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EL CRISTIANISMO

Y
¡ LA LffiERTAD
¡; ,
1,

ENSAYO SOBRE LA CIVll.JZACION AMERICANA

Por Ramón Ramírez


(DE LA UNIVIlRSIDAD DE CARACAS)

Los americanos no comprenden que estas dos pa-


labras puedan separarse nunca: Cristianismo y Liber-
tad.-
Tocqueville

...EI Evangelio y la libertad son las basas indis-


pensdbles de una verdadera legislación, y el funda-
mento eterno del estado mas perfecto del género hu-
mano.-
Cantu

35
FERNANDO BOLIV AR

1

GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE CARACAS

Hago saber que el sellor licenciado Ramon Ranúrez se ha presentado


!t~. ante mí reclamando el derecho exclusivo para publicar y vender una obra
f
de su propiedad. cuyo título ha depositado. y es como sigue: «El Cristia-
1 nismo y la libertad: ensayo sobre la civilización americana». y que habien-
I do prestado el juramento requerido, lo pongo por la presente en posesion
del privilegio que concede el artículo primero de la ley de 8 de Abril de
1853. que asegura la propiedad de las producciones literarias. pudiendo él
solo publicar, vender y distribuir dicha obra por la primera vez respecto de
I! cada edición ó publicacion que haga durante su vida. y catorce años
despues de su muerte en el caso de dejar viuda ó hijos, en favor de aquella
¡I y estos, segun las leyes que ~glan las herencias. Dado en Caricas , 20
¡ de Enero de 1855.26 de la Uy y 45 de la Independencia.-F. Bolívar.-L.
Ruedas.

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PROSPECTO

No pasarti mUJ:hotiempo sin que se reconozca que


la po/(tica no es otra cosa que la moral aplicada ti la
sociedad.
Cantu, Historia de cien años.

Mando] propiedad ... esta es la gran cuestion de la


armonfa social, cuestion ti que los pueblos de la Amtc
rica esttin convocados,] ti la cUIJItknen que dar una
solucion que el muJUlo agUlJTda... este es el gran pro~
blema que la Amtrica tiene que resolver,] lo resolve-
rti, porque ti cada pdgina de la vida de las pasiones]
de las necesidades de la humanidad. corresponde otra
páginÍl de la vida del esplritu] de la inteligencia que
laguian.
Fennín Toro

PocO HABRIAN ganado los pueblos de la América con romper las cadenas
que los unían á la Europa, si no tratasen de comprender sus necesidades,
para satisfacerlas, no segun las ideas que rigen allende, sino conforme á
las tendencias de su propia civilizacion, tan distinta de la de sus padres.
Porque no es poder, á la verdad, lo que necesitan los pueblos para ser
libres, sino inteligencia.
Así es que nada ganan con que sus tribunos les griten continuamente:
«teneis derecho de ser libres», porque eso lo saben ellos; lo que ellos no
saben es, en qué consiste su libertad, y cómo deben obrar para conseguida
Libertad, en general, significa la accion de un ser entregado al espontá-
neo desarrollo de su naturaleza.
La libertad del hombre no es, por consiguiente, el derecho de satisfacer
los caprichos de la voluntad, sino la facultad de poner en annoDÍa la volun-
tad y la inteligencia; pues constando su actividad moral de inteligencia, y
voluntad, al sacrificar una de estas facultades, se pone fuera de la ley de su
naturaleza. Así pues, léjos de ser la libertad EL DERECHO de hacerlo todo,

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,~,

La civilizacion que se funda en la obediencia, solo confiaen la


es ~ bien, EL DEBER ~e seguir los dictámenes de la razon para llenar el;ii
objeto de nuestra creaclon. ,~, omnipotencia del poder social; la que se funda en la libertad; en la inde-
Para hacer un uso legítimo de su libertad debe, pues, el hombre consul-M 'pendencia y espontaneidad del individuo: la primera pone la suerte de la
tar las condiciones de su naturaleza; segun las cuales hay ciertas acciones':f , ,,humanidad en manos de los gobiernos; la segunda la deja en manos de los
necesarias para la realizacion de su plan, y se llaman deberes; y otras que ( mismos hombres: la una priva al hombre de su voluntad, y limita el ejerci-
lo son para remover los obstáculos que pueden oponerse á esa realizacion,' cio de su inteligencia; la otra le deja en la plenitud de su naturaleza, y por
y se llaman derechos. ,'.~ eso trata de poner en armoDÍa la inteligencia y la voluntad: hace aquella
Pero el cumplimiento de los deberes, lo garantiza LA MORAL, el respeto:! marchar al género humano, paso á paso, lentamente, y hasta parece que le
haCe retroceder; déjale esta andar por sí solo, lo que aunque le expone á
la
de que ~oduce EL
los derechos LA ORDEN, queluego
LIBERTAD; ~o e.slaotra cosa que
armoDÍa de laelmoral
encaminamiento
y la libertad, de
esfl'? algunas caídas, le hace avanzar siernpre, sin volverle jamas atraso En la
las aCCIOneshumanas á la realizacIón del plan de la naturaleza; y como) civilizacion de la obediencia solo se halla el frio y la tranquilidad, de la
este mismo es el objeto de la libertad dirigida por la inteligencia, síguese ~. muerte; en la civilizacion de la libertad, se halla á veces la fiebre, pero
que ni puede haber libertad sin órden, ni órden sin libertad. ,~¡ siempre la majestad y la lozanía de la vida.
La libertad sin órden, es la accion del ser dotado de inteligencia y volun- -.. Toda la civilizacion antigua pertenece á la primera especie; la
civilizacion cristiana á la segunda. Las sociedades que siguen esta, en-
tad,Elórden sm libertad,
que renu?ci~ es para
á aquella la accl6n delciegamente
s~guir ser dotado los
de voluntad
caprichos é de
inteligen-¡
esta. •
.,,t;, r,
cuentran toda su teoría en el Catecismo de moral, y su centro de accion en
cia, al cual se le deja esta con tal que renuncie al uso de aquella.',,' la conciencia del individuo; 1M que siguen, aquella, hallan su teoría en el
La libertad sin 6rden, es el movimiento de un torrente que se precipita ; Código penal, y su centro de accion en las bayonetas con q~~ecuentan sus
gobiernos. '

:¡=::=::::~:::::=:::,:::I
La edad media fué la lucha del espíritu del Cristianismo con los recuer-
dos de la civilizacion antigua,ó sea del derecho del individuo con el poder
fríos del invierno. '
.11. de laasociacion. El triunfo se consiguió solo á medias: se cambi6 el objeto
El6rden, pues, cuya conservacion constituye el objeto de la sociedad de la soberanía, pero se cedi6 en cuanto al modo de cumplirlo. Para el
mundo antiguo la sociedad, 6 sea la patria, lo era todo; el hombre era un
civil,
sino ántes
no esbien,:l
el reposo
movimiento
producidoq~e
porresulta
el equilibrio
de la armoDÍa
de fuerzas
y combinacion
encontradas,
de ., grano de polvo imperceptible en medio del grupo formado por la
las fuerzas SOCIales en el sentIdo de EL PROGRESO EN BUSCA DE LA ' asociacion. La Europa despues de la edad media continuó sometida al que-
PERFEcaON, O SEA DE LA ClVllJZAaoN. rer de los gobiernos, 6 sea á la civilizacion de la obediencia; pero respetan-
Pero la sociedad puede cumplir su objeto dedos modos: porque puede do ya el fin individual, no realmente en la práctica, como lo haremos ver
dejar á cada uno de sus miembros el completo uso de sus facultades á fin en el curso de esta obra, sino en la teoría; y bien sabido es que el reconoci-
de que solicite por sí mismo superfeccion, prestándoleella solamente las miento de un principio produce por sí solo muchos de los resultados de su
garantías necesarias para remover los obstáculos que puedan oponérsele completo triunfo. La civilizacion europea pertenece, pues, en la práctica á
por parte de sus semejantes; 6 bien por no tener confianza en los indivi- la civilizacion antigua, solo en la teoría á la moderna.
duos que la forman, encargar al poder que representa la fuerza comun, no No ha sido completo el triunfo del Cristianismo, que quiere la civiliza-
solo de prestar garantías al uso de las facultades, sino tambien de limitarlo ción por medio del individuo, y la funda por esto en LA LIBERTAD.
y dirigido, sefullando por sí mismo el modo de buscar la perfecciono En He aquí la obra encargada á las generaciones que pueblan la América.
este caso cUlliplela sociedad su objeto, sometiendo el individuo á la obe- La época que atravesamos, época de confusion y escándalos, es nuestra
diencia; en aquel, dejándole la libertad. ' edad media: es la lucha del verdadero espíritu de la libertad, que es el

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Cristianismo, con los recuerdos de la civilizacion europea, y que dará por bef8JÚ in saber dónde colocado: de la eleccion 10 pasó al derecho divi-
resultado LA CIVD...IZACI6N AMERICANA. ~te al derecho de sangre; de aquí á la soberanía popular, Y ~r
~o;. de á 1 beranía de las naciones, que por conservar la paz y e~equili-
Los males que ahora sufrimos son las consecuencias de la confusion y
úl~o a so han cedido á las fuertes la facultad de imponer goblern~s á
el desconcierto que anteceden siempre al aparecimiento de una nueva bnO ew:opeo, em, son hoy 10 mismo que eran ántes. su
creacion: el cáos está siempre ántes que el 6rden. los débiles. Sus monarcas, pero 11 hayan cedido de sus pretensiones.
La civi1izacion europea que en realidad no hace mas que someter los poder se ha moderado, nhoporqadeuleedad°s o Yá cada paso que dan en la caree-
destinos de los pueblos á los intereses de las familias reinantesl proclama. . rque sus pueblos an an , d
sUlOpo . tan alguno de sus derechos, á pesar e su
para cubrir sus miras, el principio del bien público: divinidad ciega, que ra del progreso, conqulS
con una mano protege á los unos, con la otra sacrifica á los otros; con una civiliza~i~~.. . tiene para qué ocuparse en el estudio de
mano presenta la corona del triunfo á las naciones fuertes, con la otra ases- La clVilizaclOli amerlcana no. da r resultado el espíritu
ta el pufíÍl1al seno de las débiles. La civilizacion europea no sigue el prin- las formas de gobierno, porque ya tlen~ ~:ea !:soberanía de la razon
cipio de la justicia sino el de la utilidad: no reconoce en el hombre dere- del Cristianismo, que es LA DEMOCRA , . ETERNA Lo que sí debe
chos sino intereses: procura civilizarle, no porque le considere como en
realidad es, el rey de la creación, centro del mundo moral, sino porque
en la !nterpretaci°dn dI~
estudiar es la ley e ID VI
1: ~7:: ,
d; s~ ~~~, que ~s la ciencia del
1 nocimiento de
quiere vede contento para que esté sumiso; entregado á los placeres para hombre como ser en accion, para que dando al hombre eco.
1 h le entrar en posesion de su razono
que olvide sus derechos; adormecido en las frivolidades para que no pien-
se en su excelsa dignidad. La civilizacion europea produce el desarrollo de ···.1
lo que
Soloes,asío.~""acer . ~ la armonía de la ley LIBERI'AD.
yvu.'-" consegurrs del individuo con la ley
la materia mas bien que el del espíritu; propiamente debería llamarse ..! de la asociacion, ó sea de EL CRISTIANISMO y LA
civilizacion induStrial. \
La civilizacion americana, busca el bien público, pero no como el
interes del mayor número, sino como el derecho de todos; porque sigue el
principio de la justicia. que da á cada uno lo que es suyo, y por eso defien-
de con una mano la propiedad del rico, y con la otra cubre la desnudez del
pobre: respeta á todas las naciones, porque la tendencia de la verdadera
civilizacion no es á dividir los hombres en distintas patrias, sino á reunir-
los todos en una sola: procura el adelantamiento del hombre, porque ve la
sociedad como formada para él. no él para la sociedad: quiere dar al hom-
bre la idea de lo que es, para que ocupe su puesto, y sea no un enemigo sino
un guardian de la asociacion. Es esta la civilizacion que puede producir la
emancipacion del hombre, y que por eso merece con propiedad el nombre
de cristiana.
La civilizacion europea ha envejecido estudiando las formas de gobier-
no, 6 sea LA POUTICA, que es la ciencia de la asociacion. Por resultado de
sus investigaciones no ha hecho mas que ir cambiando el orígen de la so-

I Luis Blanc, Historia de diez años.

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INTRODUCCION

AL ENTRAR el hombre en el ejercicio de su razon, el primer uso que debe


haCeJ'de ella es darse cuenta de su destino.
El hombre que no sabe lo que es, ni lo que ha venido á hacer al mundo,
pasa su carrera sin satisfacer el objeto de su creacion, pOrque ni puede
señalar un término á sus acciones, ni hacer uso eficaz y acertado de sus
facultades.
LA DEFlNlCION DFL HOMBRE es el fin de todos los sistemas filosóficos
y religiosos: la basa y término de todas las ciencias sociales: el verdadero
objeto de la educacion moral': el inacabable afan; el eterno anhelo del
pensamiento entero de la humanidad.
El Yo es el centro de la crea.ei6n
I para cada uno de los seres que compo-
nen el género humano;
¿Qué cosa es el hombre? he aquí el eterno problema del mundo intel •.c-
tuaI.
Nosce te ipsum: con6cete á tí mismo.
Esa su resolucion: esa la mas precisa f6nnula de LA Fn.osOFtA, que es
LA CIENCIA UNIVERSAL, planteada en estos ténninos, hay ya mas de veinte

1
siglos, y resulta en su parte práctica, solo pOr el Cristianismo.
Ningun hombre puede tomar parte en la vida activa de la humanidad
sin dejar ántes resuelto ese problema.
I Antes de entrar en pOsesion de la excelsa dignidad de hombre, es nece-
sario dejar contestadas estas preguntas:
¿QUÉ COSA SOY YO?
¿DE DÓNDE VENGO?
¿A DÓNDE VOY?
El hombre que no pueda responder á estas preguntas, ejercerá las fun-
ciones animales, siguiendo los ciegos instintos de su naturaleza, pero no

1 Las nociones indispensables para la vida del ser intelectual, y que comprenden el idioma
y los principios elementales de la filosofla, se llaman HUINlnidDdeS, como para dar á enten-
der que sin ellas el hombre no es hombre sino 'medias. (Boiste.)

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podrájamas cumplir el verdadero fm de la humanidad. Apénas se diferen- Mas no basta desearlo para conseguido; 6 mejor dicho, no se ama bien
ciará del bruto en la inconstancia de su direccion, y en la posibilidad de la libertad cuando no se la conoce; así como no se agradecen los beneficios
extraviarse de su verdadero destino, que no tiene aquel. Nunca sabrá adon- de la luz, solo por los albores de la aurora, sino cuando el sol llega al me-
de va; nunca podrá dar razon de sus acciones; jamas podrá satisfacer las ridiano. Es preciso conocer la libertad, para amarla; cuando se la ama bien,
reconvenciones de su conciencia; su suerte estará á merced de los demas; porque se la conoce bien, es infalible su conquista, es segura su posesiono
y su espíritu no se hallará tranquilo miéntras no pueda responder á aque- Este, pues, debe ser el fin de los apóstoles de la civilizacion: este el
llas preguntas, 6 no se someta á la direccion de otro, que se encargue de objeto de los afanes y desvelos de los verdaderos amantes de la humani-
dad.
resolver por él los problemas de su naturaleza.
El hombre no es hombre sino por el ejercicio de su pensamiento: el Porque el gobierno de s( mismo, que constituye la libertad, no es el
hombre que no pueda hacer uso de sú pensamiento, vivirá en infancia per- derecho de· nombrar mandatarios que vayan á ejercer los poderes de los
durable, en eterno pupilaje. pueblos; ni tampoco el ejercicio inmediato de la soberanía para dirigir los
Los pueblos, como los hombres, tienen que dejar resueltos ciertos pro- unos á los otros. El gobierno de sí mismo, que constituye la libertad, es la
blemas ántes que puedan encargarse de su propia direccion. independencia del individuo del poder social, de tal modo, que, como
Los pueblos, como-los hombres, miéntras no resuelven los problemas decía J. J. Rousseau, al dar las condiciones del contrato social, uniéndose
de su naturaleza, no pueden ser independientes y libres, porque el ciego á los demos, no obedezca sin embargo mas que á s( mismo, y quede tan
siempre tiene que valerse de lazarillo, el niño de tutor, el ignorante de guia. libre como lo era ántes.
y como los pueblos están formados por hombres, tendremos que con- ¿Pero no será esto una utoPía irrealizable?
cluir, que los pueblos para llegar á ser dueños de sus destinos, deben no Para responder á esa pregunta, es preciso ántes examinar la naturaleza
solo resolver los problemas de los pueblos, sino dejar tambien resueltos de de la verdadera libertad.
antemano los problemas de los hombres. Al hombre, como decía Juan Donoso Cortés, cuando aun tenia fe en la
El conocimiento de la ley del individuo, debe preceder ~ estudio de la naturaleza del hombre ... al hombre le constituyen en su actividad dos fa-
ley de la asociacion. cultades contradictorias, la inteligencia y la libertad2: la inteligencia que
El último de los problemas del hombre da por resultado, que necesita concentra, y la libertad que dispersa: la inteligencia cuya leyes la identi-
de LA SOCIEDAD para poder cumplir su destino. dad y la armonía, y la libertad cuya leyes la multiplicidad y la divergencia:
Es aquí que concluyen los problemas individuales, y principian los so- la inteligencia cuyo objeto es la verdad, una misma para todos, y la liber-
ciales. tad cuyo objeto es la satisfaccion de la voluntad, diversa para cada indivi-
¿Qué cosa es la sociedad? ¿Cuál debe ser su fin? ¿C6mo debe obrar duo: la inteligencia, en fin, que es la condicion que hace sociable al hom-
para conseguido? ¿La sociedad ha sido formada para el hombre, 6 el hom- bre, y la libertad, que es la que le desvia de la sociedad y le lleva fuera de
bre para la sociedad? ¿Hasta d6nde se extiende su poder? ¿Hasta d6nde el su destino.
deber de obedecerla? ¿A quién corresponde el derecho de dictar las leyes, El hombre, pues, no podrá seguir una rparcha conforme con su propia
de establecer su sancion, y de hacerla efectiva? ¿Cuál será. en fin, el verda- naturaleza, sino poniendo en armonía la inteligencia y la libertad. Si el
dero sistema social que haga posible esa libertad con que todos deliramos; hombre es plena, absolutamente libre cuando hace lo que quiere, no es
esa civilizacion que mas parece un sueño de nuestra fantasía, que un bien
que podamos tener esperanzas de poseer jamas?
He aquí las preguntas que deben dejar contestadas los pueblos, para
poder gobernarse por s( mismos, que es el fin de LA LIBERTAD.
2 La libertad se toma aquí por ellibre albedrío.

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racional, humanamente libre, sino cuando su voluntad está dirigida por la ser libres, sino inteligencia, es decir, el uso de su razono No es al título de
inteligencia] . ciudadano á lo que deben aspirar, sino al de HOMBRE.De los dos elemen-
y desde luego, la libertad, tal como puede llevar al hombre á la tos que constituyen la actividad moral, inteligencia y libertad, es este el
realizacion de su destino; la libertad, tal como puede ser la antorcha lumi- que poseen, aquel el que les falta.
nosa en pos de la cual marche la humanidad en busca de la perfeccion, no Déseles á los pueblos el conocimiento de sus derechos, y ya no será
es el derecho de complacer solo á la voluntad, sino á la voluntad y á la posible la tiranía. El hombre que llega á conocer sus derechos no se los
inteligencia; mejor dicho, es El deber de seguir los dictámenes de nuestra deja arrebatar jamas, El esclavo que llega á convencerse de la injusticia de
razon, en la solicitud delfin de nuestra creacion. su suerte, no vuelve á servir mas; se hace libre ó se suicida.
Para que el hombre tenga el derecho de ser libre, es preciso que oiga á Eso dice la razon, y lo confirma la historia, y 10 sostiene la dignidad de
su razon; y como la razon es una misma para todos los hombres, síguese, nuestra especie.
que cuando todos estén en capacidad de oirla, habrán llegado al período de ¿Queremos la libertad, es decir, la independencia del hombre? ¿Quere-
verdadera armonía, y serán libres dejando resuelto el problema social, tal mos el desarrollo espontáneo de su naturaleza? ¿Queremos que el hombre
como lo habiamos planteado. sea lo que debe serA, un ente racional? Pues es preciso ponerle en posesion
Entónces estará realizada la verdadera república, y los pueblos se go- y ejercicio de su razono
bernarán por sf mismos, no porque estén en posesion de la soberanía, sino Ya es tiempo de que adoptemos otro camino que el que se ha seguido
porque no reconocerán otra soberanía que la de la razon interpretando las hasta ahora. Demasiado uso se ha hecho de la materia para dirigir al hom-
leyes de LAJUSTICIAETERNA,cuyo AUTORes el único soberano legítimo, bre, vamos á valemos del espíritu.
porque es el único que reune en perfeccion las cualidades que constituyen Dejemos á los tiranos el uso de "lafuerza; apoderémonos, los que respe-
el derecho de mandar. INTELIGENCIA, BONDADy PODER.Luego no es li- tamos á la humanidad, de la inteligencia.
bertad, ó sea poder de obrar, 10que tienen que conquistar los pueblos para Miéntras se quiera manejar á los pueblos por la fuerza, los pueblos no
serán sino esclavos y víctimas, carceleros y verdugos de su propia liber-
3 ID uso de las palabras voluntad y libertad no está bien determinado; trataremos, pues, de tad. Si se quiere que los pueblos lleguen á ser soberanos y HOMBRES,es
fijar su sentido de este modo. necesario dirigirlos por medio del pensamiento.
ID resultado de un juicio es un acto de la voluntad; se quiere lo que el entendimiento nos La historia de los gobiernos es la historia de la asociacion luchando con
presenta como verdad; pero el hombre no está obligado' seguir el dict!men de la voluntad,
puede hacer aquello ó hacer otra cosa; esto es lo que se llama libertad; pero la libertad para el individuo. La historia de la legislacion es la historia de las barreras que
obrar coDllulta siempre al aire albedrío, que puede decirse que es la facultad de q/Urer lo la sociedad ha creido necesario echar á su alrededor, para impedir las inva-
q/U se quiera q/Urer. Así pues, aun obrando el hombre por obediencia al deber, hace lo que
siones de sus mismos miembros. A proporcion que el hombre ha ido ga-
quiere, luego es libre; porque no es la libertad la que se somete sino la voluntad. General-
mente se confunde el libre albedrío con la libertad. nando en inteligencia, se ha ido estrechando aquel círculo, porque el indi-
También se observará, que la libertad, hablando con propiedad, no es ni derecho ni deber, viduo ha ido adquiriendo una fuerza propia que le contiene en su esfera,é
sino la facultad que pone al hombre en capacidad de cumplir el deber ó de hacer valer el impide las invasiones en las de los demas.
derecho.
El hombre es mas libre, miéntras mas se somete la voluntad' la inteligencia, porque la En las épocas de corrupcion se multiplican las leyes, porque debilitada
primera voluntad es la que es dictada por el conocimiento de la verdad. Asr, Augusto la fuerza interior que contiene al individuo, tiene la sociedad que aumentar
Nicolas define la libertad, diciendo: lafacultad de hacer lo q/U se quiere, haciendo lo q/U las barreras que la defienden.
se debe.
ID hombre obra mal cuando no cumple la voluntad que es resultado del juicio; es decir,
cuando no hace lo que la verdad le aconseja, cuando no hace lo que debe, sino lo que quiere;
ó mejor dicho, cuando no quiere lo que efectivamente quiere, sino lo que quiere querer.
La sancion, as! espiritual como corporal, no hace mas que dar un motivo' la voluntad para
4 Lamennais define el derecho: lo q/U debe ser. Asr, el hombre estará en posesion de sus
que quiera lo que deba querer. derechos, cuando sea lo q/U debe ser.

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Si se desea hacerlas desaparecer del todo, es preciso dar á esa fuerza Por eso los opresores de la humanidad no intentan conserv~la en la
individual todo su poder; es preciso que cada uno de los miembros que degradacion de otro modo que privándola del uso del.pensanuento: No
componen la sociedad, sea un guardian de su existencia, no un enemigo pretenden· aherrojar á sus súbditos, pues entónces tendrían quereduclT su
.que la amenace continuamente; es preciso que los hombres cliiden prime- papel al de carceleros de sus pueblos; lo que hacen es impedirles el cono-
ro de la sociedad. para que la sociedad pueda luego cuidar de ellos. Y he cimiento de su naturaleza, para que se sometan ciegamente á las órdenes
aquí el fin de la verdadera CIVILlZACION. de sus señores. No usan de cadenas, que estas pesan y cansan, y al fin se
Civilizar á los hombres es darles el conocimiento de sus derechos y de rompen: arrojan á sus esclavos en una mansion de tinieblas, ~ar.a quitarles
sus deberes: el conocimiento de sus derechos para que no se los dejen el deseo de salir de ellas, privados como quedan del conocumento de la
arrebatar; el de sus deberes para que no invadan los de los demas: el cono- luz.
cimiento de sus derechos como un baluarte contra la tiranía, que todo lo Pero no 'basta que el hombre conozca su fin, para que lo siga. Si el juez
absorbe; el de sus deberes como un baluarte contra la anarquía, que todo lo de sus acciones es la razon, el ejecutor de sus fallos es el libre ~~o:
disuelve. ejecutor caprichoso y antojadizo, qu~ se complace en hallar resIstenCias
Pero la ciencia de los deberes del hombre es la moral; y la generacion que vencer, obstáculos que arrostrar.
de los derechos la dan los deberes. El hombre tiene derechos, porque son La moral le enseña al hombre el fin de su creacion, y le da reglas para
necesarios para cumplir sus deberes. El deber es la regla, el derecho es el conseguirlo. Hasta aquí no tiene mas fuerza que la de un consejo; cuando
medio de cumplirla5• mas la de un buen cálculo. E$ necesario buscar una sancion para esas re-
La moral enseña al hombre el fm para que ha sido criado, le marca el glas, que sirva de valla int:rartsitable á los caprichos del libre al~o.
camino que debe seguir para llegar á él, Y le traza las reglas que debe ob- La sanCÍon de la moral solo se encuentra en el poder de su mIsmo Au-
servar para no extraviarse. El hombre recibe sus instrucciones, marcha en TOR, que no verá jamas con indiferencia la suerte de su obra, el cumpli-
busca de su destino, y á cada obstáculo que impide su paso, tiene que con- miento del objeto que se propuso al crear al hombre, fm de toda la
sultar sus credenciales, para removerlo de acuerdo con el poder que se le creacion. '
ha conferido; y he aquí lo que constituye el derecho, que no es mas que el Así no hay sancion para la moral sino en la religion, cuyo juez es el
medio de cumplir un deber, 6la direccion que nos conduce mas pronto al mism~ Dios, que todo lo ve, y que no puede engañar, ni ser engañado: jue~
legitimo fin. . que lee en el fondo de nuestros corazones, no solo lo~ deseo~ ya concebI-
La libertad, pues, que con relacion á los demas es el respeto de nuestros dos, sino hasta el gérmen mismo de nuestros pensanuentos; Juez ~ueesla
derechos, con relacion á nosotros mismos,.es el poder de obrar segun lo misma justicia, Y que decide sin apelación, porque no hay apelacIon de la
necesitamos para el cumplimiento de nuestro destino; y como este nos absoluta verdad.
está señalado por el deber, el deber por la moral, y la moral por la razon, 'La teligion es el único baluarte que conserva incólume la libertad del
comprenderemos la identidad de esta definicion con la que ya ántes hemos hombre; porque es el único que le mantiene dentro de su propia esfera. La
dado. religion es la única salvaguardia en que puede confiar la sociedad para
y aquí volvemos á encontrar, que lo que les falta á los pueblos para ser defenderse de las invasiones de sus miembros; porque es la única inco¡
libres, no es el poder, sino la inteligencia; es decir, el conocimiento de su rruptible, y la que vela á todas horas, y sobre todas las acciones. La religi?n
fin y de los medios de conseguirlo. es el único poder capaz de suplir la deficiencia de las leyes, y con infinita
ventaja; porque no se le desobedece jamas con impunidad.lare~gion, en
fíD, es la ónica institucion que puede desempeñar, en los pueblos libres, las
funciones que los gobiernos de los pueblos esclavos creyeron indispensa-
.s Recordemos la definicion de Lamennais: derecho es lo que debe ser. bles para contener las conciencias de sus súbditos, Y que concedieron á

50 51
erdad no dependiese de las relaciones eternas de todo lo erea~o, sino de
;a hora en que llega á nuestro conocimiento: se tilda de ~anattsmo y de
instituciones
za: incompatibles
los romanos con la libertad
tenían Censores, y dignidad
Are6pago de nuestraBforos
los griegos, naturaIe-
los ~•. '1· .•

breza de espíritu la seriedad del pensamiento, y la práctica del deber.


espartanos. .•
po ¿Sabeis cuál es el resultado?
le ha concedido
El hombre el libre
ha sido albedrío,
criado que le
para llenar un desvia de él, Y le ypasea
fin determinado, por se
para ello 1
eli
oemasiado que sí, cuando todos lo palpamos. ~ingun pueb~o.~m~ el
de la América tiene la experiencia de lo que es la libertad. La Cl~on
. esp~io ~in rumbo ni norte; para .cumplir el obje~ de su creaeion tiene por .~. haber escogido esta tierra como el campo en que deben finalizar
CODSIgwenteque buscar una gwa que le encamme. Para que esa guía not
sea la voluntad de otro hombre, tiene que acogerse á la voluntad de Dios. .f ~=periencias, para dejar de una vez establecida para siempre la demo-
La conciencia es el intérprete de esta voluntad, la fuerza el de aquella. cracia. De un extremo á otro está la América poblada de hombres goberna-
No hay recurso: 6 los hombres reconocen el poder de la conciencia, y dos por instituciones libres. ¿Cuál es el resultado? Que solo ha~ 6rden
entónces podrán ser libres; 6 renuncian á ella, y ent6nces tendrán que do- donde hay moralidad, 6 por 10 ménos hábitos que .suplan la moralidad de
blar su cerviz bajo el yugo de los déspotas. No hay mas que dos extremos las costumbres; que solo hay libertad donde la SOCIedades~ ~~ada sobre
entre los cuales oscila la sociedad: los gobiernos cuyo centro de accion es el respeto de la personalidad del hombre, carácter dlstmtivo de su
la conciencia individual, y los gobiernos cuyo centro de accion es la cuchi- civilizacion. . .
lla del verdugo: hácia aquel tienden los que creen en la conciencia, hácia La Union Norteamericana, cuya fundacion se debe á l~ conCIencIa .d~l
este los que la niegan. La sociedad necesita un vínculo que la conserve hombre errante y prófugo de. su patria en busca de un asilo en q~~ VIVIr
. independiente, es el único páís americano que promete hoy ~stabilidad Y
~da; á falta de la religion que obra sobre el espíritu, tiene que valerse del
hierro, que obra sobre el cuerpo. progreso. Si hay algo que infunda temores por su conservacIo~, c:ssu de-
¡El código penal es el catecismo de los pueblos que no tienen moral! masiado apego á los intereses materiales, su amo~ ~ .en~declIDlento Yá

Todos los pueblos han contado siempre con la sancion religiosa para la gloria, consecuencias de los recuerdos de la c1Vilizac~o.nde sus padres,
conserv~ la soci~. ~ta~a reservado á los fil6sofos del último siglo que la hacen olvidar la suya propia, y desde luego la justiCIa de los fines, la
~ poSIble su eXIstencIa sm el apoyo de la religion. Pero ¿sabeis de qué legitimidad de los medios.
provmo esto? De la misma fuerza que tiene el Cristianismo para mantener Los pueblos tendrán que convencerse, á costa de una dolorosa expe- .
el 6rden sin disminuir la libertad; pues él ha creado un fondo tal de cos- riencia, de quela libertad es incompatible con la relajacion de costum~;
~bres públicas y privadas, que se crey6 posible conservar la moral pres- porque las leyes nada hacen por sí solas; son los hombres los que las ejeCU-
tan. Los pueblos se levantarán, no para pedir libertad sinOMORAlIDAD.Ya
cmdiendo de la religion, ~ue la enseil.a y le da todo su poder: juzg6se,
lo ha hecho la España: la Espail.a, cuyos recuerdos son los que nos c~nser-
p?rque el árbol estaba reclen cortado, que mantendría para siempre la sa-
van aletargados entre las orgías de la servidumbre; la España, cuya VIda es
Via que le habia dado la vida, sin advertir que al caer empezaba ya á secar-
se. casi un espejo de la muestra. . .. .
Así pues, 6 nos acercamos á los gobiernos cuyo centro de accion es el Si queremos ser libres, si queremos poseer la verdadera Clvilizaclon, es
ho~~, y para ~sto es preciso dar fuerza á la conciencia, practicando la preciso estudiar la libertad, Y estudiar la civilizacion, estudiando la ley del
religIon, 6 descwdamos esta. y entónces tendremos que ir á dar á los piés individuo y la ley de la asociacion. La. ley del individuo es la mo~: cuyo
del verdugo. intérprete es la conciencia, cuya sancion solo se encuentra en la religt~n: la
La irreligion se ha hecho de moda, porque se ha hecho de moda la frí.: ley de la asociacion es el progreso, cuyo intérprete es la razon, cuyo UDlCO
voli~, y la moli~e ~ cos~bres: se ~ que la despreocupacion y la y poderoso agente es la libertad del individuo. .
clarIdad del entendimiento son mcompattbles con las ideas que se reciben Es preciso, pues, practicar la religion y comprender la li~rtad, cuyofm
en la educacion: no se admite por cierto lo que no es nuevo; como si la es el progreso del individuo, y desde luego el de la especIe. Y como la

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veIdad no es mas que una, y desde luego, no puede haber mas de una Es preciso, pues, que nos olvidemos un poco de las exterio~dades para
religion verdadera, los caractéres de esta los tomaremos de su confonni- penetrar en la esc:ncia misma de las instituci~nes libres. Es prectso descan-
dad con el fin de nuestra naturaleza. La religion que mejor defina el hom- sar de las diSCUSionessobre formas de gobierno, que no son mas que un
bre, será la verdadera religion; y la única religion que resuelve los proble- medio para llegar al verdadero fin de la sociedad. estudiando la naturaleza
mas de nuestra naturaleza es ELCRISTIANISMO, pues su doctrina no es mas de este fin, que no es sino la realizacion del fin del hombre.
que la explicacion de la mituraleza humana hecha por el mismo Dios. Para llegar á ser libres, lo que necesitan los pueblos no es ser soberanos,
. «Dados Dios y el hombre, se deduce necesariamente todo el Cristianis- sino independientes de todo poder que no sea el poder del mismo Dios: no
mo; porque el Cristianismo no es mas que el conjunto de leyes ó condicio- tener el derecho de mandar, sino el poder de desarrollarse siguiendo sola-
nes necesarias de la vida Últelectual, de la vida moral, y aun de la vida mente la direccion que les señale su razon y que apruebe su conciencia.
física del hombre; leyes que se derivan de la naturaleza del hombre y de la El ejercicio de los derechos políticos no es necesario, sino para con-
naturaleza de Dios6». quistar y asegurar la libertad, que consiste en el ejercicio de los derechos
Esto lo dice la historia, lo reconoce el sentido comun, es decir, la con- individuales. Las formas de gobierno no tienen otra importancia que la
ciencia de la humanidad, lo acepta entusiasmado nuestro corazon, y lo que les dé su aptitUd para procurar el desarrollo del indivi~uo. Si nos he-
confinna satisfecha nuestra razon, que solo en el Cristianismo encuentra mos visto en la dura necesidad de luchar por las formas libres, ántes de
su complemento, y la prueba de lo que sospechó un filósofo del estar en capacidad de ejercerlas con buenos resultados, es porque los tira-
paganismo, sin conocer la revelacion, que la razon humana era contem- nos no consienten jamas el desarrollo del individuo, y nos habrian conser-
poránea del entendimiento divino7• En efecto, la razon y la revelacion no vado en eterno pupilaje, si no hubiéramos rechazado la mano de hierro que
son mas que el eco de una DÚsma voz: la razon es la voz de Dios reflejada nos daban por proteccion. Pero, una vez que estamos en capacidad de pro-
por nuestro entendinúento; la revelacion la voz de Dios reflejada por la curar nuestro desarrollo, debemos olvidamos de las sutilezas legales, de
palabra de sus enviados. Solo la armoDÍa de esos dos ecos nos dan la los artículos de mas ó de ménos en una constitucion, de la mayor ó menor
posesion de LAVERDADETERNA,Yla verdad eterna es LAJUSTICIA,cuan- precision de las fórmulas, para adelantar en el conocimiento de la ley del
do dirige nuestras acciones; y LA CIVILlZACION,como estado á que debe individuo, y ponerla en armoDÍa con la ley de la asociacion,
encaminarse la humanidad; y LO BELLO Y LO SUBLIME,como eterna El desarrollo del individuo y el desarrollo de la asociacion, marchan
aspiracion de nuestro espíritu; y LOIDEAL,como tipo de poesía, y LOINFI- siempre apoyándose mutuamente: si uno se adelanta el otro le sigue, si
NITO como norma de perfeccion: la verdad eterna es el VERBODIVINO. este se detiene, aquel le espera; pero el verdadero término á que se encami-
La verdad eterna, pues, cuya posesion es el legítimo fin de nuestra na- na esa marcha es á la perfeccion del individuo: la perfeccion social no es
turaleza, solo se halla en el seno DÚsmo de la Divinidad. ¡Nuestro destino mas que un medio para conseguir esta.
no concluye sobre la tierra!. .. y he aquí el carácter distintivo de las dos civilizaciones que hoy se
Nosotros, hijos de la América, que hemos sido testigos y actores en los disputan la direccion del mundo. LA avILlZACION EUROPEAse funda en la
ensayos de las prácticas de la libertad, estamos por esto DÚsmo, mas cerca ley de la asociacion; LACIVILIZACION AMERICANAes la ley del individuo.
de conseguir la verdadera civilizacion, pues para ello no nos falta mas que La primera sigue el principio de la utilidad; la segunda el de la justicia. La
comprender el veIdadero espíritu de la libertad, y este solo se encuentra en primera estudia la política; la segunda debe estudiar la moral. Hasta quela
la doct:rfua Ypráctica del Cristianismo. política y la moral no sean una misma cosa, no habrá sido completo el
triunfo del Cristianismo.
¡Jóvenes de la América! una excelsa mision teneis que cumplir: la de-
6 Lamennais.
mocracia ha fijado sus tiendas en vuestra patria para enviar la civilizacion
7Orta sim~ cum mente divind. Ciceron. al viejo mundo: el viejo mundo espera con ansia el dia de su redencion. 'El

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clamor de sus pueblos, las angustias de sus gobiernos, la voz de sus sabios, obedezca sin embargo mas que á s( mismo, y quede tan libre como lo era
todo, todo os lo anuncia: fijas están sobre vosotros las miradas de la huma- ántes.
nidad; preparaos para llenar dignamente vuestra mision; daos prisa, que es El Cristianismo, en fin, es la única doctrina que ha comprendido la na-
una mision de progreso, de libertad, de vida turaleza humana, y por eso la única que hace posible la verdadera
LA LIBERTAD FUNDADA EN LA PRÁCTICA DEL CRISTIANISMO: he aquí el civilizacion.
porvenir del mundo. Si queremos convencemos de estas verdades, abramos la historia: exa-
Estudiadla libertad: estudiad el Cristianismo, que es el Catecismo de la minemos «ese depósito que contiene los registros del estado civil, religio-
libertad. so y moral de los pueblos en los diferentes períodos de su existencia: ese
Estudiad la libertad y el Cristianismo, que son al mismo tiempo el mundo escrito, ese género humano en relieve, evocado de todos sus sepul-
origen y el término de nuestra civilizacion. cros, volviendo á tomar el alma,la vida, el movimiento, la palabra, delante
Estudiad el Cristianismo, si no como una religion, siquiera como un de los hombres nacidos y por nacer, y representando para instruccion,
sistema filos6fico, que al fin tendreis que prestar á sus doctrinas la obe- leccion y ejemplo del porvenir ese drama eterno, que principia siempre en
diencia y el amor que reclama la voz de un Dios. El corazon ama con una cuna y concluye en una tumba'». AbraIilos la historia, y preguntemos
entusiasmo, nuestra frente se inclina en señal de adoracion, ante las verda- á las generaciones pasadas qué le debe la humanidad á la civilizacion por
des que nuestro entendimiento percibe con claridad. medio de los gobiernos; y luego interroguémoslas, qué le debe á la
«No os exigimos que creais, sino que examineis»8. civilizacion por medio del individuo, 6 sea al Cristianismo. Al responder á
ExamiÍlad el Cristianismo, y allí encontrareis «ese conjunto de verda- la primera pregunta, las veretnos con los cabellos erizados, el rostro baña-
des, de ideas, de religion, de legislacion, de moral, de virtudes, en medio do en lágrimas, y la angustia y la desesperaci6n pintadas en su semblante,
de las cuale~ nacemos y morimos», y que constituyendo, como dice decimos: «A la civilizacion de los gobiernos debe los crímenes y los ca-
Lamartine, la civilizacion, no tiene nada que pedir á los otros sistemas, no dalsos: las miseri~ y las lágrimas: el dolor y la muerte: la desesperacion y
tiene nada que esperar de la perfectibilidad del género humano. el abandono». Al contestar la segunda pregunta, las veremos que con sem.,.
Es la doctrina del Cristianismo la que en la práctica, puede crear ese blante risueño, y pecho palpitante de entusiasmo, nos dicen: «A la
ideal de consagracion patriótica (la patria del cristianismo es la humani- civilizacion del Cristianismo debe la virtud y la alegría: la vida y el progre-
dad), de pureza incorruptible, de estoicismo sin hipocresfa y sin rudeza, so: la tranquilidad del alma y el paraíso».
que como dice Thierry, deberia formar el carácter del hombre verdadera- Sí, al Cristiaiúsmo se debe el paraíso, que es la felicidad eterna, y la
mente civilizado. Es la práctica del Cristianismo, la que únicamente puede tranquilidad del alma, que es la felicidad miéntras dura esta vida transito-
hacer estable en las sociedades humanas el órden en el progreso, 6 sea la ria.
civilizacion, cualesquiera que sean las instituciones políticas, y que re- Revolved como querais las tradiciones, las constituciones, las costum-
suelve así el problema social en los mismos términos planteado por bres de todos los pueblos que han habitado nuestro globo, nada hallareis
Rousseau en su Contrato social, y que si parece quimérico es porque él conforme con la libertad y dignidad del género humano, nada conforme
refiri6 á la forma, (obedeciendo al influjo de su civilizacion) lo que no con su verdadera naturaleza, que no se halle en el Cristianismo.
puede hallarse sino en la misma raiz de la sociedad. Encontrar unaforma Es preciso desengañamos: solo el Cristianismo tiene el poder de salvar
de asociacion, que defienda y proteja con toda lajuerza comun la persona á la sociedad; solo el Cristianismo tiene el poder de conservar e16rden sin
y bienes de cada asociado, y por la cual cada uno, uniéndose á todos, no disminuir la libertad. Miéntras no se aprenda su doctrina para practicarla;
miéntras no se practique para comprenderla, no harán los pueblos mas que

8 Lamennais. 9 Lamartine.

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agitarse en dolorosas convulsiones, impotentes para otra cosa que para ta nuestras playas, sacude nuestras montañas, y aniega de sangre nuestras
aumentar sus padecimientos, y llevarlos hasta la desesperacion. llanuras?
Hasta ent6nces no será cierta esa civilizacion que á nadie hace feliz, á Esa es la lucha del espíritu de la civilizacion cristiana, con los recuer·
muchos desgraciados, y que á todos deja con el corazon vacío, y el alma dos de la civilizacion antigua.
desesperada. Hasta entónces no serán ciertos, porque no se harán prácti- El nuevo mundo se estremece para acabar de sacudir el ponderoso yugo
cos, esos principios de LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD, que tanto se que á sus descubridores plugo imponerle.
han usado para el mal, tan poco para el bien. Hasta entónces no dejará de No nos desalentemos porque no veamos todavía claro el horizonte, que
ocupar la fuerza el lugar del derecho; el número, el de la razon; las armas nuestros actuales padecimientos, ya lo dijimos, son las consecuencias de
de la barbarie, que son las armas de destruccion y exterminio, el de las la confusion y el desconcierto que anteceden siempre al aparecimiento de
armas de la civilizacion, que son la razon y la elocuencia, teniendo por una nueva ereacion: no volvamos la vista atras, no sea que quedemos pe-
medios la palabra y la imprenta, y por resultados la conviccion y la trificados como la esposa de Lot.
persuasion. «La América ofrece una combinacion de intereses sociales mas com-
Sin el Cristianismo son indiferentes todas las instituciones: la república
plicada que todas las que recuerda la historia. Los principios mas latos y
y la monarquía, la democracia y el absolutismo producirán siempre los atrevidos de la democracia, como un soplo constante que se difunde en
mismos resultados: el interes de los fuertes sobre el derecho de los débiles:
todo un hemisferio, comunican calor, actividad y aun fiebre, á masas ántes
la fuerza sobre la razon; el crímen sobre la virtud. Con el Cristianismo inertes, dividiw-s, clasificadas y como pasadas por un harnero que separa-
tambien serian indiferentes las formas de gobierno que se adoptasen, si él
ba sangre de sangre y espírini de espíritu. La convocacion está hecha á esa
pudiera dar otro resultado que la democracia, los efectos serian siempre multitud de fracciones en el campo de la política. Nada las distrae ni las
los mismos: la libertad y el contento; la union y la paz; el6rden, la seguri- detiene, porque no tienen leyendas tradicionales, ni abstracciones de filo-
dad, LA TRANQUlllDAD DEL ESPíRITU, EL PROORESO, LA CIVILlZAQON. No
sofía, ni escuela de artes, ni campo á la emulaci6n científica, ni el
pensemos tanto en las formas de gobierno, pensemos mas en su naturale- engolfamiento de la creciente industria, ni las precauciones consiguientes
za: no nos ocupemos en estudiar las instituciones sino despues de haber á la acumulacion de las riquezas. Las masas vienen al terreno de la políti-
conocido los principios que ellas se encargan de hacer efectivos: no nos ca, puede decirse, desnudas, rompiendo con lo pasado, y buscando en el
fiemos tanto de las leyes, atengámonos mas bien á las costumbres: no es-
porvenir la solucion de dos cuestiones:. mando y propiedad ... esta es la
tudiemos la ley de la asociacion sino despues de comprender la ley del gran cuestion de la armoDÍa social, cuestion á que los pueblos de América
individuo: no es po[(tica lo que necesitamos saber, sino moral; no trate- están convocados, y á la cual tienen que dar una solucion que el mundo
mos de reformar al hombre por medio de la sociedad, sino á la sociedad aguarda: ... este es el gran problema que la América tiene que resolver, y lo
por medio del hombre.
resolverá, porque á cada página de la vida de las pasiones y de lasnecesi·
Decidnos, jóvenes que teneis á vuestro cargo, no un mundo que descu- dades de la humanidad, corresponde otra página de la vida del espíritu y de
brir, sino una civilizacion que crear; decidnos lJio veis que el viejo mundo la inteligencia que la guian10».
no marcha en armoDÍa con la naturaleza del hombre? ¿No oís los quejidos La obra de la civilizacion práctica, está á nuestro cargo: estudiemos,
que de todas partes se levantan, y que acusan al hombre de impotente para
hacer su felicidad, y aun para llenar el objeto de su creacion? Pues es que
algun gravemal padecen esas sociedades: algun profundo dolor las aque- 10 Fermín Toro, «Reflexionemos sobre la ley del 10 de Abril». .
ja. El hombre llora despues de sus prodigiosos triunfos, como aquel gran La opinion de este ilustre americano, cuyo nombre es bien conocido en todos los paises que
hablan nuestro idioma, está confinnadapor la de un europeo, M. Elías Regnault, cuyas
conquistador que encontraba el mundo pequeño para su dominacion. ¿No palabras vamos' insertar, tanJo porque en esta materia debe ser mucho mas imparcial que
sois vosotros mismos testigos y actores de esa tempestad desecha que azo- nosotros, como porque creemos que ellas serúlleidas con entusiasmo por todo el que sien-
ta latir un COllIZonamericano:

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número de los que se arrogan el derecho de jUzgar al Cristianismo, y des-
pues, .su teoría para dar la paz y el reposo al mundo de nuestros padres, en pliegan sus labios para sentenciar la suerte de la humanidad, sin conocer al
cambIo de la suerte para que ellos nos destinaban.
hombre, é ignorando los grandes hechos, y las luminosas ideas en que se
Miéntras no conozcamos la verdadera teoría de la civiliza.cion, que es
funda aquella religionl1».
la doctrina del Cristianismo, no tendremos derecho de levantar nuestra
Jóvenes, que aspirais al progreso, estudiad vuestra naturaleza, para que
voz para hablar sobre nuestro propio destino: hasta ent6nces, no podre-
tengais derecho de pensar en el porvenir.
mos tomar p~ en la vida activa de la humanidad: hasta ent6nces no po- La marcha general de la historia: las lecciones de la experiencia: las
dremos consl(lerarnos, segun lo desea la verdadera civiliza.cion, como ciu-
reflexiones de nuestro entendimiento: los secretos deseos de nuestro
dadanos del mundo; hasta ent6nces no dejaremos de pertenecer «al gran
corazon: la opinion y las aspiraciones del mundo culto; los mismos instin-
tos de la humanidad, todo, todo concurre' hacemos ver inscriptas en la
«La Am~ca estt llamada á otros destinos, que á copiar, servilmente, nuestras viejas for- enseiianza del porvenir estas dos palabras: CRISTIANISMO y LIBERI'AD.
mas polfticas, y 'arrastrarse sobre las huellas de nuestro pasado. La naturaleza ha fonnado
«Por eso, (vamos á concluir repitiendo las frases de Lacordaire), le-
tod~ aquello con una mano demasiado vigorosa, para que el hombre vaya' permanecer
vantamos la voz, aunque con pena; pero 10hacemos porque es el deber del
débil y pequ~o ~ lad~ de tanta magnificiencia. La materia tiene allí fonnas muy colosales,
para que la mteligencta, l1amada á explotarla, no se eleve en la misma proporcion Esas cristiano, como el de todo hombre: el ministerio de la palabra es el primer
montal\as, en cuya presencia las nuestras son pobres colinas; esos rios, que mas bien debie- ministerio del mundo; el ministerio de la verdad, de la justicia, de la santi-
ran llamarse mares; esos lagos, verdaderos mediterráneos; esas selvas, cada una de las cua-
les es un m~do; esos golfos, q~e son oc6anos; esas llanuras, que son inmensidades; esas dad, del6rden, de la creacion, de la resurreccion, de la vida y de la muerte.
~ hoyas gIgantescas, el.Atlántico y el Pacífico, que reciben sus rios, y le llevan los pensa- ¡Habladl no calleis, ni delan~ de la espada que os amenace, ni delante de
Dllentos de los o~ con~en~, todo esto pide, para ser conquistado, una raza de hombres
la majestad que os mire, ni delante de vuestra hennana que os conjure, ni
pode':Osa de lICC10DY de mteligencia, fuerte de corazon y de espíritu.
••¡QuI6n ~ calcular las nuevas ideas, los altos destinos que nacerán de ese mundol delante de vuestra madre que se arrodille para suplicaros, ni delante de los
«Es ~ prmClpalmente que se debe decir: 'Los I1llimos serán los primeros'. La América pueblos que griten: ¡silencio!; ni delante de las olas del mar, que se agiten
CODllenz&su ~ con ~s los conocimientos acumulados por el hombre en cinco mil
añ~ de trabaJO. La expreslOn de nuestro mayor poder va á ser su punto de partida, Ysu cuna
para sufocar vuestra voz. ¡Habladl tal fué la 6rden que Jesucristo dió á sus
discípulos ... La palabra es la primera potencia del mundo.
~do rodeada por la resplandeciente claridad de nuestra edad viril: el fuego de Prometeo «El mundo se halla en una hora notable de su destino. Hay mas de un
SOPIOr::;::::~~;::;~os Andes, pero reanimadO y vivificado por el poderoso
cEJ. ~o de la vieja Europa se ofenderá al considerar ese cuadro de la futura grandeza de
siglo, que ha ensayado fundar todas las cosas humanas en la naturaleza y
la ~érica, pero la lógica de la historia estt ahí para desvanecer sus pretensiones" la eterna en la razon: se ha creido capaz de reinar por sí mismo sin la intervencion
so~l'lUlÍlI del mundo ...El prognl8O de la humanidad no se detiene nunca. .. de ninguna idea misteriosa, de ninguna potestad indefinida. A la vista te-
••~~ ~bargo, época llegará en que las influencias de los pueblos se verificarAn por con- nemos el resultado de esta gran tentativa:. La disciplina social se ha roto en
q IStas mtelectual~, y n~ por el tri~o de la fuerza bruta: los pueblos no se dividirán en
,:e~res y vencIdos, smo se reunirán en una vasta asociacion, en la que solo habrá su - nuestras manos: los resortes ingeniosos con que pensábamos coIÍtenerla,
nondades. ~o~es. En los misterios religiosos de la antigiledad, se decia que el inici:o han sido sobrado débiles contra la resistencia y las agresiones. Lo que
mata~ ~ lDlclador: ese era el símbolo de las revoluciones sociales. El símbolo cristiano es
la admiSlon " la mesa comun, en otros ttnninos la caridad.
habia de generoso en nuestros planes de refonna, no ha sido mas feliz que
••Así cuando decimos que la América será la ~cargada de los destinos del porvenir no lo que habia de quimérico, y la justicia se ha escandalizado de no poder dar
á nuestras obras duracion y majestad. ¿Será necesario esperar mas tiempo
~s::~ qU\el otro ~undo ~ su esclavo; sino que ella será el poder director d~ la
, UD1 ersal. SI se nos pIde la prueba de nuestra &sercion, nos contentaremos con
para dudar de nosotros mismos? iJ'l0 sospecharemos que nos falta algo, y
~ ~r:=es:: es la úl~que ha negado': que es la misma razon por la cual el mas ignoran- advertidos dolorosamente por la providencia innata de las cosas, no levan-
••Sería una 1 ~Alicos, sabe mas ~ue Newton, y el mas pobre teólogo, mas que Plalon ...
h eterog é ncas,oc~ Juzgar hostiles,
del porvemr de lasinAmérica por lo que taremos jamas los ojos hácia el polo eterno donde hemos dejado la ciencia
dispersas, sin lazos, ideas comunes sin es
otrahoy con poblaciones
in~ligencia política
que la que le han dado los vanos ensayos de"COnstitucIones de' que ya estt cansada la . .
Europa. ¡Qué PO .yv-~
"""'" prever la"" VIeja
. ImagIDaclOD en un pueblo que principia en industria por el 11 Lacordaire.
vapor, y en polftica por la democracia!,..

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:.,
o"

de-lo pasado y del porvenir? Pues ya es tiempo: llamemos á Dios en nues- que el6rden, la paz y la salvacion en naciones formadas por Jesucristo, no
tro auxilio: reconozcamos que tenemos con él relaciones mas profundas pueden salir mas que de una doctrina que contenga toda la verdad. toda la
que las de la sola naturaleza: y que renunciar á ellas por debilidad 6 por virtud, toda la plenitud de que necesita el hombre; y solo el Cristianismo
orgullo, es arrebatarle al género humano con sus mas grandes deberes, sus responde á esas condiciones. Apliquémonos, pues, á conocerIo para amar-
virtudes mas altas y sus mas necesarias facultades. lo: sembremos el Evangelio en las desgracias políticas; él genninará tarde
«Estudiemos el Cristianismo y hallaremos en él el secreto de nuestro 6 temprano, Y si no recogemos nosotros mismos el froto, al ménos lo ha-
propio tiempo: tiempo doloroso que solo él puede curar, y cuyas heridas, bremOS preparado para una generacion mas afortunada que nosotros» ..
sin embargo, es él el que hace mayores. En efecto: si comparamos las re-
voluciones de la antigüedad con las de que nosotros somos testigos, y aun
actores, observaremos una grande y profunda diferencia. Las doctrinas no
hacian ningun papel en los conflictos interiores de los antiguos pueblos: el
Imperio sucedia á la República: Vespasiano á Vitelio: una legion decía una
.palabra al oriente, otra decia otra al Danubio 6al Rhin, y el Senado consi-
derando cuál era el mas fuerte, adoptaba al nuevo Emperador, y le saluda-
ba con el nombre de ¡ETERNIDADI: era la eternidad que hay desde un dia
hasta el dia siguiente. Así continuaba de cambio en cambio ese ciclo vul-
gar de la ambicion de algunos, en lucha con los vicios de todos. Hoy sub-
sisten la ambicion y los vicios, pero las revoluciones toman su origen mas
arriba, en ideas generales de que se hace la causa del género humano, y es
á este precio que solo se mueven las generaciones. Lo que las conmueve es
el'error 6 la verdad; y aunque se engañen, tienen el honor de haber sido
engañadas por un pensamiento. ¡Tanto ha elevado el Cristianismo al hom-
bre sobre sí mismo! Por esto las revoluciones modernas siendo
doctrinales, no acabarán como las de la antigüedad, por un hombre ó por
un accidente, sino por una doctrina. Ahora bien, solo el Cristianismo es
una doctrina completa: solo él posee la autoridad que manda y la caridad
que persuade: solo él ha conocido, comprendido, anunciado la vocacion
sobrenatural del hombre: solo él le ha desprendido de la tierra y elevádole
hácia Dios: solo él tiene el depósito de la palabra divina, en profecías jus-
tificadas por la historia; y el depósito de la gracia, en sacramentos proba-
dos por virtudes que solo ellos han podido producir: solo él<resiste al em-
puje del mal, y el mal no es tan grande sino porque ataca al Cristianismo,
su único enemigo. Nosotros, pues, que somos, cristianos, debemos com-
prender la importancia de nuestra mision en el revuelto siglo de que hace-
mos parte. Se nos habla de 6rden y nosotros somos el 6rden: se nos habla
de paz Ynosotros somos la paz: se nos habla de porvenir y nosotros somos
el porvenir: se nos habla de salvacion y nosotros somos la salvacion: por-

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