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Cuando hablamos de divorcio es necesario que, previamente, haya existido

una relación legal vinculante, conocida como matrimonio. Sin embargo, hace
poco tiempo, como es sabido, la ley uruguaya fue modificada en relación a este
tema, ya que se habilitó la posibilidad de que dos personas del mismo sexo
contraigan matrimonio.

Ahora se entiende como matrimonio civil "la unión permanente, con arreglo
a la ley, de dos personas de distinto o igual sexo". Con respecto al divorcio, a
partir de la aprobación del matrimonio igualitario, ya no se hablará de este
como un hecho y derecho del hombre o mujer casados sino de cónyuges de
distinto o igual sexo.

La cantidad de divorcios en Uruguay va en aumento. Hasta el mediados de los


90 promediaban los cuatro mil por año. Esta cifra fue in crescendo y en la
década actual son más de 10.000 al año, superando en algunos casos la
cantidad matrimonios que se celebran en el mismo tiempo.

Para solicitar la disolución del vínculo matrimonial, en Uruguay se debe recurrir


a la Justicia. Se pretende a través de ello garantizar los intereses de los hijos,
si los hubiera, y de ambos cónyuges, por lo que es de vital importancia tener
claro qué derecho tiene cada cónyuge y cómo poder acceder a la disolución del
matrimonio.

Causas y procesos de divorcio

En Uruguay, para poder obtener el divorcio, hay que tener una causa y seguir
un proceso determinado que depende de la razón que lleva a las parejas a
divorciarse. El más común es el llamado por causal. Dentro de este, los
motivos más frecuentes son: Cuando hay entre los cónyuges riñas y disputas
continuas, que les hagan insoportable la vida común y la separación de hecho,
ininterrumpida y voluntaria de por lo menos uno de los cónyuges durante más
de tres años.

Sea cual fuere el motivo que lo haya ocasionado, el proceso a seguir en los
juicios por causal es el Juicio Ordinario, donde se da la presentación de la
demanda, el traslado de ésta al demandado, es decir, al otro cónyuge por 30
días para la eventual contestación. Posteriormente se fija una audiencia
preliminar y, si hay hijos, se resolverá su situación provisoriamente, así como
también se determinará cuál de los cónyuges continuará habitando en el hogar
conyugal. Existen dos excepciones a este proceso: la tentativa de uno de los
cónyuges contra la vida del otro y la condena de uno de los esposos a pena de
penitenciaría por más de diez años.

Otra causa y procedimiento de divorcio era el de "por sola voluntad de la


mujer". Sin embargo, con la aprobación del matrimonio igualitario, ha sido
modificado. Ahora esta posibilidad ha sido extendida a "cualquiera de los
cónyuges". Hoy se establece la causal sin importar si es hombre o mujer, ya
que establece que se puede pedir "por la sola voluntad de cualquiera de los
cónyuges". También se modificaron los plazos, que anteriormente duraban un
promedio de dos años y ahora es de menos de uno.
La tercera forma es por mutuo consentimiento. En esta los dos cónyuges (sin
importar el sexo) comparecen en un proceso especial voluntario ante el Juez
Letrado de su domicilio, a quien expondrán su deseo de separarse. El Juez
propondrá los medios conciliatorios que crea convenientes y si éstos no dieran
resultado, decretará la separación provisoria de los cónyuges y las medidas
provisionales que correspondan. Luego se labrará un acta y se fijará otra
audiencia a los tres meses. Se pide que ratifiquen su voluntad y dependerá de
que ambos la manifiesten en cada ocasión para llevar adelante el divorcio. Si
uno se arrepiente, el proceso se frustra.

La nueva ley 190075, de matrimonio igualitario además de lo ya nombrado,


introduce en el código civil estableciendo en el artículo 148 de éste último otra
nueva forma para llevar adelante un divorcio:
"Por el cambio de identidad de género cuando este se produzca con
posterioridad a la unión matrimonial, aun cuando este cambio retrotrajera a
una identidad anterior". Por lo cual solo se puede invocar esta causal si es
posterior al matrimonio, si se conocía ese cambio de identidad de género al
momento del matrimonio no es válida como causal.
Si analizamos la causa más habitual que se presenta en los juzgados,
podríamos afirmar que sigue siendo por riñas y disputas. La culpa, por lo
general, es de ambos cónyuges, y es muy difícil determinar quién las ha
comenzado. Esta causa debe ser probada. La prueba fundamental son los
testigos que deben haber presenciado situaciones de disputas entre los
cónyuges, y confirmarán en forma inequívoca que estas hacían insoportable la
vida en común.

Más allá de los motivos, el divorcio es una medida no deseada cuando uno
contrae matrimonio. De todos modos, frente a una situación conflictiva cabe
preguntarse si no es la mejor solución. Resuelta en forma correcta, se puede
lograr un buen divorcio, salir de un matrimonio que ya no era tal y proteger a
los niños, que muchas veces son más perjudicados.

Dr. Arturo Teitelbaum


Especialista en derecho de familia, derechos del niño y adolescente
El matrimonio se disuelve por muerte de uno de los cónyuges y por divorcio
legalmente pronunciado mediante sentencia judicial. Díaz & Rosas Abogados

El divorcio se puede pedir:

1) Por causal. Díaz & Rosas Abogados

2) Por mutuo consentimiento de los cónyuges.

3) Por sola voluntad de la mujer.

Divorcio por causal.

El divorcio por causal se pide cuando existe alguna de las siguientes causales:

1º. Por el adulterio de cualquiera de los cónyuges Díaz & Rosas Abogados

2º. Por tentativa de uno de los cónyuges contra la vida del otro, pronunciada la
sentencia criminal condenatoria.

3º. Por sevicias o injurias graves del uno respecto del otro. Estas causales
serán apreciadas por el Juez teniendo en cuenta la educación y condición del
cónyuge agraviado.

4º. Por la propuesta del marido para prostituir a su mujer.

5º. Por el conato del marido o el de la mujer para prostituir a sus hijos y por la
connivencia en la prostitución de aquéllos.

6º. Cuando hay entre los cónyuges riñas y disputas continuas, que les hagan
insoportable la vida común.

7º. Por la condenación de uno de los esposos a pena de penitenciaría por más
de diez años.

8º. Por el abandono voluntario del hogar que haga uno de los cónyuges,
siempre que haya durado más de tres años.

9º. Por la separación de hecho, ininterrumpida y voluntaria de por lo menos uno


de los cónyuges durante más de tres años, sea cual fuere el motivo que la haya
ocasionado.

10º. Por la incapacidad de cualquiera de los cónyuges cuando haya sido


declarada por enfermedad mental permanente e irreversible y siempre que se
cumplan los siguientes requisitos:

a) Que haya quedado ejecutoriada la sentencia que declaró la incapacidad.

b) Que, a juicio del Juez, apoyado en dictamen pericial, la enfermedad mental


sea de tal naturaleza que racionalmente no pueda esperarse el
restablecimiento de la comunidad espiritual y material propia del estado de
matrimonio.

Para iniciar un divorcio por causal tiene que configurarse cualquiera de las
causales mencionadas, además se deberá aportar pruebas de las
circunstancias que llevan al divorcio, las pruebas por lo general son
documentales, testimoniales.

Para personas que se encuentran en el extranjero podrá hacerse el divorcio


mediante un poder especialísimo que se le otorga al abogado patrocinante a tal
efecto.

La duración del trámite de divorcio depende de la causal, por ejemplo, el


divorcio por riñas y disputas o separación de los cónyuges por más de tres
años puede durar de 6 meses a un año.

Divorcio por mutuo consentimiento de los cónyuges.

En este caso los cónyuges deben comparecer ante el Juez, mediante escrito
exponiendo su voluntad de separarse. El proceso se da en tres audiencias con
un plazo entre las mismas de tres meses. Por lo cual el trámite suele durar un
año aproximadamente desde el inicio hasta su finalización. La ventaja es que
no se necesitan testigos, simplemente que los cónyuges manifiesten su
voluntad de divorciarse. La desventaja es que los cónyuges no deben faltar a
ninguna de las tres audiencias de lo contrario se da por terminado el proceso y
no hay divorcio.

Divorcio por sola voluntad de la mujer.

Para que la mujer proceda a pedir juicio de divorcio por sola voluntad deben
haber transcurrido dos años de matrimonio.

El trámite es largo y complejo. Primero, la mujer debe manifestar su voluntad


de disolver el matrimonio mediante demanda de divorcio, el Juez hará constar
en acta este pedido y en el mismo acto fijará audiencia para celebrar una
audiencia en la que intentará la conciliación de los cónyuges y se resolverá la
situación de los hijos, si los hubiere, se fijará la pensión alimenticia que el
marido debe suministrar a la mujer mientras no se decrete la disolución del
vínculo y se resolverá sobre la situación provisoria de los bienes. Si no
comparece el cónyuge contra quien se pide el divorcio, el Juez resolverá, oídas
las explicaciones del compareciente, sobre la situación de los hijos y la pensión
alimenticia decretando en todos los casos la separación provisoria de los
cónyuges y fijando nueva audiencia con plazo de seis meses a fin de que
comparezca la parte que solicita el divorcio a manifestar que persiste en sus
propósitos. También se labrará acta de esta audiencia y se señalará una
nueva, con plazo de un año, para que la peticionante concurra a manifestar que
insiste en su deseo de divorciarse.

En esta última audiencia el Juez citará a los cónyuges a una nueva audiencia e
intentará de nuevo la conciliación entre ellos y comparezca o no el esposo,
decretará siempre el divorcio, en caso de no conciliarse, sea cual fuere la
oposición de éste. Díaz & Rosas Abogados

Siempre que la que inició el procedimiento dejara de concurrir a alguna de las


audiencias, se la tendrá por desistida su pretensión de divorciarse. Por lo tanto
la mujer para poder divorciarse no debe falta a ninguna de las audiencias.

Cabe destacar que en todos los procesos de divorcio que hemos mencionado
no se dictará sentencia definitiva de divorcio si antes no se acredita que se ha
resuelto la situación de los hijos menores de edad o incapaces, en cuanto a su
guarda, régimen de visitas y pensión alimenticia. Esto puede hacerse en el
mismo juicio y de forma provisoria mediante acuerdo entre las partes, si no hay
acuerdo el juez provisoriamente resolverá sobre dichas situaciones. Díaz &
Rosas Abogados

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