2, El diario det cura de Rumégies (cerca de Saint-Amand-les-
Eaux, Norte)
(1693). . . la iltima de 1as desgracias, es que la cosecha siguien-
4,22 sberdi6 entera, lo cual fue causa de que el grano few to
clevadisimo precio. Y, como el pobre pueblo etabe agotado
Por las frecuentes demandas de Su Majestad tanto com> por
esas contribuciones exorbitantes (se ‘trata de contribuciones de ]
guerra) llegaron a tal pobreza que se le puede llamar hambc
Felices losque pueden tener un havot ( medida) de center
ara mezclar con avena, garbanzos, habas para hacer pan»
Comer la mitad de lo que querrfan. Hablo de los dos tercios d,
esta aldea, si no de més...
Durante estos tiempos no se ofa hablar mas que de ladrones,
fle erimenes, de personas muertas de hambre... Yo no sq
honra al cura de Rumégies reportar aqu{ una muerte que oca.
mio en su parroquia durante ese tiempo: un tal Pierre de Gan
quier que vivia frente a la imagen de la virgen, hacia la Howan
dries. El pobre hombre era viudo; nadie lo crefa tan pobre;
fenfa a cargo tres hijos. Se puso enfermo, o mas bien se puss
extenuado y débil, sin que sin embargo se hubiera advertido al
cura, sino que un domingo, con la ditima campanada de la mise |
parroquial, una de sus hermanas vino a decir al cura que sa
hermano se morfa de hambre, sin decir otra cosa, El pastor din
un pan para Hevarle incesantemente; pero no’se sabe si la hen
fnana lo necesitaba ella también, como era la apariencia; no eo
lo llev6, y con la segunda campanada de las visperas, el pobre_
Ate Ge tambre. Y no s6lo éste ha muerto de hambre por
falta de pan, sino que muchos otros, y aqui y en otrae aldeas,
mniserias del pobre pueblo, un pobre pueblo sin dinero, y el i
havot de trigo al precio de nueve a diez libras a fin de ako’ lee
garbanzos, las habas en proporcién.
No se puede olvidar aqué la ordenanza que hizo su Majestad
para, ¢l alivio de su pobre pueblo (e! 20 de octubre de |
1693... .)... Cada comunidad debia alimentar a sus pobres Lag |
pastores. mayores y gentes de ley tasaban a los més ricos y a
los ‘mediocres, a cada uno segin su poder, para subvenis a Ys
Pobres, a los cuales también debian conocer. Era el verdadero
qealio Para hacer subsistir a todo el mundo... En esa aldes,
donde no hay ninguna justicia y donde todo el mundo hace 1)
due ‘Guiere, ya pudo el cura leer y releer esta ordenanza, los
Bue ree %, Bentes de ley, que eran los mas ricos, y luego los
que debian ser tasados més alto, se opusieron con todas see
fuerzas. Penosamente se lleg6 por fin al verano. Quince dink
fates: cortaban el centeno todavia leno de leche; Io ponfan al
homo para endurecerlo y, estando ese grano mal saronado ¥
genostO? €80 ha causado varias grandes enfermedades, Que el
Sefior con su Providencia paternal nos quiera en adelante pre-
servar de semajente carestia, . .