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Nota Técnica: ESTADO, NACIÓN Y PAÍS

Ma. Isabel Murguía Gutiérrez

En el lenguaje coloquial se suele utilizar de manera indistinta y a manera de


sinónimos las palabras Estado, nación, país, pueblo, potencia etc., sin embargo
el significado de cada palabra es diferente en cuanto a que cada una de ellas
obedece a aspectos diferentes: la palabra Estado es un término jurídico-
político, nación es un término sociológico y país es un termino geográfico.

NACIÓN
Es un término de contenido sociológico que alude a una comunidad con
identidad de intereses sociales, culturales, étnicos, religiosos, lingüisticos,
históricos, etc. Puede darse el caso que una sola nación constituya un Estado,
pero también se puede presentar el supuesto de que un Estado esté
conformado por una variedad de naciones (España, Canadá, las antiguas
Yugoslavia y URSS,), lo cual eventualmente explicaría el fenómeno histórico-
político de la escisión de un Estado en dos o más entidades independientes.

PAÍS
Es un término de uso geográfico que sirve para designar la extensión territorial
que abarca un Estado. Es de gran utilidad, puesto que sirve para delimitar la
actividad estatal de un Estado frente a otro Estado, sin calificar la forma de
gobierno que cada uno haya adoptado ni la legitimidad o no de la misma.
Es el ámbito geográfico en el que se ejerce la soberanía.
En el sentido jurídico-político del término Estado, la palabra país estaría
haciendo referencia a uno de los cuatro elementos del Estado, que es el
territorio.

ESTADO
En Grecia a la forma de organización política se le llamó polis, que literalmente
quiere decir ciudad, puesto que la actividad estatal o el hecho político tenía
como espacio los límites territoriales de la ciudad. La palabra “política” deriva
de polis y servía para denominar lo concerniente a la vida de la ciudad.
La palabra estado proviene del termino latino status que significa permanencia,
sin embargo los antiguos romanos no utilizaron dicha palabra; ellos utilizaron el
termino civitas para referirse a un concepto político, que tenía aspectos
comunes a las actuales acepciones de Estado y nación.
Cuando el poderío griego se extendió por todo el Mar Egeo y Medio Oriente,
apareció un fenómeno político más amplio denominado comunidad, palabra
que deriva del vocablo griego to-koinón, que literalmente significa comunidad.

En Roma también se entendió que la actividad política se circunscribía a los


límites de la ciudad, pero ahí al fenómeno político se le daba el término civitas,
que significa ciudad; también surgió un termino para denominar la comunidad
de intereses, es decir la cosa común a todo los ciudadanos: república res
publici), que coincide con el advenimiento de una nueva era historico-politica
de su desarrollo. El afán expansionista romano, hizo que las necesidades
jurídico-políticas se desbordaran y surgiera el concepto de imperium, que
significa poder, puesto que el poder romano era ilimitado y no tenía límites
territoriales en el mundo occidental.

En la Edad Media el término “imperio” fue adoptado por diversas


organizaciones jurídico-políticas que querían emular la grandeza romana:
Alemania. Otras adoptaron una derivación de la misma: reino, que deriva de
regnum: Reino de Castilla

En Italia, durante el Renacimiento se presentó el problema de distinguir la


totalidad, de las diversas comunidades políticas particulares en que se dividía
la península itálica. Cada reino era una citá y luego se sustuituyo por el
término Estado: Estado de Florencia, Estado de Roma, etc. Es decir, el término
Estado se empezó a aplicar a cualquier fenómeno político, no importando la
forma que revistiese: reino, monarquía, principado, etc.

Hasta el siglo XVI se empezó a usar el término Estado como la palabra para
designar a toda comunidad política autónoma.
En el Renacimiento nace el Estado moderno y en forma definitiva nace la
expresión corriente para designarlo. Incluso Maquiavelo en El Príncipe dice:
“Todos los Estados, todos los Señores que han tenido o tienen dominación
sobre los hombres…”

Para las posturas contractualistas de autores influenciados por Rousseau, el


concepto de Estado nace como consecuencia del pacto social.

Según et tratadista español Adolfo Posada, el sentido gramatical “Estado”


significa una situación que permanece y es lo contrario de lo que cambia.
“Estado” es una manera de ser o estar, y en sentido político “Estado” es
también una manera de ser o estar políticamente. Ordinariamente, al hablar de
Estado, se alude a la manera de ser o estar constituida políticamente una
sociedad humana.

Definición de Estado
Estado es el conjunto de personas que mantienen entre sí un vínculo jurídico-
politico, bajo una misma autoridad política o gobierno, asentado en un territorio
y encaminado a un fin común.
Por tanto los 4 elementos del Estado son: pueblo, gobierno, territorio y fin
común.
Algunos tratadistas, equivocadamente, reconocen como elementos de
existencia al pueblo y al gobierno; al territorio solo lo consideran como una
condición de existencia y el fin del estado como una mera entelequia.

a) Pueblo
La palabra pueblo solo es aplicable a aquellos que tienen un vínculo jurídico
político llamado nacionalidad, que no es otra cosa que un sentido de
pertenencia mutua que se adquiere mediante el nacimiento o la nacionalización
y que genera para ambos (Estado - nacional) derechos y obligaciones.
Para adquirir la nacionalidad existen 3 principios de Derecho Internacional:

Ius soli, es decir el derecho a ser nacional del Estado en donde territorialmente
se nace.
Ius sanguini, es decir el derecho a heredar la nacionalidad de los progenitores.
Ius optandi, es decir el derecho a optar o escoger una nacionalidad distinta a la
nacionalidad de origen.
Los Estados imperialistas (España, Inglaterra, Francia, Portugal, etc,)
históricamente se han inclinado por el principio de ius sanguini, como una
forma de ampliar su dominio a través del estatuto personal; mientras que
aquellos que fueron invadidos o conquistados, han preferido el principio ius
soli, a fin de arraigar y dar sentido de pertenencia a los nacidos en su territorio
y desvincularlos de las potencia dominantes (EU, México, Venezuela, Brasil,
etc.).
Todos estos principios están contenidos en el artículo 30 de nuestra
constitución.
Por exclusión, es extranjero todo aquel que no tiene la calidad de nacional de
un estado determinado (art. 33 Const.)
La tendencia del derecho interno de los Estados y del derecho internacional es
darle cabida a los 3 principios que rigen la nacionalidad, a fin de evitar el
surgimiento de apartrídas, es decir, de personas privadas de nacionalidad y de
protección jurídica por causa de su nacimiento o por causas posteriores a él
(escisión de Estados, sanciones políticas, guerras, etc.).
Solamente los nacionales de un Estado pueden alcanzar el status de
ciudadanos, que es la capacidad de ejercer de manera activa y pasiva el
derecho al sufragio y a los derechos políticos. En México esta condición se
alcanza a los 18 años y siempre que se tenga un modo honesto de vivir (que
no estén sujetos a proceso penal o estén purgando una pena privativa de la
libertad) (art.34 Const.)
No debemos confundir los términos pueblo y población: la palabra pueble
comprende a los nacionales de un Estado, mientras que el término población
sirve para designar tanto a los nacionales como a los extranjeros asentados
permanentemente en el territorio de un Estado.

b) Gobierno
Es la forma de organización que jurídicamente adopta la autoridad a fin de
ejercer una determinada forma de organización jurídico - política.´
Actualmente hay un consenso en el sentido de que en toda forma de gobierno
debe prevalecer el principio de la división de poderes (en legislativo, ejecutivo
y judicial) para que el poder no se concentre en una sola persona y prevalezca
un equilibrio de pesos y contrapesos políticos.
En la teoría se habla de formas de gobierno puras e impuras, pero las formas
de gobierno más comunes son:
a) la monarquía pura y la parlamentaria (en la que hay un jefe de estado y un
jefe de gobierno)
b) la república centralizada y la república federal
c) la dictadura o tiranía en la que el jefe de gobierno o estado no respeta la
división de poderes y no permite el ejercicio de la democracia
Por tanto, debemos afirmar que cualquier forma de gobierno legítima se
sustenta en el ejercicio pleno de la democracia, que es la libertad a favor de los
ciudadanos de ejercer sus derechos políticos de sufragio activo y pasivo, la
participación política, la asociación con fines políticos, la libertad de expresión y
publicación en materia política, etc., bajo el principio jurídico de que la
soberanía radica esencial y originariamente en el pueblo y éste lo ejerce a
través de sus representantes libremente elegidos (Art. 39 y 41 Const.)
En México la forma de gobierno es la republicana, representativa y federal (Art.
40 Const.).

c) Territorio
Es el espacio físico geográfico en donde se desarrolla la actividad estatal y el
Estado ejerce el ius imperium, es decir su plena soberanía, con diferenciación y
exclusión de cualquiera otra; el único límite que debe respetar es la
observancia del derecho internacional.
Para analizar el término territorio se debe seguir, en principio, el criterio que los
romanos utilizaban para la propiedad, señalando que ésta abarcaba suelo,
subsuelo, agua, aire y vuelo. En base a esto y a los principios de derecho
internacional, el territorio de un Estado es una proyección cónica desde un
punto del imaginario centro de la Tierra hasta el espacio aéreo en su capa
conocida como estratosfera (que es la última en tener oxígeno, gas
indispensable para los motores de combustión interna), aunque algunas
potencias amplían esta proyección hasta el infinito y se niegan a que otro
Estado coloque satélites artificiales en el espacio exterior situado sobre su
territorio (EUA, Francia,China…). Asimismo, prohíben la transmisión de ondas
electromagnéticas o de otra índole, a lo largo y ancho de su espacio
geográfico (Cuba).
Está posición implica también, que todas las riquezas del suelo y del subsuelo
corresponden a sus nacionales o bien al Estado mismo (México), quien se
reserva la facultad exclusiva de explotarlos o de concesionar su explotación.
Por lo que toca al mar, el principio unánimemente aceptado es del
reconocimiento del mar territorial como extensión del territorio del Estado litoral,
lo cual implica el ejercicio pleno de la soberanía en una extensión de 12 millas
marinas contadas a partir de la línea de bajamar. Este principio se basa en una
necesidad histórica de seguridad (las 12 millas equivalen a la distancia
parabólica del tiro de un cañón ordinario situado sobre un barco) y al derecho
del Estado litoral de beneficiarse de las riquezas de mar. En esta zona solo se
permitirá la entrada los barcos y aeronaves de matrícula (clave de navegación)
y bandera extranjera que el Estado receptor autorice, y siempre que cumplan
con las normas de derecho interno y derecho internacional.
En la segunda mitad del siglo XX surgió una nueva tendencia por parte de los
Estados en desarrollo (México, Chile, Venezuela) para evitar la
sobreexplotación de los recursos marinos por parte de las potencias marinas
(EU, Japón, Noruega, España, Inglaterra), firmándose por parte de aquellos las
convenciones sobre los derechos del mar, que permiten al Estado litoral
extender sus derechos de explotación exclusiva de los recursos marinos
orgánicos e inorgánicos que se encuentren en la llamada zona económica
exclusiva (antes mar patrimonial), la cual abarca una extensión de 200 millas
marinas a partir de la línea de bajamar (es decir, sobrepuesta al mar territorial).
En esta zona cualquier barco o aeronave (con matricula y bandera) solo podrá
realizar navegación en tránsito y le estará prohibido detenerse o fondear para
extraer recursos con fines de explotación, experimentación científica,
culturales, etc. (salvo caso de fuerza mayor). En el mismo sentido, el
sobrevuelo o navegación aérea solo podrá ser de tránsito.
En nuestro derecho los artículos 27 y 42 constitucionales regulan la extensión
y límites del territorio estatal.
Por lo que toca a embajadas y consulados se aplican los mismos principios que
al territorio, puesto que gozan por parte del Estado receptor o acreditante, del
reconocimiento a favor del acreditado, del principio de extraterritorialidad.
Para algunos tratadistas el territorio no es un elemento esencial sino una
condición de permanencia del Estado, que eventualmente puede estar fuera
del control y dominio de la autoridad política e incluso con parte de su pueblo
en calidad de desplazada, pero que una vez que se recupere la situación de
normalidad, recobra plena vigencia como elemento de un Estado que no se
ha extinguido. Es un medio al servicio del fin y conservación del Estado
(Palestina, México durante la invasión francesa, España durante la ocupación
napoleónica, Francia durante la ocupación nazi).

d) Fin común
El fin común del Estado es el bien común, que es un fin objetivo, aunque
también debe tener fines subjetivos, que son los fines que persigue el Estado,
considerado como persona moral, ubicado dentro de la historia y las
necesidades materiales, económicas, sociales, culturales, etc. El fin objetivo no
debe variar, auque el fin subjetivo ordinariamente cambia con el devenir
histórico. Algunos Estados buscan el fin común, desviándolo o desvirtuándolo
con fines subjetivos equivocados (Alemania nazi: supremacía de la raza aria y
exterminio de las razas y seres inferiores).

Características de un Estado
Todo Estado debe tener 3 características mimímas:
a) Autonomía: aptitud del Estado para organizarse según su voluntad y con
sujeción a las leyes que se de a sí mismo
b) Independencia: es la ausencia de un poder extraño que imponga al
Estado obediencia y sujeción. En el plano internacional, ello implica el
tratamiento de iguales que las organizaciones internacionales dan a los
Estados, independientemente de su extensión, condición económica y
militar.
c) Soberanía o autoridad originaria de su gobierno, es decir, que su
gobierno sea originario o soberano, es decir, que no este subordinado a
otro Estado y que su existencia no dependa de la voluntad de otro
Estado o esté condicionada.

Bibliografía
Arellano García. Carlos. Derecho Internacional Privado. Porrúa. México.
Casanovas, Oriol. Prácticas de Derecho Internacional Público. Tecnos. Madrid.
Heller, Herman. Teoría del Estado. Fondo de Cultura Económica. México.
González Uribe, Héctoe. Teoría Política ,Héctor. Porrúa. México.
Porrúa Pérez, Francisco. Teoría del Estado. Porrúa. México.

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