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LA IMAGEN CÓMO OBJETO DE CONOCIMIENTO

por Lira Arreola Nadia.

Introducción.

La experiencia humana generalmente se reconoce como actividad de aprendizaje y


aprender en un primer momento significa conocer, para una persona en sus
primeros días, que no lee, ni escribe de manera formal, tiene la oportunidad de
hacerlo a partir de íconos que poco a poco se van transformando en imágenes.

Las imágenes cobran significado a partir de los conceptos que el círculo social del
sujeto que aprende enseñan a partir de los íconos que van dando lugar a texturas y
formas, donde no es necesario probarlas o pasar por experiencias desagradables,
basta con sólo conocer una imagen que recobra significado a lo largo de la vida del
sujeto. El presente ensayo pretende sólo reafirmar el carácter pedagógico de la
imagen a partir de un análisis del ícono y como cobra significado como objeto del
conocimiento.

Aunque a lo largo del ensayo no se procura esclarecer la diferencia entre aprender


y conocer nos queda claro que son dos conceptos totalmente diferentes, sin
embargo, cobra importancia el concepto de imagen en tres esferas: lo social, lo
epistemológico y lo biológico de la imagen. Además el hecho de someter al análisis
este carácter heurístico de la imagen no lleva a establecer un grado de importancia
máximo a lo largo de las experiencias que el sujeto que aprende adquiere y que
como se afirma dentro del mismo no se requiere tener experiencias desagradables
para conocer algo y es ahí donde la imagen, el ícono recobra su importancia para
el sujeto que aprende.
Finalmente, la imagen recobra su carácter pedagógico al ser usada como objeto de
enseñanza de cultura del nuevo ser que se incorpora a la sociedad y a pesar que
este carácter de la imagen no se trata de manera general lo que nos interesa es
establecer ese paréntesis para el análisis interpretativo del lector del ensayo.

“La mayor parte de nuestro conocimiento es resultado de la experiencia, más que


información sobre hechos concretos. Parece que gran parte de nuestro
conocimiento es semántico más que episódico: conforme vamos viviendo,
combinamos continuamente las experiencias específicas que tenemos con un
conocimiento general del mundo que es en cierto modo, independiente de esas
experiencias1”

En base a lo antes establecido el conocer es entonces una abstracción del mundo


que nos rodea, la elaboración de pequeñas abstracciones del mundo a través de
los conceptos, pero ¿cómo logramos obtener esos conceptos?, ¿qué nos hace
diversificar lo que conocemos?

Uno de los aspectos importantes de nuestro análisis es el hecho de que lo que


conocemos lo podemos obtener a través de los sentidos, sin embargo no todo se
puede tocar o sentir, cómo logramos entonces obtener la mayoría del conocimiento,
si bien es cierto con los avances tecnológicos hoy en día los conceptos juegan con
todos los sentidos y cada uno de ellos tiene su nivel de importancia, no obstante, lo
importante no es cómo se abstrae lo que conocemos de la realidad, sino cómo
realizamos una elección de ese conocimiento. Aún más cuando el sujeto que
conoce se enfrenta a un problema donde la asociación de los conceptos que ha
obtenido a lo largo de su experiencia se combinan para llegar a la respuesta sin
embargo es importante la definición de las herramientas cognitivas que va a utilizar
para poder establecer ciertas hipótesis que le ayuden a la resolución del problema
al que se enfrenta; en un primer momento podemos empezar por una
representación algorítmica del problema lo cual si no se es experto puede fallar, por

1
Ormrod, Jeanne Ellis. “Aprendizaje Humano”. Pearson Educación. Madrid. 2005
otro lado se puede echar mano de la imaginación donde las imágenes visuales
juegan un papel importante aunque no siempre proporcionan una representación
completa y fiable de la información recibida lo que nos lleva a establecer una
interrogante ¿Cuál es el papel de la imagen al obtener conocimiento?

Aunque conocer no es aprender podemos iniciar como conoce un ser humano


desde pequeño, un primer acercamiento es con el tacto y el gusto, el pequeño ser
muerde, toca prueba todo aquello que se encuentra a su alrededor aunque sus
pequeñas experiencias no siempre sean del todo agradables, el infante aprende
todo aquello que adquiere un significado para él, un juguete, una palabra, un color,
textura basta para poder interpretar de manera general el mundo que lo rodea y así
decimos que nuestro sujeto está adquiriendo cierto conocimiento del mundo, es
decir forma conceptos pero cómo logra a identificarlos después y diferenciarlos de
todo lo que ya conoce, la respuesta nos la proporciona Dondis (2005):

“La primera experiencia de aprendizaje en un niño se realiza a través de la


conciencia táctil. Además de este conocimiento «manual», el reconocimiento
incluye el olfato, el oído y el gusto en un rico contacto con el entorno. Lo icónico (la
capacidad de ver, reconocer y comprender visualmente fuerzas ambientales y
emocionales) supera rápidamente estos sentidos. Casi desde nuestra primera
experiencia del mundo organizamos nuestras exigencias y nuestros placeres,
nuestras preferencias y nuestros temores, dentro de una intensa dependencia
respecto a lo que vemos. O a lo que queremos ver. Pero esta descripción es
solamente la parte visible del iceberg y en absoluto de la exacta medida del poder
y la importancia del sentido visual en nuestras vidas. Lo aceptamos sin darnos
cuenta de que puede perfeccionarse el proceso básico de observación y ampliarse
hasta convertirlo en una herramienta incomparable de la comunicación humana.”

En efecto al momento de iniciar nuestro proceso de conocer, lo visual hace a un


lado a todo aquello que se encuentra a nuestro alrededor.

Pero como recobra significado aquello que observamos directamente, para el


infante que empieza a conocer a partir del juego y de diversas experiencias de
carácter iconográfico transformándose en una especie de lenguaje que juega con el
menor a lo largo del inicio de su vida, y es donde inicia la aventura del hombre y la
relación con la imagen ya que si lo aceptamos es un aspectos que nos acompaña
desde nuestros primeros días y es nuestro encuentro cercano con la condición
humana más cotidiana del ser humano: el lenguaje.

El lenguaje y el ícono

Aunque la mayoría de los niños no nacen sabiendo un lenguaje, si están


predispuestos a adquirir un lenguaje y este lo adquieren a través de las múltiples
experiencias que trascienden a su alrededor, sin embargo, no es cómo adquiere la
lengua un infante sino cómo se relaciona este con las imágenes, lo icónico, cómo
se transforman miles de signos en imágenes con significado y a partir de estas se
obtienen los conceptos.

La respuesta está en los estímulos que los adultos dan a los infantes para llamar
redondo, rojo o mesa, coche, papá, mamá aquello que llamaremos conocimiento
básico del mundo, es decir el primer bagaje cultural del infante suele ser apoyado
por imágenes sin sentido para él pero para los más expertos guarda un sentido
incluso hasta romántico; Genari, Mario (2005) lo menciona en su documento sobre
la educación estética:

“a) La generación y la recepción de la imagen se basan en códigos


predominantemente icónicos, que en ocasiones son también perceptivos, gráficos,
visuales, iconográficos, iconológicos e incluso retóricos, ideológicos, lingüísticos,
lógicos, éticos, etcétera;

b) La imagen se presenta a través de su propia configuración de signo icónico


diferenciado y diferenciable del objeto y, por ello, ni similar ni análogo a éste; he
aquí la explicación de por qué la realidad es una cosa y su imagen otra;
c) El signo icónico es una especie de esquema visual que se desarrolla también en
el intelecto (donde se crea un esquema mental) y evoluciona mediante selecciones
culturales;

d) Toda imagen, incluso la más «figurativa», es una forma de abstracción; por esta
razón, posee siempre una dosis de arbitrariedad;

e) El icono es un texto para cuya comprensión no son necesarios «procesos de


lectura preestablecidos» (Massironi, 1983, 87) y, por tanto, puede no poseer las
propiedades del objeto que representa, sin perder por ello su iconicidad;

f) Por tanto, la imagen resulta ser un texto cuya lectura debe contribuir a
enriquecerlo sin desnaturalizarlo; gracias a ella, el sujeto descubre las
particularidades culturales e iconológicas más íntimas de la imagen; la
interpretación visual se encarga de la reconstrucción;

g) La lectura de una imagen implica al sujeto en su globalidad, a quien se le exige


un esfuerzo interpretativo intenso en el plano icónico o bien simplemente cultural”

Si bien con todo lo anterior podemos pensar que el jugar con imágenes es
meramente una simple adquisición del lenguaje, es una abstracción biológica, una
experiencia de aprendizaje e incluso un trozo de cultura que se le acerca al infante
de manera natural y que con el paso del tiempo cómo lo hemos mencionado
reiteradamente se vuelve un lenguaje un código de signos identificables y
codificables por el sujeto que conoce y que nos ayuda a concluir que es parte
importante del lenguaje y resulta ser hasta una característica cultural, no obstante
cómo adquirió a lo largo de nuestra cultura importancia lo iconográfico , cómo
logramos incorporarlo dentro de nuestra vida y adquiere sentido o carácter científico,
es especializado o natural, si en este inicio mencionamos lo natural de la imagen
podemos establecer otra interrogante; ¿Es la imagen es natural o artificial para el
ser humano?
Uno de los aspectos por los que podríamos empezar a analizar es el uso de la
imagen en los medios que usamos cotidianamente, esto es de suma importancia ya
que por lo antes señalado el ser humano; comenta, opina e incluso discrimina
información a través del cómo va adquiriendo la información y es en este punto
donde iniciaremos el análisis de acuerdo a lo que menciona la autora Thibaut-
Laulan:

“Las expectativas del público, sus exigencias y sus reacciones definen, según
nosotros, las funciones de la imagen, mucho más que las eventuales características
o estructuras internas del “medio” utilizado. La imagen, en última instancia, no es
otra cosa que lo que se espera más o menos confusamente. Así pues, lo esencial
no es el lenguaje de la imagen o la historia de la imagen, sino la relación entre la
imagen y sus espectadores. La importancia de este aspecto “relacional” no puede
escapar a todos aquellos a quienes la psicología o la pedagogía contemporáneas
han habituado a la visión dinámica de los hechos sociales”.

En efecto la imagen sugiere un aspecto funcional de la imagen, lo icónico tiene


entonces cierta funcionalidad de acuerdo a como reaccionamos, la reacción es
entonces el logro de comunicar y la intención de comunicar algo, un mensaje que
sublime requiere de una porción de cultura del individuo, la imagen reafirma el dicho
popular que a la letra dice: “una imagen vale más que mil palabras”.

Al echar una mirada a las reflexiones anteriores la funcionalidad de la imagen como


objeto de conocimiento el sujeto abstrae de la realidad millones de imágenes con
las cuales forma su cultura, su propia visión del mundo, es aquí donde la imagen
juega un papel social importante que desarrolla todas sus capacidades
transformándose en todo un “sistema”, nuevamente nos podemos remitir a Genari
que menciona: “Todo esto manifiesta la naturaleza interdisciplinar y transdisciplinar
de la investigación iconológica, para la cual la imagen constituye un sistema textual
más bien complejo; por ello, los sistemas interpretativos que la estudian deberán,
igualmente, adoctrinarse en función de una epistemología variada. La atención del
íconismo se centra en las estrategias heurísticas que pueden instituirlo. Así, el
problema de la iconicidad empieza a desaparecer y, aunque permanece en el
interior de las semióticas visuales, sólo se hará referencia a él cuando se establezca
una relación entre el mundo real y el lenguaje icónico. Pero la semiótica visual –
como oportunamente sugiere Greimas3– no puede limitarse al simple juego de las
analogías (y de las ambigüedades) entre mundo real y mundo de la imagen”.

De lo anterior podemos señalar que todo el mundo de imágenes que el sujeto


abstrae de la realidad le sirven como objeto de conocimiento así mismo va
construyendo parte de su realidad a medida que se va enfrentando a nuevas
experiencias, y esto ratifica las hipótesis anteriores, por tanto las imágenes juegan
un papel importante en el desarrollo del conocimiento y cobran sentido de acuerdo
a la realidad del sujeto que experimenta con ellas y les aporta significado, un
significado que queda más allá de los signos, la imagen como objeto de
conocimiento de una realidad única para cada sujeto de conocimiento que se
entrelaza a lo largo de la vida y que en un momento, si reflexionamos es la realidad
misma.

Una Imagen vale más que mil palabras.

Conclusiones.
 Los iconos adquieren significado para el sujeto a partir de sus experiencias,
no obstante, se vuelven significantes a partir de la realidad del sujeto que
aprende.
 Conocer a partir de imágenes no es aprender, sin embargo es parte del
proceso de reconocimiento de conceptos a lo largo de las experiencias que
una persona recorre durante sus primeras etapas de aprendizaje.
 Los iconos forman parte de las experiencias del aprendizaje de un sujeto y
recobran importancia como objetos de conocimiento cuando forman parte de
su cultura, es decir la imagen como un aspecto social del sujeto.
 La importancia de la imagen como forma parte de la epistemología del sujeto
cuando cobra importancia como objeto de conocimiento y este a su vez se
transforma en sujeto que conoce adquiriendo un papel más personal, es decir
la imagen también proporciona autonomía al sujeto que aprende. (carácter
epistemológico de la imagen.)
 El análisis de la imagen como parte del sujeto que incluso llega a cambiar
gustos, preferencias y formas de probar el mundo que les rodea. (carácter
biológico de la imagen)

Referencias bibliográficas.

Dondis, D.A. “La sintaxis de la imagen”. Diplomado en documentación


audiovisual. Pdf. SEP.Televisión Educativa.2005.México.

Eco Humberto. “Los códigos Audiovisuales”. Diplomado en documentación


audiovisual. Pdf. SEP.Televisión Educativa.2005.México.

Gennari Mario. “La educación Estética”. Diplomado en documentación


audiovisual. Pdf. SEP.Televisión Educativa.2005.México.

Ormrod, Jeanne Ellis. “Aprendizaje Humano”. Pearson Educación. Madrid. 2005

Ortells Rodriguez, Juan José. “Imágenes Mentales”. Diplomado en documentación


audiovisual. Pdf. SEP.Televisión Educativa.2005.México.
Preta Loreta. “Pensar Imaginando”. Diplomado en documentación audiovisual.
Pdf. SEP.Televisión Educativa.2005.México.

Rivera Villa, Carlos O. “La imagen es una interfaz”. Trabajo inédito.

Thibault- Laulan, Anne Marie. “Introducción a la imagen”. Diplomado en


documentación audiovisual. Pdf. SEP.Televisión Educativa.2005.México.

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