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El uso creativo del conflicto

Los conflictos en las parejas son inevitables. La diferencia la marca cómo se afrontan
y se resuelven.

Reglas de Oro para las relaciones:


“Hacer con los demás como te gustaría que hicieran contigo” Mateo 7:12
“Todo lo que el hombre sembrare eso también segará” Gálatas 6:7

Efesios 4:1-2 1 os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados: 2
con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor.

Uno de los fundamentos que Dios puso en la familia para que funcionara adecuadamente fue el
diálogo: la palabra Fundamento (yacad) en hebreo significa: establecer, fundar, sentarse
juntos, resolver, tomar consejo juntos, ordenar, instruir.• Yacad no sólo sugiere un cimiento
físico, sino un cuerpo de creencias acordado, según se implica en la idea de instruir y tomar
consejo juntos.
EL DISEÑO QUEBRANTADO: Satanás introdujo desunión• Culpabilidad• Falta de armonía•
Acusación• Pleito• Conflicto• Rompimiento• Separación
¿Por qué muchos matrimonios no pueden ser felices?• MITOS1. “Si dos personas se aman, no
tienen conflictos” 2. “El conflicto es el enemigo número uno del matrimonio” 3. “La felicidad
consiste en una vida sin conflictos”
Muchas personas no saben resolver conflictos• Viven en el ideal de construir un matrimonio sin
conflictos. Pero la realidad es que la cercanía y el conflicto van juntos, lo sabio es aprender a
resolver nuestros conflictos matrimoniales y a través de ellos crecer
 La actitud sabia ante el conflicto 1. El conflicto es inevitable. 2. Todos tenemos conflictos:
◦ Intrapersonales: limitaciones del ser (ej: “Quiero ser astronauta”).
◦ Extrapersonales: limitaciones del ambiente (ej: “Quiero irme de vacaciones”).
◦ Interpersonales: relación entre personas (ej: “Quiero cambiarte a mi estilo”).

El Orgullo
Nos referimos al orgullo despectivo, altivo, soberbio, arrogante y prepotente, que no reconoce
los errores, que endurece el corazón y nos incapacita para perdonar y pedir perdón. Este orgullo
es negativo, destructivo y causa muchos problemas.
El orgullo lo heredamos (pecado) y se alimenta del medio ambiente en el que crecemos. El
modelaje machista de los adultos que nos formaron, el materialismo y una vida sin principios
espirituales acentúan el orgullo en nuestras vidas.
Muchas veces son ciertas heridas en el alma y/o raíces de amargura causadas por situaciones
traumáticas especialmente en la infancia, que bloquean y endurecen el corazón de las
personas, volviéndolos incapaces de perdonar y pedir perdón. La relación matrimonial no
produce conflictos solamente amplifica los que ya traemos desde antes de casarnos. Todos los
problemas en tu matrimonio no fueron producidos por el matrimonio, sino que son el resultado
de problemas personales que ya tenías antes de casarte. Estos problemas pueden que sean los
siguientes: complejos, hogar destruido, falta de amor familiar, heridas emocionales,
frustraciones, culpabilidad, falta de aceptarse a si mismo, desconfianza constante, fobias,
malos hábitos, violencia, etc.¡Todo el dolor que no pudimos resolver, a quien se lo cobraremos!
En el pasado te han sucedido cosas que has guardado en el corazón: ¿Quizás alguien te hizo
daño desde niño? ¿Has tenido malas experiencias en otras relaciones?. ¿Quizás tu has fallado
y no te has podido perdonar? ¿Vienes de un hogar destruido; Divorcio, violencia, abandono?
¿Experimentaste abuso? ¿Físico? ¿Emocional? ¿Sexual? Testimonio personal

La mayoría de las personas se casan con falsas expectativas. La mujer piensa que se va
casar con un príncipe azul. El hombre se casa pensando que su mujer lo complacerá en todo.
Su relación sera sin problemas serios, etc.
Qué Hacer? Deja a un Lado los Sueños del Matrimonio Perfecto y Trabaja en
Construir un Buen Matrimonio. No existe el matrimonio perfecto. El matrimonio es la unión
de dos personas imperfectas que aman de una forma imperfecta, pero que con la ayuda de
Dios pueden, perdonarse, cambiar y madurar. Con el propósito de tener un matrimonio
excelente, feliz, y satisfactorio.

¿Cómo afecta esta actitud a los matrimonios?


 Cuando no se aceptan los errores, se generan discusiones difíciles.
 Cuando no se acepta que el cónyuge puede tener razón, se lesiona su autoestima.
 Cuando no somos capaces de pedir perdón se endurecen las relaciones.
 Cuando no podemos perdonar los errores del cónyuge se generan resentimientos.
 Cuando asumimos una actitud de indiferencia con nuestro cónyuge.
La actitud orgullosa genera resentimientos que se van acumulando y van volviendo tensas las
relaciones. Muchas veces, alguno de los cónyuges tiende a mentir porque no tiene confianza en
la reacción del otro. ¡Mucho cuidado con esto! Si un cónyuge no tiene la confianza de hablar
abiertamente con su esposo(a), alguien no adecuado la/lo podría escuchar.

El conflicto "es un hecho, pero no tiene por que ser malo", ya que este puede servir para
"conocernos mejor, y aprender a amarnos aún en medio del desacuerdo". Uno de los errores
más comunes en los matrimonios es pensar que el conflicto es síntoma de que la relación no va
bien. Hay una diferencia entre una mala pelea y una buena pelea”, dicen.

Según los expertos, hay cinco áreas alrededor de las que discuten la mayoría de las parejas:
dinero, sexo, trabajo, crianza de los hijos y las tareas domésticas. La mayoría de las
discusiones son sobre estos aspectos porque "son las cosas que más nos preocupan" y ocupan
en la vida diaria, afirman.
En cada uno de estos asuntos hay claves que ayudan a que la pelea sea constructiva.

En cuanto al dinero, consideran que "estas peleas rara vez son por dinero: en realidad es una
pelea porque se tiene temor a no tener influencia en las cuestiones importantes de la vida, o se
teme acerca del futuro, o hay temor a que el otro no respete los valores, o hay temor a no
realizar los sueños". Por eso, el enfoque de la discusión, debe reorientarse a tratar este
sentimiento de temor, y compartirlo con la pareja puede ayudar a encarar el problema.

La relación sexual es también un problema habitual en las discusiones. Estos terapeutas


afirman que la solución pasa por "hablar con franqueza" del asunto. "La principal razón que dan
las personas para no mantener relaciones son 'no estoy de humor' y 'estoy demasiado
cansado'". Para resolver este desajuste, la pareja buscar un momento adecuado y relajado
para conversar sobre el tema y avanzar en soluciones comunes.

El trabajo suele ser un motivo de discusión para las parejas. Ambos suelen estar "tan
ocupados" que no se dan tiempo para conversar y estar juntos. Por eso, los terapeutas
aconsejan tener al menos una cita semanal. "Si no lo haces, tu matrimonio sufrirá", advierten.

Un aspecto delicado que tratan en este libro se refiere a las discusiones por los niños. Es
recomendable que, ante cualquier aspecto que se presente en la crianza de los hijos,es
necesario formar un "frente común", de lo contrario los niños acaban manipulando a sus padres
y agregando leña al conflicto entre ellos. "El conflicto disminuye a medida que trabajamos la
crianza en equipo". Por eso, cuando no se está de acuerdo en algo, es necesario que la
discusión "se haga en privado" y la negociación llegue a un término. Una vez decidido, ambos
padres deben "estar unidos" en la determinación, y no se puede recurrir ya a las
recriminaciones en caso de que la medida no funcione.

El último punto tiene que ver con las tareas domésticas. "La mayoría de las peleas domésticas
se producen porque uno de los cónyuges lleva la cuenta. Eso es una mala idea", dicen. Por ello
se aconseja establecer una división del trabajo, en la que cada uno aporte de acuerdo a su
tiempo y capacidad. Deje de tratar de dividir las tareas de la casa por la mitad. El matrimonio se
vive mejor cuando usted no está tratando de equilibrar la balanza.

“El problema está en que solemos repetir patrones aprendidos de la sociedad o de nuestros
padres para enfrentar el conflicto, y no siempre es la manera correcta”. Entre estos patrones, “a
veces optamos por huir”, intentando dejar pasar el problema en lugar de enfrentarlo. Esta huida
parece una solución, aliada con el silencio, pero en realidad no hace más que “posponer un
problema, que volverá luego con más fuerza si cabe”. Otro patrón incorrecto es el que siempre
ceda la misma persona. Hay parejas en las que uno siempre acaba queriendo imponer su
criterio, lo que no ayuda a resolver el conflicto, sino que intenta taparlo, pero trae peores
consecuencias. Entre ellas, la incomunicación o hasta la ruptura de la relación. Otras parejas,
para no “chocar” lo que hacen es “ir cada uno por su lado”. Esta es la opción que toman
muchos hoy en día, una vida en pareja con el mínimo roce posible para evitar conflictos. Estas
relaciones, sin embargo, con el tiempo pierden solidez, y hacen que la relación de pareja se
debilite y hasta pueda desaparecer. Basándose en los principios bíblicos, el conflicto se puede
afrontar de otra forma. Y sobre todo aconseja revestir toda acción de amor y perdón. “El perdón
es algo básico en la pareja y es una de las mejores herencias que nos deja el cristianismo para
cualquier relación”.

Estilos usuales para resolver conflictos


 Ceder una sola vía – no es saludable si la misma persona siempre cede.
 Ceder una sola vía vía parcial buscar termino medio – lucha por el poder.
 Ceder una sola vía sin salida consiste en acordar el desacuerdo.
 Un camino más excelente… “LA DOBLE VÍA”La pareja trabaja en conjunto para arreglar
sus diferencias

La actitud sabia ante el conflicto


 Los conflictos pueden señalar necesidades básicas que no han sido expresadas ni
satisfechas.
 Los cambios drásticos y continuos acumulan tensión y pueden traducirse en conflictos.
 El conflicto representa una oportunidad para crecer

Algunas sugerencias prácticas ante el conflicto:


 Toma la iniciativa. Muchas parejas se enfadan esperando que “el otro” saque el tema. Es
importante no dejar pasar el tiempo y seguir el consejo bíblico de resolver cualquier
problema “antes de que se ponga el sol”.
 Cuida las formas. El conflicto puede ir a peor si las formas que se emplean no son las
adecuadas. Por eso, aconseja “hablar siempre sentados”, porque en esta posición
estamos más tranquilos. También es bueno que haya cercanía física, “mirándonos el uno
al otro”. Y finalmente, “tomar un tiempo de silencio, pausas”, que sirvan para aplacar la
furia.
 Prohibido gritar e insultar. Elevar la voz y soltar palabras sólo hace que la discusión se
acalore y no lleva a la solución.
 No guardes “todo” lo que se dice en la pelea. “A veces pensamos que lo que se dice en
medio de la pelea es lo más sincero, pero no es verdad”. “Hay que comprender que en
medio de la tensión se dicen cosas que en realidad, no se piensan”.
 Busca la paz y no siempre tener la razón.
 Mire el conflicto como una oportunidad para crecer. Esta es una decisión que sólo usted
puede tomarla.
 Identifique con su pareja las áreas de conflicto y el cúmulo de cambios.
 Acuerde con su cónyuge un tiempo apropiado para tratar los conflictos uno por uno.
 Ponga en práctica lo aprendido en cuanto a la comunicación. Escuchar y validar los
sentimientos es de suma importancia, así como asumir responsabilidad por los suyos
propios. Escucha de verdad y ponte en el lugar del otro. Porque en las discusiones
solemos querer decir nuestra parte, pero nos cuesta abrir el oído. “Tenemos que
acostumbrarnos a escuchar, pero no para corregir, sino para saber qué es lo que siente
la otra persona”. Estos consejos son “semillas” que ayudan a que la relación, al enfrentar
un conflicto, pueda crecer en lugar de estropearse.
 Acuerde con su pareja soluciones alcanzables y comprometidas. Empiecen por metas
pequeñas y medibles dentro de un plazo cercano. Definan pasos concretos.
 Oren juntos pidiendo la ayuda de Dios para llevar a cabo los cambios acordados.
 Prepárense para resolver otro conflicto.

El perdón es una decisión


Perdonar significa “pasar por alto las ofensas” o sea, no tomarlas en cuenta. El Padre Nuestro
dice: “…perdona nuestras ofensas como así también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden.” Mateo 6:12 “Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en
los cielos, os perdonará vuestras ofensas. Marcos 11:26 Entonces se le acercó Pedro y le
preguntó: ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús
le dijo: No te digo hasta siete sino hasta setenta veces siete (siempre)”. Mateo 18:21

Para perdonar se necesita de una actitud: Humildad (Filipenses 2:6-9)


Beneficios del perdón: Paz, reconciliación, gozo, alegría.
Consecuencias de no perdonar: Estrés, tensión, malestar general, enfermedades, etc.

Dios nos manda a perdonar sin condiciones ni justificaciones. Eso quiere decir que si Él nos lo
manda es porque es una decisión, no es algo que tengamos que sentir tampoco hay que
condicionar ni justificar el perdón. Se pide y se da. Quizá alguien le lastimó mucho en el pasado.
Puede haber sido su padre o su madre o algún familiar, o su mismo cónyuge. Pero Dios nos
manda a perdonar sin condiciones.
Tomemos hoy la decisión de perdonar a esas personas que nos lastimaron y empecemos a
bendecirlos como señal verdadera que les hemos perdonado. Esto les traerá libertad a sus
vidas y les permitirá vivir con paz y gozo.
Ef.4: 26 Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se
ponga mientras siguen enojados,
Salmos 4:4 (NTV) No pequen al dejar que el enojo los controle; reflexionen durante la noche y
quédense en silencio.
Gálatas 5: 19-21 Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los
resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, idolatría,
hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias,
divisiones, envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos.
Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará
el reino de Dios.

Algunas sugerencias prácticas para la resolución de conflictos


 PONTE cara a cara con la otra persona, aunque no se quieran ver. No trates de evitar el
conflicto con el silencio.
 ENFRENTA la tentación de evadir – no evites tomar responsabilidad. Admite tu falta
rápida y completamente.
 LENGUA guarda tu lengua – no maltrates o ataques a la persona, trata el asunto, no la
persona.
 ENTIERRA el pasado – no lo saques a la superficie. Dios nunca se acuerda de tu
pasado, por lo tanto, no lo eches en cara a la otra persona. Olvida y PERDONA.
 ABRAZA esto muestra que estás de su lado, que le amas a pesar de las circunstancias y
que quieres poner las cosas bien.
 RESUELVE el problema en ese momento – termina la pelea – no dejes que el sol se
ponga sobre tu enojo.

El amor es una decisión que tomaste de amar a una persona incondicionalmente.


¿Qué Hacer? Entiende lo que es el verdadero amor a traves de observar el amor de
Jesucristo. Has un compromiso de amar a tu cónyuge. Cultiva el romance en la pareja.

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” Albert Einstein

“Una respuesta amable reduce la ira, pero las palabras hirientes hacen subir el furor.”
Proverbios 15:1

“Renuncien por completo a la mentira y háblense siempre con la verdad.” Efesios 4:25

Todos los seres humanos ofendemos con las palabras. Santiago 3:2

“La muerte y la vida están en el poder de las palabras; las palabras hieren según como son
dichas.” Proverbios 18:21

“…Considerar las opiniones del otro tan importantes como las suyas, e inclusive más que las
suyas, no buscando sus propios intereses, sino el de los otros.” Filipenses 2:3-4

“Sean compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde; no devolviendo mal por


mal, o insulto por insulto, sino mas bien bendiciendo; porque han sido llamados con el propósito
de heredar bendición.” 1 Pedro 3:8-9
Dios es el creador del matrimonio. El nos ha dejado en las sagradas escrituras el manual por
excelencia para saber como tener un matrimonio de excelencia. Si tu no sigues los principios
que Dios estableció para el matrimonio de seguro que terminaras por arruinar tu matrimonio.
Conoce los principios de las sagradas escrituras. Hagan un compromiso de vivir bajo esos
principios. Rinde tu matrimonio a Jesús. Invita a Jesús a que sea parte de tu matrimonio.
Efesios 5 1 Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos
queridos. 2 Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se
ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios. 3 Que no haya
ninguna inmoralidad sexual, impureza ni avaricia entre ustedes. Tales pecados no tienen lugar
en el pueblo de Dios. 4 Los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los chistes groseros
no son para ustedes. En cambio, que haya una actitud de agradecimiento a Dios. 5 Pueden
estar seguros de que ninguna persona inmoral, impura o avara heredará el reino de Cristo y de
Dios. Pues el avaro es un idólatra, que adora las cosas de este mundo. 21 Es más, sométanse
unos a otros por reverencia a Cristo. 22 Para las esposas, eso significa: sométase cada una a
su marido como al Señor, 23 porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es
cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la iglesia. 24 Así como la iglesia se
somete a Cristo, de igual manera la esposa debe someterse en todo a su marido. 25 Para los
maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su
vida por ella 26 a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de
Dios.[b] 27 Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni
arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable. 28 De la misma manera, el
marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un hombre que ama a su
esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo. 29 Nadie odia su propio cuerpo, sino
que lo alimenta y lo cuida tal como Cristo lo hace por la iglesia. 30 Y nosotros somos miembros
de su cuerpo. 31 Como dicen las Escrituras: «El hombre deja a su padre y a su madre, y se une
a su esposa, y los dos se convierten en uno solo»[c]. 32 Eso es un gran misterio, pero ilustra la
manera en que Cristo y la iglesia son uno. 33 Por eso les repito: cada hombre debe amar a su
esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido.

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