Fragmento de Jano o la literatura neolatina de México (visión re- desgarrada de criollos.
En el convulso siglo XVI, por ejemplo, las
trospectiva), publicado en Humanística Lovaniensia, Vol. XXX, lenguas se tiñeron de los intereses y las ideologías en pugna. Pa- Leuven University Press, 1981, pp. 124-155; también en Cultura clásica y cultura mexicana, México, UNAM, 1983, pp. 11-46. ra decirlo de una manera genera, y como tal, injusta y harto im- precisa, la lengua general, y como tal, injusta y harto imprecisa, la lengua española se identificó, sobre todo en el campo religio- Nuestra historia literaria es un capítulo o un camino más so, con la Reforma; el latín, por su parte, con la Contrarreforma. para llegar a conocernos; pero un camino que no puede ser reco- En España, poco después, destruidas las fuerzas representadas rrido en forma aislada; tampoco de manera súbita. Es, más bien, por los comuneros y las germanías, los grupos dominantes pro- un proceso de sucesivas aproximaciones que intentan develar yectaron sus propios valores como valores universales y los im- los rostros de esta Jano bifronte que es nuestra cultura colonial. pusieron a los restantes grupos de la sociedad. La unidad ideoló- La cultura que los españoles introdujeron a estas tierras gica impuesta por el absolutismo real y sus aliados borró las que ellos significativamente llamaron Nueva España tenía dos fronteras e imbuyó de los mismos valores a las dos lenguas. expresiones: una en lengua latina y otra en lengua castellana. En esta estructura, sin embargo, el latín siguió siendo el Ambas corrientes fincaban sus raíces en la historia y la tradición; lenguaje: el lugar de convergencia del espíritu universal prego- representaban, por una parte, a quienes consideraron que la per- nado por las clases dominantes: el instrumento para preservar la fección literaria se encontraba en la expresión latina clásica y, cohesión de una idea y una interpretación del mundo. La lengua por otra, a quienes elevaron las lenguas vulgares a la categoría latina, por tanto, para muchos eruditos de la Nueva España y aun literaria. Su uso durante la Colonia las más de las veces fue si- del México independiente aparecía dotada de intemporalidad. multáneo; pero, también, en una visión de mayor alcance histó- Esto era natural: a valores pregonados eternos e inmutables rico, el latín y el castellano encarnaron a los Dióscuros que te- debía corresponder una lengua eterna. nían que vivir y morir alternativamente. Su uso tenía también, lo quieran o no los escritores no- vohispanos, un signo ideológico; una contradicción en su alma