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Evidencia de los problemas rurales aún no resueltos en el país : las Zidres en el Meta y la

Orinoquia. Emilio Garcia Gutiérrez. Contratista ESAP, Regional Once, octubre del 2017

Evidencia de los problemas rurales aún no resueltos en el país:


las Zidres en el Meta y la Orinoquia
Emilio Garcia Gutiérrez
Contratista ESAP, Regional Once, octubre del 2017

La ley Zidres y la opinión publica

Desde que se expidió la Ley 1776 de 2016 por la cual se crean Zonas
de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social– ZIDRES- , uno de
los argumentos centrales es el que señala que ésta se convierte en
una herramienta para legalizar el acaparamiento de tierras baldías
por parte de emporios agroindustriales y empresariales que han
concentrado la tierra históricamente; generando con ello un fuerte
retroceso en materia de garantías jurídicas que asegure el acceso a la
tierra de familias campesinas colombianas.
En el plano jurídico, la Ley fue demandada por un grupo de
congresistas a inicios del mes de junio del presente año ante el Alto
Tribunal de la Corte Constitucional. Seguidamente, en el mes de
agosto del año anterior, la misma Corte admitió la demanda
efectuada y decidió convocar a una Audiencia Pública el 15 de
septiembre. A esta Audiencia asistieron congresistas y
representantes de organizaciones sociales, entre los que se destacó
la presencia de congresistas como Jorge Robledo y Alberto Castilla
(quien se encuentra presentando un proyecto de acto legislativo para
el reconocimiento del campesinado); la representante de la Comisión
Colombiana de Juristas, Jennifer Mojica; la abogada de la Universidad
del Rosario, Rocío del Pilar Huertas; y el líder del Coordinador
Nacional Agrario, Robert Daza.
No obstante, a pesar de la serie de acciones en contra de la Ley, siguen
presenciándose espacios en los que se resalta la necesidad de su
creación y aplicación. Al finalizar agosto del 2016, el magistrado Luis
Ernesto Vargas llevó a cabo una ponencia en la que se apoyó la
consolidación de las Zidres, exponiendo que éstas resultan
fundamentales para fomentar el desarrollo del campo colombiano.
Evidencia de los problemas rurales aún no resueltos en el país : las Zidres en el Meta y la
Orinoquia. Emilio Garcia Gutiérrez. Contratista ESAP, Regional Once, octubre del 2017

Pese a este espaldarazo a la Ley, en dicha ponencia el proyecto de


fallo declara inviable el parágrafo 3 del artículo 3, producto de las
movilizaciones y debates ya mencionados. ( Daniella Trujillo
Universidad Javeriana de Cali 27 de octubre de 2016 ).
El apartado sólo prohíbe adelantar proyectos dentro de las Zidres
cuando: 1) su adjudicación se haya llevado a cabo después de la
expedición de la Ley 160 de 1994 y 2) se consignen las prohibiciones
y restricciones en los títulos de adjudicación. Si bien tales consignas
ponen unos condicionantes al acaparamiento de tierras, se consideran
como insuficientes y problemáticas, dado que es sabido públicamente
la cantidad de compras de tierras realizadas por parte de actores
privados, en principio adjudicadas como baldíos de la nación y que
terminaron por constituirse en grandes latifundios, superando el límite
de las Unidades Agrícolas Familiares -UAF-. Como se dijo
anteriormente, este posible cambio en el plano normativo obedece a
las preocupaciones y críticas que ha generado la Ley (que reproduce
y/o agudiza la concentración de la tierra), y aunque no las resuelve,
denota el interés de sectores de la población de frenar este tipo de
iniciativas de carácter agroindustrial y/o minero-energético.

La tierra, un problema profundo de las Zidres en el Meta y en


Colombia.
Ahora bien, la Ley Zidres tan solo pone en evidencia temas no
resueltos en los planos territoriales, agrarios y rurales a nivel
nacional, lo cuales se han convertido en un punto álgido en el terreno
político, económico, social y académico. Lo anterior, en razón de los
siguientes elementos: a) la implementación de políticas rurales y de
reforma agraria han sido incompletas y fragmentadas, reproduciendo
con ello altos niveles de pobreza y de informalidad; b) la política de
restitución de tierras y demás normativas que recogen a las víctimas
del conflicto armado siguen siendo parciales; c) el uso del suelo ha
sido contradictorio y ha desatado conflictos entre diferentes actores;
y d) el sector rural ha estado definido en las últimas décadas por un
contexto de monopolio y concentración de la tierra.
Se hace evidente que la ausencia de una auténtica reforma agraria y
la fragmentación de las políticas rurales han encrudecido la situación
Evidencia de los problemas rurales aún no resueltos en el país : las Zidres en el Meta y la
Orinoquia. Emilio Garcia Gutiérrez. Contratista ESAP, Regional Once, octubre del 2017

en el campo, donde se siguen presentando situaciones de despojo,


desplazamiento forzado, y un cada vez limitado acceso a la tierra por
parte de las poblaciones rurales. A estos elementos se les suman los
altos índices de pobreza y de informalidad en la tenencia de la tierra
en el sector rural. En lo que respecta al primer punto, según el DNP,
la incidencia de pobreza multidimensional para 2015 es todavía del
44 por ciento en las zonas rurales, cifra muy superior a la de las zonas
urbanas que cuentan con una incidencia de 15 por ciento.
Seguidamente, es posible apreciar que los niveles de informalidad en
la tenencia de la tierra siguen siendo críticos, ya que las cifras que
arroja el DANE para 2012, señalan que entre el 40 y el 50 por ciento
de las propiedades rurales se encuentran en la informalidad.
Continuemos con las cifras en este punto. En cuanto a la restitución
de tierras, si bien se creó la Ley 1448 de 2011, y así mismo se ha
llegado a restituir 185.024 hectáreas de tierra a 21.567 colombianos;
las tareas que restan son múltiples y arduas sabiendo que el camino
mixto que supone el proceso (administrativo y jurídico) se ha dilatado
y entorpecido en el tiempo, quedando pendiente el compromiso de
restituir un total de 2 millones 400 mil hectáreas a 2021.
De otro lado, el estudio de los conflictos de uso del territorio
colombiano realizado por el IGAC (2012), advierte que no hay
correspondencia entre el uso actual de la tierra y su vocación. El
informe expone que en el territorio nacional hay más de 22 millones
de hectáreas aptas para uso agrícola, siendo solamente utilizadas
unos cinco millones. Mientras tanto, se determina que la ganadería se
extiende por 34 millones de hectáreas pese a que su vocación es tan
sólo de 15 millones.
Aunque desde el año 1936 la propiedad estuvo determinada por su
función social, en la que se ha restringido y/o limitado su
desenfrenada acumulación, el fenómeno de monopolio y
concentración de la tierra ha afectado casi la totalidad de los
territorios nacionales de forma histórica. De acuerdo al Igac (2012),
cerca del 0,4 por ciento de los propietarios son dueños del 46,5 por
ciento de las tierras más productivas, con propiedades que superan
las 500 hectáreas. Mientras tanto, el 67,6 por ciento de los
propietarios poseen el 4,2 por ciento de la extensión territorial con
terrenos que no exceden si quiera las cinco hectáreas.
Evidencia de los problemas rurales aún no resueltos en el país : las Zidres en el Meta y la
Orinoquia. Emilio Garcia Gutiérrez. Contratista ESAP, Regional Once, octubre del 2017

En sí, la acumulación de tierra no es un hecho de reciente data en


Colombia y por tanto se convierte en un tema imperioso dentro las
discusiones y debates jurídicos que actualmente se vienen
sosteniendo en el país. La creación de las Zidres, es tan sólo un
ejemplo de este complejo panorama que afrontamos, en el que se
intenta dar solución al problema agrario y rural a través de proyectos
de desarrollo económico que privilegian primordialmente a emporios
agroindustriales y empresariales. Esta racionalidad es la que ha
mantenido a las comunidades rurales en un escenario donde
continuamente se estrechan sus posibilidades, donde se estrecha
cada vez más la tierra que disponen para subsistir. Mientras tanto, los
empresarios y los campesinos del Meta, siguen como las guayaberas,
por fuera.

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