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DENOTACIÓN

y
MUNDOS POSIBLES

Seminario primero

DENOTACIÓN
en
FREGE, RUSSELL y KRIPKE

Por Antonio Olivares


CONTENIDO

CONTENIDO ................................................................................................................................... 1
“SOBRE SENTIDO y REFERENCIA” (1892) de G. FREGE.................................................................. 3
INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................... 3
El PUZLE del ENUNCIADO de IDENTIDAD/IGUALDAD. POSIBILIDADES y la SOLUCIÓN de
FREGE ........................................................................................................................................ 3
El SIGNIFICADO de los NOMBRES PROPIOS .............................................................................. 4
Signo, sentido y referencia. Sentido sin referencia............................................................... 4
Diferencia entre sentido de una descripción definida y de un auténtico nombre propio.... 4
Estilos entrecomillado e indirecto......................................................................................... 5
Representaciones subjetivas ................................................................................................. 5
El SIGNIFICADO de los ENUNCIADOS SIMPLES.......................................................................... 5
Sentido y Referencia ............................................................................................................. 5
Composicionalidad y Sustitutividad salva veritate................................................................ 6
El SIGNIFICADO de los ENUNCIADOS COMPUESTOS ................................................................ 6
CONCLUSIÓN ............................................................................................................................. 7
“SOBRE DENOTACIÓN” (1905) de B. RUSSELL .............................................................................. 8
INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................... 8
PROPUESTA TEÓRICA a propósito del SIGNIFICADO de EXPRESIONES DENOTATIVAS ............. 8
EXPRESIÓN DENOTATIVA y TESIS PRINCIPAL para con el problema de la
DENOTACIÓN/REFERENCIA ................................................................................................... 8
Pasos para la RE-CONSTRUCCIÓN LÓGICO-FUNCIONAL-CUANTIFICACIONAL de una
proposición............................................................................................................................ 9
INTERPRETACIÓN de las DESCRIPCIONES ........................................................................... 10
VENTAJA .............................................................................................................................. 10
CRÍTICA de otras teorías .......................................................................................................... 10
Contra la teoría de Meinong: .............................................................................................. 10
Contra la teoría de Frege:.................................................................................................... 10
Los ROMPECABEZAS de Russell............................................................................................... 11
SOLUCIÓN CUANTIFICACIONAL a los rompecabezas .............................................................. 11
El primero ............................................................................................................................ 11
El segundo ........................................................................................................................... 12
El tercero ............................................................................................................................. 12
Consecuencias en relación a los ENUNCIADOS de IDENTIDAD ............................................... 12

1
CONCLUSIÓN ........................................................................................................................... 12
“IDENTIDAD y NECESIDAD” (1972) de S. KRIPKE......................................................................... 13
¿Son posibles los ENUNCIADOS de IDENTIDAD CONTINGENTES? .......................................... 13
Su propuesta teórica: diferencia entre DESIGNADOR RÍGIDO y designador no rígido ........... 14
Objeciones a la noción de designador rígido: el problema de la IDENTIDAD TRANSMUNDANA
................................................................................................................................................. 14
DEFENSA frente a estas objeciones ........................................................................................ 14
Diferencia entre A PRIORI y NECESARIO ................................................................................. 15
ESENCIALISMO ........................................................................................................................ 15
Los ENUNCIADOS de IDENTIDAD entre NOMBRES son NECESARIOS si son verdaderos ........ 16

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“SOBRE SENTIDO y REFERENCIA” (1892) de G. FREGE

INTRODUCCIÓN
Este artículo de 1892 es clave para entender, no sólo la Semántica (Tª del significado, y por
ende de la referencia/denotación) de Frege, sino la contemporánea. El maestro germano…
-Por un lado, en el marco de su programa logicista (de fundamentación lógica y objetiva
de la Matemáticas, frente al Psicologismo y Formalismo mayormente imperantes en su
época, el s.XIX), ya se había embarcado en expresar la riqueza/complejidad semántica de
las expresiones de cálculo, la cuales, más allá de simples signos, suponían un
contenido/referencia, así como un sentido (entendido como un diferente “modo de
darse”): “3 + 6” y “2 + 7”, coincidirían en su referencia (“9”), pero diferirían, no sólo en su
forma expresiva, sino en su sentido (ver “Función y Concepto”, 1891)
-Por otro, desarrollando su Conceptografía (1879: una escritura conceptual para el
pensamiento puro), que le habría llevado a establecer diferentes paralelismos entre la
estructura del lenguaje matemático y un deseable lenguaje más lógico (es decir, uno que
superase los inconvenientes del lenguaje natural), había resaltado aquel (paralelismo) que
haría corresponder la expresión de cálculo ecuacional (en torno a la función
igualdad/equivalencia “=”) y el enunciado de identidad (en torno al verbo “ser”): “a = b”
sería como decir que “a es b”
Frege se plantea así lo siguiente: ¿podríamos encontrar una justificación para extender el
armazón semántico de tipo dual (sentido-referencia) de las expresiones de cálculo matemático
a las expresiones del lenguaje (en general)? Bueno, tenemos a mano un puzle, que versa
justamente sobre los enunciados de identidad, que, aprovechado el paralelismo con las
ecuaciones, bien pudiera servirnos, no sólo para solucionar tal puzle, sino para justificar la
introducción del sentido como elemento semántico necesario para explicar, además del
significado de las expresiones matemáticas, el significado de cualquier expresión lingüística.
El artículo lo dedica primeramente, y de manera concisa, a descartar otras soluciones al
puzle, para así argumentar la necesidad del sentido. Postreramente analiza el sentido para con
términos singulares, enunciados, y a propósito del estilo indirecto.

El PUZLE del ENUNCIADO de IDENTIDAD/IGUALDAD. POSIBILIDADES y


la SOLUCIÓN de FREGE
Así, las primeras páginas de su artículo las dedica a expresar el puzle, posibles soluciones
(descartables), y la solución que él propone. El puzle plantea cómo entender la naturaleza, así
como el significado, de este tipo de enunciados: “a es b” (ejemplo ya archiconocido: “El Lucero
matutino es Venus”):
-Una posibilidad sería que este tipo de enunciado supusiese una relación entre objetos,
que se quisiese indicar una identidad de referencias. Si ello fuese así, fácilmente podríamos
sustituir un término por otro, quedándonos un esquema genérico del tipo “a es a”. Pero el
caso es que este tipo de enunciado es absolutamente analítico, y no posee ningún valor

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cognoscitivo; esto no es así para con los tipo “a es b”, que en numerosas ocasiones sí se
pueden considerar sintéticos (amplían información/conocimiento)
-Otra posibilidad sería que estuviésemos expresando una relación entre signos., es decir,
un convencionalismo para poder utilizar indistintamente tales signos/términos para con
una determinada referencia. Tampoco parece el caso, pues hay otro tipo de interés más allá
del lingüístico
-Luego, para Frege todo indica que la solución está en introducir este nivel semántico: el
SENTIDO (el modo de darse la designación) de las expresiones nominales, con valor
cognoscitivo, y como aquello que justamente diferencia a y b.

El SIGNIFICADO de los NOMBRES PROPIOS

Signo, sentido y referencia. Sentido sin referencia

*Entonces, tendríamos de acuerdo con Frege, tres elementos implicados en una expresión
lingüística nominal:
-SIGNO, en este caso, un nombre propio, que puede ser simple o compuesto de varios
términos
-REFERENCIA, un objeto determinado (tomado ello en su extensión más amplia)
designado por el signo
-SENTIDO, el modo de darse la designación
*NOMBRE PROPIO, en su sentido más amplio, sería entonces una expresión lingüística que
se refiera (o represente) a un objeto determinado (p. 25), y con un sentido determinado
(aunque ver posteriormente la cuestión de los auténticos nombre propios)
*El SENTIDO sería el que determinaría la referencia (y no a la inversa: vamos viendo que a
una referencia le pueden corresponder diferentes sentidos), y, en definitiva, el significado del
signo/expresión nominal; no obstante, la determinación de la referencia por parte del sentido
no puede ser sino parcial. (p. 26)
*Con todo, un objeto puede ser la REFERENCIA de distintos signos (a diferencia de lo
deseable en un conjunto perfecto de signos) (p. 26). Por ejemplo, puede ser referido en
lenguas naturales distintas.
*Además, puede darse el caso de una expresión que tenga sentido, pero NO referencia:
“por el hecho de que se conciba un sentido, no se tiene con seguridad una referencia” (p. 26).

Diferencia entre sentido de una descripción definida y de un auténtico nombre


propio

A diferencia de las descripciones definidas (“El Lucero matutino”), los auténticos nombres
propios (“Venus”, “Aristóteles”), no tienen por qué iluminar ni siquiera parcialmente a la
posible referencia, ¿cómo determinar entonces su sentido? Frege, consciente de esta
dificultad, nos dice en una nota marginal, germen de multitud de discusiones posteriores sobre
la semántica de los nombres propios (cuestión que nos concierne), que distintos hablantes
competentes en el uso de un nombre propio pueden asociarle diferentes sentidos (a

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diferencia así de las descripciones definidas, a las que, lo suyo, es asociarles un solo sentido),
en tanto que pueden asociar con el nombre diferentes descripciones: no tiene por qué haber,
generalmente, una única descripción que exprese el sentido de un nombre propio.

Estilos entrecomillado e indirecto

Frege acomete una ‘realidad’ del lenguaje natural: la posibilidad de hacer afirmaciones
sobre otros objetos que no sean ‘la realidad’ (en el más amplio sentido de la expresión para
Frege). Así, sería posible hablar de las palabras mismas o de su sentido. Hay que distinguir
pues entre:
-Un estilo directo, en el que las expresiones tienen su referencia normal (objetos)
-Un estilo ENTRECOMILLADO (p.e. “’Loco’ es bisílaba” o “Juan dijo ‘Llueve mucho’”), en
el que la expresión entrecomillada no tiene su referencia usual, sino que se refiere a sí
misma como tal (p. 26)
-Un estilo INDIRECTO (p.e. “Juan dijo que llovía mucho”, “Juan cree que llueve mucho”),
en el que se habla del sentido: en estos casos, las expresiones de la oración subordinada (lo
que viene después del que) no tienen su referencia usual, sino que se refieren a su sentido
usual (la referencia es el sentido); se dice entonces que estas palabras tienen referencia
indirecta (p. 26)

Representaciones subjetivas

Seguidamente, Frege se ve obligado a diferenciar claramente la objetividad del sentido, de


la subjetividad de la representación (mental):
-Una representación, es una imagen interna formada por el sujeto a partir de los
“recuerdos de impresiones sensibles (…), y de actividades (…) tanto internas como
externas” (p. 27). Es subjetiva y varía, tanto de un sujeto a otro, como incluso en un mismo
sujeto (un sentido, varias representaciones posibles)
-Por el contrario, el sentido es algo intersubjetivo y comunicable; no es una entidad
mental

El SIGNIFICADO de los ENUNCIADOS SIMPLES

Sentido y Referencia

*El SENTIDO de un enunciado asertivo completo es el pensamiento (gedanke, no a


interpretarse en términos mentalistas/subjetivos, sino lógico/objetivos, como ya se ha
adelantado) que contiene (p. 29).
*La REFERENCIA de un enunciado es su valor veritativo (que sea verdadero o falso) (p. 30).

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Composicionalidad y Sustitutividad salva veritate

El sentido y la referencia de los enunciados, como expresiones complejas que son,


dependerán, además de la estructura de los elementos constitutivos de tal expresión, de los
sentidos y referencias de sus componentes.
Así, el valor veritativo (referencia) de tal enunciado, va a depender de las referencias de los
términos nominales del enunciado (p. 31). En consecuencia, si “la referencia de un enunciado
es su valor veritativo, entonces éste debe permanecer inmodificado cuando una parte del
enunciado se sustituye por una expresión de la misma referencia, pero de distinto sentido. Y,
de hecho, este es el caso” (p. 31); es esta otra manera de enunciar la Ley de Leibniz, así como
de destacar la admisión de la sustitutividad salva veritate.

El SIGNIFICADO de los ENUNCIADOS COMPUESTOS


*Para las ORACIONES COORDINADAS, Frege mantiene la posibilidad de sustitución salva
veritate, en base al Pº de Composicionalidad (p. 32).
*El caso de la SUBORDINACIÓN es más complicado. En general, se puede afirmar que los
enunciados subordinados se dividen en (p. 33).
-nominales (sustantivos)
-calificativos (adjetivos)
-adverbiales
Entre ellos, merece la pena destacar el aplicado a la SUBORDINACIÓN SUSTANTIVA, en
particular la introducida por la partícula que, los cuales pertenecen también al estilo
INDIRECTO, del cual se vio que, en él, las palabras tenían una referencia indirecta, que coincide
con lo que habitualmente es su sentido; en tal caso, pues, el enunciado subordinado tiene por
referencia un pensamiento, no un valor veritativo (p. 33). La prueba de ello es que solo
podrán ser sustituidos salva veritate por otros enunciados subordinados que tengan la misma
referencia indirecta, esto es, el mismo sentido usual (p. 34).
*Resumen de las razones por las que no siempre se puede sustituir enunciados
subordinados salva veritate de (p. 45):
-Por que la subordinada no se refiera a ningún valor veritativo, al expresar sólo una
parte de un pensamiento, lo cual se produce…
·Cuando se da referencia indirecta
·Cuando una parte del enunciado alude sólo indeterminadamente, en vez de ser un
nombre propio
-Porque la subordinada se refiere ciertamente a un valor veritativo, pero no se limita a
esto, al comprender su sentido, además de un pensamiento, una parte de otro
pensamiento
Sea como sea, Frege estima que estas excepciones a la sustitutividad salva veritate no
demuestran nada en contra de que:
-la referencia de un enunciado sea su valor veritativo
-el sentido de éste sea un pensamiento

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CONCLUSIÓN
Si encontramos a = a con distinto valor cognoscitivo que a = b ello es porque el sentido del
enunciado (el pensamiento expresado en él), no entra menos en consideración que su
referencia (su valor veritativo). Aunque el sentido expresado en “b” sea diferente del
expresado en “a”, pueden determinar la misma referencia: de ahí la posibilidad de enunciar a
= b, así como la constatación de que tanto el pensamiento/sentido como el valor cognoscitivo
sean diferentes en a = a y a = b (p. 45).

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“SOBRE DENOTACIÓN” (1905) de B. RUSSELL

INTRODUCCIÓN
* El PROGRAMA LOGICISTA inaugurado por Frege culmina, para la época, en la gran obra de
los autores Russell y Whitehead, Principia Mathematica (1910-13), que ha sido a su vez punto
de partida de las investigaciones actuales de lógica simbólica. Russell avanza en la Lógica así
planteada para tratar que su grado de abstracción sea lo máximo posible.
*Uno de los logros más destacados, herencia también de Frege, consistió en superar la
tradicional distinción aristotélica entre sujeto y predicado, estructura tradicional del lenguaje
natural, que hasta el susodicho Frege (y pasando por Leibniz, Boole), había determinado el
planteamiento y desarrollo de toda la Lógica. Para ello, para avanzar en el análisis funcional del
Lenguaje anticipado por Frege, propuso su TEORÍA de las DESCRIPCIONES, en cuya elaboración
los puzles lógicos van a volver a tener un papel protagonista.

PROPUESTA TEÓRICA a propósito del SIGNIFICADO de EXPRESIONES


DENOTATIVAS

EXPRESIÓN DENOTATIVA y TESIS PRINCIPAL para con el problema de la


DENOTACIÓN/REFERENCIA

Russell comienza “Sobre Denotación” con su preocupación sobre el significado de las


EXPRESIONES DENOTATIVAS. Ejemplos de expresiones denotativas que el británico nos
expone: un hombre, algún hombre, cualquier hombre, todo hombre, todos los hombres, la
actual reina de Inglaterra, el actual rey de Francia, el centro de masa del sistema solar en el
primer instante del s.XX, la revolución de la Tierra en torno al Sol, la revolución del Sol en
torno a la Tierra. Observamos una novedad así en relación a Frege: en el saco de las
expresiones denotativas se incluyen:
-Tanto las DESCRIPCIONES DEFINIDAS (aquellas que comienzan por el, la)
-Como EXPRESIONES denominadas CUANTIFICACIONALES (aquellas que comienzan por
un, algún, todo,…)
Para Frege, la ‘verdadera’ estructura lógico-semántica de las proposiciones en las que
aparecen expresiones cuantificacionales no quedaba relejada por una apariencia de unidad
sintáctica de los enunciados que las expresan, por lo que se hacía obligatorio analizarlas de
manera diferente (no se podían meter en el mismo saco).
Por otro lado, en 1903 (The Principles of Mathematics), Russell todavía atribuía tanto
denotación como significado a las expresiones denotativas. Sin embrago, en 1905 (para el
artículo en cuestión), el británico considera que…
*Una expresión es denotativa exclusivamente en virtud de su forma
*En cuanto a su capacidad denotativa, pueden distinguirse tres casos:
-Que no denote cosa alguna (El actual Rey de Francia)
-Que denote un objeto determinado (La actual reina de Inglaterra)

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-Que denote algo pero con cierta vaguedad (Un hombre)
*Y, además (esta es la novedad clave), una expresión denotativa por sí misma carecería
de significado (considerada en sí misma), aunque toda proposición en cuya formulación
verbal intervengan expresiones denotativas poseería un significado conferido por éstas (p.
56). (Recuerda al principio del contexto en el análisis funcional-proposicional de Frege)
Con esta su tesis cree resolver el verdaderamente importante PROBLEMA de la
DENOTACIÓN/REFERENCIA (que, como se ha visto, y se va a seguir viendo, comporta una serie
de enemigas/puzles, uno de ellos ya hemos visto que atacado por Frege). Para ello:
-Seguirá la estela de Frege en cuanto a análisis funcional-proposicional del Lenguaje
(superando para la posteridad de la Lógica simbólica contemporánea el formato canónico-
aristotélico de sujeto-predicado)
-En esta línea, se apuntará a la estrategia fregeana de negar unidad lógico-semántica a
las expresiones cuantificacionales
-Y, es más, las descripciones, perteneciendo al grupo de las expresiones denotativas, se
van a tratar como expresiones cuantificacionales: ‘el’ va a ser un cuantificador más
Veámoslo…

Pasos para la RE-CONSTRUCCIÓN LÓGICO-FUNCIONAL-CUANTIFICACIONAL de


una proposición

*Así, una proposición podría expresarse lógico-funcionalmente como una función


proposicional con la forma simbólica C(x), en la que la variable x sea un elemento constitutivo
que estaría “esencial y completamente indeterminada” (p. 55).
*Expresiones denotativas primitivas. Considerando las nociones denotativas básicas de
todo, nada y algo que pueden intervenir en la expresión verbal de una proposición, según el
formato expuesto, podrían interpretarse de la siguiente manera:
- C(todo) significaría “C(x) es siempre verdadera”
- C(nada) significaría “‘C(x) es falsa’ es siempre verdadera”
- C(algo) significaría “Es falso que ‘C(x) es falsa’ sea siempre verdadera”
*Ejemplo aplicado: hombre. Aplicado ello a hombre, partiendo de que “Si x es humano,
entonces C(x) es verdadera”, se obtienen los significados posibles para cualquier expresión
denotativa:
-“C(todos los hombres)” y “C(todo hombre)” significarían “’Si x es humano, entonces
C(x) es verdadera’ es siempre verdadera”
-“C(ningún hombre) significaría “’Si x es humano, entonces C(x) es falsa’ es siempre
verdadera”
-”C(un hombre)” y “C(algunos hombres)” significarían “Es falso que ‘C(x) y x es humano‟
sea siempre falsa”
Así, la proposición “Me encontré con un hombre”, según la Tª de Russell, debería
expresarse como…
“’Me encontré con x, y x es humano' no es siempre falsa”

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De este modo, la expresión denotativa “un hombre” queda desprovista de significado (así
como toda aquella de la misma clase), aunque se confiera de tal significado a toda proposición
en cuya expresión lingüística intervenga dicho término (denotativo).

INTERPRETACIÓN de las DESCRIPCIONES

Las expresiones que contienen un artículo determinado (p.e. “el”), la cuestión es que
envuelven exclusividad (p. 57). Ejemplo: “el padre de Carlos II”, se analizaría (según Russell)
como…
“x fue el padre de Carlos II”
…que significaría:
-“x engendró a Carlos II”
-pero debemos añadir “’Si y engendró a Carlos II, y es idéntico a x’ es siempre verdadera
de y"
Así, interpretar cualquier proposición en la que aparezca “el padre de Carlos II” -en
términos funcionales -C(el padre de Carlos II)- implicará “No siempre es falso de x que ‘si y
engendró a Carlos II, y es idéntico a x’ es siempre verdadera de y” (dicho en términos
coloquiales: "Carlos II tuvo un padre y no más")

VENTAJA

Reducción de todas las proposiciones de expresiones denotativas a fórmulas en las que no


intervienen tales expresiones.

CRÍTICA de otras teorías


Russell crítica entonces algunas propuestas que consideran a “las expresiones denotativas
como auténticos elementos constitutivos de las proposiciones en cuya formulación verbal
intervienen” (p. 59)

Contra la teoría de Meinong:

Meinong (un alumno de Brentano) había propuesto, para solucionar el puzle de los objetos
inexistentes que, no obstante, podemos llegar a pensar que toda expresión gramaticalmente
correcta representa un objeto (sobreentendido, aunque ni siquiera subsistente), ya sea “el
cuadrado redondo” o “el actual rey de Francia”. Russell denuncia que de este modo se
infringiría el Principio de Contradicción, dado que se pretendería que algo exista cuando, al
mismo tiempo, no existe.

Contra la teoría de Frege:

Frege trata de evitar tal contradicción con su Tª Semántica del sentido y la referencia (para
Russell, significado y denotación: debe ser según la traducción al inglés desde el alemán), y, en
principio el esquema da buen resultado, pues se nos permite explicar el significado del
enunciado de identidad (como ya se ha visto, y como Russell ya destacase en otro artículo):

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hay identidad de denotación/referencia, hay diferencia de significado/sentido. Pero, hecha
esta salvedad, tal solución no evita otras dificultades en los “casos en que aparentemente no
hay denotación alguna” (p. 61). Típico ejemplo: “El rey de Francia es calvo”.
Crítica a Frege: el estipular una denotación en aquellos casos en que a primera vista falte es
artificial; no facilita un análisis riguroso de la cuestión (p. 62)
Propuesta alternativa: abandonar la tesis de que sea la denotación lo que entra en juego en
las proposiciones que contienen expresiones denotativas (p. 62).

Los ROMPECABEZAS de Russell


Para el británico, hay tres rompecabezas que cualquier teoría de la denotación debería
resolver (p. 63):
-El rompecabezas del CONTEXTO OBLICUO. Ya hemos visto con Frege el puzle de los
predicados de identidad, donde al aplicar la Ley de Leibniz perdíamos valor cognoscitivo.
Russell vuelve a la carga con términos más afines a su cultura: ¿por en “Jorge IV deseaba
saber si Scott era el autor de Waverley” hay una información que no hallamos en “Jorge IV
deseaba saber si Scott era Scott” (una vez que, sabiendo que Scott fue realmente el autor
de Waverley, hemos procedido a sustituir “el autor de Waverley por “Scott”)?
-El rompecabezas de los TÉRMINOS SINGULARES NO DENOTATIVOS. Para el Pº
tradicional de la Lógica que reconocemos como del Tercio Excluso, una de las siguientes
proposiciones sería verdadera: “A es B” o “A no es B”. ¿Cuál de las proposiciones “El actual
rey de Francia es calvo” o “El actual rey de Francia no es calvo” sería verdadera?
-El rompecabezas de las NO-ENTIDADES (como sujetos de una proposición): ¿cómo es
posible que una no-entidad sea el sujeto de una proposición? (ya adelantado)

SOLUCIÓN CUANTIFICACIONAL a los rompecabezas


Partiendo de considerar la tesis de Frege que diferencia entre significado/sentido y
denotación/referencia como un enredo inextricable, Russell expone como su análisis funcional-
cuantificacional solventa los enigmas.
Recordemos: "Una expresión denotativa forma por naturaleza parte de una oración y
carece, como la gran mayoría de las palabras aisladas, de significación por cuenta propia" (p.
67).

El primero

El enunciado "Scott era el autor de Waverley" pasaría a formularse:


"Una y solo una entidad escribió Waverley, y Scott era idéntico a esa entidad"
Así expresado, vemos que no podemos hallar ya elemento constitutivo alguno como "el
autor de Waverley" que poder sustituir por “Scott”.

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El segundo

Partiendo de que el enunciado "El rey de Francia es calvo" se puede formular como:
"Hay una entidad que es ahora rey de Francia y que es calva"
…entonces "El rey de Francia no es calvo" se podría formular de dos maneras:
-"Hay una entidad que es ahora rey de Francia y que no es calva" (Intervención
principal)
-"Es falso que haya una entidad que sea rey ahora rey de Francia y que sea calva"
(Intervención secundaria)
Esta segunda posibilidad es la única que se puede considerar como la negación de la
proposición en cuestión, y, como se puede observar, sería verdadera, con lo que el Pº de
Tercio Excluso no sería violado.

El tercero

La proposición "El cuadrado redondo no existe" quedaría como…


"No hay ninguna entidad que sea a la vez redondo y cuadrado"
En este análisis no hay un término sujeto que intente hacer referencia al objeto cuya
existencia es negada, por lo que el enigma se resuelve

Consecuencias en relación a los ENUNCIADOS de IDENTIDAD


Recordemos que Frege ya se había enfrentado a la cuestión del valor cognoscitivo de estos
enunciados: ¿cómo era posible que un enunciado de la forma “Scott fue el autor de Waverley”
tenga mayor valor cognoscitivo que “Scott fue Scott”? La manera de volver a enunciar “Scott
es el autor de Waverley” sería:
“Scott escribió Waverley, y es siempre verdadero de y que, si y escribió Waverley, y es
idéntico a Scott”
De tal manera que ya no podemos caer en reducir tal expresión a una simple y rotunda
vacuidad/trivialidad.

CONCLUSIÓN
“Cuando se trate de una cosa de la que no tengamos conocimiento directo, sino tan sólo
una definición por medio de expresiones denotativas, las proposiciones en las que dicha cosa
se introduzca mediante una expresión denotativa no contendrán realmente a dicha cosa como
elemento constitutivo, sino tan sólo, en su lugar, a los elementos constitutivos (tales o cuales
propiedades) expresados por las diversas palabras de la fórmula denotativa en cuestión.” (p.
73-74)

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“IDENTIDAD y NECESIDAD” (1972) de S. KRIPKE

¿Son posibles los ENUNCIADOS de IDENTIDAD CONTINGENTES?


La Semántica modal de S. Kripke (n. 1940) tiene como uno de sus anclajes más distinguidos
este artículo, en el que trata de solventar un nuevo puzle, aunque relacionado con un viejo
conocido: el ENUNCIADO de IDENTIDAD. Con Frege (también con Russell) ya habíamos
expuesto los problemas que conllevaba un enunciado del tipo a = b (o no trivial/tautológico,
como a = a) para con los requisitos del discurso extensional (sustitutividad salva veritate), y
que el germano creía solucionar con su doctrina del sentido-referencia. El tema de los sentidos
(fregeanos) no dejó de traer cola durante el s.XX (véase el mismo Russell), y a la polémica se
vino a apuntar nuestro Kripke, sólo que desde esta novedosa perspectiva modal, en la que la
cuestión de la NECESIDAD es clave. Así, más allá de aceptar que haya una identidad del todo
necesaria (la de algo con ello mismo: a = a), se pregunta sobre ‘la otra’ (la problemática): a = b.
¿Será también necesaria?... ¿podrá ser contingente?...
Una primera aproximación (argumenta ya desde el principio, p. 122) consistiría en,
partiendo de, tanto el principio de identidad (la tautológica, la necesidad de que a = a) y el
principio de sustitutividad de los idénticos (Ley de Leibniz), derivar la necesidad de que a = b.,
lo cual, aparentemente excluiría la posibilidad de enunciados de identidad contingentes.
En contra de ello tendríamos (supuestos) ejemplos de enunciados de identidad
contingentes:
“el primer director general de Correos de los Estados Unidos
es idéntico
al inventor de las lentes bifocales”
Así, sería un hecho contingente que “uno y el mismo hombre haya tanto inventado las
lentes bifocales, como desempeñado el trabajo de director general de Correos de los Estados
unidos”. Además una extensa literatura abogaría por dicha existencia: véase el caso de
Wiggins, aunque ello con la salvedad de que no interviniesen (auténticos) nombres propios (es
decir, que los términos fuesen descripciones). No obstante, el mismo Kripke aduce:
-No encontrar ninguna contradicción/paradoja: la noción del alcance de una
descripción de Russell eliminaría las posibles paradojas modales, al sustituir las
descripciones por cuantificadores universales (p. 124-125)
-En relación a la tesis de que los enunciados de identidad entre nombres propios tienen
que ser necesarios, si es que han de ser de alguna manera verdaderos, que está de acuerdo,
pero no en la manera de defenderla (véase Prof. R.B. Marcus) (p. 127)
Es más, tomando otro camino (es decir, no apoyándose en aquello que hasta ahora se
expuesto), va a defender una tesis más fuerte: los ENUNCIADOS de IDENTIDAD, ya versen
sobre nombres como sobre identificaciones teóricas, son siempre NECESARIOS (y no
contingentes), en tanto que sean verdaderos (p. 130-131).
Para defender esta su tesis establece algunas distinciones…

13
Su propuesta teórica: diferencia entre DESIGNADOR RÍGIDO y
designador no rígido
*DESIGNADOR RÍGIDO: sería un “término que designa al mismo objeto en todos los
mundos posibles” (p. 131). La noción de designador rígido no implica “que el objeto referido
tenga que existir necesariamente […] [sino que implica el que] en cualquier mundo posible
donde el objeto en cuestión exista, […] usamos el designador en cuestión para designar a ese
objeto. En una situación en la que el objeto no exista, entonces debemos decir que el
designador no tiene referente y que el objeto en cuestión así designado no existe (p. 132.).
*DESIGNADOR NO RÍGIDO: se trataría de una expresión “que pudiera haberse referido a
algo diferente, […] que en nuestro lenguaje tal como nosotros lo usamos al describir una
situación contrafáctica, pudiera haber habido un objeto diferente que satisficiera las
condiciones descriptivas que nosotros damos para la referencia” (p. 131-132).

Objeciones a la noción de designador rígido: el problema de la


IDENTIDAD TRANSMUNDANA
Este constructo teórico de Kripke, al fin y al cabo es eso, un constructo, y encima sobre
situaciones contrafácticas, sobre otros mundos posibles, los cuales, después de todo, estarían
completamente desarticulados del mundo actual, el cual no es simplemente otro mundo
posible, sino que es el mundo actual (p. 132). Así, antes de hablar de un objeto particular
(como Nixon), en un mundo posible habría que decir qué objeto sería tal (Nixon) en ese
mundo: para saber si un designador es rígido o no sería necesario “primero un criterio de
identidad a través de mundos posibles” (p. 133). Pero el caso es que esto no es nada fácil,
pues de hecho alguno podría alegar que realmente ningún objeto tendría por qué ser el
mismo: en un mundo posible, habrá “varias personas que se parecen a Nixon más o menos,
pero realmente no se puede decir de ninguna de ellas que sea Nixon, son solamente
contrapartidas de Nixon y uno escoge cuál es la mejor contrapartida fijándose en cuál se
asemeja más a Nixon, de acuerdo con los criterios favoritos de cada uno” (p. 133)

DEFENSA frente a estas objeciones


Para el americano, en estas objeciones el tema de los mundos posibles se han tomado
demasiado en serio: los mundos posibles NO serían cosas que primero se identifiquen
(epistemológicamente) y luego se determine cómo sus habitantes se corresponden con los
habitantes del mundo real; los mundos posibles son simplemente estipulados (no
descubiertos: no se conocen); con una situación contrafáctica, no se aplica una pregunta
epistemológica (acerca de la identidad), sino lo que hacemos es determinar qué rasgos del
mundo presente vamos a alterar para llegar al mundo posible, y ya está. Es decir, la objeción
epistemológica no impediría la legitimidad de poder plantear (en términos más bien
ontológicos) de si Nixon, en determinadas circunstancias, hubiera podido hacer algo diferente
a lo que hizo. Si mundo posible puede dar lugar a una sensación de ‘excesiva entidad’ (con
problemas epistemológicos incluidos), entonces mejor utilizar el término (menos confuso) de
situación contrafáctica.

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Así:
-Mientras que podemos decir el número de los planetas podía haber sido un número
diferente del número que de hecho es (designador no rígido)
-No podríamos decir que la raíz cuadrada de 81 pudiera haber sido diferente del número
que de hecho es, ya que dicho número simplemente tiene que ser el 9 (designador rígido)
En definitiva, intuitivamente Nixon, como nombre propio, parecería ser un designador
rígido (a diferencia de la descripción “el trigésimo presidente de los Estados Unidos”)

Diferencia entre A PRIORI y NECESARIO


Debido a la elucubración anterior, le parece a Kripke obligado el aclarar otra distinción que
va a resultar clave:
-Un enunciado es NECESARIO cuando “es verdadero (…) [y] no podría haber sido de otra
manera” (p. 136). Algo es contingente cuando “aunque de hecho es el caso, podría haber
sido el caso que las cosas hubieran sido de otra manera“. Esta distinción es
METAFÍSICO/ONTOLÓGICA
-Sin embargo, una verdad A PRIORI “es tal que puede conocerse como verdadera
independientemente de toda experiencia” (p.137). Se trata de una noción
EPISTEMOLÓGICA (y no metafísica).
La cuestión principal, para Kripke sería entonces: “¿Todo lo que es necesario es cognoscible
a priori, o conocido a priori?” (p. 137).

ESENCIALISMO
Kripke considera de vital importancia hacer la distinción pertinente entre a priori y
necesario, pues de ello depende la posibilidad de barajar la existencia de CUALIDADES
ESENCIALES para con los objetos (idea denominada Esencialismo): ¿cuáles serían las
propiedades esenciales de un objeto?... ¿qué propiedades, aparte de algunas triviales como la
identidad consigo mismo, son tales que este objeto tiene que tenerlas si existe de alguna
manera, y si el objeto no las estuviera no sería este objeto? (recuerda a Aristóteles).
El caso es que algunos autores habrían rechazado cualquier noción semejante de propiedad
esencial por considerarla carente de significado; generalmente ello se harían depender de la
noción de identidad a través de mundos posibles: dado que ésta carecería de significado, pues
lo mismo respecto de propiedad esencial. Pero ya hemos visto que Kripke no está de acuerdo
con esta tesis
Para nuestro autor, los objetos manifiestan propiedades esenciales, las cuales son
justamente las que se mantendrían través de cualquier mundo posible (es decir, serían
necesarias). Pero, el caso es que hay propiedades esenciales que se conocen a posteriori; por
ello, se hace imperativo distinguir las nociones de verdad a priori y verdad necesaria: lo
necesario, no sólo es cognoscible a priori, sino que puede conocerse a posteriori.

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Los ENUNCIADOS de IDENTIDAD entre NOMBRES son NECESARIOS si
son verdaderos
De esta manera, “uno puede sostener que ciertos enunciados de identidad entre nombres,
aunque con frecuencia conocidos a posteriori y probablemente no cognoscibles a priori, son
de hecho, necesarios si es que son verdaderos" (p. 140). Y esto sería así por que “si los
nombres son designadores rígidos, entonces no puede haber duda acerca de si las identidades
son necesarias, porque ‘a’ y ‘b’ serán designadores rígidos de un cierto hombre o cosa x.
Entonces, aún en todo mundo posible, ‘a’ y ‘b’ se referirán ambos a este mismo objeto x y a
ningún otro; de esta manera no habrá ninguna situación en la que a pudiera no haber sido b
(p. 140-141).

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