tiene a lo sumo una cantidad finita de sucesores inmediatos, es
decir, si para cada s ∈ T , el conjunto {x : s _ hxi ∈ T } es finito.

Teorema 4.19 Un conjunto cerrado A ⊆ N es compacto si y sólo si


SA es un árbol a bifurcación finita.

26
Demostración: Como A es cerrado, A = [SA ]. Sea {Oi : i ∈ I} un
cubrimiento abierto de A. Supongamos que no hay un subcubrimiento
finito. Entonces para algún k0 ∈ N tal que hk0 i ∈ SA , el conjunto Ak0 =
{a ∈ A : a(0) = k0 } no es cubierto por un número finito de los abiertos
Oi . De lo contrario, como SA es a bifurcación finita, obtendrı́amos
un subcubrimiento finito de A. De la misma forma, existe k1 tal que
hk0 , k1 i ∈ SA y para el cual el conjunto Ahk0 ,k1 i = {a ∈ A : a(0) =
k0 y a(1) = k1 } no se puede cubrir con un número finito de los Oi .
Inductivamente construimos una sucesión d = hk0 , k1 , k2 , . . . i en [SA ]
tal que para cada n ∈ N, el conjunto {a ∈ A : a  n = d  n} no es
cubierto por un número finito de los Oi . Como d ∈ A, existe j ∈ I
tal que d ∈ Oj . Y como Oj es abierto, existe un n tal que Udn está
contenido en Oj . Pero entonces, {a ∈ A : a  n = d  n} ⊆ Udn ⊆ Oj ,
contradiciendo la propiedad de d. Ası́, demostramos que A es compacto.
Supongamos ahora que SA no es a bifurcación finita, y sea s ∈ SA un
nodo del árbol con infinitos sucesores inmediatos. El conjunto As = {a ∈
A : s ⊆ a} es cerrado ya que As = Us ∩ A. La colección {Us_hni : n ∈ N}
es un cubrimiento abierto de As para el cual no existe subcubrimiento
finito. Entonces esa colección, junto con el complemento de As , forma
un cubrimiento de A que no admite un subcubrimiento finito. 

Proposición 4.20 El espacio de Baire no es σ-compacto.

Demostración: Veamos que el espacio de Baire no es la unión de


una familia numerable de compactos. Por el resultado anterior, basta
probar que el espacio de Baire no es la unión de una familia de la forma
{[Ti ] : i ∈ N} donde cada árbol Ti es a bifurcación finita. En efecto, dada
una tal familia, sea k0 ∈ N tal que hk0 i ∈ / T0 , lo que es posible por ser T0
un árbol a bifurcación finita. Tomamos ahora k1 tal que hk0 , k1 i ∈ / T1 ,
lo cual es posible por la misma razón. Si ya hemos definido kn−1 , sea kn
tal que hk0 , k1 , . . . , kn i ∈
/ Tn . Como resultado, tenemos que para todo
n ∈ N, a = hk0 , k1 , . . . i ∈ / [Tn ].

Definición 4.21 Sea X un espacio topológico. Un álgebra de subcon-


juntos de X es una colección de subconjuntos de ese espacio cerrada bajo
complementación y uniones e intersecciones finitas. Una σ-álgebra es,
además, cerrada bajo uniones numerables.

27
La clase de los subconjuntos borelianos de X es la menor σ-álgebra
de conjuntos que contiene a los conjuntos abiertos.

28
5 Frentes, barreras, familias uniformes
El conjunto de los subconjuntos infinitos de N se denota por N[∞] , y
N[<∞] denota el conjunto de los subconjuntos finitos de N. Análogamente,
A[∞] y A[<∞] denotan respectivamente el conjunto de los subconjuntos
infinitos de A, y el conjunto de los subconjuntos finitos de A.
Dados s, t ∈ N[<∞] y A ∈ N[∞] , s v t significa que s es un segmento
inicial de t, y ponemos s @ t cuando s v t y s 6= t. Análogamente, s @ A
significa que s es un segmento inicial de A; usamos n < s y s < t como
abreviaciones de n < min s y max s < min t; A/n = {m ∈ A : n <
m}.
Dados s ∈ N[<∞] y A ∈ N[∞] , [s, A] denota el conjunto de todos los
B ∈ N[∞] tales que s @ B ⊆ s ∪ A.
Los conjuntos de la forma [s, N], o [s], para simplificar la notación,
forman una base para la topologı́a métrica en N[∞] ; ésta es la topologı́a
heredada de NN con topologı́a producto obtenida de la topologı́a discreta
en N.
Los conjuntos [s, A], con s ∈ N[<∞] y A ∈ N[∞] , forman una base
para una topologı́a más fina en N[∞] , llamada la topologı́a exponencial
(o también topologı́a de Ellentuck).
Si F es una familia de subconjuntos finitos de N y A ∈ N[∞] , entonces
F[s] = {t ∈ F : s @ t}
F(s) = {t \ s : t ∈ F[s] }
F  A = {s ∈ F : s ⊆ A}
Escribimos simplemente F[n] yF(n) cuando s = {n}.
Para una familia F de conjuntos finitos, denotaremos por F̄ su
clausura topológica en el espacio de cantor 2N cuando se identifican
los subconjuntos de N con sus funciones caracterı́sticas.
Consideraremos también la clausura “hacia abajo” de F, el conjunto
F̂ = {t : t ⊆ s para algún s ∈ F}
Definición 5.1 Dado un conjunto A ∈ N[∞] , una colección B ⊆ N[<∞]
es un frente en A si
(i) B es una anticadena respecto al orden parcial dado por @ (ex-
tensión final), es decir, s 6@ t para cada par s, t de elementos dis-
tintos de B, y

29
B es infinito y cada B ∈ A[∞] tiene un segmento inicial en B.
S
(ii)

Si reemplazamos el orden @ por la inclusión ⊂, entonces se dice que


la colección B es una barrera en A. Obviamente, toda barrera es un
frente.

Ejercicio 5.2 El rango lexicográfico de un frente. Utilizando el orden


usual de los números naturales, podemos ordenar lexicográficamente los
elementos de un frente. Verifique que este orden lineal es un buen orden,
y su tipo de orden es un ordinal numerable, llamado el rango lexicográfico
del frente. Muestre que para cada ordinal numerable indescomponible γ,
existe un frente cuyo rango lexicográfico es γ.

El rango de un árbol T con una única raı́z y sin ramas infinitas


se define de la manera siguiente. Primero definimos inductivamente el
rango ρ(s) de cada nodo s del árbol:

• si s ∈ T no tiene sucesores, entonces ρ(s) = 0.

• en caso contario, ρ(s) = sup{ρ(t)+1 : t es sucesor inmediato de s}.

El rango de T es el rango de su raı́z.

Definición 5.3 El rango de un frente B es el rango del árbol

B̂ = {t : ∃s ∈ B(t v s)}

con el orden dado por @ (extensión final).

El rango de un frente siempre es un ordinal numerable.


Observemos que si B es un frente en N, dada una función f : B → N
en un conjunto N discreto, f se puede extender a una función continua
fˆ : N[∞] → N . Para ello basta definir fˆ(X) = f (s) donde s es el
único elemento de B tal que s @ X. También es fácil verificar que si
g : N[∞] → N es una función continua, respecto a la topologı́a discreta
en N , entonces g es de la forma fˆ para alguna función f : B → N .

Definición 5.4 Sea F una familia de conjuntos finitos de N

(i) F es fina si s 6v t para cada par s, t de elementos distintos de F.

30
(ii) F es Sperner si s 6⊆ t para cada par s, t de elementos distintos de
F.

(iii) F es Ramsey si para cada partición finita

F = F0 ∪ · · · ∪ Fk

existe un conjunto infinito M ⊆ N tal que a lo sumo una de las


restricciones
F0  M, . . . Fk  M
es no vacı́a.

Ejemplo 5.5 Para cada k ∈ N, la familia N[k] de los conjuntos de k


números naturales es una familia Ramsey, y obviamente también es
Sperner.

Lema 5.6 Sea F una familia de subconjuntos finitos de N,

(i) Si F es Ramsey, entonces existe un conjunto infinito M ⊆ N tal


que F  M es Sperner.

(ii) Si F es Ramsey, entonces existe un conjunto infinito M ⊆ N tal


que F  M es fina.

Demostración. Para la parte (i), considérese la partición F = F0 ∪


F1 donde F0 es la familia de todos los elementos ⊆-minimales de F,
y aplı́quese la propiedad de Ramsey. Para la parte (ii) se procede
análogamente, considerando la familia de los elementos v-minimales de
F.

Teorema 5.7 (Nash-Williams) Cada familia fina es Ramsey

Antes de dar la demostración necesitamos algunas definiciones.

Definición 5.8 Decimos que un conjunto D ⊆ N[∞] es abierto si N ⊆


M y M ∈ D implica N ∈ D. Decimos que D es denso si para todo M
existe N ⊆ M tal que N ∈ D. Más generalmente, D es denso bajo M si
para todo N⊆ M existe un P ⊆ N tal que P ∈ D.

31
Definición 5.9 Una asignación de conjuntos abiertos-densos en M es
una familia {Ds : s ∈ M [<∞] tal que para todo s ∈ M [<∞] }, Ds es denso
bajo M/s

Lema 5.10 Para cada asignación de conjuntos abiertos-densos {Ds :


s ∈ M [<∞] } en M , existe un N ⊆ M tal que N/s ∈ Ds para todo
s ∈ N [<∞] .

Demostración. Definimos inductivamente una sucesión Ni y una


sucesión ni . Sea N0 ∈ D∅ , y n0 ∈ N0 . Supongamos que henmos
definido n0 < n1 < · · · < nk y los conjuntos N0 ⊇ N1 ⊇ · · · ⊇ Nk .
Sea Nk+1 ⊆ Nk tal que para cada s ⊆ {n0 , . . . , nk }, Nk+1 ∈ Ds , y sea
nk+1 ∈ Nk+1 tal que nk < nk+1 . Ası́ obtenemos N = {n0 , n1 , . . . } que
satisface lo requerido, ya que dado s ∈ N [<∞] , por construcción existe i
suficientemente grande tal que Ni ∈ Ds , y como N/s ⊆ Ni tenemos que
N/s ∈ Ds . 

Decimos que una función E : N[∞] → P(N[∞] ) es un extensor si s v t


para cualquier s ∈ N[∞] y cualquier t ∈ E(s). Fijemos un extensor E,
del cual dependen la siguiente definición y el siguiente lema.

Definición 5.11 Decimos que s es inextensible en M si E(s)∩P(M ) =


∅. Decimos que s es fuertemente extensible en M si E(s) ∩ P(N ) 6= ∅
para todo N ∈ [s, M ]

Lema 5.12 Para cada M existe un N ⊆ M tal que todo subconjunto


finito de N es inextensible en N o fuertemente extensible en N .

Demostración. Dado M , si ∅ es fuertemente extensible en M , ponemos


N0 = M , de lo contrario, existe N0 ⊆ M tal que ∅ es inextensible en M ,
sea n0 el primer elemento de N0 . Si hemos definido n0 < n1 < · · · < nk
y los conjuntos N0 ⊇ N1 ⊇ · · · ⊇ Nk . Sea Nk+1 ⊆ Nk tal que para cada
s ⊆ {n0 , . . . , nk }, s es inextensible en Nk+1 o fuertemente extensible en
Nk+1 . El conjunto N = {n0 , n1 , . . . } satisface lo requerido, ya que si
s ∈ N [<∞] , s es inextensible en N/s o fuertemente extensible en ese
conjunto. 

Demostración del Teorema 5.7. Basta probar que para cada par de
familias finas F0 ⊆ F de conjuntos finitos de N y cada M , existe un

32
N ⊆ M tal que
F0  N = ∅ o F  N ⊆ F0 .
Dadas tales familias F0 ⊆ F, definimos un extensor E poniendo
E(s) = {t : s v t y t tiene un segmento inicial en F0 }.
Por el lema anterior, podemos suponer, tomando un subconjunto de
M si es necesario, que todo subconjunto finito de M es inextensible o
fuertemente extensible.
Para cada s ∈ M [<∞] , sea Ds la colección de todos los P ⊆ M tales
que
(i) s ∪ {n} es inextensible en M para todo n ∈ P , o
(ii) s ∪ {n} es fuertemente extensible en M para todo n ∈ P .
Es claro que {Ds : s ∈ M [<∞] }es una asignación de conjuntos
abiertos-densos en M , y por lo tanto existe un N ⊆ M tal que N/s ∈ Ds
para todo s ∈ N [<∞] .
Caso 1. Si ∅ es inextensible en M , y por lo tanto en N , tenemos que
F0  N = ∅.
Caso 2. Si ∅ es fuertemente extensible en M , y por lo tanto en N ,
tenemos que por la definición del extensor E, s es extensible en M si
y solamente si hay un n tal que s ∪ {n} es extensible en M . Por la
propiedad de N , entonces s ∈ N [<∞] es extensible en N si y sólo si
para algún (para todo) n ∈ N/s, s ∪ {n} es extensible en N . De aquı́
sigue que cada subconjunto finito s de N es fuertemente extensible en
N . Esto, junto con el hecho de que F es fina, implica que no puede
haber un subconjunto de N que sea elemento de F \ F0 . 

Corolario 5.13 Para cada frente F existe un conjunto infinito M ⊆


S
F tal que F  M es una barrera en M .
Ejercicio 5.14 Dada una familia F de conjuntos finitos de N, y M un
subconjunto infinito de N, sea F[M ] = {s ∩ M : s ∈ F}.
Demuestre que si F es una barrera en N , entonces para cada sub-
conjunto infinito M ⊆ N se tiene
F  M = F\
 M.
En algunos casos también se tiene F  M = F[M ], por ejemplo si
N \ M es infinito.

33
5.1 Familias uniformes.
Como es usual en teorı́a de conjuntos, el conjunto N de los números
naturales se identifica con ω, el primer ordinal infinito. El primer ordinal
no numerable se denota por ω1 , y coincide con el conjunto de todos los
ordinales numerables.

Definición 5.15 Por inducción en los ordinales numerables definire-


mos lo que es una familia α-uniforme de conjuntos finitos de números
naturales. Una familia F ⊆ N[<∞] es α-uniforme en A ∈ N[∞] si

1. α = 0 y F = {∅},

2. α = β + 1 y para cada n ∈ ω, la colección

F(n) = {t ∈ N[<∞] : n < t, {n} ∪ t ∈ F}

es β-uniforme en A/n,

3. α es un ordinal lı́mite y existe una sucesión estrictamente creciente


{αn : n ∈ ω} de ordinales cuyo lı́mite es α y para cada n ∈ ω,

F(n) = {t : n < t, {n} ∪ t ∈ F}

es αn -uniforme en A/n.

Decimos que F es uniforme en A si es α-uniforme en A para algún


α < ω1 . Si no se especifica el conjunto A, es porque A = ω o porque el
conjunto en cuestión está determinado por el contexto.

Ejemplo 5.16 1. {∅} es la única familia 0-uniforme.

2. Para cada k ∈ ω, N[k] es la única familia k-uniforme.

3. La familia de Schreier. La colección de todos los conjuntos finitos


de números naturales de la forma {n1 , n2 , . . . , nk } tales que n1 <
n2 < · · · < nk y k = n1 + 1. Esta es una familia ω-uniforme.
Más generalmente, si {mi : i ∈ ω} es una sucesión estrictamente
creciente de números naturales, la colección {{n1 , n2 , . . . , nk } : k =
mn1 } es una familia ω-uniforme.

34
4. Dada una sucesión estrictamente creciente {mi : i ∈ ω} de números
naturales, la familia {{n1 , . . . , nk } : k > i, k = mni } es ω + i-
uniforme

Ejercicio 5.17 De ejemplos de familias ω + ω-uniformes, ω + ω + 1-


uniformes, ω  ω-uniformes, ω  ω + 1-uniformes, ω ω -uniformes.

Proposición 5.18 Si F es una familia α-uniforme, y A ∈ N[∞] , en-


tonces F es α-uniforme en A.

Demostración. Por inducción en α < ω1 .

Proposición 5.19 Toda familia α-uniforme es un frente.

Demostración. Por inducción en α < ω1 .

Ejercicio 5.20 Eliminar un segmento inicial. Dados un conjunto A ∈


N[∞] y un frente B en A, sea r un conjunto finito de números naturales
que es un segmento inicial de algún elemento del frente. Demuestre que
la colección T = {s \ r : s ∈ B, r @ s} es un frente en ∪T .

Ejercicio 5.21 Demuestre por inducción en el rango que todo frente en


A es uniforme en algún B ∈ A[∞] . Más aún, si B es un frente en A de
rango α, existe B ∈ A[∞] tal que B es uniforme en B para algún β ≤ α.

Lema 5.22 Sea P (, ) una propiedad tal que para cada n ∈ ω y X ∈
N[∞] se cumple
(i) P (n, X) ⇒ P (n, Y ) para cada Y ∈ X [∞] , y

(ii) ∃Y ∈ X [∞] tal que P (n, Y ).


Entonces, existe A ∈ N[∞] tal que P (n, A/n) vale para todo n ∈ A.

Demostración. Sea A0 ∈ N[∞] tal que P (0, A0 ), y a0 = min(A0 ).


[∞]
Si hemos definido A0 , . . . , An y a0 , . . . , an , sea An+1 ∈ An tal que
P (an , An+1 ), y sea an+1 = min(An+1 /an ). Asi, obtenemos inductiva-
mente el conjunto A = {a0 , a1 , . . . } que satisface lo requerido. 

35
Proposición 5.23 Para cada familia F ⊆ N[<∞] , y cada X ∈ N[∞] ,
existe Y ∈ X [∞] tal que F  Y es vacı́o o incluye una familia α-uniforme
para algún α < ω1 .

Demostración. Tomando el conjunto de los elementos ⊆-minimales


de F, podemos suponer que F es una anticadena en el orden dado por
⊆. Sea
F̂ = {t : ∃s ∈ F t v s}.
F̂ es el árbol de los segmentos iniciales (propios o no) de elementos
de F, con el orden dado por @.
Caso 1. Existe una rama infinita s1 @ s2 @ . S . . en F̂.
En este caso, como F es una anticadena, F  i si = ∅.
Caso 2. El árbol (F̂, ⊆) está bien fundamentado (no hay ramas
infinitas).
En este caso, trabajamos por inducción en el rango del árbol. Si el
rango
S de F̂Ses 1, entonces F ⊆ N[1] ; y al menos uno de los conjuntos
F y N \ F es infinito, y por lo tanto F es 1-uniforme en el primer
conjunto o es disjunta del segundo.
Supongamos inductivamente que tenemos el resultado para todo β <
α, y que F̂ tiene rango α. Para cada n ∈ ω, el rango de

F̂(n) = {t : n < t, {n} ∪ t ∈ F̂}

es menor que α.
Consideremos la propiedad P (n, X) dada por “Fn incluye una familia
uniforme en X o es disjunto de X [<∞] ”, por la Proposición 5.18, P
satisface la cláusula (i) del Lema 5.22, y por la hipótesis inductiva,
satisface la cláusula (ii). Por lo tanto, existe B tal que para cada n ∈ B,
vale P (n, B/n), es decir, para cada n, F(n)  B = ∅ o F(n)  B es
uniforme en B/n.
Si el conjunto {n ∈ B : F(n)  B = ∅} es infinito, ponemos Y igual a
ese conjunto. En caso contrario, tomamos Y un subconjunto infinito de
B tal que para cada n ∈ Y , F(n)  Y es uniforme en Y /n, y llamamos
αn el ordinal correspondiente. Claramente podemos suponer que Y es
tal que {αn : n ∈ Y } es constante o estrictamente creciente. En ambos
casos, F  Y es β-uniforme con β = ∪{αn + 1 : n ∈ A}. 

36
Teorema 5.24 (Nash-Williams, Galvin) Sea F una familia de subcon-
juntos finitos de N, entonces,

(a) existe B ∈ N[∞] tal que F  B es vacı́o, o

(b) existe B ∈ N[∞] tal que F  B contiene una barrera.

Demostración. Sigue inmediatamente de las proposiciones 5.19 y


5.23 y el corolario 5.13.

Galvin demostró este resultado usando una argumentación estilo


“forcing”, con los conceptos de “aceptar y rechazar”, la cual presen-
tamos a continuación.

Segunda Demostración.
Fijemos F una familia de conjuntos finitos de números naturales.
Dados s ∈ N[<∞] y A ∈ N[∞] , diremos que A acepta s si todo elemento
de [s, A] tiene un segmento inicial en F; A rechaza s si para ningún
elemento B de A[∞] , [s, B] acepta s; y decimos que A decide s si A
acepta o rechaza s. De estas definiciones se obtienen inmediatamente
los siguientes hechos:

(i) Si A acepta (rechaza) s y B es un subconjunto infinito de A, en-


tonces B acepta (rechaza) s.

(ii) Dados s y A, existe B ∈ [s, A] que decide s.

(iii) Si A acepta s, entonces, A acepta s ∪ {n} para cada n ∈ A/s.

Proposición 5.25 Si A rechaza s, entonces hay a lo sumo una cantidad


finita de n ∈ A/s tales que A acepta s ∪ {n}.

Demostración. Supongamos por el contrario que el conjunto B de


todos los n ∈ A/s tales que A acepta s ∪ {n} es infinito. Entonces B
acepta s, lo que contradice la hipótesis.

Proposición 5.26 Existe un conjunto infinito B que decide cada uno


de sus subconjuntos finitos.

37
Demostración. Usando (ii), se construyen sucesiones N ⊇ A1 ⊇
A2 ⊇ . . . y n1 < n2 < . . . tales que Am decide cada subconjunto de
{n1 , n2 , . . . , nm−1 } y nm ∈ Am para cada m. Afirmamos que B = {nm :
m ∈ ω} acepta cada uno de sus subconjuntos finitos. Para verificarlo,
sea s un subconjunto finito de B, y sea nm el máximo elemento de s.
Entonces, Am+1 decide s, y por (i), B decide s también.

Para terminar la demostración del teorema, sea B un conjunto in-


finito que decide cada uno de sus subconjuntos finitos. Si B acepta ∅,
entonces F contiene una barrera en B (parte (b) del teorema).
Si B rechaza ∅, sea n1 ∈ B tal que B rechaza {n} para todo n ∈ B
n ≥ n1 . Escojamos ahora n2 > n1 en B tal que B rechaza {n} y
{n1 , n} para todo n ∈ B n ≥ n2 . Continuando asi, formamos n1 <
n2 < n3 < . . . , una sucesión de elementos de B tal que B rechaza
s ∪ {n} para cada s ⊆ {n1 , n2 , . . . , nm−1 } y n ≥ nm en B. Veamos que
el conjunto B̄ = {nm : m ∈ ω} satisface la parte (a) del teorema. Es
claro que B̄ rechaza cada uno de sus subconjuntos finitos. Supongamos
que algún a ∈ F está incluido en B̄. Esto implica que B̄ acepta a, una
contradicción.

Corolario 5.27 Sea F una familia de subconjuntos finitos de N, en-


tonces,
(a) existe B ∈ N[∞] tal que F  B es vacı́o, o
(b) existe B ∈ N[∞] tal que F  B contiene una barrera uniforme.
Demostración. Si existe un B tal que F  B contiene una barrera,
entonces sea F 0 ⊆ F tal que F  B es una barrera en B. Existe un
C ⊆ B tal que F 0  C es una barrera uniforme en C (esto se prueba por
inducción en el rango de la barrera).

Corolario 5.28 (Teorema de Ramsey) Si N[k] = K1 ∪ K2 es una par-


tición de los subconjuntos de N con exactamente k elementos, existe
B ∈ N[∞] tal que B [k] está contenido en Ki para algún i ∈ {1, 2}
Demostración. Aplicando el teorema 5.24 a K1 , obtenemos un con-
junto B tal que B [k] ⊆ K2 o tal que cada subconjunto infinito de B tiene
un segmento inicial en K1 y por lo tanto B [k] ⊆ K1 .

38
Corolario 5.29 (Teorema de Nash-Williams) Sea B una barrera. Si
B = T1 ∪ T2 es una partición de B, existen i ∈ {1, 2} y B ∈ N[∞] tales
que Ti es una barrera en B.

Demostración. Sea B = T1 ∪ T2 es una partición. Aplicando el


Teorema 5.24 a la familia T1 , obtenemos un conjunto B tal que T1 
B = T1 ∩ B [<∞[ es vacı́o o contiene una barrera. En el primer caso, cada
subconjunto infinito de B tiene un segmento inicial en T2 (por ser B una
barrera), y por lo tanto T2 es una barrera en B. En el segundo caso, T1
es una barrera en B.

Teorema 5.30 ([19]) Los siguientes enunciados son equivalentes.

(1) F es Ramsey.

(2) Existe X tal que F  X es Sperner.

(3) Existe X tal que F  X es vacı́o o uniforme en X.

(4) Existe X tal que F  X es fina.

(5) Existe X tal que para ningún Y ⊆ X existen F1 , F2 uniformes en


Y tales que F1 ∩ F2 = ∅ y F1 ∪ F2 ⊆ F  Y .

Demostración.
(1) implica (2). Sea F = F1 ∪ F2 donde

F1 = {s ∈ F : s es mı́nimo respecto a ⊆ en F},

F2 = F \ F1 .
Sea X dado por la propiedad de Ramsey de F para la partición
F = F1 ∪ F2 . Si F1  X es vacı́o, entonces también lo es F2 . Por lo
tanto, F  F = F1  X en cualquiera de los casos.
(2) implica (3). Sigue de la Proposición 5.23.
(3) implica (4). Toda familia uniforme es un frente, y por lo tanto
una familia fina maximal.
(4) implica (5). La unión de dos familias uniformes en el mismo
conjunto no puede ser fina.

39
(5) implica (1). SI F = F0 ∪ · · · ∪ Fr−1 , por la Proposición 5.18
y la Proposición (5.23), podemos hallar X tal que para todo i < r,
Fi  X = ∅ o contiene una familia uniforme. Por la hipótesis (5), a lo
sumo uno de los Fi  X es no vacı́o.

Definición 5.31 Un conjunto S ⊆ N[∞] es Ramsey si existe A ∈ N[∞]


tal que A[∞] ⊆ S o A[∞] ∩S = ∅. Se dice que S es completamente Ramsey
si para todo [s, A], existe B ∈ A[∞] tal que [s, B]∞ ⊆ S o [s, B]∞ ∩S = ∅.
Si la segunda opción siempre ocurre, decimos que S es Ramsey nulo.

Corolario 5.32 (Galvin-Prikry) Todo abierto de N[∞] es Ramsey.

Más adelante veremos que todo boreliano es Ramsey.


Demostración. Dado S ⊆ N[∞] abierto, existe una familia F ⊆ N[<∞]
tal que X ∈ S si y solamente si X tiene un segmento inicial en F. Esto
se debe a que cada abierto es unión de vecindades básicas disjuntas dos
a dos. Sea A tal que F  A es vacı́o o contiene una barrera. En el
primer caso, A[∞] ∩ S = ∅; en el segundo, A[∞] ⊆ S. En conclusión, S
es Ramsey.

Las demostraciones del teorema 5.24 y del Corolario 5.32 se pueden


adaptar para mostrar que todo abierto S es completamente Ramsey, es
decir,

∀a ∈ N[<∞] , A ∈ N[∞] ∃B ∈ A[∞] ([a, B] ∩ S = ∅ o [a, B] ⊆ S).

Primero observemos que el Teorema 5.24 se puede relativizar a un


conjunto A ∈ N[∞] :

Corolario 5.33 Sea F una familia de subconjuntos finitos de N, en-


tonces, para todo A ∈ N[∞] ,

(a) existe B ∈ A[∞] tal que F  B es vacı́o, o

(b) existe B ∈ A[∞] tal que F  B contiene una barrera uniforme.

Corolario 5.34 (Galvin-Prikry) Todo abierto es completamente Ram-


sey.

40
Demostración. Sean a ∈ N[<∞] , A ∈ N[∞] , y un conjunto abierto S
dados. Si algún segmento inicial de a pertenece a la familia F, entonces
[a] ⊆ S, y por lo tanto [a, A] ⊆ S.
Si ningún segmento inicial de a pertenece a la familia F, tomemos
la familia F 0 S
= {t \ a : t ∈ F} de conjuntos finitos , y consideremos el
abierto S = {[s] : s ∈ F 0 }. Apliquemos el Corolario 5.33 a la familia
0

F 0 y al conjunto A, para obtener un B ∈ A[∞] tal que F 0  B es vacı́o o


contiene una barrera. En el primer caso, [a, B] ∩ S = ∅. En el segundo,
[a, B] ⊆ S.

Ejercicio 5.35 Demuestre que todo abierto en la topologı́a exponencial


es completamente Ramsey.

Corolario 5.36 (Ellentuck)

(a) En la topologı́a exponencial de N[∞] , las siguientes condiciones son


equivalentes:

(i) S es magro,
(ii) S es nunca denso,
(iii) S es Ramsey nulo.

(b) Un conjunto S ⊆ N[∞] es completamente Ramsey si y sólo si tiene


la propiedad de Baire en la topologı́a exponencial.

5.2 Los borelianos son Ramsey


El sı́mbolo
ω → (ω)ω
expresa que para toda partición del conjunto N[∞] en dos pedazos, diga-
mos A y N[∞] \ A, existe un conjunto infinito H ⊆ N tal que todos
los subconjuntos infinitos de H están del mismo lado de la partición,
es decir, H [∞] ⊆ A o H [∞] ⊆ N[∞] \ A. En otras palabras, el sı́mbolo
expresa que todo conjunto A ⊆ N[∞] es Ramsey.
Del axioma de elección se deduce que esto es falso: hay conjuntos
que tienen la propiedad de Ramsey.

41
Teorema 5.37 (AC)
ω 6→ (ω)ω .

Demostración: Usando el axioma de elección produciremos un con-


junto A que determina una partición de N[∞] para la cual no existe
conjunto infinito homogéneo.
Listemos en tipo de orden 2ℵ0 todos los subconjuntos infinitos de ω.
De modo que N[∞] = {Aξ : ξ < 2ℵ0 }. Definamos inductivamente un
[∞]
conjunto A como sigue. Escogemos dos elementos de A0 , llamémoslos
α0 y β0 . Supongamos que hemos definido αξ y βξ para todo ξ < δ
[∞]
(δ < 2ℵ0 ), de modo que αξ , βξ ∈ Aξ y todos los αξ , βξ (con ξ < α ) son
[∞]
distintos entre sı́. Entonces, como Aδ tiene cardinalidad 2ℵ0 , podemos
escoger dos de sus elementos, αδ y βδ , distintos entre sı́ y distintos de
todos los anteriores αξ , βξ (ξ < δ). Pongamos A = {αξ : ξ < 2ℵ0 }. La
partición determinada por A no tiene conjunto homogéneo infinito, ya
que cualquier H ∈ N[∞] es H = Aξ para algún ξ < 2ℵ0 y por lo tanto
αξ , βξ ∈ H [∞] son tales que αξ ∈ A y βξ ∈ N[∞] \ A. 

Sin embargo, la relación ω → (ω)ω es consistente con una versión


débil del axioma de elección llamada axioma de elecciones dependientes
(si la existencia de un cardinal inaccesible es consistente con ZF C).
Este resultado fue obtenido por Mathias, quien demostró que ω → (ω)ω
vale en el modelo de Solovay donde todo conjunto de números reales es
medible Lebesgue. (Ver [10, 12]).

Ejercicio 5.38 Considere la relación de equivalencia en N[∞] dada por


A ∼ B si y sólo si la diferencia simétrica A∆B es finita. Escogiendo
un representante de cada clase de equivalencia, se puede definir una par-
tición de N[∞] en dos pedazos que no admite ningún conjunto homogéneo.
(Sugerencia: defina f (A) = 0 si y solamente si la diferencia simétrica
entre A y el representante de su clase de equivalencia tiene una cantidad
par de elementos).

42
Ejercicio 5.39 Dado un A ∈ N[∞] , sea

[
Ao = [0, A(0)) ∪ [A(2i + 1), A(2i + 2)), y
i=0

[
Ae = [A(2i), A(2i + 1)).
i=0

Si U es un ultrafiltro no principal en N (véase la definición más


adelante), entonces el conjunto {A ∈ N[∞] : Ao ∈ U } no es Ramsey.

D. Scott planteó la posibilidad de que para particiones de N[∞]


definibles en forma“sencilla”, se pudiese demostrar la existencia de con-
juntos homogéneos, lo cual es cierto. Hemos visto que los abiertos son
Ramsey, y ahora completaremos la demostración de que todo boreliano
es Ramsey debida a Galvin y Prikry. Para lograr este resultado, Galvin
y Prikry introdujeron el concepto de conjunto completamente Ramsey
y probaron que los conjuntos abiertos tienen esta propiedad más fuerte.
Luego, dado que el complemento de un conjunto completamente Ram-
sey es completamente Ramsey y que la unión de una familia numerable
de conjuntos completamente Ramsey es completamente Ramsey, sigue
el resultado sobre los conjuntos borelianos.
Claramente todo conjunto completamente Ramsey es Ramsey, basta
tomar p = ∅ y M = ω.

Lema 5.40 El complemento de un conjunto completamente Ramsey es


completamente Ramsey.

Lema 5.41 Si paraS cada n ∈ N, An es un conjunto completamente


Ramsey , entonces n∈ω An es completamente Ramsey.

Demostración: Sea p ∈ N[<∞] y M ∈ N[∞] . Como A0 es completa-


mente Ramsey, existe N0 ∈ M [∞] tal que [p, N0 ] ⊆ A0 o [p, N0 ] ∩ A0 =
∅. Sea a0 ∈ N0 . Supongamos que hemos definido {a0 , a1 , . . . , an } y
N0 , N1 , . . . , Nn tales que a0 < a1 < · · · < an , y ai ∈ Ni para cada
i ≤ n, y supongamos que para cada i < n y cada subconjunto q de
{a0 , a1 , . . . , ai } , [p ∪ q, Ni ] ⊆ Ai o [p ∪ q, Ni ] ∩ Ai = ∅ . Como An+1
es completamente Ramsey, usando esta propiedad un número finito de

43
veces, podemos hallar Nn+1 ⊆ Nn tal que para cada subconjunto q de
{a0 , a1 , . . . , an } , [p ∪ q, Nn+1 ] ⊆ An+1 o [p ∪ q, Nn+1 ] ∩ An+1 = ∅. Sea
an+1 ∈ Nn+1 tal que an < an+1 . De esta manera construimos inducti-
vamente un conjunto infinito N = {a0 , a1 , . . . }.
Para cada n ∈ ω, el conjunto An es abierto en la topologı́a relativa
de [p, N ], es decir, An ∩ [p, N ] es abierto en [p, N ]. Esto es ası́ ya que

A0 ∩ [p, N ] = ∅ o A0 ∩ [p, N ] = [p, N ],


y para i ≥ 1,

Ai ∩ [p, N ] = (∪{[p ∪ q] : q ⊆ {a0 , . . . , ai−1 }, [p ∪ q, Ni ] ⊆ Ai }) ∩ [p, N ].


S
Por lo tanto, A = n∈ω An también es abierto en [p, N ], Es decir,
existe un abierto B tal que A ∩ [p, N ] = B ∩ [p, N ]. Como B es comple-
tamente Ramsey por el Lema 5.34, existe R ∈ N [∞] tal que [p, R] ⊆ B
o [p, R] ∩ B = ∅, y por lo tanto [p, R] ⊆ A o [p, R] ∩ A = ∅.

Teorema 5.42 (Galvin - Prikry [8]) Todo subconjunto boreliano de N[∞]


es Ramsey.

Demostración: Por los resultados anteriores, todo boreliano es com-


pletamente Ramsey, y de allı́ sigue el teorema.

J. Silver [22] demostró, usando técnicas metamatemáticas, que todo


conjunto analı́tico es Ramsey, extendiendo el resultado de Galvin y
Prikry. Unos años más tarde, E. Ellentuck [3] publicó una prueba
topológica del resultado de Silver.

44
6 Teoremas de Canonización
6.1 Coloraciones infinitas
Ahora presentaremos una generalización del teorema de Ramsey debida
a Erdös y Rado.
Sea a = {x1 , . . . , xr } y sea X ⊆ r, definimos a  X = {xi : i ∈ X}.

Definición 6.1 Una partición f : B [r] → Ord de la colección de los


subconjuntos con r elementos del conjunto B es canónica en B si existe
un X ⊆ r tal que para todo a, b ∈ B [r] ,

f (a) = f (b) si y solamente si a  X = b  X.

El conjunto X es único si existe.

El sı́mbolo de partición

κ → ∗(λ)r

significa “para cada f : κ[r] → Ord, existe un conjunto B ⊆ κ, |B| = λ,


tal que f es canónica en B”.

Teorema 6.2 ([5]) Para cada número entero positivo r, vale la propiedad

ω → ∗(ω)r

Demostración. Fijemos una partición f : N[r] → Ord. Para cada


conjunto s = {x0 , . . . x2r−1 } ∈ N[2r] , definimos una relación de equiva-
lencia ∼s en {0, 1, . . . , 2r − 1}[r] por

a ∼s b si y sólo si f ({xi : i ∈ a}) = f ({xi : i ∈ b}).

Sea {e0 , e1 , . . . , ek−1 } una enumeración de todas esas relaciones de


equivalencia, y definamos una partición g : N[2r] → k poniendo

g(s) = i si y sólo si ∼s = ei .

Aplicando el teorema de Ramsey obtenemos un conjunto B infinito


homogéneo para g. Sea ∼ la relación de equivalencia ∼s determinada por
cualquier s ∈ B [2r] (por homogeneidad de B, es la misma para todos).

45
Considerando dos r-subconjuntos x, y de B, y varios 2r-subconjuntos
s de B tales que x∪y ⊆ s, se observa que la relación f (x) = f (y) depende
solamente de la posición relativa de x e y en x ∪ y.
Dados x = {x0 , . . . , xr−1 }, y = {y0 . . . . , yr−1 }, denotamos por Cxy al
máximo subconjunto C ⊆ r tal que a  C = b  C, es decir, Cxy = {i :
xi = yi }. Sea X el mı́nimo conjunto de la forma Cxy con x, y ∈ B [r]
tales que f (x) = f (y). Tal mı́nimo existe ya que dados x, y, x0, y0 ∈ B [r]
tales que f (x) = f (y) y f (x0 ) = f (y 0 ), existen z, v ∈ B [r] tales que
f (z) = f (v) y Czv = Cxy ∩ Cx0y0 .
Veamos que

f (x) = f (y) si y sólo si x  X = y  X,


y por lo tanto f es canónica en B.
Dados x, y ∈ B [r] tales que x  X = y  X, se tiene que f (x) = f (y),
ya que existen u, v ∈ B [r] tales que f (u) = f (v) y Cuv = X, y por
transitividad de la relación ∼, y la homogeneidad del conjunto B, el valor
de f (u) no cambia si modificamos u manteniendo u  X. Y podemos
hallar u0 , v 0 ∈ B [r] con la misma restricción a X y posicionados en u0 ∪ v 0
de la misma forma que x, y en x ∪ y.
Por otra parte, si f (x) = f (y), entonces X ⊆ Cxy , por la minimalidad
de X, y por lo tanto x  X = y  Y . 

Diremos que una partición f : κ[r] → κ es regresiva si f (a) < min a


para todo a ∈ κ[r] . Un subconjunto B de κ se dice min-homogéneo para
f si f (a) = f (b) cuando min a = min b.
Expresaremos con el sı́mbolo

κ → (λ)rreg

que para toda función regresiva f : κ[r] → κ existe un conjunto B min-


homogéneo de cardinalidad λ.

Corolario 6.3 Para todo r ∈ N, se cumple

ω → (ω)rreg .

Demostración. Aplicando el Teorema 6.2 de canonización a la función


f , obtenemos conjuntos X y B como en el enunciado. Veremos que

46
B es min-homogéneo. Demostremos primero que X ⊆ {0} (es decir,
no contiene ningún número mayor que 0). Si i > 0 pertenece a X,
tomando b0 = min B podemos formar infinitos elementos de a ∈ B [r] ,
a = {a0 , . . . , ar−1 }, todos con el mismo primer elemento a0 = b0 , pero
con diferentes ai . Las imágenes por f de ellos tienen que ser todas distin-
tas entre sı́, pero por la regresividad de f , todas deben ser menores que
b0 , lo que es imposible. Si X = ∅, la función f es constante, si X = {0},
f (a) = f (b) siempre que a y b tienen el mismo primer elemento.

6.2 Coloraciones de barreras


Ahora demostraremos un teorema de canonización de Pudlak y Rödl
([19]) que generaliza el teorema 6.2 ya que se refiere a frentes de cualquier
rango, y no solamente de rango finito.

Definición 6.4 Una función φ : S → ω es una partición canónica de S


en X si S es una barrera uniforme en X y existe una barrera uniforme
T y una aplicación f : S → T tales que

(a) f (s) ⊆ s para todo s ∈ S,

(b) para todo s, t ∈ S, φ(s) = φ(t) si y sólo si f (s) = f (t).


La cláusula (b) es equivalente a

(b’) existe una función uno a uno ψ : T → N tal que para todo s ∈ B,
φ(s) = ψ(f (s)).

Teorema 6.5 [19] Para cada barrera uniforme S en un conjunto X ∈


N[∞] y cada función φ : S → N, existe Y ∈ X [∞] tal que φ  (S  Y ) es
una partición canónica de S  Y en Y .

Proposición 6.6 ([19]) Sea B una barrera uniforme en X, y sea h : B →


/ s para cada s ∈ B. Entonces, existe Y ∈ X [∞] tal que
N tal que h(s) ∈
h(s) ∈
/ Y para todo s ∈ B  Y .

Demostración. Por inducción en α < ω1 . Si el rango de B es 0, el


resultado es trivial. Supongamos que vale para frentes de rango < α y
sea B de rango α. Sea n0 arbitrario, definimos hn0 en B(n0 ) por hn0 (t) =

47
h({n0 } ∪ t). Por la hipótesis inductiva, hay un conjunto Y0 ∈ X [∞] tal
que hn0 (t) ∈/ Y0 para todo t ∈ B(n0 )  Y0 . Nótese que para cualquier
tal t, hn0 (t) 6= n0 . Ahora, sea n1 el primer elemento de Y0 mayor
que n0 . Repetimos el procedimiento con B(n1 ) e Y0 p[ara obtener Y1
tal que hn1 (t) ∈/ Y1 para cada t ∈ B(n1 )  Y1 , y n2 ∈ Y1 mayor que
n1 . Supongamos que hemos definido Yni y ni+1 ∈ Yni . Aplicamos la
hipótesis inductiva a B(ni+1 )  Yni y la función hni+1 definida en B(ni+1 )
por hni+1 (t) = h({ni+1 } ∪ t),, y obtenemos Yni+1 tal que hni+1 (t) ∈ / Yni+1
para todo t ∈ B(ni+1 )  Yni+1 , y tomamos ni+2 el primer elemento de
Yni+1 mayor que nni+1 .
Sea Z = {ni : i ∈ ω}. Por construcción, dado s = {ni0 , . . . , nik } ∈ B,
h(s) ∈/ Z \ ni−0 . Pero h(s) puede pertenecer a {n0 , . . . ni0 −1 }. Usando
esto, definimos una partición de B(ni0 ) en un número finito de partes,
y por el Corolario 5.29, podemos suponer que h”B(ni0 ) ∩ {n0 , . . . ni0 −1 }
tiene a lo sumo un elemento. Entonces, existe una función f : Z → ω tal
que para todo s ∈ B  Z, si h(s) ∈ Z, h(s) = f ( min s). Por el teorema
de Ramsey, existe un conjunto infinito Y ⊆ Z tal que f ”Y ∩ Y = ∅. El
conjunto Y satisface las propiedades requeridas. 

Proposición 6.7 ([19]) Sean S1 y S2 barreras uniformes, y φ1 : S1 → N


, φ2 : S2 → N funciones inyectivas. Entonces, existe A ∈ N[∞] tal que

(i) S1  A = S2  A y φ1 (s) = φ2 (s) para todo s ∈ S1  A, o

(ii) φ001 S1  A ∩ φ002 S2  A = ∅.

Proof. Partimos S1 en dos partes S1 = T1 ∪ T2 definidas como sigue:


T1 = {s ∈ S1 : ∃t ∈ S2 (φ1 (s) = φ2 (t))} y T2 = S1 \ T1 .
Por el Corolario 5.29, existe un conjunto X0 ∈ N[∞] tal que T1 
X0 = S1  X0 es una barrera en X0 , o T2  X0 = S1  X0 es una barera
en X0 .
En el segundo caso, φ001 S1  X0 ∩ φ002 S2  X0 = ∅.
Supongamos entonces que ocurre el primer caso. Para cada s ∈ S1 
X0 existe solamente un ts ∈ S2 con φ2 (ts ) = φ1 (s).
Partimos S2  X0 de manera similar, es decir, S2  X0 = T10 ∪ T20 ,
donde T10 = {t ∈ S2  X0 : ∃s ∈ S1 (φ1 (s) = φ2 (t))}; y T20 = S2 \ T10 .
[∞]
Como anteriormente, podemos suponer que existe X1 ∈ X0 tal que

48
S2  X1 = T10  X1 es un frente en X1 . Y para cada t ∈ S2  X1 , hay un
único st ∈ S1 tal que φ2 (t) = φ1 (st ).
Ahora, partimos S1  X1 como sigue: S1  X1 = R1 ∪ R2 donde
R1 = {s ∈ S1  X1 : s = ts } y R2 = {s ∈ T1 : s 6= ts }. Como antes,
[∞]
existe X2 ∈ X1 tal que S1  X2 = R1  X2 es un frente en X2 o
S1  X2 = T2  X2 es un frente en X2 .
En el primer caso, S1  X2 ⊆ S2  X2 , y por la propiedad de maxi-
malidad de los frentes, obtenemos S1  X2 = S2  X2 . Claramente, φ1 y
φ2 coinciden allı́, y por lo tanto tenemos (i).
Podemos suponer entonces que ocurre el segundo caso. Similar-
mente, trabajando con S2 , podemos suponer que S2  X2 es tal que
para cada t ∈ S2  X2 se tiene t 6= st
Definimos h : S1  X2 → N escogiendo h(s) ∈ ts \ s en caso de que
ts \s es no vacı́o, y en caso contrario, tomando h(s) un número arbitrario
fuera de s. Definimos también g : S2  X2 → N tomando h(t) en st \ t si
es posible, y cualquier número fuera de t si no.
[∞]
Por la Proposición 6.6 existe X3 ∈ X2 tal que para todo s ∈ S1 
X3 , h(s) ∈/ X3 , y para todo t ∈ S2  X3 , g(s) ∈
/ X3 .
Tomemos s ∈ S1  X3 y t ∈ S2  X3 . Si h(s) ∈ ts , entonces ts 6⊂ X3
y por lo tanto φ1 (s) 6= φ2 (t). Si, por el contrario, h(s) ∈ / ts , es porque
ts ⊂ s, y en este caso, g(ts ) ∈ s \ ts (nótese que sts = s). Pero esto
contradice que s ⊂ X3 . En conclusión, φ001 S1  X3 ∩ φ002 S2  X3 = ∅. 

Demostración del Teorema 6.5. Tomemos S, X y φ como en el enun-


ciado del teorema. Podemos suponer que la función φ está definida en
una familia uniforme. La prueba se hace por inducción en el rango de
la familia.
Para α = 0 el resultado es trivial; supongamos entonces que ha sido
demostrado para todo β < α y sea B, el frente del enunciado, de rango
α. Para cada n ∈ ω, definamos

φn (s) = φ({n} ∪ s)

para todo s ∈ B(n) . Por la hipótesis inductiva, podemos encontrar Tn ,


fn and ψn , la familia uniforme y las funciones correspondientes que
canonizan φn .
Mediante una diagonalización sencilla podemos suponer que para
todo n, la función φn es canonizada por Tn , fn y ψn en X ∩ (n, ∞).

49
También podemos suponer que los rangos de las familias Tn son todos
iguales o forman una sucesión creciente.
Nótese que también se puede suponer que para todo n < m ∈ X,
vale lo siguiente si nos restringimos a X/m,

Tn = Tm , y ψn  Tm = ψm , o (1)
ψn00 (Tn ) 00
∩ ψ (Tm ) = ∅.

Para probar esto, basta verificar que la propiedad P (m, Y ) definida


por “para todo n < m la alternativa (1) vale relativizada a Y ” satisface
las hipótesis de la Proposición 5.22; claramente se tiene la hipótesis (i),
y la hipótesis (ii) sigue de la Proposición 6.7.
Por el Teorema de Ramsey (para pares), podemos suponer que la
misma parte de la alternativa vale para todo n; y consideramos los dos
casos.
Caso 1. Para todo n < m, Tn  (m, ∞) = Tm , y ψn  Tm = ψm .
En este caso, definimos Y = X \{n0 }, donde n0 es el primer elemento
de X, y T = Tn0 , f (s) = fn (s \ {n}) para s ∈ B y n = mins, ψ = ψn0 .
Claramente, T es un frente en Y , f (s) ⊆ s para todo s ∈ B  Y , y ψ
es inyectiva. También,

φ(s) = φ(n) (s \ {n}) = ψn (fn (s \ {n})) = ψn0 (fn (s \ {n})) = ψ(f (s)),

para todo s ∈ B  Y y n = min s.


Caso 2. Para todo n < m, ψn00 (Tn  (m, ∞)) ∩ ψ 00 (Tm ) = ∅.
En este caso, el menor elemento de cada s juega un papel en la
canonización. Definamos

T = {{n} ∪ t : t ∈ Tn , n ∈ ω},
f (s) = {n} ∪ fn (s \ {n}) para todo s ∈ B con min s = n,
ψ(t) = ψn (t \ {n}) para n = min t.

T es uniforme, ya que Tn es uniforme para cada n y la sucesión


{αn : n ∈ ω} es constante o estrictamente creciente. Y es claro que para
todo s, f (s) ⊆ s.
Para mostrar que ψ es inyectiva necesitamos hacer un trabajo adi-
cional. Para todo n < m y todo u ⊆ (n, m], definimos un conjunto

50
Tn,(u),m y una aplicación ψn,(u),m como sigue

v ∈ Tn,(u),m si y sólo si m < min v y u ∪ v ∈ Tn ;


y ψn,(u),m (v) = ψn (u ∪ v) para todo v ∈ Tn,(u),m .

Por inducción en la longitud de u se demuestra que Tn,(u),m es una


familia uniforme. Como anteriormente, podemos encontrar un conjunto
X tal que para todo n, m ∈ X con n < m y u ⊆ (n, m] ∩ X, una de las
dos condiciones siguientes vale cuando nos restringimos a X,

Tn,(u),m = Tm y ψn,(u),m = ψm , o (2)


00 00
ψn,(u),m Tn,(u),m ∩ ψm Tm = ∅. (3)

Dados s, t ∈ T , s 6= t, consideramos los siguientes casos,


(i) si min s = n = min t, entonces ψ(s) = ψn (s \ {n}) 6= ψ(t \ {n}) =
ψ(t), la desigualdad vale porque ψn es inyectiva;
(ii) is n =min s < min t = m, y s \ {n} ⊆ (m, ∞), tenemos que
ψ(s) 6= ψ(t) por la hipótesis del Caso 2;
(iii) si min s = n < min t = m y s ∩ (n, m] es no vacı́o, sea u =
s ∩ (n, m]. Tn,(u),m es uniforme en X/m y

rango(Tn,(s),m ) < rango(Tn ) ≤ rango(Tm ).

Y esto implica que se debe cumplir (3) ya que (2) es imposible.


Concluimos entonces que ψ es inyectiva.
Las funciones ψ y f se comportan tal como es deseado ya que para
todo s ∈ B con min s = n,

φ(s) = φ(n) (s \ {n}) = ψn (fn (s \ {n})) = ψ({n} ∪ fn (s \ {n}) = ψ(f (s)).

51
7 Particiones de conjuntos no numerables
Cualquier intento de generalizar el teorema de Ramsey a cardinalidades
no numerables nos lleva inmediatamente a enunciados falsos o a conside-
rar algunos axiomas de cardinales grandes. Consideremos una partición
F : A[2] → 2 donde A es un conjunto no numerable. El teorema de
Ramsey no indica nada sobre la existencia de conjuntos homogéneos no
numerables para F . Por supuesto que el teorema garantiza la existencia
de conjuntos homogéneos infinitos, pero no podemos decir nada sobre
su cardinalidad. Si examinamos la demostración del teorema, veremos
inmediatamente que el conjunto homogéneo que nos proporciona la cons-
trucción utilizada es numerable. Veamos que, por ejemplo, ℵ1 6→ (ℵ1 )2 ,
como se deduce del siguiente teorema.

Teorema 7.1 (Sierpinski, 1933)

2ℵ0 6→ (ℵ1 )2 .

Demostración: Identificaremos los elementos [2]


de 2ℵ0 con sucesiones

numerables de ceros y unos. Definimos F : 2 0 → 2 por F ({α, β}) = 0
si y sólo si α < β y la sucesión correspondiente a α es menor que la
correspondiente a β en el orden lexicográfico. Es decir, para el primer
n ∈ ω en el que (las sucesiones correspondientes a) α y β difieren,
α(n) = 0 y β(n) = 1. Veamos que F no tiene conjuntos homogéneos de
cardinalidad ℵ1 . Claramente, lo que tenemos que mostrar es que el orden
lexicográfico de las ω-sucesiones de ceros y unos no tiene cadenas de tipo
de orden ℵ1 ni cadenas descendientes de tipo de orden ℵ1 invertido. Para
ello, supongamos que C = {fα : α < ℵ1 } es una cadena de tipo de orden
ℵ1 en el orden lexicográfico de las sucesiones de ceros y unos. Es decir,
para todo α < ℵ1 , fα : ω → 2 y si α < β < ℵ1 entonces fα precede a fβ
en el orden lexicográfico. Para cada α < ℵ1 , sea nα el primer lugar en el
que fα y fα+1 difieren. Entonces, claro está, fα (nα ) = 0 y fα+1 (nα ) = 1,
y fα (i) = fα+1 (i) para i < nα . Como ℵ1 es regular, existe n ∈ ω y una
subcolección D ⊆ C de cardinalidad ℵ1 , tal que n = nα si fα ∈ D. Es
decir, para toda fα ∈ D, fα (n) = 0 y fα+1 (n) = 1, y fα (i) = fα+1 (i)
para i < n. Pero si α < β y fα , fβ ∈ D, entonces fα  n 6= fβ  n, ya que
si fα  n = fβ  n, como fα y fβ están en D, fβ precederı́a a fα+1 en
el orden lexicográfico, lo que es imposible. Ası́ obtenemos una colección
de ℵ1 sucesiones distintas de ceros y unos de longitud n, y ésto es una

52
contradicción. Análogamente se demuestra que ese orden lexicográfico
no tiene cadenas decrecientes de tipo de orden ℵ1 .

Corolario 7.2
ℵ1 6→ (ℵ1 )2 .

Demostración. El corolario sigue del teorema anterior por la simple


observación de que si α → (β)nγ y α0 > α, entonces α0 → (β)nγ . 

Haciendo algunas modificaciones a la demostración obtenemos la


siguiente generalización del teorema.

Teorema 7.3 (Sierpinski, 1933) Para todo cardinal infinito κ,

2κ 6→ (κ+ )2 .

Ejercicio 7.4 Demuestre el teorema 7.1 identificando 2ℵ0 con R. (Sug-


erencia: Dado un buen orden ≺ de R, se define una partición f : R2 → 2
poniendo para números reales r < s, f (r, s) = 0 si y solamente si r ≺ s.
Finalmente, muestre que en R no puede haber una cadena creciente de
tipo de orden ℵ1 ni una cadena decreciente de tipo de orden ℵ1 inver-
tido).

Ahora veremos que la existencia de un cardinal no numerable κ tal


que κ → (κ)2 es una hipótesis es bastante fuerte.

Teorema 7.5 (Erdös y Tarski, 1943) Si κ > ω y κ → (κ)2 , entonces


κ es fuertemente inaccesible.

Demostración: Primero veamos que k es un cardinal regular. Suponga-


mos, para llegar a una contradicción, que δ = cof (κ) < κ. Sea g : δ → κ
una función monótona cuya imagen es no acotada en κ. Definimos
F : κ[2] → 2 como sigue: Para α < β,
(
0, si ∃ξ < δ (α < g(ξ) < β),
F (α, β) =
1 en caso contrario.

Sea H ⊆ κ homogéneo para F , |H| = κ. Veamos que F ”H [2] = {0}.


En efecto, sea α un elemento de H, como el rango de g es no acotado

53
en κ, podemos hallar ξ < δ tal que α < g(ξ), y como H es no acotado
en κ existe β ∈ H tal que g(ξ) < β. Entonces F (α, β) = 0. Por
ser H homogéneo, F toma valor 0 en cualquier otro par de elementos
de H. Ahora definimos f : H → δ poniendo f (α) = el menor ξ <
δ tal que α < g(ξ). Como F ”H [2] = {0}, f es una función inyectiva de
H en δ, lo que contradice que δ < κ.
Ahora probamos que κ es un lı́mite fuerte. Supongamos lo contrario,
y sea γ < κ el menor ordinal (menor que κ) tal que |2γ | ≥ κ. Fijemos,
para cada ordinal α < κ, una función fα de γ en 2 de modo que la
asignación α 7→ fα sea inyectiva.
Definamos F : κ[2] → 2 poniendo

(
0, si α < β y fα precede a fβ en el orden lexicográfico,
F (α, β) =
1 en caso contrario.

Sea H un conjunto de cardinalidad κ homogéneo para F .


Veamos que para cada ξ < γ existe un αξ < κ tal que el conjunto
{fβ  ξ : β ∈ H, β > αξ } tiene un solo elemento. Es decir, todas las fβ
coinciden en su restricción a ξ, para los β ∈ H mayores que αξ .
Fijemos ξ < γ. Como 2ξ < κ, y κ es regular, existe un conjunto
J ⊆ H de cardinalidad κ tal que {fβ  ξ : β ∈ J} tiene un solo elemento.
Ahora, como H es homogéneo para F , si β1 < β2 son dos elementos de J,
entonces para cada β ∈ H tal que β1 < β < β2 se tiene fβ  ξ = fβ1  ξ.
Basta poner αξ igual al primer elemento de J.
Sea δ = ∪{αξ : ξ < γ}. Como γ < κ y κ es regular, entonces
δ < κ por ser el supremo de un conjunto acotado en κ. Entonces, para
cada α, β ∈ H, ambos mayores que δ, se tiene que para todo ξ < δ,
fα  ξ = fβ  ξ y por lo tanto fα = fβ . Esto contradice que la aplicación
α 7→ fα es inyectiva. 

Otra manera de mostrar que κ → (κ)2 implica que κ es lı́mite fuerte


utiliza propiedades de densidad del orden lexicográfico de 2γ . Sea Lγ
el orden lexicográfico de los elementos de 2γ que no son eventualmente
constantemente 0. Y sea Qγ el orden lexicográfico de los elementos de
2γ que toman eventualmente valor constante 1. Es claro que |Lγ | =
2γ ≥ κ, y |Qγ | = 2<γ < κ (esta última desigualdad vale por ser κ
regular). Tenemos entonces un orden total Lγ de cardinalidad κ con

54
un subconjunto denso de cardinalidad menor que κ. De aquı́ podemos
obtener una contradicción como en la prueba de la regularidad de κ, ya
que usando la relación κ → (κ)2 podemos demostrar que en Lγ existe
una sucesión creciente de tipo de orden κ o una sucesión decreciente con
el tipo de orden de κ invertido.

Corolario 7.6 En ZF C no se puede demostrar la existencia de un car-


dinal no numerable κ tal que κ → (κ)2 (suponiendo, por supuesto, que
ZF C es consistente).

Se puede demostrar que si κ > ω y κ → (κ)2 , no sólo κ es inaccesible,


sino que hay muchos cardinales inaccesibles menores que κ.
Ahora vamos a demostrar que la propiedad κ → (κ)2 se puede carac-
terizar mediante una propiedad de árboles.

Definición 7.7 Sea κ un cardinal infinito. Un κ-árbol es un árbol de


tamaño κ cuyos niveles son todos de cardinalidad menor que κ.
Decimos que κ tiene la propiedad de árbol si todo κ-árbol tiene una
rama de cardinalidad κ.

El teorema de König (Teorema 2.4) dice exactamente que ω tiene


esta propiedad.

Teorema 7.8 (Erdös y Tarski, 1961) Sea κ un cardinal inaccesible. En-


tonces κ → (κ)2 si y sólo si κ tiene la propiedad de árbol.

Demostración: (a) Si κ → (κ)2 y (A, <A ) es un κ-árbol entonces


podemos suponer que A = κ (los nodos de A son los ordinales menores
que κ relacionados por un orden <A ). Definimos la siguiente extensión
<∗ del orden <A a un orden total: α <∗ β si y sólo si α <A β o en el
primer nivel del árbol donde α y β tienen predecesores distintos, digamos
α0 y β 0 respectivamente, se tiene que α0 < β 0 .
Ahora definimos F : κ[2] → 2 poniendo, para α < β, F ({α, β}) = 0
si y sólo si α <∗ β. Sea H ⊆ κ un conjunto homogéneo para F con
|H| = κ. Usando H definimos un conjunto R ⊆ κ poniendo

R = {α ∈ κ : α tiene κ sucesores en el árbol pertenecientes a H}.

55
Es claro que R tiene al menos un elemento en cada nivel del árbol, ya que
si para algún nivel ninguno de sus elementos está en R entonces (como
hay menos de κ nodos en ese nivel) H no podrı́a tener cardinalidad κ
(aquı́ usamos la regularidad de κ). Entonces |R| = κ. Por otra parte,
todos los elementos de R son comparables (respecto a <A ) ya que si
α, β ∈ R fuesen incomparables, entonces hay un primer nivel donde α y
β tienen predecesores diferentes, α0 y β 0 respectivamente. Entonces como
α0 y β 0 tienen, cada uno, κ sucesores en H, podemos hallar γ < δ < η
todos en H tales que α0 <A γ, α0 <A η y β 0 <A δ. Pero entonces
F ({γ, δ}) 6= F ({δ, η}) y contradecimos la homogeneidad de H.
(b) Si κ tiene la propiedad de árbol y F : κ[2] → 2, obtenemos un con-
junto homogéneo para F construyendo un κ-árbol como lo hicimos para
el teorema de Ramsey, pero ahora tenemos que usar la inaccesiblidad de
κ para los niveles del árbol que son lı́mites. Como la demostración es
esencialmente la misma, aprovecharemos para probar el siguiente resul-
tado.

Lema 7.9 Si κ es inaccesible y tiene la propiedad de árbol, entonces


para todo n ∈ ω y todo γ < κ, κ → (κ)nγ .

Demostración del Lema. Seguimos el mismo esquema que en la


prueba del teorema de Ramsey, demostrando el lema por inducción en
n. La regularidad de κ implica que para n = 1 y para todo γ < κ se
tiene κ → (κ)nγ . Supongamos que el resultado vale para n = m y sea
F : κ[m+1] → γ una partición en γ pedazos donde γ < κ. Construimos
inductivamente un κ-árbol A = hκ, <A i. Los primeros m niveles son
0 < 1 < ... < m − 1, y C(m − 1) = κ \ m es el conjunto de los suce-
sores potenciales de m − 1. Cada vez que pongamos algún nodo x en el
árbol definiremos también C(x) el conjunto de sus sucesores potenciales.
Supongamos que x ha sido situado en el árbol y que C(x) es el conjunto
de sus sucesores potenciales. Definamos los sucesores inmediatos de x en
el árbol. Dividimos C(x) en clases de equivalencia respecto a la relación
[m]
α ∼ β si y sólo si para todo s ∈ Bx se tiene F (s ∪ {α}) = F (s ∪ {β})
(donde Bx es el conjunto formado por x y sus predecesores en A). Pong-
amos como sucesor inmediato de x al menor elemento de cada clase; el
resto de la clase es el conjunto de sus sucesores potenciales. Notemos
que x tendrá a lo sumo tantos sucesores inmediatos como hay funciones
[m] [m] [m]
de Bx en γ, es decir, |B γ| ≤ 2|Bx ×γ| < κ (por la inaccesibilidad de

56
κ). Entonces si el nivel α ha sido definido (y tiene < κ elementos) el
nivel α + 1 tendrá también < κ elementos (otra vez por regularidad de
κ). Sea ahora δ un ordinal lı́mite y supongamos que hemos definido el
nivel α del árbol para todo α < δ. Dado un camino de longitud δ, es
decir, un conjunto L linealmente ordenado que contiene exactamente un
nodo de cada nivel menor que δ, consideramos ∩{C(x) : x ∈ L}. Si esta
intersección es vacı́a, L no tiene un sucesor en el nivel δ, de lo contrario,
ponemos al menor elemento de la intersección como el (único) sucesor
de los elementos de L en el nivel δ. El resto de ∩{C(x) : x ∈ L} es
el conjunto de sus sucesores potenciales. El nivel δ ası́ construido tiene
a lo sumo tantos elementos como caminos de longitud δ tiene el árbol
formado por los nodos de nivel menor que δ. Un poco de aritmética de
cardinales nos indica que la cardinalidad del nivel δ es a lo sumo

Πα<δ |A(α)| ≤ δ  ∪{A(α) : α < δ} < κ


donde A(α) es el nivel α del árbol A. La última desigualdad sigue
de que ∪{|A(α) : α < δ} < κ por ser δ < κ, κ regular y para todo
α < δ, |A(α)| < κ. Esto termina la definición inductiva de A. El
árbol A es entonces un κ-árbol y por hipótesis existe una rama R de
cardinalidad κ. De esta rama extraemos un conjunto homogéneo como
lo hicimos anteriormente para el teorema de Ramsey: Dada s ∈ R[m] ,
para todo α ∈ R que se encuentre por encima de s el valor de F (s ∪ {α})
es el mismo. Ası́, R[m] queda dividido en γ partes, como |R| = κ, la
hipótesis inductiva nos dá un H ⊆ R, |H| = κ tal que existe ξ < γ
para el cual, dada s ∈ H [m] , para todo α ∈ R por encima de s se tiene
F (s ∪ {α}) = ξ. Entonces H es homogéneo para F . Ası́ concluye la
demostración del lema y también la del Teorema. 

Como corolario de la demostración obtenemos:

Corolario 7.10 κ → (κ)2 si y sólo si para todo n ∈ ω y todo γ < κ,


κ → (κ)nγ .

Existen otras maneras de caracterizar los cardinales inaccesibles que


satisfacen la relación κ → (κ)2 . Una de ellas, particularmente intere-
sante, se refiere a propiedades de compacidad de lenguajes infinitarios.
Esto requiere familiaridad con varios conceptos de la lógica; el lector
puede consular [1] sobre este punto. Dados cardinales α y β, sea Lαβ el

57
lenguaje que se obtiene añadiendo dos nuevas operaciones a las reglas
de construcción de fórmulas :

(i) Conjunciones (y disjunciones) infinitas de cardinalidad < α;

(ii) Cuantificación infinita para bloques de variables de cardinalidad


menor que β.

Definición 7.11 Un cardinal κ > ω es débilmente compacto si para


todo conjunto Σ de sentencias de Lκκ , tal que |Σ| ≤ κ, tal que todo
subconjunto de Σ de cardinalidad < κ tiene un modelo, se tiene que Σ
tiene un modelo. Nótese que el teorema de compacidad para Lωω indica
que ω es débilmente es compacto, por lo tanto, la definición anterior es
la generalización de una propiedad de ω a cardinales no numerables.

Teorema 7.12 Si κ es inaccesible, entonces κ es débilmente compacto


si y solamente si κ → (κ)2 

58
8 Elementos de dinámica topológica
Definición 8.1 Un sistema dinámico es un par (X, T ) donde X es un
espacio métrico compacto y T : X → X es un homeomorfismo.

Para algunas aplicaciones bastará tomar T : X → X continua.


También consideraremos sistemas del tipo (X, T1 , . . . , Tk ), donde X es
un espacio métrico compacto y los Ti son homeomorfismos que conmutan
entre sı́.

Definición 8.2 Dado un sistema dinámico (X, T1 , . . . , Tk ), si Y ⊆ X


satisface Ti−1 Y ⊆ Y para todo i = 1, . . . , k, decimos que Y es un con-
junto invariante.

Proposición 8.3 Si (X, T1 , . . . , Tk ) es un sistema dinámico, existe un


conjunto cerrado invariante no vacı́o minimal Y ⊆ X. Para un tal Y ,
y para cada i = 1, . . . , k, Ti  Y es un homeomorfismo en Y .

Demostración.
Claramente X es un cerrado invariante no vacı́o. La intersección
de una cadena decreciente de cerrados invariantes no vacı́os es también
cerrado invariante y no vacı́o, por lo tanto por el lema de Zorn, existe
un Y ⊆ X invariante cerrado no vacı́o minimal. Es decir, ningún sub-
conjunto propio de Y cerrado es invariante. En este caso, para cada
i = 1, . . . , k, Ti−1 Y = Y ya que de lo contrario Tk−1 . . . T1−1 Y serı́a un
subespacio invariante. 

9 Teorema de van der Waerden.


9.1 Algunas equivalencias
Teorema 9.1 (van der Waerden) Para todo r, k ∈ N∗ , para toda par-
tición c : N → r existe i < r tal que c−1 {i} contiene una progresión
aritmética de longitud k.

Llamaremos vdW1 a este enunciado. Daremos otras versiones del


teorema antes de comenzar con su demostración.

59
vdW2 (versión finitista): dados k, r ∈ N∗ , existe un N = N (r, k) ∈
N∗ tal que para toda partición c : {1, 2, . . . , N } → r, para algún i < r,
el conjunto c−1 {i} contiene una progresión aritmética de longitud k.

vdW3 (versión afı́n) Para cada partición finita de N, una de las


partes contiene imágenes afines de cada conjunto finito. (Aquı́, si F ∈
N[<∞] es un conjunto finito de números naturales, el conjunto a + bF =
{a + bf : f ∈ F } es una imagen afı́n de F ).

vdW4 (Una versión de dinámica topológica). Dado k ∈ N y  > 0,


para cada espacio métrico compacto (X, ρ) y toda aplicación continua
T : X → X, existen x ∈ X y n ∈ N∗ tales que

ρ(x, T in x) <  para cada 1 ≤ i < k.

Proposición 9.2 Los enunciados vdW4 y vdW1 son equivalentes.

Demostración.
vdW1 ⇒ vdW4 .
Dado k y dado  > 0, sea T : X → X. Tomemos una partición
c : X → r en conjuntos de diámetro <  (el diámetro de cada c−1 {i}
menor que , para lo cual hay que tomar r suficientemente grande, por
ejemplo r ≥ 1/).
Dado y ∈ X, consideremos y, T y, T 2 y, . . . . La partición c induce una
partición c0 en N definida por

c0 (j) = i si y sólo si c(T j y) = i.

Sea i tal que c0−1 {i} contiene una progresión aritmética a, a + d, a +


2d, . . . a + (k − 1)d. Entonces, si ponemos x = T a y, tenemos que

x, T d x, T 2d x, . . . , T (k−1)d x

es un conjunto monocromático contenido en c−1 {i}, cuyo diámetro es


menor que .

vdW4 ⇒ vdW1 .
Sea Ω = {1, . . . , r}N , el conjunto de las particiones de N en r partes,
dotado de la topologı́a producto. Ω es un espacio métrico compacto.
Consideremos el operador de traslación (shift) T : Ω → Ω dado por

60
T γ(n) = γ(n + 1). Es fácil verificar que T es una función continua, y
que para cada k, T k γ(n) = γ(n + k).
Como sabemos, la métrica usual tiene la siguiente propiedad:
1
ρ(γ, ξ) < si y sólo si γ(j) = ξ(j) para todo 1 ≤ j ≤ n.
n
Dada una partición α ∈ Ω, sea X = {T m α : m ∈ N}, la clausura de
la órbita de α. Obsérvese que T  X es una aplicación continua de X
en X (la demostración queda como ejercicio).
Aplicamos ahora vdW4 a (X, T ), para encontrar x ∈ X y n ∈ N
tales que ρ(x, T in x) < 1 para 1 ≤ i < k. En particular,
x(1) = x(n + 1) = x(2n + 1) = · · · = x((k − 1)n + 1).
Como x ∈ X = {T m α : m ∈ N}, existe m ∈ N tal que
1
ρ(x, T m α) < .
(k − 1)n + 1
De aquı́ sigue que
x(1) = T m α(1) = T m α(n + 1) = · · · = T m α((k − 1)n + 1),
es decir,
x(1) = α(m+1) = α(m+1+n) = α(m+1+2n) = · · · = α(m+1+(k−1)n).
Por lo tanto,
(m + 1), (m + 1) + n, (m + 1) + 2n, . . . , (m + 1) + (k − 1)n
es una progresión aritmética monocromática de longitud k.

Ejercicio 9.3 Demuestre que la función T  X de la demostración es


continua de X en X.
Ejercicio 9.4 Demuestre que vdW1 , vdW2 y vdW3 son equivalentes.
(vdW3 ⇒ vdW1 es inmediato ya que para F = {0, 1, 2, . . . , k}, una
imagen afı́n a + dF = {a, a + d, a + 2d, . . . , a + kd} es una progresión
aritmética.
Para demostrar que vdW1 ⇒ vdW3 , dado F finito, tomamos n
suficientemente grande para tener que F ⊆ {0, 1, . . . , n}, y entonces si
a, a+d, . . . , a+nd es una progresión aritmética monocromática, lo mismo
vale para a + dF ⊆ {a, a + d, . . . , a + nd}).

61
Ejercicio 9.5 Demuestre que si vdW2 vale para r = 2 y todo k, en-
tonces vale para todo r y k.

Ejercicio 9.6 Demuestre que vdW1 , y vdW3 son equivalentes a las


versiones que se obtienen reemplazando N por Z en sus enunciados.
(En una dirección basta considerar coloraciones simétricas de Z).

9.2 Teorema de van der Waerden multidimensional


El teorema de van der Waerden admite una generalización natural mul-
tidimensional debida a Gallai. Quizás la forma más fácil de enunciarla
es generalizando vdW3 a varias dimensiones:

M vdW3 Para cada entero positivo k, y cada partición finita de Zk ,


una de las partes contiene imágenes afines de cada subconjunto finito de
Zk .

Nótese que hemos usado Z en vez de N.


El siguiente enunciado de dinámica topológica es equivalente ([7]) :

M vdW4 . Sean k ∈ N∗ , y  > 0. Si X es un espacio topológico


compacto y T1 , T2 , . . . , Tk son homeomorfismos de X que conmutan entre
sı́, existe x ∈ X y n ∈ N∗ tales que ρ(x, Tin x) <  para todo 1 ≤ i ≤ k.

Veamos que M vdW4 sigue de M vdW3 . Dados k ∈ N∗ , y  > 0, X


espacio topológico compacto y T1 , T2 , . . . , Tk homeomorfismos de X que
conmutan entre sı́, tomamos U1 , U2 , . . . , Ur un cubrimiento de X por
conjuntos disjuntos dos a dos deSdiámetro menor que . Fijamos y ∈ X
y definimos una partición Zk = ri=1 Ci poniendo

(n1 , . . . , nk ) ∈ Ci si y sólo si T1n1 . . . Tknk y ∈ Ui .

Por M vdW3 , uno de los Ci contiene imágenes afines del conjunto


F = {(0, . . . , 0), (1, 0, . . . , 0), (0, 1, . . . , 0), . . . (0, . . . , 0, 1)}. es decir, exis-
ten (n1 , . . . , nk ) ∈ Zk , y n ∈ Z, n 6= 0, tales que

(n1 , . . . , nk ) + nF ∈ Ci ,

esto es, {(n1 , . . . , nk ), (n1 + n, . . . , nk ), . . . , (n1 , . . . , nk + n)} ⊆ Ci .


Sea x = T1n1 . . . Tknk y, entonces {x, T1n x, . . . , Tkn x} ⊆ Ui , y como el
diámetro de Ui es menor que , esto termina la demostración.

62
Ejercicio 9.7 Formule las versiones multidimensionales M vdW1 y M vdW2
del teorema de van der Waerden análogas a vdW1 y vdW2 . Demuestre
que son equivalentes a M vdW3 .

Ejercicio 9.8 Demuestre que M vdW4 implica M vdW3

Ahora demostraremos M vdW4


Consideremos los siguientes enunciados.
(Sk ) Para cada  > 0 y cada espacio métrico compacto (X, ρ), si T1 , T2 , . . . , Tk
son homeomorfismos de X en Xque conmutan entre sı́, entonces
existen x ∈ X y n ∈ N, tales que ρ(x, Tin ) <  para cada 1 ≤ i ≤ k.

(Tk ) Para cada  > 0 y cada espacio métrico compacto (X, ρ), si T1 , T2 , . . . , Tk , R
son homeomorfismos de X en Xque conmutan entre sı́, y (X, T1 , . . . , Tk , R)
es un sistema dinámico minimal, entonces para todo abierto U ⊆
X no vacı́o, existe n tal que

U ∩ T1−n U ∩ T2−n U ∩ · · · ∩ Tk−n U 6= ∅.

En otras palabras, existen x y n tal que {x, T1n x, T2n x, . . . , Tkn x} ⊆


U.
Para demostrar M vdW4 basta probar Sk para todo k, y esto lo
haremos mostrando que para todo k ∈ N∗ , Sk ⇒ Tk , y Tk ⇒ Sk+1 .

Ejercicio 9.9 Demuestre el enunciado S1 . (Basta ver que la órbita de


cualquier x ∈ X tiene un punto de acumulación).

Demostración de Sk ⇒ Tk .
Sea (X, T1 , . . . , Tk , R) un sistema dinámico minimal invariante, y sea
U ⊆ X un abierto no vacı́o. Dado u ∈ U y  > 0 tales que B (u) ⊆ U
(donde B (u) es la bola de radio  con centro u), sea V = B/2 (u).
Sea G el grupo de homeomorfismos generado por T1 , T2 ,S . . . , Tk , R.
Por la minimalidad del sistema (X, T , . . . , T , R), se tiene que −1
1 k S∈G S V =
X. De hecho, el conjunto S∈G S −1 V es abierto, y si su complemento
S
en X fuese no vacı́o, serı́a un sistema invariante más pequeño. Por la
compacidad de X, existen S1 , . . . , Sr ∈ G tales que X = 1≤i≤r S −1 V .
S
Tomemos δ tal que para todo 1 ≤ i ≤ r

ρ(x, y) < δ ⇒ ρ(Si x, Si y) < /2.

63
Demuestre como ejercicio que tal δ existe.
Por Sk , existen y ∈ X y n ∈ N tales que ρ(y, Tin y) < δ para 1 ≤ i ≤ k.
Fijemos j ∈ {1, . . . , r} tal que y ∈ Sj−1 V , y pongamos x = Sj y. Entonces
x ∈ V , y por la escogencia de δ, como ρ(y, Tin y) < δ, tenemos que
ρ(x, Tin x) < /2 para 1 ≤ i ≤ k. De aquı́ sigue que {x, T1n x, . . . , Tkn x} ⊆
U , es decir, x ∈ U ∩ Ti−n U ∩ · · · ∩ Tk−n U .

Demostración de Tk ⇒ Sk+1 .
Daremos la demostración para el caso k = 2, y dejamos al lector la
prueba del caso general.
Sea (X, T1 , T2 , T3 ) un sistema dinámico, es decir, (X, ρ) un espacio
métrico compacto y T1 , T2 , T3 homeomorfismos de X que conmutan entre
sı́. Sin perdida de generalidad, podemos suponer que (X, T1 , T2 , T3 ) es
minimal, y en este caso, el sistema (X, T1 T3−1 , T2 T3−1 , T3 ) es también un
sistema minimal. En efecto, si existe Y ⊂ X cerrado invariante respecto
a T1 T3−1 , T2 T3−1 , T3 , entonces Y es invariante respecto a T1 , T2 , T3 . Para
ver esto, tomamos x tal que T1 x ∈ Y . Entonces, y = T3 x ∈ Y , ya que
T1 T3−1 y = T1 x ∈ Y . Como y ∈ Y y este conjunto Y es cerrado bajo T3 ,
tenemos que x = T3−1 y ∈ Y . Análogamente para T2 .
Sea entonces  > 0 dado, y sea U0 un abierto no vacı́o de diámetro
menor que /2. Como (X, T1 T3−1 , T2 T3−1 , T3 ) es minimal, por T2 existe
n1 tal que
U0 ∩ (T1 T3−1 )−n1 U0 ∩ (T2 T3−1 )−n1 U0 6= ∅.
Sea U1 un abierto no vacı́o de diámetro < /2 tal que

U1 ⊆ T3−n1 (U0 ∩ (T1 T3−1 )−n1 U0 ∩ (T2 T3−1 )−n1 U0 ) =


= T1−n1 U0 ∩ T2−n1 U0 ∩ T3−n1 U0 .

Supongamos que hemos escogido U0 , U1 , . . . , Ul abiertos no vacı́os de


diámetro < /2, y n1 , n2 , . . . , nl tales que para 1 ≤ i < j ≤ l se tiene

−(nj +nj−1 +···+ni+1 ) −(nj +nj−1 +···+ni+1 ) −(nj +nj−1 +···+ni+1 )


Uj ⊆ T1 Ui ∩T2 Ui ∩T3 Ui
(4)
Ahora escogeremos Ul+1 y nl+1 tales que la expresión anterior vale
para j tal que 1 ≤ i < j ≤ l + 1.

64
Por T2 existe nl+1 tal que

Ul ∩ (T1 T3−1 )−nl+1 Ul ∩ (T2 T3−1 )−nl+1 Ul 6= ∅.

Sea Ul+1 un abierto no vacı́o de diámetro < /2 tal que

−nl+1
Ul+1 ⊆ T3 (Ul ∩ (T1 T3−1 )−nl+1 Ul ∩ (T2 T3−1 )−nl+1 Ul ) =
−nl+1 −nl+1 −nl+1
= T1 Ul ∩ T2 Ul ∩ T3 Ul .

Usando esto junto con el caso j = l, obtenemos

−(nl+1 +···+ni+1 ) −(nl+1 +···+ni+1 ) −(nl+1 +···+ni+1 )


Ul+1 ⊆ T1 Ui ∩T2 Ui ∩T3 Ui (5)

para todo 0 ≤ i ≤ l + 1.
Ası́, obtenemos sucesiones {Ui }∞ ∞
i=0 y {ni }i=0 tales que la ecuación
(4) vale para todo l ∈ N.
Escojamos para cada n ∈ N, xn ∈ Un . Por compacidad, existen
i < j tales que ρ(xi , xj ) < /2. Más aún, la ecuación (4) nos dice que si
n = nj + nj−1 + · · · + ni+1 , entonces

{T1n xj , T2n xj , T3n xj } ⊂ Ui

también xi ∈ Ui , y por lo tanto, como el diámetro de Ui es < /2, se


tiene que ρ(xj , Tin xj ) <  para i = 1, 2, 3. Nuestro x es entonces xj . 

Ejercicio 9.10 Demuestre que para todo k, Tk ⇒ Sk+1

Nótese que M vdW4 esta enunciado en términos de homeomorfis-


mos, en cambio vdW4 fue enunciado en términos de funciones conti-
nuas. Para demostrar que vdW4 implica vdW1 usamos el shift T , que
no es una función inyectiva en las r coloraciones de N∗ .
Para terminar la demostración del Teorema de van der Waerden,
necesitamos verificar que M vdW4 implica vdW4 . Observemos primero
que de M vdW4 sigue inmediatamente una versión de vdW4 para homeo-
morfismos. El operador shift para coloraciones de los enteros , T : rZ →
rZ sı́ es un homeomorfismo, y por lo tanto, de la versión de vdW4 para
homeomorfismos, podemos demostrar como antes la siguiente versión
del teorema de van der Waerden;

65
Teorema 9.11 Dados r, k ∈ N∗ , Para toda r-coloración de Z, existe
una progresión aritmética ( en Z) monocromática con k términos.

Para pasar de aquı́ al teorema de van der Waerden tal como lo


enunciamos al principio de la sección, basta considerar coloraciones
simétricas.

66
10 Filtros y ultrafiltros.
Definición 10.1 Una colección F de subconjuntos de un conjunto no
vacı́o I es un filtro si

i) I ∈ F

ii) Si A ∈ F y A ⊆ B, entonces B ∈ F

iii) Si A, B ∈ F entonces A ∩ B ∈ F.

Nótese que si ∅ ∈ F entonces F = P(I), y en ese caso decimos que


el filtro es trivial.
Ejemplos:
a) Consideremos un conjunto infinito I, el conjunto de los subcon-
juntos de I cuyo complemento es finito forma un filtro (llamado el filtro
de Frechet).
b) Sea I un conjunto no vacı́o y A ⊆ I. La colección {B ⊆ I : A ⊆ B}
es un filtro, y se llama el filtro generado por A.

Definición 10.2 Un filtro U sobre un conjunto I se llama un ultrafiltro


si para todo A ⊆ I se tiene A ∈ U ⇔ I \ A ∈
/ U.

Ejercicio 10.3 i) Demuestre que un ultrafiltro es siempre un filtro


no trivial.

ii) Demuestre que un filtro F es un ultrafiltro si y sólo si F es un fil-


tro maximal no trivial (es decir, el único filtro que contiene propi-
amente a F es el filtro trivial).

Sea I un conjunto no vacı́o. El filtro generado por un subconjunto


unitario de I es un ultrafiltro, en otras palabras, si a ∈ I, {A ⊆ I : a ∈
A} es un ultrafiltro, y se llama el ultrafiltro principal generado por a.
La existencia de ultrafiltros no principales en conjuntos infinitos es una
consecuencia del Axioma de Elección .

Teorema 10.4 (AE) Existe un ultrafiltro no principal sobre N.

Demostración: Usando el lema de Zorn, extendemos el filtro de


Frechet sobre N a un filtro maximal no trivial.

67
Nótese que de la misma manera se demuestra la existencia de ultra-
filtros no principales en cualquier conjunto infinito I.
A continuación damos una demostración del teorema de Ramsey
usando ultrafiltros.

Teorema 10.5 (Ramsey) Dado k ∈ N, para toda partición finita de N[k]


existe un conjunto H ⊆ N infinito tal que H [k] está contenido en una de
las partes de la partición.

Demostración. Fijemos un ultrafiltro no principal U en N. Para


cada k, definimos un ultrafiltro no principal en N[k] como sigue: para
X ⊆ N[k] , X ∈ U k si y sólo si

{n0 : {n1 : . . . {nk−1 : {n0 , n1 , . . . , nk−1 } ∈ X} ∈ U . . . } ∈ U} ∈ U.

Por ejemplo, para k = 2, X ∈ U 2 si el conjunto de los n’s tales que la


sección Xn de X está en el ultrafiltro U, está en el ultrafiltro U. Aquı́,
la sección Xn es el conjunto {m : {n, m} ∈ X}.
Es fácil demostrar que U k es un ultrafiltro no principal en N[k] .
Para evitar complicaciones de notación demostramos el teorema sólo
para el caso k = 2. Dada una partición finita de N[2] , una de las partes,
llamémosla P , pertenece a U 2 .
Como A = {n : Pn ∈ U } ∈ U, este es un conjunto infinito. Sea n0 su
primer elemento. Sea ahora n1 el primer elemento de A ∩ Pn0 mayor que
n0 . Si suponemos que hemos definido inductivamente n0 < n1 , · · · < nj ,
tomamos como nj+1 el primer elemento de A ∩ ji=0 Pni mayor que nj .
T
Esto es posible ya que para cada i = 0, . . . j, la sección Pni ∈ U y por
lo tanto la intersección también lo está y por lo tanto es un conjunto
infinito. El conjunto H = {n0 , n1 , . . . } satisface la propiedad deseada:
dados ni , nj , con i < j, por la construcción de H, nj ∈ Pni , luego
{nj , ni } ∈ P .

Ejercicio 10.6 Demuestre que si U es un ultrafiltro no principal en N,


entonces para cada k, U k es un ultrafiltro no principal en N[k] .

Denotemos por βN el conjunto de todos los ultrafiltros en N. Para


cada A ⊆ N, sea A = {U ∈ βN : A ∈ U }. La colección de los subconjun-
tos de βN de la forma A, con A ⊆ N, es una base para la topologı́a de βN

68
N
considerado como subespacio de 22 con la topologı́a producto. Como
N N
el espacio 22 es compacto (con la topologı́a producto) y βN ⊆ 22 es
un cerrado, βN es por lo tanto un espacio de Hausdorff compacto.
Para cada n ∈ N, el conjunto {n} consiste de un solo ultrafiltro,
el ultrafiltro principal generado por n. De modo que los ultrafiltros
principales son puntos aislados en βN. Por otra parte, es fácil ver que el
conjunto de los ultrafiltros principales en N es denso en βN. Lo mismo
vale para el espacio βI de ultrafiltros en un conjunto infinito I.

69
11 Semigrupos topológicos
Un semigrupo es un conjunto S con una operación binaria ∗ : S × S → S
asociativa, es decir para x, y, z ∈ S, x ∗ (y ∗ z) = (x ∗ y) ∗ z. Algunas
veces escribiremos simplemente xy en vez de x ∗ y.
Un semigrupo compacto, es un semigrupo S con una topologı́a de
Hausdorff compacta, para la cual la función

x 7→ xs

es continua para cada s ∈ S.

Ejemplo 11.1 Si X es un espacio de Hausdorff compacto, entonces X X


es también compacto por el teorema de Tychonov, y es un semigrupo
respecto a la operación de composición ya que para cada g ∈ X X , la
operación f 7→ f ◦ g es continua. Nótese que la composición por la
derecha f 7→ g ◦ f no es necesariamente continua, a menos que g sea
una función continua.

Teorema 11.2 (Ellis) Cada semigrupo compacto posee un idempotente.

Demostración. Sea S un semigrupo compacto. Usando el Lema de


Zorn, podemos hallar un subsemigrupo compacto R ⊆ S minimal. Sea
s ∈ R un elemento arbitrario. Claramente, Rs es también un subsemi-
grupo compacto de S, y Rs ⊆ R. Por la minimalidad de R tenemos que
Rs = R. Sea P = {x ∈ R : xs = s}. El conjunto P no es vacı́o, ya que
s ∈ R = Rs y entonces existe x ∈ R tal que xs = s. Nótese que P es
también un subsemigrupo compacto de S, y por la minimalidad de R,
P = R. Tenemos entonces que s ∈ P , y entonces s2 = s.

Sea S un semigrupo compacto. Un ideal izquierdo de S es un sub-


conjunto no vacı́o I de S tal que SI ⊆ I. Un ideal derecho es un
subconjunto no vacı́o I ⊆ S tal que IS ⊆ I. Un ideal bilateral de S
es un subconjunto de S que es a la vez un ideal izquierdo y un ideal
derecho.

Lema 11.3 Todo ideal izquierdo de S contiene un ideal izquierdo mini-


mal.

70
Demostración. Sea I un ideal izquierdo de S. Consideremos el conjunto

J = {J ⊆ I : J es un ideal izquierdo compacto }.

Si C es una cadena en J , entonces ∩C es cerrado y es un ideal izquierdo.


Por el lemma de Zorn, J tiene un elemento minimal J0 . Veamos que
J0 es un ideal izquierdo minimal. Supongamos que K ⊆ J0 es un ideal
izquierdo, y sea a ∈ K. Entonces K ∗ a es un ideal izquierdo cerrado, y
por lo tanto compacto, de S. Pero K ∗ a ⊆ K ⊆ J0 . Por minimalidad
de J0 , Entonces K = J0 .

Ejercicio 11.4 Demuestre que para cada x ∈ S, Sx es un ideal izquierdo


cerrado. Concluya que cada ideal izquierdo minimal es cerrado; y que
si un ideal izquierdo es minimal entre los ideales izquierdos cerrados,
entonces es minimal entre todos los ideales izquierdos.

Definimos una relación transitiva y antisimétrica en S del modo si-


guiente
x ≤ y si y sólo si xy = yx = x.
Nótese que x ≤ x si y sólo si x2 = x. Luego, ≤ es un orden parcial
en los idempotentes de S.

Lema 11.5 Todo idempotente perteneciente a un ideal izquierdo mini-


mal es minimal en el orden ≤.

Demostración. Sea y un idempotente que pertenece a un ideal izquierdo


minimal I de S, y sea x ≤ y un idempotente. Como xy = x, tenemos
que x ∈ I, y por lo tanto, Ix = I. Tomemos z ∈ I tal que zx = y.
entonces, yx = zx2 = zx = y. Pero como x ≤ y, tenemos que yx = x, y
por lo tanto x = y.

Lema 11.6 Si y es un idempotente en S, entonces existe un ideal izquierdo


minimal I y un idempotente x ∈ I tal que x ≤ y.

Demostración. Sabemos que Sy es un ideal izquierdo cerrado. Sea


I ⊆ Sy un ideal izquierdo minimal. Por el teorema 11.2, existe un

71
idempotente w ∈ I ⊆ Sy. Sea v ∈ I tal que w = vy. Pongamos
x = yw(= yvy). Nótese que x ∈ I, ya que V ∈ I. Entonces,

x2 = yvyyvy = yvyvy = yw2 = yw = x.

y por lo tanto x es un idempotente.


Veamos que x ≤ y. Por una parte,

yx = yyw = yw = x,

y por la otra,
xy = yvyy = yvy = x.


Corolario 11.7 Un idempotente es minimal en el orden ≤ si y sola-


mente si pertenece a algún ideal izquierdo minimal.

Demostración. El lema 11.5 es la implicación de derecha a izquierda,


asi que solamente falta demostrar la implicación de izquierda a derecha.
Sea y un idempotente minimal. De acuerdo con el lema 11.6 existe un
idempotente x ≤ y perteneciente a un ideal izquierdo minimal I. Pero
como y es minimal en el orden ≤, se tiene que x = y, y por lo tanto
y ∈ I.

Corolario 11.8 Si J es un ideal bilateral de S, todo idempotente min-


imal pertenece a J.

Demostración. Sea J un ideal bilateral de S, y sea y un idempotente


minimal. Existe un ideal izquierdo minimal I tal que y ∈ I. JI ⊆ I ∩ J,
y por lo tanto I ∩ J 6= ∅. Observemos que I ∩ J es un ideal izquierdo
contenido en I, y por la minimalidad de I, I ∩ J = I, y entonces I ⊆ J.
Concluimos que y ∈ J.

Corolario 11.9 Si y es un idempotente de S y J es un ideal bilateral,


existe un idempotente minimal x ∈ J tal que x ≤ y.

72
Demostración. Sea y un idempotente. Por los lemas 11.5 y 11.6, existe
un idempotente minimal x ≤ y. Por el corolario 11.8, x ∈ J.

Si S es un semigrupo, sea βS el espacio de todos los ultrafiltros en


S
S. Nótese que βS es un subespacio cerrado de 22 , y por lo tanto es
un espacio compacto de Hausdorff con la topologı́a generada por los
conjuntos de la forma

A = {U ∈ βS : A ∈ U }, donde A ⊆ S.

Extendemos la operación ∗ del semigrupo S a una operación en βS


poniendo

U ∗ V = {A ⊆ S : {x ∈ S : {y ∈ S : x ∗ y ∈ A} ∈ V} ∈ U }.

Será conveniente usar la siguiente notación:

A/x = {y ∈ S : x ∗ y ∈ A}.

De modo que U ∗ V = {A ⊆ S : {x ∈ S : A/x ∈ V} ∈ U}.


Lema 11.10 U ∗ V ∈ βS para todo U, V ∈ βS
Demostración. Es claro que ∅ ∈
/ U ∗ V. Nótese que si A ⊆ B, entonces
A/x ⊆ B/x y {x ∈ S : A/x ∈ V} ⊆ {x ∈ S : B/x ∈ V}. Luego, si
A ∈ U ∗ V, {x ∈ S : A/x ∈ V} ∈ U, y también {x ∈ S : B/x ∈ V} ∈ U.
Por lo tanto B ∈ U ∗ V,
Nótese que A/x ∩ B/x = (A ∩ B)/x, por lo que {x : A/x ∈ V} ∩ {x :
B/x ∈ V} = {x : A/x ∩ B/x ∈ V} = {x : (A ∩ B)/x ∈ V}. Si
A, B ∈ U ∗ V, sigue que A ∩ B ∈ U ∗ V.
Si A ∈/ U ∗ V, entonces {x ∈ S : A/x ∈ V} ∈ / U, y luego {x ∈ S :
A/x ∈/ V} = {x ∈ S : S \ A/x ∈ V} ∈ U. Pero S \ A/x = (S \ A)/x, y
por lo tanto S \ A ∈ U ∗ V.

Lema 11.11 U ∗ (V ∗ W) = (U ∗ V) ∗ W

Demostración. A ∈ (U ∗ V) ∗ W si y sólo si {x ∈ S : A/x ∈ W} ∈ U ∗ V


si y sólo si {y ∈ S : {x ∈ S : A/x ∈ W}/y ∈ V} ∈ U.
Por otra parte, A ∈ U ∗(V ∗W) si y sólo si {x ∈ S : A/x ∈ V ∗W} ∈ U,
si y sólo si {x ∈ S : {y ∈ S : (A/x)/y ∈ W} ∈ V} ∈ U,

73
Ahora, (A/x)/y = {z : z ∗ y ∗ x ∈ A}, y {z : A/z ∈ W}/x = {y :
x ∗ y ∈ {z : A/z ∈ W} = y : {z : x ∗ y ∗ z ∈ A} ∈ W}. Por lo tanto
A ∈ U ∗ (V ∗ W) si y sólo si {x ∈ S : {y ∈ S : A/y ∈ W}/x ∈ V } ∈ U. 

Lema 11.12 Para cada V ∈ βS, la función U 7→ U ∗ V es continua de


βS en βS.

Demostración. Basta verificar que para cada A ⊆ S, el conjunto O =


{U ∈ βS : A ∈ U ∗ V} es abierto. Sea U ∈ {U ∈ βS : A ∈ U ∗ V},
entonces B = {x : A/x ∈ V} ∈ U. Veamos que la vecindad B̄ está
contenida en O. Sea W tal que B ∈ W, entonces A ∈ W ∗ V, y luego
W ∈ O.

Corolario 11.13 Para cada semigrupo (S, ∗), el espacio (βS, ∗) es un


semigrupo compacto.

Corolario 11.14 Para cada semigrupo (S, ∗), existe un ultrafiltro U ∈


βS tal que U ∗ U = U.

Dados con juntos infinitos X e Y , cualquier función f : X → Y se


puede extender a una función βf : βX → βY de la manera siguiente:
dado U ∈ βX, si B ⊆ Y ,

B ∈ βf (U) si y sólo si f −1 B ∈ U.

74
12 Teorema de Hindman
12.1 Sumas finitas, uniones finitas.
El teorema de Hindman es una versión infinitaria del teorema de Schur
generalizado, y también se puede expresar en términos de sumas finitas
o de uniones finitas.

Teorema 12.1 (Hindman) Para toda coloración finita de N∗ , existe


una sucesión infinita {x1 , x2 , . . . } tal que F S({x1 , x2 , . . . }), el conjunto
de sumas finitas sin repeticiones de elementos de la sucesión, es monocromá-
tico.

Nótese que este teorema implica el teorema de Schur generalizado


(teorema de Folkman)
El siguiente enunciado es una versión conjuntista del teorema de
Hindman.

Teorema 12.2 Para toda coloración finita de N[<∞] existe una colección
infinita {a1 , a2 , . . . }de conjuntos finitos disjuntos dos a dos tal que el
conjunto F U ({a1 , a2 . . . . }) de las uniones finitas de elementos de la
colección, es monocromático.

Para demostrar que este enunciado implica el teorema 12.1 , se puede


usar la biyección entre N∗ y N[<∞] dada por la función queP a cada
conjunto finito a de números naturales le asigna el número i
i∈a 2 .
Nótese que a la unión de dos conjuntos disjuntos le corresponde por esta
biyección la suma de los números que le corresponden a cada uno de
los conjuntos. Dada una coloración finita de N∗ , definimos una colo-
ración auxiliar de N[<∞] asignándole a cada conjunto finito a el color
del número de le corresponde por la biyección. Si {a1 , a2 , . . . } es una
sucesión de conjuntos finitos disjuntos dos a dos tal que el conjunto
F U ({a1 , a2 . . . . }) es monocromático, usando la buyección obtenemos
una sucesión {x1 , x2 , . . . } tal que F S({x1 , x2 , . . . }) es monocromático.
La implicación recı́proca es menos obvia, y la dejamos como ejercicio.

Ejercicio 12.3 Demuestre que el teorema de Hindman para sumas fini-


tas implica la versión para uniones finitas.

75
A continuación daremos una demostración del Teorema de Hindman
debida a Glazer. Esta demostración utiliza la teorı́a de semigrupos com-
pactos.

El conjunto de funciones de 2N en 2 con la topologı́a producto es
un espacio compacto. Y el espacio βN∗ de los ultrafiltros en N∗ , es un
subespacio cerrado y por lo tanto compacto. Los conjuntos {U : A ∈ U },
con A ⊆ N∗ constituyen una base para la topologı́a. Extendemos la
operación + en N∗ al espacio de ultrafiltros del modo siguiente:

U + V = {A : {n : {m : m + n ∈ A} ∈ V} ∈ U }.

Con esta operación, el conjunto de los ultrafiltros en N∗ es un semi-


grupo compacto, y por lo tanto existe un ultrafiltro U idempotente.
Para cada A ⊆ N∗ , definamos A∗ = {n : A − n ∈ U }
Sea c : N∗ → r una coloración finita. Como U es un ultrafiltro, existe
un conjunto A0 ∈ U monocromático. Como A0 ∈ U = U + U, se tiene
que A∗0 ∈ U, y por lo tanto también A0 ∩ A∗0 ∈ U. Sea a0 ∈ A0 ∩ A∗0 , y
pongamos A1 = (A0 ∩ A0 − a0 ) \ {a0 }. Nótese que A1 ⊆ A0 y también
a0 + A1 ⊆ A0 . Sea a1 ∈ A1 ∩ A∗1 , y pongamos A2 = (A1 ∩ A1 − a1 ) \ {a1 }.
Tenemos entonces que A2 ⊆ A1 y también a1 + A2 ⊆ A1 . Supongamos
que ya hemos definido An , y sea an ∈ An ∩ A∗n . Pongamos An+1 =
(An ∩ (An − an )) \ {an }. Tenemos que An+1 ⊆ An , y an + An+1 ⊆ An .
Tomamos an+1 ∈ An+1 ∩ A∗n+1 . Asi terminamos la definición inductiva
de las sucesiones {An }∞ ∞
n=0 y {an }n=0 .
Pongamos X = {a0 , a1 , a2 , . . . }, entonces F S(X) ⊆ A0 . Para mostrar
esto, nótese primero que si i < j, entonces Aj ⊆ Ai ∩ A∗i . Luego,
si a ∈ Aj , entonces Ai + aj ∈ Ai . Si tomamos an1 , an2 , . . . ank , con
n1 < n2 < · · · < ak , entonces ank−1 +ank ∈ Ank−1 , y ank−2 +ank−1 +ank ∈
Ank−2 , e inductivamente llegamos a an1 + · · · + ank ∈ An1 ⊆ A0 . 

12.2 La demostración de Baumgartner.


La demostración original del teorema de Hindman es de carácter com-
binatorio, y aunque elemental, es bastante complicada. James Baum-
gartner dió una demostración simplificada de la versión del teorema con
uniones finitas que presentamos a continuación.
Primero necesitamos introducir algo de notación y algunas defini-
ciones.

76
Decimos que un conjunto B ⊆ N[<∞] es una sucesión básica si B =
{xi }∞
i=0 y para cada i, max xi < min xi+1 . Análogamente definimos
sucesiones básicas finitas. En general para x, y ∈ N[<∞] , escribiremos
x < y para abreviar max x < min y.
Dada una sucesión básica B = {xi } (finita o infinita), usaremos [B]
para denotar el conjunto F U (B) de uniones finitas de B, excluyendo la
unión vacı́a, es decir,

[
[B] = { xi : F es un subconjunto finito no vacı́o del conjunto de ı́ndices de B}.
i∈F

Definición 12.4 Sea B ⊆ N[<∞] una sucesión básica infinita. Decimos


que X ⊆ N[<∞] es grande para B si X ∩ [B 0 ] 6= ∅ para cada sucesión
básica infinita B 0 ⊆ [B].

De la definición sigue inmediatamente lo siguiente.

1. Si X es grande para B, y B 0 ⊆ [B], entonces X es grande para B 0 .

2. Para toda sucesión básica B, [B] es grande para B. En particular,


N[<∞] es grande para N[1] .

3. Si X es grande para B, entonces también lo es X/n = {x ∈ X :


n < x} para cualquier n ∈ N.

4. Si X es grande para B, y X ⊆ X 0 , entonces X 0 es grande para B.

5. X es grande para B si y sólo si X ∩ [B] es grande para B.

6. Si X es grande para B y X = Y ∪Z, entonces uno de los conjuntos


Y o Z es grande para algún B 0 ⊆ [B]. Más generalmente, si
X = X1 ∪ · · · ∪ Xn , entonces existe un Xi grande para algún
B 0 ⊆ [B].

La demostración del teorema seguirá de una serie de lemas.

Lema 12.5 Supongamos que X es grande para B. Existe un conjunto


finito F ⊆ [B] tal que para cada x ∈ [B] tal que b < x para todo b ∈ F ,
existe un b ∈ F tal que b ∪ x ∈ X

77
Demostración. Suponiendo lo contrario construimos una sucesión
B 0 = {x0 , x1 , . . . } tal que b ∪ xn+1 ∈
/ X para todo b ∈ [{x0 , . . . , xn }].
Sea B = {b0 , b1 , . . . }, y supongamos que para todo conjunto finito
F ⊆ [B] existe x ∈ [B] tal que para todo b ∈ F , b ∪ x ∈ / X.
Ponemos x0 = b0 . Sea x1 ∈ [B] tal que x0 < x1 , x1 ∈ / X y x0 ∪ x1 ∈ /
X. Si ya se han definido x0 , . . . , xn , aplicamos nuestra suposición para
el conjunto F = [{x0 , . . . , xn }] para hallar un elemento xn+1 de [B] tal
que xn < xn+1 y para todo b ∈ [{x0 , . . . , xn }], b ∪ xn+1 ∈ / X. De la
sucesión básica B es fácil obtener otra sucesión básica B 00 ⊆ [B 0 ] tal
0

que [B 00 ] ∩ X = ∅, contradiciendo que X es grande para B.

Lema 12.6 Supongamos que X es grande para B. Entonces existe un


b ∈ [B] tal que Xb = {x ∈ X : b < x, b ∪ x ∈ X} es grande para algún
B 0 ⊆ [B].

Demostración. Sea F como en el lema 12.5. Tomemos B 0 ⊆ B tal


0
S b ∈ B y f ∈ F , f < b. Por el lema 012.5, se tiene que
que para todo
0
X ∩ [B ] ⊆ b∈F Xb . En efecto, para cada x ∈ X ∩ [B ], existe b ∈ F tal
que b ∪ x ∈ X, y por lo tanto x ∈ Xb . Además, X ∩ [B 0 ] es grande para
B 0 . Esto induce una descomposición de X ∩ [B 0 ] en un número finito
de partes. Aplicando los hechos enumerados más arriba, obtenemos un
b ∈ F y un B 00 ⊆ [B 0 ] tales que Xb es grande para B 00 .

Lema 12.7 Si X es grande para B, entonces existe un B 0 ⊆ [B] tal que


[B 0 ] ⊆ X.

Demostración. Aplicamos el lema 12.6 repetidas veces para construir


sucesiones {bi }∞ ∞ ∞
n=0 , {Xi }n=0 , {Bi }n=0 con las propiedades siguientes:

1. B0 = B, X0 = X, Xn+1 ⊆ Xn y Bn+1 ⊆ [Bn ], para todo n,

2. bn ∈ [Bn ],

3. Xn es grande para Bn ,

4. {bn }∞
n=0 es una sucesión básica,

5. bn ∪ x ∈ Xn para todo x ∈ Xn+1 .

78
Ahora construimos una sucesión básica B 0 = {xn }∞ n=0 como sigue.
Sea x0 ∈ [{bn }∞ n=0 ] ∩ X. Supongamos que tenemos x 0 , . . . xn−1 , y sea
kn = max{k : bk ⊆ x0 ∪ · · · ∪ xn−1 }. Tomamos xn ∈ Xkn +1 ∩ [{bi : kn <
i}].
Para terminar la demostración, veamos que [B 0 ] ⊆ X. Sea x ∈ [B 0 ],
digamos x = xi1 ∪ . . . xin ∪ xl con i1 < · · · < in < l. Expresamos
xi1 ∪ · · · ∪ xin = bj1 ∪ · · · ∪ bjm con j1 < · · · < jm . Nótese que jm < kl
por el modo como se hizo la construcción. Como xl ∈ Xkl +1 , entonces
xl ∈ Xjm +1 , y por las propiedades de la sucesión {bn }, bjm ∪ xl ∈ Xjm .
Luego, bjm ∪ xl ∈ Xjm−1 +1 , y por lo tanto bjm−1 ∪ bjm ∪ xl ∈ Xjm−1 .
Continuando de este modo, finalmente obtenemos bj1 ∪ · · · ∪ bjm ∪ xl ∈
Xj1 ⊆ X.

Demostración del Teorema 12.2.


Dada una coloración finita de N[<∞] , dado que N[<∞] es grande para N[1] ,
existe un conjunto monocromático X grande para algun B ⊆ [N[1] ]. Por
el lema anterior, existe B 0 ⊆ [B] tal que [B 0 ] ⊆ X.

Ejercicio 12.8 Dada una coloración finita de una secesión básica A,


existe una sucesión básica B ⊆ [A] tal que [B] es monocromático.

Para finalizar esta sección, daremos una demostración más del teo-
rema de Hindman, esta vez utilizando herramientas de dinámica topológica.
[<∞]
Sea X = rN el espacio de las r-coloraciones de N[<∞] . Con la
métrica dada por

ρ(γ, ξ) = 1/1 + ( max {n : γ(a) = ξ(a)∀a ⊆ {0. . . . , n}}),

X es un espacio métrico compacto. El espacio X X de las funciones de


X en X, con la topologı́a producto, es un espacio topológico compacto,
y la topologı́a esta generada por los conjuntos de la forma

{T ⊆ X X : T x ∈ O},

donde O es un abierto en X y x ∈ X.
Podemos sumergir N[<∞] en X X del modo siguiente: a cada a ∈
N[<∞] le asignamos Ta : X → X, definida por Ta x(b) = x(a ∪ b).
Dado A ⊆ N[<∞] , {Ta : a ∈ A} es la clausura de {Ta : a ∈ A} en X X .

79
Ejercicio 12.9 Demuestre que para toda sucesión básica {a1 , a2 , . . . } ⊆
N[<∞] , el conjunto
\∞
{Ta : a ∈ [{ai }∞
i=k ]}
k=1
con la composición de funciones, es un semigrupo compacto.

Demostración topológica del teorema 12.2.


Dada una coloración c : T N[<∞] → r en X, y dada una sucesión
básica {a1 , a2 , . . . }, sea S = ∞ ∞
k=1 {Ta : a ∈ [{ai }i=k ]}. Por el teorema
11.2, existe un idempotente θ ∈ S. Obtendremos una sucesión básica
{bi }∞ ∞ ∞
i=1 ⊆ [{ai }i=1 ] tal que [{bi }i=1 ] es monocromático.

Sea b1 ∈ [{ai }i=1 ] tal que Tb1 aproxima θ tanto como para que se
cumpla
c(b1 ) = Tb1 c(∅) = θc(∅), y
θ(c(b1 )) = Tb1 θc(∅) = θθc(∅) = θc(∅).
Sea b2 ∈ [{ai }∞
i=1 ] tal que b1 < b2 y tal que Tb2 aproxima θ tanto
como para tener

c(b2 ) = Tb2 c(∅) = θc(∅),


c(b1 ∪ b2 ) = Tb2 c(b1 ) = θc(b1 ) = θc(∅),
θc(b2 ) = Tb2 θc(∅) = θθ(c(∅) = θc(∅),
θc(b1 ∪ b2 ) = Tb2 θc(b1 ) = θθc(b1 ) = θc(∅).
Entonces θc(b) = c(b) = θc(∅) para todo b ∈ [{b1 , b2 }].
Supongamos que hemos fijado b1 < b2 < · · · < bk−1 en [{ai }∞
i=1 ] tal
que
θc(b) = c(b) = θc(∅)
para todo b ∈ [{b1 , . . . , bk−1 }]. Tomamos bk ∈ [{ai }∞
i=1 ], bk−1 < bk tal
que

c(bk ∪ b) = Tbk c(b) = θc(b) = θc(∅), y


θ(c(bk ∪ b)) = Tbk θc(b) = θθc(b) = θc(b) = θc(∅).
para todo b ∈ [{b1 , . . . , bk−1 }] ∪ {∅}.
Ası́ completamos la construcción inductiva de ls sucesión básica {b1 , b2 , . . . } ⊆
[{ai }∞
i=1 ]. Ahora es fácil verificar que [{b1 , b2 , . . . }] es monocromático.

80
13 Teorema de Hales-Jewett
13.1 Lineas combinatorias y palabras vairables.
Sea k ∈ N y sea Λk = {1, 2, . . . , k}. Dado n ∈ N, Λnk es el conjunto de
n-tuplas de elementos de Λk , o palabras de longitud n en el alfabeto Λk .
Definición 13.1 Una lı́nea combinatoria en Λnk es un conjunto {x1 , x2 , . . . , xk }
de elementos de Λnk tales que en cada coordenada j, 1 ≤ k ≤ n, se tiene
x1 (j) = x2 (j) = · · · = xk (j)
o bien
xi (j) = i para todo i = 1, . . . , k.
Otra manera de definir lı́neas combinatorias es mediante palabras
variables. Una palabra variable es una palabra en el alfabeto {1, . . . , k, x}
donde x aparece al menos una vez. El sı́mbolo x actúa como una vari-
able. Dada una palabra variable w(x), escribimos w(i) para denotar la
palabra (del alfabeto Λk ) que resulta de sustituir x por i en w(x). Si
w(x) es una palabra variable, la lı́nea combinatoria asociada a w(x) es
{w(1), w(2), . . . , w(k)}.
Teorema 13.2 (Hales-Jewett)
Para cada k, r ∈ N, existe un número n = n(k, r) tal que para toda
r-coloración de Λnk existe una lı́nea combinatoria monocromática.
Demostración. Daremos primero una demostración combinatoria del
teorema. Lo haremos por inducción en k. Para k = 2 el resultado es es
fácil de demostrar y lo dejamos para el lector.
S Supongamos que k > 2 y
que el resultado vale para k − 1. Sea W = ∞ Λ
i=0 k
i el conjunto de todas

las palabras sobre el alfabeto λk .


Dado r, y una coloración c : W = ∞ i
S
i=0 Λk → r. Pongamos
(r−1)
n1 = n(k − 1, r(k )
)
(n1 +r−2) )
n2 = n(k − 1, r(k )
(k(n1 +n2 +r−3) )
n3 = n(k − 1, r )
..
.
(n1 +n2 +···+nr−2 +1)
nr−1 = n(k − 1, r(k )
)
(k(n1 +n2 +···+nr−1 ) )
nr = n(k − 1, r )

81
Existe una palabra variable wr (x) de nr letras, en el alfabeto Λk−1 ,
tal que para cada palabra w de n1 +· · ·+nr−1 letras (en Λk ), el conjunto

{wwr (1), wwr (2), . . . , wwr (k − 1)}

es monocromático.
Para ver esto, dadas u, v ∈ Λnk−1
r
, pongamos u ∼ v si c(wu) = c(wv)
para cada w de n1 + · · · + nr−1 letras en Λk .
La relación ∼ es una relación de equivalencia en Λnk−1
r
con a lo sumo
(n1 +n2 +···+nr−1 )
rk

clases. Por la definición de nr , existe una wr (x) cuya linea combinatoria


asociada es monocromática.

Ejercicio 13.3 Supongamos que hemos escogido para cada j = r, r −


1, . . . , i + 1, una palabra variable wj (x) de nj letras (con 1 ≤ i < r),
muestre que es posible hallar una palabra variable wi (x) de ni letras tal
que para cada palabra w de n1 + · · · + ni−1 letras, y cada palabra v de
ni+1 + ni+2 + · · · + nr letras, de la forma v = wi+1 (mi+1 ) . . . wr (mr ),
donde 1 ≤ mi+1 , . . . , mr ≤ k, el conjunto

{wwi (1)v, wwi (2)vw, . . . , wi (k − 1)v}

es monocromático.

Pongamos ahora
v0 = w1 (k)w2 (k)w3 (k) . . . wr−1 (k)wr (k)
v1 = w1 (1)w2 (k)w3 (k) . . . wr−1 (k)wr (k)
v2 = w1 (1)w2 (1)w3 (k) . . . wr−1 (k)wr (k)
..
.
vr−1 = w1 (1)w2 (1)w3 (1) . . . wr−1 (1)wr (k)
vr = w1 (1)w2 (1)w3 (1) . . . wr−1 (1)wr (1)
Por el principio del casillero existen i, j con 0 ≤ i < j ≤ r tales que
c(vi ) = c(vj ).
Definimos, para finalizar, una palabra variable w(x) poniendo

w(x) = w1 (1) . . . wi (1)wi+1 (x)wi+2 (x) . . . wj (x)wj+1 (k)wr−1 (k) . . . wr (k).

82
La lı́nea combinatoria asociada a w(x),

{w(1), w(2), . . . , w(k)},

es monocromática.
Esto termina la demostración ya que si tomamos n = n(k, r) =
n1 + n2 + · · · + nr , dada
S∞una r-coloración de Λrk , la extendemos a una
coloración del conjunto i=0 Λik y obtenemos una palabra variable w(x)
de longitud n con la propiedad deseada. 

El teorema de Hales-Jewett es la esencia combinatoria del teorema


de van der Waerden.
En efecto, el teorema de van der Waerden se puede obtener como
colorario del teorema de Hales-Jewett. Identificamos los enteros a, 0 ≤
a < tn con las tuplas (a0 . . . . , an−1 ) dadas por los coeficientes de la
representación de a en base t:
n−1
X
a= ai ti .
i=0

Una r-coloración de {0, 1, . . . , tn−1 } induce una coloración de Λnt , y si


n es suficientemente grande, existe una lı́nea combinatoria monocromática.

Ejercicio 13.4 Demuestre que los números cuyos coeficientes en la rep-


resentación base t son tuplas en una lı́nea combinatoria forman una
progresión artimética.

Veamos que el teorema de Hales-Jewett implica vdW 4


Sea (X, ρ) un espacio métrico compacto y sea T una función continua
de T en T . Dados k ∈ N∗ , y  > 0, partimos S el espacio X en r de partes,
cada una de diámetro menor que , X = ri=1 Xi . Tomemos n = n(k, r)
dado por el teorema de Hales-Jewet, y definimos una r-coloración de Λnk
del modo siguiente: Fijemos y ∈ X, y pongamos c(m1 , . . . , mn ) = i si
y sólo si T m1 . . . T mn y ∈ Xi . Sea w(x) una palabra variable tal que la
lı́nea combinatoria {w(1), . . . , w(k)} es monocromática. Sea d el número
de veces que la variable x aparece en w(x), y sea j la suma de los
números (no variables) que aparecen en w(x). Sea x = T j y. Entonces
x, T d x, T 2d x, . . . , T (k−1)d x ∈ Xi para algún i, 1 ≤ i ≤ r, y por lo tanto
la distancia entre ellos es menor que .

83
Ejercicio 13.5 Demuestre que el teorema de Hales-Jewett implica M vdW4 .

Ejercicio 13.6 Demuestre que el teorema de Hales-Jewett implica M vdW3 .


Sugerencia: Dada una coloración c : Zk → r y un conjunto V ⊆ Zk
finito, V = {v1 , v2 , . . . , vt }, sea N el número dado por el teorema de
Hales-Jewett para t y r. Definamos Ψ : ΛN k
V → Z por

N
X
ψ(x1 , . . . , xN ) = ki xi ,
i=1

donde k1 , . . . , kN son constantes. Tales constantes se pueden hallar de


modo que Ψ resulte inyectiva (¿ pueden ser enteros?). Esto induce une
coloración en ΛN V , y por el teorema de Hales-Jewett existe una palabra
w(x) talque la lı́nea combinatoria asociada es monocromática.

Ahora presentamos una demostración del teorema de Hales-Jewett


que usa la teorı́a de semigrupos compactos.
Podemos enunciar el teorema de Hales-Jewett de la forma siguiente.

Teorema 13.7 Dado r ∈ N∗ , y un alfabeto Λ finito, sea W = ∞ n


S
i=0 Λ
el conjunto de las palabras en Λ, y sea V el conjunto de las palabras
variables en Λ. Para toda coloración c : W → r, existe v(x) ∈ V tal que
{v(i) : i ∈ Λ} es monocromático.

Este enunciado sigue inmediatamente del teorema de Hales-Jewett,


y la implicación recı́proca se obtiene por compacidad.

Demostración (del teorema 13.7). Sea W (x) el conjunto de las pala-


bras en el alfabeto Λ ∪ {x}, de modo que V = W (x) \ W . Tanto W
como W (x) son semigrupos con la operación _ de concatenación, y V
es un ideal bilateral de W (x).
Extendemos la operación _ a βW (x): para A ⊆ W (x),

A ∈ U _ V = {v ∈ W (x) : {w ∈ W (x) : v _ w ∈ A} ∈ V} ∈ U.

Con esta operación, (βW (x), _) es un semigrupo topológico compacto,


y βW es un subsemigrupo topológico cerrado (en efecto, {U : V ∈ U } es
un abierto en βW (x) disjunto de βW ), por lo tanto βW es compacto.
Además, βV es un ideal bilateral de βW (x).

84
Ejercicio 13.8 Explique la relación entre βV y {U ∈ βW (x) : V ∈ U },
y demuestre que este conjunto es un ideal bilateral de βW (x).

Para cada a ∈ Λ, sea sa : W (x) → W la función dada por sa (w(x)) =


w(a) (evaluación en a). Extendemos esta función a βsa : βW (x) → βW .
Si A ⊆ W y U ∈ βW (x), entonces

A ∈ βsa (U) ⇔ s−1


a A ∈ U.

Para cada a, la función sa es un homomorfismo, ya que sa (v _ w) =


sa (v) _ sa (w), y por lo tanto su extensión βsa es un homomorfismo de
βW (x) en βW . Como sa es la identidad en W , βsa (U) = U para todo
U ∈ βW .
Sea W ∈ βW un idempotente perteneciente a un ideal izquierdo
cerrado minimal de βW (y por lo tanto, W es minimal en βW ).
Según el corolario 11.9, existe un idempotente V minimal en el ideal
bilateral {U ∈ βW (x) : V ∈ U } tal que V ≤ W..
Afirmamos ahora que para todo a ∈ Λ, βsa (V) = W. Para de-
mostrarlo notemos que como para todo a, sa es un homomorfismo de
βW (x) en βW que deja fijo W , se tiene que βsa V ≤ W; pero por mini-
malidad de W, βsa V = W.
Hemos mostrado entonces que para todo a, βsa (V) = W,
Sea A1 ∪ · · · ∪ Ar = W una partición finita de W . Sea A el único
Ai que pertenece al ultrafiltro W. ComoTpara todo a, W = βsa (V),
−1 −1
entonces paraT todo−1a, sa (A) ∈ V. Luego a∈Λ sa (A) ∈ V. Sea v ∈ V
tal que v ∈ a∈Λ sa (A), entonces {v(a) : a ∈ Λ} es monocromático.

La demostración del teorema 13.7 se puede adaptar para dar una


prueba directa del teorema de van der Waerden.
Sea Λ = {a}, un alfabeto con un único sı́mbolo. Definamos W ,
W (x) y V como arriba. Nótese que W = {a, aa, aaa, . . . } se puede
identificar con N∗ = {1, 2, 3, . . . }. Para cada n, sea an = aaa . . . a (n
veces ). La aplicación san : W (x) → W dada por san (v(x)) = v(an )
es un homomorfismo que manda W (x) en W y es la identidad en W .
Si tomamos ultrafiltros W y V escogidos como en la demostración del
teorema 13.7, tenemos que βsan (V) = W.
Dada una coloración finita de W , si P ∈ WTes un conjunto monocro-
mático, entonces para cada n, la intersección 1≤k≤n s−1 ak
P pertenece a

85
V, y por lo tanto no es vacı́a. Si v(x) es una palabra variable en esa
intersección, entonces v(a), v(a2 ), . . . , v(an ) son elementos de W todos
en P . es fácil ver que este conjunto representa una progresión aritmética
de n términos: u, u + d, u + 2d, . . . , u + (n − 1)d, donde u es el número
de sı́mbolos en v(x) y d es el número de veces que aparece la variable x
en v(x).

13.2 Hales-Jewett infinitario.


Una modificación del argumento de la demostración del teorema 13.7 se
puede usar para demostrar una versión infinitaria del teorema de Hales-
Jewett debida a Carlson y Simpson.

S∞ n infinitario) Dado r ∈ N ,
Teorema 13.9 (Teorema de Hales-Jewett
y un alfabeto Λ finito, sea W = i=0 Λ el conjunto de las palabras
en Λ, y sea V el conjunto de las palabras variables en Λ. Para toda
coloración c : W (x) → r, existe una sucesión infinita {vn (x)}∞
n=0 de
palabras variables tal que

{vn0 (l0 )vn1 (l1 ) . . . vnk (lk ) : k ∈ N, n0 < · · · < nk , li ∈ Λ(i = 1, . . . k)}

es monocromático, y también el conjunto

{vn0 (l0 )vn1 (l1 ) . . . vnk (lk ) : k ∈ N, n0 < · · · < nk , li ∈ Λ∪{x}(i = 1, . . . k)}

es monocromático.

Demostración ([25]). Extendemos el semigrupo (W (x), _) a su com-


pactificación (βW (x), _). Trabajaremos con el subsemigrupo S ∗ =
βW (x) \ W (x) de los ultrafiltros no principales. Nótese que SW∗ = {U ∈

S ∗ : W ∈ U} es un subsemigrupo cerrado de S ∗ , y SV∗ = {U ∈ S ∗ :


V ∈ U} es un ideal bilateral de S ∗ . Como antes, podemos encontrar
un idempotente W en SW ∗ , y un idempotente minimal V ∈ S ∗ tal que
V
V ≤ W (es decir, V _ W = W _ V = V).
Como antes, la aplicación Sa (v(x)) = v(a) de V en W se extiende a
βSa de SV∗ en SW ∗ , y para cada a ∈ Λ, βs V = W.
a
Sea P1 ∪ · · · ∪ Pr = W (x) una partición finita de W (x). Sea PW
el único Pi que pertenece al ultrafiltro W. Y sea PV el único Pj que
pertenece al ultrafiltro V. Por inducción definimos una sucesión {vn }∞
n=0

86
n } y {P n } de elemen-
de palabras variables y sucesiones decrecientes {PW V
tos de los ultrafiltros W y V respectivamente, tales que
(a)n vn ∈ PVn
(b)n ∀a ∈ Λ∀v ∈ PVn (v(a) ∈ PW
n

(c)n {y ∈ V : ∀λ ∈ Λ ∪ {x}vn _ y ∈ PVn } ∈ V


(d)n {t ∈ W : vn _ t ∈ PVn } ∈ W.
0 = P ∩W , y P 0 = {v ∈ P ∩V : ∀λ ∈ Λv(λ) ∈ P 0 }. Nótese
Sea PW W V V W
que PW ∈ W y Pv0 ∈ V, por ser una intersección finita de elementos de
0

V.
Ahora veamos que podemos hallar v0 que satisface (a)0 .(b)0 , (c)0 , (d)0 .
Como PV0 ∈ V = W _ V = βsλ V _ V, para cada λ ∈ λ,

{v : {y : ∀λ ∈ Λ ∪ {x}v(λ) _ y ∈ PV0 } ∈ V} ∈ V.

Del mismo modo, como PV0 ∈ V _ W, tenemos

{x : {t : x _ t ∈ PV0 } ∈ W} ∈ V.

Por lo tanto podemos escoger v0 ∈ Pv0 con las propiedades deseadas.


Supongamos inductivamente que hemos hecho la construcción hasta n,
n+1 n : v _ t ∈ P n }, este conjunto está en W
ponemos PW = {t ∈ PW n W
por la condición (d)n . Por (c)n el conjunto QnV = {y ∈ PVn : (∀λ ∈
Λ ∪ {x})vn (λ) _ y ∈ PVn } pertenece a W.
Usando los mismos argumentos que más arriba, el conjunto

PVn+1 = {v ∈ Qnv : (∀λ ∈ Λ)v(λ) ∈ P W n+1 }

pertenece a V. Ası́, podemos escoger vn+1 de un conjunto en V de


palabras que satisfacen (c)n+1 y (d)n+1 .
Ahora demostraremos las siguientes afirmaciones.
1. vn0 (λ0 ) _ · · · _ vnk−1 (λk−1 ) _ y ∈ PVn0 para todo k > 0, n0 <
· · · < nk , λi ∈ Λ ∪ {x} (i < k), y ∈ PVnk .

2. vn0 _ vn1 (λ1 ) _ · · · _ vnk (λk ) ∈ PVn0 para cada k ≥ 0, n0 <


· · · < nk , λi ∈ Λ ∪ {x} (i ≤ k).
n0
3. vn0 (λ0 ) _ vn1 (λ1 ) _ · · · _ vnk (λk ) ∈ PW para cada k ≥ 0,
n0 < · · · < nk , λi ∈ Λ ∪ {x} (i ≤ k).

87
La prueba es por inducción en k. Nótese que de la construcción
inductiva de n0 a n0 + 1 sigue que si n0 < n1 , PVn1 ⊆ PVn0 +1 ⊆ QnV0 .
Supongamos (1) para k y probémoslo para k + 1. Dados n0 < · · · <
n
nk+1 , λi ∈ Λ ∪ {x} (i < k), y ∈ PV k+1 . Sea y 0 = vn1 (λ1 ) _ · · · _
vnk (λk ) _ y. Por la hipótesis inductiva, y 0 ∈ PVn1 , y como PVn1 ⊆
PVn0 +1 ⊆ QnV0 , entonces y 0 ∈ QnV0 , por lo que vn0 (λ0 ) _ y” ∈ PVn0 .
La afirmación (3) sigue de la (1) y de (b)n0 con y = vnk .
Para demostrar (2), fijemos k ≥ 0, n0 < · · · < nk+1 , λi ∈ Λ ∪ {x}
(i ≤ k + 1), y sea t0 = vn1 (λ1 ) _ · · · _ vnk+1 (λk+1 ). Por (3), tenemos
n1 n1 n0 +1 n0
que t0 ∈ PW , pero PW ⊆ PW = {t ∈ PW : vn0 _ t ∈ PVn0 }. Luego,
vn0 _ t0 ∈ PVn0 , y terminamos la demostración de (2).
Para terminar la demostración del teorema veamos que la sucesión
{vni }∞
i=0 satisface las propiedades del enunciado. La primera conclusión
es exactamente la afirmación (3). Para demostrar la segunda, sea v =
vn0 (λ0 ) _ · · · _ vnk (λk ), con n0 < · · · < nk , λi ∈ Λ ∪ {x} (i ≤ k), y con
al menos un λi = x. Sea m = max {i ≤ k : λi = x}. Por la afirmación
(2),
w = vnm (λm _ vnm+1 (λm+1 _ · · · _ vnk (λk ) ∈ PVnm .
Entonces,

v = vn0 (λ0 ) _ · · · _ vnm−1 (λm−1 ) _ w

es una expresión que satisface las condiciones de la afirmación (1), y por


lo tanto v ∈ PVn0 ⊆ PV . 

Con una pequeña modificación, la demostración precedente se puede


usar para demostrar una generalización del teorema anterior al caso de
alfabetos infinitos
S∞ como se indica a continuación.
Sea Λ = n=0 Λn un alfabeto descompuesto en una cadena creciente
de alfabetos finitos Λn ; y sea x una variable distinta de todos los sı́mbolos
de Λ. Sea WΛ (o simplemente W ) el conjunto de palabras sobre Λ, y sea
WΛ (v) (o sumplemente W (v)) el conjunto de palabras variables sobre Λ,
es decir, el conjunto de palabras sobre Λ ∪ {x} donde x ocurre al menos
una vez. Para s = s[x] ∈ W (x) y a ∈ Λ ∪ {x}, s[a] denota la palabra que
se obtiene reemplazando cada ocurrencia de x en s por a. Esta palabra
s[a] pertenece a W o a W (s), dependiendo de si a 6= v o a = x.

88
Dada una sucesión finita o infinita X = hv0 , v1 , . . . i de elementos de
WL (x), [X]W denota el subsemigrupo parcial de WΛ generado por X,
definido como sigue.

[X]W = {vn0 [λ0 ] _ · · · _ vnk [λk ] ∈ WΛ : n0 < · · · < nk , λi ∈ Λni (i ≤ k)}.

Análogamente, [X]x denota el subsemigrupo parcial de WΛ (v) gen-


erado por X, definido por

[X]x = {vn0 [λ0 ] _ · · · _ vnk [λk ] ∈ WΛ (x) : n0 < · · · < nk , λi ∈ Λni ∪{x}(i ≤ k)}.

Teorema 13.10 Para cada coloración finita de WΛ ∪ WΛ (v) existe una


sucesión infinita X = hv0 , v1 , . . . i de elementos de WΛ (x) tal que los
subsemigrupos parciales [X]W y [X]x son ambos monocromáticos.

89
14 Estructuras, teorı́a de Ramsey para estruc-
turas
We consider finite relational structures defined in the following way. A
type is a sequence hnδ : δ ∈ ∆i, where ∆ is a set and for each δ ∈ ∆,
nδ ∈ N. Given a type ∆, a structure of type ∆ is a pair hX, Mi such
that

(i) X is a linearly ordered set, and

(ii) M = hMδ : δ ∈ ∆i, and Mδ ⊆ X [nδ ]

Rel(∆) denotes the class of finite structures of type ∆. Note that


these relational structures are labelled hypergraphs.
Given structures A = (X, M) and B = (Y, N ), a function f : X → Y
is an embedding if

(i) f is one-one and monotone with respect to the standard linear


orderings of X and Y , and

(ii) for every δ ∈ ∆ and every subset M of X, M ∈ Mδ if and only if


f (M ) ∈ Nδ .

Given structures A, B, B

A denotes the set of all substructures of B
which are isomophic to A.
The partition symbol
C → (B)A t
C C
expresses that for every coloring c : A → t, there is a B 0 ∈ B
 
such
B0

that the collection A is monochromatic.

Teorema 14.1 For any given type ∆, the class Rel(∆) is a Ramsey
class. In other words, given structures A, B in Rel(∆), and a positive
integer t, there is a structure C in Rel(∆) such that C → (B)A
t .

To prove this theorem, we define partite systems and the amalgama-


tion technique, following [14].

90
14.1 Partite systems.
Definición 14.2 Given a type ∆ and a ∈ N, an a-partite system of type
∆ is a pair hX = (Xi )ai=1 , Mi where
(a) X = ai=1 Xi is a linearly ordered set satisfying X1 < X2 < · · · <
S
Xa , i.e., for every i, j ∈ {1, . . . , a} with i < j, if x ∈ Xi and
j ∈ Xj , then x < y.
(b) M = hMδ : δ ∈ ∆i, and Mδ ⊆ X [nδ ]
(c) |M ∩ Xi | ≤ 1 for every M ∈ Mδ , i = 1, . . . , a, δ ∈ ∆.

Given a subset Y ⊆ X, we denote by tr(Y ) the trace of Y , i.e. the


set {i : Xi ∩ Y 6= ∅}.
A system A is transversal if |Xi | = 1 for every i = 1, . . . , a.
The system A is a subsystem of B = h(Yi )bi=1 , N i if there exists a
monotone injection j : {1, . . . , a} → {1, . . . , b} such that Xi ⊆ Yj(i) for
every i = 1, . . . , a and Mδ = Nδ ∩ X [nδ ] for δ ∈ ∆. An isomorphism is
an order preserving isomophism of structures which also preserves parts.

Lema 14.3 (The partite lemma) Let A and B be a-partite systems of


type ∆, A transversal, and let t be a positive integer, then there exists
an a-partite system C of type ∆ such that
C → (B)A
t .

Proof. Set A = h(Xi )ai=1 , Mi and B = h(Yi )ai=1 , N i. SSince A is


transversal, we may assume without loss of generality that δ∈∆ Mδ is
the set of all subsets of X. We also can assume that every vertex y ∈ Y
belongs to a copy of A. This is so because  otherwise we can work with
B ∗ , the subsystem of B induced by B A , which satisfies this property,
and if C ∗ is such that C ∗ → (B ∗ )A t , then we can obtain C such that
A ∗ ∗
C → (B)t enlarging each copy of B in C to a copy of B.
We fix a sufficiently large positive integer N , and define a partite
system C = h(Zi )ai=1 , Oi, O = (Oδ : δ ∈ ∆) where Zi = Yi × · · · × Yi
(N times). Thus, every element of Zi has the form hxj : xj ∈ Yi , j =
1, . . . , N i. We
Sawill say more later about N .
Set Z = i=1 Zi . For each j = 1, . . . , N , the projection πj : Z → Y
is defined by πj (xk : k = 1, . . . , N ) = xj . For every j, πj maps Zk into
Yk .

91
We now define O = (Oδ : δ ∈ ∆). Put first Nδ = Nδ0 ∪ Nδ00 , where
Nδ0 is the set of edges of Nδ which belong to a copy of A in B, and
Nδ00 = Nδ \ Nδ0 .
We put
{(xk1 , . . . xkN ) : k = 1, . . . , nδ } ∈ Oδ
if tr({xkj : k = 1, . . . , nδ }) = tr({xkj0 : k = 1, . . . , nδ }) for all j, j 0 ≤ N ,
and one of the following possibilities occur:

1. {xkj : k = 1, . . . , nδ } ∈ Nδ0 for every j = 1, . . . , N ,

2. there exists a non-empty set Λ ⊆ {1, . . . , N } such that

{xkj : k = 1, . . . , nδ } = {xkj0 : k = 1, . . . , nδ } ∈ Nδ00 for all j, j 0 ∈ Λ,


and
{xkj : k = 1, . . . , nδ } ∈ Nη0 for all j ∈ /Λ
In general, η 6= δ, but η is uniquely determined by tr(xkj : k =
1, . . . , nδ ).
We now prove that C → (B)A t provided N is large enough. This will
follow from the two facts stated below.
Fact 1. A0 ∈ C 0 ) ∈ B for every j = 1, . . . , N .

A if and only if π j (A A
This is an immediate consequence of the definition of O. If πj (A0 ) ∈
B 0 C 0
 
A for every j = 1, . . . , N , then clearly A ∈ A . Conversely, let A =
{(xk1 , . . . , xkN ) : k = 1, . . . , a} be a substructure of Z which forms a copy
of A, and suppose that {(xk1 , . . . , xkN ) : k = ki1 , . . . , kinδ } ∈ Oδ , then for
every j = 1, . . . , N , the projection {xkj : k = ki1 , . . . , kinδ } ∈ Nδ . This is
so because by the definition of Oδ , this projection is always in Nδ0 : if the
second case of the definition occurs, then either {xkj : k = ki1 , . . . , kinδ }
belongs to Nδ00 and thus to Nδ , or to Nη0 for some η, but since this edge
forms part of a copy of A (because it is in Nη0 ), it is also in Nδ . Note
then that an edge of A0 in Oδ must come from the first option of the
definition of
B
 Oδ .
Let A = {A1 , . . . , Ar }, and put R = {1, . . . , r}. Given α =
(α1 , . . . , αN ) ∈ RN , denote by V (α) the set of all the vertices x ∈ Z
which satisfy πj (x) ∈ Aαj . If L is a combinatorial line in RN , set
V (L) = α∈L V (α). By Fact 1, the set C
S 
A is in 1 − 1 correspondence
with RN .
Fact 2. Let L be a combinatorial line of RN . Then, V (L) induces
a copy of B in C.

92
Clear from the definition of Z, since B is the union of the r copies
of A it contains. Notice that the second option in the definition of Oδ is
important to obtain a copy of B in Z from the union of all these copies
of A, and also our asumption that every subset of A is an edge is used
here..
Now, by the Hales-Jewett Theorem, if N was chosen large enough,
for every partition of RN into t classes, there is a combinatorial line
contained in one of the classes. This implies C → (B)A t . In fact, if
C N 0 0

A = A1 ∪· · ·∪At is a partition, it induces a partition R = A1 ∪· · ·∪At
0
by α ∈ Ai if V (α) induces a copy of A which is in Ai . By the Hales-
Jewett Theorem, there is a monochromatic line L which, by Fact 2,
C 0
induces a B 00 ∈ B , such that BA is contained in a single class Ai . 

14.2 The partite construction.


We use the partite construction to prove Theorem 14.1. Let t, and
A, B be given as in Theorem 14.1. We consider A as a transversal
a-partite system and B as a transversal b-partite system. Put B =
h{y1 , . . . , yb }, N i Let p be the minimal n such that n → (b)at , and let
{1,...,p}
q = ap , and put {1,...,a} = {M 1 , . . . , M q }.


We will define a sequence P 0 , P 1 , . . . , P q of “pictures”, the last of


which, P q , will be the desired system C.
Let P 0 = h(Xi0 )pi=1 , Oi be a p-partite system such that for each
choice of b parts of P 0 , Xi01 , . . . , Xi0b , the subsystem of P 0 induced by
them contains a copy of B. This can be obtained taking a disjoint union
of copies of B.
If the picture P k = h(Xik )pi=1 , Ok ihas been defined, consider M k+1
and the a-partite system Dk+1 induced in P k by the parts Xik for which
i belongs to M k+1 . By the partite lemma, there is an a-partite system
E k+1 such that
E k+1 → (Dk+1 )A t .

Extend each copy of Dk+1 in E k+1 to a copy of P k in such a way


that the distinct copies of P k intersect only in vertices of E k+1 . The
resulting a-partite system is P k+1 . Finally C = P q . We claim that C
has the desired properties.

93
By a backward induction we verify that

C → (B)A
t .

In the inductive step from k + 1 to k, by the use of the partite lemma


in the construction of P k+1 , we can find a copy of P k in P k+1 in which
all copies of A with trace M k have the same color.
We end up with a copy P of P 0 such that the color of a copy of
A in P depends only on its trace. This induces a t-coloring of p[a] ,
the collection of a-element subsets of p: the color of s is defined as the
color of any copy of A whose trace is s. Since p → (b)at , there is a
monochromatic subset of p of size b. By construction, the subsystem of
P0 induced by any b elements of p contains a copy of B, and therefore
there is a monochromatic copy of B in P . 

Ejercicio 14.4 Demuestre que dado un tipo ∆, si para cada par de


estructuras A, B de tipo ∆ tales que B tiene subestructuras isomorfas a
A, existe una estructura C de tipo ∆ tal que C → (B)A 2 , entonces para
cada entrero positivo r, y cada par A, B de estructuras con las mismas
propiedades mencionadas más arriba, existe C tal que C → (B)A r.

94
15 Espacios métricos finitos
In this section we present a proof due to J. Nešetřil of the Ramsey prop-
erty for the class of finite ordered metric spaces. This result answers a
question of [11], and gives information about the group of automorhisms
of the Urysohn space.
A finite metric space can be viewed as a labelled complete finite
graph: a pair of elements forms an edge labeled by the distance between
them. These graphs are, in turn, special cases of relational structures.
We denote by Rel the class of all finite ordered relational structures
of all possible finite types. Given d, D ∈ R, with d < D, Rel(d, D) is the
subclass of Rel of all systems A = (X, (Ri ; i ∈ I)) where I is a subset of
the interval [d.D], and for every i ∈ I, Ri ⊆ X [2] .
Given structures A = (X, (Ri ; i ∈ I)) and B = (Y, (Si ; i ∈ IJ)), a
function f : X → Y is an embedding if
(i) f is one-one and monotone with respect to the standard linear
orderings of X and Y , and
(ii) for every i ∈ I and every pair {x, y} of elements of X, {x, i} ∈ Ri
if and only if {f (x), f (y)} ∈ Si (thus, I ⊆ J).
If the embedding f is a bujection,, we say it is an isomorphism. Given
structures A, B, B
A denotes the set of all substructures of B which are
isomophic to A.
As a consequence of Theorem 14.1 we have the following theorem,
which will be used in the proof of the result for finite ordered metric
spaces.

Teorema 15.1 (Nešetřil, [17]) For every pair of real numbers d, D, 0 <
d < D, the class Rel(d, D) is Ramsey.

Let 0 < d < D be real numbers, and let l be a positive integer.


Consider a srtructure A = hX, {Ri : i ∈ I}i where I is a subset of the
interval [d, D] and each Ri is a symmetric binary relation. An edge of
{x, y} ∈ Ri of A is l-metric if for every path x = x0 , x1 , . . . , xt = y, with
t ≤ l such that {xk−1 , xk } ∈ Rik (i,e, the distance between xk−1 and xk
is ik ) it holds that i ≤ i1 + i2 + · · · + it .
For every positive integer l, and every pair of real numbers 0 < d <
D, the class Rell (d, D) is defined as follows. The class Rell (d, D) is the

95
subclass of Rel(d, D) formed by the structures A = hX, {Ri : i ∈ I}i
that satisfy the following additional properties:
(i) for every i ∈ I, Ri ⊆ X [2] for every i ∈ I, in particular every Ri is
symmetric and antireflexive,
(ii) Ri ∩ Rj = ∅ whenever i 6= j for i, j ∈ I,
(iii) every edge of A is l-metric.
The objects of Rell (d, D) are relational structures of type ∆ = (δi :
i ∈ I), where for each i ∈ I, δi = 2. For a pair {x, y} ∈ Ri , the index
i ∈ I is a real number which is called the length, or the weight, of the
pair, and sometimes this is expressed writing ρ(x, y) = i.
If an edge (x, y) is l-metric for every l, then we say it is a metric
edge. If for a system A every pair (x, y) of vertices is an edge and it is
a metric edge then A is just a metric space (A, ρ).
Note that in case every pair of vertices of A is an edge, if every edge
is 2-metric then every edge is metric.
The objects of Rell (d, D) need not be metric spaces, but since an
edge (x, y) cannot be shortened by paths of length ≤ l, then the larger
l is the better an approximation to a metric we have.
Note also that for l = 1, the notion of l-metric system coincides with
the notion of relational structure with pairwise disjoint binary relations,
so we have Rel1 (d, D) is just a subcollection of Rel(d, D). The following
lemma generalizes Theorem 14.1

Lema 15.2 For every positive integer l, and every pair of real numbers
0 < d < D, given A metric in Rel(d, D), the class Rell (d, D) is A-
Ramsey, i.e. for every B ∈ Rell (d, D), there exists C ∈ Rel(l) (d, D)
such that in Rel(l) (d, D) the following partition relation holds,

C → (B)A
2.

Before we give the proof we need to consider partite l-metric systems


and their amalgamation. That will be done in the next section. Now
we show that from lemma 15.2 we can derive that the class of ordered
finite metric spaces is a Ramsey class.

Teorema 15.3 The class of finite ordered metric spaces is a Ramsey


class.

96
Proof. Let (X, ρ) and (Y, σ) be finite ordered metric spaces, and as-
sume that (Y, σ) contains an isometric copy of (X, ρ). Let d = min{σ(x, y) :
x, y ∈ Y }, and D = max{σ(x, y) : x, y ∈ Y }, and let l ≥ D/d.
Consider the binary relational systems A = (X, (Ri : i ∈ I)) and
B = (Y, (Sj : j ∈ J)) corresponding to the metric spaces (X, ρ) and
(Y, σ). Clearly, all edges in A, and B are metric.
By lemma 15.2 there is a binary relational system C = (Z, (Tk : k ∈
K)) such that C → (B)A in the class Rell (d, D).
Define a metric θ on Z by θ(x, y) = min{D, SP }, where SP (x, y)
(shortest path from x to y) is the minimum value of i1 + · · · + it where
x = x0 , x1 , . . . , xt = y is a path such that for every r ≤ t, (xr−1 , xr ) ∈
Tir . All the values taken by θ lie in the interval [d, D], and since ld ≥ D,
for every edge (x, y) of C, (x, y) ∈ Ti if and only if θ(x, y) = i. To prove
this, suppose (x, y) ∈ Ti , and x = x0 , x1 , . . . , xt = y is a path from x
to y. If t ≤ l, then, since (x, y) is l-metric, i ≤ i1 + i2 + · · · + it . And
if t > l, i1 + i2 + · · · + it > ld ≥ D. Therefore i is the length of the
shortest path. Conversely, if θ(x, y) = i, since (x, y) is an edge of C,
(x, y) ∈ Tj for some j ∈ K, and i ≤ j. If i < j, it is because there is a
path x = x0 , x1 , . . . , xt = y from x to y of length i, but, as before, any
path x = x0 , x1 , . . . , xt = y must have length ≥ j, and thus j = i. It is
easy to verify that θ is in fact a metric on Z.
From this follows that any embedding from A into C (in Rell (d, D))
is an isometry (an isometric embeddding) of (X, ρ) into (Z, θ), and sim-
milarly any embedding from B into C is an isometry from (Y, σ) into
(Z, θ). From this we conclude that Z → (Y )X . 

15.1 Partite l-metric systems and their amalgamation


We define now the partite approximation classes P artiRell (d, D). An
object in P artiRell (d, D) is a triple (B, A, ι) where A and B are ordered
binary relational structures, A ∈ Rell−1 (d, D) and B ∈ Rell (d, D) .
More explicitly, A = (X, (Ri : i ∈ I)) and B = (Y, (Sj : j ∈ J)), I, J
finite sets of reals contained in the interval [d, D], and ι : B → A is a
monotone homomorphism satisfying:

(i) If (x, y) ∈ Sj , then (ι(x), ι(y)) ∈ Rj (thus, J ⊆ I),

(ii) for every x ∈ A, the set ι−1 (x) is an interval in the ordering of Y .

97
An embedding from (B, A, ι) into (B 0 , A0 , ι0 ) is a pair f, α) such that

(i) α : A → A0 is an embedding in the class Rell−1 (d, D)

(ii) f : B → B 0 is an embedding in the class Rell (d, D)

(iii) ι0 ◦ f = α ◦ ι

If for (B, A, ι), the ι is an injective mapping, we say that (B, A, ι) is


a transversal system.
Any B ∈ Rell (d, D) can be viewed as a transversal system(B, B, ι)
in P artiRell (d, D) where ι is the identity function.

Lema 15.4 (Amalgamation lemma)


Let C ∈ Rell (d, D), and A a metric subsystem of C (in Rell (d, D)),
with 1 : A → C the inclusion map. For i = 1, 2, let (Bi , C, ιi ) be systems
in P artiRell+1 (d, D). Let (B0 , A, ι0 ) be a system in P artiRell (d, D),
with embeddings (fi , 1) : (B0 , A, ι0 ) → (Bi , A, ιi ) in P artiRell (d, D), for
i = 1, 2.
Then, there exists (B3 , C, ι3 ) ∈ P artiRell+1 (d, D), and embeddings
(gi , 1) : (Bi , c, ιi ) → (B3 , C, ι3 ) in P artiRell+1 (d, D) such that g1 ◦ f1 =
g2 ◦ f2 , and ι3 ◦ g2 = ι2 and ι3 ◦ g1 = ι1 . In other words, (B3 , C, ι3 ) is
an amalgam of the systems (Bi , C, ιi )

Proof. Let (B3 , C, ι3 ) be the free amalgamation of (B1 , C, ι1 ) and


(B2 , C, ι2 ). We have to show that (B3 , C, ι3 ) belongs to P artiRell+1 (d, D).
Let {x, y} be an edge in B3 , and P = {x0 = x, x1 , . . . , xt = y} be a path
in B3 from x to y of length ≤ l + 1. We want P to prove that the length
ρ(x, y) of the edge {x, y} is at most ρ(P ) = ti=1 ρ(xi−1 , xi ).
Consider the projection of P , i3 (P ) = {i3 (x0 ), i3 (x1 ), . . . , i3 (xt )}.
For each j = 1, . . . , t, ρ(xj−1 , xj ) = ρ(i3 (xj−1 ), i3 (xj )).
ι3 (P ) is a sequence in C, in which some vertices and edges of P
might be identified by ι3 . If this in fact occurs, then the length of
i3 (P ), ρ(ι3 (P )) = ρ(P ) is bounded by the length of a subpath P 0 of
ι3 (P ) of length ≤ l. and thus, since C ∈ Rell (d, D), we have that
ρ(x, y) = ρ(i3 (x), i3 (y)) ≤ ρ(P 0 ) ≤ ρ(P ).
We may thus assume that ι3 (P ) is a path in C of length l + 1.
If ι3 (P ) is a path in A, then (ι3 (x), ι3 (y)) is a metric edge, since A
is metric, and then ρ(x, y) = ρ(ι3 (x), ι3 (y)) ≤ ρ(P ).

98
If P is a subset of B1 or B2 , then also ρ(x, y) = ρ(ι3 (x), ι3 (y)) ≤ ρ(P ),
since (B1 , C, ι1 ) and (B2 , C, ι2 ) are in P artiRell+1 (d, D).
So we have to examine the case in which there are xj1 ∈ B1 \ A and
xj2 ∈ B2 \ A. Since B3 is a free amalgamation, there are no edges with
one vertex in B1 \A and the other in B2 \A, and so there are at least two
vertices xk1 and xk2 for which ι3 (xk1 ) and i3 (xk2 ) lie in A and {xk1 , xk2 }
are not consecutive in the path P .
Any path in A between ι3 (xk1 ) and ι3 (xk2 ) adds up to at least
ρ(ι3 (xk1 ), ι3 (xk2 ), since A is metric. Now, ρ(P ) ≥ ρ(P 0 ) where P 0 is
the path from ι3 (x) to ι3 (y) which goes through {xk1 , xk2 }, i.e.

P 0 = {ι3 (x) = ι3 (x0 ), ι3 (x1 ), . . . , ι3 (xk1 ), ι3 (xk2 ), . . . , ι3 (xt ) = ι3 (y)},

and ρ(P 0 ) ≥ ρ(ι3 (x), ι3 (y)) = ρ(x, y), since P 0 is of length at most l and
C is in Rell (d, D). 

15.2 Proof of lemma 15.2


Proof of lemma 15.2: the proof is by induction on l. For l = 1 the lemma
follows from Theorem 15.1. Recall that Rel1 (d, D) is the subclass of
Rel(d, D) of structures for which the binary relations Ri are pairwise
disjoint. Theorem 15.1 gives us a structure C in Rel(d, D), but from it
we can extract one in Rel1 (d, D) by taking the substructure induced by
the copies of B in C. More precisely, we take only the vertices which
belong to a copy of B in C, and the edges which lie within a copy of
B. By the definition of the embeddings, a copy of B cannot have a
pair belonging to two different relations (i.e. no pair has more than one
label).
Assume the lemma holds for l, and let B ∈ Rel(l+1) (d, D). Con-
sider A, B as transversal systems in P artiRel(l+1) (d, D), and let R ∈
Rel(l) (d, D) be a system satisfying R → (B)A 2 in Rel(l) (d, D). Fix R,
and consider it as a transversal system in P artiRell (d, D). We construct
now a sequence P 0 , P 1 , . . . , P a , of R-partite systems, where a = | R

A |.
The system P a will satisfy the required properties.
(P 0 , R, ι0 ) is the lifting of R obtained by separating all the copies
R
of B contained in R. In other words, P 0 is the disjoint union of B

=
{B 1 , B 2 , . . . , B b } with the natural projection to R. Notice that P 0 ∈
P artiRell+1 (d.D), since B ∈ Rell+1 (d, D).

99
Let {A1 , . . . , Aa } list the elements of R

A . For the inductive step from
i to i + 1, let (P i , R, ιi ) be an R-partite system in P artiRell+1 (d, D),
and let (Di , A, ιi ) be the subsystem of (P i , R, ιi ) induced by the set
(ιi )−1 (Ai ). Clearly (Di , A, ιi ) ∈ P artiRell+1 (d, D), and by the inductive
hypothesis, there is a system (E i , A, λi ) such that

E i → (Di )A
2.

Let (P i+1 , R, ιi+1 ) be a free amalgamation of copies of (P i , R, ιi )such


that every copy of (Di , A, ιi ) in (E i , A, λi ) is extended to a unique copy
of (P i , R, ιi ). According to lemma 15.4, we know that (P i+1 , R, ιi+1 ) ∈
P artiRell+1 (d, D).
Put (C, R, ι) = (P a , R, ιa ) ∈ P artiRell+1 (d, D). It remains to show
that
C → (B)A 2.

This is done by reverse induction from a to 0 as in the partite construction.

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