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Genuina celebración

Tenemos celebraciones nacionales, observamos ceremonias religiosas simbólicas de


alguna creencia. Cada familia, pareja o persona recuerda fechas especiales significativas en
su vida. El pasado preservando su importancia en el presente, pero entre más tiempo pasa,
entre mayor distancia entre el evento y la presente generación, menor el impacto del
significado. Considera los feriados nacionales, recordando a algún héroe de la
independencia. ¿Cuánta identificación existe entre el empleado o el estudiante que tiene el
día libre y la causa promulgada por aquel héroe? ¿Qué impacto hay en la diaria existencia
de los que hoy supuestamente recuerdan y celebran a dicho héroe?

Para la mayoría, lo importante es no tener que trabajar ni asistir a la escuela, sino


poder descansar, ir de paseo o aprovechar para hacer algún proyecto pendiente. ¿Qué de
nuestras celebraciones con raíces religiosas y que forman parte de nuestra tradición? Para
Semana Santa y Navidad, ya existe en nosotros cierto patrón en lo que hacemos y en la
expectativa de lo que ha de suceder. En medio del diario trajín, la Semana Santa ofrece la
oportunidad de alejarse de la rutina, irse a la playa, al campo o a otros lugares de
recreación. La Navidad produce imágenes casi imborrables, de regalos, árboles decorados,
la prominencia de los colores rojo y verde, un aire festivo, cierta clase de música, comidas
especiales, y desde luego, los aguinaldos o bonificaciones. ¿Qué tiene todo esto que ver
con la intención original de la celebración? Los que inicialmente experimentaron los sucesos
que ahora supuestamente recordamos, tendrían gran dificultad en relacionar las costumbres
de hoy, con el evento detrás de la celebración.

Lo único que establece un vínculo real y significativo con cualquier celebración, incluyendo
la Semana Santa y la Navidad, es una identificación íntima y personal con el propósito
original de esos sucesos históricos. Los hechos de mayor importancia en la historia del
mundo tienen que ver con la venida, ministerio, muerte y resurrección de Jesucristo. Solo
cuando personalmente aplicas y apropias para ti mismo el significado y el resultado que
Dios se propuso con esos eventos, es que puedes recibir sus beneficios, por lo tanto, gozar
de una genuina celebración, y no solo obligación, tradición o recreación.

Programa Reflexión Para Hoy

No. 3728

Clasificación Ilustración

Etiquetas Legítimo, fidedigno. Ilegítimo, Falso.

Autor Cornelio Rivera

Edición Devocional

Copyright © 2014 “El Camino de la Vida”

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